Pixabay CC0 Public DomainPhoto: Виталий Смолыгин CC0. 4 Potential Reasons for the Gold Rally
Escrito por Russ Koesterich, CFA, portfolio manager para el Equipo de asignación global de BlackRock
Russ discute por qué el oro, una clase de activo que no era popular sino hasta hace poco, se ha convertido en una, utilizada como cobertura.
Octubre no fue amable con los inversores. Las acciones no solo sufrieron su peor reducción mensual en años, sino que las coberturas tradicionales, como los bonos del gobierno, no se recuperaron lo suficiente como para compensar las pérdidas (ver gráfico 1). Como resultado, una cartera típica de acciones / bonos 60/40 experimentó uno de los peores comportamientos desde la crisis financiera.
Curiosamente, el oro, en gran parte dejado por muerto, se ha recuperado. No solo el oro ha rebotado, sino que lo ha hecho a pesar de un dólar estable. Lo que plantea la pregunta: ¿Por qué el oro se está impulsando ahora? Aquí hay cuatro razones potenciales:
El oro se puso «barato»- A largo plazo, el oro y la oferta monetaria de los Estados Unidos, medida por M2, tienden a moverse juntos. Los cambios en los precios del oro han igualado aproximadamente los cambios en la oferta monetaria, con una proporción que tiende a revertirse a 1. Para finales de septiembre, esta proporción había caído por debajo de 0,7, la más baja desde 2005. Cuando la relación es baja, se define como 25% por debajo del promedio a largo plazo, el rendimiento promedio durante los siguientes 12 meses es del 15%.
El dólar se ha estabilizado – Mientras que el índice DXY está presionando contra el límite superior de su rango de cinco meses, el dólar se ha mantenido relativamente estable desde mayo. Esto es importante ya que un dólar que se fortalece rápidamente, como vimos en la primavera pasada, ha sido históricamente un viento en contra para el oro. En la medida en que el dólar se haya estabilizado, ese viento se elimina.
Las tasas reales también parecen haberse estancado- Además del dólar, el mayor desafío para el oro en 2018 ha sido el aumento de las tasas reales, es decir, las tasas de interés después de la inflación. Las tasas reales más altas elevan el costo de oportunidad de un activo que no produce ingresos. Entre enero y principios de octubre, los rendimientos reales a 10 años avanzaron 50 puntos básicos. Sin embargo, desde entonces, las tasas reales parecen haber alcanzado un pico temporal cerca de los niveles alcanzados en 2013.
El retorno de la volatilidad – Si bien las tasas reales y el dólar son factores clave para el oro, la demanda de una cobertura contra la volatilidad también impulsa los precios de ese metal. Con la excepción de la breve corrección en febrero, ese atributo no ha estado en demanda hasta hace poco. Antes de la reciente caída, las acciones de los EE.UU. estaban en camino de alcanzar otro año de ganancias de dos dígitos. Desafortunadamente, esta agradable trayectoria ha sido interrumpida. La volatilidad del mercado de renta variable, medida por el índice VIX, se ha duplicado desde principios de octubre. Esto es importante, ya que el oro tiene un historial de mejores resultados en comparación con las acciones cuando la volatilidad está aumentando. Históricamente, en los meses en que la volatilidad aumenta en más del 20%, el oro generalmente supera a las acciones de Estados Unidos en más del 5%.
En resumen, si el oro puede continuar subiendo o no, será impulsado en gran medida por la dirección del dólar, las tasas reales y la volatilidad del mercado. Otro repunte del dólar probablemente interrumpirá la reciente fortaleza del oro. Dicho esto, en ausencia de una nueva ventaja en el dólar, un entorno de creciente volatilidad, particularmente en el que aumenta la incertidumbre económica, históricamente ha sido exactamente el entorno cuando el oro ha demostrado su valor como cobertura.
Build on Insight, de BlackRock, escrito por Russ Koesterich, CFA, portfolio manager para el equipo de asignación global de BlackRock.
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CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: AlexBarth. Seguimos bajistas en Brasil por sus fundamentales
Jair Bolsonaro ha ganado las elecciones brasileñas con facilidad frente a Fernando Haddad, un resultado ampliamente anticipado por las encuestas. Esta votación ha sido la más divisiva de la historia democrática de Brasil, ilustrando la profunda polarización de la política doméstica en los últimos meses. En un desarrollo de los acontecimientos similar al de otros países de todo el mundo, estas elecciones han mostrado la fuerte caída del apoyo a los partidos tradicionales brasileños como el PBDB, PSDB y PT, todos ellos con problemas para conectar con la población.
Los activos de riesgo brasileños como las acciones han disfrutado de un fuerte repunte en los últimos dos meses, ya que el mercado se ha sentido claramente más cómodo con una victoria de Bolsonaro que con las perspectivas de la vuelta al poder del PT, algo comprensible dados los acontecimientos que llevaron a la destitución de la presidenta Dilma Roussef, la excesiva relajación fiscal y el gran escándalo de corrupción de Lava Jato.
El discurso de Bolsonaro tras su victoria fue pro-mercado, con el nuevo presidente insinuando una agenda centrada en unificar el país, combatir la corrupción y centrarse en una reforma fiscal muy necesaria. Esto es algo alentador y probablemente la reciente recuperación de las acciones brasileñas continúe a corto plazo, ya que Bolsonaro debería disfrutar de una breve luna de miel en los primeros días de su nueva administración.
Las siguientes señales clave a seguir en la política brasileña serán por un lado los nombramientos para el gabinete de Bolsonaro (especialmente el presidente de la Cámara de Representantes) y por otro quién será el próximo gobernador del Banco Central de Brasil si el actual no es reelegido. El actual presidente de la Cámara de Representantes, Rodrigo Maia, es uno de los pocos candidatos para ese rol que podría lograr el apoyo de todos los partidos a la reforma fiscal. También será importante observar el liderazgo de las principales empresas estatales, como Petrobras y Electrobras, así como los planes de Bolsonaro para privatizar los activos estatales.
A medio plazo somos bajistas con los fundamentos brasileños y seguimos preocupados por la trayectoria de los balances fiscales del país. No creemos en la probabilidad de una reforma fiscal significativa, especialmente en las pensiones, la seguridad social y los impuestos (que es, en última instancia, lo que Brasil necesitará para mantener a raya las calificaciones de las agencias de crédito en 2019). Sentimos que la controversia y división que provoca la agenda política de Bolsonaro, junto con sus altos niveles de rechazo, le impedirá aprobar los proyectos de ley necesarios en el Congreso. Esperamos que Brasil mantenga un crecimiento inferior al de su potencial y que la inflación aumente en 2019, lo que hará que el banco central aumente los tipos de interés.
