Razones para ser optimistas en Brasil

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Razones para ser optimistas en Brasil
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Kirilos. Razones para ser optimistas en Brasil

En enero de 2016, las perspectivas de Brasil eran muy sombrías. El país había estado experimentando no sólo una recesión, sino también una parálisis política que frenaba la capacidad de la administración para poner en práctica medidas que mejorasen su posición fiscal. Además la confianza de los negocios y de los consumidores se estaban viendo afectadas. En ese momento, las bolsas brasileñas alcanzaron un punto bajo y los CDS tocaban el punto máximo.

Pero con la llegada de Michel Temer, como presidente interino, tras la destitución de Dilma Rousseff, esto ha cambiado. La nueva administración permitirá que se adopten las decisiones gubernamentales más importantes, restaurando la credibilidad y proporcionando un impulso muy necesario a la confianza de la inversión.

Desde una perspectiva top down, hay varias razones para ser optimistas. Situados en el 14,25%, los tipos de interés básicos del país son muy altos para los estándares mundiales. La inflación, tras alcanzar un máximo en 2015, ahora se está viniendo abajo y la recesión en curso rebaja las presiones relacionadas con la capacidad. Por lo tanto, existe un margen significativo para reducir los tipos de interés de los niveles actuales al 10% a finales de 2017.

Por otra parte, después de dos años de recesión severa –con una contracción del PIB del 3,8% en 2015, y una cifra del 3,5% esperada para 2016–, es probable que veamos una leve recuperación del crecimiento de cara al 2017, donde podríamos ver una cifra del 1%.

La alta calidad del nuevo equipo económico del gobierno ya está ayudando a impulsar la credibilidad de la política de Brasil. Por otra parte, estamos viendo los primeros signos de cambio en algunas de las empresas de propiedad estatal. Por ejemplo, Petrobras ha cambiado por completo sus gestores y ahora está trabajando de manera más consistente en la venta de activos y la restauración de su balance.

La perspectiva macro y empresarial sigue siendo un reto, pero si observamos la actual temporada de resultados, podemos decir que ha tocado fondo ya en varios sectores. Es importante tener en cuenta que el consumidor todavía está en mal estado dadas las expectativas de aumento del desempleo y la falta de disponibilidad de crédito al consumo. Por lo tanto, esperamos que la recuperación este a cargo de las inversiones y la producción industrial.

¿Dónde están las oportunidades?

Dado que los tipos se sitúan en el 14,25% y la inflación está cayendo, esperamos que las tasas bajen a partir de este nivel. Por otra parte, la credibilidad del nuevo gobierno puede reducir el riesgo país a los ojos de los inversores. Sin embargo, los fundamentos económicos siguen siendo difíciles y el consumo sigue bajo presión. Vemos oportunidades en las empresas que se benefician de menores tasas de interés, incluyendo los servicios públicos, los centros comerciales y algunos valores financieros no bancarios.

Como ejemplo, Iguatemi es una empresa de centros comerciales con una cartera de muy alta calidad, que debería permitirle resistir el entorno de consumo desafiante. Se espera que la empresa se beneficie del menor coste de la deuda.

Otro ejemplo es Telefónica Brasil, una empresa de telecomunicaciones, que probablemente se beneficie de la demanda elástica de sus servicios en un entorno macro débil, y de la demanda de datos, que sigue creciendo. La empresa sigue extrayendo sinergias de la adquisición de GVT. La acción ofrece una atractiva rentabilidad por dividendo, que también debería ayudar a su evolución, una vez que los tipos de interés empiecen a caer.

Ilan Furman es gestor de renta variable de mercados emergentes de Columbia Threadneedle Investments.

Terceras elecciones en España, Cataluña y la banca italiana: los riesgos que deberían preocupar a los inversores

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Terceras elecciones en España, Cataluña y la banca italiana: los riesgos que deberían preocupar a los inversores
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: R@úl . Terceras elecciones en España, Cataluña y la banca italiana: los riesgos que deberían preocupar a los inversores

Los inversores han aprendido que no hay un verano tranquilo para los mercados financieros. Desde la victoria del ‘sí’ al Brexit, los riesgos han aumentado considerablemente. Las luces rojas de advertencia están luciendo de nuevo en la economía global. Las encuestas de PMI del mundo muestran que la economía global tuvo su peor trimestre desde 2012, las primeras señales de recesión se están dejando ver en Reino Unido. Por otra parte, el riesgo geopolítico sigue creciendo, sobre todo en Europa y podría ser el principal impulsor de los mercados financieros y la economía mundial en los próximos meses.

La principal paradoja de este periodo es que los riesgos nunca han sido tan numerosos como hasta ahora, sin embargo, los inversores parecen estar bastante seguros en el futuro. El Índice de Riesgo Macro de Citi se encuentra actualmente en un 2,24, lo que demuestra que los inversores están bastante relajados. La brecha entre la visión del mercado y la situación económica no puede durar mucho tiempo. Tarde o temprano habrá una brutal vuelta a la realidad.

Todos los ojos se centran de nuevo en los bancos centrales en agosto. Se esperan mayores políticas de flexibilización monetaria por parte del Banco de Inglaterra y el Banco Central de Turquía. Además, como cada año, el principal foco de preocupación para los inversores será el encuentro económico de Jackson Hole, que se celebrará del 25 al 27 de agosto en Wyoming. Este año, el tema central será: “El diseño de marcos de política monetaria resilientes para el futuro”. El discurso de la presidenta de la Fed, Janet Yellen, será el centro de atención de los inversores, quienes buscarán alguna pista sobre la evolución de la política monetaria de EE.UU. y, en concreto,  el posible resultado de la reunión de septiembre de la Fed, que supone a día de hoy la mayor puerta abierta a una subida de tipos de interés en Estados Unidos este año.

Previsión global: aumentan los riesgos geopolíticos

Los riesgos están aumentando y, sin embargo, los inversores parecen algo relajados. El Índice de Riesgo Macro de Citi, que se usa como guía para medir la aversión al riesgo, se sitúa en un 2,24, lo que significa que los inversores no están preocupados por el futuro. El mismo optimismo se puede detectar en relación a los mercados emergentes: el índice de riesgo en el mercado de divisas emergentes de Barclays ha alcanzado recientemente su punto más bajo desde el comienzo de año. El riesgo está claramente infravalorado por los inversores. El importante hueco entre la percepción de los inversores y la realidad económica probablemente no dure mucho tiempo más. La vuelta a la realidad será complicada.

Uno de los posibles factores podría ser el aumento de los riesgos políticos en las próximas semanas. Tenemos a la vista seis elecciones clave y referéndums entre el 26 de septiembre y el 8 de noviembre en Europa y en Estados Unidos. Si España no logra formar gobierno y no hay acuerdos entre los partidos, el país se ve obligado a unas terceras elecciones, haciendo aún más inestable la situación. Además, el 26 de septiembre Cataluña someterá a referéndum el voto de confianza.

