La inversión en el clima: si no es ahora, ¿cuándo? Si no eres tú, ¿quién?

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Pixabay CC0 Public Domain. La inversión en el clima: si no es ahora, ¿cuándo? Si no eres tú, ¿quién?

A pesar de todos los desafíos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) que enfrentan las empresas hoy en día, hay uno que los une a todos: un desafío que empequeñece a todos los demás en su urgencia. La «A» de ambiental.

La «A» de la amenaza a la que todos nos enfrentamos: el fracaso de nuestra civilización de combustibles fósiles para hacer frente al cambio climático. La urgente amenaza del calentamiento global exige una revolución en nuestros sistemas energéticos. Ya llegamos tarde, pero no demasiado tarde. Como gestores de activos e inversores, todavía tenemos el poder de cambiar el mundo ayudando a transferir billones de dólares a inversiones inocuas para el clima. La historia puede juzgarnos duramente si no lo hacemos. Afortunadamente, la ayuda está a mano en forma de benchmarks alineados con el clima, y los nuevos e innovadores ETF que los utilizan.

Al prever la limitación del calentamiento global a «muy por debajo de 2ºC por encima de los niveles preindustriales» y «proseguir los esfuerzos para limitar el aumento de las temperaturas a 1,5ºC», el Acuerdo de París de 2015 comprometió a 195 países a un cambio radical y significativo de sus emisiones y políticas climáticas.

Lograr esto será un desafío, pero todos podemos ser decisivos. Cuando se trata de las emisiones de CO2, el diablo está en los detalles. ¿Cómo puede saber si su cartera va por buen camino?

Estableciendo nuevos estándares

Gracias a la labor realizada por organizaciones como el CDP (anteriormente el Carbon Disclosure Project), el Taskforce for Climate-Related Financial Disclosure (TCFD) y la Science-Based Targets (SBT), existe ahora un marco transparente para calcular, prever y divulgar datos sobre las emisiones de carbono de las empresas.

Los SBT establecen el vínculo entre las emisiones de CO2 proyectadas por las empresas individuales y un aumento medio proyectado de la temperatura. Vincular una cartera de inversiones a una cifra de temperatura específica es una medida extremadamente sencilla de comprender por los inversores grandes y pequeños.

Lamentablemente, las cifras no son una lectura agradable tal como están. Todos los principales benchmarks de la renta variable implican actualmente aumentos de temperatura de alrededor de 4°C o más, lo que podría ser desastroso.1

La regulación de los benchmarks: el eslabón perdido

La UE está en proceso de actualizar su regulación sobre los benchmarks, obligando a los creadores de los índices a revelar si los principales puntos de referencia existentes están alineados con el escenario de calentamiento del Acuerdo de París.

También está respaldando la creación Climate Transition Benchmarks (CTB) y los Paris-Aligned Benchmarks (PAB). Estos benchmarks simplificarán mucho más la creación de instrumentos de inversión que cumplan con el Acuerdo y empiecen a financiar la transición a un mundo en el que el aumento medio de la temperatura se limite a 1,5º C por encima de los niveles preindustriales.

Creemos que estas etiquetas de CTB y PAB pronto serán tan comunes como las etiquetas orgánicas para los productos alimenticios, y servirán para un propósito similar: una manera de asegurar a primera vista que algo se está haciendo correctamente o es «limpio». El efecto indirecto será el de estigmatizar los índices «sucios», prácticamente todos los principales benchmarks que todavía utilizan los inversores institucionales.

La nueva reglamentación de los benchmarks de la UE podría provocar una auténtica revolución, y conducir a un mundo en el que los flujos de capital y las valoraciones de las empresas dependan de las huellas de carbono de las empresas.

Un círculo virtuoso

La publicación de los escenarios de temperatura de los principales benchmarks afectará a casi todo el mundo. Las instituciones y las grandes marcas, los gestores de fondos y patrimonios, los bancos privados y las redes de asesoramiento, podrían asociarse a un determinado escenario de temperatura y a una posición de facto sobre el cambio climático por parte de los clientes, los potenciales e incluso los medios de comunicación. Podríamos ver una carrera hacia el fondo del termómetro.

En medio de tal escrutinio, esperaríamos que las instituciones comenzaran a migrar sus inversiones hacia los CTB o PAB. Mientras tanto, si la valoración de una empresa está dictada por su huella de carbono, esperamos que sus accionistas presionen a su equipo directivo para acelerar su transición energética.

