¿Cuál es el resultado más probable de las elecciones europeas?

  |   Por  |  0 Comentarios

¿Cuál es el resultado más probable de las elecciones europeas?
Pixabay CC0 Public DomainFoto: TheAndrasBarta. ¿Cuál es el resultado más probable de las elecciones europeas?

Como ya manifestamos en nuestro artículo anterior, nos mantenemos algo escépticos ante las afirmaciones de que los populistas de derechas están preparados para registrar avances significativos en las próximas elecciones al Parlamento Europeo en términos de escaños.

Asumiendo que el Brexit tenga lugar, el efecto más obvio posiblemente sea un debilitamiento significativo de dos de los tres grupos euroescépticos de derechas, debido a la pérdida de los Tories y el UKIP. En cuanto al grupo Europa de las Naciones y de las Libertades (ENF), su posibilidad de ganar escaños depende en gran parte de que el gobernante Lega lo haga extremadamente bien en Italia. Para poder sostener la narrativa de una oleada populista más amplia, también debe asumirse que Lega puede hacerlo sin perjudicar demasiado a su compañero de coalición.

Esto puede ocurrir, por supuesto. Italia ha visto habitualmente errores de doble dígito sobre los grandes partidos en las encuestas. Tal potencial para el error, sin embargo, existe en ambas direcciones: es igual de posible que la combinación de Lega y el Cinco Estrellas esté sobredimensionada en las encuestas italianas1. Ahora, los partidos populistas (anteriormente, de protesta) son parte del Gobierno en varios Estados miembros2. En el pasado, en este tipo de situaciones, estos partidos han tendido a desempeñarse por debajo de la media de las encuestas debido al descontento de los votantes con el nuevo status quo y sus dificultades para movilizar a sus electores centrales.

También resultan tentadoras las señales que está habiendo en las encuestas alemanas de que Alternativa para Alemania (AfD) puede estar enfrentando dificultades para conseguir movilización para el Parlamento Europeo3. Esto refleja la existencia de cierta fatiga entre sus simpatizantes. Después de todo, ha habido y continuará habiendo otras muchas oportunidades para que los alemanes castiguen a la coalición gobernante en las elecciones regionales. Entonces, ¿por qué “malgastar” demasiada atención, tiempo y recursos de organización en los comicios europeos?

Todo esto se basa en las encuestas y da por hecho que el Reino Unido no participará en las elecciones europeas. Los datos también plantean una importante pérdida de escaños para la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D), de centro-izquierda. Esto refleja la debilidad del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) y otras formaciones hermanas en muchos de los grandes Estados miembros. También es probable que el Partido Popular Europeo (EPP), de centro-derecha, sufra más que en otras ocasiones, pero con pérdidas más limitadas. Todo ello, sin duda, indica que habrá un Parlamento Europeo más fragmentado4.

Basándose en las últimas encuestas, posiblemente el que más mejore sea el socioliberal de centro ALDE, ampliamente pro-Europeo y pro-mercado. Según diversas previsiones, se espera que gane escaños, gracias a La République en Marche de Emmanuel Macron, Ciudadanos en España y el alemán FDP, así como a la fortaleza de partidos liberales en un gran número de estados medianos y pequeños5. En cuanto a la articulación de políticas europeas, se mantendrá la incertidumbre, incluso una vez que se conozcan los resultados electorales. Esto se debe a que, entre los partidos ‘anti-establishment’ en concreto, sigue sin quedar claro quién estará dispuesto a trabajar con quién6.

Con todo, pueden ocurrir muchas cosas hasta las elecciones del 26 de mayo. Sigue sin quedar claro cuándo ni cómo se marchará el Reino Unido (si lo hace) y es complicado calcular el impacto que pueda tener el Brexit en la política europea. Un análisis de VoteWatch Europe reveló que posiblemente incremente la carga regulatoria de los negocios en los países miembros de la Unión Europea, teniendo en cuenta cómo votaron los parlamentarios europeos del Reino Unido en anteriores ocasiones7.

Por ahora, parece que el Brexit ha aumentado la popularidad de la Unión Europea y ha reducido considerablemente el atractivo de salir de la comunidad en algunos Estados miembros. Esto genera algunos dilemas para los antiguos partidos euroescépticos del continente, que en los últimos tiempos han suavizado su postura en relación a la posibilidad de celebrar referéndums sobre su membresía en la UE8. Este tono más moderado puede complicar su capacidad de movilización para los comicios.

En cambio, un Brexit duro y caótico o, incluso, la mera perspectiva de que se produzca un giro hacia la extrema derecha podría contribuir a la movilización de fuerzas amigas en la UE. Dichas tácticas ya dieron buenos resultados en el pasado y, más recientemente, pudo verse con la victoria del Partido de la Reforma de Estonia, afiliado al ALDE, en las elecciones parlamentarias de ese país9.

Tribuna de Johannes Mueller, director de análisis macroeconómico en DWS

1. Los encuestadores tienen la tendencia de sobrecorregir los errores de las encuestas pasadas (reales o imaginadas). 
2. Dependendiendo de cómo se clasifiquen y contabilicen los diversos partidos y acuerdos de Gobierno, alrededor de 1/3 de los estados miembros de la UE ya son gobernados, en mayor o menor medida, por populistas de extrema derecha.
3. En concreto, la AfD tiende a desempeñarse peor en las encuestas para el Parlamento Europeo que en las nacionales. https://pollofpolls.eu/DE/98/ep2019-in-germany 
4. Otra fuente de análisis útil para estar al día es: https://www.votewatch.eu/
5. Ver, por ejemplo: https://pollofpolls.eu/EU
6. Para más detalles: https://europeelects.eu/2019/01/30/four-scenarios-for-the-european-election/ as well as: https://www.votewatch.eu/blog/ep2019-group-discipline-under-pressure-post-elections/
7. https://www.votewatch.eu/blog/special-report-would-brexit-matter-the-uks-voting-record-in-the-council-and-the-european-parliament/
8. Ver, por ejemplo: http://cphpost.dk/news/danish-desire-to-leave-eu-nosedives-after-brexit.html; http://cphpost.dk/news/danes-largely-positive-about-eu-new-poll-shows.html; https://www.independent.co.uk/news/uk/politics/brexit-denmark-poll-eu-referendum-consequences-a8286296.html; https://www.politico.eu/article/how-the-afd-could-save-the-eu/
9. https://news.err.ee/916533/opinion-reform-wins-thanks-to-superior-campaign-tactics

Important information:
DWS and FundsSociety are not affiliated.

For Institutional investor and Registered Representative use only. Not to be shared with the public.

The brand DWS represents DWS Group GmbH & Co. KGaA and any of its subsidiaries such as DWS Distributors, Inc. which offers investment products or DWS Investment Management Americas Inc. and RREEF America L.L.C. which offer advisory services.

The material was prepared without regard to the specific objectives, financial situation or needs of any particular person who may receive it. It is intended for informational purposes only and it is not intended that it be relied on to make any investment decision. It is for professional investors only. It does not constitute investment advice or a recommendation or an offer or solicitation and is not the basis for any contract to purchase or sell any security or other instrument, or for Deutsche Bank AG and its affiliates to enter into or arrange any type of transaction as a consequence of any information contained herein.

Please note that this information is not intended to provide tax or legal advice and should not be relied upon as such. DWS does not provide tax, legal or accounting advice. Please consult with your respective experts before making investment decisions.