Columna de Paul Greer, gestor de fondos emergentes de Fidelity
. Industria de fondos en Latinoamérica: los beneficios de la subcontratación
El mercado de inversionistas en América Latina está evolucionando. Observando mercados desde Miami a Sao Paulo, asesores, gestores de patrimonio, aquellos encargados de seleccionar los fondos e inversionistas institucionales, todos están siendo testigos del mismo cambio: los inversionistas de América Latina se están abriendo a nuevas oportunidades y enfoques de inversión a medida que el PIB regional continúa aumentando, con el FMI prediciendo un crecimiento del 1,9% en el 2018 y de 2,6% en el 2019.
Mientras que Brasil, Colombia y México están posicionados entre los países latinoamericanos con programas robustos de desarrollo de infraestructura, la incertidumbre persiste para los inversionistas en el escenario económico y político más amplio. La volatilidad es una forma de vida para muchos de estos inversionistas y en el floreciente sector financiero, los fondos y aquellos encargados de seleccionar los fondos juegan cada vez un rol más importante en su búsqueda por mayores rendimientos. Las fronteras están siendo eliminadas a lo largo del continente, a medida que los inversionistas buscan mejores formas de diversificar sus activos. Los profesionales de fondos en la región están ahora en la vanguardia de abordar el cambio, mientras que intentan romper la obsesión a largo plazo de sus inversionistas con mercados locales de renta fija.
Los activos bajo gestión (AUM por sus siglas en inglés) en América Latina aumentaron en un 17% el año pasado, posicionando a la región detrás únicamente de China en términos de su tasa de crecimiento. El dinero en América Latina aumentó de cerca de 1,5 trillones de dólares en el 2016 a 1,8 trillones de dólares en el 2017, de acuerdo con el reporte Global de Gestión de Activos de Boston Consulting Group (BCG).
Comentaristas que observan cómo las compañías de fondos en América Latina están ganando y obteniendo inversionistas globales, han notado que Credicorp Capital, un grupo de gestión de inversiones de 9,4 billones de dólares, aparece en la creciente lista de gestores de activos en América Latina trabajando para exportar sus fondos y experiencia regional a inversionistas extranjeros, particularmente aquellos en mercados desarrollados. Esta iniciativa es en parte un intento por capitalizar en el atractivo de los activos en América Latina como una forma de diversificación para los portafolios de inversionistas extranjeros, mientras que al mismo tiempo aumentan los rendimientos en un ambiente de bajos retornos. Más importante aún, muchos gestores de activos en América Latina han logrado un nivel de escala y sofisticación que hace que sus estrategias sean atractivas para instituciones globales y oficinas familiares, llevando a un número de estos a aventurar más allá de América Latina.
Adicionalmente, expertos de la industria han señalado que los fondos de pensiones chilenos, por ejemplo, han asignado más de 2,5 billones de dólares a los fondos de capital en América Latina de la gestora del RU Aberdeen Standard Investments a febrero, de acuerdo con un reporte realizado por la firma de investigación y servicios financieros HMC Capital. Pero ahora, los productos de inversión también han comenzado a moverse en otra dirección. Grupos latinoamericanos han desarrollado sus capacidades de inversión y apalancado su sólido conocimiento de la región para ofrecer sus estrategias locales en el extranjero.
El crecimiento del sector está alentando a más y más gestores de fondos a subcontratar su back-office debido a las presiones políticas y constantes cambios regulatorios, con el actual aumento en requisitos de cumplimiento y la falta de agilidad de los gestores de fondos para responder a estas rápidas evoluciones del mercado y necesidades de negocios. Como consecuencia de este cambiante panorama regulatorio, los gestores de fondos están bajo presión para entregar una mayor transparencia en sus procesos y más claridad y detalle en sus reportes a inversionistas. Un webinar ofrecido por Private Equity Wire mostró que el 96% de los presentes encontraba que la subcontratación era ventajosa y que los administradores son mucho más que proveedores, son como socios. Este concepto es ahora ampliamente aceptado. Pequeños gestores lo encuentran como un reto y además costoso tener que realizar esto para acomodar su propia administración.
La subcontratación puede ofrecer una solución eficiente en términos de entregar beneficios reales de escalabilidad inmediata y continuidad para los gestores de fondos y DGs, ya que puede atender el rápido aumento y reducción en AUM. También existen requerimientos por parte de inversionistas y los estándares se han vuelto extremadamente altos en términos de una debida diligencia detallada y revisiones de las prácticas operativas de los fondos. Además, debe mencionarse que el costo de los proveedores de sub-contratación es usualmente cobrado al fondo, en vez de al DG, por lo tanto, permitiendo que el DG tenga más espacio para negociar sus tarifas, si es necesario.
Entonces, ¿cómo puede la subcontratación ayudar en América Latina en un momento de crecimiento en la industria de los fondos? La subcontratación de los servicios de back office puede traer beneficios en un número de formas. Los gestores de fondos se pueden enfocar en las principales actividades del negocio y redireccionar su tiempo y recursos claves a dichas funciones. Se pueden concentrar en sus fortalezas y prioridades, como maximizar los rendimientos de las inversiones. Es rentable: los costos generales y otros relacionados, como infraestructura interna, disminuyen. No hay necesidad de invertir en tecnologías y software complejos y de última generación, que serían demasiado costosos para los gestores de fondo individualmente. Tiene una aceleración de migración más fácil y acceso a la última tecnología.
También trae un alto nivel de experiencia de un grupo grande de recursos calificados. Administradores de fondos especializados, como SGG, tienen las habilidades y experiencia requeridas: tienen el conocimiento en las leyes y requerimientos regulatorios relevantes, conocen las mejores prácticas de reporte financiero y son flexibles, especialmente cuando tiene que ver con cambios regulatorios súbitos, los cuales pueden ser implementados efectiva y rápidamente. Esto también elimina la carga de reclutamiento y entrenamiento, como también problemas de falta de talento al interior del fondo. Adicionalmente, garantiza que los gestores puedan cumplir con los requerimientos de los inversionistas de forma efectiva y mantengan los estándares esperados y presión en la industria.
Adicionalmente, la subcontratación apoya una gestión de riesgo más sólida, con controles, procesos y tecnología probados, que hubieran sido costosos si no se hubieran subcontratado. Aquellos que prefieren servicios internos, argumentan que la subcontratación puede traer un cierto nivel de riesgo, pero en realidad los proveedores de sub-contratación pueden traer con ellos credibilidad adicional y también ofrecer una cobertura de seguros integral. Es importante que una relación de confianza sea construida entre el proveedor y el gestor. Con relación al control, debe existir un modelo operativo que no afecte el negocio principal y se pueda adaptar de manera efectiva. También es importante asegurar la participación entre el equipo de subcontratación y los gestores.
Subcontratar un administrador especializado les permite a los gestores de fondos enfocarse en sus operaciones principales y les da tranquilidad al tener una firma especializada que navega a través de un panorama regulatorio complejo y siempre cambiante.
