Los sobresaltos en renta variable ayudan a nuestros clientes a valorar un enfoque a largo plazo

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Los sobresaltos en renta variable ayudan a nuestros clientes a valorar un enfoque a largo plazo
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Kevin Dooley. Los sobresaltos en renta variable ayudan a nuestros clientes a valorar un enfoque a largo plazo

Después de cuatro años sin un retroceso significativo en el mercado, hemos pasado a no una, sino dos correcciones en el mercado en seis meses. Algo que ha sido duro para las emociones de los inversores, pero que es una buena práctica para ayudar a los clientes asesorados a hacer frente a lo que podríamos considerar como los rigores normales de las inversiones en renta variable. La caída del 12,7% en el mercado en agosto pasado no fue históricamente profunda. De hecho, fue menor que la pérdida media del 14,2% que hemos visto en las correcciones del mercado registradas desde 1980. Cuando se trata de lidiar con una recesión, sin embargo, los inversores han perdido la práctica. Y siguen estando muy enfocados a corto plazo.

Con los inversores manteniendo las acciones en cartera en una media de dos años o menos, es difícil que se den cuenta del verdadero valor de invertir en renta variable, y más difícil aún para los asesores construir carteras que cumplan con los objetivos a largo plazo de sus clientes. Si alguna vez hubo un buen momento para recuperar el enfoque en la inversión a largo plazo y alinear esos intereses con un gestor activo que hace lo mismo, este es el momento. Una de las mejores maneras de evitar el daño potencial de una venta durante una corrección del mercado es invertir a lo largo del ciclo, con la mirada puesta en lo que sucede al otro lado.

Esto requiere de convicción y una creencia real de que los managers cualificados pueden generar resultados superiores durante un ciclo de mercado completo. No estamos sugiriendo que los inversores adopten una perspectiva que es diferente de lo que hemos estado haciendo durante más de 90 años. Del mismo modo que los clientes necesitan sobrellevar las correcciones del mercado para recoger los frutos a largo plazo de la inversión en renta variable, estamos dispuestos a tolerar períodos de baja rentabilidad para capturar el potencial de ganancias a largo plazo.

Recientemente se nos preguntó si lareciente volatilidad del mercado ha marcado una «nueva normalidad». Puede ser un poco difícil conseguir que sus clientes lo vean de esa manera, pero está en juego la posibilidad de cumplir con sus objetivos a largo plazo. Tal vez sólo necesitan un poco más de práctica.

Doug Bailey es senior managing director y responsable de Ventas Nacionales de MFS.

El crowdlending… ¿una amenaza para la banca tradicional?

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El crowdlending… ¿una amenaza para la banca tradicional?
Foto: Flickr, Creative Commons. El crowdlending… ¿una amenaza para la banca tradicional?

Más de 5.000 millones al año sólo en Reino Unido; más de 2.000 millones al año solo en Europa continental; más de 10.000 millones al año en EE.UU. y los mercados asiáticos… éstos son los volúmenes que actualmente mueve el crowdlending a nivel mundial y muchos de vosotros os preguntaréis: ¿pero qué es el crowdlending? ¿cómo puede ser que uno de los mayores fenómenos del sector financiero y que ya mueve tales cantidades todavía sea un gran desconocido?

Para explicar rápidamente que es, podemos decir que el crowdlending consiste en conectar a través de un Marketplace online a inversores con necesidades de financiación. Es una de las patas del FinTech que más peso está tomando a nivel internacional y desde hace unos años, también en España.

Uno de los pioneros en nuestro país fue Arboribus, primera plataforma de crowdlending en financiar a empresas en 2013 y desde entonces creciendo más de un 300% cada año. Inversores y empresas se vuelcan hacia este nuevo instrumento que permite a la empresa no depender exclusivamente de la banca y al inversor, obtener unas rentabilidades elevadas con un riesgo moderado en un nuevo producto financiero que cada vez canaliza más ahorro.

El mecanismo es aparantemente sencillo: la plataforma filtra empresas sólidas y con capacidad de repago haciendo un estricto análisis de riesgos; las publica en el marketplace; los inversores deciden qué cantidad invertir e incluso a qué tipo de interés; cuando entre la suma de todos los inversores se alcanza el importe que la empresa desea de financiación, se formaliza la inversión. Todo sin que nadie se mueva del sofá, ni pase por notario, todos desde sus casas y despachos.

La aparición de este nuevo modelo tiene ventajas claras para las empresas, dado que dejan de depender exclusivamente de la banca para obtener financiación, algo que hemos visto durante estos años de crisis de crédito que ha llevado a la quiebra a numerosas empresas. Por tanto, para la pyme, no solo es algo positivo sino que es una necesidad estructural para mejorar su solidez.

Este modelo también tiene múltiples ventajas para el inversor, dado que puede obtener rentabilidades de entre el 4% y el 6% anual de forma recurrente, fiable y sin sobresaltos. Algo inédito en un entorno donde el tipo de interés está al 0%. Esto es posible porque el inversor, mediante el uso de nuevas tecnologías, está accediendo a un mercado hasta ahora en manos únicamente de la banca, convirtiéndose de hecho los ahorradores en un pequeño banco (la inversión mínima es desde 20 euros).

