El optimismo económico en Europa vence al populismo

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CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Bob. El optimismo económico en Europa vence al populismo

En este arranque de 2018, todo apunta a que la renta variable vivirá un año positivo. En toda Europa se observan claras señales de que la economía seguirá creciendo tras un excelente 2017.

En noviembre de 2017, la creación de empleo y el volumen de pedidos de fabricación en la zona euro marcaron sus niveles máximos de los 17 últimos años, según datos del índice de gestores de compras (PMI). Esto abre la puerta a un sólido crecimiento económico.

A finales de 2016, esperábamos que el año 2017 trajera consigo una mejora del crecimiento de los beneficios. Y el sector corporativo no defraudó en este aspecto. Los beneficios experimentaron un notorio crecimiento por primera vez desde la crisis financiera mundial. En 2018, anticipamos que los beneficios volverán a crecer hasta un 15%, lo que se traducirá en un entorno positivo para la renta variable.

Incluso el Reino Unido, donde reina la incertidumbre en torno a las negociaciones sobre el Brexit, ha mostrado un comportamiento bastante satisfactorio durante este año. Puede que el país haya exhibido un crecimiento más lento del que se esperaba antes del Brexit, pero no ha caído en picado como los más pesimistas habían augurado.

La política monetaria seguirá endureciéndose gradualmente en toda Europa con la retirada paulatina del programa de expansión cuantitativa en la zona euro. El Reino Unido podría subir los tipos de interés, aunque no lo hará a un ritmo que pueda desestabilizar la economía o el mercado.

Los ciclos económicos mundiales presentan una sincronización sin precedentes. El entorno operativo interrelacionado y basado en la cooperación está propiciando la propagación de oportunidades comerciales rentables a través de las fronteras internacionales.

Incertidumbre política

El positivo entorno económico europeo debería respaldar la rentabilidad de la renta variable.

La incertidumbre política plantea algunos problemas; no obstante, cabe mencionar que, si bien a principios de 2017 la ola populista que azotaba Europa parecía imparable, el año ha demostrado que, cuando se trata de política, no hay nada seguro. El populismo goza ahora de menos popularidad.

De cara a 2018, el panorama político sigue resultando complejo. En toda Europa, el electorado está poniendo en entredicho lo que se ha revelado como una prolongada trayectoria política de los partidos de centro. La globalización y las innovaciones tecnológicas provocan la obsolescencia de algunos sectores tradicionales, mientras que las ciudades (y, sobre todo, los centros  nancieros) se tornan más prósperas. En regiones posindustriales, los votantes están manifestando su descontento con la desigualdad de riqueza que esto genera.

Equilibrio entre economía y política

El comienzo de 2018 presenta un entorno económico positivo. En 2017, nos sentimos alentados por la mejora de la situación política (en comparación con el año 2016, cuando asistimos a las dos victorias populistas de Trump y el Brexit) y por la recuperación económica. Hasta la fecha, los mercados han seguido avanzando pese a unas cuantas sorpresas políticas que nos hemos encontrado en el camino; el crecimiento económico se ha revelado satisfactorio; la in ación se sitúa en cotas reducidas; y el crecimiento de los beneficios emite señales alentadoras.

Así pues, ¿qué podría truncar esta trayectoria? Un drástico acontecimiento político podría obstaculizar el crecimiento económico. Por ejemplo, el peor escenario posible del Brexit podría socavar la posición de Londres como centro  nanciero mundial, lo que bene ciaría potencialmente a otros centros europeos, pero también podría acarrear consecuencias negativas.

Un optimismo prudente

De cara a 2018, nuestra estrategia de inversión se mantiene sin cambios. Muchas de las compañías defensivas de mejor calidad se han revalorizado gracias a la mejora de las condiciones económicas. Por lo tanto, hemos intensi cado la búsqueda de firmas de buena calidad, pero infravaloradas.

Los países desarrollados de Europa, con sus compañías bien dirigidas, ofrecen a los inversores la oportunidad de generar crecimiento en este nuevo año. Entre los sectores que revisten atractivo se encuentran la industria, la tecnología y los servicios al consumidor.

Cada vez más, las empresas privadas europeas están entrando en el mercado por medio de salidas a bolsa. Estas sociedades ofrecen estupendas oportunidades a los inversores que adoptan un enfoque selectivo y están dispuestos tanto a examinar con detenimiento cada apuesta de inversión como a cerciorarse de que el gobierno corporativo es robusto. La actividad de adquisiciones se halla en un sano nivel, lo que también permite a los gestores activos cosechar sólidas rentabilidades.

El riesgo político sigue representando un motivo de preocupación, aunque de menor envergadura que el año pasado; con todo, cabe recordar que el riesgo suele venir acompañado de oportunidades. Los inversores a largo plazo se encuentran bien posicionados para sacar partido de los descuentos en los precios en periodos de volatilidad de mercado.

En el mundo de la inversión existe una vieja máxima que reza, con acierto, que el mejor momento para comprar suele ser cuando otros están vendiendo. Con el fuerte crecimiento económico europeo (que apenas muestra señales de ralentización) como telón de fondo, recibimos el año 2018 con optimismo.

Philip Dicken es director de renta variable europea de Columbia Threadneedle.

¿Quién dijo miedo?

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¿Quién dijo miedo?
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Quién dijo miedo?

Todos los años por estas fechas, los grandes bancos de inversión globales publican sus perspectivas económicas para 2018. En las mismas, proyectan la evolución de las variables macro más determinantes y ofrecen recomendaciones sobre cómo posicionarse.

Para 2018, si bien prácticamente ninguno duda del momento dulce de los datos de actividad a nivel global, las opiniones son bastante mixtas en relación al comportamiento de la renta variable. El agotamiento del ciclo, las subidas tipos, el nivel de valoración, fuertes retornos en 2017…. a primera vista sobran los argumentos para ser escéptico.

