¿Son vulnerables los emergentes?

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¿Son vulnerables los emergentes?
Wikimedia CommonsManuel García Ospina. Are Emerging Markets Vulnerable?

Suena duro hablar de que los emergentes pueden ser altamente vulnerables. Especialmente, porque durante los últimos años han tenido una bonanza tan grande, que  ha llevado a pensar que estamos en un mundo en el cual los emergentes son una especie diferente a la que había años atrás. Aparecieron términos como BRIC, CIVETS, etc; todos los cuales permitieron que el “mundo desarrollado” los mirara con otros ojos. Pero hoy, ante la perspectiva de una reducción de los estímulos monetarios, se han desnudado algunas flaquezas.

En los últimos 10 años, la deuda gubernamental en moneda local de los emergentes en conjunto, pasó de cerca de 1.5 trillones de dólares, a cerca de 6 trillones de dólares, lo que representa un crecimiento promedio del 30% anual; lo cual, comparado con un crecimiento de la economía del 5% promedio anual en el mismo período, muestra un desequilibrio marcado entre la forma como los emergentes se endeudaron, y el impacto positivo que pudo haber generado dicho endeudamiento.

Podríamos pensar que este aumento de deuda pública local, fue de la mano con una disminución efectiva de otro tipo de endeudamiento, lo cual, infortunadamente, no se dio. Tanto el endeudamiento público como el privado, tuvieron un auge en los últimos 10 años, impulsado por las bajas tasas de interés nivel global, y un exceso de liquidez. Prueba de esto es que entre el período 2008-2013, los emergentes han recibido cerca de USD 300 billones, y las emisiones de deuda, ha sido de USD 292 billones.

Lo anterior suena como a encontrar petróleo en Arabia. Es decir, donde quiera que se buscara financiación, se encontraba. Sin embargo, los últimos años quizá nos muestran una estampa desdibujada de lo que ocurrió en verdaderas crisis emergentes. Digámoslo sin tapujos:  luego de la crisis asiática, los emergentes no han tenido una crisis profunda. Distorsiones fuertes, si; como la época 2001 a 2003, que incluyó el default de Argentina; pero crisis agudas, no. Por eso, es que se vuelve tan importante que los analistas del sector financiero, empiecen a buscar en una ciencia que a muy pocos gusta: la historia económica.

Esa historia nos dirá que Tailandia, antes del 2 de julio de 1997 (oficialmente el día que comienza la crisis asiática), tenía un panorama muy parecido al siguiente: altos flujos de liquidez de Japón y Europa, que financiaban cualquier cosa, incluyendo entidades de financiamiento local; una especulación con el sector inmobiliario en su conjunto;  una bolsa que había sido altamente dinámica en años anteriores; una moneda altamente sobrevaluada; y un ‘discurso’ de sus autoridades, de que los flujos de capital que entraban eran de inversión directa, lo cual disminuía su vulnerabilidad, porque no eran flujos de portafolio.

Al mismo tiempo, Tailandia empezaba a incrementar sus importaciones, y la industria, especialmente la tecnológica, que era el bastión de la prosperidad económica, de un momento a otro, por factores externos, vio cómo el precio de lo que vendía caía. Eso llevó, de forma clara, a que los dólares que entraban a Tailandia, terminaron pagando las importaciones, y ampliando el déficit de cuenta corriente.

¿Sonaría algo parecido si decimos, que en vez de una caída del precio de los tecnológicos, cae el precio de los bienes básicos?  En realidad, aunque a los analistas de los mercados les gusta mucho más hablar de VIX, CDS y múltiplos de Ebitda; podrían sentarse a mirar el nivel de variables como el déficit de cuenta corriente, que es aburridísimo. Y establecer, si los indicadores que tenía Tailandia en muchas variables, como nivel de ahorro, entre otras cosas; son parecidos a los de algunos países emergentes en la actualidad. Se pueden sorprender de lo que encontrarán. Y esto lo saben muy bien, los fondos de cobertura, que también lo supieron en 1997; pero con una gran diferencia: el apalancamiento que se puede conseguir hoy, puede ser mucho más grande que el de 15 años atrás. 

¿Verano soleado o nublado?

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¿Verano soleado o nublado?
Photo: BenAveling . ¿A Sunny Summer or an Overcast One?

Por el momento disfrutamos de buen tiempo bursátil, pero probablemente durante los próximos días aparecerán algunas nubes. La cuestión es si las nubes serán pasajeras o nos acompañarán todo el verano.

Los índices bursátiles siguen mostrando fortaleza, sobre todo en USA donde han vuelto a marcar nuevos máximos históricos. En Europa, con el Dax alemán a la cabeza, rebotan los índices intentando alcanzar los máximos anuales. Lo lógico, después de las subidas registradas en julio, sería que se produjera una “pequeña y sana” corrección, pero ¿cuales son los niveles que no deberían perder los índices para mantenerse alcistas? Desde el punto de vista técnico, para mantener la estructura alcista iniciada en San Juan, pensamos que los índices no deberían perder los niveles de 8.000 pts. para el DAX30 alemán, 2.630 pts. en EUROSTOXX50 y 1.640 pts. en el caso del SP500.

