Mantener la competitividad en medio de la incertidumbre de la economía mundial

  |   Por  |  0 Comentarios

career-3386334_1280
Pixabay CC0 Public Domain. Mantener la competitividad en medio de la incertidumbre de la economía mundial

Apenas unos meses después de comenzar mi carrera bancaria en 1987, el Dow Jones sufrió la mayor caída porcentual en un día de su historia. Conocido como «Lunes Negro», las pérdidas fueron el doble de las sufridas en el peor día de la crisis de Wall Street de 1929.

En aquel momento, era difícil mirar hacia adelante con gran optimismo. Sin embargo, viéndolo con retrospectiva, las oportunidades estaban en el horizonte.

La prosperidad aumentaba en el mundo desarrollado y la clase media crecía. Después de 40 años de Guerra Fría, las relaciones entre la Unión Soviética y Occidente estaban empezando a descongelarse. China estaba emergiendo como fuerza económica, y el mundo estaba al borde de la era de Internet. 

Mis primeras interacciones con clientes en aquel entonces se han quedado grabadas en mi memoria hasta el día de hoy. Me enseñaron que, si bien hay ciclos de vientos a favor y en contra de la economía, las oportunidades nunca desaparecen para aquellos con una visión clara y un enfoque sobre las necesidades de sus clientes.

En nuestra encuesta más reciente de más de 2.500 compañías en todo el mundo (julio de 2019), casi una cuarta parte de las empresas vieron más oportunidades que amenazas en los años venideros. Reconocen que tendrán que transformar completamente su negocio en los próximos dos años para aprovechar estas oportunidades, y están actuando ahora para conseguirlo. 

No es de extrañar que la tecnología esté en el centro de sus planes. Entre los que esperan aumentar su inversión global en un 5% en los próximos dos años, dos tercios consideran que la investigación, la innovación y la tecnología son su principal prioridad. Es la clave no sólo para mejorar la productividad y mantener bajos los costes, sino también para proteger a los clientes y proporcionarles el servicio que desean. En particular, las empresas asiáticas son las que más se benefician, ya que reflejan las presiones de la productividad y la oportunidad que ofrece la tecnología de perturbar las industrias establecidas. Se considera que el Internet de las cosas, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático y el 5G ofrecen las mayores oportunidades de crecimiento futuro, mientras que una de cada cinco empresas considera que la ciberseguridad es una de sus tres principales amenazas.

Sin embargo, a pesar de todas las mejoras que aporta la tecnología, los negocios más exitosos serán aquellos que mejor la combinen con las personas. Esto significa no sólo contratar a los mejores, sino también interesarse activamente en el bienestar de los empleados y mantener una fuerza laboral bien capacitada, productiva y feliz. Esto se está convirtiendo rápidamente en un campo de batalla competitivo. Nuestra investigación nos dice que más de la mitad de las empresas tiene la intención de gastar más en habilidades y formación, y el 43%  quiere gastar más en el bienestar de los empleados. A medida que el crecimiento se ralentiza y la necesidad de eficiencia aumenta, los empleados sanos y felices se convertirán en un factor cada vez más decisivo para el éxito del negocio.

La importancia de la sostenibilidad medioambiental sigue creciendo para las empresas de todas las regiones, especialmente en Asia. Existen razones prácticas para ello. El cambio climático es un peligro real y presente, con implicaciones para las cadenas de suministro, los clientes y los empleados. Pero hay fuertes razones competitivas para tomar en serio la sostenibilidad. Los clientes y proveedores quieren y necesitan reducir su propia huella ambiental, y eso se transmite a las empresas que utilizan. También los inversores tienen cada vez más en cuenta la sostenibilidad en sus estrategias de inversión, ya que intentan respaldar a las empresas con fuertes perspectivas a largo plazo. La sostenibilidad ambiental es cada vez mayor, por lo que más de cuatro de cada cinco empresas consideran importante que se las perciba como éticas o ambientalmente sostenibles, y el 45% tiene previsto aumentar la inversión en los próximos dos años.

Como banco global que conecta a clientes de todo el mundo, nuestro reto en HSBC es ayudar a nuestros clientes a superar estos desafíos y aprovechar estas oportunidades. Para ello, nos estamos centrando en estas áreas. De este modo, nos mantenemos actualizados con los canales que nuestros clientes eligen para ofrecer el servicio que ellos demandan. Esto significa invertir en nuevas tecnologías, pero también en nuestros empleados. Las personas inspiradas y comprometidas son nuestra mejor defensa y nuestra mejor imagen, por lo que nos tomamos el bienestar de los empleados muy en serio. Finalmente, estamos comprometidos en ayudar a nuestros clientes a manejar el impacto del cambio climático y la transición hacia un futuro con bajas emisiones de carbono. Fuimos una de las primeras instituciones financieras en hacer de las finanzas sostenibles una prioridad mundial, y estamos trabajando con gobiernos, reguladores y empresas para acelerar la respuesta internacional a la actual crisis climática.

Las empresas de hoy en día se enfrentan a una serie de retos diferentes a los de hace 32 años, pero la filosofía de centrarse en lo que los clientes necesitan y mantener un ojo en el largo plazo no ha cambiado en absoluto. Las empresas no pueden controlar el entorno externo ni lo que hacen sus competidores, pero pueden actuar según las tendencias que ven y equiparse a sí mismas y a sus clientes para tener éxito en el futuro. Es fundamental que sigan haciéndolo. 

Tribuna de Noel Quinn, consejero delegado interino de HSBC

Y, ahora, ¿hacia dónde?

  |   Por  |  0 Comentarios

Sergio R Unsplash winding road
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Sergio R. Foto: Sergio R

En la recta final del año 2019, mostramos una actitud sorprendentemente neutral en las diferentes clases de activos y un apetito por el riesgo mucho más reducido con respecto a principios de año (véase el gráfico 1). Ahora bien, si nos atenemos a varias medidas de los flujos y del posicionamiento del mercado observamos que no somos los únicos.

En efecto, pese a las impactantes rentabilidades que algunos mercados han cosechado desde principios de año y que han acaparado los titulares, la comunidad inversora en su conjunto presenta un posicionamiento cauto y, según muchos indicadores, se ha tornado aún más prudente en el transcurso del año. Tan solo en las dos últimas semanas, las publicaciones de beneficios empresariales que han batido las expectativas se han visto generosamente recompensadas, mientras que las publicaciones decepcionantes se han traducido en leves castigos (si es que se han producido). Los inversores recelan de pecar de optimistas o de pesimistas.

Entonces, ¿qué cabe esperar de la situación actual: un giro hacia una menor neutralidad?

