Planificación estratégica para atraer y retener talento en EEUU

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Planificación estratégica para atraer y retener talento en EEUU
Luisa Guzmán, directora general de Transearch Latinoamérica.. Planificación estratégica para atraer y retener talento en EEUU

Una empresa que decide expandir su fuerza laborar en Estados Unidos debe tomar en consideración el establecimiento de una estrategia adecuada de acuerdo a los requerimientos específicos de crecimiento.  Esto se logra analizando la industria, el mercado laboral, los requerimientos hacia un crecimiento a futuro, los “gaps” y riesgos (¿qué, cuándo, cómo, cuantos?) y definiendo cual es el grupo ‘target’ del talento a atraer. Además, hay que definir la mezcla adecuada de canales de reclutamiento para cada grupo de trabajo y determinar cómo, cuándo y dónde se necesita buscar y contratar talento externo para asegurar que estarán disponibles y con las habilidades requeridas cuando la empresa lo necesite.

Una vez la empresa agrupe las diferentes posiciones claves para la empresa, así como los rangos de salariales, competencias y demás, la empresa debe considerar los siguiente sietes puntos claves para una estrategia de contratación:

  1.    La marca el empleador
  2.    Análisis del Mercado Laboral   
  3.    Perfil de la posición
  4.    Sourcing
  5.    Screening and Assessing
  6.    Selección y Contratación
  7.    Integración y Desarrollo

1.   La Marca del Empleador: ¿Qué valores representan mejor la marca de la empresa?  ¿Por qué se distingue esa marca, que la  hace única? ¿Cómo se traducen los valores  y la identificación de la marca que te permitan llevar la comunicación al Mercado laboral?

2.   Análisis del Mercado Laboral: Determinar cuál es el “pool” de talentos en los mercados de trabajo relevantes y qué posiciones son críticas para el negocio.  Basado en esos resultados decidir si va a formar el talento o a “comprar” el talento.  En caso de comprar el talento debe identificar la firma con más experiencia en su industria y con buen historial comprobado de éxito en dicho Mercado.

3.    Definición de los Puestos: Definir las competencias y habilidades requeridas por cada grupo de trabajo que serán críticas para el éxito y estandarizar un perfil de trabajo que identifique la empresa

4.   Sourcing: Se debe crear un mapa de sourcing para cada posición, o canales adecuados para identificar y atraer altos potenciales y establecer una agenda (dónde y cuándo reclutar); asegurar que la comunicación a la fuerza laborar está alineada a la estrategia de la empresa.

5.    Filtrando y Evaluando Desde las grandes listas de candidatos (long-list ) hasta los listados mas depurados (short-list) debemos establecer un proceso de selección efectivo (funnel) que nos ayude a determinar de una manera efectiva con qué candidatos seguimos el proceso e identificando a los candidatos que rápidamente que se ajusten a nuestra organización. Pese a la cada vez mayor demanda de altos ejecutivos latinoamericanos, nos enfrentamos a un filtro que, a raíz de los últimos escándalos corporativos en EE.UU. se ha hecho más cerrado.

6.    Seleccionando y Contratando: Qué herramientas y formato de contratación se debe utilizar para garantizar un proceso de selección adecuado que incluya instrumentos adecuados, entrenamiento, formatos, etc.

7.    Integración y Desarrollo: No podemos concluir esta sección sin hablar sobre integración.  Es bien sabida la importancia de los famosos “Primeros Noventa Días”, hecho que se estableció con el exitoso libro escrito por Michael Watkins en 1956 que lleva el mismo título.  La pregunta a contestar acá es si le damos las herramientas necesarias para que el nuevo empleado pueda lograr los objetivos establecidos dentro de los primeros 6, 12 y 18 meses en su puesto.  ¿Cómo guiamos al candidato en ese periodo de transición para que se adapte a los aspectos sociales y de rendimiento en su nuevo trabajo de una manera rápida, eficiente y garantizando el nivel más alto de compromiso?

El continuo desarrollo del empleado en todos los niveles se ha establecido como el elemento primordial para conseguir y retener talento y la manera más eficaz de garantizar el éxito de las empresas. Con el desarrollo se persigue la identificación del ser humano con la empresa y aunque la mayoría de veces se hace necesario utilizar más de una herramienta o programa, se ha demostrado que con poco esfuerzo o inversión, la empresa experimenta cambios profundos en la productividad si sabe escuchar las necesidades del empleado o grupo y aplicar adecuadamente aquellas que lleven a una mejora continua.  Desde pruebas psicométricas que miden la personalidad, inteligencia emocional o preferencias del empleado, así como ofertas de  capacitación superior  a través de programas de liderazgo impartido por universidades o institutos especializados, así como la creciente confianza en los cambios que genera el Coaching individual o de grupo, los empleadores cuentan con más de una manera de apoyar a sus empleados a crecer junto con la empresa misma.

