¿Una oportunidad dorada?

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Pixabay CC0 Public Domain. ¿Una oportunidad dorada?

Dado que el oro no tiene una TIR obvia, calcular su valor desde una perspectiva de inversión puede ser difícil. Por contraintuitivo que parezca, el equipo Real Return de Newton cree que para entender la utilidad del oro para los inversores es necesario considerar la creación de dinero.

Para la mayoría de los inversores profesionales, el oro es una reliquia del pasado con poca utilidad en el paisaje de inversión complejo y sofisticado de hoy en día. Creemos que parte del problema de esta percepción es el énfasis excesivo en lo que es el oro (un metal sin valor intrínseco aparente) y la falta de discusión sobre lo que son casi todos los demás activos financieros (promesas de pago en un papel). Un aspecto interesante es que los metales preciosos han sido una forma de “dinero” superior a los pagarés durante la mayor parte de la historia del hombre, mientras que hoy en día es al revés.

Pensamos que gran parte de este cambio de percepción obedece a la estabilidad y al “progreso” a nivel económico y social, pero las finanzas no son una ciencia, y por muy sofisticadas que pensemos que se han tornado, tendemos a cometer los mismos errores (por lo general relativos al apalancamiento y al envilecimiento del dinero) una y otra vez. La verdad innegable es que la mayor parte del dinero es crédito, creado por los bancos comerciales. Así, no sorprende que los bancos creen el tipo de dinero que más les conviene en ese momento. Este es el motivo por el que es necesario que estén regulados, y explica por qué —si la política no se ha pensado muy bien— gran parte de nuestro crecimiento crediticio puede constar de activos no productivos que no respaldan al PIB futuro.

Tal como identifica nuestro tema de la “financierización”, la política monetaria persistentemente acomodaticia del pasado reciente ha creado fuertes incentivos en el sistema financiero para dar preferencia a la financierización en lugar de asumir riesgos y financiar la economía real. Según Bernstein, “los adelantos a expensas de la futura capacidad productiva han crecido a mayor ritmo que la capacidad productiva propiamente dicha”, con lo que estamos acumulando más y más pasivos sobre una base productiva que crece a bajo ritmo.

En este contexto, en el que el activo de una persona es el pasivo de otra, la postura de las autoridades monetarias de que inflar los precios de los activos (por ejemplo mediante programas de flexibilización cuantitativa) también infla la “riqueza” puede considerarse un tanto falaz: en su conjunto, no lo hace. De hecho, como todas las inflaciones, cabe describirse más bien como una transferencia de riqueza. Es más, la inflación de los precios de los activos conlleva costes significativos (como la desigualdad y la distorsión financiera), algunos de los cuales ya han quedado patentes en la inestabilidad política reinante en gran parte del mundo occidental. Es probable que los costes en términos de asignación inadecuada del capital se hagan evidentes cuando baje la marea de los precios de los activos. 

Llevamos tiempo argumentando que las autoridades se han arriesgado a crear la tercera mayor burbuja de las dos últimas décadas, y pensamos que el “giro” de la Reserva Federal estadounidense hacia una postura más acomodaticia como respuesta al tropiezo invernal del mercado no hace más que confirmarlo. El nivel de financierización de la economía estadounidense es sobrecogedor. Según cálculos de Bank of America Merrill Lynch, el valor de los activos financieros privados se aproxima a seis veces el PIB, cuando en los 50 años hasta 2000 osciló en un rango de 2,5 a 3,5 veces.2 Ahora sí que es la cola de los mercados financieros la que realmente menea al perro de la economía real: si el mercado cae, también lo hace la economía.

¿Por qué invertir en oro?

Teniendo esto en cuenta, el factor clave del oro es que no es un pasivo de nadie: no es una promesa de pago, con lo que no forma parte del sistema de crédito. Esto lo convierte en una buena póliza de seguros en épocas de estrés crediticio, y con ello en una buena herramienta de diversificación dentro de una cartera. Además, el metal precioso no puede “emitirse” a voluntad (su extracción es cada vez más difícil y costosa), su oferta es bastante plana y la dinámica de flujo/existencias es muy distinta a la de las materias primas industriales (porque la producción anual es pequeña comparada con la cantidad de oro en circulación). El oro tiene atributos monetarios físicos contrastados a lo largo de miles de años (principalmente el hecho de que no se degrada).

Hay quien lo considera irrelevante en el actual mundo digital, pero con los crecientes problemas que representan las violaciones de ciberseguridad, no creemos que los activos físicos deban ya descartarse. Como inversión, la “reliquia bárbara” ha tendido a mantener su valor en términos reales a (muy) largo plazo. No obstante, debemos tener cuidado con las estadísticas de rentabilidad en periodos de tiempo muy prolongados. Los plazos importantes son aquellos que representan horizontes de inversión razonables, y no cabe duda de que el oro ha vivido periodos de varias décadas en los que no ha levantado cabeza. Por consiguiente, no sugerimos que el oro sea un activo para todas las coyunturas, a no ser que uno pretenda vivir para siempre. 

¿Cuándo debería invertirse en oro?

Tradicionalmente han existido varios motivos por los que invertir en oro, por ejemplo en momentos en los que ha existido un riesgo razonable de envilecimiento de la moneda o de inflación monetaria, en los que el sistema crediticio se ha visto amenazado, en fases de tensión en el sistema monetario o incluso cuando se ha perdido la fe en la capacidad o voluntad de los bancos centrales para apuntalar los precios de los activos. Los siguientes son solo algunos escenarios (de los menos extremos) que consideramos razonablemente plausibles de cara a los meses y años venideros:

– En el pasado reciente hemos tenido mucha inflación monetaria (los bancos centrales han “imprimido” en torno a los 12 billones de dólares desde la crisis financiera global) y de activos, pero apenas ha habido inflación de los precios de consumo. En el próximo ciclo —o en las fases finales del actual— cabe esperar un redoble de los esfuerzos de las autoridades para crear inflación. Ya se está hablando de utilizar las finanzas monetarias para reactivar la economía real en lugar de remunerar a los propietarios de activos (teoría monetaria moderna y similares).

– El actual ciclo de crédito es un monstruo con todas las características habituales, como por ejemplo apalancamiento excesivo, poca protección del inversor (deterioro de las condiciones de emisión) y prácticas contables cuestionables (ajustes de EBITDA). Actualmente, China está rompiendo récords de apalancamiento corporativo.

