La Asociación Española de Empresas de Asesoramiento Financiero (Aseafi) celebró su Congreso Anual 2025 en torno a los desafíos tecnológicos y regulatorios que rodean a la industria del asesoramiento. Su presidente, Carlos García Ciriza, abrió el evento destacando que la asociación va “adquiriendo fuerza” y con el objetivo de “ganar representatividad” y de “fomentar la formación”.
El Congreso contó con la participación de Paloma Marín, vicepresidenta de la CNMV, que valoró la “confianza que el asesoramiento da al inversor” y de su papel en la cultura financiera para ayudar en el proceso que busca Europa de convertir a los ahorradores en inversores. “El asesoramiento es un proceso de acompañamiento”, aseguró Marín.
Tras repasar la estrategia de mandatos de la CNMV, que incluye, entre otros aspectos, actuaciones contra los conocidos como “finfluencers” y la publicidad de chiringuitos financieros, así como la simplificación del marco regulatorio y supervisor, pasó a abordar los retos a los que se enfrenta la industria del asesoramiento.
De esta forma, Marín reconoció que las EAFs se enfrentan al avance tecnológico que supone la adopción de la inteligencia artificial en el sector y matizó que la IA “es una herramienta poderosa para reducir costes”, para después aconsejar una “implementación con responsabilidad”. Con todo, se mostró “positiva” con respecto a este proceso.
También mencionó la ciberseguridad como reto de la industria del asesoramiento. En este punto, recordó que las EAF han tenido que enfrentarse también a nuevas obligaciones derivadas del Reglamento DORA y admitió que esas exigencias “suponen un esfuerzo y unos costes, especialmente para entidades más pequeñas”. Así, consideró importante señalar que las entidades que se han transformado en EAFN no están sujetas a DORA, y que muchas de las EAFs tradicionales pueden acogerse al régimen simplificado.
En este punto, reconoció que desde la CNMV son “plenamente conscientes de esta realidad”, y admitió que el organismo aplicará “criterios de proporcionalidad en la supervisión”, aunque también consideró necesario que las entidades se esfuercen por cumplir estas obligaciones. “La ciberseguridad es un pilar fundamental para preservar la confianza del inversor. Un fallo en este ámbito puede tener un impacto reputacional y financiero muy elevado”, aseguró Marín..
La vicepresidenta de la CNMV quiso aclarar que no perciben un interés especializado por las EAFs acerca de los criptoactivos, que, en todo caso, “dependerá de la evolución de la demanda”. Una vez más, aconsejó prudencia a las firmas a la hora de afrontar el tema de los criptoactivos.
La vicepresidenta de la CNMV cerró su intervención asegurando que el asesoramiento es una pieza clave para potenciar la inversión minorista y señaló como fortalezas del sector la cercanía con el cliente, la especialización y la flexibilidad.
También destacó que las EAFs desempeñan «un papel estratégico» en este contexto, y avanzó que desde la CNMV, «queremos que este sector tenga éxito. Y para ello, seguiremos trabajando desde la supervisión constructiva, con sensibilidad a sus particularidades».