 

Un mundo de oportunidades emergentes

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Un mundo de oportunidades emergentes
Foto: Marcin Szala. Un mundo de oportunidades emergentes

Los altos rendimientos, la posibilidad de la apreciación del capital y las consistentes mejoras a la calidad crediticia son algunos de los factores clave que impulsan los sólidos flujos de inversión en deuda de los mercados emergentes (EMD, por sus siglas en inglés). Durante los últimos 15 años, esta clase de activos se ha expandido rápidamente y ahora representa cerca del 12% del mercado mundial de renta fija.

Gran parte de este dinero proviene de los fondos de pensiones y de clientes institucionales, pero creemos que cuenta con las cualidades necesarias para convertirse en una herramienta importante para la diversificación del portafolio de los inversionistas individuales.

Con el impacto en los mercados de renta variable el año pasado a causa de los vaivenes repentinos en el apetito por el riesgo, los bonos de deuda emitidos por los gobiernos de los países en desarrollo – percibidos alguna vez como un producto esotérico y de nicho – han continuado su evolución hacia ser considerados un destino de calidad.

Mejor calidad crediticia

Que la Deuda de los Mercados Emergentes este entre los activos que se comienzan a tener en consideración ha sido en parte apoyado por ratios bajos de Deuda/PIB, una mayor fortaleza estructural y una notable mejoría en la calidad crediticia. Si bien a principios de los 90 este tipo de deuda fue casi por completo calificada como sin grado de de inversión, las calificaciones crediticias de los mercados desarrollados y emergentes continúan convergiendo. A finales del año pasado, cerca de 74% de la deuda de los mercados emergentes fue calificada con grado de inversión, comparado con un 40% en el 2000.

La EMD también fue una de las clases de activos con mejor desempeño en el 2012, proporcionando retornos totales iguales a los de la renta variable, de 13% a 16% para bonos con grado de inversión a más de 20% para bonos de alto rendimiento de deuda soberana y corporativa. Al mismo tiempo, el año experimentó flujos record de inversión de aproximadamente US$85 mil millones.

No se trata solamente de la calidad, sino de que la clase de activo ofrece ahora una gama más amplia de oportunidades. Si bien hace 20 años las emisiones de EMD estaban casi por completo denominadas en divisas fuertes (o “hard currency”), actualmente la clase de activo ofrece un amplio espectro tanto de deuda soberana en divisas fuertes y locales, como de bonos corporativos.

Esta falta de homogeneidad es uno de los principales atractivos de la EMD. Las tres áreas distintivas – deuda en divisas fuertes, en divisa local y bonos corporativos – son impulsadas  por diferentes factores de rendimiento y tienen características diferentes de riesgo.

Siendo defensivos con las divisas fuertes

En 1993, menos del 5% de la deuda de mercados emergentes en divisas fuertes era calificada con grado de inversión. Esta cantidad es ahora de casi 66%. Los bonos de mercados emergentes en divisas fuertes son por lo general denominados en dólar americano y sometidos a la legislación internacional. En conjunto representan el área más antigua y mejor establecida dentro de esta clase de activos, que actualmente ofrece un atractivo rendimiento de 4.6%.

Muchos inversionistas perciben esta área como una forma más defensiva y menos volátil de ganar exposición a los mercados emergentes de renta fija, ya que algunos factores importantes del mercado local, como la inflación y fluctuación de las divisas, tienen poco impacto en su desempeño. En su lugar, alguna de las causas del buen desempeño  son los fundamentales  y tendencias crediticias, como las que se reflejan en la calificación crediticia.

Auge de la deuda local

Durante los últimos 20 años, la deuda en divisa local se ha convertido en el mayor sector de la EMD, con una capitalización del mercado de aproximadamente US$1.6 billones y más de 261 bonos emitidos por 17 países, comparado con US$571.9 mil millones para la deuda de mercados emergentes en divisas fuertes. El índice subyacente actualmente tiene rendimientos de 5.5%.

Las emisiones en divisa local han incrementado el interés de los inversionistas, particularmente debido a la estabilidad de la divisa y los logros de las autoridades monetarias en mantener la inflación bajo control. Ofrecen a los inversionistas un  doble beneficio: posicionamiento en  duración y  posible apreciación de la divisa. La rentabilidad puede verse afectada por otros factores locales, como las intervenciones de los bancos centrales, la demanda de bonos dentro del país en cuestión, así como diferenciales en la tasa de interés con mercados desarrollados y la dinámica de la demanda y la oferta en la divisa local.

Un interés emergente en el crédito

El sector de bonos corporativos de mercados emergentes es aún relativamente joven, pero madura cada vez más rápido. Con US$624.5 mil millones, comprende 43 países, y es actualmente más grande que el mercado de deuda soberana en divisas fuertes. Su dimensión compite con la del mercado de bonos de alto rendimiento de Estados Unidos, con cada vez más apoyo de diversos tipos de inversionistas globales. Los bonos corporativos en mercados emergentes se emiten tanto en divisa local como fuerte y los emisores son por lo general  globales y los más prestigiosos líderes del mercado en sus respectivas áreas. Dos tercios de ellos se dirigen hacia sus respectivas economías domésticas. Este sector está bien diversificado geográficamente en todas las regiones principales, así como en diferentes industrias.