– El entusiasmo con el que la administración Trump está intentando eliminar déficits comerciales bilaterales parece estar opuesto al actual sistema monetario (un patrón dólar de facto), que depende de que la divisa estadounidense haga precisamente eso para brindar al mundo una oferta de dólares.

– Los bancos centrales cuentan con escasa munición tradicional para combatir la próxima crisis.

Cambios sutiles en el orden mundial, a favor de una mayor polarización y a expensas del multilateralismo, también podrían estar espoleando a los bancos centrales —por ejemplo en China y en Rusia— a elevar sus reservas de oro. Por último, vale la pena considerar cómo ha cambiado la inversión en las últimas décadas. La “gran levitación” de los precios de los activos se ha combinado con la teoría financiera moderna y la mayor capacidad de computación para crear un sistema (descrito en nuestro artículo “Una perspectiva sobre la rentabilidad”) en el que el inversor o ahorrador final invertirá seguramente en una “estructura” vinculada a un índice en cierta manera alejado de los activos subyacentes.

En este mundo, el “precio” es el principal determinante del valor, y la volatilidad histórica de los precios es la principal medida de riesgo. El problema del oro en el contexto de una cartera institucional —y el motivo por el que quizá sea más adecuado para el inversor particular— es que el precio no siempre es relevante; los inversores que desean una “póliza de seguros” generalizada, o los bancos centrales interesados en diversificar fuera de las divisas fiduciarias, también ven valor en otros atributos independientes del precio.

Es más probable que este concepto lo entiendan mejor los inversores en el mundo emergente que aquellos de nosotros en Occidente que hemos vivido el periodo más estable de la historia humana. Esto no quiere decir que los inversores institucionales (y sobre todo los gestores de patrimonios) no deban considerar una posición en oro. No obstante, creemos que no deberían esperar que se comporte de forma convencional; quizá deban verlo más bien como una “divisa” en la que desean denominar parte de sus activos y que debería mantener su aceptabilidad, liquidez y valor en momentos de tensión.

Tribuna de Iain Stewart, miembro del equipo Real Return de Newton.

Las compensaciones del CEO: ¿Dulce o travesura?

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Foto: MaxPixel CC0. Las compensaciones del CEO: ¿Dulce o travesura?

En «The Legend of Sleepy Hollow», Ichabod Crane se encuentra con un jinete sin cabeza que arroja su cabeza hacia Crane y lo tira de la silla. Crane nunca más fue visto. En las leyendas del norte de Europa, los jinetes sin cabeza suelen atacar a los intrusos que están marcados por su arrogancia. A medida que se acerca Halloween, los CEO y los miembros del comité de compensación que diseñan complicados esquemas de pago ejecutivos que atormentan a los inversores deben ser cautelosos.

El problema es que los inversores están llegando a creer cada vez más que tales esquemas de pago no alinean los intereses de los CEO con los de los inversores. El mes pasado, el Consejo de Inversores Institucionales (CII) de EE.UU. apuntó a la complejidad general del plan de pago y, en particular, a las medidas de adquisición basadas en el rendimiento. En un comunicado, el director ejecutivo de la CII, Ken Bertsch, dijo: «El aumento constante del salario promedio, incluso cuando el desempeño del mercado es mediocre, sugiere que el pago por desempeño puede ser un espejismo».

El otorgar a los CEO’s niveles de incentivos salariales más altos, en general, no se ha alineado con el rendimiento total de los accionistas en la historia reciente. Lo que es más, descubrimos que el período promedio de pruebas y adjudicación de premios basados en el desempeño para las empresas que estudiamos fue de tres años, lo que  en muchos casos resulta estar demasiado enfocado al corto plazo.

De hecho, en las últimas temporadas, el sentimiento de los inversores institucionales sobre el pago ejecutivo se ha vuelto más negativo, especialmente entre los grandes propietarios de activos europeos y al menos algunos de los planes de pensiones estadounidenses más influyentes. En 2018, el Sistema de Retiro de Empleados Públicos de California (CalPERS ) anunció nuevas políticas de votación que dieron como resultado un porcentaje significativamente mayor de votos de desaprobación que en el pasado. Además, al menos otros seis grandes inversores institucionales fueron identificados como votantes en contra de al menos el 25% de todos los planes de manera similar en 2017.

Según Simiso Nzima, director de inversiones  para el gobierno corporativo en CalPERS, «durante uno, dos o tres años, el desempeño puede verse bien, pero a lo largo de 10 años, la relación a veces simplemente no existe”.

Nuestra propia investigación está de acuerdo con esta evaluación. En CalPERS, el porcentaje de votos negativos aumentó aún más en 2019, como lo hizo para varios otros inversores prominentes. La exposición a continuación muestra el porcentaje de votos negativos por voto emitidos por cinco propietarios de grandes activos seleccionados contra compañías estadounidenses en las últimas tres temporadas de representación. Todos menos uno aumentaron sus porcentajes de voto negativos cada año.

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Según Norges Bank, que supervisa el fondo  de un billón de dólares (trillion en inglés) Global Pension Fund Global, y ha sido particularmente expresivo en sus críticas sobre la complejidad de los planes de pago actuales, «la junta debe garantizar que la remuneración sea impulsada por una creación de valor a largo plazo, y que alinee los intereses del CEO y los accionistas. Una proporción sustancial de la remuneración anual total debe proporcionarse como acciones que están bloqueadas durante al menos cinco y preferiblemente diez años, independientemente de la renuncia o la jubilación».

No todos los grandes propietarios de activos están de acuerdo. Algunos continúan apoyando prácticamente todos los planes de pago propuestos, mientras que otros han sido aún más agresivos que los cinco que se muestran aquí. El debate aún no se ha resuelto.

Pero cada vez se hace más hincapié en la simplicidad y transparencia del plan de pago, y en la necesidad de una mejor alineación entre los incentivos salariales del CEO y la creación de valor sostenible a largo plazo. Los inversores hacen preguntas difíciles y con un mayor sentido de urgencia. Los CEO que buscan evitar el destino de Ichabod Crane pueden querer escuchar…

Columna de MSCI, escrita por Ric Marshall

La economía se dobla, pero no se rompe

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Pixabay CC0 Public DomainVictor Barao. Victor Barao

Los inversores que esperaban un verano tranquilo se llevaron un chasco. Durante el tercer trimestre no se resolvieron los numerosos riesgos que lastran los mercados y aparecieron otros nuevos. A la guerra comercial entre EE.UU. y China, el miedo a una recesión mundial y el Brexit podemos añadir la inversión de la curva de tipos, las protestas en Hong Kong, el aumento de la prima de riesgo del petróleo a consecuencia de los ataques contra las instalaciones de producción saudíes y la amenaza de destitución del presidente estadounidense.

