Justo cuando parecía seguro volver al agua

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Pixabay CC0 Public DomainEleni Afiontzi. Eleni Afiontzi

Los mercados financieros continuaron evolucionando favorablemente en julio: el índice S&P 500 alcanzó un nuevo máximo histórico el 26 de julio y la Reserva Federal redujo los tipos de interés el 31 de julio por primera vez en 11 años. Tras la volatilidad de mayo a raíz de las malas noticias sobre las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China, las cosas parecían mejorar. Además, ya pasadas las reuniones de los bancos centrales a finales de mes, los mercados estaban preparados para un agosto tranquilo. La superficie aparentaba tranquilidad: ¿qué ha sucedido?

  • Perspectiva para la renta fija

Por desgracia, a finales de julio, el flujo de noticias cambió y lo que parecía que iba a ser un agosto favorable pasó a ser algo mucho más intenso. ¿Qué está sucediendo? Dos cosas han cambiado. El primer cambio, fácilmente reversible, es el prudente recorte de los tipos de interés de 25 puntos básicos (pb) efectuado por la Reserva Federal el 31 de julio, que decepcionó a los mercados, pues estos deseaban medidas de mayor impacto, no necesariamente más puntos básicos, sino un mayor compromiso con las rebajas del precio del dinero de cara al futuro.

El segundo cambio no se revierte tan fácilmente. La repentina escalada de la guerra comercial entre Estados Unidos y China a principios de agosto es una dinámica que puede alterar las tendencias. Los aranceles adicionales sobre las importaciones chinas y las represalias de China al comprar menos productos agropecuarios estadounidenses, junto con la depreciación repentina de la moneda china, aumentan significativamente los riesgos económicos en todo el mundo.

Por primera vez desde 2015, la posibilidad de una desaceleración económica más significativa debe tomarse en serio. Si bien no creemos que vaya a producirse una verdadera recesión, los acontecimientos relativos al comercio exacerbarán una situación económica ya frágil, especialmente, en el sector manufacturero y el comercio global. La confianza empresarial global lleva registrando debilidad desde hace más de un año. Estos acontecimientos no mejorarán las cosas y lo más probable es que dificulten cualquier recuperación de la actividad económica prevista para la segunda mitad del año. ¿Qué sucede con el crecimiento sostenido y la inflación moderada? ¿No pueden ofrecer ayuda los bancos centrales?

Los bancos centrales intentarán, incluso aunque su munición monetaria sea escasa (especialmente, fuera de Estados Unidos), mantener en marcha la economía mundial, sin importar lo que los políticos intenten hacer. Por tanto, abróchense los cinturones de seguridad, prepárense para una volatilidad mayor, pero no se asusten. Creemos que los tipos de interés más bajos pueden —y así será— amortiguar las consecuencias negativas derivadas del conflicto comercial, aunque por desgracia existen dudas acerca de la utilidad real de los programas de expansión monetaria. Por otra parte, unos tipos de interés más bajos no sirven para eliminar la incertidumbre sobre el futuro de las relaciones económicas.

La clave es que los problemas comerciales siguen agravándose y, sin conocer el desenlace, ¿cómo pueden los inversores estar seguros de que lo peor ha pasado? Creemos que la curva de rentabilidades es el mejor barómetro de la confianza del mercado. En nuestra opinión, una medida de éxito, por ejemplo, la reflación, sería un pronunciamiento de las curvas de rentabilidades. Si el estímulo monetario funciona, las curvas deberían pronunciarse. Por desgracia, hasta ahora, no está sucediendo. Los bonos con vencimiento largo están evolucionando favorablemente y los bonos con vencimiento corto, en particular, en Estados Unidos, están muy por debajo de los tipos oficiales. No se trata de un voto de confianza. Las condiciones no son mucho mejores, o incluso son peores, fuera de Estados Unidos. Hasta que comience a pronunciarse la curva de rentabilidades, es poco probable que las economías muestren fortaleza y que los activos de riesgo evolucionen favorablemente.

Dicha evolución da como resultado un entorno en el que deberíamos esperar que los mercados descuenten un mayor estímulo monetario, las rentabilidades caigan, las curvas de rentabilidades se pronuncien y los activos de mayor riesgo atraviesen dificultades. La capacidad del crédito y de los mercados emergentes para absorber las malas noticias se ve afectada negativamente por las valoraciones. Estos mercados han generado rentabilidades impresionantes este año y no están en condiciones de soportar demasiadas malas noticias. Existan o no causas legítimas que justifiquen un rendimiento relativo negativo, no creemos que exista una justificación sólida para ampliar las posiciones en mercados de alta rentabilidad y emergentes. Por desgracia, tampoco creemos que tengamos suficiente información para reducir las exposiciones en general.

Mientras tanto, creemos que un enfoque hacia los fundamentales corporativos, soberanos y estructurales, en el caso de los activos titulizados, nos servirá mejor y, en ese sentido, los países que presentan fundamentales sólidos y/o en proceso de mejora con valoraciones razonables están mejor situados para capear esta tormenta. En cuanto al segmento soberano de los mercados desarrollados, nos seguimos decantando por Australia, España y Estados Unidos; en el espacio soberano de la esfera emergente, nos decantamos por Brasil y Perú, en la parte local, y determinados países más pequeños, aislados en cierto modo de los problemas comerciales globales, en la parte externa. El USD debería mantener la firmeza en general, excepto en casos específicos; también nos decantamos, por ejemplo, por la libra de Egipto, que cuenta con un conjunto relativamente único de fundamentales que la respaldan.

Nuestro reciente mantra de agilidad como requisito para el éxito sigue vigente. Los mercados y los responsables de política están en movimiento. Ante la previsión por parte de los mercados —de manera acertada o no— de importantes variaciones en las políticas, los inversores tendrán que tomar decisiones clave sobre los equilibrios que adoptarán los bancos centrales para evitar las presiones recesivas con medidas preventivas, responder a los riesgos comerciales y extremar la cautela, impidiendo que dichas presiones aumenten hasta el punto de que sea imposible detenerlas.

  • Tipos y monedas de mercados desarrollados

Análisis mensual:

En julio, la evolución de los bonos soberanos de mercados desarrollados resultó heterogénea tras la caída precipitada de las rentabilidades en los meses anteriores. La rentabilidad del bono del Tesoro estadounidense a 10 años aumentó 1 pb durante el mes, mientras que la rentabilidad del bono británico a 10 años bajó 22 pb; la mayor parte de la deuda pública de la zona euro imitó este movimiento y también retrocedió. Durante todo el mes, los mercados esperaron ansiosos la reunión del FOMC prevista para el 31 de julio. Durante las semanas previas a la reunión, los mercados descontaron con certeza una rebaja de tipos de 25 pb, pero también la probabilidad de un recorte mayor, de 50 pb. Si bien la decisión de la Reserva Federal de recortar solo 25 pb no resultó sorprendente para el mercado, los inversores se mostraron decepcionados, pues el banco central no se comprometió con una actitud acomodaticia más significativa de cara al futuro. En la zona euro, el BCE confirmó que es posible que relaje la política en su reunión de septiembre, con una combinación de rebajas de tipos de interés, un nuevo programa de expansión cuantitativa y otras medidas de flexibilización. Esto confirmó en gran medida el cambio de actitud que el presidente Mario Draghi mostró en el discurso pronunciado en Sintra a principios de junio. En el Reino Unido, Boris Johnson fue elegido líder del Partido Conservador el 23 de julio. Se han asignado funciones clave a figuras comprometidas con la salida del Reino Unido de la Unión Europea y más de la mitad de los integrantes del gabinete de Theresa May han abandonado sus cargos.

Perspectiva:

Es probable que el crecimiento estadounidense ceda en lo que resta de 2019, aunque se estabilice gracias a una política monetaria más acomodaticia. Los bancos centrales se han tornado más acomodaticios, en particular, en Estados Unidos y la zona euro, y prevemos que prosiga dicha situación, pues prevalece la incertidumbre geopolítica y económica. En la actualidad, percibimos tres riesgos principales para las perspectivas: la salida del Reino Unido de la Unión Europea, las disputas comerciales entre Estados Unidos y China y las elecciones presidenciales estadounidenses.

  • Tipos y monedas de mercados emergentes

Análisis mensual:

Los activos de renta fija de mercados emergentes continuaron evolucionando bien en julio, ya que el mercado continuó incorporando riesgo, especialmente, en deuda denominada en USD. JP Morgan estimó que los flujos de cartera hacia renta fija de mercados emergentes ascendieron a 9.200 millones de USD, principalmente, a estrategias en divisas fuertes. Sin embargo, los mercados se mostraron decepcionados por la decisión del FOMC de la Reserva Federal a finales de mes de rebajar los tipos de interés solo 25 pb y también perplejos por sus enrevesadas declaraciones en la consiguiente rueda de prensa. El impacto inmediato fue más evidente en las monedas más débiles de mercados emergentes, especialmente, las vinculadas al euro de Europa oriental, lo que supuso el cierre a un mes en que el USD se fortaleció y el EUR se debilitó. La evolución de los bonos denominados en moneda local fue positiva y fue mayor que el impacto cambiario negativo en general. En el ámbito de los activos denominados en monedas fuertes, el segmento de alta rentabilidad superó en rendimiento a su homólogo con grado de inversión y la deuda soberana superó al crédito. Los precios de las materias primas se debilitaron en general durante el periodo —con los productos agropecuarios a la cabeza, seguidos por el petróleo crudo—, que respondieron a la perspectiva de debilitamiento del crecimiento global y al impacto de la apreciación del USD sobre la facturación. La evolución de los metales fue dispar: en general, los metales preciosos lograron un buen resultado, mientras que los precios de los metales básicos mostraron una mayor debilidad.

Perspectiva: 

Las perspectivas para los activos de riesgo en las próximas semanas y, en particular, la deuda de mercados emergentes son heterogéneas. Con respecto a las disputas comerciales entre Estados Unidos y China, las esperanzas de una tregua prolongada después de la cumbre de Shanghái se vieron frustradas unos días después por el anuncio del presidente Trump de un arancel del 10% a los 300.000 millones de USD restantes de importaciones chinas a partir del 1 de septiembre. Además, es de esperar que las represalias previstas de China potencien la volatilidad, ya de por sí elevada, complicando probablemente el rendimiento de los activos de riesgo. Por otra parte, la actitud monetaria que se está adoptando en las esferas desarrollada y emergente sigue siendo en gran medida favorable, pero podrían producirse contratiempos, como constató la reacción negativa del mercado a la rebaja “restrictiva” de tipos de la Reserva Federal el mes pasado.