Pixabay CC0 Public DomainFree-Photo. ¿Son los dividendos una alternativa para obtener beneficios en un entorno de bajos tipos de interés?
A la luz de la actual situación de bajos tipos de interés y con un entorno desafiante en los mercados de bonos y acciones, los valores con dividendos sostenibles ofrecen interesantes posibilidades de inversión.
A pesar de que los fundamentales son buenos, tenemos un entorno desafiante en los mercados de renta fija y variable, debido a los bajos tipos de interés en Europa, los riesgos geopolíticos, los temores de una guerra comercial, el aumento de los tipos de interés en los EE.UU. y el final del programa de compra de activos del BCE.
Por el contrario, los pagos de dividendos en 2018 fueron más altos que nunca. En el segundo trimestre, las compañías europeas distribuyeron 176.500 millones de dólares a los accionistas (excluido el Reino Unido), lo que supone un aumento del 18,7% anual. Además, muchas acciones todavía muestran un potencial significativo para el aumento de dividendos.
Sin embargo, a la hora de elegir los títulos no solo es importante fijarse en el monto del dividendo. Un criterio relevante que también debe tenerse en cuenta en la elección de los títulos es la sostenibilidad del dividendo. Para ello, podemos fijarnos en si los ha distribuido consistentemente y si se espera que la compañía continúe generando crecimiento de beneficios en el largo plazo. El potencial del precio de las acciones es, por lo tanto, igual de importante.
Una estrategia para invertir por dividendos, que satisfacen nuestros criterios de sostenibilidad, y con la que hemos logrado realizar rendimientos atractivos es la “estrategia Barbell”. Ésta se basa en invertir en dos tipos de compañías para tener un buen balance entre títulos defensivos y más conservadores, que dan estabilidad, y títulos de pequeñas y medianas empresas, que tienen gran potencial de crecimiento, son líderes en nichos de mercado internacionales, y cuentan con sólidos balances y rentabilidad, así como un historial de gestión convincente.
No obstante, a la hora de seleccionar cualquier empresa siempre es necesario realizar un análisis intensivo y detallado con el que identificar los mejores títulos.
Tribuna de Thomas Meier, responsable de gestión de renta variable y gestor del fondo MainFirst Global Dividend Stars de Mainfirst.
Foto: NAIM. La política económica no debe ignorar las señales de los mercados
En un mundo globalizado como en el que vivimos actualmente, el gobierno de un país no puede tomar decisiones económicas opuestas a las tendencias de los mercados, tanto nacionales como extranjeros, ni ignorando las señales de los mismos. No importa si la decisión está bien intencionada, ni es una cuestión de soberanía nacional, es de lógica elemental, ignorar a los mercados termina generando mayores problemas económicos.
A principios de los ochentas del siglo pasado, el presidente de México, también de apellido López, José López Portillo, al observar que el precio del petróleo se derrumbaba en los mercados internacionales, apelando a su espíritu nacionalista y populista y a la soberanía nacional determinó que el petróleo de México no se iba a malbaratar y en ante la baja internacional del precio del crudo negro, no nada más no disminuyó el precio, sino que decidió incrementarlo. El resultado fue un desplome de las exportaciones de petróleo, ya que la mezcla mexicana subió de precio cuando todas las otras opciones de petróleo habían disminuido, que provocó menor generación de divisas y desató la crisis económica que afectó al país durante más de una década.
El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ha declarado que el futuro del país depende de las decisiones soberanas que tomen los mexicanos y que las fuerzas económicas extranjeras no deben influir en la política económica a seguir. Declaraciones muy similares a las que realizó el presidente en turno al inicio de los ochentas. Determinar que se va a dejar de exportar petróleo, cuando aporta 20 centavos de cada dólar que se genera por exportaciones y que se van a construir refinerías para producir gasolina, cuando la rentabilidad de las mismas es muy baja porque el petróleo que extrae México es muy pesado, son mensajes que los inversionistas, tanto nacionales como extranjeros perciben con poca lógica económica. Particularmente en un mundo donde la industria automotriz se enfoca a los automóviles eléctricos, por lo que también es ignorar las tendencias de los mercados.
Los comentarios de las agencias calificadoras son señales que se deben tener en cuenta, porque constituyen indicadores de la evolución del riesgo de un país o de una compañía, al igual que la evolución de las tasas de interés que se pagan por los bonos que emite cualquiera de ellos. El nombramiento del futuro director de Pemex, por su falta de experiencia financiera y tecnológica, aunado a los planes de las refinerías provocaron el incremento de la tasa de interés de papeles emitidos por la paraestatal. Ante la decisión de cancelar el NAIM en Texcoco, tanto por la forma como por el fondo, algunas calificadoras modificaron la perspectiva del país de estable a negativa. Estos eventos lo que señalan es que se percibe un mayor riesgo para Pemex y para el país.
Para crecer y generar empleo se requieren realizar inversiones y capital que las financie. El capital se dirigirá donde haya menor riesgo. De ahí la importancia que las decisiones de política económica deben generar por si solas señales confiables y por supuesto no pueden ignorar a los mercados y a indicadores de riesgo, como son las calificadoras. Desdeñarlos complicará la atracción del financiamiento para las inversiones que requiere el país.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Gage Skidmore. En la carrera presidencial de 2020
Las elecciones de mitad de término de Estados Unidos no generaron grandes sorpresas en el Congreso: el Senado permaneció bajo el control republicano y la Cámara de Representantes derrotó a los demócratas, como se esperaba. Ahora, los inversores pueden centrar su atención política en la carrera presidencial de 2020 y en lo que debería ser un campo abierto de candidatos demócratas.
Desde luego, parece que los ciclos de campaña presidenciales están comenzando cada vez antes y antes. Por ejemplo, el presidente Donald Trump anunció formalmente su campaña en junio de 2015. Y en el verano de 2015 se presentaron debates republicanos con más candidatos de los que caben en un escenario. Cabría esperar que no se tarde mucho en enfocarse de nuevo en la campaña presidencial de 2020, y es posible que se vea un gran número de candidatos en el lado demócrata, tal y como sucedió en el partido republicano en 2016.
Mientras se habla mucho de los dividendos del gobierno, con una cierta connotación negativa, los dividendos del gobierno no son algo nuevo, y los mercados han tenido un buen desempeño en esos escenarios.
La reacción inmediata de los mercados tras las elecciones del miércoles es positiva, con acciones y otros activos de riesgo al alza. El dólar estadounidense está algo debilitado y el mercado de bonos del Tesoro se está aplanando, con la parte más larga de la curva con un rendimiento superior. Este movimiento en el mercado de bonos del Tesoro muestra que el mercado tenía algo de preocupación de acerca de la posibilidad de que los republicanos pudieran desafiar las estadísticas y mantener la Cámara de representantes, elevando el déficit, algo que hubiera tenido repercusión en el mercado de bonos. Este movimiento del precio se revirtió en el momento que se confirmó el resultado esperado, con los demócratas recuperando el control de la Cámara.