Pero volviendo a la pregunta que nos hacíamos al inicio, ¿cómo ve la banca la aparición de estas aplicaciones? ¿Cómo puede afectarle? Han sido varios presidentes los que avisan del peligro que las FinTech pueden suponer para la banca. Desde presidentes de bancos en EE.UU., donde ya se cuantifica la cuota de mercado que están perdiendo, hasta presidentes de bancos como el Santander o BBVA, que viendo las orejas al lobo reclaman “mayor regulación para la banca digital”, dirigiendo sus peticiones hacia un mayor proteccionismo para competir en «igualdad de condiciones«.

Como inciso, es curioso no escuchar hablar a los grandes bancos de “la necesidad de proteger a los consumidores a toda costa frente a potenciales perjuicios causados por la innovación financiera”, y más teniendo en cuenta que no quedan muy lejos ciertos escándalos que han salpicado a la banca estos últimos años.

Pero la realidad es que, en los mercados maduros, vemos cómo el crowdlending es un complemento a la financiación bancaria, que incluso también es positivo para el sistema financiero. Es sano para el sistema que una empresa tenga diversificadas sus fuentes de financiación, lo cual permitirá reducir las tasas de morosidad porque no dependerán de tensiones de liquidez del mercado de capitales.

Durante estos últimos años de crisis de crédito, podemos intuir que el crowdlending, de haber tenido la presencia adecuada, hubiera permitido a las empresas seguir obteniendo financiación y por ende, previsiblemente el porcentaje de quiebras hubiera sido menor, el paro no se habría agravado tanto y los efectos de la crisis hubieran sido más suaves.

Por tanto, para el sistema financiero, para las empresas, para los inversores e incluso para la propia banca tradicional, la aparición y crecimiento de instrumentos como el crowdlending no son una amenaza, sino una oportunidad.  

Columna de Roger Olivares, gestor en Arboribus

China está ralentizándose, no fundiéndose

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China está ralentizándose, no fundiéndose
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Javier Lastras . China está ralentizándose, no fundiéndose

«Aunque la economía china está atravesando un proceso de ralentización estructural, creemos que no sería correcto traducirlo en una hipótesis para una inminente «desaceleración brusca», ya que los legisladores todavía cuentan con una importante flexibilidad para apoyar el crecimiento. Los tipos de interés continúan estando muy por encima de cero, en el 4,35%, lo que deja un amplio margen para los recortes en una situación completamente diferente a la del mundo desarrollado. Aunque existe cierta preocupación acerca de que los nuevos recortes de tipos solo vayan a servir para incrementar la presión sobre la moneda, la extrema solidez de las reservas de divisas de China, con 3,3 billones de dólares, resulta suficiente para poder defender durante mucho más tiempo el nuevo régimen de flotación dirigida del país. Entretanto también se puede reducir de manera significativa el elevado coeficiente de reservas obligatorias para compensar la menor liquidez doméstica derivada de las salidas de capitales.

«A pesar de que el crecimiento económico de China, en su conjunto, se está ralentizando, el menor crecimiento del PIB global no ha hecho desaparecer algunas oportunidades atractivas de inversión en áreas de crecimiento estructural que no están vinculadas al crecimiento económico. Entre estas oportunidades encontramos inversiones dentro de los sectores dirigidos al consumo y a los servicios, como pueden ser empresas de salud, comercio electrónico o Internet, tales son los casos de China Biologic Partners, Baidu y TAL Education.

«Los temores alrededor de la depreciación del renminbi chino tienen algo de creíbles habida cuenta de su apreciación en los últimos años, ponderada en función de los mercados, y a ello no ha contribuido tampoco, por desgracia, la mala comunicación del banco central. No obstante, el sólido balance por cuenta corriente, los incrementos permanentes en las cuotas de mercado de las exportaciones internacionales y el deseo de hacer crecer el consumo son todos ellos factores que insinúan una depreciación tan solo limitada. A diferencia de otros países asiáticos, que temen una debilidad aún mayor de las divisas, mi previsión es que para el próximo ejercicio se permita una depreciación del renminbi de hasta el 5% en relación al dólar, al mismo tiempo que el Banco Popular de China incrementa de manera progresiva el papel de los mercados en la determinación del tipo de cambio. Asimismo, la aplicación reforzada de los controles de capitales existentes debería contribuir también a limitar el avance de las salidas, mientras que se debería estar cercar de concretar la reversión de las operaciones largas de carry trade con el renminbi.

«A pesar de la última intervención en el mercado chino a través de interruptores de circuito, que consideramos infundada, esperamos que las autoridades chinas puedan estabilizar en cierta medida el crecimiento. La agenda de reformas que persiguen los líderes chinos presta especial atención a acabar con la corrupción y a mejorar la rentabilidad de las empresas públicas, asignándole un mayor protagonismo al sector privado. En último término, estas medidas deberían traducirse en una mayor calidad del crecimiento, aunque se aminore su ritmo».

Rob Marshall-Lee es gestor del BNY Mellon Global Emerging Markets Fund.

 

 

 

 

¿Qué preocupará a los inversores a finales de 2016?

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¿Qué preocupará a los inversores a finales de 2016?
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Evil Erin . ¿Qué preocupará a los inversores a finales de 2016?