Columbia Threadneedle

Cuatro factores clave

Cuatro elementos romperían el equilibrio en la balanza de la neutralidad general, dos en cada dirección. La constatación de que el deterioro de las manufacturas se está propagando al consumo y/o una decepcionante relajación monetaria por parte de los bancos centrales de todo el mundo (con respecto a las expectativas actuales) augurarían una mayor precaución. En cambio, una mitigación de las tensiones geopolíticas (sobre todo el conflicto comercial y el Brexit) y/o nuevas pruebas de que el aumento de los PMI asiáticos se está consolidando y expandiendo a otras regiones inspirarían una mayor confianza. El problema radica en que estas cuatro fuerzas se oponen activamente las unas a las otras, al empujar en direcciones diferentes.

Pongamos como ejemplo la última semana de octubre. Pese a la alentadora fortaleza del consumo como componente del PIB estadounidense (y en otras partes del mundo, como Francia y Japón), la inversión se ha contraído en los seis últimos trimestres en Estados Unidos y los indicadores adelantados dejan entrever una mayor debilidad en el horizonte.

Aunque en los países más importantes suele predominar el gasto en consumo, las recesiones en la era de la posguerra en la mayor parte de las economías desarrolladas han coincidido invariablemente con caídas (por lo general, volátiles) en la inversión y los inventarios (1). La relación estadística entre inversión y consumo no resulta especialmente fuerte, si bien el consumo ha hecho gran parte del trabajo pesado para catapultar el crecimiento en los últimos trimestres. Además, varios indicadores adelantados de la demanda laboral se han debilitado hasta situarse en la banda inferior del rango del periodo posterior a la crisis financiera mundial: en efecto, aunque este parámetro todavía se revela demasiado firme para una recesión, el deterioro resulta palpable y se halla en el nivel esperado en esta fase del ciclo (véase el gráfico 2).

Gráfico Columbia

Mientras tanto, la Reserva Federal estadounidense insinuó que estaba más cerca del final de su ciclo de relajación «preventivo» de lo que los mercados anticipan (o continúan anticipando). Hasta la fecha, como este ciclo se había diseñado para proceder a un rápido recorte de 75 puntos básicos al igual que en la década de 1990 (y una interrupción en caso de no registrarse nuevas tensiones en la guerra comercial o más datos sobre el deterioro económico), el giro de la Fed podría haber llegado a su fin, aunque no existe todavía ningún tipo de certidumbre con respecto al desenlace del conflicto comercial, como se menciona a continuación.

No obstante, en general, los riesgos parecen asimétricos: al descontarse dos nuevos recortes de los tipos de interés por parte de la Fed el próximo año y una rebaja más tanto del BoE como del BCE (y se espera que los tipos permanezcan por debajo de la tasa de inflación en los 10 próximos años), una decepción en este frente constituiría, en estos momentos, una sorpresa aún mayor. Cabe mencionar también que la próxima ronda de aranceles propuestos se centra en productos de consumo, lo que podría resultar más problemático a la hora de lograr el objetivo de inflación de la Fed que en recientes rondas, cuando prevalecían las preocupaciones sobre el crecimiento.

Brexit y comercio

La evolución de las negociaciones comerciales y el Brexit ha sido favorable en los últimos tiempos. En el caso del Brexit, la perspectiva de una salida «dura» o desordenada ha desaparecido a medio plazo con la convocatoria de elecciones generales en el Reino Unido a principios de diciembre. En el caso del comercio, se registraron avances en las negociaciones entre China y Estados Unidos sobre la llamada «Fase 1». Ahora bien, los desenlaces definitivos de ambos acontecimientos distan mucho de haberse esclarecido. En el Reino Unido, existe una probabilidad del 50% de que no se consiga mayoría absoluta en el Parlamento, lo que significa que todas las opciones del Brexit siguen todavía sobre la mesa. Entretanto, el plazo de la actual tregua en el conflicto comercial entre Estados Unidos y China también vence a principios de diciembre, y deberá adoptarse una decisión sobre los aranceles futuros. Cabe mencionar que no se han realizado avances en los asuntos más espinosos, como la propiedad intelectual, entre otros.

Entre todo este bullicio, Asia se ha recuperado sigilosa y constantemente, como ponen de manifiesto, por ejemplo, los PMI de Taiwán y China, que han marcado máximos de varios meses (véase el gráfico 3). Una notoria consecuencia de la guerra comercial en Asia ha sido la internalización de las cadenas de suministro: algunas compañías, como Huawei, han forjado cadenas de suministro para dos años, todas dentro del continente asiático; las compañías de redes 5G han seguido esta estela, con numerosos casos similares. Los semiconductores, uno de los sectores más sensibles tanto a los ciclos como al comercio, han experimentado una contundente recuperación en lo que respecta a los precios de los activos (p. ej., el índice PHLX Semiconductor Sector o «SOX») y a los volúmenes (nuevos pedidos) conforme se afianza un mini-ciclo asiático. Los últimos datos procedentes de Europa, Japón y, más recientemente, Estados Unidos confirman este mosaico de estabilidad.

Podemos afirmar en susurros que Asia se está recuperando antes que los demás y al menos un aspecto de la guerra comercial podría propiciar que la región esté menos expuesta a las veleidades del ciclo mundial.

Nuestras opiniones de asignación de activos no se han alterado, y una postura más cauta con respecto al año pasado, por ejemplo, resulta sensata en la coyuntura actual. Ahora bien, conforme las aguas se calmaban, hemos venido acumulando una mayor exposición a la renta variable asiática.

Columna de Maya Bhandari, gestora de carteras Multiactivo en Columbia Threadneedle. 

 

Anotaciones:

(1)Transitar una senda más inestable, Información sobre la asignación de activos, agosto/septiembre de 2019, Columbia Threadneedle Investments.

 

Información importante: 

Para uso exclusivo de inversores profesionales; no destinado a inversores privados.

Las rentabilidades pasadas no son indicativas de los resultados futuros. El valor de las inversiones y de los ingresos no está garantizado y puede tanto aumentar como disminuir; dicho valor puede verse afectado por las fluctuaciones de los tipos de cambio.

Esto significa que un inversor podría no recuperar el importe invertido. Su capital está sujeto a riesgos. El presente documento tiene carácter meramente informativo y no debe considerarse como una oferta o una invitación para realizar una oferta de compra o venta de cualquier título u otro instrumento financiero, ni para prestar asesoramiento o servicios de inversión. La referencia a acciones o bonos específicos no debe interpretarse como recomendación de negociación.

El análisis incluido en este documento ha sido elaborado por Columbia Threadneedle Investments para sus propias actividades de gestión de inversiones, puede haber servido de base para la toma de decisiones antes de su publicación y su disponibilidad tiene carácter accesorio. Todas las opiniones formuladas en el presente documento son válidas en la fecha de publicación, pueden sufrir cambios sin previo aviso y no deben ser consideradas como asesoramiento de inversión. La información obtenida de fuentes externas se estima fidedigna, si bien su precisión o integridad no pueden garantizarse. Este material incluye declaraciones sobre perspectivas futuras, incluidas previsiones de las condiciones financieras y económicas futuras. Ni Columbia Threadneedle Investments ni sus consejeros, directivos o empleados ofrecen garantía alguna de que dichas declaraciones sobre perspectivas futuras vayan a resultar acertadas.