Neither DWS nor any of its affiliates, gives any warranty as to the accuracy, reliability or completeness of information which is contained. Except insofar as liability under any statute cannot be excluded, no member of DWS, the Issuer or any officer, employee or associate of them accepts any liability (whether arising in contract, in tort or negligence or otherwise) for any error or omission or for any resulting loss or damage whether direct, indirect, consequential or otherwise suffered.

This document is intended for discussion purposes only and does not create any legally binding obligations on the part of DWS and/or its affiliates. Without limitation, this document does not constitute investment advice or a recommendation or an offer or solicitation and is not the basis for any contract to purchase or sell any security or other instrument, or for DWS to enter into or arrange any type of transaction as a consequence of any information contained herein. The information contained in this document is based on material we believe to be reliable; however, we do not represent that it is accurate, current, complete, or error free. Assumptions, estimates and opinions contained in this document constitute our judgment as of the date of the document and are subject to change without notice. Past performance is not a guarantee of future results. Any forecasts provided herein are based upon our opinion of the market as at this date and are subject to change, dependent on future changes in the market. Any prediction, projection or forecast on the economy, stock market, bond market or the economic trends of the markets is not necessarily indicative of the future or likely performance. Investments are subject to risks, including possible loss of principal amount invested.

For investors in Peru / Argentina / Chile: “Without limitation, this document does not constitute an offer, an invitation to offer or a recommendation to enter into any transaction neither does it constitute the offer of securities or funds. The offer of any services and/or securities or funds will be subject to appropriate local legislation and regulation.”
Additional disclaimer for Chile: The information contained in this document is not intended to be an offer of securities. This information is subject to General Rule No. 336 of the Superintendencia de Valores y Seguros de Chile (“SVS”). The units issued under this fund are not registered with the SVS. The issuer is not required to provide information in Chile on the units issued under the fund. The units may not be publicly offered unless they are properly registered with the SVS.
Additional disclaimer for Peru: The Products may not be offered or sold to the public in Peru. Accordingly, the Products have not been nor will they be registered with the Peruvian Superintendence of Capital Markets – Public Registry of the Capital Markets- nor have they been submitted to the foregoing agency for approval. Documents relating to the Products, as well as the information contained therein, may not be supplied to the public in Peru. 

© 2019 DWS GmbH & Co. KGaA. All rights reserved. I-065740-1
 

¿Qué se puede hacer para fomentar la inversión privada en México?

  |   Por  |  0 Comentarios

¿Qué se puede hacer para fomentar la inversión privada en México?
Pixabay CC0 Public DomainFoto: agustinbg. ¿Qué se puede hacer para fomentar la inversión privada en México?

México requiere crecer a tasas más elevadas que las registradas en los últimos años para poder generar los empleos que se necesitan y aumentar el nivel de vida de la población.  Sólo con mayor producción se incrementa el bienestar. Para ello, es indispensable aumentar la inversión, tanto la pública como la privada.

La inversión pública, que en los últimos años estuvo reduciéndose, debe dirigirse a proyectos que aumenten la infraestructura productiva para que sea un soporte a la inversión privada.

La inversión privada va a depender de las expectativas del desempeño de la economía y de la rentabilidad de los proyectos.  Las decisiones del gobierno en políticas públicas inciden de manera relevante en ambos elementos.

Si las decisiones de inversión pública en infraestructura se basan en criterios políticos en lugar de económicos, como son la cancelación del NAIM, la construcción del Tren Maya y la construcción de una nueva refinería, provocan incertidumbre sobre la disponibilidad futura de infraestructura adecuada en el país. Al ser los elementos políticos los determinantes de las decisiones no hay confianza de que ante falta de infraestructura se tomen las decisiones adecuadas desde el punto de vista económico y financiero y por lo tanto las inversiones privadas se retrasen o reduzcan su rentabilidad por falta de disponibilidad de carreteras, puertos, energía eléctrica, etc.

Las decisiones de política energética, particularmente en el sector eléctrico pueden desincentivar a la inversión privada.  Si, a través de retrasar o cancelar licitaciones, se detiene la participación de privados en la generación, transmisión y comercialización de electricidad, la inversión privada disminuirá porque el sector público no tiene la capacidad para generar la cantidad de electricidad que se demandará en los próximos años, ni a precios competitivos, ya que está privilegiando procesos más costosos que el gas. Si no se produce suficiente energía eléctrica y no se vende a costos internacionales, provocará apagones y elevadas tarifas, lo cual redunda en menor competitividad de los fabricantes nacionales y por lo tanto en la rentabilidad de los proyectos de inversión de las empresas privadas.

Otro elemento esencial para fomentar la inversión privada es asegurar la existencia del estado de derecho, hacer que se respeten y cumplan las leyes porque de lo contrario se genera incertidumbre que incide negativamente en la rentabilidad de los proyectos.  Si no se cumple la ley, como en el caso de los plantones en las calles, carreteras o vías del tren, se afectan tanto a los costos como a los ingresos de los proyectos; no se reciben a tiempo los insumos afectando la competitividad y se impide desplazar los productos a los mercados donde se comercializan, retrasando el cumplimiento de los compromisos con los clientes.  Con el grado de integración que existe en el país y el mundo, retrasar la entrega afecta a toda la cadena productiva y adicionalmente provoca descredito de los proveedores reduciendo su competitividad.

Por lo tanto, para lograr un mayor crecimiento de la economía mexicana, no es suficiente los buenos deseos, todas las decisiones de política económica deben estar alineadas con el objetivo de fomentar la inversión privada a través de reducir lo más posible las incertidumbres de disponibilidad y costos de infraestructura y el estricto cumplimiento de todos los ordenamientos legales, no nada más los derechos de propiedad.

Columna de Francisco Padilla Catalán

Pausa para reflexionar

  |   Por  |  0 Comentarios

Pausa para reflexionar
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Pierre. Pausa para reflexionar

Los precios de los activos financieros son fascinantes. Incorporan muchísima información sobre lo que la gente (o, al menos, la gente con acceso a capital) piensa acerca del futuro. No obstante, también presentan bastante volatilidad, y toda tentativa de desligar las señales del ruido podría constituir una ardua tarea. Una manera adecuada de separar las señales del ruido podría ser comparando (a través de un proceso de referencias cruzadas) la evolución de los precios en diferentes mercados.

Mediante la triangulación de los movimientos de los precios en los mercados financieros, podemos examinar los catalizadores del extraordinario desplome en los precios de los activos de riesgo acontecido en el cuarto trimestre de 2018, así como del repunte, igual de extraordinario, registrado en el primer trimestre de este año. Si desglosamos las rentabilidades en sus diferentes componentes (beneficios previstos, divisas, dividendos y valoración), observamos que las fluctuaciones en los mercados de renta variable se vieron impulsadas por las oscilaciones en las valoraciones, y no por los cambios en las expectativas de beneficios (véase el gráfico 1). Además, estos movimientos coincidieron sustancialmente con las fluctuaciones en las valoraciones de otros activos de riesgo (véase el gráfico 2).

Fuente: Columbia Threadneedle Investments, a 22 de marzo de 2019. El gráfico muestra el desglose de la rentabilidad del índice MSCI All-Country World Equity procedente de dividendos, divisas (base GBP), cambios en los beneficios previstos y cambios en el ratio PER (precio/beneficios) previsto en el 4T de 2018 y el 1T de 2019.