  • Crédito

Análisis mensual:

En julio, los diferenciales del crédito se contrajeron en general, continuando la tendencia de junio tras el movimiento sincronizado de los bancos centrales hacia una política acomodaticia. Los factores impulsores clave en julio fueron: (1) las expectativas de una política monetaria más expansiva por parte de los bancos centrales, (2) los beneficios corporativos, que superaron las débiles expectativas, alejando la posibilidad de recesión inminente, y (3) una fuerte demanda de crédito. El índice Bloomberg Barclays U.S. Corporate se estrechó 6 pb en julio para cerrar el mes en 107 pb por encima de la deuda pública.1 El crédito financiero y el crédito no financiero evolucionaron de forma similar. En el sector financiero, los valores con vencimientos más largos registraron una rentabilidad relativa positiva. Los activos europeos con grado de inversión se contrajeron 12 pb en julio, hasta 99 pb, según el índice Bloomberg Barclays Euro-Aggregate Corporate.2

Perspectiva: 

Si bien las valoraciones se han ajustado ante la sólida trayectoria desde que comenzó 2019, destacaríamos que el mercado ha ignorado recientemente diversas señales que alertan de un aumento del riesgo macroeconómico, como el aumento del riesgo de que el Reino Unido abandone la Unión Europea sin acuerdo, que las permanentes negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China no lleguen a puerto y la debilidad de los datos manufactureros a escala global. La incertidumbre hace que la perspectiva a corto plazo para los beneficios corporativos sea menos clara. Nuestra hipótesis de referencia es que no se producirá una recesión; lo que esperamos es que prosigan un crecimiento bajo a escala global y una inflación también reducida, a tenor de los bajos tipos reales y las acomodaticias condiciones financieras. Nuestra estrategia ha consistido en recoger beneficios de posiciones consolidadas al evolucionar los diferenciales por debajo de sus promedios a largo plazo, lo cual propició la recogida de beneficios en el mes, si bien mantenemos una posición netamente larga en riesgo a fin de mostrar un enfoque táctico de cara al próximo trimestre.

  • Activos titulizados

Análisis mensual:

El índice Bloomberg Barclays U.S. Mortgage-Backed Securities (MBS) subió un 0,40% en julio, superando al índice Bloomberg Barclays U.S. Treasury, que bajó un 0,12%, pues los tipos de interés permanecieron en un rango delimitado y las duraciones de los bonos de titulización hipotecaria no variaron en términos relativos.3 Los diferenciales nominales actuales de los bonos de titulización hipotecaria de agencia con cupón se estrecharon 2 pb en julio, situándose 85 pb por encima de los valores del Tesoro estadounidense interpolados.4 La duración del índice Bloomberg Barclays U.S. MBS se acortó 0,08 años, hasta 3,07 años, en julio, confirmando la tendencia: el ritmo de las amortizaciones anticipadas de hipotecas ha aumentado en los últimos meses según los menores tipos hipotecarios han comenzado a afectar a la actividad de refinanciación.5 La cartera de bonos de titulización hipotecaria de la Reserva Federal se contrajo en 21.000 millones de USD en julio, hasta 1,512 billones de USD; la reducción en lo que va de año asciende a 125.000 millones de USD.6

Perspectiva:

En general, nuestra perspectiva sigue siendo muy similar a la del mes pasado. Nuestra perspectiva crediticia fundamental es favorable con respecto a las condiciones de financiación residencial y al consumo tanto en Estados Unidos como en Europa. Mantenemos nuestro punto de vista ligeramente negativo sobre los bonos de titulización hipotecaria de agencia debido a la dinámica de oferta y demanda —la Reserva Federal continúa reduciendo sus posiciones en bonos de titulización hipotecaria y aumentando el “market float” aproximadamente en 20.000 millones de USD cada mes—. Sin embargo, en 2019 nuestra posición hacia los bonos de titulización hipotecaria de agencia se ha vuelto menos negativa al registrar una rentabilidad relativa negativa con respecto a los activos de crédito hipotecario este año. Mantenemos una perspectiva heterogénea sobre las condiciones para inmuebles comerciales debido a la naturaleza más idiosincrática de sectores y activos inmobiliarios específicos.

 

Columna de Jim Caron, portfolio manager y miembro senior del equipo de Renta Fija Global de Morgan Stanley Investment Management.

 

(1) Fuente: Bloomberg Barclays, datos a 31 de julio de 2019

(2) Fuente: Bloomberg Barclays, datos a 31 de julio de 2019

(3) Fuente: Bloomberg, a 31 de julio de 2019

(4) Fuente: JP Morgan, a 31 de julio de 2019

(5) Fuente: Bloomberg, a 31 de julio de 2019

(6) Fuente: Banco de la Reserva Federal de Nueva York, a 31 de julio de 2019

 

IMPORTANT INFORMATION

The views and opinions are those of the author of the date of publication and are subject to change at any time due to market or economic conditions and may not necessarily come to pass. The information presented represents how the investment team generally applies its investment processes under normal market conditions. This general communication, which is not impartial, is for informational and educational purposes only, not a recommendation. Information does not address financial objectives, situation or specific needs of individual investors. Investing involves risks, including the possible loss of principal.

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Eleni Afiontzi Sea Storm Unsplash
Pixabay CC0 Public DomainEleni Afiontzi. Eleni Afiontzi

Los mercados financieros continuaron evolucionando favorablemente en julio: el índice S&P 500 alcanzó un nuevo máximo histórico el 26 de julio y la Reserva Federal redujo los tipos de interés el 31 de julio por primera vez en 11 años. Tras la volatilidad de mayo a raíz de las malas noticias sobre las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China, las cosas parecían mejorar. Además, ya pasadas las reuniones de los bancos centrales a finales de mes, los mercados estaban preparados para un agosto tranquilo. La superficie aparentaba tranquilidad: ¿qué ha sucedido?

  • Perspectiva para la renta fija

Por desgracia, a finales de julio, el flujo de noticias cambió y lo que parecía que iba a ser un agosto favorable pasó a ser algo mucho más intenso. ¿Qué está sucediendo? Dos cosas han cambiado. El primer cambio, fácilmente reversible, es el prudente recorte de los tipos de interés de 25 puntos básicos (pb) efectuado por la Reserva Federal el 31 de julio, que decepcionó a los mercados, pues estos deseaban medidas de mayor impacto, no necesariamente más puntos básicos, sino un mayor compromiso con las rebajas del precio del dinero de cara al futuro.

El segundo cambio no se revierte tan fácilmente. La repentina escalada de la guerra comercial entre Estados Unidos y China a principios de agosto es una dinámica que puede alterar las tendencias. Los aranceles adicionales sobre las importaciones chinas y las represalias de China al comprar menos productos agropecuarios estadounidenses, junto con la depreciación repentina de la moneda china, aumentan significativamente los riesgos económicos en todo el mundo.

Por primera vez desde 2015, la posibilidad de una desaceleración económica más significativa debe tomarse en serio. Si bien no creemos que vaya a producirse una verdadera recesión, los acontecimientos relativos al comercio exacerbarán una situación económica ya frágil, especialmente, en el sector manufacturero y el comercio global. La confianza empresarial global lleva registrando debilidad desde hace más de un año. Estos acontecimientos no mejorarán las cosas y lo más probable es que dificulten cualquier recuperación de la actividad económica prevista para la segunda mitad del año. ¿Qué sucede con el crecimiento sostenido y la inflación moderada? ¿No pueden ofrecer ayuda los bancos centrales?

Los bancos centrales intentarán, incluso aunque su munición monetaria sea escasa (especialmente, fuera de Estados Unidos), mantener en marcha la economía mundial, sin importar lo que los políticos intenten hacer. Por tanto, abróchense los cinturones de seguridad, prepárense para una volatilidad mayor, pero no se asusten. Creemos que los tipos de interés más bajos pueden —y así será— amortiguar las consecuencias negativas derivadas del conflicto comercial, aunque por desgracia existen dudas acerca de la utilidad real de los programas de expansión monetaria. Por otra parte, unos tipos de interés más bajos no sirven para eliminar la incertidumbre sobre el futuro de las relaciones económicas.

La clave es que los problemas comerciales siguen agravándose y, sin conocer el desenlace, ¿cómo pueden los inversores estar seguros de que lo peor ha pasado? Creemos que la curva de rentabilidades es el mejor barómetro de la confianza del mercado. En nuestra opinión, una medida de éxito, por ejemplo, la reflación, sería un pronunciamiento de las curvas de rentabilidades. Si el estímulo monetario funciona, las curvas deberían pronunciarse. Por desgracia, hasta ahora, no está sucediendo. Los bonos con vencimiento largo están evolucionando favorablemente y los bonos con vencimiento corto, en particular, en Estados Unidos, están muy por debajo de los tipos oficiales. No se trata de un voto de confianza. Las condiciones no son mucho mejores, o incluso son peores, fuera de Estados Unidos. Hasta que comience a pronunciarse la curva de rentabilidades, es poco probable que las economías muestren fortaleza y que los activos de riesgo evolucionen favorablemente.

Dicha evolución da como resultado un entorno en el que deberíamos esperar que los mercados descuenten un mayor estímulo monetario, las rentabilidades caigan, las curvas de rentabilidades se pronuncien y los activos de mayor riesgo atraviesen dificultades. La capacidad del crédito y de los mercados emergentes para absorber las malas noticias se ve afectada negativamente por las valoraciones. Estos mercados han generado rentabilidades impresionantes este año y no están en condiciones de soportar demasiadas malas noticias. Existan o no causas legítimas que justifiquen un rendimiento relativo negativo, no creemos que exista una justificación sólida para ampliar las posiciones en mercados de alta rentabilidad y emergentes. Por desgracia, tampoco creemos que tengamos suficiente información para reducir las exposiciones en general.