No obstante, que las cosas no se resuelvan no quiere decir que no cambien. Los bancos centrales han mutado sus discursos expansivos en acciones tangibles en los mercados desarrollados y emergentes; este hecho, sumado al descenso de los rendimientos de los bonos (que sostiene el crecimiento) y los estímulos presupuestarios y monetarios específicos en China, nos aporta tranquilidad. Los datos económicos, por su parte, apuntan a un estancamiento de la actividad, no una contracción.

Un aspecto crucial es que el consumo estadounidense está aguantando, gracias a unos niveles de empleo que se mantienen en máximos históricos. Sin embargo, el crecimiento sigue siendo débil y los inversores no deberían bajar la guardia. Los datos de consumo deben estudiarse con detenimiento: si emitieran señales de deterioro, podría desaparecer un sostén clave para la economía. Las tasas de impago en las áreas más apalancadas del mercado de renta fija han comenzado a subir, aunque desde unos niveles bajos, pero podría ser una señal de vulnerabilidad.

En la renta variable, la reciente rotación hacia los valores baratos podría durar poco sin una recuperación económica sostenida. Las políticas presupuestarias son otro tema importante. Se observan señales de que las herramientas monetarias están alcanzando sus límites y los llamamientos a aplicar estímulos presupuestarios están elevando el tono. Si se accionan los resortes del gasto público, las consecuencias serían de amplio calado para las diferentes clases de activos y regiones, como el retorno de la inflación, la debilidad del dólar estadounidense y la reactivación de los mercados emergentes.

Debido al papel que desempeñan los gobiernos en la política presupuestaria -aunque también se podría afirmar lo mismo en la actualidad de la política monetaria-, resulta prudente estar al tanto de los sucesos políticos. Sin embargo, también ha hecho más predecible la política de los bancos centrales, tanto en su orientación como su impacto. En este paradigma de mayor incertidumbre, a los inversores les conviene más estar centrados en empresas individuales y permitir que surjan las temáticas, no al revés.

Por ahora, la economía se dobla, pero no se rompe. En este entorno, sugerimos que las carteras se orienten hacia la seguridad pero mantengan la exposición a los activos de riesgo. Eso supone orientarse hacia la calidad en renta variable, preferir la deuda pública estadounidense en busca de protección durante las oleadas de ventas en los mercados y ser más selectivos en la exposición a inquilinos dentro de la inversión inmobiliaria. Ahora que nos adentramos en el cuarto trimestre, hay suficientes citas en el calendario como para que los mercados estén de todo menos tranquilos.

 

Columna de Paras Anand, responsable de gestión de activos para Asia-Pacífico, en Fidelity International

El salvador del euro cuelga los guantes

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Pixabay CC0 Public Domain. La Unión Europea acuerda crear fondo billonario para la reconstrucción económica sin detallar cómo

Como en el videojuego del mismo nombre en el que un fontanero italoestadounidense debe superar diversos obstáculos para conseguir rescatar a una princesa, Mario Draghi ha atravesado, desde 2011, un recorrido sembrado de emboscadas, afrontando los obstáculos uno tras otro. Antes de liberar a Christine Lagarde del FMI.

Así pues, punto final. Tras 8 años de servicios buenos y leales, Super Mario cuelga los guantes. Las malas lenguas dirán que ha perdido a los «puntos», subrayando su incapacidad para cumplir el principal objetivo de su mandato: hacer converger la inflación básica hacia su meta del 2%. Mientras ha ejercido su cargo al frente del Banco Central Europeo (BCE), la inflación de la zona euro se ha situado en 1,1% de media, es decir, casi la mitad menos que el objetivo. Otra tarea entre sus logros, Mario Draghi nunca ha conseguido subir los tipos de referencia durante sus dos mandatos, ¡una primicia en la historia del BCE!

Pero este resumen -demasiado simplista- omite los numerosos éxitos del italiano. Un año después de su toma de posesión, el señor Draghi había salvado al euro con sus tres palabras mágicas: Whatever it takes (“Lo que sea necesario”). A lo largo de 77 ruedas de prensa y 185 discursos, también ha revolucionado la comunicación de la institución, haciéndola más transparente, más legible, más previsible.

Igualmente, ha conseguido hacer converger de nuevo, a la baja, los tipos a los que los países de la zona toman prestado, como ilustra un ejemplo reciente. En octubre, Grecia ha emitido por primera vez deuda a tres meses a tipos negativos. En 2011, al comienzo del mandato del Sr. Draghi, el Estado griego simplemente carecía de acceso a los mercados para financiarse y nadie estaba dispuesto a intercambiar las deudas ya emitidas. Para evitar la quiebra, el país dependía del FMI y del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF). También se debe al señor Draghi que, a día de hoy, la gama de instrumentos monetarios se haya ampliado: quantitative easing (flexibilización cuantitativa), cambio de tipos en territorio negativo, LTRO, OMC, tiering bancario y otras tantas herramientas desplegadas para evitar el fantasma de la deflación.

Así pues, Mario Draghi cede el testigo a Christine Lagarde, ministra francesa de Finanzas durante la crisis de 2008 a 2011 y después directora del FMI junto a los países en dificultad. La señora Lagarde ha sabido demostrar su sentido de la diplomacia y su capacidad para lograr compromisos en situaciones peligrosas. Como ha recordado el señor Draghi en su última rueda de prensa, su principal reto será reconciliar las palancas presupuestaria y monetaria. Porque ahí es donde se encuentra la debilidad de una unión económica inacabada: aunque la política monetaria es hoy día común a la zona, cada gobierno sigue siendo soberano en lo referente a sus gastos e impuestos. Para hacer aún más fuerte al continente -como expresa el italiano en su llamamiento-, habrá que reforzar la cohesión presupuestaria al aceptar delegar en la Unión una parte de las prerrogativas nacionales.

Después de un mes de septiembre con muy malas cifras, las primeras encuestas (PMI francés, alemán, estadounidense e IFO alemanes) correspondientes al mes de octubre indican un cese de la degradación de la actividad industrial.

Tribuna de Olivier de Berranger, director de gestión de activos de La Financière de l’Echiquier

Riesgo en inversiones privadas (parte 2): “¿acopiador de activos o creador de valor?”