Así, nace un círculo virtuoso, alimentado por una regulación con visión de futuro y el tribunal de la opinión pública.

La operación de la década

Los mercados de valores de hoy en día están fijando los precios de la energía y la electricidad a un coste poco realista e insostenible porque no están teniendo en cuenta el «coste real» de las emisiones de CO2. Tampoco están teniendo en cuenta los billones de dólares necesarios para transformar la combinación de energía del mundo.

Algunas estimaciones actuales sugieren que debemos mantener el 80% de las reservas conocidas de combustibles fósiles bajo tierra o arriesgarnos a calentar nuestro planeta mucho más allá de las líneas rojas trazadas por los científicos y los gobiernos2.

Sin embargo, los mercados de valores siguen fijando el precio de algunas de esas reservas en los precios de las acciones de los productores de petróleo. Este podría ser el mayor riesgo oculto en sus carteras hoy en día, y es un riesgo que no se puede cubrir.

La descarbonización de las carteras no es posible sin reducir la exposición a un posible rebote de los combustibles fósiles. Para nosotros, ese es un riesgo de la cartera que vale la pena tomar. Aceptar el reto ofrece un potencial real para los que piensan en el futuro con la vista puesta en el panorama global. Creemos que será la operación de la próxima década, y más allá.

Por supuesto, ajustar las carteras a tal nivel es un desafío que llevará años para que esta experiencia sea ampliamente compartida, años que no tenemos. Un paso adelante los gigantes de la indexación del mundo y sus nuevos índices.

Los índices y los ETFs son la autopista de la transición

Creemos que un enfoque cuantitativo, basado en reglas, es la mejor manera de emplear la enorme (y cada vez mayor) cantidad de datos climáticos disponibles actualmente. Las principales compañías de índices del mundo, S&P y MSCI, han estado construyendo su experiencia climática a través de adquisiciones corporativas, y ahora la están compartiendo en índices climáticos elegibles para las etiquetas CTB y PAB de la UE.

Por supuesto, la simple construcción de estos índices no es suficiente para ganar la guerra. Los inversores deben usarlos. Cambiar el dinero en masa a estos índices es lo que nos ayudará a cambiar la corriente.

Los inversores influyentes y los pioneros pueden jugar un papel clave aquí. Sólo se necesitarían unos pocos propietarios de activos importantes, activos y comprometidos para alimentar ciertos índices y ETFs, y así incitar a muchos otros sin el tiempo y los recursos para construir sus propias carteras respetuosas con el clima a seguirles.

Una vez en la vida

Estamos en la cúspide de un cambio de paradigma para los mercados cotizados de una escala comparable al surgimiento de la era digital. Los cambios radicales en las regulaciones de los benchmarks podrían ser el catalizador para un futuro más limpio y más verde. Esta es una oportunidad única en la vida para que los proveedores de ETFs sean campeones del cambio y pongan el poder en manos de la gente con sólo pulsar un botón.  

Todo el mundo puede desempeñar un papel en esta revolución, desde los mayores propietarios de activos del mundo hasta el inversor individual que planea su jubilación en la comodidad de su sillón. Sólo piensa: una persona que pulsa ese botón y mueve sus ahorros a fondos de acción climática es mucho más impactante que esa misma persona que deja de volar o de usar el transporte público o se convierte en vegano.3 ¿Qué pasa si millones de nosotros lo hacemos?

Nunca pienses que es demasiado tarde. Nunca creas que tu contribución es demasiado pequeña. Nunca digas nunca. Todos tenemos el poder de cambiar el mundo.

Tribuna de Pedro Coelho, responsable para Société Générale de Lyxor ETF para España, Portugal y Latinoamérica.

 

1Fuente: EU Technical Expert Group (TEG) on Sustainable Finance Interim Report on Climate Benchmarks, June 2019

2Fuente: Bill McKibben, autor y líder del grupo ambientalista 350.org, https://350.org/why-we-need-to-keep-80-percent-of-fossil-fuels-in-the-ground/

3Fuente: https://www.nordea.com/en/sustainability/sustainability-news/nordeas-illustrative-analysis-on-carbon-footprint-from-savings.html

SÓLO PARA CLIENTES PROFESIONALES. CAPITAL EN RIESGO.