Desde la crisis global de 2008, la recuperación ha sido en general débil y errática. Esta fragilidad en la recuperación acompañada de la inflación de activos financieros provocada por la fuerte compresión de tipos de interés, el incremento sustancial de riesgos en el plano geopolítico y la permanencia de desequilibrios de endeudamiento no corregidos, ha generado en la comunidad inversora una sensación de ansiedad permanente y un acortamiento generalizado de los horizontes de opinión/inversión.

Sin embargo, hay tres temas que esperamos reviertan esta tendencia de mercado a lo largo de 2018, refuercen el sentimiento inversor y alivien los miedos apocalípticos que nos han perseguido los últimos años:

1. La inversión empresarial ha vuelto. Tras años cuestionando la calidad de una recuperación demasiado dependiente del rebote cíclico del consumo, 2017 ha supuesto un punto de inflexión en la composición del crecimiento. Como resultado, estamos viendo los primeros brotes verdes en datos de productividad que pueden reactivar un motor de crecimiento completamente anulado durante años.

2. Los beneficios empresariales han resucitado en Europa. Después de siete años de beneficios más bien pobres, 2017 acabará con crecimientos de doble digito en beneficios. Esta incipiente tendencia sigue teniendo mucho recorrido apoyada en la esperada buena evolución de ingresos, el potente apalancamiento operativo tras años de ajustes en costes y el impulso adicional de la inversión empresarial.

3. Las valoraciones pueden absorber tipos de interés más elevados. Dado el punto de partida tan extremo, hay muchísimo margen para absorber una subida moderada y gradual de los tipos largos a lo largo del próximo año. Además, los niveles de valoración están bien soportados por la profundidad del cuadro macro, los factores micro enumerados anteriormente y un ciclo de beneficios en Europa prácticamente en fase embrionario.

En definitiva, el circulo virtuoso de inversión-productividad, beneficios y capacidad de absorber tipos más elevados es la palanca que permitirá al mercado quitarse el corsé cortoplacista en el que se ha anclado los últimos años. 2018 será el año clave donde se consolidarán estas tres ideas y donde, por fin, la bolsa acabe de emanciparse de la actuación de los bancos centrales.

Javier Ortiz de Artiñano, analista de Fidentiis Gestión

¿Se asienta la reactivación del value investing?

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¿Se asienta la reactivación del value investing?
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Clint Mason. ¿Se asienta la reactivación del value investing?

Durante las últimas semanas hemos apreciado fuertes divergencias entre las acciones momentum y growth de Estados Unidos frente a las acciones value. Estos movimientos se han trasladado a los índices mundiales.

Es demasiado pronto para decir si la transición desde el momentum hacia el value puede aguantar, pero el efecto combinado del crecimiento económico, la reforma tributaria y la política monetaria menos expansiva podría marcar un cambio en el sentimiento inversor.

La reactivación del value investing lleva gestándose algún tiempo y ha dejado un par de salidas en falso durante los últimos años. Tras la crisis financiera mundial, las acciones momentum y value se movieron de forma bastante paralela al índice. A partir de finales de 2014, el momentum comenzó a acelerar a medida que los capitales entraron en masa en el sector tecnológico, mientras que las acciones value comenzaron a languidecer.

Después, hacia finales de 2016, el momentum corrigió después de que las acciones value se dispararan al calor de las expectativas de mayor crecimiento económico y en previsión de que se produjeran cambios en la política económica tras la elección de Donald Trump. Pero este cambio de papeles duró poco y en 2017 volvieron a destacar las acciones momentum y growth, con las acciones value situándose de nuevo a la cola del mercado.

Los factores que podrían dar impulso a las acciones value son:

  • Existen tres grandes factores fundamentales que podrían dar apoyo al value:
  • El crecimiento mundial sincronizado, que da alas al value en todo el mundo.
  • La reforma tributaria en EE.UU., que impulsa a las acciones value de este país.
  • El endurecimiento monetario en EE.UU. y Europa, que empuja a las acciones value de estas regiones.

Crecimiento mundial

El sólido crecimiento mundial y las positivas perspectivas de beneficios dan apoyo al estilo value. La confianza de los consumidores estadounidenses se situó recientemente en su nivel más alto de los últimos 17 años, el crecimiento del PIB lleva cuatro meses acelerando en la zona euro y, el mes pasado, Japón registró 1,7 veces más revisiones al alza de los beneficios que a la baja, mientras que en mayo de 2016 el país registró el doble de revisiones a la baja que al alta1,2,3. Las empresas con las valoraciones más bajas probablemente sean las que más se beneficien del crecimiento del PIB, la confianza de los consumidores y las revisiones al alza de los beneficios.

Durante el pasado año, todos los sectores vieron cómo aumentaban sus valoraciones, pero algunos de ellos han despertado mucho menos interés. Comparados con las TI y la atención sanitaria, sectores como energía y telecomunicaciones están ahora mucho más baratos que hace un año.

El diferencial del PER ajustado al ciclo entre los sectores más caros y más baratos es ahora de 28 veces, frente a las 19 veces de hace un año.

Reforma tributaria en EE.UU.

La reforma tributaria podría dar un nuevo impulso a la inversión empresarial y los beneficios. La reforma rebaja permanentemente el tipo máximo del impuesto de sociedades del 35% al 21%. Las empresas estadounidenses que pagan los tipos impositivos efectivos más altos se beneficiarán enormemente de los recortes de impuestos. Estas empresas suelen estar centradas en el mercado interno, a diferencia de las grandes multinacionales, que pueden realizar arbitrajes fiscales gracias a sus negocios internacionales.

Estas multinacionales suelen concentrarse en los sectores de tecnología y atención sanitaria, donde hay más acciones momentum y growth. Las empresas nacionales que registrarán los mayores ahorros de impuestos son las acciones con valoraciones, en general, más bajas.