Si dichos niveles no son rotos a la baja, el verano probablemente sea caluroso con subidas de temperaturas generalizadas. Si por el contrario, las caídas fueran más profundas, implicaría la llegada de una borrasca importante.

Hoy se cumplen 15 años… ¡feliz cumpleaños!

En el año 1998 tuvimos un verano movidito. Las bolsas llevaban subiendo varios meses consecutivos, hasta que en el mes de abril se detuvieron. A continuación realizaron una pequeña corrección, que finalizó a mediados de junio, coincidiendo con el vencimiento de futuros (¡igual que este año!) De nuevo las bolsas se recuperaron hasta finales de julio, donde marcaron nuevos máximos por pocos pts. Debajo de estas líneas podéis observar a la izquierda el DJ Industrial Average en el verano del ’98 y a su lado el mismo índice americano en la actualidad. La línea verde es la media de 200 sesiones. ¡La caída del año 1998 empezó el lunes 20 de julio, y su equivalente sería hoy lunes 22! ¿Se volverá a repetir la historia?

 

Rodríguez Añino de M&G cree que sería sano que creciera la industria de fondos en España

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Rodríguez Añino de M&G cree que sería sano que creciera la industria de fondos en España
Ignacio Rodríguez Añino, responsable de M&G Investments en España, Portugal y Latam. Rodríguez Añino de M&G cree que sería sano que creciera la industria de fondos en España

Ignacio Rodríguez Añino, responsable de M&G Investment para España, Portugal, Andorra y Latinoamérica cree que la industria de fondos de inversión en España “está infrapesada” porque el peso que tiene es inferior al que debería tener si se mira respecto al PIB, por lo que subrayó que sería muy sano y bueno para la economía española que la industria de fondos creciera.

“Sería bueno para los que vendemos fondos extranjeros porque si crece vamos a crecer con ella”, recalcó. Rodríguez Añino hizo estas declaraciones en una entrevista concedida a Martín Huete, en el marco de la serie “Descubriendo la Industria de Gestión de Activos”, y que desde hace tiempo el experto publica en su blog.

Para el directivo de M&G Investments hay muchas razones históricas para que el sector de fondos de inversión no tenga el peso suficiente en el país y como razones señala, entre otras, a la gran cantidad de bancos y a la poca inversión a largo plazo que hay en España.

Si quiere escuchar la entrevista completa puede hacerlo a través de este link o del vídeo adjunto.

Ni demasiado caliente, ni demasiado frío

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Ni demasiado caliente, ni demasiado frío
Wikimedia CommonsBill McQuaker (pictured), Deputy Head of Equities for Henderson, highlights the firm's Outlook for the second half of 2013. This is the third and last part of this investment outlook. Not too hot, not too cold

El repunte de la renta variable mundial desde el verano pasado ha sido impulsado principalmente por el aluvión de liquidez resultante de las políticas de los bancos centrales. Pero este aluvión no durará para siempre. La Fed ya ha dado las primeras señales relativas a una estrategia de salida. Tal como ha hecho desde el comienzo de la crisis financiera mundial, el banco central estadounidense marcará el ritmo para sus homólogos cuando decida empezar a retirar los estímulos y restablecer una relación más «convencional» con su economía. Todo indica que el proceso de vuelta a la «normalidad» ya está tímidamente en marcha, lo que no sería malo si el crecimiento sigue mejorando de manera constante. Desde 2010, el crecimiento económico mundial ha sido en cierta medida decepcionante pero, al mismo tiempo, no ha sido tan frágil como para generar un riesgo real de una nueva recesión. Esta especie de «mundo de Ricitos de Oro» en el que hemos habitado ha sido relativamente benigno: los bancos han conseguido mantener alejados a los lobos mientras la avena se calienta en el horno.

Duración, duración, duración…

Durante algún tiempo, venimos evaluando la vulnerabilidad potencial de las carteras de renta fija si las previsiones de tipos de interés cambiaran radicalmente. Si la economía mundial continúa recuperándose —y creemos que lo hará—, la renta fija podría perder el atractivo que tuvo en el pasado. Si el dinero en manos de grandes inversores (weight of money o «peso del dinero») comienza a salir rápidamente de los mercados de bonos, podríamos volver a experimentar problemas de liquidez. Tomar la decisión correcta en lo que respecta a la exposición a la renta fija podría ser más importante en términos de asignación de activos que el posicionamiento sectorial y regional en renta variable en las carteras multiactivo. Por ejemplo, actualmente tenemos una exposición muy limitada a los bonos del Tesoro británico o los del Tesoro estadounidense, pues preferimos los fondos de deuda corporativa con vencimientos cortos y mandatos flexibles.