El referéndum en Italia, por su parte, podría dar lugar a la dimisión del primer ministro Matteo Renzi y abrir una nueva página de inestabilidad política para el país en el peor momento, ya que el problema del sector bancario italiano está todavía pendiente. Además, el referéndum sobre las cuotas de inmigración en Hungría podría confirmar el inexorable aumento del populismo en Europa y constituye un nuevo contratiempo para la Unión Europea, tan sólo unos meses después del Brexit. De hecho, cada uno de estos eventos tiene un pequeño impacto por sí mismo, pero es el conjunto de todos ellos en un corto periodo de tiempo lo que puede tener un efecto negativo en los mercados financieros y podría elevar la crisis de confianza en Europa. Desde septiembre, los inversores no tendrán tiempo de respirar. Los riesgos políticos están en la parte alta de la agenda.

 

Mirando el lado bueno de las cosas, los bancos centrales todavía tienen maneras de calmar a los mercados en el corto y medio plazo. Además, su acción fue decisiva para evitar el pánico financiero a raíz del referéndum de Reino Unido. No obstante, la omnipotencia del banco central está en decadencia y el riesgo planificador central puede ser mayor, más que nunca antes, en los próximos meses, con pocas herramientas y gobiernos clave, como el de los Estados Unidos, congelado por las elecciones generales.

El último informe anual del BIS fue muy claro al respecto: estamos en los límites de la política del banco central debido a los rendimientos decrecientes y un mayor riesgo de burbujas especulativas. A pesar de más de 660 recortes globales desde la caída de Lehman Brothers, el crecimiento está siendo muy leve. Los bancos centrales no tienen una idea precisa de qué hacer a continuación, pero el mercado parece no preocuparse mucho al respecto por el momento.

Con respecto a este asunto, los inversores se centrarán este mes en el discurso de Janet Yellen, en el Simposio de Jackson Hole. Sin embargo, no hay mucho que esperar. La información directa sobre el calendario de la próxima subida de tipos sin duda será escasa. Los riesgos a corto plazo, especialmente vinculados al Brexit, están disminuyendo, pero las perspectivas para la economía de EE.UU. siguen siendo mixtas.

El mercado laboral y el gasto de consumo están siguiendo una tendencia positiva, pero el PIB está mostrando señales de debilidad. El PIB en el segundo trimestre fue bastante decepcionante (1,2% vs. 2,5% esperado) y el PIB en el primer trimestre fue revisado a la baja (0,8% vs. 1,1% en la primera estimación). Desde mi punto de vista, la mejor oportunidad para aumentar los tipos de interés este año se mantiene en septiembre pero la decisión final del FOMC está cerca del 50/50 y dependerá fuertemente de los datos económicos que veamos durante julio y agosto.

Europa Occidental: «Es todo culpa de Brexit»

En Europa, la trayectoria del crecimiento económico se mantiene en duda. Será muy fácil culpar al Brexit de la desaceleración del crecimiento. No obstante, el proceso de la desaceleración del crecimiento comenzó a principios de 2016. Europa y Estados unidos se están aproximando al final del ciclo económico.

En Reino Unido, la construcción PMI, que es un indicador temprano de la tendencia del PIB, ya ha estado en contracción durante unos meses, lo que confirma que la economía del Reino Unido se habría desacelerado incluso si el país ha votado a favor de “Permanecer”. El resultado del referéndum sólo acelerará el proceso. De acuerdo con las estadísticas preliminares, Reino Unido será golpeado fuertemente a corto plazo. Los PMIs apuntan a una contracción post Brexit no vista desde 2009, mientras que el optimismo CBI empresarial cayó a -47 en julio desde el -5 el mes anterior, que es el nivel más bajo desde 2009.

La recesión está claramente en camino, como esperaba el Banco de Inglaterra. El banco central optó por el status quo en julio, pero podría decidir bajar los tipos de interés en la próxima reunión del 4 de agosto desde las primas señales que confirman que el crecimiento se está ralentizando tras el Brexit. El consenso espera que los tipos de interés bajen en 25 puntos básicos.

Es sólo una cuestión de tiempo antes de que el Reino Unido anuncie más medidas de flexibilización monetaria. El reto inmediato clave para el Reino Unido será hacer frente a un importante déficit por cuenta corriente, alcanzando casi el 7% del PIB. A largo plazo, no obstante, prevalece el optimismo para la economía británica. El único país que podría superar con éxito los retos de la salida de la Unión Europea es sin duda el Reino Unido.

En cuanto a la UE, el impacto es aún difícil de estimar. De acuerdo con el consenso de Bloomberg, el Brexit podría reducir el PIB de la zona euro un 0,1 puntos porcentuales en 2016 y en 0,3 en 2017. Estas estimaciones deben tomarse con precaución debido a las numerosas incertidumbres relativas al proceso político que acaba de comenzar.

Otra de las preocupaciones de la Unión Europea es la salud del sistema bancario italiano, que se ha estado deteriorando lenta, pero constantemente durante años. Los créditos morosos como porcentaje del total prestado alcanzan el 1,5% en Reino Unido, el 5% en Francia y el 18% en Italia. En total, la cartera vencida en el sector bancario italiano asciende a 400.000 millones de euros, que supone el 20% del PIB de Italia. Sin embargo, sólo el 10% de esta cantidad representa un verdadero riesgo inmediato.

Se trata de un nivel crítico, pero, en ningún caso, un problema que no se pueda revolver. Lo que falta es la voluntad política para actuar. De hecho, los bancos italianos son el árbol que oculta el bosque. El principal problema de Italia es la falta de crecimiento económico, a pesar de las reformas estructurales, especialmente en relación con el mercado de trabajo implementadas por Matteo Renzi.

El PIB italiano no ha aumentado en 15 años. ¡15 años de ausencia de crecimiento! Los problemas del sector bancario serán resueltos pero resurgirán de nuevo antes o después si el país no puede crear un crecimiento sostenible.

Christopher Dembik, analista financiero de Saxo Bank.