Con los demócratas en la Cámara, no hay posibilidades de nuevos recortes. Sin embargo, un área de acuerdo potencial para el presidente Trump y la Cámara demócrata sería la inversión en infraestructura. En el caso de que la factura en infraestructura se apruebe, el déficit fiscal aumentará y presionará el mercado de bonos; aunque por el momento el mercado de deuda no está reaccionando así.
Mientras puede que sea difícil que se legisle en alguna otra cuestión distinta del paquete de infraestructura potencial aprobado por un Congreso dividido, los Republicanos deberían ser capaces de confirmar nombramientos de jueces y de miembros del gabinete dada su mayoría mejorada en el Senado. Además, los mercados continuarán centrándose en los desarrollos de la guerra comercial y las tarifas, así como en los potenciales titulares políticos de la investigación Mueller o de cualquier otra investigación que la nueva mayoría demócrata elija impulsar en la administración.
Los mercados están digiriendo los resultados de las elecciones a medio plazo, y hasta ahora la reacción ha sido favorable para los activos de riesgo. Además de los desarrollos políticos potenciales que se han nombrado, la campaña de las elecciones presidenciales de 2020 estará aquí antes de lo esperado.
Columna de Eric Stein, co-director de renta fija global en Eaton Vance.
La combinación de los sólidos datos económicos en Estados Unidos, el incremento de las expectativas de endurecimiento adicional de la Reserva Federal y las elevadas valoraciones impulsaron las rentabilidades. Afortunadamente, las presiones inflacionarias aún moderadas significan que, probablemente, la Reserva Federal continuará con su ritmo lento y constante de subidas de los tipos de interés, lo que no pondrá en peligro el sólido crecimiento económico estadounidense. Por otra parte, el ritmo de este ajuste está demostrando ser más problemático para el resto del mundo, en particular, para los mercados emergentes.
En la actualidad, creemos que los sólidos datos de crecimiento, que probablemente sigan siendo buenos para la economía global además de para Estados Unidos, no representan una amenaza para los activos de riesgo, aunque la discriminación entre los mercados emergentes sigue siendo clave. Si bien podría argumentarse que el crecimiento de Estados Unidos ha dejado de ser bueno para la economía global, empacharnos de algo bueno también puede ser maravilloso en ocasiones. ¡Ya veremos!
Perspectiva para la renta fija
El comportamiento/tendencia de las rentabilidades de los bonos del Tesoro estadounidense sigue acaparando el interés de los mercados. La subida de tipos no debería haber sorprendido tanto, ya que la Reserva Federal venía comunicando claramente su intención de elevar de forma gradual los tipos de interés. No obstante, el mercado se había mostrado reacio a descontar en gran medida los posibles aumentos de los tipos de interés más allá de 2019. Sin embargo, los recientes datos de fuerte crecimiento respaldan el escenario de nuevas subidas de tipos y un ciclo alcista más largo; en este sentido, el mercado converge por primera vez en este ciclo con respecto a los pronósticos de la Reserva Federal, más que al revés. Adicionalmente, dado que las estimaciones de las primas temporales de los tipos de interés siguen siendo negativas, existe la posibilidad de que las rentabilidades aumenten también a través de esta vía. La naturaleza correlacionada de los mercados de bonos globales significa que las mayores rentabilidades de los bonos del Tesoro estadounidense están generando rentabilidades más elevadas en todas partes, con independencia prácticamente de los fundamentales internos. En nuestra opinión, los riesgos permanecen sesgados hacia nuevos aumentos de las rentabilidades, con Estados Unidos a la cabeza.
La subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal a causa de la mejora de la economía no debería ser necesariamente un obstáculo para los activos de riesgo. El riesgo de un endurecimiento excesivo por parte de la Reserva Federal parece pequeño, especialmente atendiendo a que las presiones inflacionarias siguen siendo moderadas, lo que permite ralentizar el ritmo en cualquier momento, como sucedió durante el actual ciclo de ajuste. Si bien existe una creciente evidencia de que la rigidez de los mercados laborales aumenta la inflación salarial, tanto en Estados Unidos como en Europa, el repunte respalda principalmente el argumento de que la política monetaria debe ajustarse en lugar de acelerar el ritmo de la crecida.
Esto debería significar que el impacto sobre los activos de riesgo, en Estados Unidos, sea moderado. Sin embargo, la preocupación radica en si los mercados de activos fuera de Estados Unidos pueden afrontar rentabilidades superiores con la misma resiliencia. Tras convergir brevemente, parece que la economía estadounidense está superando una vez más al resto del mundo. Europa está creciendo mucho más lentamente que en 2017, arrastrada por las incertidumbres políticas y fiscales en Italia. La preocupación clave en los mercados emergentes es la resiliencia de la economía de China, que no se ve favorecida por el conflicto comercial con Estados Unidos.
En general, creemos que un crecimiento más sólido y unas rentabilidades superiores en Estados Unidos no ejercerán un efecto disruptivo sobre la economía y los mercados financieros globales. Esto se debe en parte a que el fuerte crecimiento de Estados Unidos (por ahora) sigue siendo bueno para la economía global y también a que, si el aumento de las rentabilidades demuestra ser disruptivo, tendría repercusiones sobre las políticas de la Reserva Federal. Dicho esto, en nuestra opinión, debe discriminarse entre los diferentes mercados emergentes, eligiendo entre los países que tienen mejores y peores fundamentales. La situación en Italia también corre el riesgo de volverse mucho más disruptiva, aunque haya pocos indicios de contagio hasta el momento. Y, por último, pero no menos importante, debe controlarse la creciente/intensificada guerra comercial con China para detectar posibles efectos más siniestros.
Un crecimiento más fuerte puede ser perjudicial si provoca un endurecimiento excepcional de la política monetaria y una apreciación excesiva del dólar. Sin embargo, como dijo Mae West, empacharnos de algo bueno también puede ser en ocasiones maravilloso.