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CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Sheila Sund . Private Investments Risk (Part 2): “Asset Aggregator or Value Creator?“

¿Cuál escogería usted para agregarle valor a su cartera de inversiones privadas – el fondo más reciente de un acopiador de activos o el de un creador de valor? Es una pregunta importante que amerita pensar pausadamente. Es un tema de mucha importancia porque frecuentemente los inversores toman decisiones erróneas, e incrementan su perfil de riesgo y reducen su probabilidad de obtener rentabilidades decentes cuando las cosas no van acorde a lo planeado.

A medida que las inversiones privadas se vuelven un componente importante de un portafolio diversificado, representando entre un 10% al 40% para familias de alto patrimonio e instituciones, los gestores de inversiones privadas han respondido de dos maneras. Algunos eligen aceptar cuantos compromisos de capital puedan, enfocando sus esfuerzos en expandir sus activos bajo manejo (AUM’s) así como la variedad de estrategias de fondos que ofrecen. Otros continúan enfocando sus energías en crear valor y en lo que son buenos. A pesar de que muchos afirman que pueden lograr ambos objetivos, muy pocos pueden.

¿Por qué es tan difícil lograr con éxito los objetivos de acopiar los máximos activos para tus estrategias, expender con abundancia el numero de estrategias, continuar el enfoque en crear valor dentro de cada estrategia sin sacrificar rendimientos o incrementando el perfil de riesgo? La respuesta – incentivos. Los incentivos dictan comportamientos, estos objetivos tienen caminos que compiten en cómo llegar hacia la riqueza.

En el pasado antes que los gestores levantaran fondos multibillonarios, su prioridad fundamental e incentivo era generar una utilidad (ganancia) significativa para que ellos lograran ganarse su 15%-20% de la utilidad (carry). Si lograban crear valor (lo cual significa no competir por las mismas empresas y sobre pagar, no apalancarse mucho u otras formas de toma de riesgo, aplicando planes de crecimiento disciplinados, y vendiendo la empresa a un comprador estratégico después de 5 años de esfuerzos de creación de valor), buscaban levantar capital para otro fondo (quizás del mismo tamaño o un poquito más grande), y con foco consistente a lo largo del tiempo creaban riqueza personal para sus inversores y ellos mismos.

A medida que el activo de capital privado (private equity) creció en popularidad y el dinero fluyó, los gestores que adoptaron la estrategia de acopiador de activos lo hicieron por que cobrar 1,5%-2% anual sobre un monto mas grande de activos era el camino más fácil y rápido a las riquezas. 1,5% al año de un fondo de 10.000 millones de dólares, genera 1.500 millones en cuotas a lo largo de 10-12 años (eso es mas que necesario para pagar salarios y costos de oficina). A medida que más dinero fluyó a estos acopiadores de activos, quienes inicialmente construyeron su marca usando una estrategia de creación de valor, sus empresas empezaron a ser más competitivas y presionar en poner capital a trabajar más rápido, permitiéndoles levantar aún más activos bajo manejo. Impulsados por estos incentivos, las normas de inversión han bajado como resultado. Su estrategia de venta cambió de un “tenemos como meta un 20% de TIR,” a un “ahora tenemos de meta un 15% de TIR,” a “deberían de agradecernos por entregar un 10%-12% de TIR” (mientras tanto sin mencionar como muchos de ellos han incrementado sus perfiles de riesgo a lo largo del tiempo).

Cuando revise sus decisiones recientes de inversión, miren los incentivos de sus gestores y que tan personalmente alineados están a sus objetivos. No tenga miedo de entrar en detalles para obtener respuestas. ¿Han cambiado su modelo de negocios? Si ha cambiado, ¿de qué manera? ¿Su perfil de riesgo ha incrementado? ¿Por qué? ¿Han comprometido personalmente un monto significativo de su propio patrimonio en el mismo fondo o es que el gestor le está subsidiando su compromiso de capital? ¿Cómo se compara el modelo de sus normas de invertir contra fondos anteriores? ¿Cómo ha cambiado su entorno competitivo? ¿Ha cambiado su foco? Sí es posible tener mejor resultados y mejor alineamiento con gestores, lo que toma es mas esfuerzo de nuestra parte.

Columna de Alex Gregory

¿Cómo sacar partido de las curvas de tipos?

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Pixabay CC0 Public Domain. ¿Cómo sacar partido de las curvas de tipos?

Después de su colapso entre mediados de abril y mediados de septiembre y la inversión temporal de la curva de tipos estadounidense a dos y diez años a finales de agosto, los rendimientos de la deuda pública ahora han aumentado nuevamente con la esperanza de que el apoyo de las políticas pueda posponer el final de uno de los ciclos económicos más largos en la historia.

Por otro lado, los rendimientos de los bonos del gobierno europeo han tocado fondo desde finales de agosto en anticipación de la medida del BCE para reducir los tipos como parte de sus intentos cada vez más desesperados por reanimar la deslucida inflación. Philippe Baché, director de ETFs de Renta Fija de Lyxor, revela cómo las estrategias de curvas de tipos podrían ayudar a lidiar con los desafíos de los actuales mercados de deuda pública.  

Una cuestión de sensibilidad

La forma de la curva de tipos suele reflejar las perspectivas sobre los mercados, la política monetaria y el futuro crecimiento económico. Los valores a corto plazo muestran normalmente una considerable sensibilidad a los tipos de interés fijados por los bancos centrales, aunque los valores a más largo plazo se ven más influenciados por las expectativas de la inflación futura.

El aplanamiento de una curva de tipos puede sugerir que el mercado detecta valor en los bonos de mayor vencimiento y que anticipa progresivamente menos subidas de tipos, e incluso recortes de tipos. En cambio, una pronunciación de la pendiente de la curva indica una actividad económica más vigorosa, unas expectativas de inflación al alza y, por ende, un mayor nivel del diferencial de los tipos de interés entre los distintos vencimientos.  

Abordar el dilema de la inflación

Los tipos de interés ultrabajos vigentes en todo el mundo desde la crisis financiera mundial han contribuido a reducir la atonía de la actividad económica y han permitido el aumento de los precios de algunos activos. No obstante, la inflación ha permanecido en cotas notoriamente bajas en los mercados desarrollados, pese a las ínfimas tasas de desempleo. Esto podría deberse al hecho de que una perturbación económica de tal envergadura puede retrasar la transición hacia un régimen de inflación estable. Además, las incertidumbres que afrontamos hoy en día (en concreto, el Brexit y la guerra comercial entre Estados Unidos y China) son complejas y muy diferentes a las del pasado, lo que torna sumamente difícil para los mercados asignar las probabilidades correctas a sus desenlaces (incertidumbre irreducible o «knightiana»).