Esta comunicación es para uso exclusivo de los inversores que actúan por cuenta propia y están clasificados como «Contrapartes elegibles» o «Clientes profesionales» en el sentido de la Directiva de Mercados de Instrumentos Financieros 2014/65/UE. Estos productos cumplen con la UCITS Directive (2009/65/EC). Société Générale y Lyxor International Asset Management (LIAM) recomiendan a los inversores que lean atentamente la sección «riesgos de inversión» de la documentación del producto (prospecto y KIID). El prospecto y el KIID pueden consultarse gratuitamente en www.lyxoretf.com, y previa solicitud en client-services-etf@lyxor.com.

Con excepción del Reino Unido, donde la presente comunicación es emitida en el Reino Unido por Lyxor Asset Management UK LLP, que está autorizada y regulada por la Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido con el número de registro 435658, la presente comunicación es emitida por Lyxor International Asset Management (LIAM), sociedad gestora francesa autorizada por la Autorité des marchés financiers y sometida a la reglamentación de las Directivas OICVM (2014/91/UE) y AIFM (2011/61/UE). Société Générale es una entidad de crédito (banco) francesa autorizada por la Autorité de contrôle prudentiel et de résolution (la Autoridad de Control Prudencial francesa).

Falta tiempo para evaluar los resultados de los CKDs y los CERPIs

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Foto: Pikist CC0. Foto:

El próximo mes de octubre se llega a 11 años de la primera emisión de un CKD en el mercado mexicano. RCOCB_09 emitido por Red de Carreteras del Occidente (sector infraestructura), fue el primer CKD que se colocó en la Bolsa Mexicana de Valores que le dio acceso al inversionista institucional al capital privado a través de un vehículo público.  RCOCB_09 presenta una TIR neta en pesos del 15,2% y si se consideran las entradas y salidas al tipo de cambio de cada movimiento la TIR neta en dólares es del 10,3% de acuerdo con estimaciones propias elaboradas con información pública del emisor. Estas TIR son buenas considerando que lleva 11 años la inversión y que vencerá en abril de 2038, es decir en 18 años más.

Así como tenemos esta historia de éxito para los 164 CKDs y CERPIs al 31 de agosto, tratar de evaluar el desempeño de toda una industria que vale 31.538 millones de dólares (mdd) en capital comprometido de los cuales ha sido llamado poco más de la mitad (57%) que equivalen a 18.012 mdd; el tema se vuelve más complejo ya que al ponderar a todos los CKDs y CERPIs, la TIR neta en pesos no llega a los dos dígitos ya que son diferentes los requerimientos de recursos y distribuciones y por supuesto la valuación de las inversiones que generan en lo individual los emisores y los diferentes sectores (7) a los que pertenecen.  Aunado a lo anterior se tiene la problemática que en los tres primeros años (2009 a 2012), los CKDs fueron pre fondeados al 100%.

Hasta el momento solo han vencido dos CKDS y se identifican otros seis que podrían vencer este año por lo que estos dos CKDs y seis por vencer no pueden contar la historia de los 164 que hay. No se puede descartar que algunos de estos CKDs ejerzan la posibilidad que tienen de posponer su vencimiento.

A nivel agregado, en toda la vida de los CKDs los mejores años han sido 2009, 2013, 2014, 2018 y 2019 que presentan una TIR entre el 7 y el 10% la cual se ha venido mejorando conforme pasa el tiempo.  Los años de 2009 y 2013 prácticamente ya llamaron el 100% del capital comprometido (100 y 96%), mientras que en 2014 van en el 71% y en 2018 y 2019 están entre el 30 y el 25% del capital llamado por lo que en la medida que se hagan las nuevas inversiones se modificarán las TIRs observadas.

Los sectores que mejor TIR en pesos presentan son los sectores de fondo de fondos, crédito, infraestructura y bienes raíces al 31 de agosto.

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Al revisar las 15 TIRs sectoriales más altas por año desde 2008 a la fecha se tienen TIRs que están entre 8,0% y 16,5%. El sector infraestructura es el que ha tenido cuatro años muy buenos como fue 2009, 2010, 2012 y 2015. El sector de crédito ha tenido tres años buenos (2012, 2014 y 2019), y con dos años buenos están los sectores de bienes raíces, energía y capital privado.