1.- Tipos y divisas de mercados desarrollados
Análisis mensual
En septiembre, los activos de riesgo se recuperaron de la venta masiva de agosto. Las rentabilidades de los bonos del Tesoro estadounidense aumentaron de media 20 puntos básicos en toda la curva, mientras que los bonos alemanes cedieron entre 7 y 15 puntos básicos. La única excepción fue la deuda pública japonesa, que mostró un buen anclaje. Las rentabilidades japonesas terminaron sin cambios este mes. Los bonos italianos revirtieron algunas de las pérdidas del mes anterior al repuntar más de 40 puntos básicos en el extremo frontal de la curva, mientras que, curiosamente, el extremo posterior de la curva Euro BTP solo repuntó 10 puntos básicos. La curva del diferencial entre el bono del Tesoro estadounidense a 2 años y su equivalente a 10 años siguió aplanándose, reduciéndose en otros 24 puntos básicos este mes.(1)
Perspectivas
Creemos que la Reserva Federal seguirá subiendo los tipos de interés de forma gradual en 2019, lo que solo permitirá un repunte moderado de la inflación. Las reuniones recientes demostraron que el organismo reafirmó su plan de aumentar tres veces los tipos en 2019 y el mercado está preparándose para esta posibilidad, como lo demuestran las mayores presiones sobre los salarios y el hecho de que la confianza empresarial haya elevado la apuesta con respecto a cuál será el tipo de interés de equilibrio final. En cuanto a los tipos de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años, creemos que se situarán en el rango del 3% al 3,5%. Como indicamos anteriormente, la deuda pública japonesa ha servido para fijar las rentabilidades en todo el mundo. Que la banda de negociación de la deuda pública nipona se amplíe según el Banco de Japón ajuste su política de control de la curva de rentabilidades podría introducir más volatilidad y elevar los rendimientos de los activos carentes de riesgo, si bien, por ahora, no parece que el Banco de Japón tenga prisa.
2.- Tipos y divisas de mercados emergentes
Análisis mensual
En septiembre, la confianza del mercado mejoró, ya que los obstáculos disminuyeron con el progreso de las conversaciones comerciales en América del Norte, la mejora de los factores técnicos del mercado y las valoraciones, lo que despertó la atención de los inversores. Si bien el rendimiento en lo que va de año ha sido deficiente, se ha producido un contagio limitado y la perspectiva de impagos no ha aumentado sustancialmente, ya que, en nuestra opinión, esta venta masiva ha sido más idiosincrásica que sistémica. Dentro del espacio denominado en dólares, la deuda soberana superó al crédito durante el mes, mientras que la deuda local en general superó a la deuda denominada en dólares, debido a que las monedas de los mercados emergentes se apreciaron frente al dólar. Las materias primas se encarecieron durante el mes, con grandes ganancias en energía, agricultura y metales, como el platino y el paladio. Sin embargo, los precios del aluminio, el oro y la plata cayeron durante el período.
Perspectiva
Si bien creemos que la debilidad de las valoraciones en los mercados emergentes en el segundo y el tercer trimestre ha creado oportunidades para abrir posiciones, hay que ser más selectivos, dada la incertidumbre de las perspectivas para los fundamentales de los mercados emergentes. A escala estructural, la sincronía del crecimiento global parece quedar atrás y se entra en una nueva fase de divergencia de crecimientos, como lo demuestra el crecimiento todavía saludable en Estados Unidos, la estabilización en Europa y Japón y, lo que es más importante, la desaceleración más reciente de la actividad en los mercados emergentes. Los conflictos comerciales encabezan la lista de preocupaciones: Estados Unidos y China están atrapados en una batalla aparentemente larga que podría socavar el conjunto de las expectativas de crecimiento. La amenaza de que Estados Unidos pueda considerar la posibilidad de ampliar los aranceles a los 267.000 millones de dólares restantes en concepto de importaciones provenientes de China podría desencadenar otra ronda de represalias del país asiático, lo que pesaría sobre el crecimiento global y la confianza del mercado.(2) En la parte positiva, sin embargo, el anuncio de reforma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el llamado Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA), resalta la propensión de Estados Unidos a favor de un acuerdo y supone un paso importante para eliminar una gran causa de incertidumbre relacionada con el comercio, una vez que las cámaras legislativas nacionales aprueben el acuerdo propuesto.
3.- Crédito
Análisis mensual
Los diferenciales de grado de inversión global se estrecharon en septiembre, terminando el trimestre con firmeza. El índice Bloomberg Barclays U.S. Investment- Grade Corporate Bond se contrajo 8 puntos básicos en septiembre y finalizó el mes en 106 puntos básicos; los valores industriales con calificación de BBB lideraron el mercado.(3) Los diferenciales en Estados Unidos ahora son más estrechos que en cualquier otro momento desde abril. En el año, el diferencial de la deuda corporativa estadounidense con grado de inversión se ha ampliado 13 puntos básicos. En Europa, el índice Bloomberg Barclays Euro-Aggregate Corporate se contrajo 5 puntos básicos y finalizó el mes en 114 puntos básicos.(4) Con respecto a Estados Unidos, los diferenciales en Europa se han mantenido en un rango determinado en los últimos meses y se han ampliado 28 puntos básicos en el año. Los valores convertibles globales arrojaron un pequeño rendimiento positivo en el mes, impulsados por el avance bursátil y contenidos por la caída de los bonos. Las principales clases de activos no variaron demasiado: el índice MSCI Global Equities subió 26 puntos básicos y el índice Bloomberg Barclays Global Credit bajó 32 puntos básicos, mientras que el índice Thomson Reuters Global Convertibles Focus se ubicó en el medio, avanzando solo 3 puntos básicos.(5)
Perspectiva
De cara al futuro, seguimos siendo optimistas sobre el crédito con grado de inversión. Los beneficios corporativos continúan siendo robustos, la gran oferta se ha satisfecho con una demanda aún mayor y el contexto macroeconómico continúa mejorando. Los indicadores económicos siguen siendo sólidos, particularmente en Estados Unidos, mientras que algunas preocupaciones geopolíticas clave parecen estar desapareciendo. La reciente espiral descendente de los mercados emergentes se ha desacelerado y se han logrado avances en algunas de las disputas comerciales a escala global. Las valoraciones, aunque alejadas de los niveles más amplios, se mantienen alrededor de los niveles medios a largo plazo. El Banco Central Europeo (BCE) está alejándose del mercado de bonos corporativos, la política monetaria estadounidense está endureciéndose y la situación en Italia sigue siendo volátil, por lo que no esperamos que los diferenciales se contraigan rápidamente a partir de esta situación. Más bien, esperamos que los diferenciales se contraigan según avanzamos hacia final de año, generando algunas rentabilidades superiores atractivas en el proceso.
4.- Activos Titulizados
Análisis mensual
El aumento de los tipos de interés, la extensión de la duración y la reducción de los diferenciales de crédito fueron los temas principales en septiembre. Las rentabilidades absolutas estuvieron marcadas por las consecuencias del aumento de los tipos de interés. Los valores orientados al crédito superaron significativamente a los valores más sensibles a los tipos durante el mes. La confianza del mercado pareció cambiar en septiembre y el fortalecimiento de los datos económicos de Estados Unidos parece estar superando la potencial debilidad económica mundial y las preocupaciones comerciales en torno a los aranceles. La Reserva Federal elevó los tipos de interés a corto plazo otros 25 puntos básicos en septiembre y el mercado espera ahora que el banco central vuelva a subir los tipos en diciembre y, posiblemente, varias veces más en 2019.