Desde finales de septiembre de 2018, los datos de beneficios empresariales y las cifras económicas a escala mundial han experimentado un notable deterioro. Asimismo, las perspectivas de crecimiento formuladas por las cúpulas directivas de las compañías, los analistas y los macroeconomistas resultan más deslucidas en la actualidad que en años precedentes. No obstante, cabe resaltar que, desde que los activos de riesgo comenzaron a repuntar en los primeros compases del año, los datos han proseguido su caída (véase el gráfico 3). En estos momentos, las primas de riesgo se sitúan en niveles similares a los observados el pasado verano, mientras que las cifras económicas y los datos de beneficios actuales y prospectivos resultan menos halagüeños.

Pese a este declive de los datos, el repunte no parece difícil de comprender. La Reserva Federal estadounidense dio un vuelco a su postura y pasó de las subidas constantes a la «pausa paciente» a principios de enero, tan solo dos semanas después de elevar los tipos de interés. Este giro hacia la paciencia se enmarca en un contexto en el que se conjugan unos datos más endebles de las encuestas económicas nacionales, unos deslucidos indicadores económicos internacionales, unas condiciones financieras cada vez más estrictas (habida cuenta del rápido crecimiento de los costes de financiación) y la espiral bajista en la que se vieron sumidos los precios de la renta variable. La eliminación del sesgo restrictivo representa un importante acontecimiento que los mercados no pueden ni deben ignorar.

Sin embargo, gran parte del trabajo de un gestor de carteras radica en sopesar las opiniones de otros (incorporadas en los precios de los mercados financieros) con respecto a sus propios puntos de vista sobre la posible evolución del mundo (economía, política, rentabilidad empresarial).

En los primeros compases del año, para apostar por los activos de riesgo, necesitábamos asegurarnos de que la economía mundial no se había quedado desamparada, sin apoyo. Nuestros análisis de una economía en proceso de ralentización y unas menores perspectivas de crecimiento de los beneficios descartaron esta posibilidad y, en consecuencia, en las carteras de asignación de activos aumentamos nuestras exposiciones a la renta variable de los mercados emergentes asiáticos, la renta variable japonesa y los bonos corporativos de alto rendimiento.

Hoy en día, para apostar por los activos de riesgo, necesitamos un análisis que nos señale que la recuperación de los datos económicos mundiales está a la vuelta de la esquina, y que una política monetaria más favorable y una actitud más optimista en cuanto a las negociaciones comerciales respaldarán las valoraciones de los activos de riesgo. En realidad, la posibilidad de tal análisis resulta bastante creíble, pero al igual que la Reserva Federal rotó hacia una actitud de paciencia, nosotros también hemos hecho lo propio en las últimas semanas, al rebajar el riesgo en las carteras de asignación de activos dinámica por medio de reducciones en una variedad de asignaciones a renta variable regional.

Pese a este ejercicio de prudencia, seguimos contando con exposición a los activos con sensibilidad a la coyuntura económica. Conforme aumenta nuestra confianza en la recuperación de los datos económicos mundiales y las cifras de los beneficios empresariales, prevemos recobrar nuestra exposición a los activos de riesgo, aunque, por ahora, la política prudente nos indica que debemos hacer una pausa para reflexionar.

Opinión de Toby Nangle, director de asignación de activos mundiales en Columbia Threadneedle.
 

Inversión de la curva de tipos en Estados Unidos por primera vez desde la crisis de 2008

  |   Por  |  0 Comentarios

Inversión de la curva de tipos en Estados Unidos por primera vez desde la crisis de 2008
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Vitor Barao. Inversión de la curva de tipos en Estados Unidos por primera vez desde la crisis de 2008

Los tipos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos han descendido alrededor de 15 puntos básicos en todos los vencimientos desde la reunión de la Fed de la pasada semana y las curvas de la deuda pública estadounidense siguieron aplanándose, hasta el punto de que el diferencial entre los tipos a tres meses y los tipos a diez años entró en territorio negativo por primera vez desde la gran crisis financiera de 2008.

Este movimiento no ha pasado desapercibido a los inversores que consideran la curva como un indicador adelantado de una posible recesión. Si nos fijamos en lo que el mercado espera en relación con la Fed este año, la probabilidad de que los tipos se recorten este año es del 50%, con algo menos de dos subidas de aquí a finales de 2020. Parece, por tanto, que la recesión es una preocupación extendida.

Nuestra hipótesis de referencia es más optimista que las previsiones actuales del mercado. Aunque EE.UU. podría estar frenándose a medida que se desvanece el efecto de los estímulos presupuestarios, la economía sigue creciendo a tasas cercanas a su tendencia, mientras que el mercado laboral sigue registrando tensiones y las condiciones financieras se han suavizado considerablemente este año.

Por su parte, la Fed ha desoído las “buenas noticias” procedentes de la economía y ha basado su postura de cautela en los riesgos externos. Este sesgo expansivo podría volverse contra la entidad y dejarles poco margen de maniobra, ya que la actividad probablemente se acelere en el segundo trimestre, lo que se sumará a las presiones que seguirá registrando el mercado laboral y a la mejoría del crecimiento y la inflación conforme avance el año. En este entorno, la Fed tendría que volver a cambiar de rumbo y retomar el ciclo de subidas este año o en 2020.

A la vista de que los precios ya descuentan una gran cantidad de pesimismo, preferimos infraponderar la deuda pública estadounidense, donde vemos poco margen para que los tipos sigan descendiendo desde los niveles actuales.

Columna de Andrea Iannelli, director de inversiones en renta fija en Fidelity International
 

El desempeño del mercado ha cambiado sustancialmente desde finales de 2018, pero ¿han cambiado los hechos?

  |   Por  |  0 Comentarios

El desempeño del mercado ha cambiado sustancialmente desde finales de 2018, pero ¿han cambiado los hechos?
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Altug Karakoc. El desempeño del mercado ha cambiado sustancialmente desde finales de 2018, pero ¿han cambiado los hechos?

El dolor que los inversores sintieron durante el último trimestre del año parece haberse desvanecido de su memoria en base al repunte experimentado por los mercados de renta variable y crédito globales durante los dos primeros meses de 2019. Esto plantea la siguiente pregunta: ¿estaban siendo los inversores demasiado pesimistas en aquel entonces, o están siendo demasiado optimistas ahora?   

En mi opinión, la respuesta es afirmativa para ambas preguntas. La respuesta real es que el mercado sufre un sesgo de actualidad, es decir, los mercados suelen ser propensos a recordar eventos que acaban de suceder en lugar de reflejar algo que sucedió en el pasado y tiende a ser zarandeado por información irrelevante.

Entonces, ¿han cambiado sustancialmente los hechos desde el último trimestre al actual para causar tales niveles de volatilidad? Revisemos.

En términos generales, parece que hubo tres fuentes de esperanza a las que parece que se han aferrado los inversores en los primeros meses de 2019:

– Un cambio en el tono por parte de los bancos centrales, particularmente en el caso de la Fed, a una postura más acomodaticia.
– La esperanza de una resolución del conflicto comercial entre Estados Unidos y China.
– El fin del cierre del gobierno más largo, aunque parcial, en la historia de Estados Unidos.

Estos eventos macroeconómicos son difíciles de predecir y quizás sean imposibles de predecir con una consistencia. Dado lo difícil que es tomar una posición de ventaja, ¿deberían formar realmente parte de una tesis de inversión? A largo plazo, los fundamentales del negocio y la industria impulsan los flujos de caja, por lo que quizás es mejor preguntarse: ¿es la información macroeconómica ruido o es algo importante para el precio de los activos? 

Estas son algunas de las cuestiones que considero relevantes.