Creemos que el universo de EMD ofrece la diversidad suficiente para proporcionar ya sea protección de activos o retornos totales positivos en la mayoría de las condiciones del mercado. Además, una visibilidad más baja y ciclos reducidos de mercado tienden a crear oportunidades para los administradores activos.

Henderson: Las turbulencias en Chipre demuestran la necesidad de encontrar solidez corporativa

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Henderson: Las turbulencias en Chipre demuestran la necesidad de encontrar solidez corporativa
Foto cedidaChris Bullock, portoflio manager of the Henderson European Corporate Bond Fund. Henderson: Cyprus wobble demonstrates need for corporate solidity

Somos conscientes de los crecientes riesgos que suponen los resultados electorales en Italia (que reflejan la influencia cada vez mayor de las políticas populistas, con un electorado que clama contra las medidas de austeridad) y los actuales acontecimientos en Chipre, que vuelven a poner en peligro la credibilidad de los responsables de la eurozona mientras éstos siguen adoptando un enfoque «caso a caso» para cada nueva crisis. Independientemente de que las autoridades chipriotas insistan o no en gravar a los depositantes, la situación revela que en un sistema bancario debilitado con unas finanzas públicas poco saneadas es muy probable que los activos pierdan valor. Teniendo en cuenta los actuales niveles del mercado, la relación riesgo/beneficio de la periferia de la eurozona resulta bastante menos atractiva que el pasado verano, mientras que los inversores en deuda corporativa se encuentran más invertidos de lo que habían estado por un tiempo.

Por lo tanto, en el fondo Henderson Horizon Euro Corporate Bond, hemos aprovechado la resistencia mostrada recientemente por el mercado para aumentar aún más la calidad de nuestras inversiones, buscando emisores que ofrezcan características defensivas, un potencial demostrable de mejora de sus fundamentales y un alcance más global (en lugar de centrarnos en el mercado europeo).

·       Calidad: títulos de países «fuertes» (que cuenten con una posición de deuda sostenible o una política monetaria independiente) y de empresas que estén globalmente diversificadas en términos de ingresos y que gocen de una calificación crediticia estable o con perspectivas de mejora. Por ejemplo, bonos emitidos por BAT (empresa tabacalera internacional), Amcor (compañía internacional de envases y embalajes) y Telstra (empresa australiana de telecomunicaciones).

·       Énfasis en la generación de alfa: selección de empresas en proceso de desapalancamiento/ transformación que resulte válida independientemente de la dirección del mercado o la crisis de la eurozona. Estos son algunos ejemplos: Gecina, compañía inmobiliaria que está reduciendo su nivel de apalancamiento (tanto Standard & Poor’s como Moody’s incrementaron su calificación crediticia en el cuarto trimestre de 2012); y GKN, un emisor de bonos de alto rendimiento que cuenta con una estrategia creíble que podría valerle una revisión al alza de su calificación crediticia en los próximos 12-18 meses.

·       Enfoque global: Empresas europeas con una baja exposición al mercado europeo y/o empresas internacionales que emiten en euros.

Nuestra expectativa es que en 2013 una buena selección de valores (alfa) será más relevante que las estrategias basadas en beta a la hora de generar rentabilidad.

Algunos temores corporativos

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Algunos temores corporativos
Wikimedia CommonsFoto: bfishadow . Algunos temores corporativos

Dentro de los hechos explicativos del comportamiento de  los mercados financieros, algunos no son tan visibles como los factores macroeconómicos o los resultados corporativos. Pero son igual o, incluso, más importantes, y ayudan a entender cómo, mientras las economías no van tan bien, los mercados accionarios tienen un rumbo creciente.

Me he vuelto repetitivo con el tema, pero el efectivo que tienen las empresas en Estados Unidos es una de las claves y de los factores de seguimiento, que nos pueden mostrar cuál es el futuro accionario. Pero más allá de si se gastan el efectivo en pago de dividendos, recompra de acciones ó en actividades de fusiones y adquisiciones (cuya proyección muestra que este año podríamos estar hablando de más de 1.5 trillones de dólares por este concepto); las corporaciones norteamericanas han vuelto a entrar en un apalancamiento financiero que debe tomarse con cuidado.

Expliquemos este tema: las empresas tienen dos vías básicas de financiamiento, una por capital propio, y otra por endeudamiento. Los estudiosos de las finanzas corporativas muestran que se debe encontrar un equilibrio entre ambas cuentas para maximizar el beneficio de los accionistas. Por definición, el capital propio es costoso, pues aunque en términos sencillos no tiene ningún interés por pagar, sí tiene un costo de oportunidad: nadie coloca los recursos en un negocio, si los mismos no generan ni siquiera  lo que rentan ponerlos en otro lugar; mientras que el endeudamiento cuesta, simplemente, el interés prometido.

En el mundo actual, con recursos tan baratos, las empresas norteamericanas han encontrado muy atractivo emitir deuda, con tasas bajas, y recomprar su propio capital (acciones), que es mucho más costoso. Esto no es nuevo, sucedió también entre 2004 y 2007, cuando los recursos, aunque no tan bajos como ahora, eran también baratos frente a los promedios históricos.

