La evolución económica de China

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La evolución económica de China
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El crecimiento económico de China ha sorprendido positivamente a principios de 2018. Sin embargo, en medio de la inquietud por la intensificación de las fricciones comerciales con Estados Unidos y los esfuerzos para desapalancar su sistema financiero, el país podría encaminarse hacia una desaceleración conforme avanza el año.

Mientras China se encuentra en medio de una transición ampliamente deseada hacia una economía de consumo, el gobierno quiere gestionar cuidadosamente esta transición. Una reciente disminución en el ratio de reservas requerido -el volumen que los bancos deben mantener en reserva- por parte del Banco Popular de China, junto con comentarios desde el Politburó del Partido Comunista acerca de que el gobierno está listo para ajustar la política si los riesgos comerciales y los financieros amenazan con una fuerte desaceleración en crecimiento, muestra que las preocupaciones económicas en Beijing pueden estar aumentando.    

El rápido crecimiento de China en las últimas tres décadas fue logrado fundamentalmente a partir de un modelo top-down, impulsado por el estado y basado en la fabricación de bienes para la exportación. Una mentalidad de “crecimiento a toda costa” que llevó al gobierno a invertir fuertemente en infraestructura que, si bien sirvió de apoyo para el crecimiento en el corto plazo, fue por lo general ineficiente y llevó a excesos en el crédito que pueden llevar años en recuperarse. Este exceso y mala asignación de recursos ha dejado a la economía en un estado vulnerable que ralentizará el crecimiento de forma significativa, viniendo tal y como lo hace de una transición de una economía impulsada por la inversión a una basada en el consumo. Un crecimiento más lento, hará que el pago de la deuda sea más complicado, conduciendo potencialmente a grietas en la base financiera de China.  

El cambio hacia una economía basada en servicios está en marcha

El giro de China hacia una economía dominada por los servicios ha seguido ganando fuerza, con un sector que contabiliza ahora un poco más de la mitad del producto interior bruto, según la Oficina Nacional de Estadísticas del Gobierno de China. Por el contrario, el sector servicios en economías desarrolladas como Estados Unidos, Japón y Alemania han contabilizado históricamente entre un 70% y un 80% del PIB. La meta de China es alcanzar los mismos niveles que las economías desarrolladas en los próximos años.

Conforme la economía China cambia desde la producción, la previsión del crecimiento será significativamente más difícil porque será más difícil cuantificar servicios de lo que es simplemente medir la producción industrial. Además, la recopilación de datos en China está menos desarrollada que en las economías desarrolladas, haciendo que el trabajo sea aún más difícil.

Los mercados pueden encontrarse más dependientes de unos datos gubernamentales algo menos confiables, lo que podría reducir la confianza y hacer que China sea un destino de inversión menos atractivo.   

Entonces, ¿qué sucederá con el exceso de capacidad de fabricación de China a medida que se desarrolle el cambio hacia los servicios? ¿Se permitirá que las empresas ineficientes, predominantemente de propiedad estatal quiebren, o se las mantendrán a base de subvenciones del estado a fin de mantener altos niveles de empleo? Estas son preguntas importantes, ya que las inversiones improductivas tienden a generar una deuda incobrable. China se encuentra inmersa en una montaña de préstamos en mora y, como en el caso de la medición del PIB, los participantes del mercado son escépticos de que las cifras oficiales reflejen la realidad subyacente.

Sin embargo, con el cambio de una economía de producción a una de servicios viene el riesgo de que los datos económicos ya dudosos de China se vuelvan aún más difíciles de interpretar por los mercados. Durante años, los inversores han tomado los datos chinos, particularmente los datos del PIB, como algo sobreestimados. Los datos del PIB se publican solo días después del final de un trimestre y no se revisan. Sorprendentemente, tienden a no alejarse mucho del consenso, y rara vez decepcionan. Las estadísticas son inusualmente consistentes trimestre por trimestre, a diferencia de Estados Unidos, por ejemplo, donde puede haber grandes oscilaciones de trimestre a trimestre y grandes revisiones dentro del mismo trimestre. Usando los insumos que pueden ser contados fácilmente, como la producción de concreto y acero y la generación de electricidad, los economistas han comenzado a construir estimados y aproximaciones del PIB para China a fin de enmarcar una imagen más realista del crecimiento chino. Pero a medida que la actividad económica se desplace más hacia el sector servicios, será más difícil hacerlo.

¿La iniciativa “Un cinturón y una ruta” es la respuesta?

El exceso de capacidad en los sectores de la producción y la construcción ha plagado a China durante algún tiempo, ya que el mundo simplemente no puede absorber todas las exportaciones de China. Para tratar de remediar esa situación, el país se ha embarcado en la ambiciosa iniciativa “Un cinturón, una ruta”, la construcción de infraestructura relacionada con el comercio como ferrocarriles, gasoductos y puertos en toda Asia, África y partes de Europa. Las empresas constructoras chinas, fabricantes de equipos y firmas de ingeniería están utilizando la iniciativa para buscar trabajo en el extranjero. Se espera que la infraestructura resultante aumente ampliamente el comercio exterior, impulsando en última instancia las exportaciones chinas y al mismo tiempo ayudando a saciar la sed del país por fuentes limpias de energía, como el gas natural, reduciendo el extenso problema de contaminación de China.

Aunque China está restando importancia a la producción en favor de los servicios, se esfuerza por impulsar la cadena de valor de los productos que produce. Lanzó “Hecho en China 2025″, una iniciativa que busca transformar la economía de China de ser simplemente un fabricante de bajo coste a ser el líder mundial en 10 industrias seleccionadas por el estado, desde la industria aeroespacial hasta la biotecnología. Esa iniciativa ha sido un foco principal de la investigación de la Sección 301 (de la Ley de Comercio de 1974) de la administración Trump, que apunta a la transferencia forzada de tecnología y propiedad intelectual estadounidense a empresas chinas a cambio de acceso al mercado. Las preocupaciones adicionales de la administración son el crédito subsidiado y la intervención directa del gobierno.

Estados Unidos ha propuesto aranceles sobre ciertos productos chinos y ha bloqueado la adquisición de empresas de tecnología estadounidenses por parte de compradores chinos por razones de seguridad nacional. Mientras China continúe subsidiando a las compañías locales, protegiéndolas de la competencia y forzando transferencias de tecnología, es probable que Estados Unidos sea muy reacio a aprobar adquisiciones de alta tecnología. Debido a esto, no vemos un camino fácil hacia una solución negociada, dados los enfoques fundamentalmente diferentes del comercio entre China y los Estados Unidos (Y otras naciones desarrolladas). El modelo de China es uno de capitalismo de estado, con el gobierno eligiendo ganadores y perdedores, en lugar del mercado. Estados Unidos y otros países pueden tener éxito al derribar las barreras arancelarias y no arancelarias al comercio, pero es poco probable que alteren el papel central del gobierno en la dirección de la economía, como lo demuestra “Hecho en China 2025”. Eso deja a las compañías occidentales a competir con el gobierno chino, un terreno de juego poco parcial.

La creciente importancia de China para los inversores

Si bien la transformación económica de China está lejos de completarse, la importancia del país está creciendo en los mercados mundiales a medida que sus propios mercados se vuelven más accesibles para los inversionistas extranjeros. En los próximos meses, las acciones clase A denominadas en renminbi se incluirán en el índice MSCI Emerging Markets Index. Se espera que su peso en el índice crezca a medida que China liberalice sus mercados. La inclusión total de las acciones clase A, junto con las acciones chinas cotizadas en el extranjero, podría hacer que la participación de China en el índice de mercados emergentes alcance un 45% en el tiempo, desde el 27,7% actual, según MSCI. El próximo año, el gobierno chino y algunos bonos bancarios se agregarán al índice global agregado Bloomberg, si se llevan a cabo ciertas reformas. Cuando se contabilicen completamente en el índice, Bloomberg estima que los bonos chinos representarán aproximadamente el 5,5% del índice.