Perspectiva
Nuestra tesis de inversión apenas ha variado en octubre. En general, mantenemos el optimismo con respecto a las oportunidades que ofrece las titulizaciones con riesgo de crédito y la cautela en torno a los bonos de titulización hipotecaria de agencia de Estados Unidos. Seguimos infraponderados en bonos de titulización hipotecaria de agencia debido a las preocupaciones sobre el aumento y la posible mayor volatilidad de los tipos de interés. También porque la Reserva Federal continúa reduciendo sus compras de estos valores y, como resultado, la oferta del mercado negociable está aumentando. Los bonos de titulización hipotecaria de agencia también aparentan ser caros atendiendo a la evolución histórica de sus diferenciales, que, en nuestra opinión, tendrán que ampliarse para atraer a nuevos inversores a fin de compensar el descenso de compras de la Reserva Federal. Si bien seguimos infraponderados en bonos de titulización hipotecaria de agencia, es posible que comencemos a reducir nuestra infraponderación en los próximos meses si estos valores continúan abaratándose. En nuestra opinión, la mayor parte de la ampliación de la duración derivada del aumento de los tipos de interés y de la ralentización de las velocidades del pago anticipado ya se ha materializado. La duración del índice Bloomberg Barclays U.S. MBS ya se ha ampliado por un año completo en 2018, y creemos que nos estamos acercando al final del ciclo actual de subidas de tipos de interés. Si bien los bonos de titulización hipotecaria aún podrían afrontar la presión de la oferta ante la disminución de las compras de estos valores por la Reserva Federal, creemos que el carry de los bonos de titulización hipotecaria de agencia podría superar la ampliación moderada del diferencial si los tipos de interés se estabilizan.
Columna de Jim Caron, portfolio manager y miembro senior del equipo de Renta Fija Global de Morgan Stanley Investment Management.
(1) Fuente: Bloomberg. Datos a 30 de septiembre de 2018.
(2) Fuente: JP Morgan. Datos a 30 de septiembre de 2018.
(3) Fuente: Bloomberg Barclays. Datos a 30 de septiembre de 2018.
(4) Fuente: Bloomberg Barclays. Datos a 30 de septiembre de 2018.
(5) Fuente: Bloomberg Barclays. Datos a 30 de septiembre de 2018.
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Foto: Ennor, Flickr, Creative Commons. Cambio de rumbo en la fiscalidad de los ETFs
El anteproyecto de ley de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal, que se publicó el pasado 23 de octubre, ha abierto otro foco más de incertidumbre en el mercado financiero español. Esta vez les ha tocado el turno a los fondos cotizados (o exchange trade funds, ETFs).
Decimos incertidumbre porque la propuesta es, por el momento, un anteproyecto de ley que podría modificarse o incluso ni llegar a aprobarse, más aún con el panorama político actual. Pero resaltamos la incertidumbre porque lo que propone este texto es un tratamiento fiscal de los ETFs diferente del que había dibujado la Dirección General de Tributos (DGT) en las contestaciones a las consultas que se le habían formulado.
La DGT había aclarado en el pasado que un ETF cotizado en un mercado extranjero y comercializado en España mediante su negociación en la bolsa española quedaba excluido del régimen de diferimiento y de retención. Sin embargo, se permitía que estos ETFs pudieran aplicar el diferimiento o traspaso si su comercialización se realizaba en nuestro país a través de entidades financieras con las que la gestora del ETF hubiera suscrito un contrato de comercialización, y no en la bolsa española. En el caso de aplicar este régimen de diferimiento, el ETF quedaba sujeto a retención por la entidad comercializadora. Es decir, había dos alternativas para los ETFs cotizados en bolsas extranjeras: (i) cotizar también en bolsa española, sin diferimiento ni retención, o (ii) comercializarse por valor liquidativo con retención, pero beneficiándose del diferimiento o traspaso.
Ahora, el anteproyecto propone homogeneizar el tratamiento fiscal de los ETFs con independencia del mercado en el que coticen (sin distinguir si el ETF inicialmente cotizaba en un mercado extranjero o español, cosa que parece lógica, por lo menos en la UE). Además, se deniega a los ETFs el acceso al régimen de diferimiento fiscal o de traspaso definido en la Ley del IRPF, ya sea el ETF español o extranjero, y cotice en un mercado nacional o extranjero. Este nuevo régimen se propone que sea aplicable a partir de enero de 2020.
Este cambio de rumbo ha provocado una tormenta en el mercado porque varias plataformas y entidades financieras ya habían realizado los desarrollos precisos para comercializar ETFsen la modalidad de valor liquidativo y traspasable. Al mismo tiempo, con los requerimientos de MiFID II, hay una tendencia clara en el mercado para migrar a fondos no complejos y con menos márgenes de comisión, entre los que se encuentran los ETFs como productos estrella.
El anteproyecto propone añadir una disposición transitoria para proteger las expectativas de quienes hayan adquirido ETFs cotizados en bolsa extranjera y comercializados en España, para que puedan beneficiarse del régimen de traspaso. Esta disposición transitoria sería de aplicación siempre que los ETFs cotizados en mercados extranjeros, pero no en bolsa de valores española, hayan sido adquiridos por el contribuyente antes del 1 de enero de 2020, y siempre que el importe obtenido del reembolso o transmisión se destine a adquirir acciones o participaciones en instituciones de inversión colectiva (IICs) que cumplan los requisitos para ser una IIC de destino en el régimen de traspasos.
No cabe duda de que esta propuesta legislativa es una pieza más que hay que tener en cuenta al diseñar el puzle de qué fondos vender en el contexto post-MiFID II y cómo hacerlo. Y este puzle es de nivel avanzado.
Tribuna de Gloria Hernández Aler. Socia de finReg. y Francisco Aparicio Marina, asociado senior de finReg.
Photo: Guma89. Play Cautiously with Vulnerable Markets
Escrito por Rick Rieder, director de Inversiones de BlackRock de Global Fixed Income y gestor de cartera para el BGF Fixed Income Global Opportunities Fund.
Rieder sostiene que la restricción de la política monetaria, el debilitamiento del estímulo fiscal y las crecientes incertidumbres económicas hacen que los mercados sean más vulnerables hoy en día, y estos riesgos no deben ser jugados.
