Los ETFs alternativos líquidos, especialmente los enfocados en ingresos por derivados y resultados definidos, han mostrado un notable crecimiento de activos. Solo en 2023, esta categoría atrajo más de 26.000 millones de dólares en entradas netas, seguidos por otros 29.000 millones en 2024, según la última edición de Cerulli Edge—U.S. Product Development Edition.
Los inversores valoran la protección ante caídas del mercado, la generación constante de ingresos y el rendimiento mejorado a través de la venta de opciones, lo que ha impulsado el flujo hacia los ETFs alternativos, asegura la consultora internacional.
La adopción por parte de asesores y el desarrollo de productos por parte de emisores de ETFs continúan fortaleciendo el crecimiento de estos instrumentos. En 2024, el 15,2% de los asesores encuestados indicó haber incorporado estrategias de ingreso por derivados en sus carteras, con un 7% adicional que planea adoptarlas, de acuerdo al estudio de Cerulli.
Por otro lado, el panorama de los ETFs de resultado definido ha crecido enormemente desde el lanzamiento del primer producto en 2018. Desde entonces, la categoría ha acumulado más de 50.000 millones en activos netos al primer trimestre de 2025, y registró una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 93% en cinco años hasta 2024, la tercera más alta después de los activos digitales (261%) y los ETFs de ingreso por derivados (123%).
“El éxito de estos productos refleja una creciente demanda de los inversores por protección ante caídas del mercado, destacando resultados estables y predecibles, especialmente durante episodios de volatilidad”, afirma Sally Jin, analista de la consultora.
No obstante, Cerulli indica que solo el 13% de los gestores de activos que ofrecen estrategias de inversión alternativa afirman tener actualmente ETFs de resultado definido, sin que haya otros desarrollando esta estrategia o planeando hacerlo en el futuro. Además, solo el 10% considera a los ETFs de resultado definido como un enfoque prioritario.
Sin embargo, dados los recientes retrocesos del mercado en el primer trimestre de 2025, es posible que este sentimiento cambie, seducido por la promesa de protección frente al riesgo en tiempos de incertidumbre.
“En última instancia, si bien los ETFs de ingreso por derivados y de resultado definido han ampliado el acceso a exposiciones alternativas y han logrado una significativa captación de activos en los últimos años en medio de la volatilidad del mercado, persisten desafíos para su adopción y preocupaciones en torno al desempeño, las comisiones y la idoneidad”, concluye Jin. “Es probable que ambos tipos de ETFs sigan evolucionando conforme los emisores ajustan sus ofertas y se expanden o ingresan en este espacio”.