Las criptomonedas ajustan sus precios tras el halving protagonizado por el bitcoin

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¿Debería Bruselas regular las criptomonedas?
Pixabay CC0 Public DomainMediamodifier. ¿Debería Bruselas regular las criptomonedas?

El mercado de criptoactivos vive un momento de ajuste tras la disminución de la recompensa por bloques o halving que protagonizó el bitcoin en abril. A este efecto se suma, según explican los expertos, que el bitcoin ha retrocedido ligeramente hasta cotizar alrededor de los 63.330 dólares debido a las salidas netas de los ETFs al contado, en estas últimas semanas.  «El mercado todavía está esperando alguna volatilidad significativa después de la reducción a la mitad, sin embargo, cuanto más tiempo se mantengan los precios alrededor de estos niveles, sosteniéndose por encima de la marca de 60.000 dólares, más fuerte podría volverse la narrativa de que se ha formado un soporte y que es más probable un movimiento al alza», explica Simon Peters, analista experto en criptoactivos de la plataforma de inversión y trading eToro.

Los datos correspondiente al mes de abril recopilados por Bit2Me muestran que los retrocesos tras el halving de 2020 y 2016 se están cumpliendo en este 2024. En consecuencia, abril ha estado coqueteando con la peor bajada de precio de Bitcoin desde noviembre de 2022. Concretamente, en abril se ha producido un descenso de un 11,01% aproximado en el precio de la criptomoneda; mientras que en noviembre de 2022 la caída fue del 16,23%. Para ver algo similar habría que remontarse a agosto de 2023, cuando la bajada acumulada llegó al 11,29%.

Según explica Peters, la primera semana de mayo tampoco ha sido fácil para el bitcoin. «Ha sido una semana difícil para los criptoactivos ya que la caída de precios eliminó más de 235.000 millones de dólares de la capitalización de mercado total. Específicamente, el bitcoin cayó hasta los 56.500 dólares y terminó abril con una baja del 18%, lo que convierte a este mes en el de peor desempeño desde la quiebra de FTX en noviembre de 2022. Parecía probable que los precios continuaran su declive a medida que avanzaba la semana», apunta el experto de eToro.

En su opinión, factores como los flujos de entrada de ETFs al contado y la cantidad de oferta circulante que está en manos de los inversores en lugar de ser vendida, lo que contribuyó a la subida de precios hasta el máximo histórico de 73.800 dólares a principios de año, se han vuelto recientemente negativos y han presionado el precio. «Sin embargo, el lanzamiento del informe de nóminas no agrícolas del pasado viernes en EE.UU., que resultó inferior a las expectativas y una tasa de desempleo más alta en el país, desencadenó una subida en el precio de los bitcoins, y otros criptoactivos, ya que el aumento del optimismo en torno a los recortes de tasas por parte de la Reserva Federal también provocó la caída de los rendimientos de los bonos y del dólar estadounidense. Esperamos ver si el impulso del viernes se trasladará a esta semana y elevará el precio por encima del nivel de 66.800 dólares para marcar un máximo más alto, o si el resurgimiento fue efímero y los precios vuelven a 60.000 dólares o menos», afirma sobre sus perspectivas.

ETFs al contado: EE.UU. y Asia

Según su visión, el ecosistema de criptoactivos sigue muy enfocado en ver qué ocurre con los ETFs de bitcoin al contado. Por un lado, como informó The Block, estos vehículos en EE.UU. vieron sus peores salidas netas de la historia el pasado miércoles, totalizando -563 millones de dólares. «El FBTC de Fidelity lideró las pérdidas con -191 millones de dólares en salidas, seguido por el GBTC de Grayscale (-167,4 millones de dólares) y el ARKB de Ark (-98,1 millones de dólares). Además, el ETF al contado de bitcoins IBIT de Blackrock experimentó su primer día de salidas netas, -36,9 millones de dólares», señala Peters.