Blanquear o no blanquear, esa no es la cuestión

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Blanquear o no blanquear, esa no es la cuestión
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Nico Paix. Blanquear o no blanquear, esa no es la cuestión

Desde que se aprobó en Argentina la Ley de Sinceramiento Fiscal (Ley 27.260), algunas personas se han manifestado contrarias a blanquear sus activos en el exterior. En líneas generales, las razones que esgrimen para justificar dicha postura son las siguientes:

  1. Una vez que los activos que están fuera del país han sido exteriorizados, aun cuando no se los repatríe, el contribuyente en cuestión quedará sujeto a mayores impuestos.
  2. Al mismo tiempo, el propietario de los activos de que se trate tendrá un patrimonio mayor que responderá tanto por sus deudas como por hechos o acciones susceptibles de generar responsabilidad civil (mala praxis, accidentes de tránsito, deudas comerciales, juicios laborales, etc.).
  3. Una vez que el gobierno argentino tome conocimiento de la existencia de tales bienes, los mismos estarán sujetos al riesgo argentino (argumento que nos parece el más fuerte de todos a quienes hemos sido testigos del corralito financiero, del corralón, del Plan Bonex, del cepo cambiario y de sucesivos defaults).
  4. Una vez que esos activos pasen a integrar la declaración jurada del titular de los mismos, puede haber alguna repercusión en la seguridad personal de dicha persona.
  5. El blanqueo también tiene un efecto en procesos de divorcio, no solo presentes y futuros sino también pasados (a menos que el dueño de los bienes blanqueados los hubiera incluido en el acuerdo de separación de bienes firmado oportunamente).

Existen otros riesgos puntuales, que afectan a algunos contribuyentes y a otros no, y que han surgido por errores u omisiones de la Ley 27.260. Entre ellos, destacamos el tema de los seguros de vida contratados offshore y el de los trusts irrevocables ya existentes a la fecha de preexistencia. No vamos a referirnos a estas cuestiones en esta columna.

Si bien personalmente estamos 100% de acuerdo con todas y cada una de estas afirmaciones, especialmente aquella vinculada a la tradicional falta de seguridad jurídica argentina, también tenemos claro que el mundo cambió, que el intercambio automático de información financiera es ahora la regla y que quien decida no ingresar a la amnistía fiscal propuesta por el gobierno argentino, deberá optar entre operar con plazas financieras que van a informar a Argentina acerca de la existencia de sus cuentas bancarias, y/o con otras que por ahora no van a intercambiar esa información pero que tampoco los van a dejar manejarse con las comodidades a las que estaban acostumbrados.

La amnistía fiscal actualmente vigente se da en medio de un profundo cambio de paradigma que afecta a la industria de estructuración patrimonial y esto no es en absoluto un detalle menor. En este contexto, las razones que utilizan para justificar su decisión quienes no quieren entrar en el blanqueo, en realidad no son en absoluto suficientes para respaldar esa postura, pero justifican largamente la necesidad de estructurar sus patrimonios luego de haberse acogido a la amnistía.

Y es que existen estructuras legales que permiten mitigar todos los riesgos mencionados y que son aceptadas desde hace tiempo por AFIP y la justicia argentina. Nos referimos puntualmente al trust, aunque hay otras alternativas no tan ventajosas como ese, como ser el armado de una sociedad en el extranjero, la estructuración de un fideicomiso local y/o la redacción de un testamento, que también pueden (y deben) explorarse.

¿Qué es un trust?

Para definirlo de manera rápida y sencilla, diremos que el trust es un contrato mediante el cual una persona (settlor) transfiere la propiedad de ciertos activos a otra (trustee) para que los administre en beneficio de uno o más terceros (beneficiaries), y los transfiera definitivamente a éstos (u a otros beneficiarios) ante el cumplimiento de un plazo o el advenimiento de una condición (generalmente la muerte del settlor).  No se trata de una definición académica, pero resulta de utilidad a los efectos del presente análisis.

Este tipo de estructura permite no solo una adecuada administración de los activos en cuestión, sino también determinar con precisión las circunstancias relativas al traspaso de la propiedad de los mismos a los beneficiarios. Adicionalmente, desde el mismo momento en que se establece el trust, la propiedad de los bienes incluidos en él, salen del patrimonio del settlor (el dueño originario de los mismos), lo cual implica, por un lado, una serie de ventajas impositivas y, por el otro, que dichos activos queden automáticamente protegidos de cualquier acción legal por parte de eventuales acreedores del mismo y que no deban ser incluidos en las declaraciones de bienes personales de sus antiguos dueños.

Existen varias clases de trust: revocable, irrevocable, discrecional, no discrecional, etc., y muchas jurisdicciones donde constituirlos. Obviamente cada clase y jurisdicción deberá ser evaluada en detalle por un especialista internacional así como por asesores locales del settlor.

Es común oír a profesionales del Derecho sin mucha experiencia en estas cuestiones, decir que los trusts no son reconocidos por los regímenes de derecho civil vigentes en América Latina (entre los que se incluye obviamente Argentina), y que por ende, los mismos no son oponibles a terceros ni tienen efectos jurídicos. Muchos de estos argumentos se apoyan también en el hecho de que en estos países existe en general la herencia forzosa y en que la figura del trust es de origen anglosajón y no latino. Por más razonable que a simple vista parezca este argumento, el mismo no es correcto ni resiste la crítica.

De hecho, siempre y cuando se tomen los recaudos del caso al armarlos, los trusts son perfectamente válidos y sus efectos van a respetarse casi en su totalidad.

¿A que nos referimos cuando hablamos de que deben tomarse “los recaudos del caso”? 

Básicamente, queremos decir lo siguiente:

Si bien en América Latina solo Panamá ratificó la Convención de 1985 sobre Derecho Aplicable a los Fideicomisos y si Reconocimiento, muchos países de la región han aprobado leyes o regulaciones sobre el fideicomiso, entre ellos: Argentina, México, Brasil, Perú, Paraguay y Uruguay.

Siendo ello así, ningún juez en esos países puede sostener que la figura del trust sea ajena al régimen jurídico vigente allí, como si, ocurrió, por ejemplo, en España. En el caso puntual de Argentina, existen muchos fallos judiciales que establecen que son válidos los trusts irrevocables establecidos en países de alta tributación. Otros exigen adicionalmente razonabilidad en los términos y condiciones del trust, que el trustee sea independiente y/o que el settlor no sea a su vez beneficiario.

El último tema a considerar es el control que el settlor, de un modo u otro, ejercerá en la práctica en el funcionamiento del trust. A mayor control del settlor, obviamente mayor tranquilidad para él, pero al mismo tiempo, mayor será el riesgo de que la estructura pueda ser atacada sobre la base de que los activos en realidad nunca salieron de su patrimonio.

Sin perjuicio de lo dicho hasta aquí, debe considerarse la posibilidad de que aun cuando se declare válido el trust, si el mismo viola leyes de orden público en el país de que se trate (como ser el caso de normas sucesorias), es posible que el juez deba respetar lo que el trust establezca para activos ubicados fuera de dicho país pero que luego trate de compensar a través de la distribución/asignación de bienes ubicados allí. Se trata de otra cuestión que hay que analizar con el settlor al momento se armar la estructura, de manera de que se puedan alcanzar sus objetivos en lugar de que estos se vean frustrados por la acción de un juez.