Los ganadores y perdedores de la transición

Con el objetivo casi completo por parte de China de duplicar el tamaño de su economía durante esta década, su enfoque está cambiando. Y en el futuro, el éxito será más difícil de medir. Si bien la medición del PIB es relativamente sencilla, la medición de la calidad de vida es más difícil, y la mejora en la calidad de vida es el objetivo de China para los años 2020. La sostenibilidad y la eficiencia tendrán prioridad sobre el tamaño y la velocidad en la próxima década.

A medida que China asciende en la cadena de valor, es probable que la asamblea de bajo valor agregado de los componentes que se originan fuera de China en productos terminados para la exportación pierda importancia. A medida que la transición avanza, es poco probable que China importe la misma cantidad de componentes electrónicos de vecinos como Taiwán y Corea del Sur, ya que busca producir componentes de alta tecnología como semiconductores avanzados a nivel nacional. Dado que es probable que la manufactura represente un porcentaje menor de la economía, las exportaciones alemanas de equipos como herramientas para máquinas también podrían verse negativamente afectadas.

El tamaño absoluto de la economía china y las sólidas tasas de crecimiento económico significan que China seguirá siendo un gran impulsor de la demanda mundial de productos básicos. Dicho esto, el continuo cambio de composición en la economía china, si todo se mantiene igual, sería negativo para los exportadores de materias primas, muchas de las cuales provienen de mercados emergentes. Estos mercados parecerían ser los más perjudicados en las próximas décadas. Los exportadores de mineral de hierro, cobre y particularmente carbón (a medida que China aumenta sus esfuerzos de control de la contaminación) es probable que sientan los impactos más directamente. Sin embargo, los exportadores de gas natural, un combustible mucho más limpio que el carbón o el petróleo, deberían beneficiarse.

La evolución de China hacia una economía impulsada por la demanda nunca será fácil, pero el aumento de la fricción comercial solo se suma a la lucha potencial. La marcada diferencia filosófica entre las economías occidentales basadas en el mercado y el modelo impulsado por el Estado de China hará que la transición sea mucho más difícil.

Columna de Erik S. Weisman, economista jefe y gestor de carteras de renta fija de MFS Investment Management, y Kjetil M. Birkeland, analista de renta fija, también de MFS IM.

Tendencias de inversión: despejando el aire

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Tendencias de inversión: despejando el aire
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Travis Wise. Tendencias de inversión: despejando el aire

China y la India están avanzando en la lucha contra las emisiones de dióxido de carbono y la contaminación atmosférica local, creando oportunidades para las empresas que ofrecen productos y servicios para combatir la contaminación.

La demanda de India y China de equipos industriales más limpios y eficientes, infraestructuras de transporte público y componentes de vehículos eléctricos es una oportunidad para los exportadores de la región. Las compañías taiwanesas, surcoreanas y japonesas han sido históricamente innovadoras tempranas en los mercados ambientales y representan una oportunidad para construir asociaciones regionales aisladas de posibles conflictos comerciales globales.

Cómo está ganando China la guerra contra la contaminación del aire

El gobierno chino ha demostrado repetidamente que la «guerra contra la contaminación» va más allá de la retórica. Por ejemplo, la promesa de reducir las emisiones de dióxido de carbono por unidad de PIB en un 46% con respecto a los niveles de 2005 para 2020 se ha cumplido tres años antes de lo previsto. Además, la calidad del aire local ha mejorado notablemente en Pekín y 27 ciudades de los alrededores.

Este progreso se ha logrado en parte gracias a que el gobierno tomó medidas drásticas para reducir el uso del carbón en 2017, lo que incluyó el apagado de las centrales eléctricas y la industria pesada alimentada con carbón. Junto a esto, la transición al gas natural para calefacción, la construcción de infraestructuras de transporte público y el fomento de los vehículos eléctricos representan soluciones a largo plazo y oportunidades de inversión.

Con el cierre de muchas fábricas en el noreste de China en 2017, la producción de la industria en otras provincias aumentó, intensificando la contaminación local en lugar de reducirla. Así que además de garantizar que la reducción de las emisiones en el noreste se ejecuten de manera sostenible, el próximo desafío para el gobierno chino es ampliar el crecimiento de las soluciones a la contaminación del aire en otras partes del país.

El creciente papel de China en los asuntos mundiales y su influencia económica es cada vez más llamativa. Sin embargo, la importancia del papel de la India en la transición a una economía más sostenible es difícil de exagerar. Su población superará la de China en 2025, y se prevé que la demanda de energía se duplique para 2040. Cualesquiera que sean las decisiones de política y las acciones de los consumidores en la India, tendrán un mayor impacto en las emisiones mundiales a largo plazo.

Transición energética de la India

Actualmente, la generación de energía de la India está dominada por el carbón, que produce alrededor del 75% de la electricidad del país. Por lo tanto, no es sorprendente que 14 de las 20 ciudades más contaminadas del mundo se encuentren en la India. Al igual que en China, la transición continua hacia el uso de gas natural para la generación de energía y calefacción es un paso positivo hacia una combinación de energía más limpia. La transición en India puede llevar más tiempo ya que el país enfrenta desafíos significativos y muy diferentes.

Por ejemplo, China tiene una estructura de poder extremadamente centralizada, y el gobierno ha demostrado que está preparado para hacer cambios drásticos en las políticas rápidamente. En comparación, la India se compone de varios Estados y Uniones, cada una con su propia agenda y preocupaciones. Se deben forjar compromisos teniendo en cuenta que los subsidios al carbón son populares en muchas áreas debido a la cantidad de trabajos que brinda esta industria.

El gobierno indio tiene como objetivo aumentar el peso del gas natural en el mix energético del país del 6,5% al 15% para 2030. Los enormes déficits en las infraestructuras energéticas y el volumen de gas que será necesario suministrar para satisfacer la demanda indican una oportunidad de inversión convincente si se quiere alcanzar este objetivo.

Además, se estima que 240 millones de personas en la India no tienen acceso fiable a la electricidad, por lo que confían en las contaminantes estufas de biomasa para la cocina y la calefacción en interiores. Una transición exitosa a sistemas eléctricos distribuidos basados en energías renovables podría suministrar calor y luz en las áreas rurales.

David Li es senior portfolio manager y director, Impax Asset Management, especialista en inversiones socialmente responsables es socio de BNP Paribas AM.

Factores: los cimientos de la rentabilidad

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Factores: los cimientos de la rentabilidad
Foto: Historiasvisuales, Flickr, Creative Commons. Factores: los cimientos de la rentabilidad

En Europa, la inversión en factores mediante ETFs supera ya los 50.000 millones de dólares, tras producirse unos flujos de entrada récord en 2017, que ascendieron a 10.000 millones. Además, con la proliferación de nuevos productos, los inversores pueden elegir entre más de 240 ETFs de smart beta.

Sin embargo, a pesar de esta amplia gama de productos, los ETFs de smart beta sólo representan el 10% de los activos invertidos en ETFs en Europa, una cifra significativamente menor que la del mercado americano. La adopción de estrategias de smart beta en Europa se encuentra todavía en una etapa inicial, en la que muchos inversores están investigando los méritos del Factor Investing.