  • ¿Es probable que el objetivo potencial de inversión gane o pierda cuota de mercado durante los próximos cinco años?
  • ¿Ha sido una empresa que históricamente ha impuesto precios o tomado el precio del mercado? ¿Bajo qué circunstancias?
  • Más importante aún, ¿podrían subir los precios porque poseen algo único que estará en demanda en los próximos cinco o diez años?
  • ¿Cuál es el riesgo de que la proposición de valor del negocio se desvirtúe?
  • ¿Cuál es el coste de gestionar una empresa hoy en día frente al posible coste de gestionar esa empresa dentro de cinco años?
  • Más importante, ¿cómo impactan todas estas cuestiones en su estructura de márgenes actual comparada con la que está siendo descontada por el mercado?

¿Qué ha cambiado?

Entonces, ¿han cambiado los hechos o la información relevante para los mercados financieros?

  1. Los beneficios corporativos son sólidos, particularmente en Estados Unidos. Sin embargo, el impulso o la dirección de los beneficios se está desacelerando.
  2. Las valoraciones no son descabelladas. El precio razonable o ‘fair’ es una descripción utilizada por muchos tanto en el año pasado como en el actual. Sin embargo, el precio razonable se basa en los beneficios consecutivos de los últimos 12 meses. Si los beneficios se están desacelerando, o algo peor, ¿siguen siendo razonables esas valoraciones?

Atención a los cambios en los fundamentales

A continuación, se muestran un par de ejemplos de industrias donde se ha visto un cambio fundamental en el modelo de negocio que ha requerido un cambio en nuestra tesis de inversión.

A lo largo de este ciclo económico, las plataformas de internet y tecnología han sido un elemento disruptor firme en diferentes negocios alrededor del mundo, rápidamente cambiando la economía de muchas industrias. Por ejemplo, los creadores de videojuegos eran empresas que históricamente dependían de un solo producto y a menudo muy dependientes de un éxito en un videojuego, lo que llevaba a sus flujos de efectivo a ser altamente variables. En los últimos años, el modelo de negocio de la industria ha cambiado conforme internet proporcionó a los creadores de videojuegos la capacidad de llegar a sus clientes a través de un modelo de distribución directo y totalmente digital, como una ventaja frente a los discos físicos y la distribución a través del comercio minorista. El resultado fue una disminución significativa en los costes y un incremento en los márgenes además de una menor dependencia en el ciclo de la consola.   

Sin embargo, en los últimos 18 meses un nuevo modelo de negocio ha aparecido: los juegos en línea gratuitos para varios jugadores. Así como Eric Fischman, gestor en MFS de la cartera de renta variable de crecimiento en Estados Unidos, expresó en una reunión global sobre sectores industriales: “Fortnight puede haber cambiado la ecuación al ofrecer un acceso al juego gratuito y un alto grado de interacción entre los jugadores. El creador de videojuegos hace dinero a partir de las compras realizadas en el juego en contraste con el pago por adelantado por el juego en sí mismo. Esto altera potencialmente la economía de la industria y sus factores de crecimiento en el largo plazo. 

Otro ejemplo donde los fundamentales han cambiado es en la líneas de cruceros. Los operadores de las líneas de crucero siempre han tenido unas altas barreras a la entrada, debido a las altas necesidades de gastos de capital iniciales -la construcción de un barco de crucero varía entre los 500 millones y los 1.500 millones de dólares por barco, escala y conocimiento de marca. Sin embargo, los operadores han sido franquicias altamente endeudadas que dependían de la voluntad del consumidor para gastar en ocio, resultando en un amplio rango de flujos de caja y rendimientos financieros volátiles.  
Un amplio cambio que ha afectado a la industria ha sido la creciente tendencia de la sociedad a gastar más en experiencias que en bienes físicos, tal y como escribí el mes pasado, y a una mejor gestión del capital. La industria está experimentando un crecimiento unitario en una variedad de poblaciones según sus edades, desde jubilados a los Millennials, incluso a aquellas personas pertenecientes a la generación Z.

Así, el analista de crédito de MFS Lauren McCarthy compartió las siguientes declaraciones: “El crecimiento real de los flujos de caja viene de un incremento en los ingresos generados a bordo de la embarcación, tales como piscinas de olas, toboganes, etc. Los barcos de crucero son cada vez mayores y mejores, y por lo tanto el barco en sí, se está convirtiendo en parte de la experiencia, junto con rutas atractivas”.
Esto se traduce en un mejor potencial flujo de caja a través de varias palancas de monetización en comparación con los periodos anteriores.         
En resumen, invertir es simple, pero también es algo muy difícil. En pocas palabras, los flujos de caja impulsan los precios de las acciones y de los bonos en el largo plazo. La parte difícil sigue siendo disciplinada, centrarse en la información o en los puntos relevantes a la vez que se ignora el resto.

Columna de Robert M. Almeida, gestor de carteras y estratega global de inversiones en MFS IM
 

Las tentaciones de los grandes endowments

  |   Por  |  0 Comentarios

Las tentaciones de los grandes endowments
. Las tentaciones de los grandes endowments

Para no equivocarse, al menos no siempre, basta con ser fiel a determinados principios. El acierto sostenido en las inversiones financieras suele depender también de esto: consistencia en unos criterios generales de inversión, que cristalizan en procesos que luego son respetados. Al menos esa es la conclusión que se deriva del estudio del modelo de gestión de los endowments americanos. El futuro que lidiamos siempre es incierto, pero hay gente que sabe mantenerse firme y sacarle mayor partido.

En este sentido, el libro de Ben Carlson “Organizational Alpha: How to add value in institutional asset management” (febrero de 2017) apunta que los programas de inversión exitosos son aquellos que cuentan con procesos de planificación claros, que permiten generar decisiones de más calidad. El autor mantiene que, hoy en día, se corre el riesgo de poner demasiado énfasis en las circunstancias geopolíticas a corto plazo, la sincronización del mercado y el enfoque táctico; y no lo suficiente en las decisiones respaldadas por políticas a largo plazo, la asignación de activos, el marco estructural de inversión, el proceso y el plan.

Advierte de que el punto de partida para cada inversor deben ser siempre sus objetivos personales. Y añade que, sin una comprensión profunda de estos objetivos desde el principio, sería imposible juzgarlos en un futuro y que, además, esa claridad en los objetivos marca el camino a seguir a través de los nuevos desafíos que pueden surgir a largo plazo.

Ben Carlson se ha dedicado a estudiar los grandes endowments americanos –y dirigiéndose a ellos– señala que los inversores institucionales, por tener horizontes de tiempo más dilatados que cualquier inversor, deben ser aún más disciplinados y tener más consistencia en unos criterios firmes de inversión.

Seducidos por las nuevas tendencias

Pero ojo, porque hasta los más grandes pueden caer en el error más común, en el síndrome de «seguir lo que todos hacen” o quedar hipnotizados por ciertas influencias. Se podría decir que el endowment con más éxito de Estados Unidos, el de Yale, ha sido al mismo tiempo buque insignia y causa indirecta de tropiezo de muchos otros. Yale consiguió su gran fama debido a que fueron los primeros en invertir en muchas clases de activos alternativos, aprovechándose de mercados ineficientes, y a partir de estrategias de inversión muy agresivas. Yale impuso esa moda.

Pero no todos somos Yale. Cuando otros inversores institucionales se fijaron en los beneficios extraordinarios de este endowment, quisieron emularlo y buscaron la obtención de ese rendimiento superior invirtiendo en los activos alternativos en los que ésta invertía. La entrada de sus seguidores hizo que estos mercados ineficientes se hicieran cada vez más eficientes, con un ajuste de precios a favor de Yale y en contra del resto.