Este material lo distribuye Columbia Threadneedle Investments (ME) Limited, sociedad regulada por la Autoridad de Servicios Financieros de Dubái (DFSA). Para distribuidores: Este documento ha sido concebido para ofrecer a los distribuidores información sobre los productos y servicios del Grupo y no está destinado a su posterior divulgación. Para clientes institucionales: La información contenida en este documento no constituye asesoramiento financiero alguno, y está dirigida exclusivamente a personas con el conocimiento adecuado en materia de inversión, que satisfagan los criterios normativos para ser considerados Clientes Profesionales o Contrapartes de Comercialización; ninguna otra persona deberá actuar sobre la base de esta información.  Publicado por Threadneedle Asset Management Limited («TAML»). Sociedad registrada en Inglaterra y Gales con el n.º 573204, Cannon Place, 78 Cannon Street, Londres EC4N 6AG, Reino Unido. Autorizada y regulada en el Reino Unido por la Autoridad de Conducta Financiera (FCA).

 

Integrar la sostenibilidad en las carteras nos lleva a tomar mejores decisiones

  |   Por  |  0 Comentarios

guy-2606767_1280_0
Pixabay CC0 Public Domain. Integrar la sostenibilidad en las carteras nos lleva a tomar mejores decisiones

Finalizada la Cumbre del Clima en la ONU, es impensable para la industria financiera hacer oídos sordos a la creciente demanda social, que está pidiendo una transformación definitiva del modelo económico. El crecimiento de la población mundial, que alcanzará los 10.000 millones de personas en todo el mundo en 2050, el envejecimiento demográfico y una mayor urbanización son fenómenos innegables que ponen en la cuerda floja el reparto eficiente de los recursos del planeta tal y como lo conocemos hoy.

A medida que iban aumentando los retos sostenibles en el ámbito de la inversión, pudimos observar en los últimos 30 años cómo crecía el peso de los intangibles (reputación, marca, satisfacción del cliente…) en el valor de mercado de las compañías. Este tipo de activos es difícil de capturar con los análisis financieros tradicionales. Además, los factores sociales, medioambientales, y aquellos relacionados con la marca han ido tomando relevancia en las decisiones financieras.

Integrar la sostenibilidad en las carteras nos lleva a tomar mejores decisiones

Desde UBS AM, llevamos 20 años utilizando factores de sostenibilidad en nuestro análisis, algo que nos ha permitido acumular experiencia y que hoy nos sitúa en una posición de liderazgo ante los retos del planeta desde el ámbito inversor. Pensamos que incorporar información extra-financiera al análisis tradicional nos lleva a tomar mejores decisiones financieras y, en última instancia, a alcanzar mejores resultados.

Hay varios enfoques para integrar la sostenibilidad en las carteras. En nuestro equipo de Global Sustainable Equities, por un lado, gestionamos carteras “best-in-class”, en las que seleccionamos compañías que tienen muy buen perfil de sostenibilidad y por otro lado también gestionamos fondos temáticos.

En el primer caso, el gestor del fondo construye su cartera seleccionando valores y utilizando información extra-financiera en su análisis fundamental, escogiendo de entre aquellas compañías que tienen un mejor perfil de sostenibilidad que sus competidores y un valor de mercado atractivo.  Este proceso de selección es apoyado por un equipo de 30 analistas, de los cuales 10 están especializados en ESG. Para recopilar información medioambiental, social y de gobierno corporativo nuestro modelo en propiedad ESG al igual que los datos de proveedores externos y de indicadores ESG en el mercado. UBS AM tiene una trayectoria de 20 años utilizando esta metodología.

Uno de los aspectos más importantes para incluir factores materiales al análisis cualitativo de las empresas es el contacto de primera mano con los equipos gestores de las compañías “engagement”. En UBS AM realizamos tantos encuentros como sean necesarios para llegar a conocer aspectos tan importantes como la cultura de una empresa, su reputación, etc. que, tal y como hemos señalado más arriba, impactan de lleno en el valor de mercado. Con todo ello, construimos una cartera diversificada de valores y utilizamos una herramienta de gestión de riesgos.

En el segundo enfoque de fondos temáticos, definimos un universo de inversión basado en las tres megatendencias globales: urbanización, crecimiento de la población y envejecimiento. Cada una de estas megatendencias ofrece una variedad de temáticas de inversión sostenible a largo plazo; así, por ejemplo, el envejecimiento de la población ofrece algunas temáticas como las enfermedades crónicas, planes de pensiones, obesidad, etc. De esta manera, seleccionamos las empresas de un universo de inversión en el que al menos el 20% de los beneficios de esas empresas provienen de alguna de las temáticas, aunque en realidad, la mayoría de las compañías son “pure players”. A continuación, seleccionamos las compañías con mejor perfil en términos de sostenibilidad y con un valor de mercado más atractivo, al igual que hacemos en el primero de los enfoques. De esta manera, obtenemos una cartera de unos 60 valores aproximadamente, expuestos a temáticas, que integran el fondo UBS Long Term Themes.

Nuestra experiencia, nos ha enseñado que la inversión temática puede llevar a una experiencia de inversión algo accidentada a pesar de invertir en temas de largo plazo tan inspiradores como el cambio climático, la robótica, o el agua, donde el universo de inversión es muy reducido y el valor puede llegar a ser alto. Por esta razón, construimos un enfoque multi-temático que se diversifica por región y sector, donde los clientes pueden invertir en esos temas inspiradores, en empresas innovadoras que están aportando soluciones a los desafíos a largo plazo del crecimiento de la población, el envejecimiento y la urbanización, pero siempre con la mirada puesta en la valoración.

Vivimos tiempos de cambio y estamos convencidos de que el desarrollo tecnológico y el análisis de datos, junto con una mayor sensibilidad y conciencia social sobre temas como la protección del medio ambiente, las condiciones de trabajo en la cadena de suministro, etc., harán de la sostenibilidad el núcleo de las inversiones que realizamos.

Sin una reforma fiscal a fondo el gobierno de México no tendrá recursos suficientes

  |   Por  |  0 Comentarios

Screen Shot 2019-11-19 at 6
. Arturo Herrera, titular de la SHCP

Tanto las personas como las empresas cuando van a realizar sus presupuestos, lo primero que hacen es calcular cuánto van a ser sus ventas o ingresos para determinar después como van a utilizar esos recursos.  En el caso de las empresas tienen que evaluar cómo se van a comportar sus ventas en función de las condiciones del mercado que prevalecerán el siguiente año.  Una vez que saben sus ingresos, determinan la cantidad que desean ahorrar o pedir prestado durante el año y de esa manera resulta el gasto que pueden realizar. Si en sus cálculos sobreestiman sus ingresos, a lo largo del año, cuando se den cuenta que sus ingresos no van a ser lo que esperaban, tendrán que ajustar sus gastos para lograr la meta que se hayan establecido respecto al ahorro o endeudamiento del año. Por ello es importante que la estimación de los ingresos sea lo más certera posible.