Argentina tiene la jurisprudencia más rica y consistente de la región en materia de validez y efectos de los trusts. Es claro que en el caso de que una persona con residencia fiscal allí establezca un trust irrevocable en una jurisdicción de alta tributación (Nueva Zelanda, Reino Unido, Estados Unidos, etc.), contrate los servicios de un trustee independiente y no pretenda ser beneficiario del mismo, el trust en cuestión será válido y permitirá reducir los riesgos a los que aludimos al comienzo de la presente columna.

Otro tema a considerar a la hora de determinar la mejor estructura post-blanqueo, son los impuestos que paga cada tipo de inversión. A modo de ejemplo, si los bonos argentinos no pagan impuestos en cabeza de una persona física (o humana, en el lenguaje de la Ley 27.260), no tiene sentido colocar esa inversión debajo de una sociedad offshore o de un trust.

Hasta el momento todas estas cuestiones no tenían mayor relevancia porque en muchos casos la planificación pasaba por el ocultamiento y poco más. A partir de ahora habrá que cambiar el chip. Por ello, la cuestión no es si blanquear o no sino más bien qué hacer luego, una vez que los activos de que se trate han sido en efecto exteriorizados.

Fibras: buenos dividendos, pobres ganancias de capital en el segundo trimestre

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Fibras: buenos dividendos, pobres ganancias de capital en el segundo trimestre
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: TJDtrader. Mexican REITs (Fibras): Atractive Dividends, Poor Capital Gains in Q2

Los dividendos de las Fibras para el segundo trimestre de 2016 fueron, en términos generales, similares a los del trimestre anterior, aunque hubo diferencias al revisar caso por caso. El dividendo promedio para las 10 Fibras (REITs mexicanos) fue del 6,7% en el segundo semestre el cual fue muy similar al 6,6% que pagaron el trimestre anterior y superior al promedio que pagaron en 2015 que se ubicó en el 5,4% en promedio.

El rango de los dividendos al segundo trimestre fue muy amplio al ubicarse entre el 5,00% que pagó Fibra UNO (FUNO) y el 7,99% que pagó Fibra Terra (TERRA). Los dividendos más atractivos y que estuvieron por arriba del promedio, además de TERRA, fueron para Fibra Macquarie (FIBRAMQ) quien pagó el 7,97%; Fibra Prologis (FIBRAPL) con el 7,75% y Fibra Monterrey (FMTY) el 7,03%. En el otro extremo, los dividendos por debajo del promedio fueron para Fibra SHOP (FSHOP) con un 6,60%; Fibra Inn (FINN) un 6,42%; Fibra HD (FIBRAHD) un 6,38%; Fibra Hotel (FIHO) un 6,08%; Fibra Danhos (DANHOS) un 5,89% y Fibra UNO (FUNO) un 5,0%.

En todos los casos el dividendo se divide entre el precio de cierre de la fibra al 31 de diciembre de 2015 con fines comparativos, aunque cada inversionista tiene su propio dividendo en función del precio al que adquiere la Fibra.

Si se considera la reciente emisión de deuda de DANHOS a 3,5 años y que con calificación AAA paga una tasa de TIEE + 65 puntos base que equivale al 5,23% se puede decir que el dividendo de las Fibras es bueno, donde el riesgo es la volatilidad en el precio.

Al revisar el desempeño de las Fibras en términos de sus cotizaciones en 2016, se puede ver que 5 Fibras muestran un comportamiento positivo, una mantiene su precio sin cambios y 4 presentan perdidas en el acumulado en el año (al 31 de julio de 2016). Este resultado para las Fibras es mejor si se considera que en 2015 su desempeño de la industria fue negativo al reflejar una contracción del 9% donde solo 2 de 10 tuvieron un desempeño positivo en 2015.

Las Fibras con desempeño positivo son: FIBRAPL (13%); TERRA (11%); FIBRAMQ (10%); FMTY (4%) y FUNO (1%). Fibra HD no tuvo variación en su precio. Por otra parte, las Fibras con pérdidas en sus cotizaciones en el acumulado en el año (al 31 de julio) son: FIHO (-14%); FINN (-11%); DANHOS (-4%); y FSHOP (-1%).

Desde nuestro punto de vista los factores que explican el desempeño de las Fibras son: La expectativa de alza en tasas; así como las reaperturas y un mayor endeudamiento (emisiones de deuda).

Cuando las tasas suben los inversionistas demandan mayores dividendos a las Fibras y esto baja el precio de las Fibras. Mayores tasas también son mayores costos para financiar compras y esto pone presión sobre los márgenes.  En la medida que se auguren mayores alzas para las tasas de interés locales esto será una limitante en su desempeño.

Los dividendos los generan las rentas estables.  Las rentas suben con inflación o con el movimiento en el tipo de cambio, pero el aumento en el ingreso depende de cómo se tiene establecido en el contrato.

Otro punto a tomar en cuenta son las reaperturas y el endeudamiento. Las Fibras buscan economías de escala y por ello buscan hacerse de más recursos ya sea a través de reaperturas o de un mayor endeudamiento. Al momento de hacerse de recursos por cualquiera de estos mecanismos hay un periodo en el que el dinero tarda en colocarse en bienes raíces y esto afecta el desempeño tanto de la Fibra como del dividendo.

Las Fibras en México tienen 5 años de haber surgido como alternativa de inversión. 8 de las 10 Fibras que hay en el mercado han recurrido a la reapertura (las excepciones son DANHOS y PROLOGIS); mientras que 4 de 10 (FUNO, FSHOP, FINN y DANHOS) han utilizado la emisión de deuda en el mercado como mecanismo para hacerse de recursos.

Si se analizan las Fibras en función a su especialización se puede observar que las diversificadas en por lo menos dos de los tres sectores en los que participan, son las que mejores resultados han ofrecido (industriales, comerciales y oficinas).  Las especializadas en el sector industrial han tenido un  buen desempeño, no siendo así para las especializadas en hoteles y centros comerciales.

Columna de Arturo Hanono

 

¿Efecto contagio del Brexit? El S&P500 y el FTSE, por encima de niveles pre-referéndum

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¿Efecto contagio del Brexit? El S&P500 y el FTSE, por encima de niveles pre-referéndum
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: OliBac . ¿Efecto contagio del Brexit? El S&P500 y el FTSE, por encima de niveles pre-referéndum

Tras el Brexit, los mercados de activos se han ido serenando. Aunque la libra no ha repuntado, los mercados de renta variable se sitúan ahora cerca de sus niveles anteriores al referéndum, o incluso por encima de ellos en el caso del S&P 500 y el FTSE 100, este último favorecido por la presencia de numerosos exportadores beneficiados por la bajada de la libra.