Esto no tiene nada de malo, si se hace hasta los límites correctos. Lo peligroso es que se llegue más allá de lo necesario, que es donde empieza a preocupar a algunos analistas. Por definición, la deuda es, dentro de las formas de capital, lo que primero se debe honrar, por encima de las acciones preferenciales y las acciones ordinarias. Y si el dinero no alcanzase para todo, por lo menos debería alcanzar para pagar los intereses de los créditos y los cupones de los bonos.

En momentos de crecimiento corporativo, cuando los ingresos van creciendo, tener apalancamiento financiero tiene un efecto positivo sobre las ganancias; pero  también sucede al contrario: cuando los ingresos caen, las pérdidas se magnifican (o más que pérdidas, la reducción en las ganancias). Hasta este punto las cosas en la economía norteamericana han ido bien, pero preocupa a muchos esta dinámica que está tomando el endeudamiento corporativo y también empiezan a cuestionar si la FED no está creando otra burbuja aún no identificada. Nos imaginamos que, luego de lo que ha ocurrido, las autoridades monetarias serán lo suficientemente cuidadosas con este tipo de movimientos especulativos.

And the winner is…¿accionistas o bonistas?

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And the winner is…¿accionistas o bonistas?
. And the winner is…¿accionistas o bonistas?

Con el S&P 500 tan cerca ya de máximos históricos quería compartir con ustedes un par de reflexiones.

La correlación de la serie de peticiones de subsidio de desempleo USA y el índice de acciones norteamericanas ha sido casi perfecta desde el inicio de la crisis subprime hace ya 5 años.

Como pueden observar, desde el anuncio del OMT (Outright Monetetary Transactions) en Europa y del acuerdo para posponer el Fiscal Cliff en USA, el S&P 500 no ha parado de subir acumulando desde entonces plusvalías del +16%; las peticiones de subsidio de desempleo también han caído (ojo, la escala en la gráfica está invertida; de menos a más desempleados), pero de una manera mucho más pausada.

De acuerdo a la estrecha relación entre ambas series tendría sentido concluir que los inversores en acciones de compañías norteamericanas descuentan una fuerte recuperación en el mercado laboral USA. A 1556 puntos, el S&P 500 sugiere que las peticiones de subsidio de desempleo deberían estar próximas a 300,000 cuando el último dato correspondiente al mes de marzo las situaba en 346,800.

Los inversores anticipan menos destrucción de empleo, pero ¿que hay de la creación de nuevos puestos de trabajo?

Como es lógico la serie de peticiones de subsidio de desempleo (media móvil de 4 semanas) y la de creación de empleo no agrícola están inversamente relacionadas, cuando la economía crece genera nuevos puestos de trabajo y disminuye el ritmo de despidos, y viceversa.

Haciendo gala a mi pasado quant (durante años fui responsable de Gestión Cuantitativa para el banco en el que trabajo) he calculado una regresión simple utilizando datos de estas dos series macroeconómicas desde 1990, y no ha requerido demasiado esfuerzo; con Bloomberg ahora todo es más fácil:

Utilizando la recta de regresión podemos determinar qué cifra de creación de empleo no agrícola están descontando los inversores de renta variable USA, y esa cifra no es otra que 276, 217.  Para su referencia les recuerdo que el último dato conocido de esta serie se queda en los 236,000 empleos, y que la media de los últimos 6 meses es de sólo 186,500

De forma que los accionistas como siempre vemos el vaso medio lleno (o casi lleno, diría yo) ¿Y que hay de los bonistas?

Esta es la parte que no encaja. El TBond 10 años tiene hoy una rentabilidad de 1.96%, que resulta demasiado baja si efectivamente la economía es capaz de volver a crear empleo de forma consistente por encima de los 200,000 al mes.

La represión financiera de la FED, construida en base a una política de tasas de interés cero que penaliza el ahorro, y las compras de $85 billones de activos financieros cada mes, han puesto limite a un posible repunte de los tipos largos. Sin embargo, el éxito de este nuevo formato de expansión monetaria se debe en gran medida a su condicionalidad: una tasa de desempleo de 6.5% y/o unas expectativas de inflación a corto plazo bajo control.

Si echamos mano de la calculadora que la FED de Atlanta pone a nuestra disposición podemos confirmar que si las empresas en USA comienzan a contratar a razón de 276,217 empleados al mes como parece apuntar el mercado de acciones, la economía de este país podría alcanzar una tasa de desempleo de 6.5% antes del cierre de 2013.