Mientras tanto, creemos que un enfoque hacia los fundamentales corporativos, soberanos y estructurales, en el caso de los activos titulizados, nos servirá mejor y, en ese sentido, los países que presentan fundamentales sólidos y/o en proceso de mejora con valoraciones razonables están mejor situados para capear esta tormenta. En cuanto al segmento soberano de los mercados desarrollados, nos seguimos decantando por Australia, España y Estados Unidos; en el espacio soberano de la esfera emergente, nos decantamos por Brasil y Perú, en la parte local, y determinados países más pequeños, aislados en cierto modo de los problemas comerciales globales, en la parte externa. El USD debería mantener la firmeza en general, excepto en casos específicos; también nos decantamos, por ejemplo, por la libra de Egipto, que cuenta con un conjunto relativamente único de fundamentales que la respaldan.

Nuestro reciente mantra de agilidad como requisito para el éxito sigue vigente. Los mercados y los responsables de política están en movimiento. Ante la previsión por parte de los mercados —de manera acertada o no— de importantes variaciones en las políticas, los inversores tendrán que tomar decisiones clave sobre los equilibrios que adoptarán los bancos centrales para evitar las presiones recesivas con medidas preventivas, responder a los riesgos comerciales y extremar la cautela, impidiendo que dichas presiones aumenten hasta el punto de que sea imposible detenerlas.

  • Tipos y monedas de mercados desarrollados

Análisis mensual:

En julio, la evolución de los bonos soberanos de mercados desarrollados resultó heterogénea tras la caída precipitada de las rentabilidades en los meses anteriores. La rentabilidad del bono del Tesoro estadounidense a 10 años aumentó 1 pb durante el mes, mientras que la rentabilidad del bono británico a 10 años bajó 22 pb; la mayor parte de la deuda pública de la zona euro imitó este movimiento y también retrocedió. Durante todo el mes, los mercados esperaron ansiosos la reunión del FOMC prevista para el 31 de julio. Durante las semanas previas a la reunión, los mercados descontaron con certeza una rebaja de tipos de 25 pb, pero también la probabilidad de un recorte mayor, de 50 pb. Si bien la decisión de la Reserva Federal de recortar solo 25 pb no resultó sorprendente para el mercado, los inversores se mostraron decepcionados, pues el banco central no se comprometió con una actitud acomodaticia más significativa de cara al futuro. En la zona euro, el BCE confirmó que es posible que relaje la política en su reunión de septiembre, con una combinación de rebajas de tipos de interés, un nuevo programa de expansión cuantitativa y otras medidas de flexibilización. Esto confirmó en gran medida el cambio de actitud que el presidente Mario Draghi mostró en el discurso pronunciado en Sintra a principios de junio. En el Reino Unido, Boris Johnson fue elegido líder del Partido Conservador el 23 de julio. Se han asignado funciones clave a figuras comprometidas con la salida del Reino Unido de la Unión Europea y más de la mitad de los integrantes del gabinete de Theresa May han abandonado sus cargos.

Perspectiva:

Es probable que el crecimiento estadounidense ceda en lo que resta de 2019, aunque se estabilice gracias a una política monetaria más acomodaticia. Los bancos centrales se han tornado más acomodaticios, en particular, en Estados Unidos y la zona euro, y prevemos que prosiga dicha situación, pues prevalece la incertidumbre geopolítica y económica. En la actualidad, percibimos tres riesgos principales para las perspectivas: la salida del Reino Unido de la Unión Europea, las disputas comerciales entre Estados Unidos y China y las elecciones presidenciales estadounidenses.

  • Tipos y monedas de mercados emergentes

Análisis mensual:

Los activos de renta fija de mercados emergentes continuaron evolucionando bien en julio, ya que el mercado continuó incorporando riesgo, especialmente, en deuda denominada en USD. JP Morgan estimó que los flujos de cartera hacia renta fija de mercados emergentes ascendieron a 9.200 millones de USD, principalmente, a estrategias en divisas fuertes. Sin embargo, los mercados se mostraron decepcionados por la decisión del FOMC de la Reserva Federal a finales de mes de rebajar los tipos de interés solo 25 pb y también perplejos por sus enrevesadas declaraciones en la consiguiente rueda de prensa. El impacto inmediato fue más evidente en las monedas más débiles de mercados emergentes, especialmente, las vinculadas al euro de Europa oriental, lo que supuso el cierre a un mes en que el USD se fortaleció y el EUR se debilitó. La evolución de los bonos denominados en moneda local fue positiva y fue mayor que el impacto cambiario negativo en general. En el ámbito de los activos denominados en monedas fuertes, el segmento de alta rentabilidad superó en rendimiento a su homólogo con grado de inversión y la deuda soberana superó al crédito. Los precios de las materias primas se debilitaron en general durante el periodo —con los productos agropecuarios a la cabeza, seguidos por el petróleo crudo—, que respondieron a la perspectiva de debilitamiento del crecimiento global y al impacto de la apreciación del USD sobre la facturación. La evolución de los metales fue dispar: en general, los metales preciosos lograron un buen resultado, mientras que los precios de los metales básicos mostraron una mayor debilidad.

Perspectiva: 

Las perspectivas para los activos de riesgo en las próximas semanas y, en particular, la deuda de mercados emergentes son heterogéneas. Con respecto a las disputas comerciales entre Estados Unidos y China, las esperanzas de una tregua prolongada después de la cumbre de Shanghái se vieron frustradas unos días después por el anuncio del presidente Trump de un arancel del 10% a los 300.000 millones de USD restantes de importaciones chinas a partir del 1 de septiembre. Además, es de esperar que las represalias previstas de China potencien la volatilidad, ya de por sí elevada, complicando probablemente el rendimiento de los activos de riesgo. Por otra parte, la actitud monetaria que se está adoptando en las esferas desarrollada y emergente sigue siendo en gran medida favorable, pero podrían producirse contratiempos, como constató la reacción negativa del mercado a la rebaja “restrictiva” de tipos de la Reserva Federal el mes pasado.

  • Crédito

Análisis mensual:

En julio, los diferenciales del crédito se contrajeron en general, continuando la tendencia de junio tras el movimiento sincronizado de los bancos centrales hacia una política acomodaticia. Los factores impulsores clave en julio fueron: (1) las expectativas de una política monetaria más expansiva por parte de los bancos centrales, (2) los beneficios corporativos, que superaron las débiles expectativas, alejando la posibilidad de recesión inminente, y (3) una fuerte demanda de crédito. El índice Bloomberg Barclays U.S. Corporate se estrechó 6 pb en julio para cerrar el mes en 107 pb por encima de la deuda pública.1 El crédito financiero y el crédito no financiero evolucionaron de forma similar. En el sector financiero, los valores con vencimientos más largos registraron una rentabilidad relativa positiva. Los activos europeos con grado de inversión se contrajeron 12 pb en julio, hasta 99 pb, según el índice Bloomberg Barclays Euro-Aggregate Corporate.2

Perspectiva: 

Si bien las valoraciones se han ajustado ante la sólida trayectoria desde que comenzó 2019, destacaríamos que el mercado ha ignorado recientemente diversas señales que alertan de un aumento del riesgo macroeconómico, como el aumento del riesgo de que el Reino Unido abandone la Unión Europea sin acuerdo, que las permanentes negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China no lleguen a puerto y la debilidad de los datos manufactureros a escala global. La incertidumbre hace que la perspectiva a corto plazo para los beneficios corporativos sea menos clara. Nuestra hipótesis de referencia es que no se producirá una recesión; lo que esperamos es que prosigan un crecimiento bajo a escala global y una inflación también reducida, a tenor de los bajos tipos reales y las acomodaticias condiciones financieras. Nuestra estrategia ha consistido en recoger beneficios de posiciones consolidadas al evolucionar los diferenciales por debajo de sus promedios a largo plazo, lo cual propició la recogida de beneficios en el mes, si bien mantenemos una posición netamente larga en riesgo a fin de mostrar un enfoque táctico de cara al próximo trimestre.

  • Activos titulizados

Análisis mensual:

El índice Bloomberg Barclays U.S. Mortgage-Backed Securities (MBS) subió un 0,40% en julio, superando al índice Bloomberg Barclays U.S. Treasury, que bajó un 0,12%, pues los tipos de interés permanecieron en un rango delimitado y las duraciones de los bonos de titulización hipotecaria no variaron en términos relativos.3 Los diferenciales nominales actuales de los bonos de titulización hipotecaria de agencia con cupón se estrecharon 2 pb en julio, situándose 85 pb por encima de los valores del Tesoro estadounidense interpolados.4 La duración del índice Bloomberg Barclays U.S. MBS se acortó 0,08 años, hasta 3,07 años, en julio, confirmando la tendencia: el ritmo de las amortizaciones anticipadas de hipotecas ha aumentado en los últimos meses según los menores tipos hipotecarios han comenzado a afectar a la actividad de refinanciación.5 La cartera de bonos de titulización hipotecaria de la Reserva Federal se contrajo en 21.000 millones de USD en julio, hasta 1,512 billones de USD; la reducción en lo que va de año asciende a 125.000 millones de USD.6

Perspectiva:

En general, nuestra perspectiva sigue siendo muy similar a la del mes pasado. Nuestra perspectiva crediticia fundamental es favorable con respecto a las condiciones de financiación residencial y al consumo tanto en Estados Unidos como en Europa. Mantenemos nuestro punto de vista ligeramente negativo sobre los bonos de titulización hipotecaria de agencia debido a la dinámica de oferta y demanda —la Reserva Federal continúa reduciendo sus posiciones en bonos de titulización hipotecaria y aumentando el “market float” aproximadamente en 20.000 millones de USD cada mes—. Sin embargo, en 2019 nuestra posición hacia los bonos de titulización hipotecaria de agencia se ha vuelto menos negativa al registrar una rentabilidad relativa negativa con respecto a los activos de crédito hipotecario este año. Mantenemos una perspectiva heterogénea sobre las condiciones para inmuebles comerciales debido a la naturaleza más idiosincrática de sectores y activos inmobiliarios específicos.

 

Columna de Jim Caron, portfolio manager y miembro senior del equipo de Renta Fija Global de Morgan Stanley Investment Management.