La intensificación de la búsqueda de rentabilidad ha empujado a los inversores a asumir mayores riesgos en el mercado de bonos corporativos. El argumento de la valoración a favor de los bonos corporativos de alto rendimiento sigue centrándose en su diferencial respecto a los bonos públicos: el mantenimiento de las actuales políticas monetarias de los bancos centrales ha sido instrumental para la contención de los tipos de interés y de los rendimientos de los bonos, así como para el apuntalamiento de los mercados de renta variable y la limitación de los impagos en el segmento de deuda corporativa. Sin embargo, los bonos de alto rendimiento han registrado importantes entradas de capital, y el argumento de que sus cupones ofrecen una compensación suficiente por los riesgos asumidos por el inversor es cada vez más difícil de sostener, especialmente si los tipos empezaran a subir. De igual manera, la deuda emergente es otra área que nos preocupa.

…Ubicación, ubicación, ubicación…

Debido, en parte, a nuestra perspectiva sobre los peligros potenciales del mercado de bonos, hemos trasladado parte de nuestra exposición al mercado inmobiliario. En algunos aspectos, los activos inmobiliarios pueden considerarse como un escalón intermedio para los inversores que quieren salir de la renta fija pero no se sienten aún preparados para entrar en renta variable. Ofrecen rentabilidades similares a las de los bonos de alto rendimiento, pero presentan muchos menos problemas de valoración. En comparación con la gran cantidad de dinero que se ha destinado a la renta fija en los últimos años, el mercado inmobiliario ha atraído muy poca inversión directa. Aunque no esperamos grandes plusvalías a corto plazo, las rentabilidades actuales de los inmuebles terciarios son relativamente atractivas. Prevemos una rentabilidad de en torno al 4,5%-5% a lo largo del año si se aplican estrategias bien gestionadas.

Columna de opinión de Bill McQuaker, co-director de renta variable y director de Multiactivos de Henderson Global Investors.

El necesario cambio de chip

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El necesario cambio de chip
Foto: MichaelBueker. El necesario cambio de chip

No nos debemos confundir: más temprano que tarde, la Reserva Federal empezará a desmontar su política de expansión monetaria. Lo de las últimas semanas nos ha mostrado que seguiremos disfrutando  de dólares por unos meses, pero ya la FED fue clara en que esa expansión, tiene que desaparecer. Esto lo saben los inversionistas globales, quienes anticipan que en septiembre o en diciembre, la FED anunciará una disminución del monto de compra mensual de bonos, de U$ 85 billones a U$65 billones. Esto, de manera lógica, disminuirá la oferta relativa de dólares a la economía global, y el flujo que durante mucho tiempo mantuvo a los activos de mercados emergentes al alza, se irá reduciendo.
 
Al tiempo, hay un hecho en el crecimiento relativo que es interesante: mientras USA empieza a recuperarse de una manera importante (por eso la FED empezará a disminuir la velocidad), las economías emergentes pasan por momentos menos gratos, especialmente por la caída en el precio de los bienes básicos. Es decir, mientras todo pinta bien para USA, en términos relativos para los emergentes, no lo es. Ojo, términos relativos, porque un crecimiento de China al 7.5%, es mejor que el de USA al 3%, pero ambos vienen en tendencia contraria, por poner sólo un ejemplo.
 
Esto quiere decir varias cosas: la primera y más evidente, es que tenemos que volver a los fundamentales económicos y empresariales de países y empresas emergentes, para encontrar activos con atractivo de inversión; la segunda, que ante este nuevo panorama, muchos flujos que salieron en las últimas semanas de los mercados emergentes, no volverán y se quedarán, inevitablemente, buscando mejores oportunidades en USA. Por una razón además poderosa: la perspectiva de todos los analistas, es a una apreciación del dólar norteamericano frente a las demás monedas globales en los próximos años. Recordemos que por monto, los 28 billones de dólares que salieron de bonos y acciones emergentes en el mes de junio, son la cantidad más grande en la historia de flujos que se van; y que habían llegado de la mano con inversiones en bonos corporativos norteamericanos durante el año anterior. De todas las regiones, América Latina fue la que más dinero, como proporción de sus activos totales, vio retirado durante junio, lo que demuestra que aún a los ojos de los grandes jugadores, somos una región comparativamente vulnerable.
 
Los que sigan con detenimiento el informe de Flujo de Fondos publicado por la FED, encontrarán algunos detalles interesantes, pero el que más me llama la atención es el que muestra que, a este ritmo, los fondos mutuos de acciones norteamericanas  superarán el monto comprado en acciones en 2009 (que fue de 1,12 trillones de dólares)  y dejarán muy atrás a los años 2010 y 2012, cuando en promedio compraron 654 billones de dólares.
 