Ahora que los mercados encaran el tercer mes del año y con las perspectivas de los estrategas para este año ya publicadas, desde Eaton Vance creemos que estas previsiones tienden a ser inciertas, pues con frecuencia toman tendencias existentes y las proyectan al futuro. Un enfoque alternativo es tomar la perspectiva de los próximos 12 meses, mirando hacia atrás en el tiempo. En nuestras reuniones de inversión internas en Eaton Vance, denominamos a esta actividad “Reportero viajero del tiempo”. Les pedimos a nuestros administradores de cartera y analistas que se imaginen que son periodistas de negocios transportados un año en el futuro y que deben escribir un titular para The Wall Street Journal o Financial Times.

Invertir la pregunta desde una previsión a una mirada retrospectiva tiene la ventaja de alejarnos del ruido a corto plazo y adoptar una perspectiva a mayor plazo. También nos permite considerar una variedad de escenarios, en lugar de un cálculo estimado de un solo punto. En definitiva, ¿qué es lo que tiene más probabilidades de preocupar a los inversores a fines de 2016 al mirar al futuro en 2017? Se nos ocurren tres temas clave.

1. Política

2016 es un año de elecciones en Estados Unidos. En diciembre de 2016, sabremos quién es el próximo presidente de EE. UU. Ya está en curso la planificación para el Día de la Toma de Posesión, que será el 20 de enero de 2017. También conoceremos la composición del próximo Congreso. La expectación de las elecciones, así como los resultados en sí, es probable que tenga un impacto importante en los mercados de valores. También es probable que la siguiente administración tenga un efecto en el dólar de EE. UU.

2. Política del banco central

Hacia fines de 2015, el debate se centraba en si la Reserva Federal de EE. UU. aumentaría las tasas de interés. Entretanto, en Europa, el Banco Central Europeo (BCE) amplió su programa de flexibilización cuantitativa hasta “como mínimo” marzo de 2017, por eso la reunión de este mes será clave. El Banco de Japón (BdJ) ha seguido flexibilizando su política monetaria.

Con todo esto, es tentador concluir que la historia en 2016 será de políticas monetarias divergentes, con tasas al alza en EE. UU y manteniéndose bajas en Europa y Japón, y que el dólar seguirá fortaleciéndose en este contexto. Pero, ¿en qué estaremos pensando todos a fines del año?

Al segundo semestre de 2016, es bastante posible que el BCE y el Banco de Japón hayan comenzado a hablar acerca de reducir sus programas de flexibilización cuantitativa. A diciembre, se estará acercando la fecha final de marzo de 2017 para la flexibilización cuantitativa en Europa. Paralelamente, si el actual mercado de futuros para la tasa de fondos de la Reserva Federal es correcto, habremos tenido solo dos o tres aumentos de la tasa en EE. UU. Si hay señales de debilidad económica en EE. UU. en 2016, la Fed incluso puede detenerse después de la primera alza. En otras palabras, a final del año, es muy probable que la percepción de los inversionistas sea la opuesta, con la posibilidad de considerar a la Reserva Federal como el más prudente de estos tres bancos centrales.

3. Precios del petróleo

Desde mediados de 2014, los precios del petróleo se han mantenido a la baja. Al comenzar este 2016, parece probable que continúe la volatilidad en los mercados de energía. Pero, ¿cuál será el estado de las cosas a fines de año?

La demanda mundial de petróleo normalmente crece en alrededor del 1 % por año. Esto representa una demanda incremental de millón de barriles al día. Los menores precios del petróleo llevaron a drásticos recortes en el gasto de capital de las empresas petroleras. Esto significa menos proyectos para crear una oferta incremental. En ausencia de nuevos proyectos, los yacimientos de petróleo existentes se agotan; las tasas de disminución de la producción terrestre en Estados Unidos son especialmente altas. En otras palabras, es probable que el equilibrio entre la oferta y demanda de petróleo sea mucho más saludable en diciembre de 2016 que en enero.

A diciembre de 2016, algunos inversionistas también podrían encontrarse reaccionando a la reunión de noviembre de 2016 de la OPEP. Tal vez la OPEP ordenará una reducción de la producción de petróleo, lo que llevará a un alza en ese producto y los valores asociados. Si el dólar se debilita en el camino, o si hay una mejora en el panorama económico de China y otros mercados emergentes, eso también sostendría los precios del petróleo.

La curva de los futuros sugiere que el panorama para los precios del petróleo en 2017 será mejor que el panorama de 2016 (Anexo B).

Sea oportunista

Muchos inversores en acciones se centran en el siguiente trimestre o el siguiente año. Por consiguiente, los precios de las acciones logran con bastante precisión reflejar el panorama a corto plazo y tienden a valorarse rápidamente en cualquier cambio a ese panorama. En Eaton Vance, consideramos útil mirar más allá de las previsiones a 12 meses. Una forma de hacerlo es dar un salto al futuro mentalmente e imaginar qué importará a los mercados desde ese punto en adelante.

Creemos que la combinación de las elecciones en EE. UU., la política monetaria en evolución y los precios de los productos básicos (específicamente el petróleo) probablemente cambiarán el cálculo para los inversionistas a fines de 2016. En el caso de los inversionistas a largo plazo, eso presenta una oportunidad.

Latinoamérica espera un cambio de rumbo

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Latinoamérica espera un cambio de rumbo
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Nicolas Vollmer. Latinoamérica espera un cambio de rumbo

Como han descubierto muchos países exportadores de materias primas, lo que antes era un estímulo para el crecimiento económico y la prosperidad se ha convertido en uno de los principales motivos de preocupación.

