La EBA ha lanzado dos consultas públicas acerca de sus directrices sobre la política de remuneraciones y de gobernanza interna de las empresas de servicios de inversión, a tenor de lo recogido en la directiva 2019/2034 relativa a la supervisión prudencial de este tipo de empresas. La finalidad, según la Autoridad Bancaria Europea (EBA), es completar y aclarar los procedimientos y mecanismos de las empresas de servicios de inversión, entre las que se encuentran sociedades y agencias de valores, empresas de asesoramiento financiero.
Según el texto actual de ambas directrices, una vez aprobadas, serán de aplicación desde junio de 2021. Sin embargo, se concede a las ESIs un plazo adicional para adaptar su política de retribuciones a las directrices, para el ejercicio de 2022. Ambas consultas públicas estarán abiertas hasta el 17 de marzo de 2021, según analizan desde el despacho finReg360.
Política de remuneraciones
En cuanto a las directrices sobre la política de remuneraciones, los principales aspectos contemplados son los siguientes. Señala la EBA que la política de remuneraciones debe especificar todos los componentes de la remuneración, incluida la política de pensiones y, cuando proceda, el marco de las jubilaciones anticipadas. Esa política ha de contemplar que todos los aspectos de la remuneración son neutrales en cuanto al género, y, además, las ESIs deben poder demostrarlo frente al supervisor.
Asimismo, debe recoger un marco retributivo no solo para los empleados sino también para otras personas que actúen en nombre de la entidad, como los agentes vinculados. La política de remuneraciones para todo el personal debe ser coherente con los objetivos de la estrategia comercial, la cultura y los valores corporativos, las medidas para evitar conflictos de intereses y los objetivos de la estrategia de riesgo y el apetito al riesgo de la empresa de servicios de inversión; incluyendo los ambientales, sociales y de gobernanza (ESG).
Las directrices determinan también que las prácticas de remuneración serán transparentes para el personal en lo que respecta a la remuneración fija y a la variable. La remuneración fija debe ser permanente, predeterminada, no discrecional y no revocable, y la variable ha de basarse en el rendimiento o, en casos excepcionales, en otras condiciones. Conforme con estas directrices, las ESIs han de asegurarse de que la proporción entre los componentes de la remuneración variable y la remuneración fija para el personal relevante o colectivo identificado se fije independientemente de cualquier posible ajuste de riesgo ex post. Finalmente, deben aplicar medidas específicas y mecanismos de alineación de riesgos, según proceda, para que las categorías del personal relevante en el perfil de riesgo de la entidad estén alineadas con su efecto y con su remuneración.
Gobernanza interna
En cuanto a las directrices de gobernanza interna, el supervisor indica que estos requisitos están sujetos al principio de proporcionalidad, por ello, se aplicarán teniendo en cuenta el tamaño, la organización interna, la naturaleza y la complejidad de las actividades de las ESIs.
Las directrices aclaran y especifican los requisitos de la normativa destinados a garantizar la buena gestión de los riesgos en las tres líneas de defensa. El consejo de administración ha de asegurarse de que la estructura de una ESI y, cuando proceda, las estructuras dentro de un grupo, sean claras, eficientes y transparentes para el personal, los accionistas y la autoridad competente. Las obligaciones del consejo de administración de las ESIs deben estar claramente definidas, distinguiendo entre las funciones ejecutivas y no ejecutivas.
En las directrices se especifica que, cuando una empresa de servicios de inversión crea nuevas estructuras como, por ejemplo, entidades dentro de su grupo, las interconexiones y las transacciones entre ellas no deben plantear problemas para la gestión y supervisión efectiva de los riesgos del grupo. Todos los miembros del consejo de administración deben ser conscientes de la estructura y las responsabilidades entre las diferentes funciones y de sus comités, cuando sea necesario. En cuanto a la composición de los comités y el requisito de contar con miembros independientes, las directrices tienen en cuenta el principio de proporcionalidad.
Finalmente, las autoridades competentes velarán por la aplicación efectiva y coherente de las directrices en sus jurisdicciones. Por ello, estas autoridades pueden aclarar, en caso de ser necesario, los órganos y funciones a los que corresponden las tareas y responsabilidades definidas en las directrices. Por este motivo, no sería descartable que la CNMV emitiera algún tipo de documento guía o de preguntas y respuestas sobre el asunto.