¿Quiere esto decir que los emergentes seguirán descuadrándose? No necesariamente, pero las valorizaciones ‘exageradas’ que se vieron en algunos episodios no volverán a registrarse. Oportunidades existirán siempre, porque un activo desvalorizado siempre será atractivo, pero de largo plazo y de manera sostenida, como estábamos acostumbrados, ya no lo harán. Es decir, en mercados emergentes entramos en una etapa de mucha transacción, en que la compra y venta en períodos muy cortos de tiempo (meses), será la estrategia y la norma a seguir.
 
Es claro que las condiciones pueden cambiar, pero quizá no valga la pena emocionarse por algunos impulsos momentáneos que pueden venir de datos específicos: un repunte del PMI en China, estabilización de las condiciones monetarias en ese país, entre otras. La época en que los emergentes dieron una cosecha abundante, parece estar terminando.
 
Un tema a reflexionar, es que la mayoría de analistas y administradores de portafolios del mercado financiero, especialmente de América Latina, son personas formadas en el ejercicio luego del año 2000; por lo cual conocen únicamente la historia de cuando las acciones emergentes subían, las tasas de los bonos caían, las colocaciones de deuda eran abundantes, entre otras muchas cosas. Y peor, es que muchos de estos agentes no han empezado a cambiar el chip, y siguen pensando que los fundamentos de inversión hoy, puede ser iguales a los de la década pasada.
 

Mantener el equilibrio mientras los mercados se tambalean

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Mantener el equilibrio mientras los mercados se tambalean
Wikimedia CommonsFoto: Tightrope walking, Wiros. Keeping Your Balance During Shaky Markets

Los mercados tienen sus subidas y sus bajadas, pero desde hace 15 años no veíamos como un amplio sector de los mercados globales caía al mismo tiempo, activos con riesgo y “libres de riesgo» por igual.

Pero lo más desconcertante para los inversores es que la parte de su cartera que históricamente tiene más probabilidad de proporcionar estabilidad – los bonos del Tesoro – parecen ser en estos momentos parte de la volatilidad. No muchos inversores han tenido la experiencia de vivir un periodo con tanta inestabilidad, y mucho menos obtener beneficio de ella.

Los catalizadores de esta volatilidad incluyen los recientes comentarios de la Reserva Federal sobre la desaceleración en su programa de compra de bonos, indicadores de un menor crecimiento de la economía de China, la indecisión de la zona euro, la incertidumbre política desde Brasil hasta Turquía y la desaceleración del crecimiento en muchos mercados emergentes. Muchos de estos catalizadores se reducen a los temores sobre el futuro, en vez de centrarse en los aspectos positivos. Después de todo, la visión de  Ben Bernanke de reducir gradualmente la política monetaria expansiva, creemos que se basa en la creciente uniformidad de los datos económicos positivos.

Pero sea cual sea la causa subyacente, los mercados han reaccionado con alarma, lo que dificulta a los inversores decidir que hacer.

En mercados más normales, la diversificación ha mantenido a los inversores en un curso firme, con los bonos del Tesoro actuando como lastre para la estabilidad de la cartera. Incluso dentro del mercado de bonos, la diversificación ha sido por lo general un enfoque prudente. Esto se debe a que conllevan dos riesgos principales: riesgo de tipos de interés y riesgo de crédito. En una economía débil, las valores con elevada calidad crediticia como los bonos del Tesoro, tienden a comportarse bien. Sin embargo, en momentos de crecimiento económico y tipos de interés al alza, suelen brillar los bonos de crédito high yield. Si el inversor combina ambos tipos de bonos, con un enfoque “barbell” (cartera con posiciones concentradas en el tramo corto y largo de la curva), su cartera de bonos tiene el potencial de comportarse mejor que el resto de mercados.

Bueno, al menos debería, pues es cierto que el enfoque «barbell» no ha funcionado en los últimos dos meses. Pero, ¿está muerto? Algunos inversores creen que si, pero nosotros no.

Los spreads y los tipos de interés se han movido históricamente en direcciones opuestas, así cuando las tasas suben, los spreads se estrechan y el crédito se comporta bien. Actualmente, se están moviendo juntos, es decir, el precio del crédito y de los bonos de gobierno está cayendo al mismo tiempo. Esto es relativamente raro que ocurra.

En cualquier caso, el enfoque “barbell” en crédito, ha funcionado bien en los últimos 20 años. El único momento en el que no funcionó fue en 1994.  En periodos de crisis importantes no se ha comportado bien, pero como casi todas las estrategias de bonos, pero esto se debió fundamentalmente a liquidaciones masivas de crédito.