En el caso del gobierno la situación es similar.  Primero calcula sus ingresos, define su meta de ahorro y a partir de ahí los gastos que puede realizar.  Los ingresos del gobierno provienen de los impuestos y de lo que generan las empresas públicas.  Así como las condiciones del mercado es la clave para estimar los ingresos de las empresas, las perspectivas de la actividad económica son determinantes para estimar los ingresos. 

Para 2020 el gobierno está estimando que sus ingresos presupuestarios sean 21% del PIB, ligeramente por debajo del año anterior.  Su estimación depende del tamaño del PIB.  El gobierno está calculando que en 2019 el PIB va a crecer 0,8% y en 2020 va a crecer 2%, sin embargo, la realidad es que en 2019 la economía no va a crecer y en 2020 lo hará cuando mucho en 1%, por lo que el valor del PIB de 2020 va a ser inferior a lo que estima el gobierno y por lo tanto sus ingresos en pesos van a ser menores a los que está estimando.  Otro factor que afecta a los ingresos es la producción y precio de petróleo; en la parte de precios se está considerando un escenario bastante realista, 49 dólares el barril de petróleo, pero estima que se producirán 1.951 millones de barriles diarios, lo que representa un incremento de 14% respecto a 2019 lo cual no va a suceder. Por lo tanto, hay factores que indican que los ingresos están sobreestimados.

La meta del gobierno para 2020 es que sus ingresos totales superen a los gastos, excluyendo la inversión, en 0,7% del PIB, ligeramente inferior al excedente de este año que será 1% del PIB.  Pero si los ingresos medidos en pesos van a ser menores a los estimados, los gastos en pesos también tendrán que ser menores a los que se pretenden realizar para lograr la meta antes mencionada.  Por lo tanto, nuevamente el gasto del gobierno no va a ser un motor de crecimiento de la economía. En 2020 la política de austeridad en los gastos será muy similar a la de este año para poder cumplir las metas.  En el caso de 2019, se argumentó que la contracción en el gasto se debió a un proceso de aprendizaje de la administración pero que con el tiempo el gasto aumentaría.  Las estimaciones lo que indican es que aun cuando se haya superado ya la etapa de aprendizaje la restricción presupuestaria se mantendrá en 2020 y el gobierno no contará con más recursos para alcanzar sus metas. Sin una reforma fiscal a fondo no habrá recursos suficientes para financiar de manera sostenida los gastos en salud, educación y bienestar social que desea llevar a cabo la actual administración.

Columna de Francisco Padilla Catalán

Bonos subordinados financieros, una alternativa de calidad en renta fija

  |   Por  |  0 Comentarios

architecture-828596_1920
Pixabay CC0 Public Domain. Cecabank elegido mejor banco custodio de España en 2020

Desde el año 2000 hasta 2018 los valores financieros se convirtieron en el motor del mercado alcista. Las instituciones financieras ya habían dado muestras de su creatividad para adaptarse a normas contables como las cautelares, aprovechando unos niveles extremos de apalancamiento mediante la titulización y la trasferencia de riesgos, que permitían eliminar los riesgos del balance para acelerar el ritmo de rotación de activos. Esto provocó que el rendimiento del capital de los bancos aumentase considerablemente, incrementando así el precio de sus acciones con respecto a su valor contable.

El repunte de los valores financieros impulsó los mercados hasta la explosión del sistema a partir de 2007. Tras la crisis, los reguladores realizaron ajustes que restringieron el apalancamiento y la utilización del capital de las instituciones financieras. Por una parte, las financieras comenzaron a realizar ajustes en su modelo de negocio y el rendimiento del capital de los bancos cayó, viéndose obligados a reducir el peso de las actividades de mercado y a crear estructuras de restricción (los conocidos como “bancos malos”). Por otra parte, la capitalización de los bancos europeos se triplicó desde el estallido de la crisis en 2008, contribuyendo a la reducción del riesgo bancario.

A pesar de todas estas medidas, las políticas de expansión cuantitativa implementadas por los bancos centrales perjudican la búsqueda de rentabilidad de bancos y aseguradoras e incrementan la necesidad de ajustar costes, efectivo e inversión. Los bonos subordinados (Additional Tier 1) se han convertido en el mejor medio para que los bancos optimicen su coste de capital. En consecuencia, sus emisiones deben pagar el precio justo para poder acceder al mercado.

De esta forma, los bonos subordinados contienen estructuralmente valor en un mercado de crédito cuyas primas de riesgo quedan reducidas al mínimo por las políticas monetarias. Los beneficios de los bancos se mantienen bajo presión por las políticas de tipos bajos, que reducen su margen de intereses[1], y por el aplanamiento de la curva de tipos, que les impide beneficiarse de la transformación[2].

El BCE ha apuntado recientemente la posibilidad de nuevos recortes de tipos, previendo suavizar una posible restricción de la oferta de crédito bancario mediante otras medidas. Esta iniciativa, junto a una normativa cada vez más estricta que anima a los bancos europeos a acumular capital en lugar de distribuirlo, hace que el equilibrio de poder siga inclinándose a favor de los acreedores, mientras los accionistas no pueden esperar un rápido repunte de su valoración.

Especialización y madurez del sector

Las políticas monetarias flexibles podrían favorecer a los bonos subordinados y los títulos con capital casi bancario (CoCo). Estas políticas mantienen la presión sobre los beneficios del sector bancario, aunque actualmente estén debidamente capitalizadas; por tanto, los emisores de subordinados se ven obligados a remunerar de forma adecuada el riesgo para seguir accediendo al capital.

Para invertir adecuadamente en esta clase de activos, es necesario elegir un fondo gestionado por un equipo específico dentro de una estructura con un profundo conocimiento del sector financiero y de las nuevas normas. La conversión del BCE en supervisor único de la zona euro ha traído cierta armonización. Sin embargo, cada documento de emisión tiene características específicas que contribuyen a mantener primas de riesgo consecuentes en un activo que sigue siendo difícilmente accesible para el gran público.

¿Por qué elegir un fondo de bonos subordinados?

Los inversores en esta clase de activo, principalmente fondos especializados, tienen un dominio cada vez mayor de estos instrumentos, una buena noticia para la descorrelación entre los bonos subordinados financieros y las acciones del sector[3]. Este mercado tiene unos activos europeos de aproximadamente 180.000 millones de euros y un ritmo de emisiones de entre 20.000 y 30.000 millones al año. Por su tamaño, estas emisiones son mucho más liquidas que las empresariales de alto rendimiento, pero las primas se sitúan entre 200 y 300 puntos básicos por encima de ese segmento.

