La industria de gestión de activos está viviendo una doble presión: por un lado, clientes que exigen más personalización y eficiencia; por otro, márgenes cada vez más ajustados. Según el estudio Asset & Wealth Management Revolution de PwC, el 89% de los gestores de activos declara estar bajo presión de rentabilidad, y casi la mitad describe esa presión como alta o muy alta.
En paralelo, la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en la principal palanca tecnológica del sector. Esto no es casual: el mercado global de IA superó los 244.000 millones de dólares en 2025, un salto de casi 50.000 millones de dólares en solo dos años. Y las proyecciones son aún más contundentes: la industria superará la marca del billón de dólares en 2031, consolidándose como el eje transformador de múltiples sectores, incluidos los servicios financieros.
PwC señala que el 80% de los asset y wealth managers afirma que las tecnologías disruptivas, incluida la IA, están impulsando el crecimiento de ingresos. McKinsey, por su parte, estima que una gestora de tamaño medio puede capturar entre un 25% y un 40% de su base de costos mediante iniciativas de IA bien ejecutadas, siempre que se reimaginen los flujos de trabajo de extremo a extremo y no solo tareas aisladas.
En paralelo, el informe Agents, robots, and Us del McKinsey Global Institute, destaca que la IA está redefiniendo la forma en que trabajan las organizaciones: las máquinas asumen tareas rutinarias, mientras las personas se centran en interpretación, toma de decisiones y diseño de soluciones.
En este contexto, la securitización aparece como el “puente estructural” que permite transformar capacidades internas de IA en productos de inversión concretos, escalables y distribuibles globalmente.
¿Por qué IA y securitización están conectadas ahora?
1.- Presión sobre márgenes + necesidad de eficiencia
La IA reduce costos operativos y la securitización permite empaquetar esa eficiencia dentro de vehículos más livianos y económicos, lo que ayuda a los gestores a sobrevivir y crecer en un entorno de márgenes cada vez más estrechos.
2.- Creciente adopción de IA en front, middle y back office
PwC destaca que los gestores están integrando IA en personalización de carteras, automatización de tareas y generación de insights para clientes.
Sin embargo, muchas de estas capacidades permanecen “encerradas” en la organización si no se traducen en productos invertibles.
3.- Transformación del rol del líder de inversión
McKinsey subraya que los líderes de negocio deben convertirse en “tech-savvy leaders”, capaces de conectar la estrategia de IA con resultados financieros y modelos comerciales.
La securitización ofrece precisamente un marco para monetizar esas capacidades tecnológicas en forma de series o notas estructuradas.
Cómo pueden los portfolio managers unir IA + securitización
a) Convertir estrategias AI-driven en vehículos securitizados
Los modelos de IA generan señales de inversión, rebalanceos y construcción de cartera cada vez más sofisticados. En lugar de limitar estas estrategias al balance interno o a mandatos segregados, los gestores pueden:
- Replicar la estrategia sistemática en un vehículo securitizado (por ejemplo, una serie emitida a través de un SPV).
- Ofrecerla a inversores institucionales y profesionales como producto con ISIN, custodia internacional y flujo operativo estandarizado.
Así, la IA se convierte en un motor de alfa, y la securitización en el envoltorio que la lleva al mercado.
b) Empaquetar infraestructuras y flujos vinculados a IA
La adopción de IA implica inversiones en datos, modelos e infraestructura tecnológica. McKinsey resalta que el verdadero impacto económico se obtiene cuando la IA se integra en procesos completos y modelos operativos, no solo en pilotos aislados.
A través de la securitización, los portfolio managers pueden estructurar:
- Notas temáticas vinculadas a estrategias de compañías o sectores intensivos en IA.
- Vehículos que expongan al inversor a flujos generados por activos o contratos ligados a IA (por ejemplo, ecosistemas digitales, datos o servicios tecnológicos), cuando sean elegibles como subyacentes.
c) Acelerar el time-to-market y la personalización
Los informes de PwC sobre la revolución en asset and wealth management subrayan que los gestores que combinan tecnología y rediseño de modelos operativos tienen más probabilidades de capturar crecimiento en un entorno altamente competitivo.
La securitización permite:
- Lanzar productos basados en IA en plazos más cortos que un fondo convencional.
- Crear soluciones a medida para segmentos concretos de clientes (por ejemplo, estrategias AI-driven con restricciones ESG o de liquidez específicas).
La evidencia de PwC y McKinsey muestra que la IA ya es un factor crítico para la rentabilidad futura de los gestores, pero su impacto real depende de la capacidad de convertirla en soluciones de inversión tangibles.
Los programas de securitización ofrecen a los portfolio managers una infraestructura flexible para transformar capacidades de IA en productos listos para ser distribuidos globalmente, alineando innovación tecnológica, eficiencia de costos y crecimiento de activos bajo gestión. En este contexto, empresas especializadas como FlexFunds demuestra cómo soluciones ágiles y globales pueden facilitar esa transformación, convirtiendo estrategias avanzadas en vehículos costo-eficientes, escalables sin necesidad de estructuras convencionales complejas.
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