Endurecimiento monetario

El endurecimiento monetario es sinónimo de reflación y la reflación es positiva para las acciones, que se benefician de las expectativas de mayores beneficios futuros a perpetuidad. Esta larga duración, combinada con las bajas valoraciones de las acciones value, podría indicar que existe un amplio margen de recuperación en estas acciones. Las empresas value con un elevado apalancamiento operativo y financiero pueden comportarse especialmente bien, mientras que las empresas con valoraciones elevadas podrían ver cómo sus cotizaciones se estancan.

Conclusión

Hace mucho tiempo que las perspectivas para las acciones value no eran tan prometedoras como en estos momentos. Eso no quiere decir que no existan riesgos para su recuperación. La montaña de deuda que acumula China, por ejemplo, podría hacer descarrilar el crecimiento económico de su región y del mundo. Sin embargo, los dirigentes del país están tomándose la amenaza muy en serio y su labor está avalada por su capacidad para orquestar un aterrizaje económico suave a comienzos de 2016.

Corea del Norte sigue siendo impredecible, pero es una situación donde solo existen dos opciones. Los detalles del Brexit siguen siendo escasos, pero es una cuestión que afectará principalmente a las perspectivas del Reino Unido, algo a las de Europa y poco o nada a las del mercado mundial.

Si la economía mundial puede gestionar estos riesgos, la recuperación de las acciones value tiene visos de continuar. Los inversores lo suficientemente valientes para lanzarse ahora y apostar por las acciones value pueden conseguir mayores recompensas que los que se limiten a esperar acontecimientos.

Kasia Kiladis es directora de inversiones en renta variable estadounidense de Fidelity International.

Este año estará marcado por la vuelta de la volatilidad a los mercados

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Este año estará marcado por la vuelta de la volatilidad a los mercados
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Nick Page. Este año estará marcado por la vuelta de la volatilidad a los mercados

Cerramos el mes de Diciembre y el año 2017 con un mercado en total modo risk-on, con todos los índices de renta variable que seguimos desde Andbank Advisory Miamicerrando el año en positivo. Geográficamente los emergentes lideran la tabla, mientras que por estilo un año mejor para el growth que para el value, con los sectores más cíclicos superando a los defensivos y destacando el colapso de las volatilidades implícitas durante todo el año.

En el lado contrario de nuestra tabla, ¡Las divisas! 2017 en general ha sido un año difícil para el dólar pese al diferencial de tipos, con una Reserva Federal que ha cumplido su palabra de tres subidas, y un BCE para el que hasta 2019 no se espera movimiento alguno. Sin embargo, el mercado parece que ha “descubierto” el euro, sobre todo, tras las elecciones francesas que acarrearon una reducción clara de la prima de riesgo en los activos ligados a Europa (desde el crédito a la divisa). Otras divisas han seguido cotizando más la política que la economía, como la libra, o la las idas y vueltas de la amenaza proteccionista, como el peso mexicano.

Más allá de la renta variable, la renta fija cierra nuevamente un año de retornos positivos en todos los frentes, más marcados en los segmentos de más riesgo. Si la inflación en lo macro ha decepcionado, en la renta fija lo ha hecho la duración, sin pérdidas salvo en el caso alemán. En el lado contrario y de manera positiva algunos países que han vivido un claro re-rating (Portugal, Brasil,…).

En cuanto a los índices corporativos, las rentabilidades igual se han dado en EE.UU. que en Europa, con las financieras como sector favorito y el high yield con una volatilidad más marcada, sobretodo en la recta final del año.

¿Qué nos depara este año?

Comenzamos un nuevo año y en el 2018 la incertidumbre política continua presente principalmente en Estados Unidos, que con una reforma fiscal aprobada en los últimos días del año, dio un giro de 180 grados a un ‘decepcionante’ primer año de la administración de Trump. En Europa, seguimos con las negociaciones del Brexit, un proceso electoral en Italia y la continuación del drama independentista en Cataluña.

En nuestro documento de opinión corporativa “Estrategia 2018”, planteamos un escenario central de mayor crecimiento económico a nivel global, con un mercado laboral que apoya los fundamentales del consumo y un gasto en inversión que tendera a aumentar.

Por el lado de los precios, tras las últimas cifras de subidas salariales y la recuperación del precio del petróleo, esperamos un perfil más elevado de inflación para 2018 que pueda llevar a los bancos centrales, principalmente a la Fed a tomar una postura más agresiva de lo que actualmente anticipan los mercados. Nuestra hipótesis de base es que se producirán dos o tres subidas de tipos en Estados Unidos durante el 2018.

¿Y la renta variable?

En este entorno esperamos que la renta variable tenga un mejor comportamiento que la renta fija. En primer lugar, respecto a la deuda gubernamental esperamos que los tipos continúen a la alza, liderados por Estados Unidos con un bono del tesoro a 10 años que prevemos se aproximará al 3%, cotizando a valor razonable, con un suelo en 2,07% y un techo en 3,8%. Al otro lado del Atlántico, con la senda de la política del BCE que parece cristalina: en enero empezará una reducción del programa de compra de activos que durará nueve meses.

Las subidas de tipos únicamente comenzarían una vez finalizado ese ajuste, seguramente no antes de mediados de 2019, tenemos un objetivo para el bund alemán del 0,9% y para los países periféricos de 1,75% ES, 2,15% IT, 2,15% PT. En segundo lugar, respecto a la renta fija corporativa, con unas valoraciones ajustadas y una volatilidad creciente sobre todo en los escalones más bajos de calidad crediticia (High Yield) tomamos un posicionamiento más conservador, para el 2018 con los niveles de spread en niveles similares al 2007, esperamos retornos más conservadores que provengan de los cupones (carry) y no tanto de un estrechamiento de los spreads, por lo que en una perspectiva de rentabilidad/riesgo, preferimos la renta variable, frente al high yield.