La premisa de las estrategias smart beta es que la inversión en acciones con determinadas características, conocidas como factores, tienden a mejorar la rentabilidad ofrecida por el mercado a largo plazo. La mayoría de los factores comunes incluyen Value, Size, Momentum, Quality, Dividend Yield y Low Volatility. Desde 2001, estos factores han batido al mercado en un rango situado entre los 175 puntos básicos del factor Dividend Yield hasta los 570 del factor Size. Todos ellos han mejorado el retorno ajustado por riesgo de la renta variable estándar, tanto en Europa como en EE.UU.

Los extensos análisis académicos han confirmado que los factores de renta variable han tenido una rentabilidad superior que la del mercado en diferentes periodos de tiempo y zonas geográficas. No obstante, aunque a largo plazo muestran rendimientos superiores, se observa un cierto nivel de sesgo cíclico con fases en las que la rentabilidad es inferior.

Los inversores tienen varias maneras de realizar su asignación factorial. Una de ellas es el buy and hold, mediante el que un inversor compra su factor preferido a largo plazo. La estrategia opuesta es el factor timing, en las que se expresa una visión respecto a las valoraciones de factores específicos o sus movimientos a corto plazo. Y por último, la rotación entre factores a lo largo del ciclo.

Un ETF que replica la exposición a un factor específico es una solución transparente y económica. UBS ofrece ETFs basados en cuatro factores individuales: Prime Value, Quality, Total Shareholder Yield y Low Volatility, tanto para los universos MSCI EMU como para MSCI USA. Entre las características de éstos, destacan el hecho de que la ponderación de las acciones dependa de la puntuación de los factores o que no esté limitado el peso de sectores o países, así como otras exposiciones de riesgo. Este enfoque sin restricciones es consistente con el análisis académico sobre las primas de los factores y da como resultado un mayor potencial para obtener un rendimiento superior, aunque esto conlleva un mayor tracking error en comparación con el índice principal. Creemos que este diseño hace que los ETFs de UBS sean particularmente atractivos para las asignaciones smart beta.

Los ETFs multifactoriales han surgido como una evolución de la inversión en factores individuales. El año pasado, este tipo de producto contabilizó el 40% de los flujos de entrada en ETFs en Europa, rondando los 4.000 millones de dólares. El objetivo de las estrategias multifactoriales es mejorar los rendimientos de las carteras al mismo tiempo que reducen el riesgo a través de la diversificación factorial. Este enfoque es ideal para los inversores que quieren capturar las primas de los factores en una solución simple y con un menor riesgo activo en comparación con los factores individuales. Los análisis académicos sugieren que el timming o la rotación de factores es un reto, por lo que un enfoque multifactorial podría ser más adecuado para la mayoría de inversores. Para ellos, UBS ofrece un ETF multifactor que replica el MSCI USA Select Factor Index. El índice está compuesto por los seis factores más comunes ponderados equitativamente: Value, Quality, Yield, Size, Momentum yVolatility.

Tribuna de Pedro Coelho, director de UBS ETF para España.

Robots fabricando robots y el futuro de Japón

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Robots fabricando robots y el futuro de Japón
Pixabay CC0 Public DomainSkeeze . Robots fabricando robots y el futuro de Japón

Imagínese esta escena: en una oscura fábrica, se oye el zumbido incesante de las máquinas funcionando, de robots trabajando duro toda la noche para fabricar… otros robots. Sin luces, sin descanso, sin interrupciones; solo el ritmo implacable y despiadadamente eficiente del ciclo de fabricación. La escena describe de forma fiel una de las vías por la que Japón se enfrenta a sus problemas demográficos.

Los datos de empleo y las proyecciones de mano de obra respaldan esta idea. La proporción entre vacantes y solicitantes de empleo se ha disparado y la tasa de desempleo ha caído con fuerza en el entorno de recuperación económica que ha seguido a la larga crisis post-burbuja. La cifra total de empleo se estabilizará en la próxima década. En conjunto, la combinación de una baja tasa de desempleo y la tendencia estructural del envejecimiento de la población crean la necesidad real de un futuro automatizado, con nuevas tecnologías, para cerrar la brecha de productividad. Esto implica que los robots empezarán a realizar trabajos que antes hacían personas.

Hay otra tendencia tecnológica que podría transformar el entorno de inversión: la conectividad. Japón destaca por su eficiencia en el uso de alta tecnología para solucionar problemas. El ejemplo más obvio, es el famoso tren bala.

Muchas empresas japonesas están intentando capitalizar las tendencias mundiales de conectividad y automatización. Un ejemplo que encontramos en la cartera de la estrategia BNY Mellon Japan All Cap Equity es Nidec, una empresa que fabrica servomotores para robots. Aunque otro de sus segmentos importantes es el de los dispositivos para la electrificación de vehículos. De forma similar, una de las posiciones clave de la estrategia BNY Mellon Japan Small Cap Equity Focus es Sanken, una empresa que diseña y fabrica productos para el campo de la conectividad.

Más allá de la tecnología, hay otra área que, sorprendentemente, podrá generar rentabilidades futuras: los seguros de animales de compañía, valorados en varias decenas de miles de millones de yenes. Tenemos en cartera Anicom, aseguradora que concentra un 60% de la cuota de mercado.

Tras una década de escasa inversión y caídas de productividad, las empresas japonesas vuelven a registrar beneficios récord, lo que implica que disponen de capital para invertir y ofrecen potencial para superar a sus competidoras mundiales.

Tribuna de Sasha Evers, director general de BNY Mellon para España y Portugal.

¿Cómo puede aprovechar un inversor activo este periodo de cambios?

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¿Cómo puede aprovechar un inversor activo este periodo de cambios?
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: jessp713. ¿Cómo puede aprovechar un inversor activo este periodo de cambios?

Los analistas fundamentales pasan una desmesurada cantidad de tiempo con la aplicación Excel de Microsoft intentando calibrar la magnitud y dirección de los cambios en los flujos de efectivo de una empresa, con proyecciones detalladas sobre la evolución de los ingresos, los márgenes y los beneficios. Sin embargo, con el tiempo la lección que uno aprende es que la mayoría de las veces lo que cuenta es lo que no está en las hojas de cálculo.

Uno debe tomar distancia y preguntarse si realmente es posible imaginar qué aspecto tendrá un sector o una empresa dentro de diez años, por no hablar de intentar predecir sus flujos de efectivo y beneficios. Aprovechar este periodo de cambios implica:

1.- Ampliar horizontes temporales

Paradójicamente, aunque la disrupción y la incertidumbre han aumentado, la importancia de invertir con un horizonte a medio y largo plazo nunca había sido tan grande. Albert Einstein calificó la capitalización como la octava maravilla del mundo (“el que la entiende, la consigue… el que no, la paga”).

Poner la vista en el largo plazo da a nuestro dinero más tiempo para estar invertido, lo que nos brinda más oportunidades de capitalización y crecimiento, reduciendo la dependencia de los avatares del mercado bursátil.

Además, desde la perspectiva de un inversor activo también se debe ser consciente de que el juego y las reglas han cambiado: la batalla por la inversión a corto plazo ya se ha perdido a manos de los algoritmos y los sistemas de negociación de alta frecuencia.

Sin embargo, estos dependen de la calidad de los datos y cuando se amplían los horizontes temporales, la frecuencia de los datos es menor y eso significa menos capacidad de realizar juicios probabilísticos y tomar decisiones. Por eso, la paciencia y la capitalización son los mejores compañeros a lo largo del tiempo y solo con el paso del tiempo la inteligencia artificial se rinde ante la inteligencia natural.