 

(1) Fuente: Bloomberg Barclays, datos a 31 de julio de 2019

(2) Fuente: Bloomberg Barclays, datos a 31 de julio de 2019

(3) Fuente: Bloomberg, a 31 de julio de 2019

(4) Fuente: JP Morgan, a 31 de julio de 2019

(5) Fuente: Bloomberg, a 31 de julio de 2019

(6) Fuente: Banco de la Reserva Federal de Nueva York, a 31 de julio de 2019

 

IMPORTANT INFORMATION

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El aumento de la rentabilidad de la renta variable emergente llegará: La región reúne todos los elementos necesarios para ello

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Foto: Skeeze
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Skeeze. Foto: Skeeze

El actual ciclo empresarial ha sido inusualmente largo, algo que sigue poniendo en jaque a los más escépticos. Esta situación responde, entre otros factores, a que la actividad económica ha estado y está sumamente distorsionada por las políticas de expansión cuantitativa (QE, por sus siglas en inglés) aplicadas en EE. UU. y en el Reino Unido, que siguen conllevando consecuencias inesperadas tanto en el plano político como en los mercados. En nuestra opinión, es muy difícil determinar qué podría propiciar el «fin de este ciclo empresarial».

A nuestros ojos, una de las distorsiones del uso excesivo de las políticas de QE, además de la marcada duración del ciclo empresarial, son las implicaciones en el plano político. Por ahora, hemos asistido a posturas proteccionistas (como el «America First») y nacionalistas, así como a reacciones políticas contra los partidos tradicionales y consolidados en todo el mundo. Ello ha debilitado de forma creciente la ortodoxia liberal «basada en normas» establecida de forma generalizada desde la Segunda Guerra Mundial.

Además, las sanciones comerciales de EE. UU., la balcanización de Internet y la polarización del poder mundial en dos esferas de influencia, una orientada a EE. UU. y otra a China, han seguido obligando a muchos mercados emergentes a unirse a las filas de uno u otro bando (a menudo, en detrimento propio).

Asimismo, ya se han sentado los cimientos para las negociaciones futuras: Rusia ha puesto fin al Tratado sobre las fuerzas nucleares de alcance intermedio de 1987 e Irán ha superado los límites de uranio enriquecido del acuerdo nuclear suscrito en 2015. Del mismo modo, el brote del ébola se ha adentrado en la zona en guerra de Sudán del Sur desde la República Democrática del Congo y amenaza con ampliar su alcance. Todos estos factores aumentan el riesgo de perturbaciones en el mercado del petróleo / el uso de armas nucleares en ciertas regiones y a pandemias como la del SRAS, que devastó Asia en 2002/2003. Todos ellos son factores sumamente negativos para las economías emergentes.

Creemos esta coyuntura da lugar a ventajas estructurales poco habituales para la renta variable emergente, tanto en forma de un catalizador artificialmente reducido para los costes medios ponderados de capital (que impulsa al alza aún más las valoraciones de la renta variable) como en un énfasis de mayor alcance y duración en la «búsqueda de rendimientos».

Incluso si el índice S&P 500 se consolida en el segundo semestre de 2019 (después de su marcado repunte en el primer semestre, que registró nuevos máximos históricos), creemos que la renta variable emergente debería encontrar catalizadores para las valoraciones bastante rápido, dado que no parte de una situación con unos ratios precio / beneficio (PER) o VE / EBITDA elevados. De hecho, se está negociando en niveles relativamente reducidos en comparación con su historial y nueve de los diez principales mercados emergentes tienen calificación de grado de inversión, con unas empresas que muestran una posición bastante sólida en sus balances.

 

Perspectivas clave

Si nuestras visiones aquí expuestas son correctas, prevemos que este mundo distorsionado caracterizado por el apoyo de la Reserva Federal estadounidense (Fed) y la expansión cuantitativa (UE y Japón, y en ocasiones China, a pesar de su objetivo de desapalancamiento) podría saldarse con tres resultados básicos:

  • Probabilidad del 35 %: «Un contexto favorable resulta positivo para la renta variable». Unos beneficios por acción (BPA) más sólidos para la renta variable emergente, apuntalados por un crecimiento de los ingresos y los márgenes y el apoyo del poder de fijación de precios para las mejoras de las previsiones de las PER. Esta situación se ve apuntalada por un contexto económico «atemperado» que presenta un crecimiento favorable, pero moderado, impulsado por una postura ligeramente moderada de la Fed y un dólar estadounidense que se acerca a su punto álgido (el índice del dólar DXY Spot muestra una tendencia de caída desde sus máximos de abril de 2019). En este contexto, la renta variable emergente debería protagonizar una evolución favorable, dado que sus rentabilidades contarán con el apoyo de un sólido crecimiento de doble dígito de los BPA y unos rendimientos de más del 3 % con ratios de cobertura adecuados. Así, abogamos por mantener un sesgo general hacia el valor y el crecimiento a un precio razonable (estilo denominado GARP, por sus siglas en inglés).

 

  • Probabilidad del 35 %: «Un contexto desfavorable también resulta positivo para la renta variable». El nivel inferior de los costes medios ponderados de capital debería amortiguar el menor crecimiento económico implícito, reflejado en un crecimiento mundial por debajo del 2%-3% y una deuda con rendimientos negativos que aumenta por encima del nivel actual de 13 billones de dólares, o en más reducciones en los diferenciales de los swaps al día indexados (OIS, por sus siglas en inglés), que actualmente descuentan recortes de hasta 75 puntos básicos por parte de la Fed antes del cierre del año. Si el rendimiento de la deuda de calidad inferior a la estadounidense cayera por debajo del 2%, se produciría una mayor «búsqueda de rendimiento» en clases de activos más periféricos, lo que supondría un gran apoyo para la renta variable emergente. Una caída de los swaps OIS en dólares a 5 años por debajo del 2% también impulsaría esta tendencia. En nuestra opinión, la clase de activos compuesta por la renta variable emergente «rezagada con grado de inversión» seguiría atrayendo algunos de esos flujos de inversión «cruzados» y de «carry positivo» en el tercer trimestre de 2019. Si esta hipótesis se materializara, priorizaríamos mantener un sesgo GARP hacia activos de mayor calidad y líquidos, y cabría esperar que la renta variable emergente sufriera movimientos a la baja similares —no superiores— a los de los mercados desarrollados en cualquier episodio de volatilidad.

En cualquiera de estas situaciones, un proceso de inversión cimentado sobre la filosofía de adquirir a buen precio títulos de calidad que hayan quedado rezagados debería seguir generando alfa. Esta estrategia ha dado sus frutos en los últimos siete años, cuando los mercados han fluctuado entre ambas situaciones, y esperamos que la tendencia se mantenga. Para cubrir en mayor medida cualquier caída temporal (y, así, mejorar el potencial riesgo / remuneración), creemos que resulta adecuado invertir en estos valores a través de operaciones de carry positivo / divisas infravaloradas y en valores más líquidos con un flujo de caja libre positivo (FCF, por sus siglas en inglés).

 

  • Probabilidad del 20%: «Un contexto desfavorable resulta negativo para la renta variable emergente». Esta hipótesis gira en torno a un error de valoración por parte de los bancos centrales. La combinación de un anémico nivel de crecimiento y una postura restrictiva por parte de la Fed podría conllevar que existe un reducido arsenal en el plano monetario ortodoxo o presupuestario para abordar el ciclo y estimular la economía. En esta situación, creemos que es posible que se produzca un desplome similar al acontecido en 1987, dado que el coste medio ponderado de capital y los temores a la ralentización del crecimiento económico se materializarían al mismo tiempo. El repunte del dólar estadounidense en calidad de activo refugio acentuaría el desarrollo de operaciones y cabría esperar que se iniciaran coberturas con efectivo, oro y posiciones líquidas de calidad y con flujos de caja libre positivos en países y aseguradoras con grado de inversión.

 

  • Probabilidad del 10%: Choque externo. En esta situación, un choque en el plano de la oferta de petróleo o, nuestro mayor miedo, un brote de una enfermedad grave, como el ébola, que generaría miedos hacia una situación similar a la vivida con la gripe asiática. De ser así, nos hallaríamos ante un precipicio. Con esto en mente, anticiparíamos un repunte del dólar estadounidense en calidad de activo refugio y, en vista del tamaño relativamente reducido del conjunto de activos líquidos de renta variable emergente, deberíamos tener en cuenta los efectos de distorsión del desarrollo de esos flujos, especialmente si se acentúa el contexto de «tipos bajos durante más tiempo». Para la renta variable emergente, creemos que se trata de la situación menos probable: el mercado de renta variable ha menguado en tamaño debido a los volúmenes invertidos en divisas y deuda de mercados emergentes, así como en deuda corporativa de esta región. Por tanto, prevemos flujos «cruzados» de capital de los segmentos EMBI+ / deuda corporativa o flujos de carry positivo por parte de los intermediarios, que intentan captar los tipos reales positivos de las divisas emergentes, lo que probablemente tendría un efecto significativo en la renta variable emergente si materializan sus posiciones. En resumen, la renta variable emergente está sumamente correlacionada con sus flujos de entrada, y los flujos inesperados que pueden causar disrupciones. La crisis asiática de 1988/1989 es un buen ejemplo, dado que mostró un coeficiente de determinación 0,98 con una correlación a una reversión negativa inesperada de los flujos en los precios de la renta variable emergente.

Así pues, ¿cómo cabría esperar que reaccionen los inversores en renta variable emergente a cualquier versión de la tercera situación? Abogaríamos por mantener una mayor ponderación a activos líquidos, ampliar la exposición al oro y adquirir aseguradoras de vida en momentos de debilidad, dado que este sector debería madurar en el tercer trimestre de 2019. También nos concentraríamos en las posiciones en títulos con flujos de caja y capital circulante en positivo, así como en países con divisas baratas y con calificación de grado de inversión. Esta estrategia está en sintonía con nuestra opinión de que la calidad abundará en países con calificación de grado de inversión y elevada liquidez y bien podría marcar la diferencia entre contar con un «presupuesto de riesgo para momentos de caída» o no. Asimismo, pondría a prueba nuestra afirmación anterior de que la renta variable emergente debería responder de forma similar a sus homólogos desarrollados en cualquier caída de entre el 10 % y el 15 %.