En los últimos cinco años, el comportamiento económico de Latinoamérica ha sido mediocre. Con la desaceleración de las economías y el nerviosismo de los inversores inducido por factores externos, el sentimiento bajista se hizo fuerte y provocó una caída del índice MSCI Latin America cercana al 60% en dólares desde su pico de 2011.

Las divisas han desempeñado un papel significativo en el agravamiento de las pérdidas a causa de sus pronunciadas depreciaciones. En el caso del mercado mexicano el peso, muy negociado, perdió un 17% frente al dólar en 2015. Esta depreciación fue casi totalmente responsable de la desaparición de la rentabilidad de los inversores en dólares durante el año. En nuestra opinión, esta trayectoria no continuará cuando las divisas se aproximen a su valor razonable, pero la volatilidad podría persistir en el futuro previsible.

Brasil: los problemas políticos agravan los económicos

En Brasil, donde la actividad económica se ha debilitado, el descenso asociado de los ingresos fiscales se ha agravado debido a la no limitación de los gastos. El gasto federal ha aumentado rápidamente y ya se sitúa en el 18% del PIB; de esta cantidad, un alto porcentaje ya se ha vuelto gasto permanente. El 90% de este gasto está protegido por la Constitución y solo las pensiones representan más del 11% del PIB. De hecho, el compromiso de las pensiones ya es proporcionalmente mayor que en Japón, cuya población es mucho más vieja.

Los problemas económicos han resultado un terreno fértil para las crisis políticas. El último suceso ha sido la dimisión del ministro nombrado en diciembre para hacer frente al déficit fiscal, mientras que la oposición está intentando destituir a la presidenta Dilma Rousseff en base a la acusación de haber alterado la contabilidad nacional para ocultar la verdadera dimensión de la deuda pública.

En respuesta a estos problemas, el real se ha depreciado rápidamente, y a su vez ha desencadenado una reacción del banco central, preocupado por el aumento de la inflación. Desde el otoño de 2014, el banco ha subido tres puntos porcentuales los tipos de interés, y mantiene el tipo de referencia en el 14,25% desde julio pasado. Los mercados financieros temen que los altos tipos de interés necesarios para controlar la inflación y limitar la depreciación de la divisa puedan impedir el cumplimiento de las obligaciones de servicio de la deuda del país. Aunque la situación es precaria, la depreciación de la divisa al menos ha servido para reducir el déficit por cuenta corriente.

México: fundamentales estables

En comparación con el resto de la región, México es un oasis de estabilidad. El crecimiento económico se ha mantenido estable y el FMI prevé un crecimiento del PIB del 2,6% en 2016. La economía se beneficia de sus estrechos vínculos con EE.UU. y ofrece unos costes laborales competitivos con una media inferior a la de China. Por lo tanto, una economía estadounidense saludable es positiva para México, no solo por la vía del comercio bilateral, sino también por las remesas de los mexicanos que trabajan en EE.UU. Pese a la depreciación del peso durante el último año, la tasa de inflación no se ha acelerado y actualmente apenas llega al 2,1%. Esta tasa, combinada con los bajos niveles de desempleo, respalda la confianza de los consumidores.

Estas señales son alentadoras para los inversores en la región; si bien Brasil sigue siendo la economía más grande, la creciente importancia de México se refleja en la configuración del índice MSCI, donde su representación se aproxima al 40%.

Las valoraciones están en el extremo inferior del rango histórico

La historia a largo plazo del ratio precio/valor contable de la región muestra que los niveles de valoración actuales están cerca del extremo inferior del rango desde el año 2000. Esta situación ha creado oportunidades de adquisición selectiva de empresas de calidad a valoraciones atractivas en términos históricos.

¿Cuáles son los posibles catalizadores del cambio?

Existen varios posibles catalizadores que podrían invertir la opinión pesimista generalizada sobre la región latinoamericana. Es justo decir que, como principal mercado de la región, Brasil se encuentra en la raíz del problema. Un determinante esencial de la suerte de Brasil será la posible colaboración política traducida en unas reformas muy necesarias. La estabilidad política ocupa un lugar prominente en la lista de deseos de los mercados financieros y, por lo tanto, dicho cambio político es uno de los catalizadores clave para un cambio de rumbo. Si la actual propuesta de destitución de la presidenta Dilma Rousseff tiene éxito, se iniciaría una nueva era de cambio político. Dado que muchos de los problemas de Brasil son autoinfligidos, existen muchas probabilidades de que los mercados financieros reciban positivamente un nuevo liderazgo político. Sin la destitución de la presidenta, el siguiente catalizador positivo de un cambio político en Brasil podrían ser las elecciones generales de 2018. Más allá de la política, un repunte de las materias primas sería claramente beneficioso para la región. 

Columna de Ángel Ortiz, gestor de fondos de renta variable latinoamericana de Fidelity International.

Estoy preocupado

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Estoy preocupado
Foto: JimMullhaupt, FLickr, Creative Commons. Estoy preocupado

En el año 2007 ya existía una burbuja de deuda y empezó la crisis financiera que todos conocemos. Para intentar solucionarla, estos últimos años se ha experimentado un método que ha consistido en inyectar liquidez a mansalva por parte de los estados. Ahora nos encontramos en un 2016 con casi el doble de deuda que antes y menor crecimiento.