Evidentemente el mercado de renta fija se anticiparía y la pendiente de la curva aumentaría fuertemente al estar los tipos cortos anclados en cero. Este bear steepening  dispararía la rentabilidad del bono a 10 años. No es descabellado pensar que si esta situación acaba produciéndose el YTM del TBond se acerque al 3%

Hoy ha tenido lugar la reunión del Comité de Mercado Abierto de la FED. En la rueda de prensa posterior, Bernanke ha reiterado su compromiso con el mercado para llevar a termino la aplicación del QE3, aunque matizando que podrá ajustar a la baja o al alza el importe de las compras en función de la evolución positiva o negativa de la economia. Tambien ha actualizado su documento Summary of Economic Projections en el que, entre otras cosas, pronostica tasas de interés al 4% en el medio plazo  (5 – 6 años) El swap a 1 año 6 años forward se sitúa hoy en el 3%. Esto significa que, incluso asumiendo que la FED no cambie su discurso los tramos cortos deberían también cerrar este diferencial de 100 puntos básicos.              

De forma que alguien se equivoca: o los accionistas pecan de optimistas o los bonistas de incrédulos y confiados. Solo el tiempo dictara sentencia. ¿Ustedes de que lado están?

It’s the Economy, stupid!!

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It’s the Economy, stupid!!
Foto cedida. It’s the Economy, stupid!!

Esta semana asistimos a los primeros compases de la enésima crisis en Europa desde 2010. Esta vez en Chipre, una diminuta isla que apenas aporta un 0.4% del total del PIB de la Eurozona.

Me da en la nariz que, como en ocasiones anteriores, la sangre no llegará al río. A pesar del riesgo que supone subrogar los intereses de los ciudadanos de a pie bloqueando el acceso a sus ahorros y cambiando el orden de prelación que debería penalizar antes a los tenedores de bonos senior de bancos chipriotas, el potencial de contagio hacia otros países es probablemente menor que en episodios similares sufridos desde el inicio de la crisis.

Los bancos norteamericanos, y también los europeos, gozan de una salud de balance hoy de la que no podían hacer gala hace un par de años; además el famoso “Whatever it Takes” de Draghi y la red de seguridad que proporciona a Italia o España su programa de Outright Monetary Transactions (OMT) reduce sensiblemente las probabilidades de una corrida bancaria y de un posterior colapso del sistema financiero de turno.

Sin embargo, lo que más me llama la atención es como la incidencia del ruido político sobre el desempeño de los activos de riesgo ha venido disminuyendo en los últimos meses. Un buen ejemplo lo encontramos en cómo se ha comportado el mercado de acciones después de conocer un resultado electoral a priori adverso para los intereses de los accionistas; como saben, desde 2010 hemos tenido que sufrir la volatilidad generada por un gran número de procesos electorales tanto en Europa como en USA. Fíjense en la gráfica adjunta:

 

El lector astuto se habrá dado cuenta ya que la duración (en días) y la profundidad de la corrección en precios consecuencia de un desenlace electoral incómodo para los accionistas, ha venido disminuyendo con el tiempo. Así, el EuroStoxx  tan sólo necesitó un mes para recuperarse del susto en Italia mientras que la digestión de la victoria de Hollande en Francia casi un año antes, fue mucho más lenta y difícil.

Y este efecto no sólo se aprecia en los mercados financieros, también comienza a ser evidente en la gestión empresarial; como muestra echen un vistazo a la grafica adjunta en la que presento el índice de Incertidumbre Económica y Fiscal USA y la serie de formación de capital bruto (CAPEX + Inventarios) para ese mismo país. Es de sentido común que cuanta más incertidumbre económica y fiscal tenga que enfrentar un empresario más incómodo se sentirá a la hora de tomar decisiones de inversión y contratación de largo plazo.

 

Esta relación queda de manifiesto en la correlación entre ambas series que sin embargo comienza a quebrarse en julio de 2010. A partir de ese momento, los titulares en periódicos norteamericanos incluyendo palabras como “Casa Blanca”, “déficit”, “legislación” o “congreso” se disparan como también lo hace la incertidumbre con respecto a un entorno fiscal mucho más restrictivo para empresas y consumidores (¿les suena Fiscal Cliff?) pero, contra todo pronóstico, la inversión privada  comienza a recuperarse alcanzando tasas cercanas al 10% que se asocian con ciclos económicos normales.

It’s the Economy, stupid!!

Y, ¿cual es el motivo de este cambio de percepción en inversores y gestores respecto al riesgo político? En mi opinión se trata de 2 factores fundamentalmente:

  1. Por un lado la mejora en crecimiento económico global sustentada por la creatividad de los grandes Bancos Centrales, que han puesto en práctica agresivos programas de expansión monetaria para garantizar un periodo de convalecencia lo más corto posible. Los frutos comienzan a verse ya en USA donde el americano consume de nuevo, el precio de las casas se recupera y el mercado vuelve a crear puestos de trabajo; también en China donde el crédito vuelve a fluir , y tímidamente en Europa como demuestra, entre otros indicadores, el ZEW de Expectativas Económicas.
  2. A pesar de este mejor tono macroeconómico, el endeudamiento del sector público y privado en las economías desarrolladas es aún demasiado elevado y la recuperación económica aún muy incipiente. El margen de maniobra de los políticos, sea cual sea su agenda en materia económica, es muy limitado de momento. Esto garantiza cierta continuidad y disminuye la incertidumbre…y el mercado no soporta la incertidumbre.

