HelloSafe ha desvelado su Índice de Prosperidad Mundial, que ha clasificado a 186 países según un conjunto de criterios que incluyen indicadores de desarrollo económico, social y medioambiental, con el objetivo de ir más allá de las clasificaciones basadas únicamente en indicadores de riqueza bruta como el PIB o el PNB. El resultado, según destacan desde HelloSafe, es una clasificación original y exclusiva que pone de relieve los retos del desarrollo desigual en nuestro planeta.
El Índice de Prosperidad HelloSafe se basa en 6 indicadores clave: Producto Interior Bruto (PIB) per cápita, Renta Nacional Bruta (RNB) per cápita, tasa de ahorro nacional bruto, Índice de Desarrollo Humano (IDH), coeficiente de Gini y tasa de pobreza. Véase la metodología al final de la página para la ponderación de estos indicadores y todas las explicaciones pertinentes.
Los resultados del Índice de Prosperidad HelloSafe muestran que entre los 20 países más prósperos predominan los países europeos, con Luxemburgo a la cabeza (86,2), seguido de Noruega (85,1) e Irlanda (84,7). Esta clasificación refleja la fortaleza económica de estas naciones, combinada con altas puntuaciones en desarrollo humano e igualdad de ingresos. Qatar y Singapur son los únicos países no europeos entre los cinco primeros, lo que demuestra el dinamismo de sus economías y sus avanzadas infraestructuras. Estados Unidos y Canadá ocupan los puestos 18 y 19, mientras que Francia cierra el top 20 con una puntuación de 60,4, lo que ilustra un alto nivel de prosperidad, aunque inferior al de los países del norte de Europa y ciertas economías dinámicas asiáticas.
Los 20 países peor clasificados en el Índice de Prosperidad HelloSafe reflejan unas condiciones socioeconómicas extremadamente difíciles, con puntuaciones muy bajas que oscilan entre el 10,88 de Mozambique y el 17,37 de Suazilandia. Esta clasificación la ocupan principalmente naciones del África subsahariana, donde los problemas económicos, la pobreza y las infraestructuras limitadas son recurrentes. La República Centroafricana, Madagascar y la República Democrática del Congo se encuentran entre los países menos prósperos debido a su bajo PIB e IDH, así como a las elevadas desigualdades de renta y tasas de pobreza.
Yemen y Afganistán también aparecen en este grupo, marcados por conflictos prolongados e inestabilidad que obstaculizan su desarrollo. Esta situación pone de manifiesto las importantes necesidades de inversión y desarrollo para mejorar la prosperidad en estas regiones.
Los resultados del Índice de Prosperidad Hello Safe a escala europea muestran una clasificación dominada por los países de Europa Occidental y Septentrional, con Luxemburgo (86,20), Noruega (85,09) e Irlanda (84,72) a la cabeza, lo que refleja unas economías robustas, un alto nivel de vida y una buena distribución de la riqueza. Los países nórdicos, entre ellos Islandia (77,04) y Dinamarca (72,96), confirman su prosperidad gracias a una combinación de riqueza económica y desarrollo humano. Francia ocupa el puesto 14 con una puntuación de 60,36, lo que refleja una prosperidad sólida, aunque más moderada que en los países punteros. España, por su parte, ocupa el puesto 21, con una puntuación de 54,90. Por el contrario, los países de Europa del Este y los Balcanes, como Moldavia (36,99), Macedonia (38,46) y Albania (38,52), obtienen las puntuaciones más bajas de la clasificación europea, lo que pone de manifiesto los importantes retos económicos y sociales a los que aún se enfrentan estas regiones. Esta distribución pone de manifiesto la brecha existente entre Europa Occidental y Oriental en términos de prosperidad general.
En el Índice de Prosperidad HelloSafe, los países africanos más prósperos son Mauricio (41,05), Seychelles (40,77) y Argelia (40,36). Estos países destacan por tener niveles de prosperidad relativamente altos para el continente, gracias en parte a una mayor estabilidad económica, un PIB per cápita más alto y un desarrollo humano más avanzado. Les siguen Libia (33,84) y Egipto (33,24), a pesar de importantes retos socioeconómicos, pero beneficiándose de recursos naturales y desarrollos históricos que contribuyen a su relativa prosperidad. En África Oriental, Botsuana (27,35) y Gabón (32,20) también obtienen una buena puntuación, apoyados por una gestión más estable de sus recursos naturales. Esta clasificación pone de relieve los contrastes entre las economías más estables del continente y los países con retos económicos más pronunciados, mostrando una clara disparidad de prosperidad entre los países del Norte de África y algunos Estados del África Subsahariana.