En el juego de Jenga, los jugadores se turnan para quitar un bloque a la vez de una torre construida de 54 bloques. Cada bloque eliminado se coloca en la parte superior de la torre, creando una estructura progresivamente más alta y aún más inestable. El juego termina cuando la torre cae y el perdedor es la persona que la hizo caer. Para nosotros, el régimen de inversión de 2018 está evolucionando como un juego de Jenga, con la Reserva Federal y el Tesoro eliminando clínica y metódicamente los bloques de estabilidad de debajo de las «torres» de la economía y la economía real. Las reducciones del balance de la Reserva Federal y los montos masivos de emisión del Tesoro para financiar déficits fiscales están llevando a un aumento de las vulnerabilidades tanto para los activos financieros como para las perspectivas de crecimiento económico en los próximos trimestres. En nuestra opinión, esta vulnerabilidad se evidencia en el reciente aumento agudo de la volatilidad del mercado.
La política monetaria probablemente diferirá de la narrativa estándar del mercado
La narrativa del mercado convencional hoy en día rodea el sólido crecimiento y ganancias ya realizados en los EE.UU., y una seria creencia de que existe una fuerza suficiente para impulsar una economía con limitaciones de capacidad en un modo de sobrecalentamiento que obligará a la Fed a buscar una postura política restrictiva. Nuestro escenario base de política monetaria es mucho más benigno, ya que, los mercados financieros cada vez más nerviosos, junto con los indicios de que el ajuste anterior ya ha comenzado a morder partes de la economía real, nos sugieren que el ciclo de ajuste está llegando a su fin. Sin embargo, para ser claros, no creemos que la Fed se vuelva demasiado restrictiva por error.
Sin duda, el crecimiento económico de EE. UU. en el tercer trimestre sigue siendo sólido en la mayoría de las medidas, pero creemos que actualmente hay muchas luces amarillas encendidas delante de los inversores. Por ejemplo, mientras que los componentes de «condiciones presentes» de los datos económicos de la encuesta de alta frecuencia siguen siendo sólidos, las medidas relacionadas de «expectativas a futuro» se han vuelto notablemente más débiles. Además, los dos sectores más grandes (y más sensibles a la tasa) de la economía tangible, los mercados de vivienda y automóviles, muestran signos demostrables de una desaceleración. Ese debilitamiento se puede observar con disminuciones en las solicitudes de hipotecas, el volumen de negocios de la vivienda y una tasa reducida de apreciación del precio de la vivienda. También se puede ver en una notable disminución en los precios de los automóviles usados. Finalmente, la poderosa influencia del estímulo fiscal de 2018 se convertirá en un obstáculo para el crecimiento en 2019, a medida que las medidas temporales se retiren, dejando atrás solo la carga financiera relacionada. Mientras que se desarrolla ese proceso, es muy probable que el criterio de la Fed sobre la fortaleza de la economía y la necesidad de mayores aumentos de las tasas de las políticas también se ajuste (ver gráfico), una eventualidad en que los mercados no están descontando adecuadamente ahora.
Mientras tanto, la inflación se ha movido a regañadientes hacia el objetivo deseado de la Fed, pero hay poca evidencia de aumentos de precios de toda la economía. De hecho, las «fallas» persistentes en las impresiones de inflación de subyacente, en relación con las expectativas, se descartan ampliamente como ocurrencias «únicas», pero la realidad es que la mayor revolución de costos en la historia (debido a la tecnología y las fuerzas demográficas) se combina con grandes márgenes de beneficio corporativo que pueden absorber fácilmente los aumentos salariales. Ese hecho debería silenciar los aumentos de los precios al consumidor, al igual que las expectativas de inflación continúan generando nuevos mínimos generacionales.
Y, con las vulnerabilidades de la economía real que se filtran, vemos un endurecimiento más agudo de las condiciones financieras (FC) de lo que se aprecia ampliamente. Si bien las métricas tradicionales muestran que las FC se están acercando a los promedios de mayor duración, cuando se ajustan para contraer múltiplos de acciones a futuro, es evidente un ajuste más pronunciado. Además, el aumento de los rendimientos está impulsando el aumento de los costos de endeudamiento corporativo, un fenómeno de último ciclo que a menudo conduce a reflejos crediticios más amplios que a su vez aumentan el riesgo de exacerbar el fenómeno.
¿Qué significan las condiciones financieras más estrictas para los mercados?
Las condiciones financieras más estrictas ya han impactado a la economía mundial, ya que la fortaleza del dólar estadounidense y la disminución del crecimiento de la liquidez global, han generado una gran agitación en los mercados emergentes (ME) este año. Muchos países de los mercados emergentes han sido testigos de una debilidad monetaria ubicua e indeseada que ha forzado a sus bancos centrales a imponer políticas onerosas para restablecer la estabilidad. Sin embargo, esto crea otro obstáculo para el crecimiento global, con implicaciones preocupantes para las economías de mercados desarrollados (MD) que no dependen de los EE. UU. sino del crecimiento de los ME para la resiliencia económica (como en una buena parte de Europa). De hecho, la semana pasada, el Fondo Monetario Internacional redujo su pronóstico de crecimiento global por primera vez en años.
Durante octubre, los signos incipientes de desaceleración del crecimiento global y el endurecimiento de las condiciones financieras han provocado que la volatilidad repunte. Además, si las caídas de los precios en las distintas clases de activos proliferan aún más en las próximas semanas, el riesgo de acelerar las salidas de capital minorista de los activos financieros se vería agravado por los mercados financieros peligrosamente comercializados. Un riesgo de cola importante para una mayor debilidad del mercado de capital es el potencial de deshacer rápidamente el progreso que los fondos de pensiones han logrado para cerrar sus brechas de financiamiento en los últimos años. El contexto de principios del tercer trimestre de tasas más altas y acciones en alza proporcionó una ventana para que las pensiones se aseguren de ese progreso, pero la venta de acciones más reciente, si persistiera, pondría en peligro esas ganancias.
Implicaciones para la asignación de activos
A fin de cuentas, estamos cada vez más convencidos de que la Fed no permitirá que la torre Jenga se caiga. En cambio, vemos una inminente desaceleración en la marcha hacia la «normalización» y una posterior declaración de victoria con respecto a la tenaz búsqueda de neutralidad política de la Fed. En consecuencia, reiteramos nuestro entusiasmo por las expresiones de tasa de interés inicial, convexas y de alta calidad, con portabilidad inmensamente atractiva (como las del Tesoro estadounidense a 2 años), ya que estos activos ya tienen un precio de ajuste incremental excesivo y proporcionan una cobertura de cartera contra el improbable caso de un error de política. Incrementaremos gradualmente la exposición a la parte superior de la curva (Tesoro de los Estados Unidos a 5 años) para obtener una combinación óptima de punto de equilibrio atractivo y duración, al igual que con los recientes cambios favorables en los swaps de divisas cruzadas, nos parecen atractivos los soberanos de mercados desarrollados en dólares (nota, el USD sigue siendo una de nuestras coberturas de riesgo de cola izquierda favoritas).
