Los fondos cotizados no están bajando el ritmo. Así de claro se muestra Zachary Evens, manager research analyst de Morningstar. No es para menos, ya que las firmas lanzan nuevos ETFs cada día; los flujos de inversión siguen llegando a este tipo de vehículos y tanto los inversores como los proveedores «están empezando a adentrarse en territorios hasta ahora desconocidos».
Los ETFs captaron 540.000 millones de dólares en nueva inversión durante los primeros seis meses de 2025, según recuerda el experto, una cifra que supera el total de suscripciones de la primera mitad de 2024.
En cuanto a los productos, en junio de este año ya se habían lanzado al mercado 464 nuevos ETFs, acercándose rápidamente al récord anual de 726 lanzamientos. Entre los más destacados se encuentran el primer ETF de crédito público-privado; innumerables nuevos ETF de amortiguación, de opciones cubiertas y activos, criptomonedas e incluso ETFs del mercado monetario.
Ante esta batería de cifras de vértigo en la industria, Evens hace balance: repasa algunos de estos avances y revisa sus predicciones sobre los ETFs realizadas a principios de año. «Hasta ahora, todo va bien, pero seguro que aún queda mucho por venir en lo que ya ha sido un 2025 frenético para los ETFs», asegura.
Predicción 1: Los ETFs de gestión activa superan en número a los ETFs pasivos
Esto era inevitable. Y no ha tardado mucho en suceder. A finales de junio, había 2.226 ETFs activos y 2.157 ETFs pasivos a la venta para los inversores estadounidenses. Los gestores de activos han adoptado plenamente este instrumento fiscalmente eficiente, satisfaciendo la demanda de los inversores que siguen invirtiendo dinero en este sector.
Sin embargo, hay matices en la historia de los ETFs activos: algunos de los ETFs activos más populares no lo son tanto, según matiza Evens. La mayoría de los que han despegado hasta ahora siguen una estrategia cuantitativa o basada en reglas. Se les denomina «activos» porque no siguen un índice. Algunos ejemplos son las estrategias basadas en opciones, como los ETFs de resultado definido o de opciones cubiertas o las estrategias cuantitativas diversificadas.
«Los ETF activos están en auge, pero, por ahora, la mayor parte del crecimiento y el interés se han centrado en este tipo de estrategias. Es probable que los ETFs basados en reglas sigan liderando la carga de los ETF activos», afirma el experto.
Historia 1: ETFs de activos privados
Una tendencia importante en los ETFs, según apunta el experto, es la inversión en mercados privados. Apollo se ha asociado con State Street para llevar el crédito privado al mercado minorista, y Vanguard está trabajando con Wellington y Blackstone en lo mismo -sin embargo, Vanguard no cuenta actualmente con una oferta público-privada ampliamente disponible-.
El ETF de State Street, SPDR SSGA IG Public & Private Credit ETF PRIV, fue el primero en salir al mercado, en febrero de este año. El lanzamiento no fue del todo fluido y siguen existiendo dudas sobre la viabilidad de los activos ilíquidos en un envoltorio líquido. Pero, según las opiniones del sector, «está claro que se avecinan más productos privados-cotizados».
Las entradas de inversión en el SPDR SSGA IG Public & Private Credit ETF han sido moderadas hasta ahora, pero repuntaron a principios de julio, «por lo que será interesante ver con qué rapidez llegan al mercado los competidores y cuál es la respuesta de los inversores a este segmento incipiente».
Predicción 2: El VOO de Vanguard supera al SPY de State Street como el ETF de mayor tamaño del mundo
En 2025, el VOO de Vanguard S&P 500 tardó solo siete semanas en superar al Trust SPY de SPDR S&P 500 como el más grande del mundo. El fondo de Vanguard comenzó el año con 40.000 millones de dólares menos que el de SPDR, pero ahora cuenta con una ventaja de 46.000 millones de dólares.
El experto cree que, ahora, la cuestión es saber si el iShares Core S&P 500 IVV podrá superar al SPDR S&P 500 Trust a finales de año: se trata de un fondo muy barato que no está estructurado como un fideicomiso. «Tras comenzar 2025 con una diferencia de 38.000 millones de dólares con respecto al SPDR S&P 500 ETF Trust, el iShares Core S&P 500 ETF redujo la diferencia a 14.000 millones de dólares a mediados de año. Esta podría ser la reñida carrera a seguir», argumenta.
Historia 2: ETF de criptomonedas
El ETF de más rápido crecimiento de la historia es el iShares Bitcoin Trust ETF IBIT. Sus activos han aumentado hasta superar los 75.000 millones de dólares tras solo un año y medio a la venta. Su buen rendimiento, una regulación favorable a las criptomonedas y la adopción de carteras modelo han ayudado a este fondo cotizado a alcanzar su nivel actual, según explica el experto. Pero otros ETFs de criptomonedas también están dando que hablar.