Pero el experto no se muestra negativo y apunta que con más instituciones obteniendo exposición a los bitcoins a través de los ETFs al contado, las reacciones a los datos económicos y los cambios en la política monetaria de los EE. UU. podrían tener un mayor impacto en el precio de los bitcoins en adelante. «Los rendimientos del tesoro de los EE. UU. que continúan aumentando y el fortalecimiento del dólar estadounidense en el contexto de un entorno de tasas de interés más altas por más tiempo podrían provocar más salidas de los ETFs al contado de bitcoins», añade.

En segundo lugar la industria asiste al estreno de los ETFs al contado de bitcoins y ethereum de Harvest Global Investments, China Asset Management y Bosera Asset Management, aprobadas y puestas en marcha en la Bolsa de Hong Kong el pasado martes. «A pesar del entusiasmo por las cotizaciones, el volumen de negociación combinado en el día del lanzamiento de estos ETFs al contado solo alcanzó los 87,58 millones de HKD (12 millones de dólares), muy por debajo de los 4,6 mil millones de dólares en volumen de negociación de los ETFs al contado de bitcoins de EE.UU. en su primer día. Aunque los activos bajo gestión y los volúmenes de negociación de estos ETFs al contado de Hong Kong son mucho menores en comparación con sus homólogos de EE.UU., más inversores potenciales y nuevas integraciones en el sistema financiero asiático podrían ser positivos para los precios de los bitcoins y ethereum a largo plazo», matiza el experto de eToro.

Proyecto de ley sobre el clima de EE.UU.: un fuerte respaldo a los inversores en sostenibilidad

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Biden
Foto cedida. “Amtrak Joe” y la cuestión medioambiental

El proyecto de ley sobre el clima de EE.UU. constituye un paso importante hacia la consecución de los objetivos de calentamiento global. Garantiza años de apoyo a tecnologías verdes: eólica, solar, de hidrógeno, de captura y almacenamiento de carbono, de aparatos y calefacción más eficientes y de vehículos eléctricos, entre otras, que beneficiarán a los inversores en clima. Si bien la legislación no es perfecta y contiene notables concesiones, y aunque serán necesarias muchas otras medidas, es un paso decisivo en la dirección correcta y una indicación del viento de cola estructural para las tecnologías del clima.

Un fuerte respaldo a los inversores en clima

El 16 de agosto, el presidente de EE.UU., Joe Biden, firmó su proyecto de ley sobre el clima y fiscal. La ley sobre reducción de la inflación (Inflation Reduction Act o IRA) es un paso importante que garantiza un apoyo crucial a las tecnologías verdes.

Se espera que la Ley recaude 737.000 millones de dólares, 369 de los cuales se dedicarán a programas climáticos y energéticos en los próximos 10 años. Se concederán créditos fiscales para energía solar y eólica y se introducirán otros nuevos para energía nuclear, almacenamiento de energía e hidrógeno. También se contemplan créditos fiscales para la adquisición de vehículos eléctricos, lo que favorecerá las soluciones de energía ecológica.

En cuanto a la energía eólica, el crédito fiscal se incrementará de 15 dólares por MWh a 25 dólares y se aplicará a proyectos iniciados hasta 2026. En proyectos solares, se introducirá un crédito fiscal de 25 dólares por MWh con 10 años de vigencia, algo especialmente reseñable porque constituye un compromiso a largo plazo que es especialmente importante para la construcción de proyectos solares a gran escala. La energía solar también verá incrementado su crédito fiscal por inversión del 25% al 30%.

En energía nuclear, se asignarán nuevos créditos fiscales que se activarán cuando los precios de la electricidad desciendan por debajo de un umbral especificado. Aunque no es aplicable a los precios actuales, sin duda reduce el perfil de riesgo de los proyectos y garantiza una mayor certeza de los flujos de caja.