Creemos que la situación más probable es la primera, seguida de ciertos episodios de la segunda. Ambas son positivas y deberían generar oportunidades para aprovechar la volatilidad del mercado y mejorar la calidad general durante cualquier caída.

En nuestra opinión, la opción con más posibilidades es que la Fed mantenga un sesgo acomodaticio (tras un recorte en julio) hasta después de las elecciones presidenciales en EE. UU. el próximo año. Los mercados de renta variable y renta fija descuentan un crecimiento anémico pero sostenido durante el próximo año, dado que creemos que el presidente Trump no comprometerá sus posibilidades de alzarse con la victoria en 2020 intensificando las actuales tensiones comerciales La Fed y otros bancos centrales aún podrían aprovechar el pequeño bache que atravesamos actualmente para proporcionar más estímulos.

Así pues, la leve relajación de las tensiones comerciales y unas políticas monetarias excesivamente acomodaticias resultan acontecimientos favorables para los activos de riesgo, pero en el contexto de un ciclo de inversión ya maduro. Las fluctuaciones en la confianza a corto plazo podrían considerarse oportunidades de compra, dado que es probable que el dólar estadounidense se mantenga en una horquilla determinada, lo que aumentará el atractivo de las posiciones en distintas divisas y en ciertos activos emergentes.

Cualquier movimiento potencial en los rendimientos de los bonos o vaivén político / comercial sería un obstáculo que los inversores en renta variable emergente deben aprovechar, aunque el crecimiento de los beneficios en EE. UU. esté en fase de ralentización y el dinamismo en el resto del mundo sea renqueante. Al contrario de lo que sucede con los BPA en EE. UU., la renta variable emergente se encuentra en una fase temprana de repunte en el ciclo, y sigue siendo posible que se apliquen estímulos internos tanto en China como en la India si fuera necesario (a pesar de las medidas de desapalancamiento en China o la sensibilidad de la India a los envites externos, como el precio del petróleo).
 

En calidad de segmento rezagado con grado de inversión, esta clase de activos suele arrojar una rentabilidad superior a la deuda pública y corporativa de los mercados emergentes en episodios breves de drástica volatilidad (tal y como ocurrió en 2004-2008). Por lo tanto, el posicionamiento en cualquier debilidad de cara a aprovechar el potencial alcista pasa a revestir una importancia clave.

A nuestro juicio, nos acercamos con celeridad a otro punto de partida, ya sea en la deuda pública o la deuda corporativa de mercados emergentes o en la renta variable de mercados desarrollados, o en oportunidades de rentabilidad absoluta frente a otras clases de activos o de los activos líquidos, todo depende de si los catalizadores inusuales anteriormente mencionados se mantienen. De cualquier modo, ya se dé la situación de «un contexto favorable es positivo» o la de «un contexto desfavorable es positivo», creemos que la renta variable emergente debería brindar una rentabilidad superior en términos tanto relativos como absolutos.

 

Columna de Tim Love, director de inversiones de GAM Investments

 

 

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Los datos contenidos en este documento tienen simplemente el objetivo de la información y no constituyen asesoramiento de inversión. Por la veracidad y exactitud del contenido de esta información se declina toda responsabilidad. Cualquier recomendación u opinión contenida en este documento puede cambiar y refleja el punto de vista de GAM en las actuales condiciones económicas. Se declina toda responsabilidad por la veracidad y exactitud de los datos. La rentabilidad pasada no es un indicador de la rentabilidad actual o futura.

 

El auge de las megatendencias

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Foto: Jean Wimmerlin
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Jean Wimmerlin . Foto: Jean Wimmerlin

Superar a cualquier índice durante un periodo prolongado es especialmente complicado, sobre todo en el plano de la renta variable, un mercado en el que el número de participantes es elevado y los volúmenes, ingentes.

Solo la Bolsa de Nueva York registra un valor de negociación diario medio de alrededor de 169.000 millones de dólares. Este nivel de participación en el mercado y de liquidez hace que la renta variable estadounidense —y, por extensión, mundial— sea especialmente difícil de superar por parte de los gestores activos.

Los datos avalan esta idea: el índice MSCI AC World en dólares registró una rentabilidad de 38,5% en los cinco años anteriores al cierre de junio de 2019, mientras que el grupo homólogo de gestores de renta variable global en dólares de Lipper logró una rentabilidad media del 16,3% durante el mismo periodo (fuente: GAM y Refinitiv).

Este desolador dato no refleja una falta de esfuerzo por parte de la comunidad académica o de los gestores de inversiones a la hora de encontrar una forma para batir sistemáticamente al mercado. Sin duda alguna, el mayor logro de la esfera académica se produjo a principios de la década de 1990, cuando Eugene Fama y Kenneth French establecieron definitivamente que las temáticas o factores individuales, como los títulos de valor o de pequeña capitalización, logran batir al mercado a largo plazo.

Esto explica claramente lo ocurrido en el pasado y, por supuesto, resulta alentador de cara al futuro. No obstante, desde entonces, el poder de estos factores de riesgo en renta variable se ha disipado. La proliferación de gestores que se basan en estilos y el imponente crecimiento del mercado de fondos cotizados según factores individuales ha erosionado la «ventaja» asociada a identificarlos e invertir en ellos desde el principio. Los títulos de valor —uno de los principales factores destacados por Fama y French— no han logrado registrar una rentabilidad superior a la de los de crecimiento desde 1994. Así pues, cabe preguntarse cómo pueden los inversores esperar de forma realista batir al mercado de renta variable en los próximos años.

Gráfico 1: El valor de la nada: el value no logra generar rentabilidad desde principios de la década de 1990

 

Gráfico 1 GAM InvestmentsFuente: Bloomberg. 28 de febrero de 1994 = 100. Las perspectivas expuestas corresponden a las del gestor y podrían cambiar. 

Las rentabilidades pasadas no son indicativas de rentabilidades futuras, ni de tendencias actuales o futuras.

En su importante estudio Stocks For The Long Run, Jeremy Siegel identificó que durante más de dos siglos, el mercado bursátil estadounidense registró una rentabilidad anual del 7 % en términos reales. La «constante de Siegel» (Siegel Constant) refleja, en esencia, el crecimiento de la economía, la productividad y la población que muestran las empresas cotizadas. Por tanto, el mercado bursátil puede considerarse una representación del progreso mundial, de la «tasa interna de rentabilidad de la humanidad». La mejora de esta tasa interna de rentabilidad —y Siegel la identificó también en el medio plazo— requiere una cierta capacidad de anticipación de los cambios estructurales, técnicos e incluso culturales que afectarán a la economía mundial.

En otras palabras, si la rentabilidad a largo plazo del mercado bursátil constituye una función de las tendencias de crecimiento estructural, la capacidad para batirla debería girar en torno a la identificación de los cambios que afectan a estos patrones de crecimiento. Le presentamos las megatendencias, tres en concreto —la tecnología, la sostenibilidad y los mercados emergentes—, que deberían contribuir a una tasa de rentabilidad superior a la denominada «constante Siegel».

Empecemos con la tecnología. Cisco estima que al menos el 40% de los negocios no sobrevivirán si no implantan con la suficiente intensidad las nuevas tecnologías. Resulta probable que esto genere un mundo dividido entre ganadores y perdedores que ofrecerá oportunidades atractivas de rentabilidad superior para aquellas empresas cotizadas que ofrezcan tecnología o la implementen y la aprovechen de forma efectiva.

Habida cuenta de que la rentabilidad a largo plazo de la renta variable refleja, en parte, las mejoras en la productividad de los trabajadores, tiene sentido pensar que los valores tecnológicos innovadores marcarán el ritmo. Ciertamente, no se trata de una idea nueva.

Creemos que el desarrollo de la tecnología, los medios de comunicación y las telecomunicaciones (TMT) de 2001 y el escepticismo en torno a las salidas a bolsa de perfil elevado en el sector de la tecnología en EE. UU. reflejan la evidente tendencia del sector a mostrar valoraciones excesivas. No obstante, los valores tecnológicos suelen contar con un elevado nivel de liquidez y más flujo de efectivo que la mayoría del resto de negocios, lo que sugiere que, tras ajustarse a esta tasa de efectivo más elevada, las valoraciones no son mucho más altas que las del resto de mercados. Además, a pesar de todas las noticias negativas sobre el endurecimiento de las normativas para los valores tecnológicos, muchos inversores parecen seguir dispuestos a incorporarlos a sus asignaciones cuando surgen oportunidades.

Por tanto, si bien el índice NYSE FANG + (basado en Facebook, Apple, Amazon, Netflix y Google) registró una rentabilidad inferior a la del S&P 500 este año hasta el 7 de junio, lo superó con creces cuando la Reserva Federal sugirió que apuntalaría la economía según fuera aumentando la incertidumbre derivada de las guerras comerciales. En vista de las opciones entre los distintos valores que liderarán la próxima transformación digital frente a aquellos que podrán lograr (o no) implantarla, la tecnología sigue siendo una megatendencia atractiva.

La sostenibilidad es la siguiente megatendencia. Cierto es que la inversión ética llegó hace ya tiempo. En los primeros cinco libros de la Biblia, Moisés creó normas para corregir los desequilibrios que generaba la humanidad, y la tradición judía hace hincapié en las responsabilidades que conlleva la propiedad de bienes. La tradición islámica, a través de la sharia, busca de forma similar prevenir la explotación, con normas sobre inversiones prohibidas, como el alcohol y la usura. Sin embargo, la novedad en la actualidad es el importante consenso que existe en torno a la sostenibilidad y la igualdad, con la urgencia de actuar que lleva aparejada. La generación millennialconsidera el cambio climático como una emergencia mundial, mientras que la actitud hacia el consumo de carne y la desigualdad de oportunidades está cambiando con celeridad. En el universo de inversión, la sostenibilidad está por tanto trasladándose desde un subsegmento de inversión hasta un punto en el que las firmas que no demuestren estar mejorando conforme a los criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés) registrarán una rentabilidad inferior en sus acciones o, lo que es peor, no serán capaces de cotizar y ampliar capital desde el principio. Actualmente, es posible exponerse a la totalidad de índices que cuentan con un control de estos criterios ESG a través de fondos cotizados. En nuestra opinión, creemos que utilizarlos para incorporar una «sobreponderación» estructural a largo plazo en empresas cotizadas con calificaciones elevadas en términos de criterios ESG puede ser una forma sencilla de captar la rentabilidad superior que estas firmas pueden protagonizar en los próximos meses y años a medida que el universo de inversión se adapta a la demanda de sostenibilidad.

