En medio de grandes debates y especulaciones sobre si hay o no una burbuja especulativa entorno a la inteligencia artificial, la OCDE acaba de publicar un informe que examina 200 casos reales de utilización de la IA en once funciones clave para los gobiernos que abarcan desde la prestación de servicios públicos hasta justicia, finanzas, administración interna o lucha contra la corrupción.
Las áreas con mayor penetración de la IA:
- Prestación de servicios públicos: Es la función en la que hay más ejemplos. Aquí la IA se usa para mejorar cómo los ciudadanos interactúan con la administración, por ejemplo mediante chatbots inteligentes que facilitan trámites o atención ciudadana, o con herramientas que optimizan la asignación de recursos en servicios como sanidad o educación.
- Administración de justicia: La IA se emplea para ayudar en procesos judiciales, agilizar procedimientos, apoyar en la revisión de casos, análisis documental, o en la priorización de carga de trabajo, con el fin de hacer la justicia más eficiente
- Participación ciudadana y democracia: Algunos proyectos utilizan IA para facilitar la participación ciudadana, por ejemplo mediante plataformas que analizan grandes cantidades de datos o comentarios públicos, permiten consultas más ágiles, ayudan a recoger la voz del ciudadano, o facilitan procesos de deliberación.
- Compras públicas / Contratación pública: En licitaciones, contratación de bienes y servicios, la IA se utiliza para detectar irregularidades, evaluar riesgos, revisar documentos, automatizar partes del proceso, y ayudar en la supervisión.
- Gestión financiera del Estado: Herramientas de IA ayudan en la planificación presupuestaria, gestión de recursos, previsión y control de gasto, lo que puede mejorar eficiencia y transparencia.
- Lucha contra la corrupción: La IA se aplica para detectar fraudes, irregularidades, anomalías en contratos, ayudas, prestaciones o subsidios, supervisar cumplimiento normativo, auditorías masivas y evaluación de riesgos.
- Diseño y ejecución de regulación: Para monitorear cumplimiento normativo, analizar riesgos, planificar inspecciones y supervisar sectores regulados, la IA ofrece capacidades de análisis de datos a gran escala, predicción de incumplimientos o alertas tempranas.
Las áreas con menor uso y sus razones:
El informe de la OCDE también señala que hay funciones del gobierno donde la adopción de IA es todavía limitada o incipiente. Entre ellas destacan:
- Evaluación de políticas públicas: El uso de IA para analizar el impacto de políticas, su efectividad o resultados. Pese al potencial, hay menos implementación real.
- Administración fiscal y tributaria: Aunque podría beneficiarse de automatización, debido a regulaciones estrictas sobre datos, privacidad y seguridad, su adopción es más lenta.
- Reforma o modernización interna de la función pública: Es decir, usar IA para optimizar la estructura interna del gobierno, recursos humanos, burocracia. El informe indica que estos usos todavía son escasos.
Las razones de menor adopción en estas áreas son variadas: restricciones regulatorias, sensibilidad de los datos, complejidad institucional, o simplemente porque algunas aplicaciones aún están en fase piloto.