El “hidrógeno verde” (hidrógeno generado por energía solar o eólica) podrá competir con el “hidrógeno gris” (hidrógeno generado por gas) en términos de precios gracias al crédito de 3 dólares/kg para generación con cero emisiones de carbono. En hidrógeno con producción de carbono, hay una escala de subvenciones gradual basada en el nivel de emisiones.

El almacenamiento de energía recibirá un nuevo crédito fiscal por inversión en almacenamiento individual. Quienes compren vehículos eléctricos nuevos podrán recibir 7.500 dólares en créditos fiscales, lo que constituye un considerable incentivo.

Todas estas medidas son una buena noticia para los inversores en clima. La legislación tendrá un efecto directo en varias de las inversiones de Fidelity International, como turbinas eólicas, paneles solares, transmisión de electricidad, baterías y captura y almacenamiento de carbono. El crecimiento de estas tecnologías también generará un círculo virtuoso que hará aumentar la escala y la actividad de I+D, lo que dará lugar a soluciones aún mejores y más competitivas y fomentará la demanda. Dicho todo esto, la legislación adolece de algunos defectos.

Más de lo mismo, por favor

La atención a las cuestiones climáticas prestada por el proyecto de ley es significativa pero insuficiente. A escala mundial, hay que dedicar 4,7 billones de dólares al año en los próximos 28 años para cumplir los objetivos climáticos de 2050. Teniendo en cuenta la actividad económica de EE.UU. según su cuota del PIB global, el país tendría que invertir algo más de 1 billón de dólares anuales para abordar adecuadamente el cambio climático.

Esto supone que el gasto total en clima (369.000 dólares) de la Ley, calculado en base anual, no es más que una fracción del gasto necesario. Si nos atenemos al principio del Acuerdo de París, según el cual los países más ricos deben contribuir en mayor medida porque sus medios financieros son mayores y son responsables de emisiones históricamente más altas, EE.UU. tiene que hacer más. Desde luego, no todo el gasto en cuestiones climáticas ha de proceder de subvenciones públicas; el sector privado también debe poner de su parte. Sin embargo, la escala del proyecto de ley no va a ser suficiente para que cumplamos nuestros objetivos de 2050.

Según Bloomberg NEF, el año pasado China dedicó 297.000 millones de dólares de gasto a la transición energética y los países miembros de la UE emplearon un total de155.000 millones. El “Acuerdo Ecológico” estadounidense de 2 billones de dólares, aprobado en 2020, distribuirá un 30% del presupuesto (612.000 millones de dólares) en el periodo 2021-2027 y no incluye inversiones y subvenciones individuales de los estados miembros. EE.UU. todavía tiene que hacer más, y creemos que hay muchas probabilidades de que lo haga.

Confusión política

Una de las omisiones más significativas del proyecto de ley se refiere a los precios del carbono. Un impuesto al carbono es un primer paso lógico para combatir las emisiones, ya que establece un precio para el dióxido de carbono y transfiere la carga de las emisiones de gases de efecto invernadero a sus responsables, que son quienes pueden evitarlas.

Otro de los puntos flacos de la Ley es que, para hacerse acreedor de la subvención a vehículos de batería, los materiales de las baterías deben proceder de países que tengan acuerdos de libre comercio con EE.UU. Esta condición diluirá el efecto de la política.

No es el momento de cantar victoria

El proyecto de ley sobre el clima es un logro; es justo reconocer que representa un gran paso adelante de la mayor economía del mundo hacia la consecución de los objetivos climáticos. También imprime un impulso sustancial de varios años a una serie de tecnologías del clima que podría generar un ciclo positivo de desarrollo, menores costes y mayor demanda. Sin embargo, la política es solo un paso en el contexto de una batalla climática más amplia. La actividad política está llena de recovecos, pero las autoridades del mundo ya están empezando a respaldar los discursos con actuaciones. La tendencia es muy positiva y apunta a un incremento de la frecuencia y el alcance de las políticas climáticas.