Por último, tenemos a los mercados emergentes. El Fondo Monetario Internacional estima que los mercados emergentes y las economías en desarrollo representan casi el 60% del PIB mundial (y muestra una tendencia al alza), pero los valores asiáticos y de mercados emergentes apenas conforman un 16% del índice MSCI AC World. El necesario ajuste que, a nuestro juicio, debe producirse puede articularse a través de una sobreponderación estructural en los valores bursátiles de estas economías. Es probable que muchos inversores opten simplemente por un índice establecido, como el MSCI Emerging Markets, para hacerlo, pero creemos que este está demasiado expuesto al componente manufacturero de Asia y cuenta con una exposición insuficiente a los países africanos, que muestran un rápido crecimiento. Así pues, los inversores pueden buscar más ganancias estableciendo una exposición adecuada a los mercados frontera, ya sea a través de determinados índices o de profesionales de la gestión activa. Si bien los dos últimos años no han sido lo que se dice un buen augurio para los mercados emergentes —en un contexto de guerra comercial y apreciación del dólar—, estos últimos ofrecen al menos un interesante punto de entrada de una forma que los valores tecnológicos no pueden. El índice MSCI Emerging Markets, a pesar de todos sus defectos estructurales, demuestra con claridad lo siguiente: a 7 de junio, negociaba con un múltiplo de PER adelantado de solo 13 veces, mientras que el del MSCI World era de 16,3 veces. El crecimiento económico superior de estos mercados para los próximos años se negocia efectivamente con un descuento de más del 20%.

Gráfico 2: Rebajas en el crecimiento: los mercados emergentes se negocian con un descuento del 20 % frente a los mercados desarrollados

Gráfico 2 GAM Investments 

Fuente: Bloomberg.

Las rentabilidades pasadas no son indicativas de rentabilidades futuras, ni de tendencias actuales o futuras.

Las megatendencias descritas anteriormente no son nuevas ni baratas para todos. Además, no representan un atajo hacia la rentabilidad superior a corto plazo frente a los índices. No obstante, creemos que ofrecen acceso a temáticas de crecimiento estructural a largo plazo que van más allá del rendimiento superior a corto plazo de los mercados. Ya sea a través de la infiltración de la tecnología en todos los sectores de la economía en los próximos años, la demanda de un mundo más justo y sostenible o el inexorable crecimiento de las economías emergentes, se puede acceder a estas tendencias a través de estructuras de renta variable cuidadosamente seleccionadas. La inversión en megatendencias constituye un estilo viable por mérito propio que por lo menos ofrece, según nuestra intuición, unas perspectivas alentadoras para lograr una rentabilidad superior a largo plazo, al igual que cualquier otro factor o estilo disponibles para los inversores.

 

Columna de Julian Howard, responsable de Multi Asset Solutions en GAM Investments.

 

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Los datos contenidos en este documento tienen simplemente el objetivo de la información y no constituyen asesoramiento de inversión. Por la veracidad y exactitud del contenido de esta información se declina toda responsabilidad. Cualquier recomendación u opinión contenida en este documento puede cambiar y refleja el punto de vista de GAM en las actuales condiciones económicas. Se declina toda responsabilidad por la veracidad y exactitud de los datos. La rentabilidad pasada no es un indicador de la rentabilidad actual o futura.

Banxico, con un tono “dovish”, mantiene el diferencial con la tasa estadounidense

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Foto: Alfonso21. Banxico

Recientemente el Banco de México publicó el segundo informe trimestral de inflación del año. En el documento de análisis se detalla la evolución de la economía global, nacional y de los mercados financieros. En general, se percibe un tono que refleja una mayor preocupación por el estancamiento económico nacional que se ha dado tanto por factores internos como externos.

Por el lado externo, se destaca la desaceleración económica global debido a la persistente guerra comercial entre los Estados Unidos y China. Ello no sólo ha perjudicado a la economía nacional sino a la global. Ejemplo de ello es la economía alemana que registró un crecimiento negativo el segundo trimestre del año debido a la caída en las exportaciones manufactureras hacia China. De hecho, la implementación de aranceles para China y EE.UU. está incrementando los precios de bienes finales en ambos países provocando una clara desaceleración, sobre todo para el país asiático. Por su parte, EE.UU. ya reportó un crecimiento trimestral anualizado (ajustado por estacionalidad) de 2,1% en el segundo trimestre del año, una disminución del 3% que registró durante el primer trimestre. Asimismo, el índice de Gerentes de Compras estadounidense se encuentra en niveles por debajo de los 50 puntos, es decir, en contracción.

Por el lado interno, destaca el informe la creciente incertidumbre por algunas acciones de política económica, así como el subejercicio en el gasto público (mayor a lo esperado). Así, el informe menciona en repetidas ocasiones cómo el nivel de holgura de la economía ha aumentado, es decir, la diferencia entre el PIB real y el potencial. La industria continúa en recesión, sobre todo por la persistente caída del sector de la minería, y la construcción también presenta tasas de crecimiento negativas. Además, es clara la desaceleración del consumo privado. Aunado a esto, ya existen señales de una desaceleración del mercado laboral en el país. La tasa de desempleo comienza a revertir su tenencia y durante los primeros siete meses del año se han perdido miles de empleos formales.

Para la inflación la junta de gobierno explica cómo ésta ha seguido una clara tendencia a la baja si bien la inflación subyacente se mantiene persistentemente cerca del 3,8%. Las buenas noticias han provenido de los precios del componente no subyacente destacando la fuerte desaceleración de los precios energéticos. Según las cifras del informe, la junta espera que la inflación converja hacia el centro de la meta (3%) en el segundo trimestre de 2020. Aun así, se espera ahora una mayor inflación subyacente que la esperada el trimestre anterior.

La mayoría de los miembros de la junta de gobierno estimaron que era momento adecuado para recortar la tasa de interés en 25 puntos base. Solo un miembro argumentó en contra de hacerlo, ahora sabemos que fue Javier Guzmán Calafell. En su comentario disidente argumentó que era prematuro adoptar una postura de política monetaria acomodaticia sin saber el paquete económico propuesto para el 2020 (que se entregarán en septiembre al congreso de la unión) ni la postura de las calificadoras sobre el riesgo soberano y de Pemex. Cualquier noticia adversa en ambos casos provocaría una desvalorización del tipo de cambio y perjudicaría a las expectativas inflacionarias del país. Será importante observar la evolución de las finanzas públicas en un entorno donde la recaudación del IVA está cayendo por un menor dinamismo del consumo privado.

El común denominador del informe es que es que la junta deja claro que se pueden esperar más recortes hacia futuro. Me llama la atención que el recorte de la tasa de interés se dio justo en respuesta al que realizó la Reserva Federal de los Estados Unidos. Pareciera que la junta de gobierno considera como adecuado mantener el diferencial de tasas actual entre la tasa estadounidense y la nacional.

¿Qué podemos esperar hacia futuro? El informe anunció un nuevo recorte en las expectativas de crecimiento para el año, el rango ahora se coloca entre 0,2 y 0,7%. Creo que es importante que se tomen decisiones importantes para reactivar a la inversión. En inicio, es prometedor el acuerdo al cual llegó el gobierno federal con empresas privadas y extranjeras en el tema de los gasoductos con CFE. Esto recuperará cierta atracción en la inversión privada. Pero sería mucho mejor si el gobierno reactivara por completo la reforma energética que puso en marcha la administración pasada. Sobre todo, lo relacionado con las subastas petroleras y la inversión en extracción de crudo de aguas profundas.

Por otro lado, me preocupan las perspectivas económicas de EE.UU. donde se percibe una mayor probabilidad de que ese país entre en una recesión. El sector exportador manufacturero mexicano, el único que presenta un dinamismo positivo, podría verse perjudicado. Será sumamente importante leer con detenimiento el paquete económico para 2020. El gobierno federal debe buscar blindar a las finanzas públicas y tener un plan en caso de un deterioro en entorno externo. Por lo pronto, esperemos al menos un recorte más en la tasa de interés en el futuro próximo.

Columna de Jesús Garza

 

Un fondo que ha capturado el 110% de las subidas y el 63% de las caídas del MSCI World en 3 años… ¡Y no es un hedge fund!

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Un fondo que ha capturado el 110% de las subidas y el 63% de las caídas del MSCI World en 3 años… ¡Y no es un Hedge Fund!
Pixabay CC0 Public Domain. Un fondo que ha capturado el 110% de las subidas y el 63% de las caídas del MSCI World en 3 años

La renta variable global ha sufrido este verano uno de los golpes más duros de los últimos años. Las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, la cada vez más cercana ejecución del Brexit y las malas noticias en cuanto al comportamiento de economías tan fuertes como la alemana, entre otros factores, han generado un verdadero cataclismo en los parqués. Pero, incluso en esta difícil situación coyuntural, el fondo de renta variable global Mirabaud Equities Global Focus ha logrado mantener la confianza de los inversores.

La estrategia se acerca a los 300 millones de dólares en patrimonio bajo gestión, lo que supone un incremento de los activos bajo gestión por encima del 350% en 12 meses. Liderada por Anu Narula, ha conseguido capturar el 110% de las subidas del MSCI World y el 63% de las caídas de este índice de referencia. Alcanza una rentabilidad del 56% a tres años y del 21% en 2019, muy por encima del 30% y 14% que acumula su índice de referencia en estos períodos respectivamente.

Además, el Sharpe Ratio a 3 años es de 1,3 y la cartera cuenta con una beta de 0,87. Este comportamiento no ha sido fortuito, sino una consecuencia directa de la filosofía de gestión y el robusto proceso de inversión del fondo. La clave está en la combinación de, básicamente, dos factores: de un lado, un modelo diferencial de selección temática centrado, única y exclusivamente, en aquellos sectores que se encuentran en pleno crecimiento; de otro, una selección bottom-up de compañías líderes en cada uno de estos sectores que, a su vez, son empresas grandes generadoras de cashflow.