Hasta la fecha, los bancos centrales de todo el mundo han fracasado en su intento por reavivar la inflación, pese a haber implementado un abanico de medidas no convencionales. La creciente apertura comercial, las cadenas de suministro mundiales y los mayores flujos transfronterizos de inversiones y capitales constituyen otros factores que han hecho mella en los precios en todo el planeta, incluso antes de la crisis. Ahora bien, sugerir que el régimen de inflación es una «nueva normal» podría resultar prematuro. Se necesita un mayor respaldo de las políticas, que podrían aún surtir efecto. 

Navegar las curvas de tipos estadounidenses y europeas

Desde que la Fed comenzó a subir los tipos en 2015, la diferencia entre los rendimientos a largo y corto plazo se ha reducido hasta situarse en los niveles previos a 2008. Recientemente,  la preocupación de que el débil crecimiento internacional pudiera propagarse a la economía estadounidense y las señales de que el conflicto comercial está socavando la confianza empresarial provocaron una breve inversión de la curva de los bonos del Tesoro estadounidense a dos y diez años. Si esto sucediera de manera persistente, alentaría la especulación de que la expansión más larga de la historia está llegando a su fin, lo que ejercería presión sobre la Fed para adoptar nuevas medidas de relajación. En la actualidad, los mercados siguen anticipando dos recortes adicionales antes del cierre del año. Se prevé que el próximo recorte se acometa el 30 de octubre.

Dado que el tramo corto está vinculado a los tipos de los bancos centrales, una pronunciación de la curva solo puede materializarse en el tramo largo (una inclinación conocida como «bear steepening»). Una mejora en las perspectivas sobre las negociaciones comerciales y la posibilidad de un mayor gasto fiscal podrían constituir catalizadores de unos rendimientos más elevados y una curva más pronunciada.

Mientras tanto, en Europa, el BCE redujo los tipos en otros 25 puntos básicos en septiembre y ahora es probable que se mantenga en espera y se centre en su nueva ronda de compras de activos, que comienza a principios de noviembre. Ha habido algunos signos tempranos de un aumento correctivo del rendimiento del euro desde septiembre. Esto solo durará si el BCE y los gobiernos de la región se combinan para facilitar aún más las políticas monetarias y fiscales, como dijo Mario Draghi -el único presidente saliente del BCE que nunca aumentó las tasas en el cargo-, en su conferencia de prensa de despedida.

De la teoría a la práctica con Lyxor ETF

Las operaciones en el diferencial de la curva de tipos ofrecen a los participantes del mercado la oportunidad de generar rentabilidades o cubrir sus carteras. Además, estas estrategias no suelen presentar correlación con la direccionalidad de los tipos de interés.

Como parte de la creciente oferta de soluciones innovadoras de Lyxor, hemos lanzado una gama única de estrategias de ETFs centradas en las curvas de tipos estadounidenses y europeas, las primeras de su clase en el Viejo Continente. Nuestra nueva gama proporciona una forma sencilla de construir exposiciones estratégicas a las curvas sin la necesidad de reajustar las futuras posiciones individuales a diario. El componente de apalancamiento de nuestros índices permite a los inversores adquirir una exposición significativa al tramo a dos y diez años, bien de la curva del Tesoro estadounidense, bien de la curva de la deuda pública alemana, a partir de una posición concentrada. Esto significa que un aumento de un punto básico en la pronunciación/el aplanamiento de la pendiente de la curva (la diferencia entre los rendimientos a diez y a dos años) se corresponde con un aumento aproximado de siete puntos básicos para el fondo.

Esta caja de herramientas permite a los inversores profesionales posicionar tácticamente sus carteras con el fin de anticipar cualquier cambio en la forma de las curvas de tipos de la deuda pública estadounidense y europea, ya sea una pronunciación o un aplanamiento. 

Lyxor

Tribuna de Philippe Baché, director de ETFs de renta fija de Lyxor ETF.

Las perspectivas del rating de España y Cataluña dependen de la resolución del impasse político

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Pixabay CC0 Public Domain. Las perspectivas del rating de España y Cataluña dependen de la resolución del impasse político

El encarcelamiento de los líderes secesionistas catalanes ha exacerbado las tensiones regionales, con consecuencias políticas potencialmente profundas, aunque el impacto económico a corto plazo de las últimas protestas independentistas será modesto.

En Scope Ratings consideramos que la tensión en torno al futuro político de Cataluña es relevante a la hora de evaluar las perspectivas crediticias para España (A-/Estable) debido a su impacto en la política nacional, más inmediatamente en la formación de un nuevo gobierno tras las elecciones previstas para el 10 de noviembre. Tras las anteriores elecciones Pedro Sánchez no logró una mayoría ni una coalición viable, en parte debido a la compleja interacción entre los deseos de independencia de Cataluña y la política nacional.

El principal riesgo de la situación de Cataluña es una mayor polarización entre el movimiento secesionista y el resto de España, y una fragmentación cada vez mayor de los partidos políticos. En comparación con los seis meses anteriores, esto podría dificultar aún más el compromiso y la colaboración de los políticos para formar el próximo gobierno de España.

Cataluña vivió nueve noches consecutivas de protestas a principios de este mes -lo que afectó gravemente al transporte y a la producción de algunas fábricas- después de que el Tribunal Supremo condenara a nueve líderes separatistas por sedición al liderar una fallida candidatura a la independencia en 2017. Pero, por ahora, el impacto económico de estos últimos altercados parece modesto, teniendo en cuenta que las protestas más largas en octubre de 2017 costaron a la economía española sólo alrededor del 0,2% del PIB.

Se espera que ni los bloques políticos de izquierda ni los de derecha logren obtener una mayoría parlamentaria después de las elecciones de noviembre, por lo que es probable que el tema divisorio de Cataluña complique aún más la formación del próximo gobierno de España y la formulación y ejecución de políticas relevantes desde un punto de vista crediticio.

El rating de España se ha mantenido limitado en el nivel actual ‘A-‘ precisamente porque no ha surgido un gobierno estable e inclinado a poner en marcha reformas para hacer frente a las vulnerabilidades económicas restantes, incluidos los desequilibrios fiscales, la rigidez del mercado laboral y la relativa baja productividad total de los factores. La ausencia de reformas se hace más crítica ahora que el crecimiento económico se está ralentizando en toda Europa.