El mercado se está dando cuenta de que el consumo no se arregla con más deuda, ni con tipos a cero o en negativo. El bono a 10 años de Japón tiene tasa negativa. El sistema parece estar dando signos de agotamiento. Ahora vuelven las antiguas teorías de que para generar consumo habría que subir tipos…

El sistema financiero, y especialmente el europeo, está colapsado. Parece que a pesar de tanto stress test, los bancos siguen teniendo algo en su balance que no genera confianza a los inversores. Es el caso del Deutsche Bank.

Con los planes monetarios que los estados han llevado a cabo, lo único que hemos conseguido es retrasar el problema y no afrontar una solución para la economía real. Por cierto, muchas de las soluciones empleadas pueden tener efectos nocivos para la economía real. En definitiva, si las empresas no son capaces de generar beneficios, el riesgo a una recesión económica volverá.

Antes teníamos al Estado apoyando el sistema. Ahora cada vez está menos presente y con menos margen de maniobra. Son los inversores los que están sufriendo las pérdidas. A nivel macro, no vemos ninguna economía con fuerza para liderar una recuperación sostenible. Además, las principales economías están demasiado sincronizadas.

Algunas luces al final del túnel: el bajo precio del petróleo, tras 6 años de bajadas en los precios de las materias primas, parece que está tocando fondo y los mercados emergentes empiezan a dar señales de mejora.

Cuando la mayoría de los inversores estamos preocupados, mejor reflexionar antes de tomar decisiones. Tener cash y neutralizar riesgos sigue siendo una prioridad.

Columna de David Levy, de la EAFI DiverInvest.

El encuentro de dos mundos

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El encuentro de dos mundos
Foto: Nicola Corboy, Flickr, Creative Commons. El encuentro de dos mundos

Si bien el espectacular crecimiento de los fondos indexados había comenzado a sacudir los cimientos de la industria de gestión de activos desde la década de 1990, fue la crisis de 2008 la que puso en marcha un proceso de transformación aún más profundo y que se observa especialmente bien en el ámbito de las inversiones alternativas. Concretamente, y más allá del refuerzo de las normas que rigen actualmente los fondos de inversión libre o hedge funds, posiblemente el cambio más extraordinario de este sector haya sido la aparición y el formidable crecimiento de los fondos alternativos con formato UCITS en Europa.

Esta evolución se origina por varias razones. Las incertidumbres macroeconómicas actuales y la consiguiente volatilidad de los activos son ciertamente la causa de una mayor demanda de fondos diferentes y percibidos como de menor riesgo desde todos los puntos de vista. En menor medida, también podemos apreciar aquí el efecto de un cambio de paradigma en la configuración de las carteras: los inversores están pasando progresivamente de una asignación de activos basada en clases a una asignación de activos basada en factores que combinan fondos indexados con un conjunto diversificado de alfas y/o soluciones orientadas a un perfil de rentabilidad concreto.

Ante esta demanda, la oferta se ha adaptado y, por un lado, los gestores de fondos de inversión libre se han puesto rápidamente a revisar su modelo para satisfacer a los inversores europeos, que demandan vehículos alternativos mejor regulados, más transparentes y más líquidos; por otro, los gestores considerados tradicionales, empujados en parte por la competencia de los fondos indexados, han querido aprovechar la oportunidad que ofrece esta nueva demanda para liberarse de ciertas ataduras con el fin de ofrecer soluciones menos vinculadas a los índices de referencia.

Aunque se ha gastado mucha tinta debatiendo sobre las ventajas de este nuevo formato, no se ha hablado tanto sobre las consecuencias que ha comenzado a tener para la industria de la gestión de fondos el acercamiento de dos mundos que vivían de espaldas. En efecto, hasta hace muy poco, la gestión de fondos se caracterizaba por estar dividida en dos bandos: los fondos tradicionales, por un lado, y los fondos de inversión libre o hedge funds, por otro. Cada universo se inscribía en una comunidad de gestores, distribuidores y selectores bien diferenciada y con culturas propias. En primer lugar, más allá del análisis de la estrategia, los criterios de selección y seguimiento de los fondos eran sustancialmente diferentes. Para analizar los fondos de inversión libre, los elementos más importantes eran el uso de la red para identificar nuevos candidatos, la reputación del gestor dentro de la comunidad, el análisis de las estructuras operativas y las visitas físicas periódicas para identificar los riesgos potenciales. Para el analista de fondos tradicionales, por el contrario, estos elementos eran el uso de filtros sofisticados sobre grandes bases de datos, la estructura legal y los aspectos normativos relacionados con la distribución del fondo, así como un análisis muy regular y detallado de la cartera y de sus resultados. Además, aunque la visión macroeconómica del inversor es menos importante en el caso de los fondos de inversión libre, sí desempeña un papel crucial a la hora de decidir una inversión en un fondo tradicional, dada la gran influencia del mercado en las rentabilidades conseguidas. Por último, también se observarán diferencias notables en cuando al tamaño de los respectivos universos, la estructura típica de comisiones y el horizonte de inversión medio del cliente.

