La Asociación de Educadores y Planificadores Financieros (AEPF) celebró recientemente su X Foro Internacional de Educación Financiera de Calidad en Pontevedra, un evento que contaba con un propósito claro: “acercar la educación financiera a la ciudadanía desde una perspectiva práctica, humana y rigurosa”, según el presidente de la Asociación, Dositeo Amoedo.
Caterina Ruzza, presidenta del Comité de Educación Financiera de la AEPF, presentó la estrategia educativa dirigida a la infancia y la adolescencia. Subrayó que la educación financiera no debe entenderse como un curso puntual, sino como un proceso continuado que forma hábitos y actitudes duraderas.
En este sentido, la AEPF propone un enfoque integral que involucra a padres, docentes y alumnos, integrando la educación financiera de forma transversal en la vida escolar y familiar. Su intervención puso el foco en la importancia de diseñar programas adaptados por edades, centrados en competencias prácticas y emocionales, con metodologías participativas y evaluación continua.
Uno de los momentos clave fue la reflexión sobre el cerebro adolescente y su forma de aprender: “El cerebro adolescente es un área en construcción. No necesita órdenes, necesita guía, estructura y sentido”. En lugar de imponer normas, se debe acompañar a los jóvenes para que descubran por sí mismos las mejores decisiones financieras, desarrollando responsabilidad, pensamiento crítico y autonomía.
Sergio Sorgi, sociólogo y experto en bienestar, presentando su libro Educador Financiero Personal, realizó una intervención inspiradora sobre el sentido profundo de educar financieramente: “No basta con transmitir conocimientos; hay que ayudar a las personas a tomar el control de su vida financiera con hábitos, emociones y sentido”. Reivindicó una educación centrada en la persona, no en el producto, y la necesidad de transformar información en capacidad de acción.
Asimismo, Luis Silva, responsable de grandes cuentas en Cobas AM, abordó uno de los temas más urgentes del panorama económico y social español: la sostenibilidad del sistema público de pensiones. Subrayó la necesidad de transitar hacia un modelo mixto que combine el sistema público de reparto con mecanismos privados de capitalización, como los planes de pensiones de empleo y los planes individuales.
Además, incorporó conceptos de finanzas conductuales para explicar por qué muchas personas no logran planificar adecuadamente su jubilación, haciendo hincapié en los sesgos psicológicos que dificultan el ahorro y fomentan decisiones de inversión poco racionales. Finalmente, defendió la inversión en renta variable como el activo más rentable y menos arriesgado a largo plazo.
Educadores y asesores
En otra mesa debate, en la que se habló de la complementariedad de la labor de asesor y de educador financiero, Enrique Palmer, director de Desarrollo de Negocio de Mapfre Gestión Patrimonial, defendió que ambas figuras -educador y asesor- pueden convivir como las dos caras de una misma moneda, ofreciendo valor complementario al cliente, siempre que haya transparencia, profesionalidad y separación clara de roles.
Palmer también destacó que uno de los retos actuales es cerrar un círculo virtuoso entre análisis, planificación y seguimiento, en el que el educador actúe como guía permanente, evitando decisiones reactivas y cortoplacistas. Palmer compartió datos que evidencian la urgencia: el 75% del patrimonio en fondos de inversión en España cambió de estrategia o entidad en un solo año, mostrando la falta de planificación previa.
En ese mismo debate, Dositeo Amoedo remarcó la importancia de que los educadores financieros trabajen con una norma técnica de calidad (UNI 11402), que garantice al ciudadano un servicio profesional, transparente y verificable. Subrayó que el educador debe actuar desde el lado de la demanda, siendo contratado y remunerado por la familia, no por la industria.
Desde Costa Rica, intervino Marcelo Bodean, candidato a mejor educador financiero de 2024, que aportó su testimonio como educador certificado que aplica esta metodología en un contexto donde la educación financiera aún es incipiente. Reivindicó el papel del educador como figura de confianza frente a una ciudadanía que desconfía de la industria y de los mensajes comerciales.