2.- Poner en práctica nuestros puntos fuertes como seres humanos

La creatividad y la empatía nos hacen humanos y nos diferencian de las máquinas, que generalmente son fruto de reglas e instrucciones rígidas. Para diferenciarnos, necesitamos centrarnos más en lo que nos hace únicos.

Por consiguiente, en nuestro proceso de inversión consideramos que las interacciones personales, ya sean reuniones con empresas, visitas físicas y contactos regulares con los equipos directivos, no han hecho sino acrecentar su importancia.

3.- Importancia del equipo directivo

De hecho, cuando las defensas se diluyen rápidamente, la importancia de contar con excelentes gestores aumenta. Invertir gira en torno a buscar a estos ejecutivos y, cuando los encuentras, apostar por ellos mientras evoluciona su estrategia para luchar contra las dificultades que plantea el crecimiento y la economía mediante una innovación constante. Si la elección es correcta, entonces la capitalización será de nuevo una aliada.

Los elementos que forman un excelente equipo directivo no dejan de cambiar y evolucionar, y probablemente su enumeración resulte demasiado exhaustiva. Aunque nuestros horizontes son largos, debemos observar y evaluar constantemente estos cambios.

Amit Lodha es gestor del FF Global Focus Fund de Fidelity.

 

¿Cómo posicionar la cartera de renta fija?

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¿Cómo posicionar la cartera de renta fija?
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Randen Pederson. ¿Cómo posicionar la cartera de renta fija?

Después de un histórico periodo de relajamiento en las políticas de los bancos centrales, la Reserva Federal de Estados Unidos (la Fed) ha señalado el camino hacia el ajuste monetario en los últimos años. La subida consistente de los tipos de interés por parte de la Fed ha desencadenado un aplanamiento de las curvas de rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense y los bonos con calificación de grado de inversión, así como un estrechamiento en el diferencial de los bonos. Esto nos ha llevado a pensar que las oportunidades en renta fija estadounidense con corta duración y alta calidad son más convincentes de lo que lo han sido la última década.    

El aplanamiento de la curva corporativa de bonos

Hemos visto un cambio dramático en la forma de la curva de rendimiento de los bonos corporativos de grado de inversión en los últimos meses. Específicamente, ha habido una aceleración del aplanamiento de la curva de rendimiento corporativa, tras el comienzo del ciclo restrictivo de la Fed, iniciado en diciembre de 2015. Con anterioridad a la acción de la Fed, la rentabilidad adicional proporcionada por el un bono de 10 años de grado de inversión era significativamente mayor a la de un bono con un menor vencimiento. En ocasiones durante la última década, el rendimiento incremental de poseer bonos corporativos de grado de inversión a 10 años fue algo superior a tres veces el rendimiento de los bonos de una calidad similar a 2 años. Como resultado, los bonos de vencimiento más corto presentaban una oportunidad menos convincente para los inversores que buscaban rentas. Un mercado bajista con una curva de rendimiento aplanándose es a menudo una característica de un entorno de subida de tasas de interés y puede provocar preocupaciones sobre una desaceleración económica. La curva de rendimiento está en sus niveles más planos desde el inicio de la recesión de 2007, ya que los rendimientos de los bonos de vencimiento más corto han aumentado significativamente más que los bonos de vencimiento más largo (como se muestra en el gráfico 1).

Lo que significa que el rendimiento incremental que las inversiones están capturando por poseer unos vencimientos más largos es significativamente menor de lo que ha sido en bastante tiempo. Y al inversor que está considerando dejar a día de hoy el espectro de vencimientos se le está proporcionando un rendimiento sustancialmente menor que el de hace una década. No se está pagando a los inversores para que asuman el riesgo adicional de ser propietarios de un papel con un vencimiento a largo plazo. Con esto en mente, creemos que examinar la parte de delantera de la curva -en concreto, los bonos de menor duración- es una propuesta interesante dados los mayores rendimientos que estos bonos imponen ahora.  

Los diferenciales se han ajustado a mínimos de 10 años  

Si bien la forma de la curva de rendimiento corporativa de grado de inversión se ha aplanado, también ha habido una compresión dramática del diferencial entre los rendimientos corporativos de dos y 10 años (como se muestra en el gráfico 2). Durante el año pasado, la brecha entre el rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 2 años y el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años se redujo en más de la mitad; y lo hizo comprimiéndose hasta el nivel más estrecho desde 2007. Unas tasas de interés más altas generalmente incrementan las ganancias de las instituciones financieras cuando los tipos a largo plazo (a los que prestan) aumentan más que los tipos a corto plazo (a los que piden prestado). Sin embargo, ahora ha ocurrido lo contrario, por lo que incluso las ganancias bancarias se están reduciendo. Los rendimientos en los pagarés de fecha más corta han estado aumentando más rápido que los de los bonos a más largo plazo. El extremo corto de la curva, y el rendimiento del bono a dos años en particular, refleja las expectativas de los operadores de que la Fed elevará las tasas de interés. El extremo largo, especialmente el rendimiento del bono a 10 años, indica la opinión del mercado sobre la salud futura de la economía. Resumiendo, vemos una buena cantidad de oportunidades en bonos de corta duración.

El análisis del punto de equilibro señala a la parte corta de la curva

Esperamos que la Fed siga aumentando las tasas de interés, pero no se sabe con qué frecuencia y en cuánto se incrementarán. Creemos que esto hace que nuestra postura a favor de poseer bonos de vencimientos más cortos sea mucho más convincente porque los vencimientos a más corto plazo han sido históricamente menos sensibles a la variabilidad de la tasa de interés que los vencimientos a más largo plazo. Por lo tanto, si nos fijamos en el colchón de amortiguación o en la capacidad de un bono para soportar mayores tasas de interés, comúnmente conocida como rendimientos de punto de equilibrio, los puntos equilibrios de dos años están en máximos que no hemos visto en más de una década. El punto de equilibrio se refiere al punto hipotético al que los rendimientos tendrían que subir para que un inversor entre en terreno de pérdidas. Un cambio en el punto de equilibrio de los diferentes puntos del espectro de madurez ha sido más significativo en la parte corta de la curva, específicamente en la parte de dos años de la curva. Y eso significa que la prima con la que se está recompensando al inversor es significativamente mayor en vencimientos más cortos que en otras partes de la curva.

La oportunidad: los títulos respaldados por activos (ABS)

En MFS tratamos de encontrar oportunidades en todo el espectro de riesgos no solo centrándonos en los bonos corporativos de grado de inversión, sino también buscando en diferentes clases de activos. Buscamos oportunidades con potencial para generar ingresos adicionales a la vez que gestionamos el riesgo para nuestros accionistas de renta fija. En un entorno donde los diferenciales son históricamente ajustados y la volatilidad ha comenzado a recuperarse, hemos identificado una clase de activos con la que creemos que podemos encontrar formas de subir de calidad, capturar la reclamación senior sobre los flujos de efectivo y conseguir diferenciales equivalentes o mejores. La clase de activos a la que nos referimos son los títulos respaldados por activos (ABS). Los riesgos inherentes a que los ABS estuvieron expuestos durante la crisis financiera, donde muchos inversores experimentaron pérdidas relacionadas con ciertos títulos respaldados por hipotecas residenciales de marca privada, valores respaldados por hipotecas comerciales y obligaciones de deuda garantizada. Sin embargo, las transacciones de ABS a menudo conllevan varias restricciones estructurales que pueden reducir el riesgo de posibles pérdidas. En resumen, los títulos respaldados por activos pueden proporcionar ingresos incrementales con respecto a las empresas de grado de inversión con potencial para un perfil de volatilidad significativamente menor y calificaciones de mayor calidad.