La diversificación entre sectores, industrias y valores es obligatoria. Igualmente importante es tener la flexibilidad de modificar la asignación entre sectores cuando sea necesario. En pocas palabras, una estrategia “barbell” debería evitar sectores, industrias y valores con elevado riesgo de ser problemáticas, pero manteniéndose alerta para entrar de manera oportunista en sectores cuando los precios son muy bajos.

Hemos visto numerosos ciclos de tipos de interés y crédito durante los últimos 20 años, incluso varias crisis de crédito sistémicas y globales. Pero una fuerte selección de crédito y una asignación más oportunista hacia sectores “distressed”, proporcionan durante tiempos de crisis un enfoque con potencial de recuperar fuertemente.

Cada nuevo giro del mercado o crisis es diferente, pero cada uno de ellos es también un eco del pasado. Creemos que la mejor respuesta a cualquier situación es tener una estrategia que permita mantener el equilibrio.

Columna de opinión de Paul DeNoon, director de Deuda de Mercados Emergentes de AllianceBernstein

Tres tendencias de comportamiento que pueden afectar su rendimiento de las inversiones

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Aunque en teoría pareciera que los mercados fueran eficientes, las tendencias de comportamiento de los inversionistas pueden explicar mucho acerca de qué activos son a menudo mal valuados.

Los inversionistas que creen en la llamada hipótesis del mercado eficiente fueron conmocionados  de nuevo cuando los mercados no tuvieron en cuenta toda la información disponible durante los días precipitados de los préstamos  dados por debajo del índice de mercado. De hecho, han tenido que ceder algo de terreno a los economistas conductuales que apuntan al papel que juegan las tendencias de comportamiento en las decisiones financieras.

La hipótesis del mercado eficiente esencialmente dice que los inversionistas no pueden vencer a los mercados a través del tiempo ya que los precios de las acciones se basan en toda la información disponible. El concepto destaca algunos tipos de estrategias de inversión pasivas, y puedo ver ciertas verdades en la hipótesis del mercado eficiente. Sin embargo, las tendencias pueden desempeñar un papel importante al afectar inconscientemente nuestra toma de decisiones.

Antes de comenzar a revisar sus estrategias y tácticas de inversión, se aconseja que revise algunas de las tendencias de comportamiento inherentes que afectan a muchos inversionistas individuales: conductas que pueden ser difíciles de reconocer y resolver para la mayoría de los inversionistas.

Tendencia 1: El exceso de confianza

La confianza puede convertirse fácilmente en un exceso de confianza después de algunas victorias fáciles:

Muchos inversionistas novatos tienen suerte: Con las primeras acciones que escogen les va muy bien.  Desafortunadamente, comienzan a creer en sí mismos. Ellos piensan que tienen un toque mágico, o peor, piensan que son más inteligentes que los demás.  Esto a menudo lleva al desastre….

Por lo tanto, el sabio inversionista no sólo sabe cómo reconocer las señales de exceso de confianza en sí mismo (por ejemplo, presumiendo sobre el rendimiento de sus inversiones a corto plazo), también sabe cómo meter el freno cuando las señales se hacen visibles. En otras palabras, aprendió a utilizar el razonamiento para hacer caso omiso de sus emociones.

Tendencia 2: La familiaridad

La segunda tendencia llamada tendencia de la familiaridad, puede hacer que algunos inversionistas estén muy concentrados en las oportunidades en sus propios países. Cuando se está más familiarizado y seguro de las oportunidades de inversión de sus propios países, a pesar de que es mucho más fácil que en el pasado el diversificar las inversiones a través de las geografías, se van con lo que saben y pueden entender fácilmente.

Un ejemplo de la familiaridad es la tendencia de los inversionistas de comprar acciones de las empresas para las que trabajan. De este modo, el inversionista puede llegar a asignar excesivamente en la acción de la compañía y estar expuesto a los riesgos sistemáticos que vienen de no estar diversificado. Las personas que asignan excesivamente en acciones de la compañía toman el riesgo de que sus activos y sus ingresos sean reducidos significativamente si la compañía pasa por un período de dificultades financieras. Para eliminar la tendencia de la familiaridad, una buena manera sería evaluar diferentes estrategias de inversión que normalmente utiliza con su asesor financiero y luego considerar implementar las que son apropiadas para alcanzar sus metas financieras específicas.

Tendencia 3: Anclaje

Una tercera y última tendencia a la que quiero referirme es la idea de anclaje, o de obsesionarse con la información del pasado y usar esa información para tomar decisiones de inversión que son inadecuadas.

Cuando los inversionistas se ven influenciados por esta tendencia, es posible que no sean capaces de quitar de su mente un objetivo determinado en venta, incluso si hay nueva información disponible o el panorama de inversión ha cambiado significativamente. Se quedan atascados e incluso pueden invertir en mercados que están cayendo si no pueden dejar de lado lo que ellos piensan que «debería» ser el precio.