La categoría Morningstar de activos digitales ha pasado de 28.000 millones de dólares y 43 ETFs hace solo dos años a más de 150.000 millones de dólares en 106 ETFs a finales de junio de 2025. Sin embargo, el rápido crecimiento «viene acompañado de espuma», y las recientes solicitudes de ETFs de criptomonedas llaman la atención. Entre las solicitudes se encuentran varios de memecoins, incluido uno que sigue el precio de los NFT de Pudgy Penguin.
«Los ETF de bitcoin han llegado para quedarse, pero el tiempo pondrá a prueba la solidez de los recién llegados a la categoría de activos digitales», sentencia el Evens.
Predicción 3: Las clases de acciones ETF se hacen realidad
Las clases de acciones de ETFs están al caer. Aún no se han aprobado, pero Evens augura que esta situación debería cambiar en la segunda mitad de este año. En el momento de escribir este artículo, 70 empresas han solicitado la clase de acciones híbrida al estilo de Vanguard.
Las empresas están ansiosas por ofrecer este tipo de clase de acciones. Sin embargo, Lan Anh Tran, manager research analyst for Morningstar, señaló en su predicción que «una vez aprobadas, es posible que no sean el salvavidas que muchos esperaban» y que la clase de acciones «podría crear más problemas de los que resuelve». Tran cita las limitaciones de capacidad, las preocupaciones sobre la normativa de la SEC sobre el mejor interés y las complicaciones relacionadas con las ganancias de capital como motivos.
No obstante, las clases de acciones de los ETFs podrían suponer un avance positivo para los inversores en las circunstancias adecuadas. Y hasta que no se aprueben y lancen, no sabremos cuál será su impacto en cada fondo.
Historia 3: Los ETFs de resultados (outcome ETFs) se afianzan
Tras varios lanzamientos propios en este ámbito, BlackRock predijo en marzo que los activos de los ETFs de resultados aumentarán hasta alcanzar los 650.000 millones de dólares en 2030. Los ETFs de resultados -outcome ETFs-, según la definición de BlackRock, incluyen los ETFs de opciones cubiertas, los ETFs de amortiguación -buffer ETFs- y algunos otros. Todos ellos utilizan opciones para ofrecer un resultado específico.
Los ETFs de opciones cubiertas entran en la categoría de ingresos derivados. Estos vehículos suelen vender opciones de compra contra una posición larga en algún activo subyacente, como el índice S&P 500, para generar ingresos. El mayor ETF de la categoría, y actualmente el mayor ETF activo -el JPMorgan Equity Premium Income ETF JEPI- contribuyó al auge de la categoría y demuestra que el uso sensato de las opciones puede ser una forma eficaz de reestructurar el riesgo y generar ingresos, tal y como apunta Evens. A finales de junio, había 155 ETFs con 130.000 millones de dólares en la categoría de ingresos por derivados.
En los ETFs de opciones cubiertas sobre acciones individuales, Evens explica que los rendimientos altísimos atrajeron miles de millones de flujos de entrada, «pero fondos como estos suelen acabar en nuestra lista de «peores ETF nuevos del año» por sacrificar la rentabilidad total en favor de los ingresos, al tiempo que aumentan el riesgo y los costes».
Los ETF con amortiguador -buffer ETFs- son la estrategia de tipo outcome más explícita, ya que ofrecen a los inversores una definición tanto de las pérdidas como de las ganancias. Varias empresas ofrecen incluso ETFs con protección del 100% frente a las pérdidas: no deberían perder dinero antes de comisiones, sino que solo ganan hasta un límite máximo, normalmente entre el 8% y el 10% anual.
La categoría de resultados definidos, que alberga los buffer ETFs, ha pasado de ser una simple estrategia de amortiguación a convertirse en productos mucho más complejos en solo unos años. Esta nueva categoría cuenta ahora con casi 70.000 millones de dólares en activos repartidos entre 408 ETFs, «la mayor de todas las categorías».
Las categorías de resultados definidos e ingresos derivados se encuentran entre las de más rápido crecimiento, gracias a los ETFs. «Es evidente que existe interés por parte de los inversores, y los emisores se han mostrado más que dispuestos a ofrecer nuevos productos. Sin embargo, los ETFs de estas categorías de más rápido crecimiento siguen siendo bastante caros en comparación con los indexados tradicionales e incluso con muchos fondos cotizados de gestión activa. Hay margen para que los costes bajen a medida que el sector madura», asegura Evens.