El token es la pieza central de la innovación que transforma la economía digital en Brasil: se trata de una representación digital de un activo —como dinero, acciones, títulos, inmuebles o incluso créditos— registrada en el sistema blockchain.
El tema ya es conocido: el Banco Central de Brasil trabaja en un token (llamado Drex, la primera CBDC — Central Bank Digital Currency— del país, y una de las primeras del mundo) y en su propia blockchain para la economía. Como el token funciona como un “certificado digital” que comprueba la propiedad o el derecho sobre un determinado activo, el mercado local se viene preparando para recibirlo.
Las ventajas son relevantes: mayor liquidez (ya que puede negociarse en tiempo real, fraccionado y de manera global), más seguridad (gracias a la inmutabilidad del blockchain) y reducción de costos operativos, con procesos automatizados y rastreables.
En este contexto, la relación entre blockchain y tokens es central: el blockchain es la infraestructura tecnológica que garantiza el registro y la transferencia de los tokens, asegurando que no haya duplicidad ni fraude. Así, el Drex sería el token oficial brasileño, respaldado por el real, con liquidación instantánea y programabilidad —funcionalidades que permitirían automatizar pagos, reducir costos e integrar el sistema financiero tradicional a la nueva economía digital.
La tokenización empieza a consolidarse en Brasil como herramienta para ampliar el acceso y reducir costos operativos en el mercado financiero
¿La (ex?) moneda digital de Brasil?
Sin embargo, hubo un retroceso por parte del actor estatal. Tras dos fases (que contaron con la participación de varios bancos y consorcios), el proyecto Drex dio marcha atrás y será lanzado en 2026, en una versión inicial sin uso de blockchain, enfocada en la infraestructura para la reconciliación de gravámenes de crédito, es decir, sistemas para centralizar registros y restricciones legales que afectan a los activos dados en garantía en operaciones financieras.
El propósito, antes, era crear una moneda digital pública respaldada por el real, con liquidación instantánea, rastreabilidad y programabilidad. El Drex sería también una pieza central para integrar el sistema financiero tradicional a una nueva infraestructura digital basada en blockchain. La institución dijo que mantiene en desarrollo el alcance más ambicioso del proyecto.
Aun así, el movimiento no paralizó al sector. Al contrario: la pausa en el Drex abrió espacio para que la iniciativa privada acelerara. Plataformas como Nexa Finance expanden soluciones de tokenización de activos reales, explorando el potencial de liquidez y eficiencia de estos instrumentos —desde inmuebles hasta crédito agrícola—, mientras inversionistas institucionales y bancos como Bradesco invierten en la construcción de activos digitales, fomentando discusiones regulatorias y esperando la autorización para incorporar más activos al sistema. La tokenización empieza a consolidarse en Brasil como herramienta para ampliar el acceso y reducir costos operativos en el mercado financiero.
Plataformas como Nexa Finance expanden soluciones de tokenización de activos reales, desde inmuebles hasta crédito agrícola
Bradesco estructura un área de Digital Assets con enfoque institucional
El cambio de rumbo del Drex no afectó el ánimo del mercado. Según Courtnay Guimarães, head de Digital Assets de Bradesco, el sector sigue adelante por cuenta propia: “Estamos haciendo nuestra vida en el mercado. Debe estar naciendo una nueva red en la principal asociación del mercado brasileño. Existen varias iniciativas internacionales. Existen tokenizadoras individuales. El futuro está muy incierto y todavía se está aclarando. Pero el mercado está bastante avanzado, no ha desistido de esta historia”, afirmó.
Guimarães explicó que el banco está montando un área de activos digitales orientada a clientes institucionales y de altos ingresos. “Con un guidance muy fuerte enfocado en personas jurídicas y segmentos de alto patrimonio, como private y segmento empresarial”, agregó.
Actualmente, el banco actúa de forma indirecta con productos financieros digitales, como feeders que compran estructuras tokenizadas en el exterior, como en el caso de un ETF de Bitcoin distribuido por la entidad.
En este caso, el ETF, de la gestora Hashdex —la mayor de criptoactivos de Brasil—, reúne cuotas que están respaldadas en tokens que representan fracciones de bitcoins reales, custodiados en un entorno seguro. Así, el inversor no necesita comprar el activo directamente ni gestionar billeteras digitales: adquiere cuotas de un fondo listado en bolsa, y cada cuota corresponde a una fracción de los tokens que reflejan el precio del Bitcoin.
El plan de Bradesco, sin embargo, es más ambicioso. El banco pretende ofrecer “exposición a activos reales”, como activos tokenizados de recibibles y valores mobiliarios digitales.
Enfoque en stablecoins
Citando un estudio de la Receita Federal de Brasil, un punto destacado en la economía digital local es el crecimiento del uso de stablecoins —criptomonedas vinculadas a monedas fiduciarias como el dólar. Señaló a la USDC, de Circle, como ejemplo: un token que representa 1 dólar, ampliamente usado en pagos internacionales, con liquidez inmediata y bajo costo.
El efecto no es casual: este año, el fisco brasileño instituyó un aumento en la alícuota del impuesto a las operaciones financieras, conocido como IOF. La tasa se aplica sobre transacciones y compras internacionales. El movimiento estimuló, como confirman los datos, el uso de stablecoins para pagos y movimientos de capital.
Sobre regulación, Guimarães explicó que el mercado local de tokens hoy opera con base en una resolución originalmente creada para regular el equity crowdfunding, pero que se ha venido utilizando para la emisión de activos digitales. La expectativa es una nueva regulación que permita a los fondos ampliar el uso de tokens a gran escala.
Bradesco pretende ofrecer “exposición a activos reales”, como activos tokenizados de recibibles y valores mobiliarios digitales
Exgestores de Patria crean una propuesta de tokenización con personalización radical
Usar blockchain para permitir que cada inversor o asesor componga productos tokenizados personalizados en tiempo real: esa es la propuesta de Nexa Finance, fundada en marzo de 2024 por Eduardo Furuie y Lucas Danicek, exejecutivos de Patria Investimentos y fundadores del family office Terra Capital.
La empresa ya estructuró más de 200 emisiones tokenizadas, con foco en activos reales de crédito, como recibibles de tarjetas de crédito, cuotas de consorcio y Cédulas de Crédito Bancário (CCBs).
El diferencial está en la personalización. Por medio de smart contracts —programas autoejecutables que corren en blockchain y cumplen automáticamente los términos preestablecidos en un contrato—, la plataforma permite armar inversiones a medida en pocos minutos, con aportes desde 100 reales. Esta automatización garantiza rastreabilidad, liquidez fraccionada y gobernanza transparente.
Según los fundadores, la solución atrae family offices y gestoras de crédito, y en breve debería llegar a fondos de pensión y aseguradoras. La promesa es casar activos y pasivos con precisión, evitando descalces de flujo de caja.
Para Danicek, la tokenización está a punto de cambiar completamente el mercado financiero. “El token es el único instrumento financiero que permite empaquetar cualquier activo, con un costo marginal cercano a cero, interoperabilidad total y programabilidad. Es la capa ideal para que operen los agentes de IA. Ningún actor podrá competir sin esto”.
A pesar de la pausa del Drex, los actores privados siguen adelante con propuestas concretas. Como concluyó Danicek, la tokenización tiende a repetir lo ocurrido con la digitalización bancaria: “Imagina un banco que no tuviera aplicación hoy. Ese banco ya no existiría. La tokenización seguirá el mismo camino”.