Los tipos de los bonos de Estado siguen siendo inferiores a sus niveles anteriores al referéndum, pero no hemos observado ninguna revisión al alza significativa del riesgo de crédito. Esta calma relativa sin duda se explica por la rapidez de la transición política británica, y por el hecho de que el proceso de salida no será precipitado.

Esta serenidad financiera es un factor importante pues, aparte de los efectos directos sobre las importaciones británicas, la tensión de las condiciones financieras y el deterioro de la confianza constituían los principales vectores de contagio. En cualquier caso, es a través de éstos como se habrían podido verificar las hipótesis más negativas para el crecimiento mundial. La publicación de los índices PMI avanzados del mes de julio apuntan que, de momento, el impacto parece circunscribirse al Reino Unido. Eso no quita que tengamos por delante un largo proceso, que puede deparar nuevas sorpresas.

“Brexit means Brexit”

Tras el nombramiento de Theresa May como primera ministra, Philip Hammond, ex ministro de Asuntos Exteriores, ha sido designado al cargo de ministro de Hacienda. Sus últimas declaraciones dejan vislumbrar una pausa en los esfuerzos de reducción del déficit (-4,2% en el ejercicio fiscal 2015), y el abandono del objetivo de retorno al equilibrio en 2020 al final de la actual legislatura. No se espera el anuncio de presupuestos de emergencia antes de la presentación tradicional del presupuesto en el mes de noviembre.

Hammond ha abierto la puerta a una política presupuestaria más acomodaticia para los próximos años. Tal y como se esperaba, el Banco de Inglaterra ha recortado los tipos en 25 puntos básicos, aunque hay que recordar que Mark Carney, gobernador del BoE, no es muy partidario de los tipos negativos.

Parece claro que los británicos tardarán varios meses en activar el artículo 50. Pese a la insistencia de la Comisión Europea y de varios países, Angela Merkel desea dar tiempo a los británicos para que definan su planteamiento de cara a las negociaciones, y François Hollande ha compartido su punto de vista. El artículo 50 se debería activar a principios del año que viene, pero no habrá negociaciones informales sobre el fondo antes de esa fecha. En cambio, sin duda los británicos y la Unión Europea empezarán por debatir un código deontológico y un calendario para esas negociaciones. Concretamente, se trataría de autorizar al Reino Unido para que inicie conversaciones sobre nuevos acuerdos comerciales antes de su salida de la UE, cosa que tiene prohibida en la actualidad.

De momento, los efectos se ciñen al Reino Unido

Si cabía temer un contagio a través de los vectores de la confianza y los mercados financieros, este parece muy reducido por el momento. Efectivamente, el Reino Unido se ha visto afectado por diversas vías. La más destacada ha sido la caída de la divisa británica, que ha empezado a empujar al alza losprecios de las importaciones, lo cual debería desembocar en unaumento de la inflación y lastrar el consumo.

Los precios del sector inmobiliario comercial están bajo presión, lo que ha provocado cierres de fondos abiertos invertidos en esa categoría de activos, que han llevado a algunos a comparar la situación actual con los comienzos de la crisis financiera en 2007. Pero la situación que tenemos hoy es totalmente diferente. Por entonces, se trataba de productos monetarios “dinámicos” que para las empresas conllevaban un riesgo de falta de acceso a su tesorería; hoy, en cambio, se trata de productos considerados de mayor riesgo. Por otra parte, esta vez el activo subyacente es físico, y por tanto más fácil de evaluar y transmitir que un tramo de obligaciones con garantía de deuda.

En un contexto de tipos de interés bajos, el nivel de rentabilidad puede resultar atractivo para los inversores institucionales, sobre todo si la transacción se lleva a cabo a un precio infravalorado. Por ejemplo, según Bloomberg, el fondo soberano noruego ha comprado a Aberdeen Asset Management un complejo inmobiliario con un descuento del 15%. Por tanto, se trata ante todo de un problema de liquidez, más que de solvencia: esos fondos compran activos muy poco líquidos y prometen una liquidez diaria. Quienes habían conservado un cesto de tesorería importante no han necesitado cerrar.

Globalmente, las condiciones financieras siguen siendo acomodaticias tanto en el Reino Unido como en la zona euro. Sin embargo, en un contexto donde está en cuestión el marco institucional de la actividad internacional de las empresas británicas, en general las empresas restringen sus actividades. Los índices PMI avanzados publicados el 22 de julio apuntan ahora una contracción de la actividad.

A juzgar por los primeros indicadores correspondientes al mes de julio, parece que de momento la zona euro no se ha visto muy afectada. La confianza de los consumidores solo ha bajado marginalmente, y el PMI compuesto retrocede tan solo 0,2 puntos, situándose en 52,9, a pesar de que el consenso barajaba una caída más fuerte, al 52,5. Este nivel sigue siendo compatible con un crecimiento anual del 1,5%.

El comportamiento de los diferenciales de crédito de los países periféricos demuestra que, por ahora, los mercados descartan el contagio “político”. Está claro que la actuación del Banco Central Europeo limita el riesgo de derrape de estas obligaciones, pero también hay que tener en cuenta el resultado de las elecciones españolas del 26 de junio, cuando fracasaron las maniobras de Podemos para conquistar el poder.

De momento, ningún otro país ha anunciado su voluntad de celebrar un referéndum sobre la permanencia en la Unión Europea. No obstante, en un contexto de enfado de una parte nada desdeñable de la población de los países desarrollados, en el que ya no se escucha a las élites y a los expertos, y las cuestiones migratorias se imponen a las cuestiones económicas, la política puede seguir siendo una fuente de sorpresas durante los próximos meses.

De momento, las consecuencias del voto británico parecen concentrarse en el Reino Unido, y los indicadores de la zona euro resultan tranquilizadores. Si se confirma, la ausencia de contagio financiero y de impacto en la confianza significa queel crecimiento de la demanda interna de la zona euro debería seguir siendo sostenido, y el efecto se limitaría al comercio exterior.

Como la coyuntura estadounidense también presenta signos tranquilizadores, y la actividad se está estabilizando en algunos países emergentes que padecen recesión, el segundo semestre podría reservarnos sorpresas favorables en materia de actividad económica. Estas podrían ser un factor de apoyo a los activos de riesgo, tras una primera mitad de año difícil, máxime a la vista de unos resultados del segundo semestre algo mejores de lo esperado.

A la espera de la activación del artículo 50, el Brexit debería pasar a segundo plano, pero el referéndum italiano del mes de octubre y las elecciones presidenciales de Estados Unidos de América sin duda seguirán dando pábilo a la incertidumbre política.