En los mercados de Latinoamérica la incertidumbre política también se hace presente, en el 2018 tenemos proceso electoral en México; donde las encuestas muestran una preferencia electoral para el candidato de izquierdas Andres Manuel López Obrador y en Brasil; donde sorprendentemente Luiz Inácio Lula da Silva seria el candidato favorito, en el caso de que pudiera llegar a presentarse. Mientras tanto en Argentina, tras las elecciones del 2017 y la ausencia de ruido político, permiten al presidente Macri la oportunidad de avanzar en las reformas estructurales, dando una mayor estabilidad a los mercados.

No cabe duda que el 2018 viene con riesgos que pueden hacer de este, un año en el que la volatilidad vuelva a los mercados y no únicamente en la renta variable sino también en la renta fija y principalmente el high yield. Por ello creemos que la gestión activa recobrara importancia frente a la gestión pasiva durante el 2018, además de brindarnos una mayor diversificación en nuestras inversiones, el delegar la gestión de nuestras inversiones a un manager activo, nos da una mayor agilidad a la hora de aprovechar las oportunidades de inversión que la volatilidad nos presenta.

Como siempre, estoy a su disposición para revisar sus inversiones y ayudarles a posicionar su cartera de acuerdo a sus objetivos de inversión para este 2018. ¡Que tengan un buen comienzo de año!

Eduardo Anton es portfolio manager de Andbank Advisory en Miami.

La burbuja del bitcoin vs la oportunidad del Blockchain

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La burbuja del bitcoin vs la oportunidad del Blockchain
Foto: Morgan90, Flickr, Creative Commons. La burbuja del bitcoin vs la oportunidad del Blockchain

Los últimos días sois muchos los que me preguntáis por el bitcoin. Atraídos por la espectacular subida del 700% en su precio que ha experimentado solo en el último año, ¿estáis valorando si es una buena inversión? El bitcoin es una moneda virtual que quiere conectar a los usuarios directamente sin controles de los bancos centrales. Para adquirir bitcoins, se debe registrar en alguna de las webs que los comercializan y las transferencias para su adquisición se hacen a países como Lituania, Bulgaria o Malta, con una legislación débil en protección y seguridad económica y contra cuentas opacas.

En DiverInvest somos reacios a ver el bitcoin o cualquiera de las otras casi 1.000 criptomonedas que han aparecido estos últimos años, como un avance real y un activo con el que negociar.

Los riesgos de regulación o intervención por los bancos centrales y las posibles consecuencias nefastas que pudiese acarrear sobre los «brokers» de bitcoin y los “mineros” (validadores de las transacciones criptográficas a través de miles de servidores conectados por Internet), podrían llevar a su desaparición casi inmediata. Jamie Damon, CEO de JP Morgan, ha declarado hace escasos días que “el bitcoin es una moneda inventada, basada en nada. Es solo para uso de narcotraficantes o gente que viva en Corea del Norte o Venezuela. Es una burbuja que estallará. Si alguien en JP Morgan invierte en bitcoins será despedido por dos razones: 1) va contra nuestras normas y 2) es alguien demasiado estúpido para trabajar en nuestro banco”.

Nuestra recomendación es clara, por el momento, ni acercarse al bitcoin.

Otra cosa muy diferente es la tecnología disruptiva que se esconde detrás del bitcoin, que es realmente el gran valor subyacente que aporta: el Blockchain o cadena de bloques. Esta tecnología es la que permite la confirmación de identidades y datos, la transmisión y el almacenamiento de éstos, de forma segura, inmutable y permanente en el tiempo. Aquí sí creemos que puede ser una revolución, del modo en  el que entendemos las relaciones, especialmente en el sector financiero.

Blockchain permitirá agilizar, asegurar y simplificar las transacciones financieras entre empresas y entre personas de una forma no conocida hasta ahora. Por ejemplo, realizar transferencias seguras entre dos empresas,  una en España y otra en China, confirmadas por los bancos de ambas, y abonadas en cuenta, en segundos y no en dos o tres días como ahora. O abrir una carta de crédito en segundos.

Invertir ahora en Blockchain sería como hacerlo en Internet a mediados de los 90. Seguramente también veremos en el futuro cripto-dólares, cripto-euros, cripto-yenes,… pero emitidos y regulados por los bancos centrales, como instrumento transaccional, no sujetos a una especulación descontrolada. Nos encontramos ante una oportunidad, pero de alto riesgo. Encontrar el Apple y Google del futuro, tampoco será tarea fácil.

Carta de David Levy, de la EAFI DiverInvest

Uso y oportunidades de los ETFs en el sector de fondos en México

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Uso y oportunidades de los ETFs en el sector de fondos en México
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: www.investmentzen.com. Uso y oportunidades de los ETFs en el sector de fondos en México

Los exchange-traded funds (ETFs) representan una alternativa de inversión interesante para los fondos de deuda (FID) y de renta variable (FIRV). Constituyen una opción de diversificación tanto por tipo de activo (deuda, renta variable, mercancías, divisas) como por sectores económicos o regiones geográficas. 

En el mercado financiero mexicano, se puede apreciar que había 749 ETFs al cierre de junio del 2017, entre los que destacaban los referenciados al dólar de Estados Unidos (dólar). El hecho de que solo 26 fueran denominados en pesos mexicanos reflejaba una oportunidad para las instituciones que los crean y administran.

La inversión de los 607 fondos (FI) mexicanos en este tipo de valores se incrementó paulatinamente. En junio de 2013, representaba 1,55% del valor total de los portafolios de los FI y, a junio de 2017, había aumentado a 4,74%, con los ETFs orientados a renta variable como los más representativos durante el período. No obstante que se elevó, su participación representa un porcentaje pequeño del portafolio total, lo que puede deberse a varios factores. 

  • Están diseñados para estrategias pasivas y los gestores de fondos los emplean para portafolios activos. 

  • Hay pocos ETFs en pesos mexicanos. La mayoría está denominada en dólares. 

  • Su adquisición conlleva riesgo cambiario, que pocos FID pueden asumir. 

  • Influye el costo que representa su adquisición, que repercute en el público y eleva la comisión a pagar.

