La deuda privada está entrando en una nueva etapa: crece en escala, evoluciona en estructura y atrae capital fresco, a pesar de un entorno más cauteloso y complejo. Así lo recoge un estudio de Carne Group, que recuerda que este mercado alcanzó los 1,7 billones de dólares (trillions, en inglés) en 2024 y se prevé que llegue a los 2,6 billones de dólares en 2029 -según un análisis de Carne Group con datos de Preqin-. Es decir, implica un crecimiento del 53% en solo cinco años
Los compromisos europeos de aumentar el gasto en defensa -donde la deuda privada podría ser el puente vital entre las políticas públicas y el capital de los inversores- también ha impulsado el crecimiento del mercado de deuda privada.
En términos generales, los principales gestores de deuda privada han estado buscando alternativas al mercado estadounidense, atrayendo capital hacia oportunidades en Europa. En este punto, la firma cita el ejemplo de Apollo, “que ha dado un giro público hacia Europa, comprometiéndose a invertir más de 100.000 millones de dólares en Alemania durante la próxima década”.
A medida que los prestamistas tradicionales dan un paso atrás, la deuda privada gana terreno. El crecimiento sostenible dependerá de alianzas sólidas, agilidad operativa y la capacidad de adelantarse a la regulación.
Los gestores de fondos siguen viendo oportunidades en la deuda privada, ya que los prestatarios buscan alternativas a los parámetros más estrictos establecidos por los prestamistas tradicionales, y el universo actual está compuesto por algo más de 5.400 fondos, una cifra que se prevé que aumente a finales de 2025.
Este crecimiento se produce a pesar de que el número de nuevos fondos, el tamaño medio de las operaciones y el capital recaudado han disminuido, lo que indica que el mercado se está ajustando a un mundo cambiante con la precaución necesaria.
Dónde está el crecimiento
Con los bancos endureciendo las condiciones y un contexto de tipos de interés relativamente alto, la demanda de los prestatarios no muestra signos de ralentización.
Los gestores de fondos afirman que el número de vehículos de deuda privada crecerá en 2025, y casi la mitad (48%) afirma que el número de fondos disponibles aumentará drásticamente a finales de año. También prevén una importante recaudación de fondos en comparación con el año pasado, y más de una cuarta parte (28%) espera incrementos de hasta el 50%.
Luego está el atractivo de los nuevos mercados y territorios para impulsar el crecimiento. Alrededor del 80% de los gestores de fondos nos dijeron que planean expandirse a nuevas jurisdicciones para recaudar capital nuevo.
El retroceso de los prestamistas tradicionales ha supuesto que las estrategias de préstamo directo sigan siendo las favoritas en todas las categorías de deuda privada, representando el mayor número de fondos.
No es de extrañar que los préstamos directos ocupen un lugar destacado dentro de la deuda privada, afirma el estudio. Sin embargo, la popularidad de los fondos para situaciones especiales -que suelen presentar un mayor riesgo- es notable en el contexto de tipos de interés más altos y aranceles estadounidenses: la incertidumbre económica suele dar lugar a circunstancias en las que los fondos de deuda en dificultades suelen prosperar.
Pero no todo son buenas noticias. Los gestores de fondos encuestados por Carne Group apuntan a las presiones sobre las comisiones, la regulación, las exigencias de gobernanza, los costes operativos y los perfiles de liquidez como los cinco principales obstáculos para llevar los fondos al mercado.
Dada la situación actual, la firma no ve extraño que casi todos (96%) los gestores de deuda privada encuestados coincidan en que su sector experimentará una consolidación en los próximos cinco años, y casi tres cuartas partes (72%) consideran que este proceso “será significativo”.
Estas predicciones ya se están haciendo realidad, según la firma, que pone como ejemplo la adquisición de HPS Investment Partners por parte de BlackRock y la expansión de empresas como Franklin Templeton y Clearlake en Europa con la adquisición de Apera y MV Credit, respectivamente.
“A medida que se intensifica la competencia, crece la necesidad de agilidad y eficiencia. Por eso, cada vez más gestores recurren a socios especializados para que les ayuden con la distribución, las operaciones de middle y back office o el cumplimiento normativo”, apunta el estudio.