Conócete a ti mismo

Sin embargo, las tres tendencias -la tendencia a ser demasiado confiado, de invertir en opciones que son familiares, y el anclaje- impactan a ambos inversionistas individuales y profesionales. Los inversionistas profesionales pueden tener más herramientas a su disposición para identificar sus propias tendencias de comportamiento. Para ponerlo en perspectiva, una industria completa se ha creado en torno a las ideas de los economistas conductuales para enseñar a la gente a entender sus propias tendencias en la inversión.

Quizás el mejor consejo para los inversionistas individuales con respecto a estas tendencias de  comportamiento es el siguiente: Evite tratar de sobrepasar a los mercados y en lugar trabaje para ser más astuto que usted mismo. A través de un auto-examen y la reflexión, usted puede aprender a reconocer sus propias tendencias de comportamiento se les meta en la cabeza. 

 

  *CFA Institute es una asociación global de profesionales de inversiones que administra el currículo para la acreditación de analistas financieros Chartered Financial Analyst. CFA Institute es una institución sin fines de lucro.

Podemos reconocer a aquellos que se van a beneficiar de la recuperación de EE.UU.

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Podemos reconocer a aquellos que se van a beneficiar de la recuperación de EE.UU.
Wikimedia CommonsPhoto: hu:User:Totya. We Look for Growth Opportunities and can Identify Beneficiaries of the US Recovery

Nuestras previsiones de crecimiento económico en los países en desarrollo han sido casi siempre muy superiores a las de los países desarrollados. Desde hace algún tiempo hemos realizado continuas revisiones a la baja en nuestras expectativas de crecimiento de las economías desarrolladas. Dicho panorama parece estar cambiando algo, ya que detectamos algunos indicios de noticias más positivas en varios países desarrollados, mientras que las economías emergentes presentan un panorama más difícil.

Seguimos muy interesados en los valores de alta rentabilidad, siempre y cuando estén respaldados por crecimiento de los flujos monetarios.

En EE.UU.,hemos asistido a un impulso económico considerable gracias al fuerte repunte de la confianza del consumidor. El gasto de las empresas sigue en niveles bajos a pesar de los sólidos balances, pero esperamos que se recupere a medida que vaya aumentado la confianza en el crecimiento entre los equipos directivos y se incremente la edad media de los equipamientos. Ante esta mejora y a fin de evitar el riesgo de generar burbujas, la Reserva Federal debatió sobre el repliegue de su programa de “flexibilización cuantitativa”, provocando una fuerte subida de las rentabilidades de los bonos que, a su vez, aumentó los costes de financiación a muchos prestatarios, especialmente en el importantísimo mercado hipotecario. No obstante, creemos que los precios siguen siendo asequibles y no creemos que los movimientos recientes frustren la recuperación.

En la zona del euro se han producido noticias mejores de lo esperado, pero partiendo claramente de niveles muy deprimidos. Alemania sigue relativamente bien y actualmente los datos de la confianza de consumidores y fabricantes son menos negativos en los países periféricos, destacando especialmente España y Grecia. En el Reino Unido, el mercado de la vivienda y el gasto privado parecen razonables y prevemos una cierta recuperación del sector de la construcción y de la producción de petróleo del mar del Norte en el segundo semestre. Hay pocos indicios de mejora en las exportaciones, pero el afianzamiento de la economía estadounidense podría mejorar las cosas. Actualmente somos optimistas con respecto a los riesgos relativos a nuestras previsiones.

Entre los sectores defensivos, el farmacéutico parece desde hace algún tiempo más atractivo

En Japón, la “Abenomía” está teniendo ya un impacto considerable. La confianza del consumidor ha aumentado considerablemente, la balanza comercial ha mejorado, la confianza empresarial muestra signos de recuperación y los precios al consumo se han movido al alza hasta una estabilización. Hemos incrementado nuestras previsiones del PIB de Japón para este año al 2,5%.

En cambio, China se ha visto afectada por cuestiones demográficas, riesgos inflacionistas y el deseado cambio en la economía de la inversión al consumo está resultando más difícil de conseguir. Además, las autoridades parecen dispuestas a resolver los problemas provocados por los bancos secundarios, lo que provoca una restricción del crédito a corto plazo. En este entorno, nos mostramos más precavidos con respecto al crecimiento en el futuro inmediato.

Los diferenciales de la deuda empresarial y de los mercados emergentes se han ampliado significativamente y parecen relativamente interesantes.

A pesar de las fuertes variaciones de los precios de muchos activos, no hemos realizado ningún cambio de calado en nuestras estrategias de renta variable. Seguimos muy interesados en los valores de alta rentabilidad, siempre y cuando estén respaldados por crecimiento de los flujos monetarios. Buscamos oportunidades de crecimiento y podemos reconocer a aquellos que se van a beneficiar de la recuperación de EE. UU. Creemos que los fuertes se harán más fuertes y una actividad adecuada de fusiones y adquisiciones puede resultar favorable. La subida de las rentabilidades de los bonos reducirá el atractivo de las acciones de alta rentabilidad que se consideran equivalentes a bonos, pero este tiempo de acciones nunca nos ha entusiasmado. Entre los sectores defensivos, el farmacéutico parece desde hace algún tiempo más atractivo, ya que han aumentado las autorizaciones y crece el número de áreas potenciales para nuevos medicamentos.

