Las sociedades de capital riesgo (SCRs) están ganando protagonismo como vehículos de inversión eficientes para grandes patrimonios interesados en la economía real y el capital riesgo. Un estudio de Andbank señala que en un contexto de incertidumbre económica, el capital privado en España «ha mantenido un notable dinamismo», una opinión que la firma apoya con cifras: a noviembre de 2024 hay más de 500 SCRs registradas, un 16% más que a cierre de 2023.
El atractivo de las SCR, según Andbank, radica en dos pilares clave: mejores rendimientos frente a inversiones tradicionales y un régimen fiscal favorable. Ofrecen ventajas como exenciones en el Impuesto sobre el Patrimonio y beneficios fiscales sobre dividendos y plusvalías, siempre que se cumplan ciertos requisitos. Además, permiten diversificar carteras con inversiones de largo plazo en activos líquidos.
Para las empresas de servicios de inversión (ESIs), establecer una SCR para aglutinar las inversiones de sus clientes es una estrategia clave. «Este modelo facilita la diversificación de riesgos al agrupar múltiples inversores bajo un mismo vehículo, optimizando la eficiencia operativa y administrativa», explican desde Andbank, donde añaden como puntos a favor «la mejora en la capacidad de difusión». De tal manera, que proporciona una herramienta centralizada para captar nuevos clientes interesados en mercados privados y estructuras de inversión más sofisticadas, al tiempo que reduce los costes asociados a la gestión y supervisión de inversiones.
Desde el punto de vista operativo, una SCR permite a las ESIs ofrecer una propuesta de valor sólida, brindando acceso a oportunidades de inversión exclusivas y profesionalmente estructuradas. Esto «no solo incrementa la confianza y fidelización de los clientes, sino que también refuerza la competitividad de las ESIs en un mercado altamente especializado», asegura la firma, que también apunta que centralizar inversiones en una SCR con gestión delegada «simplifica la administración, fortalece el control de riesgos y garantiza una gestión eficiente y profesional».
El análisis concluye que establecer una SCR propia con gestión delegada no solo optimiza la estructura y los servicios de las ESIs, sino que también ofrece una combinación única de diversificación, gestión profesionalizada, beneficios fiscales y mejoras operativas. Esto la convierte en una opción atractiva para maximizar el rendimiento en mercados privados y fortalecer la oferta de las ESIs en un entorno competitivo.