Estos resultados son una prueba clara de que, incluso en un momento más que complicado para la renta variable global, la estrategia de Mirabaud está cumpliendo su ambicioso objetivo inicial, centrado en ofrecer un crecimiento superior del capital a largo plazo, invirtiendo en empresas de alta calidad de todo el mundo y haciendo hincapié en oportunidades multitemáticas con ventajas financieras y sostenibles.

También es importante destacar que los análisis ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) están integrados en el proceso de selección de valores del equipo gestor, que aplica siempre un filtro positivo.

Este modus operandi, clave para que el fondo se muestre prácticamente inmune al ciclo económico, lo ha hecho merecedor del galardón como mejor estrategia de renta variable global en los Premios Fondos de Inversión Expansión – Allfunds 2019, tiene cinco estrellas Morningstar, cuatro globos Morningstar de sostenibilidad y denominación Citywire+.

Cuenta también con la máxima calificación MSCI Rating ASG de AAA (líder), según un estudio reciente de VDOS sobre el universo de fondos que obtienen la calificación máxima en cuanto a cumplimiento de factores ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza); y la clase A de capitalización en euros atendiendo a su rentabilidad.

Una clara apuesta por la selección temática

Tras un exhaustivo análisis, los gestores filtran y aplican las temáticas que provocarán los cambios más sustanciales dentro de los distintos sectores de la industria a escala global.  Áreas donde la demanda supera de forma contundente la oferta y donde existe una proyección extraordinaria de crecimiento de beneficios para los proveedores de los productos o servicios demandados.

En un momento de bajo crecimiento macroeconómico como el actual, estimado en cerca del 3%, la selección temática es más pertinente que nunca. El mundo está cambiando y evolucionando a un ritmo vertiginoso y, por ese motivo, este enfoque temático se revisa con carácter anual, es una selección dinámica. Esto es algo que los inversores valoran enormemente, porque el fondo siempre se centrará en aquellas temáticas y sectores que lideran el crecimiento a nivel mundial, lo que facilitará esa inmunidad que el fondo viene demostrando frente a los vaivenes de los ciclos económicos.

Para el presente ejercicio, los gestores han configurado para Mirabaud Equities Global Focus una cartera en base a ocho temas: economía de servicios (incorporada este año); consumidor millennial; automatización; explosión de los datos; envejecimiento de la población; plataformas; salud y bienestar; e inmobiliaria e infraestructuras.  

La estrategia es una muestra contundente del éxito del modelo por el que apuesta Mirabaud: gestión activa, de convicción, flexible, sobre criterios ESG y que aprovecha las mejores oportunidades del mercado en cada momento.

Una gestión de alta calidad que ha sido ampliamente reconocida por el mercado, como indica el hecho de que Citywire haya situado a Narula en el decimotercer puesto de un ranking formado por más de 1.900 especialistas en gestión activa a escala mundial. El experto tiene el mejor alpha al más largo plazo: de un 172%, frente al 113% que muestra la media de los gestores del sector; y ha mantenido un riesgo inferior al del índice de referencia de forma consistente durante todo ese período. Una buena base que apuntala las expectativas más favorables para Mirabaud Equities Global Focus.

Tribuna de Elena Villalba, directora general de Mirabaud Asset Management para España, Portugal y Latinoamérica

Cuatro afores se ubican entre los 300 fondos de pensiones más grandes del mundo

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Foto: Pixabay. Gaby SUBIDO =Cuatro afores se ubican entre los 300 fondos de pensiones más grandes del mundo

Los 300 fondos de pensiones más grandes del mundo sumaron un total de 18 billones de dólares (trillion en inglés), de acuerdo con la publicación The World´s Largest Pension Funds elaborada por Thinking Ahead Institute / Willis Towers Watson con información al cierre de 2018.

Entre los 300 fondos de pensiones más grandes se encuentran 4 de las 10 afores que hay en México. Estas 4 suman 128.579 millones de dólares y en conjunto ocuparían el lugar 22. El fondo de pensiones gubernamental de Japón ocupa el primer lugar (desde 2002) al administrar 1.443.554 millones de dólares. Estados Unidos tiene 141 fondos entre los top 300.

Para que figure una afore más como Principal, PensiónISSSTE o Coppel quienes administran poco mas de 12.000 millones de dólares respectivamente y están en las siguientes tres posiciones en tamaño (lugares 5, 6 y 7 respectivamente en México), tendrían que acercarse a administrar los 14.777 millones de dólares que administra el fondo de pensiones de Los Angeles Water & Power que ocupa la posición 300.

Las 4 afores mexicanas al menos aumentaron 15 lugares entre 2017 y 2018 al comparar el nuevo reporte respecto al anterior que incluye información al cierre de 2017.

cuatro afores

Afore XXI Banorte, que es la más grande de México, está en la posición 102 al administrar 41.133 millones de dólares. Entre 2017 y 2018 avanzó 16 lugares al aumentar los activos en administración en 3.300 millones de dólares que equivale a un crecimiento del 8,7%, por lo que sin problemas se podrá ver entre el top 100 el próximo año.

Afore CitiBanamex, la segunda más grande, se encuentra en la posición 138 al administrar 33.143 millones de dólares. Subió 19 lugares y creció a una tasa del 9,0% entre 2017 y 2018.

El crecimiento que tuvo afore Profuturo GNP del 13,9%, cerró la diferencia respecto a Afore Sura quien se encuentra en la posición 171 con 27.156 millones de dólares mientras que afore Profuturo GNP está en la posición 172 con solo una diferencia de 9 millones de dólares, que de mantener este dinamismo podría superar a Sura al terminar este año.

La tasa anual compuesta promedio de crecimiento (CAGR por sus siglas en inglés) fue de 10,88% en los últimos 5 años (2013-2018) para el mercado de México expresada en moneda local, mientras que este mismo dato expresado en dólares fue 2,24%.

Es interesante observar que la composición de la cartera de los 300 fondos de pensiones más grandes tiene 44,5% en renta variable, 37,2% en bonos y 18,3% en inversiones alternativas y efectivo en promedio. En el caso de México el promedio ponderado para las 10 afores está por debajo de estos porcentajes al representar 17,3% renta variable (local e internacional) y en alternativos 8,8% (estructurados, Fibras e inversión en mercancías) de acuerdo con CONSAR al cierre de agosto. En el caso de la deuda los porcentajes están por arriba al significar 73,9% en bonos (gubernamentales, corporativos e internacionales).

Columna de Arturo Hanono

 

No deje que la guerra comercial afecte a la historia de crecimiento estructural de Asia

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Boris Kasimov China Forbiden City
Pixabay CC0 Public DomainBoris Kasimov. Boris Kasimov

Dado que el telón de fondo provocado por la guerra comercial entre Estados Unidos y China acapara  titulares en 2019, desde la división de renta variable asiática (excluyendo Japón) de Janus Henderson Investors creemos que es importante dar un paso atrás y observar en qué punto se encuentra Asia desde una perspectiva a largo plazo.

En primer lugar, reconozcamos los vientos en contra en el corto plazo. Las políticas comerciales del presidente Trump están teniendo indudablemente un efecto negativo sobre los fundamentales de la región, ya sea en forma de empresas que difieren de las decisiones de gastos del capital, de aquellas que asignan gastos a un esfuerzo de reubicación en lugar de asignarlos al crecimiento, o bien de un sentimiento del consumidor mucho más débil. China se ha visto afectada en un momento en el que el crecimiento está desacelerando debido a los esfuerzos de desapalancamiento del gobierno. Como resultado, las economías de la región que son algo más abiertas al comercio, como Corea del Sur y Singapur, han registrado un crecimiento económico menor. El crecimiento de los beneficios sigue siendo mediocre en Asia y las expectativas en esta etapa son de muy poco crecimiento en los beneficios de 2019.  

Pero ¿continuará esta tendencia en el futuro? La región de Asia Pacífico excluyendo Japón ya representa el 27% del PIB global, según los datos a cierre de 2018, una cifra superior al 10% que representaba a principios del 2000, con el cambio de siglo (gráfico 1). Este crecimiento estuvo impulsado por un crecimiento económico superior por parte de países como China, India e Indonesia y parece que continuará en los próximos años.

Gráfico 1 Janus Henderson Investors

¿Cómo se han comportado las acciones asiáticas en el largo plazo?

El mercado de renta variable estadounidense ha experimentado un mercado alcista sin precedentes, generando un rendimiento anualizado del 14,7% en 10 años, medidos hasta el cierre de 2019. La región de Asia Pacífico excluyendo Japón ha obtenido unos rendimientos positivos del 8,3% anual en el mismo periodo. Es fácil ver por qué Asia y los mercados emergentes en general se han visto desfavorecidos, dados los rendimientos superiores disponibles en Estados Unidos que se han visto impulsados por las ganancias corporativas pero que también comparten recompras de acciones y una nueva calificación en los múltiplos del mercado desde la crisis financiera global.   

El relativo bajo rendimiento de Asia significa que la región ofrece un descuento razonable desde una perspectiva de valoración. Pero los inversores deberían preguntarse: ¿están justificadas estas valoraciones dados los fundamentales corporativos históricos y el rendimiento superior a largo plazo de la región (gráfico 2)? Es importante señalar que los rendimientos destacados están expresados en términos de dólares, lo que probablemente enmascare unos rendimientos subyacentes de la renta variable superiores conforme las divisas asiáticas se han debilitado frente al dólar en los últimos años.   

Gráfico 2 Janus Henderson Investors

¿Cómo han evolucionado los fundamentales corporativos asiáticos en el largo plazo?

Mientras que el crecimiento de los beneficios corporativos en Asia sigue siendo moderado, el panorama en el largo plazo es mucho más positivo. Esto se debe a que el crecimiento de las ganancias de Asia ha superado tanto al de la renta variable global como al de la estadounidense (índices MSCI World y S&P 500) en los últimos 20 años, medidos hasta el 30 de junio de 2019 (gráfico 3, los rendimientos pasados no son una guía del rendimiento futuro). Dado el hecho de que los factores que impulsan el crecimiento a largo plazo en Asia siguen intactos, que hay un crecimiento más elevado del PIB, una creciente clase media y una vigente transición desde unas etapas más bajas de desarrollo económico, en Janus Henderson creemos que es razonable esperar un crecimiento competitivo en los beneficios de las empresas asiáticas en los próximos años.