Creemos que los motivos para el repliegue, como reflejo de la mayor solidez de la economía estadounidense y para reducir los riesgos de burbujas financieras, son favorables. Es evidente que muchos mercados de activos se han visto beneficiados por la flexibilización cuantitativa, que irá reduciéndose, aunque de forma gradual. Resulta inevitable que los inversores de algunos activos de riesgo consideren que las inversiones más seguras son una mejor alternativa, pues ahora ofrecen rentabilidades más elevadas, lo que podría provocar una mayor volatilidad a corto plazo. No obstante, el entorno de crecimiento y las perspectivas de beneficios empresariales son razonables y las valoraciones han mejorado. Buscaremos oportunidades para incrementar la inversión en renta variable durante las caídas del mercado. Creemos que los tipos de interés oficiales se van a mantener sin cambios durante algún tiempo en los principales mercados y, aunque las curvas de tipos podrían pronunciarse aún más, a corto plazo no prevemos un aumento considerable de las rentabilidades de los bonos del Estado. A pesar de ello, seguimos infravalorados debido a los niveles que alcanzan las valoraciones. Los diferenciales de la deuda empresarial y de los mercados emergentes se han ampliado significativamente y parecen relativamente interesantes. Nuevamente, una mayor debilidad en estos activos podría ofrecer oportunidades para comprar.

Columna de opinión de Mark Burgess, director de inversiones de Threadneedle

¿Tapering sí o no? Dos escenarios para el S&P 500

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Estos últimos años, el estímulo monetario de la Fed es sin duda el tema número uno en los mercados. El famoso QE parece haber provocado toda una serie de eventos: los retornos espectaculares de la renta fija, los nuevos récords del S&P 500, la sobrevaloración de los sectores defensivos, la descorrelación de los mercados con varios indicadores adelantados (índices de sorpresa, el ISM, confianza del consumidor, precios de las commodities) y, finalmente, la reacción irracional de los inversores a los datos macro (malas noticias son buenas noticias y viceversa). De hecho, el comportamiento del mercado estadounidense habría sido difícil de explicar en el actual entorno macro, sin esta pieza del puzzle que supone la recompra de activos. Así que nos hemos dado a la tarea de investigar el posible impacto del QE sobre la bolsa norteamericana y proyectamos su evolución en función de si hay o no tapering, es decir, retirada del estímulo.

              Metología: regresión lineal

Hemos hecho el ejercicio de efectuar una regresión lineal del crecimiento del S&P500 (primera derivada) sobre el crecimiento del crecimiento de la base monetaria de la    Fed segunda derivada), osea , sobre el ritmo del QE. ¿Por qué no ejecutamos una regresión directamente sobre el crecimiento de la base monetaria? El concepto es el siguiente: el PIB es en realidad un flujo de nueva producción durante un periodo de tiempo especificado; así,la contribución del crédito en el crecimiento del PIB tiene que provenir también del crecimiento en el flujo del crédito (segundaderivada). El QE está diseñado para aumentar esta acción crediticia, y el comportamiento del S&P500 debería reflejar el cambio del PIB; por lo tanto, regresar el crecimiento del S&P sobre el ritmo del QE es la solución lógica.Y de hecho, como vemos en el gráfico 1, los dos rangos de datos parecen bastante bien correlacionados. A raíz de la línea de regresión calculada (gráfico2), podemos ahora dar la vuelta al proceso: asumiendo una cierta evolución del QE,vamos a traducir la en nivelesd el S&P500.

 

Escenarios; tapering o no tapering

Este ejercicio permite vislumbrar dos posibles escenarios:

  1. No tapering: la Fed sigue comprando USD85Mmillones de deuda/mes; osea, no modifica el programa hasta finales de año
  2. Tapering; a partir de la siguiente reunión (17-18 de septiembre), la  Fed reduce el importe de compras por la mitad, a 42,5M millones/mes

        Los datos están presentados en intervalos semanales, por lo que su volatilidad está infraestimada (los niveles intrasemanales pueden variar más de lo que muestran los gráficos).

La proyección del QE y del S&P están marcada en los ámbitos grises.

Resultados: ¿hay que preocuparse?

Según los dos escenarios, estamos entrando en un periodo corto de caídas (1-2semanas), lo que nos dejará hacer compras para participar  en  los  récords  nuevos  del  mercado  americano  en agosto. A partir de ahí,vamos a ver dos correcciones más, antes de que el S&P500 alcance los máximos anuales y históricos en noviembre. No habrá rally de Santa Claus: el índice cerraría el año ligeramente por debajo de los niveles de noviembre.