Si se divide el portafolio total de los FI, se aprecia que los FIRV poseen un porcentaje más representativo (16,5%) que los FID (0,2%). Ello se debe a que los primeros pueden aprovechar los vehículos de moneda extranjera más los de diferentes tipos de activos, mientras que los segundos solo pueden adquirir los referidos a deuda y, entre esos fondos, el reducido grupo que está en condiciones de asumir riesgo cambiario, los de divisas.

En la tabla previa se observa que, de junio de 2013 a junio de 2017, los portafolios de los FI incrementaron en 70,4% el número de ETFs adquiridos. Su participación porcentual en los FID subió; sin embargo, es menor que la de los de FIRV. Al 30 de junio de 2017, 32,3% de los ETFs listados en la Bolsa Mexicana de Valores (242 de 749) formaba parte de las carteras de los FI, cifra que refleja la alternativa de diversificación que representan.  

En la tabla siguiente se enlistan los 10 principales ETFs seleccionados por los FI a junio de 2017, de cuyo portafolio total representaban 39,8%. Si bien la mayoría es de conformación accionaria sobre distintas regiones, como el NAFTRAC, orientado al mercado accionario mexicano, el más aprovechado es uno sobre títulos gubernamentales norteamericanos. Con su utilización, se observa el objetivo de los FI de diversificar sus portafolios, con el atractivo de invertir en instrumentos a través de administradores con experiencia en múltiples sectores o zonas geográficas. Una herramienta adicional en la toma de decisiones de administradores e inversionistas, en general, es que los de deuda son sujetos a calificación (misma naturaleza que los fondos de inversión), como los dos listados en la tabla. 

Una muestra de carteras de 71 FI evidencia proliferación de estrategias activas, orientadas a diversas clases de instrumentos. En dos casos se aprecia concentración en uno o dos vehículos. Se refuerza la idea de que los administradores complementan sus propuestas con ETFs para abarcar distintos sectores, mercados o monedas. 

Las conclusiones son interesantes. Por un lado, se avizora un alza en el uso de ETFs por parte de los FIRV, derivada de la tendencia mostrada en los cuatro años recientes, mas no se prevé que alcancen un porcentaje relevante del portafolio total debido a que están diseñados como estrategias pasivas. Por otro lado, su uso por parte de los FID continuaría bajo mientras no se amplié la oferta de vehículos en moneda nacional o haya más FID orientados a divisas. Por último, su costo debe ser compensado y bien argumentado sobre el objetivo de diversificación y acceso a diversos mercados.

Columna de Fitch Ratings escrita por Bertha Cantú

 

Las divergencias mellan un año de crecimiento espectacular

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Las divergencias mellan un año de crecimiento espectacular
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Pete Stanton. Las divergencias mellan un año de crecimiento espectacular

Uno podría pensar, escuchando los medios de comunicación, que las acciones están creciendo con una gran uniformidad, que, como dice el viejo dicho, “cuando la marea sube, todos los barcos flotan”. Pero cuando uno escarba un poco por debajo de la superficie, se puede ver que ese no es realmente el caso. De hecho, una amplia divergencia ha aparecido en el mercado desde finales de 2017.

La dispersión entre los sectores con mejor y peor rendimiento en el índice S&P 500 desde el comienzo del pasado año ha sido sorprendente. En 2017, el rendimiento del sector tecnológico ha doblado prácticamente el rendimiento del índice, con una ganancia del 41% en el rendimiento total frente al 22% que ha obtenido el índice en su totalidad (a 20 de diciembre), una cifra absolutamente extraordinaria.

Incluso más sorprendente es el diferencial entre los sectores con mejor y peor desempeño, con los sectores de las telecomunicaciones y energía obteniendo un rendimiento inferior en un 45% con respecto al sector tecnológico y un 25% menor con respecto al índice. Por lo que claramente, no todos los barcos se ven reflotados al mismo ritmo, algunos de ellos están incluso hundiéndose un poco.

En el pasado, divergencias de este tipo han ocurrido, y en el caso del sector energético, este ha sido a veces el presagio de una caída en el precio del crudo. En el pasado, estos hechos han coincidido con un dólar más fuerte y una debilidad en el precio de las materias primas que ha contribuido a ejercer una presión a la baja en los beneficios del conjunto del índice S&P 500, por lo que vemos la divergencia del sector energético de 2017 como una señal de alerta para 2018.    

Mi recaudación fiscal

Esta es mi opinión sobre el impacto de la reciente reforma fiscal aprobada en Estados Unidos. El proyecto de ley afectará a las empresas de gran capitalización de manera diferente. Por ejemplo, las empresas que se enfrentan a una demanda doméstica tenderán a experimentar una fuerte caída en las tasas de impuestos efectivas que deberían impulsar los beneficios operativos en el orden de un 8%-10% sobre el año anterior, si se mantienen las condiciones.

Sin embargo, el sector tecnológico de alto vuelo, con sus fuertes ventas en el exterior, paga una tasa fiscal efectiva, de media, que se sitúa entre el 19 y el 20%, cerca de la nueva tasa legal del 21%, por lo que probablemente no sea de tanta ayuda como algunos optimistas están prediciendo. Con la nueva reforma fiscal, las empresas con una alta deuda podrían acabar empeorando, ya que no serán capaces de deducirse un gasto por intereses superior al 30% de su flujo de caja.

Las empresas con unos grandes presupuestos en investigación y desarrollo, tales como las empresas farmacéuticas y las compañías productoras de grandes bienes de capital se beneficiarán probablemente del gasto inmediato en inversiones de capital de corta duración. En conjunto, la reforma fiscal beneficia por lo general a las empresas de gran capitalización estadounidenses, pero no de una manera equitativa. El resultado puede variar.              

En mi opinion, la aprobación de la reforma fiscal no reflotará todas las acciones de una forma inmediata o de un modo duradero. No utilizaré la aprobación del paquete como una justificación para comprar ciegamente cestas de acciones. Puede parecer sencillo a primera vista, pero los detalles de cada acción deben ser analizados. También creo que el sólido crecimiento económico que estamos presenciando no beneficia a todos los mercados.