Considerando esto, en Tikehau contamos con un equipo específico dedicado a estas emisiones desde 2011, que se beneficia también de nuestros equipos de análisis de renta variable, crédito, situaciones especiales, capital riesgo y deuda privada, así como la experiencia de numerosos gestores y asesores senior del sector de la banca y seguros.

Los bonos subordinados son y seguirán siendo durante muchos años el mejor compromiso entre una deuda principal, cuya prima de riesgo parece demasiado baja, y las acciones, limitadas a largo plazo por el bajo rendimiento de capital que ofrecen los actores del sector en un contexto de tipos de interés bajos y de mayor competencia. Además, una exposición a ellos ofrece una diversificación eficaz en una cartera de renta fija. Estos instrumentos proporcionan a la vez una distribución interesante, una remuneración adecuada del riesgo y una liquidez superior a la del segmento de bonos empresariales de alto rendimiento en Europa.

Tribuna de Thomas Friedberger, director general y co-CIO de Tikehau Investment Management; y Thibault Douard, gestor de Tikehau Capital

 

[1] El margen de intereses es la diferencia entre el tipo concedido para la actividad crediticia y el tipo al cual se refinancia

[2] La transformación es una práctica bancaria que consiste en invertir el importe de los depósitos bancarios mediante la concesión de prés­tamos a un vencimiento mayor que el de los depósitos, para cobrar un tipo de interés superior que el de los depósitos a plazo.

[3] A medida que aumenta el conocimiento de estos instru­mentos, disminuye la correlación con las acciones, lo que elimina la carga que supone para la clase de activos sufrir cualquier corrección en el mercado de renta variable.

La economía global está tocando fondo

  |   Por  |  0 Comentarios

metro-3714290_1920
Pixabay CC0 Public Domain. la economía global está tocando fondo

Algo falta para la desaceleración de la economía global. Hace un mes concluimos que no había riesgo de una recesión a corto plazo en Estados Unidos. Los datos recientes sugieren que a nivel global hemos esquivado una recesión y que ya hemos dejado atrás una desaceleración económica. 

La economía mundial está mostrando indicativos de que está pasando por una desaceleración sin recesión. El índice JPM Global Manufacturing registró una pequeña subida por tercer mes consecutivo desde que alcanzó el mínimo el mes de julio, pero el riesgo a corto plazo de un Brexit caótico ha caído de manera sustancial y los responsables políticos de los mercados emergentes han seguido a la Reserva Federal de Estados Unidos implementando una ola de recortes de tipos de interés que aún tiene espacio para más. Significativamente, también hay señales de que Estados Unidos y China están a punto de llegar a un entendimiento comercial. 

La obsesión de la administración de Trump por imponer aranceles a las importaciones chinas ha dominado la economía mundial los últimos 18 meses. Como hemos publicado, hay nuevos informes que niegan que Estados Unidos y China estén cerca de un acuerdo para eliminar gradualmente los aranceles. Independientemente de que esta ‘fase uno’ esté o no cerca, el desarrollo podría al menos indicar que la escalada de aranceles ha terminado. 

Curar una resaca comercial 

Aun así, el comercio sigue siendo la clave para curar por completo la resaca económica global y el FMI ha dicho que un acuerdo “mejoraría nuestra previsión de referencia” del PIB global. Los aranceles sobre los productos chinos han sido fundamentales para las políticas económicas de Trump. Se ha comprometido a defender los puestos de trabajo de la competencia china. Sin embargo, mientras la cifra de desempleo sigue cerca de ser la más baja de los últimos 50 años, los puestos de trabajo del sector industrial están desapareciendo a medida que el sector se hunde más en una recesión. Este es el indicador más obvio de que los aranceles están incrementando los costes y socavando las inversiones empresariales. Factor que puede ser políticamente clave en los estados industriales como Michigan y Pennsylvania en la carrera presidencial del próximo año. 

La economía estadounidense ha crecido un 1,9% durante el tercer trimestre, frente al 3,4% del año pasado, apoyada por el gasto al consumo, que representa más de dos terceras partes de la producción del país. Esperamos que el crecimiento anual del PIB se ralentice aún más. Aunque los consumidores estadounidenses ayudarán a prevenir la recesión según nos acercamos a 2020, solo el final de los aranceles a China puede realmente invertir la desaceleración. El desempleo en Estados Unidos, la inflación y el crecimiento de los salarios se están haciendo a un lado. Mientras que la FED mantiene los tipos en suspenso e incluso deja espacio a una mayor bajada, estas métricas juntas, sin señales de que las compañías estadounidenses estén despidiendo mano de obra, sugieren que el ciclo económico continuará en lugar de estancarse.  

China madura y Alemania peligrosa

La economía china también se está ralentizando como resultado de la madurez alcanzada alejándose del sector industrial. Creemos que un crecimiento económico anual del 6% es sostenible para el año que viene (desde 6,1% en 2019), ya que una inflación subyacente estable permite al banco central y a las herramientas fiscales y monetarias apoyar una expansión estable y continuada. La gestión de la moneda china también tiene que ver con la estabilidad y la economía aún tiene la capacidad de amortiguar los conflictos comerciales y si es necesario depreciar del yuan. 

Volviendo a la zona euro, donde el crecimiento está claramente por debajo de su potencial, uno de los retos es el liderazgo a la deriva que hasta hace poco dábamos por sentado desde Alemania. La mayor región económica también necesita significativos estímulos fiscales para mejorar su infraestructura que, como hemos comentado, va en contra de la ortodoxia presupuestaria alemana. Mientras tanto, aunque la demanda interna compensa algunos de los vientos que vienen en contra, la producción de coches en Alemania ha caído en picado junto a sus exportaciones a China en los últimos tres años. El Banco Central Europeo ha reaccionado reduciendo los tipos de interés y reiniciando la compra de activos de duración indefinida, manteniendo bajos los rendimientos de los bonos y así como los tipos de depósito de forma persistente, junto con sus condiciones monetarias adaptables hasta 2020. A menos que los aranceles de Estados Unidos y China fueran suprimidos rápidamente o que la política fiscal fuera de repente mucho más expansiva, se espera que el crecimiento anual del PIB de la región descienda hasta el 0,7%-0,8% el año que viene. 

En los mercados emergentes, anticipamos las condiciones económicas para fortalecer el crecimiento el próximo año después de la ola de recortes del banco central en 2019 (desde Brasil y México a Corea del Sur e India) siguiendo baja inflación de la FED. Este entorno debería continuar en 2020, gracias a la estabilidad del dólar estadounidense y los bajos precios del petróleo que deberían hacer poco probable el aumento de los tipos de interés. Como en cualquier otro lugar, un repunte más fuerte depende en gran medida de si Estados Unidos y China pueden empezar a resolver su disputa arancelaria. 