La influencia de la industria financiera

Y por seguir hablando de determinadas influencias, según un estudio realizado por los profesores de finanzas Sandeep Dahiya, de la Universidad de Georgetown, y David Yermack, de la Universidad de Nueva York, llamado “Investment Returns and Distribution Policies of Non- Profit Endowment Funds”, de enero de 2019, para los endowments más grandes “el desempeño de la inversión se deteriora si el fondo está ubicado más cerca de Wall Street o de otro centro financiero importante”. El motivo del deterioro que señalan estos académicos puede deberse a que sus gestores, seducidos por la posibilidad de entrar en inversiones sofisticadas o novedosas que la industria más cualificada les ofrece, se alejan de sus principios y caen en productos exóticos con tarifas muy altas.

Esto puede llevar a la conclusión de que, para mantener la consistencia necesaria en el proceso de inversión, puede ser necesario alejarse, en cierto modo, del día a día de los mercados y de los grandes centros financieros, y así evitar el tacticismo y las modas. Como ejemplos podríamos citar a Warren Buffett, instalado en Omaha, o a Sir John Templeton, que vigilaba los mercados desde las Bahamas.

Tribuna de María del Mar Trillo- Figueroa, miembro del Departamento de Comunicación de PBI Gestión AV.

La nueva preservación del capital

  |   Por  |  0 Comentarios

La nueva preservación del capital
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Umberto Nicoletti. La nueva preservación del capital

En el pasado, la deuda pública ha cumplido con creces el objetivo del mandato centrado en la preservación del capital, pero actualmente ofrece poca rentabilidad y parece estar erróneamente valorada (sobrevalorada) a tenor de los fundamentales. La preservación del capital, esa parte de la inversión que busca con ahínco minimizar las correcciones temporales (drawdowns), siempre se ha visto como la contraparte aburrida de invertir para lograr crecimiento a través de acciones, sobre todo por la diferencia en los rendimientos esperados.

Numerosos estudios (1) concluyen que la rentabilidad a largo plazo generada por las acciones se sitúa en algún punto entre el 6,5 % y el 7,2 % anual una vez descontada la inflación. Esto da fe de la habilidad de las grandes empresas cotizadas (una de las invenciones más grandes del mundo) para recoger frutos del progreso económico, el crecimiento de la población, la inmigración, la innovación y la productividad a lo largo del tiempo.

De ahí que a muchos inversores les parezca adecuado asignar cierto porcentaje de la cartera a renta variable, en cuyas características intrínsecas confía acertadamente el sector de la inversión para construir carteras en función del perfil de riesgo y objetivos de inversión de sus clientes. Sin embargo, para muchos inversores, asignar el 100 % a renta variable simplemente podría resultar inapropiado dada la vulnerabilidad de esta clase de activos al sentimiento inversor a corto plazo. Aquellos que plantean su inversión a dos años vista, por ejemplo, no les hubiera ido demasiado bien manteniendo solo renta variable en 2001 cuando se desinfló el boom tecnológico.

Además del potencial de crecimiento, muchos inversores precisan cierta clase de freno o amortiguador en su cartera para suavizar el perfil de rentabilidad, de igual modo que el capitán de un barco o avión reducirá la potencia de los motores para que los pasajeros se sientan más cómodos cuando el viaje se vuelva más turbulento. Por esta razón, la cartera 60:40 se convirtió en la asignación de activos tradicionalmente elegida, con un 60 % asignado a renta variable para captar crecimiento y un 40 % asignado a activos orientados a la preservación del capital (sobre todo renta fija) para amortiguar la volatilidad surgida de la exposición a las Bolsas. Aunque pocos dudarían de que, con el tiempo, las acciones deberían seguir generando sólidas ganancias, las condiciones del mercado han evolucionado y la creciente correlación entre las acciones y los bonos, junto con el desplome del rendimiento de estos últimos, arroja dudas sobre la fiabilidad de los activos tradicionalmente usados para la preservación del capital en honor de ese mandato. Esta evolución exige cuando menos un profundo replanteamiento de esta parte menos glamurosa, pero vital, de la construcción de carteras.

La deuda pública fue una vez el futuro

Tradicionalmente, la deuda pública de mercados desarrollados estuvo representando con aplomo el papel de «40» en las carteras «60:40» durante una generación. No solo ofrecía diversificación respecto a la renta variable y generaba unos ingresos aceptables, sino que también estuvo registrando una apreciación del capital en varias décadas durante la «Gran Moderación» iniciada por el ex presidente de la Reserva Federal (Fed) Paul Volcker en su exitoso empeño por acabar con la inflación. Por lo tanto, apenas podía salir algo mal con la deuda pública desde principios de la década de 1980 hasta el momento actual, pese al desplome de rendimientos que sufrió al pasar del 15,8 % (a final de septiembre de 1981) a solo el 2,7 % (a final de diciembre de 2018). Esto evidentemente contribuyó al objetivo de conservación del capital durante ese tiempo, dado el casi permanente recorrido alcista que registraron los bonos en varias décadas que resistió durante las recesiones de los años 80, el estallido de la burbuja de Internet y, más recientemente, la crisis financiera mundial.

En consecuencia la deuda pública, en nuestra opinión, quedó institucionalizada con razón como el activo elegido para la preservación del capital, aunque tal vez tenga menos sentido hoy día. Dado que sus rendimientos deberían reflejar el crecimiento del PIB nominal, creemos que la rentabilidad del Tesoro estadounidense a 10 años, situada en el 2,7 % (al final de 2018) es completamente errónea, ya que por ejemplo el PIB y la inflación estadounidenses combinados rondan niveles ampliamente superiores al 4 %. Esta anomalía de precios también puede ilustrarse aplicando una medida de valoración tradicional de la renta variable al mismo bono del Tesoro estadounidense a 10 años; a tenor de esto su valoración es claramente exorbitante comparado con el índice bursátil S&P 500. Los valores del Tesoro cotizaban a una ratio «precio/beneficios» (PER) de 37x al final de 2018 (suponiendo que ‘P’ es 100 y «E’» alcanza una rentabilidad del 2,7 %), comparado con solo 17x para el S&P 500. El equivalente al bund alemán a 10 años sería 413x, comparado con el MSCI Europe ex UK situado en 15x. Aunque la reputación de las gestoras de inversión ha quedado malparada por predicciones prematuras que auguraban el fin del repunte de la deuda pública de mercados desarrollados, nos parece imprudente, a los niveles actuales, asignar a esta clase de activos un papel estructural tan crucial como el de amortiguador de la volatilidad más amplia de las carteras.

Un coste de seguridad exorbitante: la deuda pública cotiza a «múltiplos» mucho más altos que la renta variable:

Hedge funds e inversiones alternativas

Para los inversores más grandes y sofisticados, los fondos de inversión libre (hedge funds) históricamente han ofrecido una alternativa potencial para la conservación del capital. Los operadores diestros pudieron generar (y generaron) fuertes ganancias con independencia de la evolución de las Bolsas y, durante un periodo dorado en la década de 1990 y parte de 2000, la regularidad de ganancias asociadas a hedge funds e inversiones alternativas era algo de admirar. No obstante, desde entonces el promedio de ganancias, medido por los índices de grupos semejantes de hedge funds HFR, ha ido disminuyendo al volverse cada vez más esquivas para el inversor típico las codiciadas propiedades de diversificación que ofrecían. Las razones que subyacen en esto no son remarcadamente obvias, pero creemos que probablemente estén relacionadas con el repunte de los bonos del Estado descrito anteriormente.