Las corrientes de fondo son dramáticas y pueden acarrear mensajes. Por ejemplo, pueden implicar que el crecimiento futuro no sea tan fuerte como el que estamos viendo en la actualidad. Cuanto más alto suba el mercado, más grande es el riesgo de que la complacencia sustituye al escrutinio. Ignorar los fundamentales y las valoraciones tiene el potencial de hacer tropezar a los inversores incautos. Las trampas están allí, hemos visto episodios como este en el pasado. Esta es una razón más, para que los inversores pisoteen ligera y deliberadamente en paquetes de activos no selectivos de caros activos financieros.

Opinión de James Swanson, estratega jefe de MFS Investment Management.

Renta variable mundial: la calidad se abrirá camino

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Renta variable mundial: la calidad se abrirá camino
Foto: Jason Kuffer. Renta variable mundial: la calidad se abrirá camino

Si bien los valores de renta variable de elevada calidad que favorecemos han registrado un año satisfactorio en líneas generales, las valoraciones en determinados segmentos del mercado comienzan a parecer exigentes en estos momentos. No obstante, consideramos que algunos inversores han dado la espalda demasiado rápido a categorías enteras del mercado por considerarlas caras, y han ignorado las fuertes ventajas competitivas y los positivos perfiles de crecimiento a largo plazo de las firmas de elevada calidad dentro de estos sectores.

Este es precisamente el caso de las compañías tecnológicas, pues las ganancias explosivas de los denominados valores «FANG», como Facebook, Amazon, Netflix y Google (ahora Alphabet) han sido bien documentadas. En los 12 últimos meses, hemos reducido ligeramente nuestra exposición a determinados títulos tecnológicos cuyas valoraciones parecían caras.

Sin embargo, consideramos que otros valores del sector de la tecnología no resultan caros en absoluto y podrían incluso exhibir un mejor comportamiento en 2018 que en 2017. Si consideramos que un valor resulta caro con respecto a sus perspectivas de crecimiento a largo plazo, sencillamente no lo mantendríamos. La clave está en centrarse lo máximo posible en los valores concretos, haciendo hincapié en los fundamentales de las compañías individuales, en lugar de en los sectores en su conjunto.

Microsoft representa un buen ejemplo de por qué los valores deben ser juzgados por sus propios méritos. A diferencia de lo que podría esperarse, la compañía no presenta los muy elevados múltiplos que muchos asocian con los gigantes tecnológicos. En el momento de redactar estas palabras, y en términos del ratio precio/beneficio, Microsoft cotiza a un múltiplo próximo a 30 veces, lo que significa que su valoración no es ni barata ni cara1. Además, dado que su negocio de informática en la nube (Azure) cobra impulso, Microsoft es uno de los valores que podrían exhibir una mejor evolución en 2018.

Al evaluar las ventajas competitivas, ponemos el foco en las compañías protegidas por «fosos económicos». Así pues, resulta alentador observar que los usuarios habituales de los servidores y el software de Microsoft se muestren fieles a la compañía con la que están familiarizados cuando buscan una solución informática en la nube. En los últimos trimestres, Azure ha experimentado un crecimiento más acelerado que Amazon Web Services, líder del mercado de infraestructuras en la nube. La confianza que muchos usuarios depositan en la marca Microsoft ha creado un «foso económico» que refuerza la ventaja competitiva de la entidad.

Durante los últimos 12 meses, hemos reducido ligeramente nuestra exposición a varios activos tecnológicos cuyas valuaciones resultaban caras. Pero consideramos que hay otros activos tecnológicos que no son caros y podrían obtener mejores resultados en 2018 de lo que han realizado este año.

Amenaza regulatoria

El mayor riesgo para el crecimiento de compañías como Amazon, Facebook y, posiblemente, Microsoft en el próximo periodo de 12 meses no procede de sus valoraciones, sino más bien de la creciente amenaza política y regulatoria.

Los gobiernos de todo el mundo buscan alternativas para incrementar considerablemente los impuestos y el control de los gigantes tecnológicos. Los planes que el ministro de Economía del Reino Unido, Philip Hammond, anunció en los presupuestos de noviembre, sobre la posibilidad de gravar a las compañías tecnológicas en función de sus ventas en el Reino Unido, podrían representar un buen presagio de lo que está por venir. Los llamamientos a una regulación más estricta se han intensificado desde que se reconoció que la interferencia rusa en Facebook y Google podría haber influido en el resultado electoral estadounidense de 2016.

El riesgo regulatorio, no solo en el Reino Unido, sino también a escala internacional, es el motivo por el que Alphabet, que presenta un PER de 36 veces en este preciso instante, nos parece barato. La amenaza de una regulación más estricta en el universo tecnológico constituye un factor que vigilaremos con suma atención en 2018.

Oportunidades emergentes

También estaremos atentos a cuanto acontezca en la India, pues su mercado nos inspira muchísimo optimismo a largo plazo. El crecimiento de la economía india que se ralentizó el año pasado después de que la desmonetización (retirada de billetes) de noviembre de 2016 inhibiera la actividad en sectores dependientes del dinero en efectivo. De igual modo, la adopción en julio del impuesto sobre bienes y servicios («GST», por sus siglas en inglés) causó perturbaciones, pues las firmas atravesaron dificultades inicialmente para adaptarse al nuevo marco fiscal.

Ahora que hemos dejado atrás estos acontecimientos, anticipamos una nueva aceleración del crecimiento, impulsada en parte por la adopción del GST, que ha reducido los trámites burocráticos y aumentará la recaudación tributaria. Queda por ver si el repunte económico se traducirá en una significativa revalorización de los precios de las compañías indias en 2018; en cualquier caso, será positivo a largo plazo.