El rompecabezas de la recesión

El entorno monetario y crediticio en Estados Unidos y Europa se mantiene relativamente sólido, con el mercado laboral en niveles saludables y apoyo económico proporcionado por el gasto al consumo. La única amenaza significativa, aunque cada vez menor, sigue siendo la incertidumbre en torno al comercio y su impacto en la inversión. En este entorno de bajo crecimiento persistente, el puzzle de una desaceleración sin recesión puede hacer que los inversores se devanan los sesos unos cuantos trimestres más. Sin embargo, según los datos disponibles, las perspectivas más bien mediocres sugieren que el fin del ciclo económico no está cerca y que lo peor de la desaceleración en relación al comercio puede incluso haber pasado. 

Tribuna de Stéphane Monier, CIO de Lombard Odier

El bajo crecimiento aconseja cautela en bancos europeos, pese a su buen comportamiento

  |   Por  |  0 Comentarios

foto tribuna bc
Pixabay CC0 Public Domain. El bajo crecimiento aconseja cautela en bancos europeos, pese a su buen comportamiento

Los bancos europeos superaron al conjunto del mercado cotizado del continente en octubre, subiendo un 1,7% el SX7P frente al 1% del EuroStoxx50. Los principales catalizadores que podrían determinar el comportamiento del sector son los siguientes.

Guerra comercial EE.UU.-China

La posible suspensión de hostilidades tras el anuncio de la eliminación de tarifas implantadas antes del verano –no confirmado al 100%- abre la posibilidad de que no se apliquen las tarifas de diciembre. Además, recientemente, EE.UU. ha insinuado que no impondrá tarifas sobre los automóviles europeos.

Brexit

Aún no sabemos cuál será la resolución del problema, si optarán por un Brexit “duro”, “blando”, o incluso por mantenerse dentro de la Unión. Las elecciones se celebrarán el 12 de diciembre, después de las gestiones de Boris Johnson para intentar que prospere una nueva fórmula de salida de la UE que modifica el protocolo de Irlanda del Norte, donde dicha fórmula busca para este territorio alinearse con las leyes europeas, pero continuando como parte del territorio aduanero británico. Dos son los escenarios más probables:

1. Un futuro gobierno conservador, que podría aprobar el acuerdo de Boris Johnson, ya sea sin un referéndum (si los conservadores logran una mayoría en Westminster) o con una nueva consulta futura (para ganar el apoyo de los liberal-demócratas).

2. Un gobierno laborista apoyado por el SNP y los liberales demócratas, que podría aplicar un Brexit muy suave y convocar un nuevo referéndum. En este caso, el escenario de “no acuerdo” parece que tiene muy pocas posibilidades de prosperar.

De todos modos, el enfoque de la futura relación entre Reino Unido y la Unión Europea se acerca a una nueva etapa, lo que continuará ejerciendo presión sobre el trasfondo macro a lo largo de 2020.

Bajo ritmo de crecimiento, pero sin recesión a la vista

Los PMIs de la Eurozona se estabilizaron en octubre y podrían incluso rebotar en el cuarto trimestre o en el primero del 2020, en línea con la M1 (dinero en circulación más los depósitos). Las flexibles condiciones de financiación (baja tasa de depósito en el -0,50%, segundo QE de 20.000 millones de euros al mes, y TLTRO III) junto a otros factores, como el descenso de la incertidumbre en el corto plazo relativa al Brexit y a la guerra comercial, podrían contribuir de alguna manera al rebote.

En cualquier caso, esperamos un crecimiento del PIB en 2020 en niveles bajos y similar al de 2019 (alrededor del 1%). La Fed parece haber terminado con sus recortes de tipos de momento, y es de esperar que el BCE mantenga los actuales niveles de tipos hasta finales de 2020.

Cifras del tercer trimestre 2019

La principal conclusión de los resultados del tercer trimestre es que las provisiones de créditos han sorprendido al alza. Mientras que es normal una desaceleración en un entorno de crecimiento del PIB ralentizado, las cifras apuntan claramente a un coste del riesgo (CoR) en 2020 superior a las previsiones y que, por lo tanto, contradicen la estimación de descensos en el beneficio por acción para 2020. Por otra parte, en un escenario de bajo crecimiento y todavía de incertidumbre, la expectativa de ingresos para 2020 no es excesivamente elevada.

Por último, las continuas restricciones de capital exigidas a los bancos están disminuyendo las expectativas de remuneración para los accionistas por parte de los grandes operadores, por lo que compañías como HSBC, SAN, Lloyds o SHB han decepcionado.

Valoraciones

Las valoraciones del SX7E se han recuperado desde niveles inferiores a 80 de agosto hasta niveles superiores a 90 en la actualidad. Aunque es probable una ampliación de la subida actual, dudamos que se den las condiciones necesarias para un rally bancario significativo en el mercado. Por lo tanto, continuamos con una aproximación táctica dominada por la cautela en nuestro posicionamiento inversor. Pensamos que el escenario de bajo crecimiento ha venido para quedarse y que en el camino vamos a ver subidas y bajadas.

¿Qué hacer?

En Fidentiis Gestión SGIIC hemos optado por un posicionamiento largo en renta variable durante octubre, y hoy continuamos con una exposición neta positiva. Vamos a seguir de cerca los próximos acontecimientos para decidir nuestra exposición más en cada momento.

Tribuna de Luis Peña Morientes, gestor del European Financial Opportunities de Fidentiis Gestión SGIIC

Invirtiendo en el cambio climático

  |   Por  |  0 Comentarios

Cambio climático
Pixabay CC0 Public Domain. Ante el cambio climático, el coste de la inacción supera con creces el de la inversión necesaria para combatirlo

Los efectos del cambio climático son imposibles de ignorar. Continuamente vemos noticias sobre las altas temperaturas récord que se recogen, o sobre fenómenos meteorológicos extremos, tales como tormentas, incendios forestales e inundaciones- que ocurren cada vez con más frecuencia, o el visible derretimiento de las capas de hielo.

A medida que la población mundial crece, la demanda de energía, las emisiones de gases de efecto invernadero y las temperaturas siguen aumentando. La magnitud del desafío del cambio climático es inmensa, lo que lleva a una urgencia de actuar sin precedentes.

La mayoría de los países aceptan que la quema de combustibles fósiles es uno de los factores que más ha contribuido al aumento de las temperaturas. En 2015, más de 180 naciones se comprometieron con los objetivos del Acuerdo de París: mantener el calentamiento global dentro de un rango de 2°C, e idealmente dentro de 1,5°C, desde la época preindustrial. Sin embargo, la evolución de este acuerdo ha sido lenta y las emisiones de gases de efecto invernadero han alcanzado un nuevo máximo en 2018.