A destacar que, según ambos escenarios en julio el S&P marcará el mínimo anual de 1.602. El máximo de noviembre ascenderá a 1.740 si no hay tapering o 1.700 si lo hay.

Pero la conclusión clave es que la bolsa norteamericana puede no ser tan susceptible a la salida del QE como parece, por lo que menos, no hasta finales del 2013. En este contexto, la preocupación de los inversores y comentaristas por el tapering puede ser exagerada. Al menos, siempre y cuando los datos macro no muestren un deterioro importante; pero no olvidemos que en este caso, la Fed no descarta incluso aumentar las compras.

Surfistas con canas

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Surfistas con canas
Foto cedidaIan Warmerdam, Director of Technology Investment at Henderson Global Investors.. Silver Surfers

La tecnología ya no es sólo cosa de jóvenes.

La población mundial está envejeciendo, a un ritmo cada vez más rápido. En países desarrollados como Japón y Alemania, un 24% y un 21% de la población, respectivamente, tiene 65 o más años. En EE.UU., se prevé que esta tendencia demográfica siga avanzando, con un 18% de la población por encima de los 65 en 2030. Asimismo, los países en vías de desarrollo como China, Brasil, Chile y Perú también están experimentando cambios demográficos: a medida que sus economías crecen, se constatan menores tasas de natalidad y una mayor esperanza de vida. Contrariamente a la creencia popular de que los consumidores de más edad tienden a evitar la tecnología, este creciente y cada vez más importante segmento demográfico está empezando a adoptarla.

En línea

En EE.UU., un estudio de Pew Internet publicado el año pasado reveló que, por primera vez, la mitad de los adultos de 65 o más años surfean la web, aunque los grupos de más edad tienden a realizar un rango más limitado de actividades online. Las personas de más 65 años utilizan los motores de búsqueda y el correo electrónico, pero son menos propensas que los grupos más jóvenes a utilizar redes sociales o realizar transacciones bancarias online. En el Reino Unido, un estudio de OFCOM mostró que en 2009 la adopción de Internet parecía estar impulsada por los grupos de más edad.

Una forma de tecnología móvil cuyo uso se ha incrementado entre distintos grupos de edad es el tablet. Los tablets no sólo son utilizadas por los jóvenes, las personas con una situación económica acomodada o los amantes de la tecnología, sino también, y cada vez más, por personas mayores y con ingresos medios. Según un estudio de la firma de consultoría internacional McKinsey & Co., «los tablets han cambiado el panorama tecnológico para las personas mayores».

En términos de facilidad de uso, la tecnología táctil de los tablets resulta mucho más asequible, al prescindir de teclados y botones complejos. El iPad de Apple, gracias a su formato intuitivo, atrae a aquellos consumidores de más edad que pueden tener problemas de movilidad. Asimismo, la tecnología de supresión de ruido ambiental del iPhone ha ganado adeptos entre la población con problemas de audición.

Áreas de crecimiento

Las compras por Internet también constituyen un segmento de crecimiento entre los consumidores de más edad, particularmente, aquellos que tienen problemas de movilidad. Consciente del potencial de crecimiento de este segmento de consumo, Amazon lanzó en abril su tienda online «50+ Active and Healthy Living Store», que ofrece productos de nutrición, bienestar, ejercicio y fitness, medicamentos, cuidado personal, belleza y entretenimiento para clientes de 50 o más años.

Los libros electrónicos también son populares. Este formato reduce la necesidad de desplazarse a una librería o biblioteca, ya que actualmente ya se puede acceder a miles de libros con un solo clic; además, se facilita la lectura gracias a la posibilidad de ajustar el tamaño de letra.

Otro sector que se está beneficiando de los avances tecnológicos es el de la salud. La adopción de dispositivos inalámbricos de control remoto —o tecnología de la «telemedicina»— se multiplicará por seis, hasta alcanzar a más de 1,8 millones de personas en todo el mundo en los próximos cuatro años, según un estudio de InMedica. Un tablet puede utilizarse como recordatorio de la medicación o de una cita médica, así como ofrecer acceso a mensajes y vídeos para los cuidadores o miembros de la familia del paciente. Los proveedores de servicios de atención sanitaria se están asociando con desarrolladores de software: por ejemplo, en el Reino Unido, el servicio nacional de salud (NHS) utiliza la aplicación de Microsoft HealthVault, que permite a los pacientes almacenar de forma segura y compartir a través de Internet información sobre su estado de salud.

Cada vez más, la tecnología está conquistando nuevos segmentos de la población y ayudando a mejorar nuestras vidas.

Ian Warmerdam es co-gestor del Fondo Henderson Global Technology