Puesto que adoptamos un enfoque de inversión de tipo ascendente (bottom up), nuestras decisiones no suelen basarse demasiado en factores macroeconómicos. No obstante, la India parece representar una oportunidad macroeconómica que no convendría ignorar. Asimismo, las ingentes transformaciones demográficas que se observan en las cuatro esquinas del planeta también ofrecen una oportunidad.

En gran parte del mundo (y la India es una de las pocas excepciones), la población está envejeciendo a un ritmo acelerado, de ahí que las perspectivas sobre los valores de atención sanitaria se revelen alentadoras. Toda compañía que ayude a reducir los costes del sistema de salud parece especialmente bien posicionada para salir beneficiada de la coyuntura. En 2015, el porcentaje total de la economía estadounidense destinado al gasto sanitario se situaba en un desconcertante 17,8%.

Somos optimistas con India done esperamos ver una aceleración del crecimiento, que será impulsada en parte por la introducción de los impuestos de bienes y servicios, que incrementará la recaudación fiscal

Compromiso con la calidad

Nuestro enfoque de inversión, basado en firmes convicciones, se centra en la identificación de las compañías de mejor calidad del mundo, que presentan ventajas competitivas sostenibles y que ofrecen resultados constantes, fiables y repetibles. No es mi pretensión aseverar mi capacidad para predecir si los valores de calidad gozarán, en general, de un buen año 2018 en los mercados mundiales.

La sólida rentabilidad de los títulos de crecimiento de elevada calidad el año pasado se debió en parte al «efecto de recuperación». Justo después de los comicios estadounidenses de noviembre de 2016, los títulos de crecimiento de elevada calidad se comportaron peor que sus homólogos de pequeña capitalización y estilo «valor», pues los inversores pusieron la mirada en las firmas baratas y sensibles a la economía. Sin embargo, cuando se desvaneció la esperanza de que Donald Trump fuera capaz de aprobar políticas reflacionarias que impulsaran sustancialmente el crecimiento económico del país norteamericano, el estilo de inversión de «crecimiento» volvió a ocupar el primer plano.

Estos giros en el sentimiento inversor suceden con frecuencia y no puedo afirmar con la más mínima certeza si la calidad volverá a registrar una rentabilidad superior a la del «valor» en 2018. No obstante, estoy convencido de que las compañías mundiales de elevada calidad que favorecemos son las que están mejor posicionadas para prosperar en un horizonte plurianual.

David Dudding esgestor de carteras de Renta Variable Mundial en Columbia Threadneedle.

Las perspectivas para el mercado de renta variable emergente

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Las perspectivas para el mercado de renta variable emergente
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Clint Mason. Las perspectivas para el mercado de renta variable emergente

Las bolsas de los mercados emergentes han experimentado un fuerte repunte en los últimos dos años, pero creemos que aún continúan ofreciendo oportunidades de inversión atractivas, especialmente en comparación con los mercados desarrollados.

Apoyadas en un mayor crecimiento mundial, precios de materias primas más estables y menor inflación, las empresas de mercados emergentes están acelerando el aumento de sus beneficios, sus flujos de efectivo y sus rendimientos sobre el capital (ROE).

Los riesgos potenciales, sin embargo, incluyen un fuerte aumento en la inflación en el mundo desarrollado, particularmente en los EE.UU., lo que podría resultar en alzas súbitas de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal. Creemos que el escenario ideal de normalización de tipos de interés para los mercados emergentes es gradual.

Los riesgos adicionales incluyen la implementación potencial de políticas proteccionistas, algo que afectaría los flujos comerciales y de inversión, precios más bajos de las materias primas y riesgo geopolítico en Medio Oriente y en la Península Coreana.

Si bien las valoraciones han aumentado desde principios de 2016, las bolsas de los mercados emergentes aún cotizan con un descuento atractivo frente a las bolsas de los mercados desarrollados y los índices de renta variable global, mientras que también ofrecen ROEs comparables y mejores dividendos en algunos casos.

Teniendo en cuenta todo esto, esperamos que los mercados emergentes continúen sobresaliendo en un entorno de crecimiento global estable y modesto.

James Donald es gestor de renta variable emergente de Lazard Asset Management

 

Sesgo value en compañías emergentes, con Goldman Sachs

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Sesgo value en compañías emergentes, con Goldman Sachs
Foto: SpaceRitual, Flickr, Creative Commons. Sesgo value en compañías emergentes, con Goldman Sachs

Los mercados de renta variable emergente son normalmente más ineficientes que los desarrollados. Por esta razón, para la inversión en este tipo de mercados, la gestión activa puede tener una especial relevancia desde un punto de vista inversor.

Esta es la visión que el equipo de gestión de Goldman Sachs Emerging Markets Equity Portfolio tiene de la inversión en mercados emergentes y que hace de este fondo uno de los cinco más rentables en el año, dentro de la categoría VDOS de Renta Variable Internacional Emergentes. Se anota una revalorización del 27,3%ciento desde enero en su clase I de capitalización en dólares.

Para obtener este resultado, invierte en negocios sólidos que coticen con un descuento sustancial sobre su valor intrínseco. Su enfoque es puramente bottom-up, centrándose en encontrar compañías con potencial alcista para todo el ciclo del negocio, sin depender del momento de mercado.

El fondo se propone como objetivo generar una magnitud sustancial y sostenida de alfa a lo largo del ciclo. Para obtener un retorno superior, se invierte en negocios sólidos, con buenas prácticas comerciales, que coticen a un descuento respecto a su valor intrínseco. Esta filosofía lleva, de forma natural, a incluir en la cartera compañías con buenas prácticas ASG (seguimiento de criterios ambientales, sociales y de gobernanza corporativa).

El equipo gestor está formado por 18 analistas, incluyendo a los dos gestores del fondo, Basak Yavuz y Hiren Dasani. Con una experiencia media de 15 años, el equipo se localiza en Nueva York, Sao Paulo, Singapur, Hong-Kong y Mumbai, lo que les permite mantener casi 4.000 reuniones anuales con las compañías que forman parte del universo de inversión.