Según escribo, veo en CNBC que el Parlamento chipriota ha votado en contra del bail-in, y los mercados recuperan desde los mínimos de la sesión. El Dow Jones acaba en terreno positivo!!

Ojala la economía continúe ayudándonos porque si tenemos que confiarnos a los políticos….

Si nuestra apuesta es equity: ¿cómo posicionamos el resto del portafolio?

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Llegando ya casi al cierre del primer trimestre, ya es recurrente escuchar a más de un inversionista pensando si es la hora de invertir en acciones. Luego de debatir por unos minutos con cualquier inversor llegas a notar que la razón fundamental a la hora defender dicho argumento es el análisis relativo, vamos, el costo de oportunidad del inversionista. Siguiendo este argumento, al final llegamos a la misma conclusión, la renta fija está muy cara. ¿Si asumimos como válida esta premisa, no deberíamos reajustar nuestros portafolios de renta fija?

Si esa es nuestra visión de mercado, probablemente si. ¿Como deberíamos posicionarnos? Muy sencillo, nuestra parte core deberían ser inversiones conservadoras, centradas en preservar el capital, con baja volatilidad y que prioricen la rentabilidad ajustada por riesgo, ya que, el riesgo de la cartera lo estaremos agregando por el lado de la renta variable.

¿Qué proponemos desde Capital Strategies Partners? Actualmente recomendamos dos activos de renta fija que nos ayudarían a mejorar el posicionamiento y a disminuir el riesgo de nuestras carteras, siempre pensando en el escenario planteado inicialmente.

·         En primer lugar, invertir en alternativas de high yield que inviertan en duraciones cortas. Es verdad que la correlación de high yield con la renta variable en los últimos años ha sido alta. Sin embargo, el spread está quizás algo ajustado, por lo que consideramos clave el posicionarnos en la parte corta del high yield. En CSP creemos que la mejor manera de tener exposición al high yield con baja duración es a través del fondo de Muzinich Short Duration. Muzinich & Co, al cual representamos en exclusividad en Latinoamérica, es uno de los referentes en el US HY, con un enfoque basado en evitar defaults (solo 0,20% de default en más de 10 años) y recoger cupones. Su tesis de inversión se centra en inversiones solo en BB/B, no utiliza derivados ni tampoco bonos de bancos y aseguradoras. Actualmente el yield de la cartera está en 5.45% con una duración de 1.1 años.

·         En segundo lugar, creemos que sigue habiendo valor en las monedas emergentes, pero habría que ser muy selectivo, porque muchas ya han corrido y la volatilidad a la que nos exponemos hoy en día no compensa la rentabilidad ofrecida. Sin embargo, creemos que en el Renminbi chino, principal moneda emergente, si hay valor, y lo bueno es que el rally de la moneda todavía no se ha dado. La moneda se ha venido apreciando ordenadamente a niveles del 4% anual en los últimos años con una volatilidad del 2% anual. Nosotros creemos que es un play con un enorme upside, por varias razones, pero para simplificar, la liberalización de la moneda por parte del gobierno chino o el crecimiento de China son dos buenos ejemplos. Si a esto le unimos la inflación que viene enfrentando China, con la consiguiente obligación de agilizar la apreciación de la moneda, la jugada es cuanto menos interesante. Consideramos que la mejor manera de tener exposición al Renminbi es a través de un fondo como el Azimut Renminbi Opportunities de la gestora Azimut AM. Azimut es una casa italiana con más de 20 años de experiencia en el mercado chino y con USD 19 billones de AUM. La propuesta de inversión del fondo es muy conservadora y enfocada a la apreciación del RMB. El fondo solo invierte en instrumentos de deuda con grado de inversión y baja duración (11 meses), consiguiendo así niveles muy bajos de volatilidad (1,9%). Esperamos una rentabilidad del fondo en un entorno del 7%, ya que, el carry de la cartera está en un +3.25% anual y creemos que el RMB debería apreciarse en un entorno del +4%.

En conclusión, dada la coyuntura actual recomendamos posicionar la cartera de renta fija en activos que den prioridad al carry y que no nos expongan a riesgos innecesarios, como excesiva duración o monedas volátiles, ya que, el mercado no lo está compensando eficientemente. Prioricemos la rentabilidad ajustada por riesgos y asumamos el riesgo en el mercado de acciones, donde está teóricamente el valor o al menos en donde hay mayor upside en términos relativos, depende como lo queramos leer.

Lo que no cuadra en los activos financieros

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Lo que no cuadra en los activos financieros
Manuel García Ospina. Lo que no cuadra en los activos financieros

A veces surgen datos interesantes de evaluar en los mercados financieros, que brindan una nueva perspectiva de la actividad de los mismos. El que me llamó recientemente la atención fue el valor global de los activos de financieros, que para el año 2012 se estimó en 209 trillones de dólares. Esto es cerca de cuatro veces el valor de los activos financieros en 1990, cuando su valor era de 51 trillones de dólares.