La política fiscal de España es un buen ejemplo de ello: mientras que el país salió del procedimiento de déficit excesivo de la Comisión Europea (CE) el año pasado, registrando un déficit del 2,5%, y está en camino de lograr una nueva reducción del déficit a alrededor del 2,3% del PIB este año, las perspectivas fiscales, especialmente en términos estructurales, son preocupantes, como destaca la respuesta de la CE al plan presupuestario de España. A falta de nuevas medidas, la mejora prevista del saldo estructural, de alrededor del 0,1% del PIB, es inferior al ajuste estructural recomendado del 0,65%. Además, las autoridades prevén un crecimiento nominal de la tasa de gasto público primario neto del 3,8%, que supera con creces el aumento máximo recomendado por la CE del 0,9%.

Una segunda consecuencia de la cuestión no resuelta de la autonomía de Cataluña es cómo se puede avanzar hacia una mayor descentralización negociada, incluyendo una mayor autonomía fiscal y/o política. Dadas las implicaciones para España y las otras regiones, en Scope esperamos que esta negociación se lleve a cabo para todo el Estado español y no sólo para Cataluña. Sin embargo, ante la ausencia de un gobierno, esta importante reforma ha sido aplazada. Las recomendaciones presentadas en julio de 2017 por el comité de expertos encargado de promover la revisión del sistema de financiación regional siguen sin aplicarse.

Esta negociación también es relevante para la situación financiera de Cataluña. Si bien la región cuenta con una economía rica y diversificada y unas finanzas públicas mejoradas, su solvencia crediticia depende del marco fiscal institucional maduro y altamente integrado de España: un mecanismo de apoyo a la liquidez condicional a nivel de todo el sistema que proporciona una financiación favorable por parte del gobierno central y límites de endeudamiento jurídicamente vinculantes para los gobiernos regionales.

Cualquier cambio en el marco institucional que se traduzca en una postura menos solidaria por parte del gobierno central sería negativo para la financiación de Cataluña, dada la elevada deuda pública del gobierno regional, el 80% de la cual está en manos del gobierno central. Del mismo modo, un prolongado estancamiento político a nivel nacional que impidiera las reformas económicas y fiscales iría en detrimento de la calificación de España y también afectaría negativamente al rating de Cataluña.

Tribuna de Alvise Lennkh, director de análisis de Finanzas Públicas de Scope

Banco Central Europeo: ¿qué implican las últimas medidas de Draghi como presidente del BCE para los inversores?

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Mario Draghi, presidente saliente del Banco Central Europeo, BCE
CC-BY-SA-2.0, FlickrMario Draghi, presidente saliente del Banco Central Europeo, BCE. Mario Draghi, presidente saliente del Banco Central Europeo, BCE

Era el verano de 2012, y una creciente crisis de la deuda comenzó a descontrolarse, amenazando los principios fundadores de la Unión Económica y Monetaria Europea. Con cuatro palabras -“lo que sea necesario”-, Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), prometió que el banco haría todo lo posible para garantizar que la Unión Europea permaneciera intacta y, al hacerlo, se aseguró de que sus palabras pasarían a formar parte del léxico de citas infames del banquero central. Así comenzó un periodo de política monetaria extrema, excesiva y poco convencional diseñada para restaurar la salud económica y prosperidad de Europa.   

Ahora, a finales de 2019, Europa se tambalea bajo las presiones económicas de las tensiones comerciales mundiales y la consternación política y continúa buscando alguna apariencia de presión inflacionaria. Las similitudes con 2012 son inquietantes. Mario Draghi, ahora en el ocaso de su mandato como presidente del BCE, ha puesto fin a un ciclo de endurecimiento de política monetaria que nunca llegó realmente a comenzar. Draghi abandona Europa con un legado de política monetaria sin final, evitando cualquier acusación de no estar actuando por la inmediatez de su abandono del cargo y tendrá influencia en las políticas monetarias mucho después de que su mandato haya acabado. “Lo que sea necesario” parece ser una realidad de nuevo. Europa sigue en su búsqueda de crecimiento económico, inflación y un sistema bancario más saludable.    

El presidente saliente

Definido como el periodo final en el cargo para un funcionario electo, después de la elección de un sucesor, cuando los formuladores de políticas a menudo se consideran inefectivo. Esto puede resultar en un periodo de transición en el que el presidente saliente puede quedarse sin poder o no quiera representar una carga para las futuras administraciones con las implicaciones de las decisiones tomadas en el último periodo de su mandato.

¿En qué posición deja esto a Christine Lagarde? La ex directora del Fondo Monetario Internacional y sucesora de Draghi como presidenta del BCE, Lagarde, se encuentra en la posición poco envidiable de heredar una política monetaria europea que se encuentra aparentemente en piloto automático.

Examinemos el paquete de medidas acomodaticias anunciadas por Draghi el pasado 1 de septiembre:

  • Un recorte de 10 puntos básicos en la tasa de depósito, entrando aún más en terreno negativo
  • Una estructura de tasas escalonadas destinadas a limitar el impacto de las tasas negativas en el sistema bancario.
  • Unos 20.000 millones de euros en flexibilización cuantitativa mensual sin fecha de finalización
  • Orientación a futuro sobre los aumentos eventuales de tasas vinculados a un objetivo de inflación del 2% -un objetivo que las propias proyecciones del BCE nos dicen que no se ven por ningún lado.
  • La extensión de operaciones específicas de refinanciamiento a largo plazo (TLTRO)

Con esta mezcla heterogénea de políticas sobre la mesa, se podrían escribir muchos comentarios sarcásticos sobre el absurdo que representan unas tasas de interés negativas y las consecuencias de una política monetaria acomodaticia aparentemente se extiende hasta el infinito. Sin embargo, me centraré en una tarea más importante: considerar las implicaciones que tienen las acciones del BCE en las carteras de inversión y en la economía real.  

Comencemos con el análisis y las proyecciones del BCE. Desde mediados de 2014 hasta mediados de 2019, las autoridades monetarias han reducido las tasas en 40 puntos básicos, introducido las TLTRO y comprado más de 2,5 billones de euros en activos. En marzo de 2019, el BCE estimó que el impacto acumulativo de estas medidas resultaría en un crecimiento real del 1,9% y una inflación del 1,9% a lo largo de 2020. En mi opinión, caracterizaría estos resultados como respetables, pero difícilmente los consideraría un motivo para celebrar.

La ronda actual de políticas acomodaticias es pequeña en relación con el estímulo anterior: 10 puntos básicos adicionales en las tasas de depósito (cayendo aún más en terreno negativo), una compra de 20.000 millones al mes en compras de activos (una cantidad mínima en comparación con los 2,5 billones de euros que se han realizado en compras durante este ciclo) y una orientación a futuro sobre las proyecciones económicas que han demostrado ser un ejercicio inútil.