Gráfico 3 Janus Henderson Investors

Asia también mantiene su posición relativa frente a otras regiones en términos de crecimiento compuesto en base al valor contable de sus empresas en el mismo periodo (gráfico 4).

Gráfico 4 Janus Henderson Investors

Pero ¿invertir en Asia no implica un riesgo mayor?

Ciertamente, es verdad que se ha visto una mayor volatilidad en la renta variable asiática (excluyendo Japón) en los últimos 20 años, pero se ha visto compensada hasta cierto punto por unos mayores rendimientos (gráfico 5).

 

Gráfico 5 Janus Henderson Investors

La inversión en Asia y en los mercados emergentes en general suele estar asociada con un mayor riesgo político y económico que los mercados desarrollados en general, pero esto también proporciona oportunidades para comprar negocios de calidad a unos precios atractivos. Las preocupaciones siguen pesando sobre el estado de la economía China y su dependencia histórica en la deuda para respaldar el crecimiento, pero este ha sido el caso a lo largo de este siglo. La economía, en términos generales, ha continuado avanzado mientras muchas empresas han producido unos saludables rendimientos financieros y en los precios de las acciones.

Más recientemente, ha habido un incremento en las preocupaciones sobre el endeudamiento de muchas empresas en India. Mientras esto está justificado hasta cierto punto, también ha habido algunas historias de éxito fantásticas a través de varios sectores en la India y a través de empresas a nivel individual. Merece la pena señalar que en términos de política monetaria en la región de Asia Pacífico (ex. Japón), existe un amplio margen para reducir las tasas de interés si fuera necesario estimular el crecimiento económico, en contraste con muchas de las otras economías desarrolladas en la actualidad. 

Aquellas economías asiáticas con déficit presupuestarios se han visto bajo presión para aumentar las tasas en los últimos años para defender sus divisas frente a un dólar estadounidense fuerte, pero ya hay señales de que esto está cambiando con las expectativas de unas menores tasas de interés en Estados Unidos o al menos, con una pausa en la subida en las tasas de interés.

Por último, pero no menos importante, los beneficios de la diversificación 

Las necesidades y los objetivos de los inversores varían y una asignación en renta variable asiática (excluyendo Japón) puede que no sea para todo el mundo, pero añadir exposición a Asia dentro de una cartera equilibrada puede potencialmente ofrecer beneficios tanto desde un punto de vista del riesgo como del rendimiento (gráfico 6).  

Gráfico 6 Janus Henderson Investors

En conclusión, mientras que es razonable esperar más noticias negativas en relación a la guerra comercial entre Estados Unidos y China y el impacto en el crecimiento a corto plazo de la región es incierto, tenemos confianza en que los factores que impulsan el crecimiento en el largo plazo mantendrán a la región de Asia (excluyendo Japón) como una región relevante para los inversores durante el resto de este siglo.

Columna de Andrew Gillan, responsable de renta variable japonesa y co-gestor de la estrategia Asian Growth en Janus Henderson Investors

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Emitido por Janus Henderson Investors. Janus Henderson Investors es la denominación con la que ofrecen productos y servicios de inversión Janus Capital International Limited (número de registro: 3594615), Henderson Global Investors Limited (número de registro: 906355), Henderson Investment Funds Limited (número de registro: 2678531), AlphaGen Capital Limited (número de registro: 962757), Henderson Equity Partners Limited (número de registro: 2606646) (registradas en Inglaterra y Gales, con domicilio social en 201 Bishopsgate, Londres EC2M 3AE y reguladas por la Autoridad de Conducta Financiera) y Henderson Management S.A. (número de registro:  B22848, con domicilio social en 2 Rue de Bitbourg, L-1273, Luxemburgo y regulada por la Commission de Surveillance du Secteur Financier).
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Reforma fiscal en Chile: ¿cuáles son las principales modificaciones que afectan a los inversionistas?

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Modernización Tributaria, Senado-7
Foto cedidaMinistro de Hacienda presentando los ejes del proyecto ante Comisión de Hacienda del Senado. Modernización Tributaria en Chile

Tras casi un año de tramitación e intensas negociaciones entre las distintas bancadas parlamentarias y el Gobierno, que se tradujeron en sucesivas rondas de indicaciones o cambios al proyecto de ley de modernización tributaria original, la Cámara de Diputados aprobó el pasado 22 de agosto la iniciativa como proyecto en general, pasando al Senado para continuar su trámite legislativo.

Algunas medidas se incorporaron como moneda de cambio frente a los opositores al proyecto, mientras otras fueron retiradas.  A través de esta breve columna, pretendo explicar las modificaciones que consideramos de mayor interés para los inversionistas, de manera de poder contribuir en aclarar las dudas que surgen a raíz de la incertidumbre tributaria derivada de los cambios que ha sufrido el proyecto.

Las principales aristas para tener en cuenta

Lo más significativo es, sin duda, la aprobación de la reintegración del sistema tributario. Con esto, el total del impuesto pagado por las empresas podrá ser crédito para los impuestos finales de sus socios o accionistas, quedando atrás el sistema atribuido que limita el uso del crédito del impuesto pagado por las empresas y obliga a considerar retirado el 100% de la utilidad.

Frente al tan esperado sistema de repatriación de capitales, se excluyó completamente la medida, quedando momentáneamente cerrada la puerta para que, durante un periodo transitorio de un año, se puedan declarar y reconocer en Chile rentas y bienes que se mantienen en el extranjero con una tasa del 10%. Las especulaciones de que Hacienda intentará reponer la medida en el Senado subsisten, pero es difícil aventurar el éxito de esta gestión.

Otra mala noticia para los inversionistas es que se rechazó la medida que incluía la incorporación de un impuesto único y sustitutivo por utilidades obtenidas en la enajenación de acciones de sociedades anónimas, en comandita por acciones, y de derechos sociales de sociedades de personas.

Respecto a la posibilidad de cumplir con el requisito de presencia bursátil (exigido por artículo 107 de la Ley de la Renta) para beneficiarse con la exención por las utilidades obtenidas en la enajenación de acciones de sociedades anónimas abiertas y de cuotas de fondos de inversión, se ha limitado el mecanismo de obtención de presencia bursátil por la contratación de un corredor de bolsa, más conocido como “Market Maker” incorporando como nueva exigencia que los contratos con el corredor tengan vigencia superior a un año continuo antes de que pueda venderse el activo.

Asimismo, la propuesta legislativa incluye ajustes al tema hereditario eliminando la doble tributación que actualmente se produce al existir la obligación de pagar impuestos sobre el patrimonio tanto para cuando fallece el primer cónyuge o conviviente civil, como para el deceso del segundo, quien ya había tributado por estos bienes al heredar del primero. Con esta modificación, los legitimarios de estos causantes no deberán pagar dos veces el mismo impuesto.

Por último, es necesario remarcar que finalmente no se incluyó regulación alguna frente a la tributación de los seguros con ahorro, por lo que aún falta por recorrer camino administrativo y judicial para esclarecer cómo tributará el monto indemnizado a los beneficiarios de este tipo de seguro.

Esperamos que, con este breve resumen, puedan tener algo más de claridad frente a los cambios que impulsa esta reforma tributaria, la que, al mantener la integración tributaria como eje central, pudo conservar lo que coloquialmente se ha denominado como su “corazón”, pero para salvarlo, ha ido perdiendo varias partes de su trabajado cuerpo legislativo.

 

Jaime Rosso es asociado senior del área tributaria de Morales & Besa

 

 

Deuda emergente, un activo interesante en tiempos de estrés

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Foto: RonyKusthia
CC-BY-SA-2.0, Flickr. Foto: RonyKusthia

La deuda de mercados emergentes se suele considerar como una clase de activo adecuada para los buenos tiempos, cuando el crecimiento mundial es sólido. Sin embargo, a nosotros nos gusta este activo por su buen comportamiento durante periodos de estrés, como el caracterizado por la crisis financiera mundial de 2008.

Ese año, la deuda de los mercados emergentes en divisas fuertes se recobró de sus pérdidas solo en nueve meses, lo que contrasta con los 19 meses que tardó en recuperarse el S&P. A pesar de registrar una rentabilidad anual del 10%, como el S&P en los últimos 25 años, la deuda de los mercados emergentes en divisas fuertes solo sufrió la mitad de volatilidad que el S&P. Al contrario de lo que se cree comúnmente en el mercado, esta sólida rentabilidad y baja volatilidad coincidieron con periodos tanto de recortes como de subidas de tipos de la Fed, así como con la depreciación de las divisas en algunos países de los mercados emergentes.

¿Por qué se comporta tan bien la deuda de mercados emergentes?

En primer lugar, abarca un universo diversificado compuesto por 83 países, con calificación desde AAA a CCC y vencimientos de hasta 100 años que cubren el 85% de la población mundial.

Este universo de 3 billones de dólares ofrece diversificación y suficientes oportunidades en cualquier momento del ciclo económico. Cada uno de los países que conforman la región conlleva un conjunto único de oportunidades y riesgos; de ahí que sea más fácil plasmar en una cartera la opinión macroeconómica global que se tenga en cada momento.

En segundo lugar, esta clase de activo puede ofrecer rentabilidades más altas que sus homólogas comparables de mercados desarrollados. En un mundo de 15 billones de dólares en bonos con rentabilidades negativas, la deuda de los mercados emergentes ofrece una rentabilidad atractiva y, por tanto, posee una base de inversores habituales y fieles.

Ante un segundo semestre del año posiblemente volátil para la coyuntura mundial, creemos que la deuda de los mercados emergentes es una clase de activo interesante con potencial para proporcionar una buena rentabilidad/riesgo.

Columna de Alejandro Arévalo, gestor de las estrategias Jupiter Global Emerging Market Corporate Bond y Jupiter Global Emerging Market Short Duration Bond de Jupiter Asset Management.