Conclusión

A medida que los inversores consideren optimizar los rendimientos en un entorno de condiciones monetarias más restrictivas, cambiar las curvas de crédito y rendimiento y aumentar la volatilidad general, creemos que la gestión activa es un componente crítico en los mercados crediticios. Los gerentes activos buscan ampliar el conjunto de oportunidades y asignar entre sectores para encontrar mejores créditos, al tiempo que se evitan los créditos de peor calidad. Seguimos siendo conscientes de los riesgos potenciales mientras nos enfocamos en unos fundamentales sólidos para seleccionar inversiones que creemos que pueden mantener su valor a través de mercados cambiantes.

 

Columna de Bradford Rutan, especialista de producto de inversión, y Philipp S. Burgener, gestor de carteras de renta fija de MFS Investment Management.

 

La renta variable india tiene destacados factores que la respaldan

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La renta variable india tiene destacados factores que la respaldan
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Dennis Jarvis. La renta variable india tiene destacados factores que la respaldan

Creemos que los inversores deberían considerar a la India como una asignación separada de renta variable de la misma forma en que muchos miran a China. La oportunidad de inversión en este activo está respaldada por el tamaño y el potencial de crecimiento de una economía doméstica de buen tamaño y por los recientes cambios que eliminarán muchas de sus ineficiencias históricas. Además, su mercado de valores ofrece una amplia gama de empresas atractivas.

La India tiene un mercado de capital grande y relativamente abierto, lo que permite a los inversores extranjeros participar en un gran número de oportunidades de crecimiento local. El mercado bursátil local es dinámico, con un gran conjunto de compañías cotizadas con un historial de crecimiento rentable y proporciona un gran potencial para diversificar una cartera global.

Esto ha animado a los inversores globales (tanto en varios países como en un solo país) a asignar considerables sumas de capital a la India. En los últimos 20 años, los inversores extranjeros han sido vendedores netos de activos de la India solo dos años, uno de ellos fue el año de la crisis financiera mundial.

Es cierto que las bolsas tienen un valor relativamente elevado, pero desde nuestro punto de vista lo merece y anticipamos un importante crecimiento de las ganancias de cara al futuro. No es probable que la profundidad y amplitud del mercado de renta variable de la India, y, por lo tanto, su posible potencial de crecimiento, se reflejen plenamente en una ponderación limitada dentro de un mandato global o regional o mediante una exposición indexada.

La característica más destacable de las acciones indias –que también hace que este mercado sea un territorio fértil para una gestión activa– es la escala y el dinamismo de los sectores de pequeña y mediana capitalización, que no están plenamente representados en los benchmarks mundiales.

Para abordar este desequilibrio en las carteras globales, recomendamos que las exposiciones a empresas indias de gran capitalización se complementen con una inversión independiente que pueda explotar todo el espectro de oportunidades en el mercado de acciones. Aunque la volatilidad es alta, los beneficios de la diversificación de agregar una asignación sustancial a las acciones indias mejoran la eficiencia de las carteras, según lo expresado por el índice de Sharpe.

A pesar del rápido crecimiento en los últimos 20 años, la India sigue siendo un país de bajos ingresos y tiene una clasificación pobre en varios parámetros. Esto es particularmente evidente en la comparación del ingreso per cápita con el de otras economías avanzadas y emergentes.

Después de un período de turbulencia entre 2010 y 2014, la economía se está moviendo hacia un camino de crecimiento sostenible más alto. La recuperación cíclica se está combinando ahora con las reformas estructurales emprendidas por el gobierno en los últimos años, que incluyen la mejora de la integración financiera, la mayor facilidad para hacer negocios y la implementación de un impuesto a los bienes y servicios.

Un reciente análisis de Schroders reveló que a menudo existe una brecha significativa entre el crecimiento del PIB y el crecimiento de las ganancias en las economías emergentes. Sin embargo, esperamos que en los próximos años el crecimiento económico de la India aumente gracias a unos beneficios empresariales mayores. Los recientes desafíos económicos han dejado a las ganancias corporativas en un nivel bajo cíclico con relación al PIB y hay espacio para que el crecimiento de las ganancias supere el crecimiento económico nominal.

La naturaleza informal e intensiva en el uso de cash de la economía lastra la India en términos de ineficiencias y es un factor que ha frenado el crecimiento. Sin embargo, este escenario está cambiando drásticamente. La tecnología está impulsando mejoras sustanciales en la productividad.

India es líder entre los emergentes en el uso de la tecnología para transformar su sistema financiero, incluida la autentificación electrónica, la inclusión financiera y la infraestructura de pagos, brindando a toda su población la oportunidad de participar en la economía formal. Se estima que la digitalización podría agregar 50-75 puntos base a la tasa de crecimiento del PIB.

La tecnología también está permitiendo cambios drásticos en la infraestructura de pagos. En un país donde el efectivo es el rey, los pagos digitales basados en dispositivos móviles están cambiando completamente el panorama.

Conclusión

Todos estos factores hacen que a medida que India avanza hacia el corazón de la economía global, los inversores ya no pueden darse el lujo de ignorar el tremendo potencial de sus mercados. Su bolsa está relativamente cara, pero desde nuestro punto de vista lo merece, y anticipamos un importante crecimiento de las ganancias futuras.

Ashwin Patni es responsible de productos y fund manager de Axis Mutual Fund, que forma una joint venture con Schroders.

Transformando las soluciones de asesoramiento en un ecosistema digital: la API-ficación de la banca privada

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Transformando las soluciones de asesoramiento en un ecosistema digital: la API-ficación de la banca privada
Pixabay CC0 Public Domain. Transformando las soluciones de asesoramiento en un ecosistema digital: la API-ficación de la banca privada

Big data, inteligencia artificial, cloud data y blockchain son las tendencias tecnológicas que están marcando la pauta tecnológica en todos los sectores; sin embargo al ser tan disruptivas conllevará más tiempo para algunas entidades integrarlas con sus sistemas actuales. Pero, al combinarlas con protocolos de comunicaciones APIs, se puede acelerar el desarrollo de este tipo de iniciativas en el sector financiero, entre los cuales se pueden mencionar modelos predictivos y de recomendación en base a algoritmos de aprendizaje (inteligencia artificial) y uso de big data que permitirán mejorar la creación y seguimiento de carteras modelo.

Dentro de las soluciones enfocadas al cliente final se están desarrollando propuestas que permitan mejorar la experiencia de usuarios, basándose en su comportamiento, en el que se crean modelos predictivos que permiten definir la mejor “Best Next Actions”.

Aquí, las principales propuestas son las APIs conversacionales que permiten reducir el coste de atención al cliente a través de chatbots, una interfaz automatizada que da respuesta a preguntas frecuentes o trasladarlas a la persona indicada. Estas APIs conversacionales dentro del asesoramiento financiero realizan un análisis del perfil para generar un mejor perfil operativo del inversor y por consecuente una mejor propuesta de inversión en tiempo real.

Dentro de esta transformación digital un aspecto importante a tener en cuenta en mundo del asesoramiento financiero es que las soluciones tengan un diseño “cloud” intuitivo y escalable tomando en cuenta los nuevos comportamientos en canales online, entre ellos la pantalla compartida y la multi-pantalla que permita compartir vistas muy comprensibles y adaptables.

Las aplicaciones y uso de este tipo de comunicación han dado un giro completo al sector financiero, y se espera que su desarrollo crezca de forma exponencial, ya que su base radica en las exigencias “always on” de los canales digitales, que busca una atención de forma inmediata, sencilla y en cualquier momento y que se pueda hacer desde cualquier plataforma.