Julien-Pierre Nouen, economista y estratega de Lazard Frères Gestion, filial de dedicada a la gestión de activos de la Compagnie Financière Lazard Frères.

¿Cómo evolucionan los mercados de bonos tras el Brexit?

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¿Cómo evolucionan los mercados de bonos tras el Brexit?
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Thomas Leuthardc. ¿Cómo evolucionan los mercados de bonos tras el Brexit?

Un mes antes del Brexit, el mercado y los comentarios de Yellen, presidenta de la Reserva Federal de los Estados Unidos, apuntaban a un aumento de las tasas para julio de 2016. Con el anuncio de un bajo número en las nóminas salariales en mayo, el mercado redujo las expectativas de una subida de los tipos y Yellen, por su parte, cambió su tono extremista por uno más moderado. Además, en los últimos años, el mercado ha sido sistemáticamente más escéptico que la Reserva Federal sobre las expectativas de aumentos de las tasas.

El gráfico muestra como el  pronóstico de “puntos” de la Reserva Federal para los fondos federales hasta diciembre de 2017 disminuyó de 2,4 % en diciembre de 2015 a 1,6 % en junio de 2016. Las expectativas del mercado, como lo indican los contratos de futuros de fondos federales, bajaron de 1,4% a 0,45% durante el mismo período.

La Reserva Federal dio el primer paso hacia el ajuste en diciembre de 2015, pero parece que todo el plan está ahora en suspenso. Tras el Brexit, existen pocos motivos para creer que la política monetaria en Europa no seguirá siendo muy acomodaticia, empujando algunos rendimientos soberanos dentro de territorio negativo.

Muchos han cuestionado la efectividad de las medidas no convencionales de la política monetaria perseguidas por los principales bancos centrales del mundo debido al evidente impacto limitado para incentivar el crecimiento económico. Sin embargo, no hay duda de que dichas medidas hicieron que los activos de riesgo repuntaran.

Rentabilidad de los activos de riesgo

Por ejemplo, en los Estados Unidos, la Reserva Federal puede atribuirse el mérito de que, mediante sus acciones, tanto llas bolsas como los mercados de deuda high yield de los Estados Unidos tuvieron un crecimiento de dos dígitos. Desde el 1 de enero de 2009 hasta el 31 de diciembre de 2014, el S&P 500 tuvo una rentabilidad total anual promedio de 17,2% y los bonos de alto rendimiento de 16%, según el Barclays U.S. Corporate High Yield Index.

Sin embargo, en los últimos años, la posición actual más prudente de los bancos centrales ha tenido menos impacto en la rentabilidad y los precios de los activos financieros. En los últimos dos años, la rentabilidad de los activos de riesgo disminuyó debido a las preocupaciones por el crecimiento vacilante, la calidad del crédito y la falta de valor, como puede verse en el segundo gráfico. Por ejemplo, desde el 1 de enero de 2015 hasta el 30 de junio de 2016, la rentabilidad total anual promedio del S&P fue de 3,5% y la de la deuda high yield, 2,7%.

A comienzos de año, vimos los sectores de inversión, como la deuda high yield y los préstamos a tasa flotante de Estados Unidos, como extremadamente baratos según valoraciones históricas y relativas. A nuestro entender, esas valoraciones atrajeron inversores que subieron la oferta de precios y ahora re ejan su valor de manera razonable. Sin embargo, como muestra el tercer gráfico, los préstamos y la deuda high yield permanecen dentro de los sectores de más alto rendimiento y, a diferencia de otros sectores de renta fija, sus rendimientos son más altos que hace un año.

Apoyo a la volatilidad

No creemos que la economía de los Estados Unidos entre en recesión a corto plazo, pero es poco probable que las marchas y contramarchas del crecimiento desaparezcan. Por ejemplo, tres meses atrás, se habló de un fortalecimiento del mercado laboral y un crecimiento económico débil, pero eso se ha invertido. Recientemente hemos experimentado un crecimiento económico más fuerte y un mercado laboral más débil. Además, no sabremos cuál será el impacto real del Brexit durante varios años. Son muchas las preguntas que surgen luego del referendo, pero nos enfocaremos en las siguientes:

  • ¿Cuáles serán los términos comerciales principales entre la Unión Europea y el Reino Unido? La intención de la Unión Europea es que los términos sean severos para desalentar a los otros países de seguir los mismos pasos.
  • ¿Cómo reaccionarán los otros países dentro de la Unión Europea, en el contexto de la creciente opinión pública en contra de seguir en la Unión Europea? ¿Los otros países llevarán a cabo referendos similares? El próximo año habrá elecciones en Francia y Alemania.
  • ¿Ocasionará una divergencia aún mayor entre la economía de los Estados Unidos y la europea?
     

Oportunidades tras el Brexit

Para los inversores, creemos que la consideración más importante es evitar acciones apresuradas impulsadas por el temor, sin ser complacientes. Hemos sido testigos de una recuperación importante de los mercados de valores del Reino Unido, europeos y estadounidenses. Aunque aún no hemos visto una recuperación comparable en el rendimiento de bonos líderes a 10 años del Tesoro de los Estados Unidos, que no han variado demasiado luego del Brexit. En el mercado de bonos se rumorea que la volatilidad del precio acecha.

En un entorno de bajo crecimiento y de bajas expectativas de rentabilidad que apoyan los bancos centrales, creemos que el crédito corporativo bajo el grado de inversión de los Estados Unidos, bonos de alto rendimiento y préstamos a tasa  otante, ofrece una propuesta atractiva de riesgo/rentabilidad. (Creemos que los cupones altos compensarán con creces las posibles pérdidas crediticias). Cualquier liquidación brusca en estos sectores, o en valores especí cos que se encuentran aislados del impacto directo del Brexit, podrían presentar oportunidades de compra incluso más atractivas.

Payson F. Swaffield es director de inversión de renta fija de Eaton Vance Management.

Una alarma que no debemos ignorar

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Una alarma que no debemos ignorar
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: a.has. Una alarma que no debemos ignorar

Estamos ante un típico escenario donde los inversores bajan la guardia, se siente confiados y no perciben los riesgos. Hay un indicador clave que nos está mandando una alarma que no debemos dejar pasar.

Por más que uno sea un inversor de largo plazo, muchas veces debe saber que hay un lema que nunca debe dejar de lado al momento de invertir: «Es tan importante el timing de comprar una acción, como el momento de venderla si las ganancias son significativas».

El timing de venta se torna aún más importante en situaciones de exceso de confianza de los inversores y mercados en zona de sobrecompra. Hoy estamos ante esta realidad.

¿Qué es lo que me hace pensar esto?