Históricamente, muchos hedge funds macro apalancaban los rendimientos ofrecidos por estos bonos para generar una amplia «rentabilidad de partida» que sentara las bases para desarrollar operaciones selectas de alta convicción. Cuando los rendimientos de los bonos del Estado tocaron fondo, o cuando al menos se frenó su ritmo de ascenso, ocurrió otro tanto con las rentabilidades lógicas accesibles a través de muchos hedge funds, provocando que muchos de ellos quedasen mermados, al deteriorarse su rentabilidad media. Como afirmó recientemente Howard Marks, cofundador de Oaktree Capital Management, «En 2004 dije que había 5000 hedge funds y no creo que sean gestionados por 5000 genios. Hoy probablemente hayan aumentado a 10 000».

En 2018, el rendimiento negativo generado por importantes índices de hedge funds corroboró esta opinión, al acusar la continuidad del entorno de bajos tipos de interés (descrito anteriormente) y un contexto más inestable para las acciones. Al mismo tiempo, la habilidad darwiniana del sector de hedge funds para reemplazar lo superfluo se ha visto comprometida por barreras de entrada más altas surgidas de la nueva normativa.

Promedio de rentabilidades de hedge funds comparado con los rendimientos de los bonos:

La nueva preservación del capital

Los acontecimientos descritos en la sección anterior presentan un profundo reto para los inversores, dado al difícil entorno que sugieren los bajos rendimientos actuales de los bonos no solo para esta clase de activos sino también para muchas inversiones alternativas. Entonces, ¿a dónde deben acudir los inversores para obtener ganancias fiables con baja correlación que puedan complementar sus inversiones en renta variable? Creemos que la respuesta podría residir en explorar el universo de inversión de manera rigurosa y profesional, unido a una evaluación serena de las condiciones del mercado y de las perspectivas resultantes para los distintos estilos de preservación del capital.

A tal fin, la «renta fija alternativa» se erige como una categoría emergente que, en algunos casos, ha producido resultados alentadores al margen de los índices de renta variable o deuda pública en los últimos años. Un ejemplo destacado son los bonos vinculados a seguros, cuyo flujo de ganancias está unido más a sucesos climatológicos, particularmente la temporada de huracanes bien documentada en Florida. Existen rendimientos atractivos ahí fuera, y los gestores expertos tratan de cazar bonos a bajo precio tras los sucesos declarados en el mercado. De igual modo, los valores con garantía hipotecaria (MBS) constituyen, en nuestra opinión, un buen complemento de los bonos vinculados a seguros, dado su potencial de generar una rentabilidad sólida tanto a través de fondos privados como avalados por agencias, gracias a la disciplina sobre préstamos que mantienen los consumidores estadounidenses en un contexto de subidas salariales y bajo desempleo.

En cuanto a la deuda corporativa tradicional, creemos que todavía puede desempeñar su función si se maneja con cuidado. Por ejemplo, los bonos corporativos «high- yield» estadounidenses tienen el potencial de ofrecer rendimientos atractivos, pero esta clase de activos, cuya cotización a corto plazo tiende a emular a la renta variable, se vio duramente afectada al final de 2018 tras la liquidación masiva de acciones. Para minimizar esta característica no deseable, creemos que pueden seleccionarse bonos high-yield con vencimiento y duración más cortas (sensibilidad a los tipos de interés) al objeto de lograr una menor volatilidad y una rentabilidad más independiente que sus homólogos con vencimiento más lejano.

Con respecto a las inversiones alternativas, casi podríamos perdonar el excesivo nihilismo observado ante el historial reciente de esta clase de activos y el exceso de dependencia en los repuntes de bonos gemelos y la renta variable. No obstante, pensamos que todavía existen algunas fuentes de rentabilidad atractivas. Por ejemplo, los fondos de arbitraje de fusiones que se centran en operaciones corporativas «Tier 2» han demostrado la capacidad de generar ganancias estables con el tiempo, mientras que los gestores de estrategias selectas de renta variable «long/short» de market neutral han demostrado la capacidad de amortiguar eficazmente la volatilidad de la cartera, al ser el «alfa» la única fuente de rentabilidad de la inversión. Por otro lado, creemos que los enfoques de rentabilidad objetivo centrados estrictamente en posiciones temáticas de baja correlación y ponderadas por riesgo pueden ampliar aún más las rentabilidades con riesgo medido.

En el transcurso de 2019, probablemente asistiremos a una mayor volatilidad y dispersión, tanto entre los distintos mercados como dentro de ellos. Esta situación, en teoría, podría mejorar el abanico global de oportunidades para los fondos de inversión alternativa flexibles, incluidos los estilos descritos anteriormente, así como la negociación macro y los enfoques de primas de riesgo alternativos. Sin embargo, conviene señalar que esta dispersión acentuada podría premiar y castigar de forma excesiva en igual medida. En nuestra opinión, los gestores que hagan las apuestas correctas de hecho podrían generar buenos resultados en 2019, mientras que aquellos que se equivoquen podrían sufrir pérdidas más abultadas como consecuencia de las mayores oscilaciones del mercado. La clave será descubrir esa habilidad por anticipado, lo que exige una combinación de escepticismo y análisis puro y duro. Así pues, aunque es improbable que el universo de inversiones alternativas reaparezca en escena el próximo año al estilo de la década de 1990, a nuestro juicio existen oportunidades minuciosamente estudiadas que podrían desempeñar un papel relevante.

Por último, los activos monetarios también podrían cumplir una función valiosa y merecen ser considerados como una opción de asignación de cartera plenamente activa, como poco. Con el rendimiento de las letras del Tesoro estadounidenses a 3 meses situada actualmente por encima del 2,2 %, tenemos aquí una clase de activos que ofrece una tasa de rentabilidad casi garantizada con una escasa correlación respecto a la renta variable y los bonos con vencimiento más lejano. En 2018, los activos monetarios estadounidenses a corto plazo batieron holgadamente tanto al índice S&P 500 como a la deuda pública estadounidense a 10 años. En Europa, los tipos de interés negativos hacen menos relevante este argumento, aunque los inversores británicos sin duda pueden unirse a sus homólogos estadounidenses para aprovechar los tipos aplicados a los activos monetarios en el marco de una cartera bien construida orientada a la conservación del capital.

«The New Capital Preservation» (la nueva conservación del capital) no es un único fondo o clase de activos que los inversores pueden encajar sin más en lugar de sus tradicionales instrumentos de diversificación, sino que es una estrategia matizada y cuidadosamente construida que engloba renta fija alternativa, alternativas hiperselectivas e instrumentos de liquidez a corto plazo. En esta evolución, creemos que la fiabilidad de rentabilidades y baja correlación que presentan respecto a las acciones y los bonos prevalece sobre las expectativas de alta rentabilidad y la búsqueda de rendimientos mal orientada. A nuestro juicio, esto dista mucho de ser una aspiración modesta: en un mundo donde muchos han comenzado a vender masivamente bonos del Estado, tales características serán sumamente apreciadas.

Tribuna de Julian Howard, responsable de soluciones multiactivo en GAM Investments

 

(1) Entre algunos ejemplos cabe citar «Stocks for the Long Run», Siegel 1994 y «The Rate Of Return On Everything, 1870-2015» Documento de trabajo NBER 2017

Advertencias legales importantes:

Los datos contenidos en este documento tienen simplemente el objetivo de la información y no constituyen asesoramiento de inversión. Por la veracidad y exactitud del contenido de esta información se declina toda responsabilidad. Cualquier recomendación u opinión contenida en este documento puede cambiar y refleja el punto de vista de GAM en las actuales condiciones económicas. Se declina toda responsabilidad por la veracidad y exactitud de los datos. La rentabilidad pasada no es un indicador de la rentabilidad actual o futura.