Basak Yavuz ha sido director de renta variable de las regiones Latinoamérica y de Europa del Este, Oriente Medio y África, con responsabilidad sobre el análisis de los sectores de consumo y energía. Basak se incorporó a GSAM en septiembre de 2011, procedente de HSBC Global Asset Management, donde fue gestora de mercados frontera de Europa del Este y Asia. Fue también analista del sector de Materiales en Alliance Bernstein, en Londres. Es licenciada en Gestión y Economía por la Universidad del Bósforo en Estambul y cuenta con la certificación CFA.

Hiren Dasani es el gestor de las estrategias de inversión en India de GSAM. Fue director de renta variable india, en la oficina de Mumbai, con responsabilidad sobre el sector financiero. Con anterioridad, fue analista en SSKI Securities, cubriendo los sectores bancario y financiero. Es licenciado en Marketing Financiero por el Indian Institute of Management y titulado en Ingeniería Química por la Universidad de Baroda. Cuenta también con la certificación CFA.

La toma de decisiones está centralizada en Hiren Dasani y Basak Yavuz, ambos con una dilatada historia de inversión en la clase de activo. Hiren es además gestor del GS India Equity desde su lanzamiento en 2008, siendo el responsable final a la hora de decidir qué compañías entran o salen de la cartera tras una discusión con cada analista.

El proceso inversor se apoya en un marco analítico riguroso, que se aplica siguiendo un método disciplinado. La toma de decisiones centralizadas permite beneficiarse de la experiencia y conocimiento de especialistas en la gestión de riesgo y en diferentes sectores y áreas geográficas. Se llega así a la construcción de una cartera equilibrada, que combina valores cíclicos y contra cíclicos, con una exposición significativa en empresas de pequeña y mediana capitalización, así como en compañías no incluidas en el índice de referencia del fondo, al objeto de obtener un beneficio de las partes más ineficientes del mercado, siempre dentro de un marco de liquidez disciplinado.

El universo inicial de inversión está formado por aproximadamente unas 6.000 compañías (respecto a las 820 del MSCI EM) y, en la práctica, aproximadamente un 45% de la cartera está formado por compañías que no están en el índice, lo que contrasta con un 27% de media en fondos similares.

Encuentran mayor valor en compañías del segmento small-midcaps, y por ello tienen asignado un peso muy superior en cartera (aproximadamente un 40%-44%) al del índice (16% en el MSCI EM). En la práctica, han podido comprobar que éste es también el segmento en el que mayor alfa se puede generar de manera consistente.

Otra característica del fondo es la infraponderación estructural a compañías controladas o participadas por el Estado, consistente para todas las carteras de renta variable emergente de GSAM. La razón principal es que las compañías controladas por el Estado no suelen tener como uno de sus objetivos prioritarios mirar por los intereses de sus accionistas.

La cartera final incluye entre sus mayores posiciones acciones de la tecnológica china Tencent Holdings (5,3%), la surcoreana Samsung Electronics (5%), la también china de comercio electrónico Alibaba Group (4,1%), la taiwanesa TSMC (3,9%) y la aseguradora china Ping An Insurance (2,0%). Por sector, las mayores posiciones en la cartera del fondo corresponden a fondos cotizados (6%), financiero (28,8%), salud (4,5%), consumo básico (8,2%) y consumo discrecional (11,8%), mientras que India (14%), Perú (1,9%), Alemania (1,1%), EE.UU. (1,1%) y Argentina (0,90%) representan los mayores pesos por país.

La ponderación en Estados Unidos viene de tres compañías de este país que tienen una parte muy significativa de su negocio en países emergentes (Qudian INC ADR, sector financiero, Azul S.A., sector industrial y  Nexa Resources S.A., materiales). También incluyen en cartera una compañía Española, Prosegur, por su importante porcentaje de negocio en Latinoamérica, principalmente en Brasil.

Su historia de rentabilidades lo sitúa entre los mejores de su categoría, en el primer quintil, durante 2014, 2015 y 2017, batiendo al índice de su categoría durante 2016. A tres años registra un dato bastante controlado de volatilidad de 16,63% que se reduce hasta el 6,28% en el último año. En este último periodo, su ratio Sharpe es de 4,34 y su tracking error, respecto al índice de su categoría, del 3,28%. La suscripción de la clase I de capitalización en dólares de Goldman Sachs Emerging Markets Equity Portfolio requiere una aportación mínima de 1 millón de dólares, aplicando a sus partícipes una comisión fija de hasta el 0,85%. El fondo cuenta también con una clase E en euros, con un requerimiento de aportación mínima de 1.500 euros.

El fortalecimiento del sistema bancario en la India se ha considerado esencial para revitalizar el ciclo inversor y para superar la ralentización resultante de la desmonetización y de los impuestos a bienes y servicios. La recapitalización podría tener un impacto significativo en las acciones domésticas, que se han visto ya afectadas por la reducción del Producto Interior Bruto (PIB) nominal. Si se consigue estimular  la confianza en los negocios y en el consumo, el aumento en apalancamiento operativo en compañías cíclicas domésticas puede ser significativo.

El equipo gestor cree que los recientes anuncios de China e India deberían considerarse positivos para el sector de compañías estatales. Sin embargo, estiman que puede ser cuestionable que la consecuencia automática sea una revalorización de sus acciones, o que, si fuera así, se vaya a producir inmediatamente.

Como inversores bottom-up, reconocen siempre la necesidad de reevaluar nueva información disponible, pero estiman que no sería prudente invertir con premura. Esto es particularmente cierto en áreas donde el gobierno continúa participando activamente en el día a día de la operativa y la planificación de estrategia de los negocios.

La sostenibilidad por rentabilidad, con una volatilidad bastante controlada a lo largo del tiempo, hace a este fondo merecedor de la calificación cinco estrellas de VDOS.

Tribuna de Paula Mercado, directora de Análisis de VDOS y quefondos.com