La tensión geopolítica está elevando los precios de las acciones de empresas cotizadas de defensa y seguridad, lo que ha llamado también la atención de los inversores. En consecuencia, ha aumentado el interés de los gestores de fondos por estrategias de inversión temáticas centradas específicamente en sectores relacionados con la seguridad.
Según el análisis de Andreas Bartels, analista de Scope Ratings, los fondos con enfoque geográfico (Europa, Indo-Pacífico) están apareciendo cada vez más en el mercado, tras una primera oleada de fondos de defensa con foco global. “La mayoría de estos fondos se estructuran como ETFs pasivos, aunque también existen algunos fondos gestionados activamente”, indica.
La conclusión que señala Bartels es fruto del estudio que ha realizado centrándose en los fondos disponibles en Alemania. El experto ha realizado un análisis de la selección de acciones y una evaluación de su rendimiento de los fondos, aunque “los datos de muchos fondos son limitados debido a su corta trayectoria”, advierte.
Análisis de los fondos
Aunque es difícil obtener cifras exactas, ya que muchos fondos no se especializan exclusivamente en armamento, sino que siguen estrategias más amplias que incluyen también inversiones en empresas de defensa, el análisis de Scope Rating muestra un claro crecimiento: los fondos con un enfoque definido en “defensa” gestionan actualmente 13.300 millones de euros (a 3 de septiembre de 2025). Actualmente los inversores pueden elegir entre 20 fondos disponibles.
Desde el lanzamiento del primer fondo de defensa en marzo de 2023, el mercado se ha expandido considerablemente. A finales de febrero de 2025 existían ocho fondos con un enfoque claro en defensa y orientación global. Destacan especialmente los productos de VanEck (VanEck Defence ETF) y HANetf (Future of Defence ETF), que se han consolidado como líderes con activos bajo gestión de 5.800 millones y 2.400 millones de euros, respectivamente, a 2 de septiembre de 2025. Y, en los seis meses hasta finales de agosto de 2025 se lanzaron 12 fondos adicionales, todos ellos centrados en empresas de defensa europeas salvo uno, orientado a la región Indo-Pacífico.
“El WisdomTree Europe Defence ETF destaca como el primer ETF con un enfoque claramente europeo, alcanzando un volumen de 3.000 millones de euros en pocos meses. HANetf Future of European Defence cuenta con casi 150 millones de euros, y Amundi Stoxx Europe Defence con algo menos de 130 millones, mientras que todos los demás fondos gestionan actualmente menos de 100 millones cada uno”, destaca Bartels.
Según sus conclusiones, la oferta de fondos de defensa incluye tanto ETFs como fondos gestionados activamente, entre ellos LBBW Sicher Leben, con un volumen de más de 120 millones de euros, y Deka-Security and Defence, que ya supera los 330 millones de euros. “Los costes de gestión de los ETFs oscilan entre el 0,18% y el 0,65%, mientras que los fondos de defensa gestionados activamente son, naturalmente, más caros, con costes anuales entre el 1,2% y el 1,95%. Queda por ver si esta prima de coste puede justificarse con un mejor rendimiento. De hecho, debido al mayor número de posiciones en cartera, los fondos activos ofrecen una diversificación más amplia y, por tanto, un riesgo potencialmente menor frente a las fluctuaciones de acciones individuales, que los productos pasivos actualmente disponibles”, añade.
Tipo de acciones
Otra observación que lanza el experto de Scope Ratings es que la inversión está yendo hacia empresas activas en los sectores de defensa, seguridad y armamento. Esto incluye, por ejemplo, compañías que fabrican armas y vehículos militares, desarrollan tecnología aeroespacial, sistemas de ciberdefensa, sensores, software relacionado con la seguridad o una combinación de estos productos.
Según explica, estas empresas suelen beneficiarse de contratos gubernamentales, participan activamente en redes de seguridad internacionales y a menudo están directamente implicadas en acontecimientos geopolíticos. “Algunas de estas acciones han registrado recientemente aumentos significativos de precio, lo que sugiere que gran parte del crecimiento futuro ya está reflejado en su valoración, planteando cuestiones sobre precios y la necesidad de que los inversores actúen con cautela”, afirma.