APIs y tendencias tecnológicas

En los ecosistemas digitales la flexibilidad y constante evolución son aspectos fundamentales para tener éxito, y el sector financiero no es la excepción, las normativas regulatorias son cada vez más exigentes y buscan generar más transparencia y seguridad para los inversores. La digitalización de los procesos ha ayudado a dar los primeros pasos aumentando la trasparencia y facilidad en el control de la información para los clientes. En el sector financiero una de las principales apuestas es lograr sistemas flexibles que permitan comunicarse de forma abierta y segura y a la vez, que den la capacidad a sus clientes de controlar sus propios datos sin comprometer su integridad.

Nace entonces la revolución API, que permite al sector financiero adaptarse de forma rápida, eficaz y sencilla a los cambios tecnológicos que exigen el mercado, los nuevos players y las nuevas tendencias digitales para que así les den mayor ventaja competitiva.

Aplicación de las APIs en el mundo financiero

Las APIs (acrónimo de application programming interface) es un protocolo que permite el intercambio de información entre sistemas de manera que se preserva la independencia de los mismos, dotando a soluciones de funciones con un alto grado de especialización que posibilitan acortar el “time to market”, el coste y la escalabilidad escalabilidad de la solución. Con ello se acentúa cada vez más la importancia de este tipo de aplicaciones, ya que en los sistemas legacy que habitualmente se utilizan para la gestión de datos y la comunicación con terceros se vuelven extremadamente complicadas y costosas a implementar, mientras que al desarrollar procedimientos de comunicación fácilmente adaptables, las entidades financieras pueden conectar sistemas y transferir información de forma mucho más sencilla.

La capacidad que han demostrado tener estos nuevos protocolos ha motivado a nuevas iniciativas de control normativo como la PSD2 o las directrices ‘Open Banking’ que impulsan de manera decisiva su uso. A pesar de que la mayoría de iniciativas de este tipo están enfocadas a la mejora en procesos de pagos, la escalabilidad ha llegado al mundo de la gestión de patrimonios, en donde nacen soluciones como Tower, con APIs propias que cubren el ciclo de vida del proceso de asesoramiento financiero.

Tipos de APIS TechRules

El principal objetivo de las APIs desarrolladas por TechRules es el de mantener experiencia homogénea durante el proceso de asesoría financiera, sin que esto involucre complicados o costosos procesos de integración.

ü  Facilidad en la integración de la información.

ü  Gestión más sencilla para asesores y clientes.

ü  Facilidad de acceso y de control de los usuarios a su información.

ü  Más transparencia y seguridad en la información.

 

Tribuna de Raul Lacaci, director general de TechRules

 

Claves macroeconómicas del segundo trimestre de 2018

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Claves macroeconómicas del segundo trimestre de 2018
Pixabay CC0 Public DomainCam-arts . Claves macroeconómicas del segundo trimestre de 2018

La aceleración del ritmo de expansión será la tendencia principal de la economía americana a lo largo de 2018. El dinamismo en la creación de empleo y la fortaleza del consumo seguirán siendo los principales motores de crecimiento. Los elevados niveles de confianza y los estímulos fiscales serán un impulso para la inversión, cuya contribución al crecimiento se consolidará.

Las presiones inflacionistas continúan siendo moderadas y permitirán que las subidas de tipos de interés sean progresivas. La imposición de aranceles es un riesgo que afecta especialmente al comercio con China pero no es todavía una espiral proteccionista global.

Los moderados niveles de inflación permitirán que la Fed mantenga su hoja de ruta de normalización progresiva de la política monetaria. El proteccionismo americano se materializa, concentrándose en China. Si bien irá diluyéndose y su alcance será limitado, la incertidumbre sobre posibles represalias no se va a disipar inmediatamente.

A este respecto, la exclusión de Corea por parte del gobierno americano en la aplicación de los aranceles de represalia sobre las importaciones de acero (25%) y aluminio (10%), a cambio de imponer cuotas de importación y de revisar el actual acuerdo de comercio bilateral, especialmente el denominado KORUS (en la práctica, un acuerdo de libre comercio para autos) es un movimiento que sirve de ejemplo para reforzar la opinión de que la Administración Trump emplea la amenaza de imponer nuevos aranceles como herramienta para negociar mejores condiciones con las economías con las que Estados Unidos mantiene un mayor déficit comercial (China principalmente, que representa aproximadamente el 65% del total), con el objetivo de reducirlos.

Por eso defendemos que no llevará adelante una guerra comercial, ni un proteccionismo a gran escala, pero sí medidas puntuales de corte proteccionista con el objetivo de reducir su déficit comercial. Pero esta peligrosa estrategia de negociación puede tener dos tipos de consecuencias: Subir la inflación en Estados Unidos, lo cual podría inquietar a la Fed, y el mercado volvería a ponerse nervioso por si sube tipos más rápidamente, pero no con el objetivo de enfriar la economía y normalizar los niveles de tipos, sino para frenar la inflación, que es probablemente la peor causa por la que subir tipos.

En segundo lugar, reducir el crecimiento económico global porque el libre comercio es el factor más poderoso en la creación de empleo y riqueza.

En Europa

En la Zona Euro, el ciclo expansivo se fortalece, pero la capacidad ociosa frena la recuperación de precios, los tipos permanecerán bajos tras el fin del QE en 2018. La inflación (subyacente +1,0%) se mantiene alejada del objetivo del BCE (inferior pero cercano a +2,0%). Por un lado, existen factores estructurales (desintermediación, tecnología, globalización,…) que presionan a la baja los precios.

Además, los salarios se enfrentan a una baja productividad, a una capacidad ociosa que sigue siendo relativamente alta (paro 8,6%) y a las reformas del mercado laboral implementadas en algunos países. Estos factores impiden la formación de presiones por el lado de los costes.

  • La capacidad ociosa en la economía todavía es relevante, con un nivel de desempleo del 8,6% y la fortaleza del euro supone un factor de riesgo sobre la recuperación de precios. Seguramente veremos eliminado el QE en 2018, Sin embargo, los tipos no empezarán a subir hasta la segunda mitad de 2019, empezando, sin duda, por el tipo de depósito.
  • Se observan mejoras en empleo, salarios y riqueza de los hogares favorecen el buen tono del consumo. La inversión se apoya en unas condiciones financieras favorables y en la mejora de la rentabilidad de las empresas. La expansión del comercio global permite el crecimiento de las exportaciones, a pesar de la fortaleza del euro.
  • La fortaleza del euro (que podría mermar la competitividad de las exportaciones y terminar restando impulso y vigor al crecimiento) puede suponer un riesgo.
  • Los tipos de interés a largo se moverán al alza. El BCE ha seguido dando señales relativas a la senda de normalización de la política monetaria. Por el momento, mantiene sin cambios los principales tipos de intervención (operaciones principales de financiación, facilidad marginal de crédito y facilidad de depósito).
  • El euro podría apreciarse frente al dólar. La cotización del Euro ha oscilado en torno a 1,23 dólares. El vigor de la economía europea y la perspectiva de aumentos de tipos de interés siguen sosteniendo la demanda de Euros.
  • Dentro de Europa hay que mencionar la situación de Reino Unido, que afronta grandes retos en los próximos dos años. La atención se centra en la gestión del “Brexit” y la Política Monetaria. En este sentido, el acuerdo preliminar alcanzado con la UE para mantener el marco jurídico actual hasta diciembre 2020 representa un balón de oxígeno para la cotización de la Libra y la economía británica. Una subida brusca en los tipos de interés sería perjudicial para la economía británica y la Demanda Interna en particular con un impacto limitado sobre la inflación cuyo aumento se explica por la debilidad de la libra que encarece las importaciones y los precios de producción.
  • España: se mantiene la previsión de crecimiento para este año en un 2,8. La aportación de la demanda nacional a dicha tasa será de 2,4 puntos porcentuales con un crecimiento de la inversión. Respecto al sector exterior, su aportación prevista está en 0,4 puntos. La tasa de paro media anual será de un 15,3%, con crecimiento de la productividad de un 0,3% este año.