El año pasado, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático publicó su Informe especial sobre el calentamiento global de 1,5 °C. Este documento advierte del daño ambiental, social y económico que podemos esperar si los gobiernos no toman medidas más ambiciosas para alcanzar los objetivos fijados en París.

Limitar las consecuencias del calentamiento global es uno de los retos más importantes de nuestro tiempo. El cambio climático plantea una amenaza potencial. Además, un planeta más cálido también afecta el perfil de riesgo de muchas empresas y economías en las que invertimos.

Es probable que estas compañías y economías se vean obligadas a incurrir en costes importantes durante la transición mundial hacia fuentes de energía con bajas emisiones de carbono. Además, el aumento de los daños físicos relacionados con el cambio climático y la inversión en medidas de adaptación para limitar estos daños a largo plazo, también acarrearán gastos significativos.

Por eso tanto los inversores como los gestores de fondos necesitan entender cómo estos cambios afectarán al valor de sus activos. La evaluación de los riesgos y oportunidades del cambio climático debería constituir un componente central en los análisis de inversión que se realizan, así como la integración de los factores de medio ambiente, la sociedad y la gobernanza (ESG).

Se trata de conocer en profundidad la forma en que cada empresa está expuesta a los problemas relacionados con el cambio climático, y lo que estas compañías tienen previsto hacer para hacer frente a estos retos. Todas deben estar abiertas al cambio y ser más resilentes en medio de la rápida evolución de las políticas climáticas, la percepción de la sociedad y los avances tecnológicos.  

Dicho esto, también debemos decir que hay oportunidades. La transición a una economía con bajas emisiones de carbono requerirá grandes cantidades de capital privado para construir infraestructuras de energía renovable, transporte con bajas emisiones de carbono y mejorar la eficiencia energética.

Se necesitarán inversiones inmensas en sectores y subsectores como muros de contención, tecnología de refrigeración o gestión del agua y del suelo, para adaptarse a los efectos físicos del aumento de las temperaturas. El cuánto se determinará exactamente en función del ritmo de la transición a una energía baja en carbono. Si no se progresa lo suficiente ahora, se incurrirá en mayores costes más adelante. Los inversores y los gestores desempeñarán un papel fundamental al asignar todo este capital. 

Tribuna de Eva Cairns, analista de ESG de Aberdeen Standard Investments.

Inflación y política monetaria: la incómoda realidad

  |   Por  |  0 Comentarios

Screen Shot 2019-11-14 at 10
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: bloomsberries . inflación y polític amonetaria, la incómoda realidad

En los últimos meses hemos visto cierta holgura inflacionaria en el mundo y México no ha sido la excepción. Dependiendo del país, la inflación general ha bajado entre 40 y 80% de su nivel 12 meses desde octubre del año pasado (Gráfica 1), y algunos países han aprovechado dicha baja para empezar a relajar la política monetaria. Algunos bancos centrales ya no pueden seguir reduciendo su tasa (como el Banco Central Europeo), por lo que se han embarcado en programas de estímulo monetario agresivos. ¿Cuáles son los riesgos, sobre todo del lado inflacionario, si se relaja demasiado la política monetaria?

FT

La inflación es un arma de doble filo. Una inflación controlada es deseable para el buen desempeño de la economía, pero una inflación muy baja (incluso negativa) o muy alta puede ser disruptiva y nociva para una población.

Vamos a ver, entonces, el riesgo importante que se corre al relajar la política monetaria. La inflación general se puede dividir en dos partes: La inflación subyacente y la inflación no subyacente. En esencia, la inflación subyacente es la inflación de los bienes y servicios, excluyendo comida y energía. Por otro lado, la inflación no subyacente es la inflación de la comida y la energía. ¿Por qué se hace la diferencia?

La canasta con la que se mide la inflación subyacente tiene productos que responden a las fuerzas normales del mercado. Sus precios son menos volátiles y tienden a marcar el derrotero de la inflación en el mediano plazo. Por otro lado, la canasta con la que se mide la inflación no subyacente está compuesta de productos más volátiles y que pueden ser influenciados por choques externos y/o regulaciones gubernamentales, es decir, es la inflación que provoca choques de corto plazo.

Esto es importante pues la injerencia del Banco Central de cualquier país está mucho más ligada a la inflación subyacente que a la no subyacente. Por ejemplo, una baja de tasas de la Fed podría reactivar el consumo de bienes y servicios en general, aumentando sus precios y generando inflación subyacente, pero esa misma baja tendrá muy poco efecto en el precio de la gasolina o del aguacate, que están más ligados a temas geopolíticos o climáticos.

En este sentido, uno de los grandes indicadores que los Bancos Centrales utilizan es la inflación subyacente. En la gráfica 2 vemos como se ha comportado la inflación subyacente el último año.

FT2

Es fácil observar la divergencia: mientras que la inflación general va a la baja, la inflación subyacente no ha cedido. ¿Por qué? La variable que falta en esta ecuación es la inflación no subyacente. La inflación no subyacente ha bajado considerablemente (muy de la mano con la baja del precio del petróleo), arrastrando a la inflación general. Un ejemplo es México. La última observación de la inflación no subyacente (mensual de octubre) fue de 1,01% 12 meses, y el mes anterior tocó su mínimo nivel en toda la historia (0,71% 12 meses). Lo anterior nos lleva que, en México, la inflación general se encuentre en 3%, con la inflación subyacente en 3,7% y la no subyacente en 1,01%.

La inflación subyacente ha bajado en todo el mundo porque los precios de las materias primas han bajado (Gráfica 3). Sin embargo, parece que la tendencia ha empezado a revertirse.

FT3

Entonces, la inflación general no ha bajado por las acciones de los bancos centrales, sino por choques globales. De hecho, la inflación subyacente se ha mantenido, por lo que el trabajo de los bancos centrales no ha sido muy efectivo.

Los argumentos para relajar la política monetaria han sido variopintos, desde el más obvio que es la inflación bajando (que ya argumenté que no es del todo cierto) hasta debilidad económica. En este último me gustaría ahondar un poco.

Hay dos formas de clasificar los datos económicos: datos duros o datos suaves. Los datos duros son los datos que dependen de un indicador económico, por ejemplo, el crecimiento del PIB, o la tasa de desempleo. Por otro lado, los datos suaves son los datos que tienen que ver con las expectativas de las personas, por ejemplo, el sentimiento del consumidor o los PMI / ISM.

En EE.UU. los datos que han presentado debilidad están más ligados a los datos suaves, por ejemplo, el ISM manufacturero se encuentra por debajo de 50 (en terreno de contracción) y la confianza del consumidor se contrajo durante octubre. Sin embargo, los datos duros siguen arrojando cifras sólidas: el desempleo se encuentra en mínimos de décadas y el crecimiento económico mantuvo su ritmo (1.9% el 3T19). En la gráfica 4 vemos la tendencia. Las sorpresas en indicadores que siguen a datos duros han sido positivas, mientras que los indicadores que siguen a datos suaves han sido negativas.