Análisis de rendimiento
A la hora de hablar de rendimiento, Bartels señala como preámbulo de sus conclusiones que la trayectoria de los fondos es corta: “Ningún producto de este segmento cuenta con un historial de tres años, y mucho menos un track record completo de cinco años”. Teniendo en cuenta esta advertencia, su análisis muestra que con el VanEck Defence UCITS ETF, el HANetf Future of Defence ETF y el iShares Global Aerospace & Defence ETF, existen al menos tres fondos UCITS cuyo rendimiento es comparable en un período de 12 meses. “Con rendimientos del 62,5%, 49,2% y 35,1% (a 2 de septiembre de 2025), los tres fondos superaron significativamente al MSCI World, que subió solo un 8,5% en el mismo período”, indica.
Según su análisis, las diferencias significativas en el rendimiento de estos fondos pueden atribuirse a diversas características estructurales, especialmente la composición de los índices, el peso de los valores individuales y el enfoque regional y sectorial.
En su opinión, la amplia dispersión observada puede explicarse nuevamente por diferencias en el enfoque: “Los fondos con un claro enfoque en compañías tecnológicas de defensa de alto crecimiento y una marcada inclinación hacia Estados Unidos se beneficiaron significativamente, ya que las acciones relevantes tuvieron una demanda especialmente alta. Por el contrario, los fondos con un enfoque más diversificado o centrados en la aviación tradicional mostraron un desempeño menos dinámico”.
En el caso de los ETFs de defensa, cada fondo sigue su propio índice, a veces muy específico, lo que representa una clara diferencia con la lógica de los ETFs pasivos clásicos, que replican de forma rentable índices amplios y establecidos. Precisamente por la ausencia de un estándar uniforme, la composición del índice es de importancia central: determina qué empresas, regiones y subsectores de la industria de defensa están representados en el fondo y, por tanto, influye de manera decisiva en el rendimiento futuro.
“Aunque comienzan a observarse diferencias iniciales en los rendimientos de los fondos de defensa, aún es pronto para identificar claramente ganadores o perdedores; el segmento sigue siendo dinámico y, en muchos casos, todavía incipiente. Aunque la mayoría de los productos están diseñados como ETFs pasivos, los inversores deben tomar decisiones activas al seleccionarlos, dado que el peso, la composición y el enfoque regional de los fondos y de los índices subyacentes pueden variar significativamente. Los datos aumentarán durante los próximos 12 meses, lo que permitirá evaluaciones más informadas y recomendaciones más precisas”, concluye el experto de Scope Ratings.
Tres conclusiones claves
Visto en conjunto, su análisis muestra que los ETFs centrados en compañías con alta relevancia temática y carácter “pure-play”, con un elevado peso de acciones de crecimiento individuales, han logrado rendimientos sobresalientes hasta la fecha. “Al mismo tiempo, la amplia dispersión de resultados evidencia la importancia de la composición del índice subyacente y del enfoque regional”, matiza.
Otro aspecto clave es la elección entre ETFs pasivos y fondos de defensa gestionados activamente. Según indica, mientras que los ETFs destacan por sus menores costes de gestión y sus índices claramente definidos, los fondos de defensa activos ofrecen ventajas potenciales en la selección específica de acciones y en la gestión del riesgo, especialmente en un entorno de mercado volátil. “Suelen apoyarse en carteras ampliamente diversificadas y pueden responder con mayor flexibilidad a los cambios del mercado. No obstante, habrá que ver si la estructura de costes más elevada se justifica a largo plazo mediante un mejor rendimiento ajustado al riesgo”, comenta.
No obstante, Bartels considera que los fondos de defensa han llegado para quedarse. Según afirma, “la combinación de la realidad geopolítica, el aumento del interés de los inversores y la creciente variedad de productos está consolidando la participación de este segmento en los flujos de fondos, aunque los inversores aún deben analizar cuidadosamente los retornos, el riesgo, la responsabilidad y la selección de productos”.