¿Deberíamos esperar un impacto en la economía real? ¿Es esto una indicación de “lo que sea necesario” o se trata de un esfuerzo insuficiente para defenderse de una recesión? En este punto, después de años con políticas acomodaticias no convencionales, ¿tiene sentido? La economía europea no es débil porque las tasas de interés sean demasiado altas en este periodo, punto. En la actualidad, Alemania (o quizás sea más acertado decir, la Alemania industrial) está probablemente en recesión, al mismo tiempo que los Bunds están cotizando con unos rendimientos históricamente bajos. Es difícil dar sentido a esta yuxtaposición.   

Creo que es importante reflexionar sobre las posibles consecuencias no deseadas. Los ahorradores y los jubilados se están quedando vacíos, observando el abismo de la brecha a entre sus ingresos a largo plazo y unos inalcanzables planes de jubilación o de ahorros. Las empresas aseguradoras se están enfrentando a ajustes inimaginables entre activos y pasivos impulsados por las tasas de interés negativas. Además, los bancos pueden recapitalizarse mediante préstamos con tasas de interés negativas del BCE en lugar de realizar préstamos tradicionales a la economía real para generar beneficios, lo que anula el propósito de las políticas monetarias acomodaticias.   

Los mercados financieros y los propietarios de activos, por otro lado, aplauden la política monetaria que continúa respaldando los precios de los activos. A medida que los flujos de efectivo reciben una tasa de descuento negativa, las valoraciones corren el riesgo de poner a prueba los límites de lo razonable. Abundan las recompensas para los propietarios de activos, mientras que aumentan las presiones sobre los desequilibrios en los ingresos y la desigualdad en la riqueza.  

Finalmente, las expectativas deben seguir siendo un foco. Continuamos expresando nuestros temores sobre la necesidad del BCE de seguir con unas políticas monetarias cada vez más agresivas o de correr el riesgo de incurrir en rápidas reversiones como la que ocurrió en el cuarto trimestre de 2018. Conforme el mercado percibió el final del programa del BCE, la volatilidad se incrementó y las caídas fueron rápidas.  

¿Cuáles son las implicaciones para los inversores? Draghi estaba en lo correcto al incluir una petición de más estímulo fiscal por parte de los líderes políticos en Europa. La política monetaria se encuentra ahora en niveles extremos, desafiando su eficacia. La precaución y la gestión de riesgos son de suma importancia. Estamos en un entorno de mercado donde la prudencia, la diversificación global y la selección de títulos debería estar en la mente de los inversores. Las acciones del BCE y la respuesta del mercado que ha llevado a la proliferación de tasas de interés negativas no se presta a conclusiones simples. Las autoridades monetarias parecen estar pidiendo (obligando) a tomar más y más duración, es decir, un mayor riesgo de interés al perseguir unos rendimientos más altos y positivos en la parte con mayor vencimiento de la curva de rendimientos. La alternativa son unos mayores niveles de riesgo de crédito, independientemente de los niveles de valoración y de los posibles rendimientos ajustados por riesgo. En mi opinión, ninguna alternativa es lo mejor para conseguir flujos de rendimiento en el largo plazo.    

Para los inversores, el mensaje es claro: compradores, tened cuidado. Creemos que la selección activa de títulos es ahora más importante que nunca.

Columna de Williams J. Adams, director de inversiones en renta fija en MFS Investment Management.

La educación, una formación central a lo largo de nuestras vidas

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Pixabay CC0 Public Domain. La educación, una formación central a lo largo de nuestras vidas

El aprendizaje permanente es una de las soluciones que contribuirá a resolver el desajuste entre la oferta y la demanda de competencias en los países desarrollados. Por diferentes razones, la educación será cada vez más importante y se convertirá progresivamente en un imperativo económico, no solo debido a los cambios tecnológicos en la economía sino también al envejecimiento de la población. Así, la educación es una de las tendencias más poderosas en la actualidad y presenta un prometedor crecimiento. De ahí que la industria cuente actualmente con vehículos de inversión específicos en educación como CPR Invest – Education de Amundi.

El problema del «desajuste de las competencias”

Las condiciones del mercado laboral han mejorado en los últimos años en los países desarrollados, ya que en la mayoría de las regiones el desempleo ha disminuido considerablemente. Dicho esto, no podemos obviar que persisten problemas estructurales, como el desajuste entre la oferta y la demanda de perfiles cualificados.

Las compañías luchan para reclutar empleados con las habilidades que necesitan. Cuando se les pregunta sobre el problema más importante al que se enfrentan, la respuesta más frecuente de las empresas de Estados Unidos y Europa (según la encuesta NFIB para el primero y la SAFE del BCE para la zona euro) no es ni la falta de demanda, ni la regulación excesiva, ni los impuestos excesivos, sino la dificultad de contratar empleados con las habilidades adecuadas.

“En Estados Unidos, hay menos de 6 millones de desempleados, pero más de 7 millones de puestos vacantes”

Una de las razones por las cuales el desempleo no desaparece en un contexto económico favorable es que en ocasiones los desempleados no tienen las habilidades que buscan los empleadores. Es lo que denominamos “desajuste de competencias”. Por ello, la formación a lo largo de toda la vida es una de las soluciones para abordar este desajuste.

Las megatendencias acelerarán la demanda del aprendizaje continuado

El aumento de la esperanza de vida podría obligar a los gobiernos de los países desarrollados a aumentar gradualmente la edad de retiro para la sostenibilidad del sistema de pensiones. En este contexto, la tasa de participación (parte de la población ocupada o en búsqueda activa de empleo) entre los mayores de 65 años aumentará: de hecho, en 2010, se incrementó en 5 puntos. Por tanto, el envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida implicarán una vida laboral más longeva.

Por otro lado, la irrupción de las nuevas tecnologías ha propiciado grandes cambios en la mayoría de los sectores, lo que ha dado lugar a la transformación de los empleos y a la aparición de nuevas habilidades con la irrupción de nuevas profesiones que no pensábamos que podían existir. Se prevé que estos cambios continúen y que cada vez sean más fuertes, con la aparición de la robótica y la automatización.

En este sentido, las habilidades del mañana serán diferentes de las de hoy. Algunas estimaciones sugieren que un tercio de los empleados de EE.UU. tendrán que cambiar de trabajo para el año 2030 si la automatización es rápida (Mc Kinsey). Esto aumentará la necesidad de aprendizaje permanente y la reanudación de los estudios.