‘Kill Bill’: cómo la nueva ley climática de EEUU impactará a los inversores

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Biden
Foto cedida. “Amtrak Joe” y la cuestión medioambiental

El 12 de agosto el Congreso y el Senado de Estados Unidos aprobaron un proyecto de ley de 467.000 millones de dólares que regulará el cambio climático, los servicios sanitarios, la oferta de medicamentos bajo prescripción legal y las políticas fiscales. Un punto a destacar es que 370.000 millones se dedicarán exclusivamente a la seguridad de la energía y el cambio climático. 

Estados Unidos, que es el mayor emisor de gases con efecto invernadero, ahora tiene como objetivo una reducción del 40% en las emisiones para 2030 en comparación con los niveles de 2005, lo que ayudará a acercar a Estados Unidos a su objetivo de rebajar las emisiones un 50-52% bajo el Acuerdo de París. 

Impacto del proyecto de ley sobre la industria automovilística 

Aunque el proyecto de ley pone a muchas industrias en el punto de mira, para los propósitos de este artículo nos centraremos en el sector del transporte, al ser uno de los mayores contribuidores a las emisiones de CO2 y al suponer aproximadamente el 8% del mercado global de high yield. El proyecto de ley utiliza un acercamiento del palo y la zanahoria en lo que se refiere a ayudar a conseguir que sea más fácil y atractivo comprar vehículos “limpios”. 

  1. Se han fijado en 7.500 dólares las exenciones fiscales para adquisiciones de vehículos “limpios”. El crédito fiscal abarca tanto vehículos eléctricos como de hidrógeno. Es aplicable solo a familias con un ingreso máximo de 150.000 dólares al año. 
  2. Una exención fiscal de 4.000 dólares para utilizar vehículos “limpios” con un precio inferior a 25.000 dólares. Se aplica a familias con un ingreso máximo de 75.000 dólares al año. 
  3. Se ha dotado un fondo de 1.000 millones de dólares para proporcionar autobuses, camiones de carga elevada, autobuses de transporte público y otros vehículos comerciales con cero emisiones. 
  4. La multa por emitir metano por encima del límite federal se ha incrementado desde los 900 dólares por tonelada métrica a 1.500 dólares. 

No nos cabe duda de que estos incentivos acelerarán la rápida transición que está en marcha en la industria automovilística hacia vehículos limpios. La cuota de mercado de vehículos “limpios” se mantiene marcadamente baja en EE.UU. En el segundo trimestre de 2022, los vehículos totalmente eléctricos solo supusieron un 5,6% de las ventas de vehículos nuevos en EE.UU. Si se combina con vehículos híbridos e híbridos enchufables, tan solo suponen un 12,6% de las ventas de coches nuevos.  

En nuestra opinión, esta ley climática es de vital importancia dados los desafíos macroeconómicos actuales. La industria del automóvil aún no se ha recuperado del todo de la escasez de semiconductores causada por la pandemia; la cadena de suministro impactó a las entregas; y los tipos de interés al alza y la presión sobre la renta disponible empiezan a pesar sobre la demanda. 

Posicionados para un futuro más limpio

Dado todo lo anterior, creemos que será crucial estar invertidos en aquellas compañías que pensamos que están alineadas con la transición hacia un futuro más limpio, y la reforma introduce fuertes incentivos económicos que creemos que acelerarán estos cambios. Los resultados estarán divididos, siendo ganadores probables aquellos que están realizando los cambios correctos, mientras que aquellos que no los hagan o no puedan hacer la transición probablemente sean los perdedores. 

Como ejemplo, Ford ya ha comprometido cerca de 50.000 millones de dólares en inversiones globales en vehículos eléctricos, incluyendo la producción de baterías. Creemos que esto significa que estarán bien posicionados para las nuevas exenciones fiscales y que el incremento de las multas incrementará la demanda de vehículos limpios en relación con los vehículos de motor de combustión.