Renta fija flexible: tres ideas de inversión para 2019

  |   Por  |  0 Comentarios

Renta fija flexible: tres ideas de inversión para 2019
Pixabay CC0 Public DomainFoto: TeroVesalainen. Renta fija flexible: tres ideas de inversión para 2019

La renta fija afronta, sin duda, un entorno desafiante en la actualidad. En este contexto, ¿qué oportunidades existen para aquellos inversores que son capaces de relajar las limitaciones de sus carteras de bonos? Para nosotros, hay tres buenas ideas y un asunto que es importante no perder de vista mientras el mercado vaya cambiando durante el año:

1. Rentabilizar el consumo: crédito titulizado estadounidense de corta duración

La confianza de los consumidores estadounidenses, aunque ha bajado del máximo alcanzado el pasado octubre, permanece elevada si se compara con la media de los últimos 10 años. Ante esta fortaleza, apostamos por el crédito titulizado, donde el riesgo radica en la habilidad de los propios consumidores para devolver los préstamos de sus compras hipotecarias.

El sector ofrece una combinación atractiva de una ventaja de rentabilidad (3% en el índice de referencia) y una duración limitada (dos años) y otorga diversificación para las asignaciones de crédito corporativo, así como para los productos titulizados garantizados por hipotecas.


2. Una historia de spreads: high yield estadounidense

Pese al sólido desempeño de los activos de riesgo desde comienzos de año, son atractivos los spreads de alrededor de 430 puntos básicos para el high yield estadounidense, dados los buenos fundamentales que se reflejan en las tasas de impagos, que esperamos que se mantengan entre el 1% y el 2% hasta que se debilite la actividad económica.

Las estrellas emergentes (empresas que han mejorado su calificación a grado de inversión) están superando a los ángeles caídos (firmas que son degradadas desde grado de inversión): otra señal de fundamentales fuertes. Los factores técnicos también son alentadores, con las emisiones silenciadas y la demanda habiendo retomado 2019 con fuerza.

 

3. El héroe local: deuda emergente en moneda nacional

2018 fue un año de “excepcionalismo” estadounidense, en el que la economía disfrutó de un crecimiento por encima de la media. Con una política monetaria más dura en el país, vino un dólar más fuerte, que llevó a la deuda de los mercados emergentes a desempeñarse significativamente por debajo de lo esperado.

Creemos que la venta masiva que se produjo a finales de año fue una reacción exagerada y las rentabilidades ahora parecen atractivas en relación a los fundamentales en los mercados seleccionados. Además, el reciente cambio de tono de la Reserva Federal (Fed) ha desembocado en una congelación del ciclo de subida de tipos antes de lo previsto, algo que podría ser positivo para los mercados emergentes.

Algo que vigilar: la duración

Aunque el momentum de Estados Unidos muestra señales de debilitamiento y el lenguaje de la Fed ha cambiado, los fundamentales económicos continúan sólidos, y nuestro escenario base contempla posibles aumentos de tipos en un futuro, por lo que nos mantenemos cortos en el extremo delantero de la curva de rentabilidad.

Sin embargo, nos hemos vuelto positivos en la duración en su conjunto –expresada a través de posiciones largas más allá en la curva- mientras observamos cómo se acerca el final de ciclo y vigilamos los riesgos significativos que siguen existiendo en torno al riesgo. Además, consideramos que es muy difícil que se implementen estímulos fiscales en Estados Unidos con un Congreso dividido.

Cómo jugamos: táctica y estrategia

Estratégicamente, vemos que estamos acercándonos al final de ciclo, por lo que estamos agregando lastre a la cartera. Tácticamente, sin embargo, estamos buscando oportunidades para aumentar el riesgo, dado el trasfondo más conciliador del banco central, que tiene el potencial de prolongar el ciclo económico.

Con todo, el Global Bond Opportunities Fund de JP Morgan apuesta por un enfoque selectivo para aprovechar las oportunidades de los mercados de bonos. El objetivo del fondo son unos retornos ajustados al riesgo atractivos en distintos mercados y en distintos entornos de tipos de interés, al otorgar una exposición flexible y de elevada convicción a través de 15 sectores de renta fija de 50 países.

El objetivo de inversión es conseguir una rentabilidad superior a la del índice de referencia invirtiendo de forma oportunista en una cartera ilimitada de títulos de crédito y divisas, mediante instrumentos financieros derivados cuando sea necesario.

Tribuna de Iain Stealey, jefe internacional de inversiones en Renta Fija y gestor del JPMorgan Funds – Global Bond Opportunities Fund

El mercado yo-yo de China

  |   Por  |  0 Comentarios

El mercado yo-yo de China
Pixabay CC0 Public Domainpiviso. El mercado yo-yo de China

Pueden ser volátiles, pero las acciones clase A son la mejor herramienta para acceder al crecimiento estructural de la nación. La decisión del MSCI de aumentar el peso de las acciones clase A de China podría ser trascendental. Después de todo, se trata de un mercado enorme, con unas 3.500 compañías y una capitalización de alrededor de 8,5 billones de dólares.

Pero para nosotros como selectores de compañías, la inclusión de MSCI no tiene una aplicación inmediata y práctica. Se trata de algo que no afecta a nuestra visión de si una compañía es buena o mala, y tampoco tenemos la necesidad de ajustar nuestras carteras. Tenemos una visión a largo plazo de lo que históricamente ha sido un mercado minorista muy volátil e impulsado por momentum.

Muchos inversores globales verán el mercado de valores de China como un caso perdido, independientemente de lo que haga MSCI. Tras haber caído más del 30% el año pasado, se ha recuperado con fuerza desde principios de 2019. Después de todo, estamos ante un mercado ineficiente en el que el 80% del volumen procede de los inversores minoristas locales, es decir, un segmento que está más influido por los últimos titulares que por las perspectivas de beneficios de las compañías que forman parte del mercado de acciones clase A.

El año pasado, los inversores fueron bombardeados con noticias negativas acerca de la desaceleración del crecimiento económico de China, el aumento de las quiebras y los aranceles comerciales de los Estados Unidos. Todo esto minó la confianza y frenó los planes de gasto de las empresas. Sin embargo, se trata de una aversión miope. Existen razones de peso para que los inversores internacionales vean este mercado de forma más favorable, especialmente a largo plazo.

Las autoridades chinas están orquestando esta ralentización para dar un giro a un crecimiento que ha sido impulsado por la deuda. Un movimiento orientado a salvaguardar su sistema financiero. Al mismo tiempo, están impulsando el incremento del consumo doméstico y de los servicios. Su objetivo es crear una economía más autosuficiente y sostenible. Esto es un buen augurio para la estabilidad futura. En respuesta a los desafíos en el corto plazo, los legisladores han puesto en marcha medidas para estimular determinados ámbitos y están dispuestos a seguir recurriendo a los instrumentos monetarios y fiscales para ayudar a facilitar esta transición económica.

Pero los inversores globales deben tener en cuenta que ésta sigue siendo una economía que crece por encima del 6%, un nivel significativamente superior al de los mercados desarrollados. Las previsiones de ganancias del consenso para las acciones clase  A en 2019 se sitúan en el 15%. Será difícil encontrar muchos mercados que ofrezcan un crecimiento de dos dígitos. Además, la corrección del mercado de 2018 ha impulsado una caída del ratio de precio en relación con los beneficios (PER).