Me sorprendió sobremanera el crecimiento que ha tenido dentro de este número, el valor de la deuda pública vigente, que totaliza cerca de 45 trillones de dólares, que se ha convertido en el activo de más rápido crecimiento en monto a nivel global. Las acciones en conjunto valen cerca de 52 trillones de dólares, y si bien siguen siendo el activo más grande e importante, comenzaron 1990 de una base mayor, por lo cual su crecimiento ha sido más moderado.

Pero la deuda pública muestra la realidad que viene enfrentando el mundo, y es que cada vez encontramos países más endeudados, que han recurrido a los mercados financieros para poder cubrir las obligaciones derivadas de gastos crecientes, desregulaciones en muchos sectores, y una falta absoluta de claridad para cuadrar las finanzas públicas. No se puede explicar de otra forma el valor alcanzado por la deuda pública en todo este tiempo.

Obviamente los países desarrollados han tenido una gran explicación de este fenómeno, pues han venido recurriendo recientemente a  emisiones más grandes para financiar los costos que desató la crisis de 2008. Pero eso no lo es todo: los jugadores más grandes en inversiones a nivel internacional son los fondos de pensiones que, en conjunto, tienen algo más de 33 trillones de dólares en activos; seguidos con los fondos mutuos con 26 trillones. Un estudio muy reciente de la firma Towers Watson, mostró que entre 1995 y 2012, la participación de los bonos dentro de los portafolios de los fondos de pensiones ha pasado del 40% al 33%, y parece ser que van a seguir con tendencia decreciente. Esto es lógico, pues los bonos dan cada vez menor tasa, y la obligación de un fondo de pensiones es, precisamente, pensionar gente. Con tasas de Tesoros a 10 años en el 2%, no lo van a lograr nunca.

Por eso dije que, a veces, los datos sorprenden; pues estamos enfrentados a una realidad bien compleja: los bonos se van a tener que seguir vendiendo, pero no se sabe los compradores hasta cuando los querrán seguir comprando. Esto justificaría, por ejemplo, que siguieran por un buen tiempo las expansiones monetarias de muchos bancos centrales que se convierten en un comprador clave en momentos en que otros agentes no lo quieren hacer. Con las consecuencias que esto tendría para otras variables, como inflación o, más recientemente, se ha especulado de una burbuja de los bonos corporativos.

Sea lo que sea, lo cierto es que esta dinámica que hemos visto en los últimos años dista de ser la perfecta para el mercado, y podría estar creando complicaciones que aún no se vislumbran…pero así comenzaron todos los problemas del mercado alguna vez, como una suposición que parecía sin fundamento.

Pagando por Alpha

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Pagando por Alpha
Foto cedidaFoto: Santiago Ulloa, managing partner de WE Family Offices. Pagando por Alpha

En una de mis columnas de hace pocos meses ya comentábamos sobre la evolución de los vehículos de inversión alternativos, también llamados “hedge funds” o fondos de cobertura. Desde la crisis del 2008, en conjunto, no han conseguido dar un valor agregado claro sobre otros instrumentos tradicionales, a pesar de la  incertidumbre y la alta volatilidad de los mercados. Por eso, hacía la reflexión de si tenía sentido seguir pagando unos honorarios desorbitados (en muchos casos del 2% fijo más un 20% de los beneficios) por instrumentos que creaban poco valor añadido en este momento.

Esta última semana leía un artículo en el Wall Street Journal escrito por Bratt Arends donde hacía un análisis muy parecido, pero dando datos concretos. Quiero compartir con Ustedes algunos de sus comentarios.

Las décadas de los 70s, 80s y la última del pasado siglo vimos una proliferación clara de vehículos de inversión totalmente abiertos, sin límites para buscar oportunidades de donde colocar el dinero, y manejados por profesionales muy talentosos. Los resultados que tuvieron en esos casi 30 años fueron espectaculares. Hay que entender que en ese momento los volúmenes que manejaban eran muy inferiores a los de la actualidad,  había menos competencia y los mercados eran mucho  más ineficientes. Por todo ello, las oportunidades eran accesibles y fácilmente explotables. Como comentaba Arends en su artículo, dichos gestores se vendían ofreciendo altos retornos y exclusividad. Todo ello llevo a la industria a crecer desde los $300.000 millones hace 15 años a más de $2,2 billones al cierre del 2012.

Se ha querido crear una clase diferente de activos con este modelo de inversión, sin embargo, era una forma distinta de invertir en los mismos instrumentos tradicionales: acciones, bonos, monedas, futuros, materias primas etc. En muchos casos utilizaban apalancamiento para conseguir mejores retornos, e intentan aprovechar distorsiones en los mercados en beneficio de sus inversionistas.  Pero a un costo muy alto para el inversionista. 

Estamos en 2013, y hemos visto que los últimos años la gran mayoría de estos gestores no han conseguido rendimientos consistentes superiores a modelos de inversión tradicionales. Al contrario, los inversionistas se han visto sujetos a pagar unos costes muy altos, tener iliquidez, y en gran número de casos bastante poca transparencia. A pesar de haber estado invertido en estos vehículos por muchos años, creo que ha llegado el  momento de ser más selectivo. Si bien seguirán habiendo excepciones de profesionales muy talentosos, con ideas concretas que creen un valor claro, con carácter general, en mi opinión, ha llegado el momento de desmitificar la industria.