Seguimos teniendo gusto por las exposiciones beta a través de expresiones de crédito de grado de inversión; por la combinación de un atractivo rendimiento total y una liquidez satisfactoria en el mercado, y también como activos titulizados de corta duración, por sus flujos de efectivo estables y seguros. Finalmente, tener acciones estadounidenses es cada vez más atractivas y a valoraciones cada vez más baratas, mientras las recompras corporativas se reanudarán una vez que finalice la temporada de ganancias del tercer trimestre.
Y, por primera vez en todo el año, creemos que los niveles elevados de volatilidad implícita están creando oportunidades tácticas para vender opciones para el carry incremental de la cartera. Los inversores de hoy deben permanecer en guardia contra las vulnerabilidades del mercado que describimos, pero al mismo tiempo, estas mismas vulnerabilidades brindan oportunidades. Después de todo, no importa cuán precariamente se inclina la torre Jenga, un jugador no puede ganar a menos que elimine un bloque y lo coloque con cuidado en la parte superior.
Build on Insight, de BlackRock escrito por Rick Rieder, director administrativo, director de inversiones de BlackRock de Global Fixed Income y gestor de cartera del BGF Fixed Income Global Opportunities Fund.
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Foto: JackieTL, Flickr, Creative Commons. Invertir en sostenibilidad: siguiendo las huellas verdes
Cerrar los ojos ante realidades que nos disgustan o incomodan no hará que éstas desaparezcan, pero sí reducirá nuestras posibilidades de reacción. Y eso es exactamente lo que puede suceder con el cambio climático: debemos adaptarnos, nos guste o no, y cuanto antes lo hagamos, más oportunidades tendremos. Las sequías, las inundaciones y los cambios extremos de temperatura se están haciendo más intensos e imprevisibles, con graves consecuencias sociales y económicas. Contemplar pasivamente cómo evolucionan los acontecimientos no es una opción. Hay que actuar. Y la acción requiere movilizar recursos.
La UE ha puesto cifras a estas necesidades: se precisa invertir al menos 180.000 millones de euros al año en proyectos sostenibles, destinados a sectores como transportes limpios, gestión de residuos, generación y transmisión de energías renovables. Este es el esfuerzo necesario para que Europa pueda cumplir con el objetivo fijado en la cumbre del clima de París, celebrada en 2015 y conocida como COP21, que aspira a reducir en un 40% las emisiones de CO² en todos los sectores económicos, tal y como explicamos en nuestro Anuario Axesor-IEB sobre Renta Fija y Financiación Alternativa. En definitiva, la UE quiere cambiar la huella de carbono por una huella verde. Las célebres tres P (People, Planet, Profit), acuñadas por el científico John Elkington hace ya 25 años, se convierten en el nuevo paradigma de la política económica… y de la inversión.
Los bonos verdes
Y es que buena parte de esta estrategia se está financiando mediante la emisión de los llamados bonos verdes (Green Bonds), que representan para los inversores un mercado con gran variedad de activos y que va al alza. Sirvan varios casos de ejemplo: el Nasdaq’s Sustainable Green Bond Market fue creado hace solo tres años en Estocolmo y ya ha alcanzado su emisión número 100; el Tesoro de Irlanda acaba de confirmar que planea lanzar su primera emisión de este tipo para financiar proyectos con los que hacer más verde su economía, dentro de una estrategia para la que el Gobierno irlandés contempla invertir 39.000 millones de euros; en España, la eléctrica Iberdrola ha asumido el liderazgo de los bonos verdes, con 7.200 millones de euros emitidos desde 2014; SEB, la entidad sueca que ayudó al Banco Mundial a diseñar el concepto de los Green Bonds, estima que el volumen de emisiones alcanzará este año un nivel récord de 185.000 millones de dólares (unos 159.660 millones de euros).
La primera emisión de Green Bonds la llevó a cabo el Banco Europeo de Inversiones (BEI) hace ahora 11 años. Fue un lanzamiento de 600 millones de euros, bajo la etiqueta de Climate Awareness Bond, para financiar 14 proyectos en seis países diferentes. Desde entonces, el BEI ha emitido más de 23.000 millones de euros en Green Bonds con el objetivo de financiar diversos proyectos en casi 50 países y ahora aspira a emitir 100.000 millones más antes del año 2020. Aunque tradicionalmente estaban vinculados a organismos multilaterales, actualmente se han incorporado a esta tendencia emisores públicos, tanto a nivel gubernamental como municipal (caso de la Comunidad de Madrid que ha emitido más de 1.500 millones de euros), y privados, incluidas varias entidades financieras o gigantes tecnológicos como Apple.
La huella verde se expande. Por ejemplo, en América Latina, la Corporación Andina de Fomento (CAF) ha lanzado recientemente desde Colombia su primera emisión de bonos verdes, dentro de un programa que aspira a alcanzar un volumen de 600 millones de dólares para financiar proyectos en toda la región a acelerar la transición de Latinoamérica hacia economía poco intensiva en carbono. En resumidas cuentas, el crecimiento global del mercado es exponencial, partiendo de prácticamente cero hace tan solo unos años, hasta llegar a los 150.000 millones de euros en 2017 y, como hemos visto, la historia continúa.
Los bonos verdes han lidiado desde el comienzo con el conflicto de la necesidad de estandarizar a nivel mundial los requisitos que certifiquen las características que debe cumplir una emisión para ser considerada verde. Se necesita evitar suspicacias a medida que nuevos emisores especialmente en las economías emergentes como China e India, se van sumando a la tendencia. Por otra parte, el volumen, aunque al alza, parece insuficiente para cumplir con los compromisos de lucha contra el Cambio Climático. Al mismo tiempo, estos activos también necesitan ser atractivos para los inversores, en un entorno global en el que la caída generalizada de los tipos de interés y los enormes volúmenes de deuda pública han convertido en un auténtico desafío la obtención de retornos. De hecho, en nuestro Anuario de Renta Fija también destacamos que en 2007 cerca del 80% de la renta fija con grado de inversiones proporcionaba en 2007 unas rentabilidades superiores al 4% (unos 15,8 billones de dólares), mientras que hoy, el umbral del 4% de rendimiento solo lo superan menos de un 5% de las emisiones investment grade (unos 1, 8 billones de dólares). En definitiva, los desafíos están ahí.
Pero no hay dudas sobre la tendencia y el propósito global de hacer el modelo económico global más sostenible, tal y como pone de manifiesto la nueva cruzada de la UE contra el plástico, presente en más de la mitad de los envases de consumo que circulan por el mundo. Y un dato interesante: la última colocación de Iberdrola, de 750 millones de euros con un cupón del 1,25% y una duración de ocho años, fue sobresuscrita tres veces. El camino está claro: seguir las huellas verdes.
Tribuna de Adolfo Estévez, managing director de Axesor Rating