Con la llegada del verano, las ciudades y los pueblos se transforman en escenarios vibrantes donde la cultura cobra vida en cada rincón. Festivales de música al aire libre, ciclos de cine bajo las estrellas, exposiciones efímeras y representaciones teatrales emergen como propuestas irresistibles para quienes desean aprovechar los días largos y las noches cálidas. Varios profesionales de la industria de la gestión de activos nos cuentan sus experiencias culturales favoritas y dan consejos de cara a este verano.
Para conocer de cerca las preferencias que marcan esta temporada, hemos conversado con Cristina Cobián, directora de Marketing para Iberia y Francia de AllianceBernstein, Juan Villalón, Manager de Operaciones & Finanzas en Crescenta, y Belén Carballeda, responsable de Marketing para Iberia y Latam en Franklin Templeton, que comparten con los lectores de Funds Society su forma de vivir el verano a través del arte y la cultura.
Sus elecciones, tan personales como reveladoras, dibujan un mapa emocional que va más allá de la programación oficial y nos invitan a redescubrir el placer de los planes culturales estivales.
El verano, hecho para los conciertos
Cristina Cobián reconoce estar muy emocionada, puesto que en septiembre irá al concierto que dará Coldplay en Londres. “Para mí, es la manera perfecta de despedir el verano justo al volver de las vacaciones. Ver a uno de mis grupos favoritos en directo me hace especial ilusión, y más porque será la primera vez que los vea en vivo”.
Recuerda que Coldplay es conocido por sus impresionantes espectáculos visuales, por lo que se muestra segura de que será “una experiencia inolvidable”. Además, aprovechará la ocasión para disfrutar de “una ciudad tan vibrante como Londres”, lo que hace la experiencia “aún más especial”, según comenta Cobián.
Por su parte, Juan Villalón tiene previsto asistir a varios conciertos, aprovechando el buen tiempo y teniendo en cuenta que él mismo se reconoce como un “amante de la música”. Siempre intenta ir a las Noches del Botánico, un evento que destaca por ofrecer una experiencia musical única en un entorno natural y relajado, “ideal para desconectar del ritmo urbano sin salir de la ciudad”.
Al igual que Villalón, Belén Carballeda también acude siempre a las Noches del Botánico. Según la responsable de Marketing para Iberia y Latam en Franklin Templeton, el verano “está hecho para conciertos” y, para no dejar escapar la ocasión, este año verá a la banda española Lori Meyers.
“Me encantan los planes culturales. Desde conciertos a exposiciones, música clásica, ópera, danza, conferencias, etc”, asegura. Y reconoce que Madrid “tiene una agenda cultural muy variada” y es casi imposible “estar al día de todo”.
La cultura siempre ocupa un hueco en las agendas
Con todo, los tres profesionales reconocen que los eventos culturales están presentes en sus calendarios de manera bastante habitual durante el año.
En el caso de Villalón, el pasado verano visitó Grecia, donde pudo disfrutar del “peso de su legado histórico”. Recuerda especialmente la visita al teatro de Epidauro. “Estar sentado en esas gradas milenarias, con una acústica perfecta, imaginando las tragedias griegas representadas allí hace más de dos mil años fue sobrecogedor”, rememora.
También le impactaron Micenas, Corinto y el encanto de Nauplia, “donde el presente convive con la historia de forma natural y cotidiana”. En definitiva, fue un viaje que le conectó “profundamente” con la cultura clásica, pero también “con una forma más pausada y auténtica de entender la vida”.
Además, el Manager de Operaciones & Finanzas en Crescenta explica que, desde el plano personal, los eventos culturales le ofrecen una vía de escape del día a día, pero también una forma de crecer y reflexionar. “Estimulan la creatividad, fomentan el pensamiento crítico y, en muchos casos, permiten conectar con otras personas desde una perspectiva más humana y profunda”, según reflexiona Villalón.
Carballeda, por su parte, recuerda con cariño su viaje de estudios, donde conoció el Prado, el Thyssen y el Reina Sofía, lo que marcaría su pasión por el arte. “También mi primer evento en el Teatro Real”, rememora, “de la mano de una amiga que trabajaba como crítica de danza”. Una experiencia “impactante” para ella, hasta tal punto que reconoce que desde entonces tiene “una gran afición por la danza”.
Recuerda con especial cariño la versión de Giselle que presentó Tamara Rojo junto con el English National Ballet con una coreografía de Akram Khan, un coreógrafo contemporáneo. “Un clásico renovado con una puesta en escena inolvidable”, sentencia. A nivel personal, Carballeda confiesa que la cultura “ayuda a entender el mundo y a reflexionar”, además de ser “una manera muy buena de desconectar, despertar la creatividad y aprender”.
Ópera y cine
Por último, Cristina Cobián reconoce ser una gran aficionada a la ópera por lo que siempre intenta sacar un hueco para ir al Teatro Real. La combinación de música, drama y escenografía le resulta “fascinante” y admite que siempre se queda “con ganas de más”. El cine es otra de sus grandes aficiones, y procura ir con regularidad para disfrutar de las últimas películas en pantalla grande.
Asistir a eventos culturales permite a la directora de Marketing para Iberia y Francia de AllianceBernstein desconectar de la rutina y “sumergirse en experiencias que estimulan su creatividad y curiosidad”. Además, los considera una oportunidad “increíble” para socializar y reconectar con amigos.
Recomendaciones a los lectores
Como aficionados declarados de la cultura, Villalón, Corbián y Carballeda se atreven a lanzar algunas recomendaciones para aquellos que aún no cuentan con un plan cultural este verano, incluyendo ideas de viajes. Carballeda, aprovechando que se acercan las vacaciones, recomienda un tour por Normandía, ya que, según su opinión, “lo tiene todo: arquitectura, pintura, gastronomía y una historia fascinante”. Su mejor recomendación es probar actividades culturales “aunque pensemos que no son para nosotros y dejarnos sorprender”.
Por otro lado, Cobián ve oportuno disfrutar el espectáculo Puy du Fou, una experiencia, a su juicio “realmente inolvidable”. La experta explica que, a diferencia de otros parques, Puy du Fou se centra en espectáculos históricos “que te hacen sentir como si estuvieras viajando en el tiempo”, de tal manera que “cada show está lleno de detalles impresionantes, desde las actuaciones hasta los efectos especiales”. “Realmente te sumerges en las historias que cuentan”, añade.
Por último, Villalón aconseja acudir a La Noche de San Juan en Ciudadela (Menorca). “Es una fiesta llena de tradición y buen ambiente”, dice. En esta celebración, “la gente se reúne para saltar sobre las hogueras, bailar, comer y disfrutar de la música.
El experto destaca de manera especial una de las partes del festejo, que se lleva a cabo por la noche: la “Festas de Be”. Villalón explica que, en esta parte, los caballos se convierten en los protagonistas. “Los jinetes decoran los caballos con cintas y flores; hacen acrobacias o saltos mientras galopan por las calles del pueblo”, explica.
En definitiva, “es una fiesta para disfrutar con amigos, vivir la cultura local y sentir la magia de una noche única”. Ya sea en un concierto multitudinario, en un teatro histórico o en una exposición íntima, el verano es una invitación abierta a dejarse tocar por la cultura. Solo hay que animarse a vivirla.
Este artículo fue publicado originalmente en la Revista Funds Society.