Sin embargo, como hemos señalado, desde hace ya algunos años los dos universos se solapan y, de golpe, los gestores se tienen que enfrentar a expectativas y comportamientos muy diversos por parte de los inversores. Además, los analistas se reúnen e intentan encontrar un lenguaje común. Es evidente que vamos a asistir a un maridaje de las dos culturas que terminará desembocando en la formación de un espacio que cubrirá toda la gestión de fondos. Esta evolución es beneficiosa para el inversor, en la medida en que amplía los productos a su disposición y aumenta la competencia entre los gestores. En cuanto al análisis, si las respectivas experiencias se combinan, se enriquecerán mutuamente y la calidad de la selección saldrá reforzada. Ese es precisamente el objetivo que perseguimos en SYZ, y para conseguirlo contamos con un equipo único consagrado a la búsqueda de gestores de inversiones brillantes, allí donde estén.

Columna de Michaël Malquarti, responsable del área de Manager Research and Alternative Investments de SYZ Asset Management

El Brexit y el simplismo

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CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Carlescs79.. londres

Hay cuestiones sobre las que uno puede responder con un simplismo fructífero. Al fin y al cabo, hay quien defiende que el simplismo es la última sofisticación. Sin embargo, política y simplismo son palabras que no pueden cohabitar en la misma frase. Por ello, darles una respuesta sobre la cuestión del Brexit no va a resultar simple.

Las encuestas en Reino Unido muestran hoy un apoyo del 50% a la idea del Brexit. Sin duda eso puede aumentar aún más hasta la celebración del referéndum, especialmente si los líderes euroescépticos se emplean a fondo en ridiculizar el “new deal” conseguido para el Reino Unido -firmado en la cumbre de la UE el pasado 19 de febrero-. Ciertamente, existen razones para apostar por una salida del Reino Unido de la UE. ¿Se las recuerdo? Una política de austeridad inspirada por Alemania y de exigida aplicación en todo el bloque. Los costes de los rescates a Grecia –y los que puedan venir-. La crisis de los refugiados. Una libra esterlina que está tan baja hoy como lo estuvo en los días más oscuros de la crisis financiera global –cuando toda la banca inglesa parecía que iba a desaparecer-. Un populismo político de un patriotismo trasnochado que también germina en el Reino Unido. Etc. Sí. Todas estas razones parecen contundentes. Pero en realidad no lo son. Solo son cosas obvias, y como tales, meras evidencias. Pero una evidencia no es razón o causa; por lo que no debemos caer en la tentación de apostar impulsivamente. Si uno observa (y escucha) con detenimiento, verá que existen aspectos que invitan a pensar que los votantes británicos finalmente respaldarán la continuidad del Reino Unido en la UE. Les expongo algunos.

1. Hasta hoy, Cameron y los líderes políticos de su partido (y de otros) no podían manifestar en público su apoyo por la permanencia. Al fin y al cabo, debían hacer creer que estaban dispuestos a contemplar la ruptura si la UE rechazaba las demandas del Reino Unido (bien jugado). En tales circunstancias, el monopolio de los discursos, los medios, las campañas y en definitiva, el monopolio de la atención pública, lo ha tenido en exclusiva el bloque del Brexit (salida). Y yo me pregunto. ¿A pesar de ese desequilibrio, solo han conseguido un respaldo del 50%? Pinta mal para ellos, ahora que “los otros” pueden empezar a hacer campaña por la permanencia.

2. El inteligente movimiento de Cameron, habiendo ofrecido la libertad de voto a sus ministros (levantando la disciplina de partido), ha resultado ser exactamente eso. Un movimiento muy inteligente. Pues en verdad la mayor parte de los líderes conservadores -con la excepción de Boris Johnson y Michael Gove- estarían ya dando soporte a Cameron en la idea de permanecer dentro de la UE bajo los nuevos acuerdos. Si es verdad que la libertad de voto hace del voto algo legítimo, la estrategia de Cameron ha cubierto con una pátina de legitimidad a su discurso -y el de sus ministros alineados-. Ciertamente una táctica algo mas soslayada a la que nos tienen acostumbrados los políticos de latitudes más meridionales.

3. Sin duda, los medios británicos seguirán de cerca este asunto hasta la fecha del referéndum. Según nos cuentan, Rupert Murdoch – cuyas empresas dominan el espectro mediático en el país- necesita la permanencia en la UE para consolidar sus negocios de televisión en Reino Unido, Alemania e Italia. Tal y como me describía una fuente ayer (de forma exquisita), la habilidad de un empresario está en ponerse del lado ganador, y teniendo en cuenta los intereses descritos, no es difícil imaginar por quién van a hacer campaña estos empresarios.

Si bien es cierto que existe un debate sobre los beneficios y los costes del Brexit, no es menos cierto que este debate no está teniendo lugar hoy, y probablemente no se dará hasta pocas semanas antes del referéndum. Es por ello que no debemos prestar mucha atención a las encuestas aún.

Debo admitir, no obstante, que la indefinición de las mismas seguirá inyectando nerviosismo en todos los activos británicos. Especialmente su divisa.

Acuerdos de asociación

Ya mirando mas a medio plazo –y a fin de inclinarme sobre la probabilidad de cada escenario-, observo por un lado a los que defienden la hipótesis de que sería más favorable para el Reino Unido una nueva relación económica con la UE “a la Noruega” o incluso “a la Suiza” (a través de la figura del Acuerdo de Asociación). Siendo honesto con ustedes, éste me parece un argumento muy poco sólido.

