Los inversores se adentran en la segunda mitad del año y, como viene siendo habitual, reciben en sus buzones las cartas de sus gestoras con los resúmenes de los seis primeros meses del año y la estrategia a seguir en lo que queda de ejercicio. Horos, EDM, Panza Capital y Buy & Hold ya han enviado a sus clientes sus preocupaciones y sus metodologías de trabajo para maximizar las inversiones de cara a la recta final del año.
Desde Panza Capital, su presidente y director de Inversiones, Beltrán de la Lastra, pone el foco en Europa. «Está despertando en un mundo que se desglobaliza y al que se añade la caótica agenda del presidente Donald Trump», afirma en su misiva, en la que el experto muestra su preocupación por la enorme cantidad de deuda que contabilizan los estados. «Un tema estructural clave», según sus palabras. Y vaticina que algunas medidas para lidiar con la desglobalización «lo pueden agravar más».
Pero De la Lastra ve esperanza en las armas de Europa que pueden mejorar el crecimiento sin aumentar el déficit: aliviar la carga regulatoria y reducir barreras internas. Así, ante la pérdida de poder adquisitivo del dinero con motivo de la inflación y un entorno muy complejo, como son unos estados endeudados e incertidumbre, su «receta es clara: tesis de inversión sencillas en compañías con valoraciones atractivas y poca deuda».
Esto se traduce en que en la firma aprovechan el pesimismo actual en las compañías cíclicas europeas para seguir invirtiendo en aquellas bien gestionadas y con escaso endeudamiento. Así, han incrementado posiciones en el sector químico a través de Arkema, Huntsman, Brenntag, además de incorporar Clariant. También en automoción (Forvia y Continental, además de la entrada en cartera de Visteon). Estas compras se financieron, según De la Lastra, con ventas en compañías que han resistido mejor el ciclo, o bien se han beneficiado de la incertidumbre. Aquí cita a Next, Dassault Aviation, Babcock, Thales, Buzzi.
«El verano posiblemente vendrá con baches. Pero nuestras compañías están preparadas para sobrevivir y cotizan a valoraciones muy atractivas. Si hay oportunidad seguiremos añadiendo posiciones en los sectores donde la ciclicidad está penalizada. Los muelles, cuando se comprimen mucho, rebotan más fuerte. El camino será incómodo, pero muy rentable», concluye su carta De la Lastra.
Por su parte, Julián Pascual, presidente de Buy & Hold, escribe en su carta semestral a los partícipes que, con una buena y escrupulosa selección, fruto de un profundo análisis caso por caso, la renta fija y la renta variable «deben considerarse como dos activos muy diferentes que conviene tener en cuenta en una cartera más bien como complementarios que como excluyentes». La clave para decantarse más decididamente por uno u otro activo, según Pascual, «debe estar en el perfil de riesgo y el horizonte temporal de cada inversor».
Eso sí, tiene claro cómo sacar el máximo rendimiento a ambos activos en conjunto. En su carta apunta al potencial de la deuda bancaria. «Mantenemos una buena exposición a bonos Tier 1 del sector bancario». Pero no de cualquier entidad. En la firma se fijan en emisiones «muy concretas de entidades financieras muy concretas que en los últimos años han reforzado con creces la solidez de su balance y no parecen susceptibles de darnos ningún susto en los plazos a los que hemos tomado sus emisiones», asegura. En este punto cita como ejemplos de emisiones en cartera la de Cajamar, que supone cerca de un 9% de la cartera. También ve con buenos ojos los bonos de bancos australianos.
Fuera del sector bancario, Pascual cuenta maravillas de los títulos de deuda de Eroski y admite que tienen en cartera bonos de inmobiliarias alemanas e inglesas, e, incluso, de una petrolera sueca.
En renta variable, los estrategas de Buy & Hold ponen el foco en el sector tecnológico, puesto que, al igual que la aparición de Internet en la década de los 90 revolucionó el mundo, «lo mismo va a suceder con la inteligencia artificial. Sin embargo, como dicen los ingleses, el diablo está en la letra pequeña, así que «la duda está en con qué rapidez, profundidad y alcance y qué empresas se verán beneficiadas por esta disrupción».
Así, piensan que que las opciones menos arriesgadas para invertir en el desarrollo de la inteligencia artificial están en Amazon, Microsoft y Alphabet, en las que la firma aún mantiene posiciones. «El resto de opciones dentro de los ‘Siete Magníficos’ no compensan el riesgo que estaríamos asumiendo a día de hoy, aunque evidentemente el mundo es muy cambiante», sentencia.
Aparte de estas tres grandes empresas, donde ven mayor valor es en el área de las pequeñas y medianas compañías, donde Pascual reconoce que han ido incrementando posiciones poco a poco durante el año, pues sigue pensando que están muy infravaloradas.
La debilidad del dólar es el punto de arranque de la carta de Carlos Llamas, CEO de EDM, a los partícipes de sus fondos, un evento que supone un «indicativo de una pérdida de confianza en la actual administración norteamericana». También destacó los récords alcanzados por el oro, un activo que califica de «la inversión de los ‘agnósticos’ y de los que no ven una orientación clara en el sistema financiero internacional».
Llamas también ha constatado de primera mano un «sincero interés por invertir en renta variable europea para disminuir la tradicional dependencia del mercado norteamericano». Pero matiza que para que esta tendencia se consolide es preciso que las economías europeas aceleren su crecimiento y, para ello, que el consumo y la inversión se incremente.
También recuerda que los índices de las bolsas más importantes han vuelto a los niveles de enero y algunas los superan. Y en este punto, no duda de que los niveles actuales de PER «son exigentes y en muchos casos, excesivos». Pero no en todos: los índices de las compañías cotizadas de pequeña y mediana capitalización europeas «han reducido, finalmente, su enorme infravaloración».
Respecto a la renta fija, Llamas observa que en las carteras gestionadas discrecionalmente, el peso de este activo ha vuelto a niveles históricamente normales, una vez que los rendimientos de la renta fija han vuelto a la normalidad. Eso sí, no deja de lado este activo, ya que «la renta fija de calidad en las carteras persigue un doble objetivo. Por un lado, generar rentas necesarias para financiar las disposiciones periódicas de efectivo de muchos de nuestros clientes. Y, por otro lado, reequilibrar las carteras en momentos de estrés en las bolsas».