Ciertamente, si el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, eleva aún más los aranceles comerciales, el crecimiento del PIB de China podría reducirse en un punto. Pero los impuestos reducen las ganancias de las empresas que se benefician de las cadenas de suministro mundiales, muchas de las cuales cotizan en las bolsas de valores de Estados Unidos. Sospechamos que esto fue uno de los factores que estuvo detrás de la caída del índice S&P500 en diciembre pasado.

Esto puede haber afectado al Presidente Trump, quien otorga una gran importancia al rendimiento del mercado de valores. También subraya un punto clave: redunda en interés de ambas partes encontrar una solución rápida a esta disputa. La retórica entre los dos países parece suavizarse ahora y esperamos que lleguen a un acuerdo en algún momento de este año. Es probable que cualquier acuerdo sea recibido positivamente por el mercado, lo que proporciona a las empresas una mayor claridad sobre sus perspectivas de ingresos y planes de gasto.

Diversificación de la cartera

Con el tiempo, el aumento de la ponderación en el índice MSCI tendrá un impacto. Se ha estimado que las acciones clase A podrían representar hasta el 20% de este índice tan seguido en un plazo de cinco años. Eso atraería capital de fondos institucionales extranjeros que lo seguirían en sus estrategias de gestión pasiva.

Se trata de dinero a largo plazo, que es más estable que los flujos que se mueven impulsados por el sentimiento que vemos hoy en día. Esta institucionalización del dinero expondrá a las empresas locales a estándares globales de responsabilidad y mejores prácticas. Algo que elevará los estándares de gobernanza y hará que el mercado sea más invertible. En nuestra opinión, las empresas bien gestionadas con una buena gestión del capital se convierten en mejores inversiones con el tiempo.

A medida que crece la representación de China en los índices de referencia mundiales, tener poca o ninguna exposición al mercado se convertirá cada vez más en una decisión activa. Es posible que los inversores globales ya estén invirtiendo en China a través del mercado más accesible, el de acciones clase H, caracterizado por el índice MSCI China Index. Normalmente, estas acciones cotizan en la bolsa de Hong Kong.

Sin embargo, sólo hay 256 acciones clase H, frente a las 3.500 acciones claseA. El mercado onshore de China tiene más del doble de la capacidad de mercado y 3-4 veces el volumen de negocio diario de Hong Kong. El mercado de acciones clase A también está más diversificado por sectores, mucho menos centrado en la tecnología, ya que los pesos pesados Tencent y Alibaba cotizan en el extranjero. Pero el sesgo interno del mercado ofrece acceso a empresas que simplemente no están disponibles en otros lugares.

Vemos que las acciones orientadas al consumidor son las que presentan mejores perspectivas de ganancias, ya que se benefician del crecimiento estructural de la nación. Después de todo, la clase media de China se está expandiendo rápidamente, con 380 millones de millennials que ganan y gastan más que sus padres en artículos de lujo, viajes y atención médica. El mercado de acciones clase A tiene una correlación mucho más baja con los mercados globales que el MSCI China. Tiene diferentes catalizadores y, por lo tanto, tiende a resultar menos afectado por eventos externos. Como tal, la exposición a las acciones clase A puede aportar valiosos beneficios de diversificación a una cartera global.

Así que las noticias de esta semana podrían no suponer una revolución de la noche a la mañana, de la que algunos intentarán aprovecharse inevitablemente. Pero puede servir como un recordatorio útil de cómo se están desarrollando los mercados de capital chinos y tal vez induzca a los inversores a pensárselo dos veces antes de concluir que el mercado de acciones clase A del país generan más problemas de los que merecen la pena.

Tribuna de Nick Yeo, responsable de renta variable para China de Aberdeen Standard Investments.

Cinco temas clave para los inversores en el mercado de NPL

  |   Por  |  0 Comentarios

Cinco temas clave para los inversores en el mercado de NPL
Foto: Digital Canvas, Flickr, Creative Commons. Cinco temas clave para los inversores en el mercado de NPL

Esperamos que la actividad de compra de préstamos inmobiliarios fallidos o NPL (Non-Perfoming Loans) españoles se mantenga fuerte en 2019, pese a los signos de madurez del mercado y al descenso del volumen de ventas de carteras en el último año en comparación con 2017. La actividad se ha visto impulsada por la confianza de los inversores en la recuperación de los precios inmobiliarios y la liquidez del mercado español. En este contexto, desde Scope destacamos cinco temas clave que deberían tener en cuenta, tanto inversores, como participantes del mercado de NPL:

1. Un mercado en proceso de maduración

El mercado español de NPL está mostrando signos de madurez. Los hedge funds y los fondos de capital riesgo están empezando a vender parte de las carteras que adquirieron de los bancos españoles, a medida que toman posiciones en otros mercados en busca de mayores rentabilidades. Los nuevos compradores son inversores con menor apetito de riesgo, como fondos de pensiones, compañías de seguros y sicavs. Esperamos que el tamaño medio de la compraventa de carteras sea menor en relación con 2017-2018, mientras que el incremento del número de inversores y la prolongación del ciclo económico expansivo ejercerán una presión al alza sobre los precios.

2. Primeras titulizaciones públicas

Junto con la maduración del mercado, es posible que veamos las primeras titulizaciones con calificación pública de carteras españolas de NPL y de activos adjudicados ‘REO’ (Real Estate Owned). Durante el proceso de titulización, las distintas partes (inversores, agencias de calificación, firmas de auditoría, bufetes de abogados) examinan muy de cerca las capacidades de los emisores y gestores, así como la calidad de los activos subyacentes. Este proceso aporta transparencia y contribuirá a ampliar la base de inversores, aumentando la liquidez del mercado, frente a un contexto de ventas privadas dirigido a un universo más pequeño de inversores especializados.

3. Recuperación desigual de los precios inmobiliarios

Esperamos que el impulso positivo de los precios inmobiliarios se mantenga durante este año. A medio plazo, sin embargo, existe un riesgo creciente de que el precio de los activos descienda, al desbloquearse el exceso de existencias, especialmente si España experimenta una desaceleración económica significativa. La composición regional de las carteras de NPL y REO será un factor clave de la rentabilidad. El mercado inmobiliario español no es homogéneo y se ha recuperado de manera desigual desde la crisis financiera mundial. Los inversores más preocupados por una caída de los precios inmobiliarios a medio plazo podrían preferir carteras REO, por su menor duración frente a las carteras NPL, especialmente en zonas de alta liquidez, pero más cercanas al punto de saturación, como Madrid y Barcelona.

4. Los avances en materia legal reducen el riesgo de litigiosidad

Consideramos que la transposición de las directivas de la UE a la nueva ley hipotecaria reducirá los plazos de ejecución de los activos subyacentes de las carteras NPL, que han venido aumentando en los últimos años debido a la elevada litigiosidad. Unas normas más claras reducen la incertidumbre jurídica, contribuyendo a la disminución del número de disputas legales.

5. Fragmentación política

Independientemente del resultado de las elecciones generales del 28 de abril, la fragmentación política puede afectar negativamente a la confianza de los inversores a corto plazo. Las diferencias en el reparto de escaños entre los cinco primeros partidos serán las más estrechas desde la promulgación de la Constitución española en 1978. Y la composición del Parlamento se ha radicalizado. Dada la fragmentación política, Scope señala los riesgos de parálisis institucional, que incrementaría el periodo de incertidumbre respecto de la agenda política, económica y normativa. 

Antonio Casado, director ejecutivo del equipo de finanzas estructuradas de Scope Ratings