Estos acuerdos de asociación, firmados por Noruega y Suiza con la UE, incluyen cuatro condicionantes que no son negociables y que serán de exigido cumplimiento también para el Reino Unido, pues si se relajan en un caso, el resto pedirá también una revisión. Veamos. Según estos Acuerdos de Asociación: (1) Noruega y Suiza deben obedecer la regulación sobre los estándares comerciales vigentes en el mercado único de la UE, y no tendrán ningún derecho o voto en el diseño de tal regulación. (2) Noruega y Suiza deben trasponer todas las leyes relevantes de la UE en su legislación doméstica sin consulta a los votantes. (3) Los países asociados deben contribuir al presupuesto de la UE –entiendo que en menor medida que los países miembros-. (4) Los países asociados deben aceptar inmigración de la UE sin límites –no es de extrañar, pues, que Noruega y Suiza tengan hoy una proporción de inmigrantes de la UE mayor a la del Reino Unido-. El incumplimiento de estos requisitos por parte del Reino Unido (si decide salir de la UE y optar por un acuerdo de asociación) comportaría el bloqueo de los servicios de las empresas británicas en el mercado único. ¿Podría eso desembocar en muchas de estas entidades trasladando sus centrales fiscales a París, Fráncfort o Dublín, para poder operar en la UE? Seguro que esto les encantaría a estos gobiernos continentales. Con todo, no veo una ventaja clara de los acuerdos de asociación.

Por otro lado, están los que defienden que sería desfavorable para el Reino Unido optar por el Brexit, pues esto obligaría al Reino Unido a renegociar el acceso al mercado europeo único, mientras que los fabricantes de la Europa continental podrían seguir vendiendo en el Reino Unido bajo la normativa del la Organización Mundial del Comercio. Algo que debo acabar de contrastar. Fuentes consultadas nos explican que la especialización del Reino Unido en servicios hace de la permanencia en la UE algo crítico para el país, siendo, en cambio, indiferente para Alemania o Francia que Reino Unido sea, o no, miembro de la UE. Ayer me hicieron una pregunta sobre lo que podría pasar en este asunto. Respondí que necesitaba recabar mucha información y poner en orden todas las ideas. Aquí tienen el ejercicio. Les dije que no iba a ser simple. Tras la tarea, me inclino a pensar que no habrá Brexit. Aunque por supuesto, me puedo equivocar.

Columna de Álex Fusté, economista jefe de Andbank

Acciones y omisiones

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Acciones y omisiones
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Epic Fireworks. Acciones y omisiones

El ser humano peca tanto por la acción como por la omisión. La semana atrás hablé del “sesgo de la inacción”, aquel que surge cuando uno se paraliza y no toma decisiones (para nuestro caso, financieras). Pero existe una situación, que también es complicada de manejar, que es cuando el ser humano actúa mucho. Especialmente, en temas financieros, es un tema del que sufren las personas con una “sobreconfianza” extrema.

Vamos a ponerlo fácil: la sobreconfianza es aquella situación en la que muchas personas piensan que sus habilidades son mucho mejores que las del resto de la humanidad. Esto las lleva a cometer, en no pocas veces, imprudencias que son costosas. En los temas financieros esto se traduce en personas que compran y venden activos, pensando que tienen mejor información que el resto de personas o que creen que asimilan de mejor manera la información que tienen los demás o que pueden reaccionar más rápido o que pueden predecir el futuro de los mercados con exactitud (este último me encanta, porque se une con el consabido “lo sabía”, por lo cual el día de hoy, ven que en el pasado habían podido predecir el futuro que nos llevó a una situación particular…si lo sabían, hubieran actuado en consecuencia).

Generalmente, las personas que compran y venden activos generan un costo que no tienen en cuenta. Ven que, al poder predecir el retorno, piensan en una rentabilidad que muchas veces se ve “comida” por los costos en los que incurren. No son solo costos financieros, valga decir: el costo de tiempo, desgaste mental, entre otros, que implica el tratar de tomar decisiones basado en la sobreconfianza.

En mercados financieros, metámonos esto en la cabeza, no existe nadie que consistentemente sea mejor que el resto de personas. Nadie. Diversos estudios históricos muestran que personas que mueven sus inversiones constantemente, no obtienen una rentabilidad significativamente superior a los que tienen inversiones de mayor plazo.

Esto es así porque los mercados son dinámicos, y existe una diferencia radical entre “pegarle a todo en cada momento” y ver tendencias y aprovechar las oportunidades. Son dos cosas muy, pero muy diferentes. Piénsenlo un momento y verán que encuentran las diferencias.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la visión de Old Mutual sobre los temas tratados.

Opinión de Manuel García Ospina, vicepresidente de wealth management de Old Mutual Colombia.

Compliance es un asunto serio en América Latina

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Compliance es un asunto serio en América Latina
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Cliff. Compliance es un asunto serio en América Latina

2015 fue un año sin precedentes para las autoridades fiscales de América Latina.  Muchos más países en la región comenzaron a exigir mayores requerimientos en temas fiscales, lo que hizo que realizar operaciones a lo largo y ancho de la región se transformara en un desafío para muchas empresas.