FT4

Entonces, la debilidad percibida en la economía ha tendido a ser más anímica que real. ¿Esta combinación de cosas, a donde nos podría llevar?

Una política monetaria acomodaticia va a imprimir una dinámica positiva a la economía, y en una economía trabajando más allá de pleno empleo (como lo es EE.UU.), esto deberá tener repercusiones inflacionarias. De hecho, ya existe cierta presión por parte de sueldos y salarios en EE.UU. Esto nos puede llevar a que la inflación subyacente aumente. Asimismo, el alivio causado por la baja en los precios de las materias primas parece que empieza a revertirse (Gráfica 3), por lo que puede empezar a haber presiones del lado de la inflación no subyacente. Es decir, es probable que veamos presiones inflacionarias en el corto o mediano plazo, y una política monetaria acomodaticia podría aumentar dichas presiones.

Entonces, ¿Qué tan justificada es una baja agresiva de tasas en estos momentos? Creo que no mucho. Los bancos centrales (México incluido) deberán ser cautelosos al momento de realizarlas, pues creo que el panorama económico no está aún para dicha relajación.

En el caso particular de México, no hay que olvidar que el único mandato de Banxico es controlar la inflación (no promover el crecimiento), por lo que sacrificar diferencial respecto a la tasa de EE.UU. en pos de dinamizar la economía aludiendo a una inflación controlada (que ya vimos que la subyacente ha resistido los embates del Banco central) podría ser contraproducente si no se hace con cautela. Podría desencadenar salidas masivas de capital, detonando una depreciación del peso, y generando inflación; y los extranjeros ya empezaron a protestar, un ejemplo es la recomendación de Morgan Stanley del 5 de noviembre referente a cerrar posiciones largas en México pues los rendimientos esperados ya no justifican los riesgos.

Banxico tiene que tomar esto en cuenta al momento de decidir y al momento de manejar las expectativas de los jugadores en el mercado. Estamos en un punto frágil del ciclo económico, y dar señales equivocadas podría traer más problemas que soluciones.

Columna de Franklin Templeton México, escrita por Luis Gonzali, CFA. Estratega de Renta Fija

¿Es el miedo a quedarse fuera lo que ha provocado las alzas recientes de los activos de riesgo?

  |   Por  |  0 Comentarios

Jean Wimmerlin School of fishes peces Unsplash
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Jean Wimmerlin. Foto: Jean Wimmerlin

En los últimos meses, los mercados financieros han pasado de una postura de rechazo a la tolerancia al riesgo hacia un rápido giro en la dirección opuesta. El “miedo a quedarse fuera” parece estar dando impulso a los activos de riesgo en estos momentos y los mercados han corrido para no quedarse fuera de la racha alcista de finales de año. Puede que, tras el pesimismo del verano, cuando el rendimiento de los bonos a 10 años del Tesoro estadounidense cayó hasta un mínimo intradía del 1,44 % en agosto, cualquier atisbo de esperanza esté magnificándose.

No se puede entender la fuerte recuperación de los activos de riesgo sin hablar de la liquidez. Los bancos centrales de los grandes países desarrollados (la Reserva Federal, el Banco Central Europeo y el Banco de Japón) están engordando de nuevo sus balances. La Reserva Federal insiste en que su reciente decisión de comprar letras del Tesoro de EE.UU. por valor de 60.000 millones de dólares al mes para aliviar las tensiones en los mercados monetarios “no es relajación cuantitativa”, pero dado que parte de esta liquidez parece estar fluyendo hacia los activos de riesgo, se podría discrepar de esta afirmación.

El otro vector es la guerra comercial entre EE.UU. y China. El optimismo es cada vez mayor en torno al éxito de las conversaciones de la fase 1, pero es muy discutible que estas desemboquen en un acuerdo comercial lo suficientemente significativo como para mejorar las perspectivas económicas de los dos países. El propio gobierno chino ha aludido a este extremo al señalar que resulta improbable que se alcance un acuerdo a largo plazo a tenor de las demandas estadounidenses.

Algunos han mencionado también los recientes datos económicos de EE.UU. como motivo para el optimismo, pero los datos mundiales siguen siendo bastante desiguales y se observa una sorprendente debilidad en algunas áreas. En octubre, China registró su crecimiento más bajo en el sector servicios en ocho meses, el sector manufacturero de Singapur lleva seis meses contrayéndose y la economía de Hong Kong se ha estancado a raíz de las protestas. Por su parte, el índice de sorpresas económicas de Citi se mantiene en territorio negativo. Así pues, los datos económicos mundiales están siendo inferiores a lo previsto en líneas generales. Estados Unidos parece encaminarse hacia una recesión inminente en los beneficios empresariales: se prevé que los beneficios del cuarto trimestre, junto con los del tercer trimestre, sean negativos.

Por último, una mirada más detenida a los mercados de bonos corporativos pone de relieve muchas señales de tensiones. La inquietud ante el riesgo de recesión ha reducido la demanda de la deuda high  yield con calificaciones más bajas que podrían sufrir una rebaja en su rating. El mercado de préstamos apalancados está de capa caída y el volumen de emisiones se ha reducido alrededor de un 40 % interanual, mientras que la deuda corporativa CCC —muy apalancada y sensible al ciclo económico— continúa dando muestras de una gran debilidad.

A pesar de todo ello, los mercados parecen estar apostando por que se trata de una desaceleración de mitad de ciclo que puede capearse con pequeños retoques de los bancos centrales. En nuestra estrategia de renta fija flexible, llevamos tiempo dudando de este análisis. Creemos que las señales apuntan al fin de este ciclo económico, no a una desaceleración de mediados de ciclo. Históricamente, los movimientos alcistas breves y acusados de los activos de riesgo han sido comunes en los últimos compases de los ciclos. Esperamos que los datos macroeconómicos sigan deteriorándose en todo el mundo, lo que debería dar lugar a nuevos recortes de los tipos de interés, una situación que favorece a la deuda pública de alta calidad.

Por lo tanto, seguimos desarrollando una estrategia barbell defensiva que conjuga deuda pública estadounidense y australiana con calificación AAA con una exposición muy selectiva y de baja duración a deuda corporativa y situaciones especiales. A pesar de nuestro enfoque conservador, seguimos encontrando nuevas oportunidades en los mercados internacionales de renta fija, desde deuda pública griega y egipcia hasta productores de vacuno y avícolas de EE. UU. y Brasil. De cara al futuro, sigo teniendo la certeza de que mi equipo posee la experiencia y la flexibilidad necesarias para pilotar la estrategia a través de las próximas etapas del ciclo crediticio, gestionando el riesgo sin dejar de buscar rentabilidades positivas.

Columna de Ariel Bezalel, responsable de estrategia del área de Renta Fija y gestor del fondo Jupiter dynamic Bond