La historia de Japón

La velocidad de crucero de la economía de Japón no necesita elevadas tasas de aceleración para ser sostenible. La ausencia de desempleo es un factor clave, pero también lo es el inusual dinamismo que ha adoptado el Consumo porque ayuda a compensar parcialmente la dependencia a las exportaciones. El Yen se mantiene volátil, y la política monetaria del BoJ seguirá siendo ultra-laxa y, en consecuencia, servirá de estímulo al Consumo y a la Inversión Empresarial y debería depreciar al yen.

La mayoría de los Países Emergentes continúa mostrando alternativas de inversión menos atractivas que los países desarrollados. Sí hay opciones, pero hay que ser muy cuidadosos con la elección. A los importantes desafíos que tienen que afrontar (elevados déficits comerciales, falta de reformas estructurales, pérdida de competencia o incertidumbre política), se unen factores exógenos, como la volatilidad en el precio de las materias primas – particularmente el petróleo, la imposición de medidas proteccionistas por parte de EE.UU. y la incertidumbre acerca del impacto negativo que tendría un aumento del coste de financiación de las economías emergentes.

Tribuna de Aurelio García del Barrio, director del Global MBA con especialización en Finanzas del IEB.

El péndulo de la inflación

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El péndulo de la inflación
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Hans. El péndulo de la inflación

No es bueno tener ni demasiada ni muy poca inflación, pero conseguir que un péndulo del tamaño de la economía de EE.UU. se mantenga en un punto intermedio resulta una tarea muy complicada. ¿Qué significa este reto para los inversores?

A principios de este año, la inflación de los precios de consumo (IPC) de EE.UU. superó las expectativas. Esto ha aumentado la posibilidad de que la Reserva Federal aumente los tipos de interés más rápido de lo previsto si la tendencia alcista de la inflación continúa. El indicador de inflación preferido por la Reserva Federal, el índice de precios del gasto en consumo personal (PCE), también está subiendo. La Reserva Federal acoge con satisfacción la idea de que la inflación suba hacia su objetivo del 2%, y es poco probable que abandone su intención de elevar los tipos de interés debido a una sola lectura de la inflación. En cambio, una serie de lecturas superiores a las expectativas podría animar a la Reserva Federal a subir los tipos de interés de forma más agresiva.

En consecuencia, los inversores han centrado rápidamente su atención en el aumento de la inflación y en la posibilidad de que la Reserva Federal suba los tipos de interés a un ritmo más acelerado y hasta un nivel más alto de lo que se esperaba.

La inflación afecta tanto a los mercados de renta fija como a los de renta variable

Para entender cómo las expectativas de inflación influyen en los mercados, es importante tener una comprensión conceptual de la metodología que hay detrás de la composición del rendimiento de los bonos y de las valoraciones de los mercados de renta variable.

El rendimiento que recibe un inversor de un bono con un vencimiento a 10 años es una combinación de cinco elementos:

  • El tipo de interés actual a corto plazo, determinado por la Reserva Federal.
  • Las expectativas de los inversores sobre la evolución de la política de tipos de interés a corto plazo de la Reserva Federal.
  • Una prima para compensar el riesgo de cambios en la inflación, que podría erosionar los valores de inversión durante la vida útil del bono más de lo previsto actualmente.
  • Una prima por los riesgos desconocidos que asume un inversor durante la vida del bono, conocida como «prima de plazo». Resulta muy difícil predecir lo que sucederá dentro de 10 años, por lo que el rendimiento de un bono a 10 años suele ser superior a la de un bono a dos o cinco años.
  • El atractivo relativo de otras clases de activos. Independientemente de la suma de los cuatro primeros factores, si el rendimiento resultante no es atractivo para los inversores, éstos no comprarán los bonos.

Para atraer a los inversores, los rendimientos deberían aumentar para alcanzar un equilibrio con sus expectativas. Se podría argumentar que esto ya se ha mencionado, pero creo que es importante aislar esta consideración.

Si las expectativas de inflación están cambiando, entonces los inversores afrontan incertidumbre en todo lo precedente. El rendimiento de los bonos resultante es también un factor que determina el valor de los mercados de renta variable. La valoración del mercado de renta variable se basa en hipótesis prospectivas sobre el crecimiento de los beneficios empresariales, descontadas por una combinación de rendimientos de los bonos a largo plazo y una prima por la incertidumbre de los inversores de renta variable en comparación con los rendimientos nominales «garantizados» que los inversores en renta fija reciben de los bonos del Tesoro estadounidense. Esta prima se conoce, de forma poco imaginativa, como «prima de riesgo de la renta variable». Por lo tanto, dada la importancia del rendimiento de los bonos para la valoración de la renta variable, los inversores en renta variable se ven tan afectados por los posibles cambios en el rendimiento de los bonos como los inversores en renta fija.

La determinación del nivel adecuado de inflación

La inflación es una cuestión delicada para las autoridades monetarias y los inversores. Por lo general, la economía y los beneficios empresariales exhiben un buen comportamiento en tiempos de inflación moderada porque los precios y los salarios aumentan, pero hay un rezago que permite que los beneficios empresariales suban primero. No es bueno tener ni demasiada ni muy poca inflación, pero conseguir que un péndulo del tamaño de la economía de EE.UU. se mantenga en un punto intermedio resulta una tarea ardua. Existen demasiadas fuerzas que impiden asumir que todo el sistema pueda mantenerse estable. Inevitablemente sigue el movimiento de una oscilación pendular, lo que exige a la Reserva Federal ajustar el nivel de los tipos de interés.

¿Cuáles son las expectativas de inflación de los inversores?

Los inversores esperan claramente que la inflación sea superior a la de hace uno o dos años, pero las expectativas son moderadas desde una perspectiva histórica a largo plazo. La caída de los precios de la energía desde mediados de 2014 hasta principios de 2016 provocó que las expectativas de inflación volvieran a los niveles observados después de la crisis financiera de 2008, una situación que aún no se ha revertido completamente. Diría que las actuales expectativas de inflación se sitúan en torno a la posición 4 del péndulo (inflación modesta), que no es un punto particularmente problemático para la renta variable.

A continuación, se presenta un gráfico sobre los puntos muertos de inflación previstos, derivados de la diferencia en el rendimiento real a cinco años de los valores del Tesoro protegidos contra la inflación (TIPS, por sus siglas en inglés) y el rendimiento nominal a cinco años de los bonos del Tesoro, que constituye un indicador que la Reserva Federal tiene en cuenta. Lo que se pretende es dar una idea de las expectativas de inflación a largo plazo, tal como están incorporadas en la curva del Tesoro nominal y en la curva protegida contra la inflación.

