De la adversidad surge la oportunidad. Hace unos meses era impensable apostar por las bolsas europeas frente a las estadounidenses. Pero tras un periodo de cambios sustanciales en la política, e incluso en el propio consenso de la globalización de posguerra, ese debate se ha convertido en un debate vivo, prioritario para inversores de peso.
En qué se han equivocado económicamente Europa y Estados Unidos en el pasado es una conversación larga y subjetiva. Sin embargo, tras unos meses frenéticos de acción diplomática y política, los objetivos -si no los planes detallados- de las autoridades de ambos lados del Atlántico para la próxima década están cada vez más claros.
«Existe un consenso bipartidista sobre la necesidad de cambiar lo que ha ocurrido en los últimos 30 años en Estados Unidos», afirma el gestor de fondos Ashish Bhardwaj. Está especializado en el sector industrial, que la nueva administración pretende devolver a la América central. «Todo el modelo de negocio de Estados Unidos, que se basaba en un modelo de negocio basado en la subcontratación, con empresas que intentaban ser cada vez más ligeras de capital, va a cambiar», asegura.
También cree que «tarde o temprano, el resultado debería ser un repunte de la inversión en Estados Unidos, donde se ponga en uso el capital acumulado en el largo auge de los mercados de valores». Sin embargo, el corto plazo tanto para la economía estadounidense como para sus mercados será difícil. «Estamos atravesando un periodo de transición del viejo modelo económico de los últimos 30 años a la próxima década. Eso traerá consigo un largo periodo de volatilidad que durará algún tiempo», afirma Bhardwaj.
«Para tener un nuevo proyecto, una nueva fábrica en Estados Unidos, hay que saber cuánto costará el equipo, cuánto costará la mano de obra, cuánto costará la construcción de la fábrica, a qué precio se puede vender, cuál será la dinámica competitiva, etc. Sólo entonces se puede seguir adelante y hacer el proyecto. Sólo entonces puedes seguir adelante y hacer una inversión de 2.000 o 3.000 millones de dólares», responde el experto.
Política arancelaria
Los aranceles también complicarán la vida a las empresas europeas que en las últimas décadas han tenido acceso sin trabas al poder adquisitivo de las empresas y los consumidores estadounidenses. Pero, según Marcel Stotzel, cuyas estrategias se centran más en las empresas europeas, esto puede estar creando finalmente las condiciones para un cambio de guardia.
«Una de las estadísticas más sorprendentes de los últimos tiempos es que el PIB per cápita de Estados Unidos ha pasado de estar aproximadamente en línea con el de Europa a ser prácticamente el doble», afirma. Todo ello fue posible gracias a una economía integrada y continental que generó empresas ganadoras capaces de dominar el mundo. ¿Y si los gobiernos, las economías y las empresas europeas estuvieran por fin más cerca de conseguir algo similar? ¿Y si Europa tuviera un JP Morgan o un Bank of America en lugar de 20 campeones nacionales? «Esa sería una empresa capaz de aportar valor real y competir a escala mundial», asegura.
En los últimos 20 años, el libro de jugadas para invertir en Europa era centrarse en los que venden fuera de Europa. Ahora, esto podría cambiar radicalmente. Si consideramos Europa como un índice, un tercio se basa en las ventas nacionales y dos tercios en las no nacionales. Europa es menos importante para las empresas europeas de lo que se piensa. Al igual que las empresas estadounidenses, han estado vendiendo en el extranjero.
El experto cita a los actores nacionales europeos -bancos, aerolíneas y el sector de los viajes- entre las formas más interesantes de aprovechar esa tendencia en la actualidad. «El sector europeo del software es bastante inmune a los aranceles y a la deslocalización -o a cualquier otra presión de ese tipo-. Enciendes tu ordenador, descargas el software y poco puede hacer Trump ni nadie al respecto», apunta.
Pero matiza que otros actores, como las empresas europeas de bienes de capital o sectores como el automovilístico y el aeroespacial, «probablemente tendrán que invertir más en Estados Unidos si quieren vender en ese mercado en el futuro».
Aferrarse o girar
Volviendo a la pregunta central, Bhardwaj sigue convencido de la conveniencia de invertir a largo plazo en Estados Unidos, aunque cree que los próximos meses serán más volátiles. «Estados Unidos, entre todos los países desarrollados, tiene el mejor perfil demográfico, ya sea por el crecimiento de la población debido al cambio natural o a la inmigración», afirma.
«Durante los próximos 20 o 30 años, tendrá el mejor crecimiento demográfico. Y si algo se sabe del mundo desarrollado, es que si un país tiene una población en declive, es muy, muy difícil que ese mercado de renta variable obtenga mejores resultados», reflexiona.