Hay un indicador que es objetivo y que se calcula en base a las ganancias concretas de las compañías y a los precios que las mismas tienen en Bolsa. Se trata, ni más ni menos, que del ratio Precio/Ganancia.

Este múltiplo, que surge del cociente entre el precio de una acción y las ganancias de esa firma, nos indica cuántos años de iguales ganancias son necesarios para recuperar la inversión si la empresa distribuyera la totalidad de las mismas como dividendos en efectivo.

Cuanto más bajo es el valor del ratio P/G, menos años necesito en teoría para recuperar el dinero, y más conveniente es la inversión.

Uno como inversor puede calcular el P/G para una acción concreta, un grupo de acciones, una industria o un sector determinado. Siempre es válido el valor del P/G comparado con otro, ya que se trata de una valuación relativa.

En esta línea, podemos comparar distintos P/G de diferentes compañías que pertenecen a la misma industria para saber cuál está más barata que otra. O también, podemos comparar el Precio/Ganancia actual del activo contra la evolución promedio histórica de ese ratio y determinar si está muy cara o no en los momentos vigentes.

Si hacemos esto último con el índice S&P 500 vamos a descubrir que hoy la Bolsa está cara.

El gráfico anterior es elocuente de lo que ocurre con el S&P 500, el principal indicador bursátil del mundo que incluye las 500 empresas más grandes de Estados Unidos.

El indicador Precio/Ganancia se encuentra en 19,4 veces. Esto es superior a las 17,6 veces de promedio de los últimos 15 años (línea marrón) y las 15,9 veces del promedio de los últimos 10 años (línea gris). Ese es el primer llamado de atención.

La segunda luz amarilla se enciende a partir de que cuando este ratio cruza de abajo hacia arriba el promedio de los últimos 15 años, entonces se está gestando una crisis. Un claro ejemplo fue a finales de 2007 cuando luego estalló la burbuja inmobiliaria.

Son alertas que no podemos ignorar.

Hay dos posibles causas de la suba del P/G del S&P 500. O sube mucho el precio de las acciones (numerador) o no crecen lo suficiente las ganancias corporativas (denominador). Hoy ambos efectos ocurren en simultáneo.

¿Todas las acciones caerán con una inminente corrección del mercado? No. Pero es el momento de estar más alerta y selectivo que nunca.

Opinión de Diego Martínez Burzaco, economista jefe de Inversor Global, conferencista, administrador de portafolios y creador del sitio www.diegomartinezburzaco.com

El sesgo restrictivo de la Fed vs el del resto del mundo desarrollado pudiera estar desacelerando a EE.UU.

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El sesgo restrictivo de la Fed vs el del resto del mundo desarrollado pudiera estar desacelerando a EE.UU.
Foto: gsbarber / Pixabay. El sesgo restrictivo de la Fed vs el del resto del mundo desarrollado pudiera estar desacelerando a EE.UU.

El jueves, el Banco Central de Inglaterra bajó su tasa de referencia hasta el 0,25% desde el 0,50% y dejó la puerta abierta para una bajada adicional a cerca de cero antes de que termine el año. Además, complementaron la medida con aumentos a su programa de compra de bonos gubernamentales e introdujeron compras de bonos corporativos. A pesar de las medidas instrumentadas, el BoE espera que en el horizonte de tres años, el crecimiento acumulado del PIB sea un 2,5% menor a lo que esperaban en mayo pasado antes de Brexit. Por su parte, el sesgo del Banco Central Europeo es hacia tasas de referencia más negativas y esperan que se queden igual o sean menores inclusive después de marzo de 2017 cuando termina el programa de compra de activos.

La semana pasada, el Banco Central de Japón aumentó su programa de compra de ETFs, e instrumentará mejoras cualitativas para aplanar la curva de rendimiento, mientras mantiene una tasa de referencia negativa frente a la desaceleración de las economías emergentes y los impactos de Brexit. El mundo desarrollado continúa revisando a la baja sus estimados de crecimiento económico y sus bancos centrales actúan en consecuencia mientras que, en Estados Unidos, la Fed mantiene el sesgo de subir las tasas. Dicho sesgo ha ocasionado una apreciación generalizada del dólar americano con impactos negativos en el sector exportador de Estados Unidos y deflacionarios haciendo inútil el alza de tasas.

Esta ha sido la historia de los últimos dos años. El riesgo es que de continuar la Fed con dicho sesgo, la economía americana finalmente entre en una desaceleración mayor; esto, además de la incertidumbre que está generando el proceso electoral de ese país, está retrasando los proyectos de inversión. Por lo pronto, los datos de crecimiento del PIB del segundo trimestre sorprendieron a la baja y los del primero los revisaron en la misma dirección. En este contexto, es previsible que la Fed no pueda subir tasas este año ni el que sigue, como se ve el panorama, y entre más rápido deje el sesgo de alza será mejor.

Columna de FINAMEX escrita por Guillermo Aboumrad

Exposición a renta variable europea con una menor volatilidad para unos tiempos inciertos

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Exposición a renta variable europea con una menor volatilidad para unos tiempos inciertos
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Marcus Nunes. Exposición a renta variable europea con una menor volatilidad para unos tiempos inciertos

La última década ha puesto a prueba a los inversores en renta variable. La crisis financiera mundial, la crisis de la zona euro, las consecuencias del tapering o posible reducción de estímulos por parte de la Fed, la desaceleración de la economía china… Cada crisis se ha caracterizado por un incremento de la volatilidad y caídas significativas de los mercados. Aquellos inversores que piensen que las subidas de las bolsas implican siempre y en todo caso asumir elevados niveles de riesgo deberían reconsiderar tal hipótesis.  

En el año 2007 lanzamos en Amundi una estrategia innovadora que buscaba invertir en una selección diversificada de acciones europeas que en condiciones de estrés experimentase una volatilidad colectiva menor que la del mercado de acciones europeo en su conjunto. El fondo Amundi Funds Equity Europe Conservative sigue una estrategia similar, que busca permitir al inversor participar del potencial alcista de la renta variable europea, pero con una menor participación probable del mercado bajista; con el objetivo de proporcionar una rentabilidad total superior al índice en un horizonte a cinco años. El fondo fue lanzado en 2009 con un estricto proceso de inversión y de construcción de cartera, invirtiendo únicamente en acciones europeas de calidad dentro de un universo de mediana y gran capitalización.

Las acciones de baja volatilidad de nuestra cartera son defensivas por naturaleza, pero participan en los rebotes del mercado, de forma que el inversor no tenga que sacrificar rentabilidad por seguridad. El patrón de rentabilidad prueba que una volatilidad más baja es compatible con el crecimiento, ya que la rentabilidad de la estrategia es mejor que la de su índice de referencia tanto en ciclos de mercado alcistas como bajistas.