Otro de los problemas que tiene el sector, es que hace 30 años eran pocos gestores, con un volumen bajo buscando oportunidades, y por ello las encontraban y tomaban ventaja de ellas. En este momento, estamos con más de 10.000 gestores a nivel mundial, con un volumen desorbitante bajo gestión, e intentando entrar todos en operaciones similares. Los márgenes de ganancia son menores, y están aprovechando el apalancamiento para tener retornos razonables (con ello también se incrementa el riesgo si los mercados cambian de tendencia y le encuentran al gestor con el pie cambiado). Con las reestructuraciones que hemos visto en los bancos en los últimos 24 meses, donde han puesto en la calle a un amplio número de “traders” que manejaban las posiciones de inversión internas de dichas instituciones, veremos nuevos gestores llegando al mercado, empeorando la situación.

Creo que los profesionales con talento y bien conectados, seguirán encontrando oportunidades de inversión diferenciales frente a los mercados. Pero a diferencia del pasado, los grandes retornos vendrán de gestores nuevos, con volúmenes más pequeños y que tengan unos procesos y formas de operar mucho  más transparentes. Los manejadores más antiguos, en la mayor parte de los casos, no quieren tomar riesgos y alejarse de sus índices.  No es fácil diferenciar los buenos del resto, y siempre habrá que estar muy encima de ellos para seguir su trayectoria. Claramente sus intereses no están totalmente  alineados con los clientes: si toman grandes riesgos y ganan, ellos se llevan el 20% de lo conseguido, pero si se equivocan y pierden, los gestores siguen llevándose su 2% y, usted, cliente,  toma el 100% de la perdida.

Conclusión: seguiremos invirtiendo en la industria, pero en muchos menos jugadores, en menor porcentaje que antes, y con los ojos bien abiertos.

Invertir en volatilidad con ETPS: Una cobertura cara

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Invertir en volatilidad con ETPS: Una cobertura cara
Foto: Thomas Wolf. Invertir en volatilidad con ETPS: Una cobertura cara

Con los niveles de volatilidad en niveles mínimos de los últimos dos años, hemos recibido varias consultas de inversores que desean invertir en volatilidad vía Exchange Traded Products, ya sea como cobertura a su exposición en renta variable o como especulación ante un repunte de la volatilidad en los mercados. Por lo que queríamos dedicar un post a explicar algunas de las características del iPath S&P 500 VIX S/T Futures ETN (Symbol VXX).

  • Es un Exchage Traded Note. El VXX es una nota emitida por Barclays que cotiza en mercado, por tanto tiene un riesgo de contrapartida del emisor y no cuenta con una cesta de acciones ni cartera colateral. Es un bono emitido por Barclays no garantizado ni colateralizado.
  • Replica los futuros del índice.La evolución del ETN no necesariamente tiene que coincidir con la evolución del VIX, índice con el que muchos inversores solemos identificar la volatilidad del índice S&P 500.  La correlación del VXX frente al VIX es de 0.78 (Dic 09 – Mar 13)

Durante los últimos 3 años, el ETN ha tenido una correlación negativa del -0.827 con el índice S&P 500, aportando rentabilidad en periodos de caída para el índice americano.

·       Está expuesto al Roll Yield. Como todos los instrumentos que invierten en futuros, se tiene un componente extra de rentabilidad, que es el roll yield es decir, la perdida o el beneficio que proviene del hacer el rolo del futuro, al contrato del mes siguiente. En el caso de que la curva de futuros se encuentre en contango (pendiente positiva), el roll yield sera negativo, mientras que si se encuentra en backwardation (pendiente negativa) el roll yield será positivo.

·       Como se puede observar en el siguiente grafico, el índice de contratos futuros del VIX se encuentra en contango. El precio del futuro a abril es de a $12.60 mientras que el precio a noviembre es de $13.20. Lo cual implica que si la volatilidad no aumenta en este periodo, se perderá un 8%, cada que se tenga que comprar un contrato nuevo. Por tanto comprar futuros de volatilidad en estos momentos es muy caro.

 

Como conclusión, si estamos dispuestos a aceptar el riesgo contrapartida de Barclays, el VXX es un instrumento que nos permite beneficiarnos de los repuntes “rápidos” de volatilidad, entre mayor sea este movimiento, mejor lo reflejara el ETN. Sin embargo no es un instrumento para mantener durante medio-largo plazo en cartera, ya que el roll yieldnegativo, hace que el ETN pierda dinero en momentos de tranquilidad de mercado, como podemos observar en el siguiente grafico, el ETN va perdiendo dinero poco a poco y solo en momentos de volatilidad extrema es cuando recupera. Es un instrumento de cobertura muy caro.

 

 

El ETN ha tenido que realizar dos reverse-split (1 a 4) para evitar perder el 100% del patrimonio desde lanzamiento. El ultimo en Octubre 2012.