Los mercados han valorado en cierta medida la posibilidad de que una mayor inflación pueda derivar en tipos de interés más altos, lo que deja menos margen para resultados sorprendentes. Por ejemplo:

  • El número de veces que se espera que la Reserva Federal aumente los tipos de interés en 2018 ha aumentado de uno a tres, con un 20% de probabilidad de un cuarto aumento.
  • El rendimiento de los bonos del Tesoro a dos años es 20 puntos básicos (o un 0,2%) más elevado hoy que el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años hace seis meses.
  • Los tipos de interés nominales, que son los tipos antes de tener en cuenta la inflación, son aproximadamente 90 puntos básicos más altos, mientras que los tipos de interés reales son aproximadamente 55 puntos básicos más elevados.
  • La prima de plazo ha comenzado a subir en los seis últimos meses (aunque sigue siendo negativa).

Lo que aún no se ha comprobado plenamente es si el cambio hacia unos tipos de interés nominales y reales más altos es compatible con la elevada valoración de los activos sensibles al riesgo, como las acciones, los bonos corporativos con calificación investment grade y los bonos de alto rendimiento. Es una batalla entre dos narrativas:

Por un lado, el crecimiento de EE.UU. y del mundo es positivo y está mejorando. Las estimaciones de los beneficios empresariales están aumentando y las tasas de incumplimiento de los bonos se sitúan en cotas reducidas. El apalancamiento es alto, pero el margen está mejorando, y los ratios de cobertura de la deuda son manejables.

Por otra parte, los tipos de interés por encima de un determinado umbral (3,5%-4%) pueden hacer que las valoraciones actuales de las acciones y las primas de crédito de los bonos parezcan insostenibles.

Antes de considerar los méritos de estas respectivas narrativas, es importante preguntarse si los inversores o la Reserva Federal tienen el mismo grado de certeza sobre el nivel de inflación generado por la actividad económica que tuvimos históricamente. Las tendencias seculares en la demografía, el aumento de la automatización y el impacto deflacionista del cambio tecnológico pueden provocar que resulte más difícil saber si las teorías tradicionales que aprendemos en los libros de texto económicos siguen funcionando como se esperaba. Los mercados financieros se están embarcando en un viaje sin mapa, lo que puede significar que deberíamos tener una prima de riesgo mayor para compensar la creciente incertidumbre.

¿Cómo reaccionarán la reserva federal y los inversores en el futuro?

Teniendo en cuenta dónde se encuentra actualmente la inflación en el péndulo, podemos analizar cómo la Reserva Federal y los inversores pueden reaccionar ante las expectativas de una mayor inflación:

Es probable que la Reserva Federal aumente los tipos de interés. Dado que gran parte de la actividad del Gobierno, los consumidores y las empresas dependen de préstamos a corto y largo plazo (desde tarjetas de crédito hasta hipotecas), el aumento del coste de financiación a través de tipos de interés más elevados tiende a ralentizar la actividad económica.

El debate se intensificará en torno a cuándo y en qué medida la Reserva Federal aumentará los tipos de interés. Ambos elementos son importantes. Los cambios más rápidos y grandes son generalmente más perturbadores que los ajustes más pequeños y menos frecuentes. Se puede comparar con la acción de frenado: si hacemos ajustes lentos a medida que nos acercamos a un obstáculo en lugar de frenar en seco, el coche se mantiene más estable.

Los inversores exigirán un mayor rendimiento para compensar el efecto de erosión de la inflación en el valor de su capital. Puesto que resulta difícil mantener el péndulo de la inflación en un punto intermedio, los inversores asumen que se hallan en un movimiento ascendente. Piensan que el impulso puede continuar por un tiempo y exigen un mayor rendimiento.

Aumentará la incertidumbre. El mero reconocimiento de un cambio en el régimen de tipos de interés después de varios años de política previsible es motivo de incertidumbre. Los inversores extranjeros tienen la complicación añadida de anticipar las variaciones de los tipos de cambio. Desde la crisis financiera mundial, hemos tenido una continua política monetaria expansiva y una política fiscal poco decisiva. Hoy en día, observamos un giro significativo de la política fiscal a partir de los recientes cambios tributarios, aunado a los planes de estímulo de la infraestructura, en un momento en el que se endurece la política monetaria de EE.UU.

El atractivo relativo de los bonos se incrementará a medida que aumentan los rendimientos. Esto es particularmente cierto si las acciones son caras y ofrecen rentabilidades reducidas, se desvalorizan y/o son cada vez más volátiles. El PER de Shiller actual (una medida de valoración ajustada cíclicamente), según nuestra estimación, es de 31. El gráfico siguiente muestra que, a ese nivel, los inversores de renta variable deberían esperar una modesta rentabilidad media de un solo dígito en los 10 próximos años. Por lo tanto, si el rendimiento de los bonos a 10 años supera el 3%, la preferencia de los inversores por los bonos frente a la renta variable puede cambiar.

Una mirada más de cerca a la renta variable: ¿qué observan los analistas?

Ya hemos mencionado cómo el aumento de la inflación, y por lo tanto de los rendimientos, de forma aislada es algo negativo para las valoraciones de la renta variable. Sin embargo, los rendimientos no pueden considerarse de forma aislada, ya que también deben tenerse en cuenta el crecimiento de los beneficios y la confianza (que se compensan mediante la prima de riesgo de la renta variable). Como ya se ha señalado, el crecimiento modesto de los salarios y los precios suele ser bueno para los beneficios empresariales y la economía. Tanto las expectativas de crecimiento como la confianza están mejorando, y contrarrestan el efecto del aumento del rendimiento de los bonos sobre la valoración de las acciones.

Recientemente, la confianza en el crecimiento de los beneficios empresariales se ha visto reforzada por un sólido crecimiento económico, impulsado por las medidas políticas adoptadas desde Washington. La reducción de los tipos del impuesto de sociedades se ha traducido en revisiones significativamente positivas de los beneficios empresariales. El gráfico siguiente destaca que el número de empresas que publican informes positivos de ganancias es el más alto de los diez últimos años.

El asunto todavía sigue evolucionando, pero nuestro equipo de investigación señala que los comentarios durante las últimas llamadas sobre ganancias de las compañías sugieren considerablemente que los mayores tenedores de efectivo en el extranjero planean repatriar una cantidad significativa a Estados Unidos. Como mínimo, vemos esto como un modesto impulso para los beneficios. Una encuesta de los analistas de Columbia Threadneedle Investments revela que los equipos de gestión en la mayoría de los sectores se han tornado universalmente positivos, gracias a las expectativas de un continuo crecimiento modesto y los beneficios de la reforma del impuesto de sociedades. De hecho, la historia sugiere que los crecientes rendimientos respaldan en un primer momento el aumento de las valoraciones de las acciones. El gráfico siguiente muestra que con un crecimiento de casi el 3%, una inflación cercana al punto intermedio del péndulo puede propiciar unas valoraciones de la renta variable más altas.

El mercado de renta variable puede ser volátil mientras los inversores procesan el cambio de régimen de tipos de interés. Pero en última instancia, la normalización de la política monetaria es una señal de que la economía cuenta con una base estable para el crecimiento. Si la inflación y los rendimientos siguen subiendo, las valoraciones de las acciones se verán afectadas, puesto que los inversores prevén un nivel de tipos de interés diseñado para ralentizar la economía (entre la posición 4 y 5 del péndulo).

Conclusión

Alcanzar el objetivo de inflación adecuado puede ser complicado, además de suponer todo un reto para los inversores. En el entorno actual, aunque la inflación parece estar aumentando, todavía no es probable que provoque una subida de los rendimientos a 10 años hasta niveles problemáticos para la renta variable. Calculo que un nivel problemático es un rendimiento del 4%, en lugar del 2,9% actual.

 

Columna de Colin Moore, director global de inversiones de Columbia Threadneedle Investments