Invertir en educación para aunar rentabilidad y responsabilidad

Por ello, desde CPR AM –el centro especializado en inversión temática de Amundi-, hemos creado una solución que apuesta por la educación como vehículo para aunar rentabilidad y responsabilidad –recordemos que la educación está recogida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU –. 

CPR Invest – Education es un fondo de renta variable internacional que invierte en todo el ecosistema educativo, desde las primeras etapas de la educación hasta el desarrollo profesional continuo, con el objetivo de aprovechar la creciente demanda y el notable aumento del gasto en educación a lo largo de la vida.

El universo de inversión del fondo se estructura en torno a tres pilares. El pilar central está centrado en el acceso a la educación y al mundo del trabajo, que incluye la escuela primaria, secundaria, escuela superior y universidades, así como la formación continua y las agencias de contratación y gestión del talento.

Los otros dos pilares están relacionados con el primero; y se centran en los contenidos y herramientas educativas y en los servicios a los estudiantes. Estos incluyen, en primer lugar, editores de contenido académico y tecnologías educativas y, en segundo lugar, alojamiento de estudiantes, restauración escolar, servicios de transporte, etc. Los países anglosajones y emergentes se encuentran entre los impulsores: Estados Unidos, China y Reino Unido representan dos tercios del universo de inversión, seguidos por Japón, Australia y Brasil.

CPR Invest – Education incorpora además la filosofía de inversión sostenible e integra los factores ESG. Así, en primer lugar, excluimos a las empresas con peores puntuaciones en ESG y, en segundo término, aplicamos un segundo filtro que excluye a las empresas que hayan protagonizado los peores escándalos o controversias en materia de ESG.

Tribuna de Raúl Fernández, director de distribución de Amundi en España

 

Fuentes: https://trendsformative.com/education-askilli-central-formation-throughout-our-lives-2/

Dirigido a inversores profesionales. Documento informativo, no asesoramiento ni recomendación. CPR Invest Education: fondo sin garantía de rentabilidad ni de capital. Rentabilidades pasadas no garantizan ni son indicativas de resultados futuros. Este documento no está dirigido a ciudadanos o residentes de los Estados Unidos de América o a cualquier “persona estadounidense” tal y como se define en la regulación bajo la “US Securities Act of 1933”.  Consulte Folleto y DFI. Cualquier inversión en el Subfondo debe hacerse a través de un distribuidor autorizado en España. Puede consultar la lista de distribuidores autorizados del Subfondo en la CNMV en www.cnmv.es. CPR Invest, registrado CNMV nº 1564. Comercializador principal en España: Amundi Iberia SGIIC, SAU, registrada CNMV con el nº 31. Pueden consultar el listado de distribuidores en España en www.cnmv.es.

Mirabaud lanza Fixed Maturity 2025 en euros: una estrategia de deuda emergente con un cupón estimado del 4%

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Pixabay CC0 Public Domain. Mirabaud lanza Fixed Maturity 2025 en euros

El equipo de gestión de renta fija de Mirabaud especializado en mercados emergentes, liderado por Daniel Moreno, lanza Mirabaud Emerging Markets 2025 Fixed Maturity Fund, denominado en euros. El fondo tendrá un periodo de comercialización de un mes, del 25 de octubre al 25 de noviembre, estará disponible en todas las plataformas, y cuenta con una TIR bruta estimada del 3,8% y un cupón estimado del 4% en euros, tras descontar los costes de cobertura. La calidad crediticia de la cartera será de BB-.

La distribución del fondo está disponible en clase retail y en clase de capitalización, con los siguientes ISIN según la opción preferida por cada inversor:

  • Mirabaud – Emerging Market 2025 Fixed Maturity Euro A cap. EUR LU2051644214
  • Mirabaud – Emerging Market 2025 Fixed Maturity Euro A dist. EUR LU2051644305
  • Mirabaud – Emerging Market 2025 Fixed Maturity Euro N cap. EUR LU2051644644
  • Mirabaud – Emerging Market 2025 Fixed Maturity Euro N dist. EUR LU2051644727
  • Mirabaud – Emerging Market 2025 Fixed Maturity Euro I cap. EUR LU2051644487
  • Mirabaud – Emerging Market 2025 Fixed Maturity Euro I dist. EUR LU2051644560

La magnífica evolución de Mirabaud Emerging Market 2024 Fixed Maturity en dólares lanzado el pasado mes de mayo (ya cerrado a nuevas inversiones, con una TIR estimada del 8% y duración modificada de 3,14 años) y el enorme apetito que hemos detectado aún por parte de los inversores, nos han hecho abrir este fondo denominado en euros, que nos permite avanzar hacia resultados sin que la volatilidad a corto y los problemas de falta de liquidez nos desvíen del objetivo final. Se trata de un fondo que incluye una cartera de entre 40 y 60 emisores seleccionados exhaustivamente por su calidad, diversificando en más de 30 países.

Y lo hacemos ahora porque el contexto, además, nos reafirma, con un mercado en el que los tipos de interés plantean un escenario complicado y el segmento de deuda emergente denominada en euros crece rápidamente; ya que los países emergentes mejoran a un ritmo medio del 4% frente al 2% de los desarrollados. Y lo interesante es que, ahora, ese diferencial se está empezando a agrandar, algo que no habíamos visto desde 2010, lo que nos hace prever un aumento en el número de emisores y atractivos rendimientos durante los próximos años. En este entorno macro favorable, Mirabaud Emerging Market 2025 Fixed Maturity en euros sigue, fundamentalmente, un enfoque buy and hold de deuda corporativa (54%), soberana (27%) y cuasi-soberana (19%).

Hace años, cuando invertíamos en deuda emergente, debíamos tener muy presentes, sobre todo, dos variables cuantitativas: retorno y riesgo. Hoy, hemos de tener en cuenta una tercera variable, la liquidez. Por sí misma, tiene un efecto considerable sobre las dos anteriores, por lo que está determinando la forma en que gestionamos la deuda emergente. Con esta nueva estrategia de rendimiento fijo y denominada en euros podemos prácticamente eliminar el riesgo de liquidez si el inversor mantiene el compromiso durante el periodo fijado.  

Al configurar nuestras carteras de deuda emergente, en Mirabaud defendemos, como siempre hemos hecho, una toma de decisiones de convicción porque creemos que es el único modo de aprovechar las oportunidades existentes y obtener el máximo rendimiento en cada momento del ciclo de mercado, por complicado que este sea.

Tribuna de Elena Villalba, directora general de Mirabaud Asset Management para España, Portugal y Latinoamérica