El oro acapara titulares, pero no es el único metal en el que se ha fijado el mercado. El uranio está de moda y los inversores pueden aprovechar esta tendencia a través de los ETFs. Un cóctel de cambios regulatorios y desacople entre la oferta y la demanda de uranio permiten pensar que las posibilidades en este terreno son amplias.
En primer lugar, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, apoya incondicionalmente la energía nuclear, que necesita el uranio como principal combustible. En mayo, Trump firmó varias órdenes ejecutivas que benefician este tipo de energía, con el objetivo de cuadruplicar la capacidad nuclear de Estados Unidos de aquí hasta 2050. Esas medidas buscan, entre otros, construir reactores más pequeños y acelerar los permisos de construcción de nuevos reactores a un plazo de 18 meses. Además, la ya aprobada “One Big Beautiful Bill” reduce los subsidios a energías renovables solar y eólica, pero refuerza los beneficios para proyectos nucleares.
En definitiva, la parte de la oferta de energía nuclear se mueve. No en vano, la oferta en la actualidad va al alza ante el despegue de la inteligencia artificial con su gran consumo de energía. En este contexto, gigantes como Meta y Microsoft ya firmaron contratos a 20 años para abastecer sus centros de datos con energía nuclear.
En WisdomTree consideran que la cadena de valor del uranio y la energía nuclear se divide en tres segmentos: empresas upstream -normalmente mineras y productoras de combustibles nucleares como el uranio-, empresas midstream -proveedoras de productos y servicios esenciales para la industria nuclear- e innovadoras -desarrolladoras de tecnologías avanzadas como los pequeños reactores modulares-.
Es más, la firma cree que la actividad ejecutiva de Trump consolida el lugar de la energía nuclear entre las tecnologías principales que se espera que satisfagan las necesidades energéticas mundiales en rápido crecimiento y “un claro punto de inflexión en el sentimiento del mercado”, aprovechando el impulso que comenzó el año pasado con la adopción de la energía nuclear por parte de empresas tecnológicas. Por lo tanto, WisdomTree cree que la reacción del mercado destaca “la gran oportunidad que se presenta a los inversores en toda la cadena de valor del uranio y la energía nuclear”.
¿Cómo se puede aprovechar esta situación?
Varias firmas han lanzado recientemente productos y fondos cotizados para aprovechar esta tendencia con el uranio como protagonista. La propia WisdomTree puso en marcha el WisdomTree Uranium and Nuclear Energy UCITS ETF en marzo. El vehículo pretende seguir la evolución del precio y rentabilidad del WisdomTree Uranium and Nuclear Energy UCITS Index.
Otros fondos cotizados con más antigüedad en el mercado están viviendo una auténtica explosión. Es el caso del VanEck Uranium and Nuclear Technologies UCITS ETF, que el mes pasado alcanzó los 500 millones de dólares en activos bajo gestión. Un año antes, el ETF superó la marca de los 100 millones de dólares, lo que significa que se ha más que quintuplicado en aproximadamente un año. Este fondo cotizado permite a los inversores acceder a empresas de todo el mundo que operan en los sectores del uranio y la energía nuclear.
Entre los grandes de la industria se encuentra el Global X Uranium ETF (URA), que proporciona a los inversores acceso a una amplia gama de empresas dedicadas a la extracción de uranio y la producción de componentes nucleares, incluidas las de extracción, refinado, exploración o fabricación de equipos para las industrias del uranio y la energía nuclear. Replica la evolución del Solactive Global Uranium & Nuclear Components Total Return Index.