El potencial crecimiento de la inversión en mercados privados está en entredicho por las preocupaciones sobre costes, escasa liquidez y transparencia. Esta es una de las principales conclusión de la última edición del informe Global Wealth Study 2025* elaborado por Thinking Ahead Institute, extensión de WTW. Según explica el documento, las firmas de la industria de asset management consideran que los mercados privados no crecen al ritmo esperado.
De hecho, a pesar de la innovación en soluciones de mercados privados, como los ELTIFs, los Interval Funds y los LTAFs, el estudio muestra que no se prevé un aumento significativo en la asignación a estos activos en los próximos dos a tres años. Los principales motivos que señalan las firmas de inversión para este lento crecimiento son los altos costes, la falta de transparencia y escasa liquidez. Tres motivos que ser repiten en todas las geografía, aunque no en el mismo orden. Por ejemplo, en Norteamérica y Europa, los altos costes son el obstáculo más importante; mientras que en el Reino Unido, el acceso limitado a liquidez es la barrera número uno.
Debido a esta complejidad, el informe indica que muchas entidades optan por externalizar las decisiones de inversión en mercados privados. En concreto, el 46% de las firmas delega total o mayoritariamente estas decisiones en especialistas externos, frente al 27% y 23% que hace lo mismo para bonos y acciones cotizadas. Las diferencias regionales también son notables: en Asia-Pacífico y Europa continental se asigna un 40% y 34% de las carteras a mercados privados, mientras que en el Reino Unido y Norteamérica cae al 24% y 26%, con una marcada preferencia por las acciones cotizadas. Ahora bien, en los próximos años, las entidades siguen convencidas de que habrá más interés: Europa (84%), Asia-Pacífico (78%) y Norteamérica (63%).
Tendencias generales
Otro de los aspectos que aborda y destaca el informe es que el origen de la riqueza está cambiando. «En Asia-Pacífico y Europa continental, la mayoría de los clientes generan su patrimonio a través de la propiedad de empresas, mientras que en el Reino Unido y Norteamérica lo hacen mediante herencias», señalan. En su opinión, esto redefine las necesidades de los clientes y obliga a los gestores a adaptar servicios para optimizar la transferencia intergeneracional, la eficiencia fiscal y la estabilidad a largo plazo, además de atender a una nueva generación más digital y con enfoque en inversión consciente.
Ante este nuevo contexto, entre los recursos más valorados destacan las estructuras fiscales eficientes (54%), el diseño de carteras y asset allocation (43%) y las estrategias personalizadas de transferencia de wealth (34%). Dado que muchas firmas carecen de recursos internos, crece la importancia de la colaboración con asesores externos.
Aunque la acumulación de patrimonio sigue siendo central, las firmas reconocen la creciente prioridad de preservar el capital ante riesgos macroeconómicos y geopolíticos. Según las conclusiones de la encuesta, los clientes muestran interés creciente en alinear inversiones con sus valores personales, especialmente en torno a sostenibilidad e impacto, y esperan asesoramiento personalizado, herramientas digitales y soporte estratégico que reflejen estas prioridades. “Las firmas de gestión de patrimonio del futuro deberán equilibrar crecimiento y responsabilidad, adoptando un enfoque holístico que preserve tanto el patrimonio heredado como el generado”, apunta Andrea Caloisi, Associate Director en TAI.
Por último, se refleja que, aunque invertir y ahorrar siguen siendo las mayores prioridades, los clientes de altos patrimonios también identifican la jubilación, el flujo de efectivo, la herencia y el apoyo familiar como factores clave. Todo apunta a una visión más completa del wealth management, donde los eventos de vida y las metas familiares son determinantes. Sin embargo, persisten diferencias regionales y preocupaciones sobre la liquidez en mercados privados.
A la luz de estas conclusiones, Oriol Ramírez-Monsonis, director en Investments en WTW, considera relevante que las entidades comprendan las expectativas de las nuevas generaciones, así como las demandas derivadas de los cambios demográficos y las variaciones regionales en la fuente de riqueza. Para estas entidades, la rentabilidad y los costes seguirán siendo factores principales. La asignación estratégica de activos y la inversión a largo plazo prevalecen, con carteras aún dominadas por renta fija y renta variable, y cambios modestos hacia mercados privados y activos alternativos. Por último, reafirma que el incremento en la asignación a primas de riesgo alternativas y nuevas fuentes de rentabilidad fortalece la estrategia de inversión.
*El Global Wealth Study 2025*, elaborado por Thinking Ahead Institute, está basado en las respuestas de 250 profesionales de 151 firmas de wealth management en 27 países que en conjunto administran 15,1 billones de dólares en activos, el estudio revela un sector en plena transición, impulsado por cambios demográficos, disrupción tecnológica y un renovado enfoque en inversiones que reflejen principios éticos, sociales o medioambientales.