Por ejemplo, Brasil expandió el requerimiento entre las empresas y el Gobierno con la facturación electrónica (e-invoicing), que impacta en la contabilidad en general, la gestión de inventario e incluso el área de recursos humanos. México, Perú, Uruguay, Ecuador, Colombia y Chile expandieron significativamente su legislación fiscal sobre facturación electrónica. A comienzos de 2016, ¿qué es lo que podemos esperar? Esperamos aún más desafíos… 

Automatizar la auditoría genera aumento de la recaudación para los gobiernos

Muchos gobiernos latinoamericanos hicieron obligatoria la facturación electrónica para frenar el fraude del pago del IVA (impuesto sobre el valor agregado). Un informe de la ONU estima que la evasión del IVA les cuesta a los gobiernos latinoamericanos entre un 17,8% a un 37% de su recaudación total por cada año, comparado con el 3% al 22% que representa esta evasión para otras sociedades basadas mayormente en el IVA

Esta obligatoriedad de emplear la facturación electrónica ya ha mostrado ser una eficiente herramienta para eliminar el fraude. Brasil, por ejemplo, colectó 58.000 millones de dólares en ingresos fiscales adicionales en un solo año, y México registró un aumento de recaudación del IVA del 34% en un solo trimestre, lo que le dio al país un retorno de 4,65 dólares por cada dólar gastado en auditoria. 

Hoy en día, en todos los gobiernos de América Latina se ve una marcada tendencia hacia la recopilación de datos aún más detallados – la contabilidad, registros de inventario, etc. – que permiten a los funcionarios poder verificar de manera automática las órdenes de compra, facturas y recibos de bienes.

Las autoridades gubernamentales expanden las acciones sobre el IVA a los impuestos sobre la nómina

Ahora que los gobiernos están comenzando a ver ingresos tangibles de sus programas de facturación electrónica, muchos países se están moviendo hacia otras potenciales áreas de fraude fiscal; en concreto, los impuestos sobre la nómina. El mismo informe de la ONU estima que la evasión de impuestos sobre la renta personal y corporativa es incluso más alta que la del IVA y que va desde el 46% al 49% de los ingresos totales de estos impuestos si se toma como referencia 2006-2010. Teniendo en cuenta que sólo la mitad de las economías de América Latina están bancarizadas y continúan estando basadas en una economía de efectivo, los impuestos sobre la nómina son un primer paso lógico para poner freno a esta evasión (aunque prevemos que en un futuro próximo, van a ir mucho más allá para abarcar las transacciones en efectivo, como las compras). México fue el primer país en introducir dicha legislación con su nómina electrónica en el 2014, requiriendo el registro electrónico de los recibos de la nómina. Brasil rápidamente siguió el ejemplo con una legislación de recursos humanos aún más amplia, el eSocial.

Negocios que son castigados cuando no efectúan sus compras localmente

En un esfuerzo adicional para aumentar los ingresos tributarios en el país y estabilizar sus economías emergentes, los gobiernos latinoamericanos están buscando a través de las regulaciones incentivar a las corporaciones a que utilicen proveedores locales, para la fabricación, así como también trabajadores locales, penalizando a aquellos que no lo hacen. En Brasil, los nuevos reportes escudriñan el inventario y la producción, dando al gobierno visibilidad de las cadenas de suministro y procesos de fabricación. Las autoridades impositivas de Brasil, SEFAZ, está utilizando esta información, junto con la facturación electrónica, para determinar la tasa de impuestos punitivos para las empresas que compran la mayoría de sus materias primas y suministros fuera del país. Bajo las reglas de la FCI de Brasil, si más del 60% de los bienes de la empresa provienen de exportaciones, su IVA es mayor.

Los gobiernos están examinando la manipulación de beneficios (es decir, la fuga de capitales)

Después de reclutar con éxito a empresas multinacionales a través de incentivos fiscales y la promesa de operaciones menos costosas, los países latinoamericanos están exigiendo una parte justa de los ingresos fiscales. Se estima en 154.000 millones de dólares el flujo de América Latina a jurisdicciones con tasas impositivas más bajas a través de los flujos de capitales ilícitos, según el informe de la ONU. Los países a nivel mundial, no sólo en América Latina, están implementando procedimientos para combatir este problema y garantizar que las empresas paguen impuestos en el país que realizan negocios, ya que se estima que entre el 4% y el 10% de los ingresos corporativos se pierden cada año en dicha «fuga de capitales». A petición de los gobiernos a nivel mundial, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), ha desarrollado un reporte país por país que proporciona un claro detalle de los beneficios, las ventas, los activos y los impuestos pagados, que se adoptarán en distintas líneas de negocios en el 2016.

El cumplimiento es un asunto serio en América Latina

Está claro que los gobiernos de toda América Latina toman la recaudación de impuestos muy en serio, y están implementando medidas integrales para reducir la evasión fiscal y el fraude a fin de maximizar sus ingresos. De hecho, México recientemente retuvo más de 384 millones de dólares en devoluciones del IVA a Colgate, Procter & Gamble y Unilever al auditar sus operaciones.

Las empresas multinacionales que operan en la región necesitan manejar sus operaciones de cumplimiento de forma proactiva, monitorear las tendencias para ver cuál es la próxima área que se verá afectada y determinar cómo deben actualizar sus procesos a fin de continuar cumpliendo con las normas locales, lo que constituye un desafío cuando se conducen operaciones en toda la región y ya no es una economía sino múltiples las que deben estar vigilando.  

Por Steve Sprague, VP de estrategia de producto de Invoiceware International.