Las compañías en cartera tienen una serie de características específicas. Suelen ser más rentables que sus homólogas, mostrar un mayor nivel de eficiencia operativa y estar menos endeudadas. Analizamos típicamente métricas como el retorno sobre activos (ROA), los resultados antes de intereses e impuestos (EBIT), o el ratio de apalancamiento para realizar la selección.

Así, buscamos valores que puedan resistir mejor en condiciones difíciles y prosperar cuando se reanude el clima de crecimiento. Las acciones también son elegidas por su potencial de diversificación. Así, buscamos activamente identificar aquellos valores que, ante los acontecimientos del mercado, reaccionan de la forma más diferente posible al resto de la cartera, con el fin de «amortiguar los baches del camino”, especialmente en mercados turbulentos.

La cartera, que cuenta globalmente con alrededor de 90 valores, ha demostrado su capacidad de capear las caídas del mercado participando completamente de las subidas de las bolsas con una menor volatilidad.  

Melchior Dechelette es director de Soluciones Eficientes en Riesgo de Amundi Asset Management.

Amundi Funds Equity Europe Conservative es un subfondo de Amundi Funds, sicav luxembuguesa autorizada por la Commission de surveillance du Secteur Financier e inscrita en el Registro Mercantil de Luxemburgo con el nº RCS B 68.806. Está registrada en CNMV n° 61.Amundi Iberia SGIIC, SA, registrada en CNMV con el nº 31 es la entidad comercializadora principal en España.

Amundi Funds Equity Europe Conservative es un fondo de renta variable europea sin garantía de capital ni de rentabilidad; el horizonte de inversión mínimo recomendado es de 5 años. Rentabilidades pasadas no son garantía de resultados futuros. Consulte el Folleto y DFI del fondo en www.amundi.es. Invertir implica riesgos, debe asegurarse de que comprende si el fondo es adecuado a su perfil inversor. Consulte a su asesor financiero

 

La industria de los fondos UCITS alternativos crecerá entre un 20% y un 30% en los próximos dos o tres años

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La industria de los fondos UCITS alternativos crecerá entre un 20% y un 30% en los próximos dos o tres años
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Kreg Steppe. La industria de los fondos UCITS alternativos crecerá entre un 20% y un 30% en los próximos dos o tres años

Los fondos UCITS alternativos han sido muy populares entre los inversores europeos en el último año, con entradas de hasta 70.000 millones de euros netos en 2015 según Morningstar (lo que supone un incremento del 30% con respecto a 2014).

A pesar del descenso en el patrimonio mundial invertido en hedge funds durante el primer trimestre de 2016, los fondos UCITS experimentaron entradas de capital por valor de 13.000 millones de euros.

Los fondos UCITS son el único tipo de activo que ha experimentado entradas de capital significativas este año, llegando a los 3.600 millones de euros netos en marzo y sumando el año en el primer trimestre un total de 7.700 millones de euros.

Podemos ver además el fuerte contraste entre el continuo aumento de la demanda por los UCITS, y las fuertes salidas de capital que han podido apreciarse en las demás clases de activos, como los fondos de de inversión tradicionales, que experimentaron salidas de 20.000 millones de euros, o los fondos de renta fija y de crédito vieron salidas de cerca de 13.000 millones de euros en el primer trimestre de este año.

El mercado de capitales y los fondos diversificados se han visto también golpeados por esta tendencia, que concuerda con lo que hemos podido escuchar por boca de nuestros clientes, que muestran un claro interés por los fondos UCITS. Desde Lyxor, creemos que esta tendencia hacia los UCITS alternativos continuará, y estimamos que esta industria crecerá entre un 20% y un 30% en los próximos dos o tres años.

Hay algunas buenas razones para que esto suceda. Debido a la situación actual del mercado, los inversores necesitan estrategias que les permitan diversificar sus carteras, lo que les ha llevado a plantearse la inversión en hedge funds. Sin embargo para que este tipo de inversión sea posible exigen un formato de fondo transparente y sujeto a una regulación fiable, características que los UCITS alternativos son capaces de proporcionar.

Atractivo para la banca privada

Es más, la regulación a la que están sometidos los UCITS ha estado en funcionamiento a lo largo de varias décadas. La nueva regulación UCITS V, que está a punto de ser puesta en marcha, se encuentra en un estado avanzado y además, cuenta con la confianza de los inversores. En pocos años, los UCITS se han convertido en una potente marca, que ofrece dos principales atractivos a los inversores: la sencillez y su fácil uso.

La banca privada es uno de los sectores que han mostrado especial interés por estos fondos en los últimos 12 meses. Muchas bancas han evitado la inversión en alternativos durante los últimos años. Sin embargo esta tendencia ha cambiado recientemente debido a la búsqueda de diversificación y simplicidad; dos características que, como hemos visto anteriormente, también convencen a los inversores institucionales.

Los gestores de fondos UCITS han demostrado la capacidad de mitigar la volatilidad, una necesidad fundamental para los grandes inversores institucionales en el contexto actual de mercado. Además, a lo largo de la primera mitad de 2016 hemos sido testigos de grandes entradas de capital en estrategias como Long-Short equity, Market-Neutral y CTA. Todas estas estrategias se caracterizan por tener poca direccionalidad de mercado y por tanto son excelentes mitigadores de riesgo y herramientas de diversificación.

Liquidez y transparencia

Frente a un entorno volátil como es el actual, los inversores buscan cubrir una parte de su cartera. Es importante tener en cuenta que en el segundo trimestre del año pasado hubo en gran salto en el rendimiento de la deuda, especialmente los bonos alemanes, que alcanzaron tipos que no habían visto en varias décadas. Todo esto provocó un aumento de la volatilidad en las acciones, que obligaron a los inversores a diversificar. Otras inversiones alternativas como el private equity o real estate pueden ser también un medio de inversión, sin embargo se caracterizan por tener muy poca liquidez. Los UCITS por el contrario ofrecen una excelente liquidez, con cada vez más fondos que ofrecen suscripciones y reembolsos diarios.

En Lyxor nos esforzamos para satisfacer la demanda de nuestros inversores y esperamos poner en marcha cuatro fondos durante 2016, incluyendo dos en los próximos meses, para ayudar a nuestros clientes a diversificar sus carteras, evitando aquellas estrategias que no tienen una gran demanda.

Entre estas estrategias se incluye el Event Driven, que ha sufrido caídas significativas durante los últimos años, además de ser difícil de implementar a la normativa UCITS. También estamos evitando estrategias con una gran cantidad de direccionalidad de mercado. Preferimos las estrategias que tienen poca exposición al mercado, teniendo en cuenta el contexto actual.

Daniele Spada es responsable de la plataforma de cuentas gestionadas de Lyxor Asset Management.