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Si bien las TIRs que se muestran aun no son sobresalientes en los promedios, existen 36 CKDs (al 31 de agosto) que presentan TIRs superiores al 10% que representan el 22% de los 164 CKDs. Otro dato interesante es que solo 46 CKDs han llamado el 100% del capital comprometido que significan 28% de la oferta total de CKDs y CERPIs.

Varios factores hacen ver a los CKDs con un bajo desempeño hasta el momento:

  1. Para que el inversionista institucional (aseguradoras y AFOREs, entre otros), pudieran participar en capital privado fue necesario crear un instrumento público que estuviese listado en bolsa. Esto significó incurrir en los gastos de emisión y colocación entre otros, que un fondo de capital privado a nivel global no incurre.
  2. El dinero no ha sido llamado al 100% por lo que muchas de las inversiones aún están en su fase inicial. A todos los CKDs y CERPIs las faltan 9 años en promedio donde 57 comenzarán a vencer a partir del 2030.
  3. Se tienen 29 CKDs que fueron pre fondeados (100% del capital llamado en su colocación).
  4. La oferta de CKDs promedio es de 13 por año donde se tuvo por ejemplo el caso que en 2018 se colocaron 38. Ese año la oferta fue importante ya que se permitió a los CERPIs invertir el 90% de sus recursos de forma global.

Por supuesto que hay años buenos y malos; hay sectores que requieren más tiempo para presentar resultados y también hay que reconocer que ha habido buenos y malos CKDs, pero esos solo se pueden ver conforme venzan.  Las TIRs observadas seguirán cambiando y poco a poco se verán resultados.

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Columna de Arturo Hanono

La necesidad de un propósito corporativo (y por qué este puede conducir al éxito)

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“¿Qué aspiramos a conseguir como compañía?”, podría preguntarse la dirección de una empresa en una reunión ejecutiva, a menudo de forma retórica. Hace unos 20 o 30 años, la respuesta más habitual podría muy bien haber sido aportar valor a los accionistas, pero hoy en día, es probable que dicha respuesta (y la que muchos accionistas esperarían) haya cambiado. No solo reconocemos que el propósito de una compañía puede ir más allá de la generación de beneficios, sino que debería hacerlo.

Esto es necesario en aras no solo de la sociedad, sino también de los inversores. Pero para poder prosperar a largo plazo, una empresa no solo debe tener un propósito claro: también necesita alcanzarlo.

¿Qué significa tener un propósito?

De la misma manera que ganar dinero no suele ser motivación suficiente para prosperar en nuestra carrera, es poco probable que el mero ánimo de lucro conduzca el éxito sostenible de una compañía. 

Un propósito puede adoptar muchas formas. Mientras que algunas empresas aspiran a transformar la vida de la gente en todo el mundo, otras pueden tener aspiraciones más humildes. Algunas están comprometidas a encontrar una cura para el cáncer, mientras que otras se proponen desarrollar baterías que duren más, o prestar servicios financieros a sus clientes.

Por parafrasear a Alex Edmans, de la London Business School, toda compañía debería responder la pregunta siguiente, sea cual sea su propósito: “¿Cómo contribuye nuestra existencia a hacer del mundo un lugar mejor?”.

Un propósito definido con claridad puede ser una fuerza motivadora para que el personal impulse a la compañía hacia el éxito. Su equipo directivo también debería utilizarlo como base a la hora de establecer y perseguir objetivos empresariales. Tiene sentido que los beneficios que genere este éxito se utilicen principalmente para respaldar la consecución de ese propósito.

Para que los trabajadores y la dirección compartan un sentido de misión, deben creer en él. Así, el propósito de una empresa debe estar en su ADN, consagrado como parte de su razón de ser. Un número cada vez mayor de compañías con la “certificación B Corp” llevan esto un paso más allá e incorporan en sus estatutos sus responsabilidades ante sus distintos grupos de interés.[1]

Tales aspectos gozan de un reconocimiento creciente en el mundo empresarial. En agosto de 2019, los consejeros delegados de 181 de los mayores grupos estadounidenses firmaron una nueva “Declaración sobre el propósito de la empresa [2]”. Este documento asevera que las compañías comparten un compromiso fundamental con todos sus grupos de interés —incluidos clientes, empleados, proveedores, comunidad y medio ambiente— en el marco de sus esfuerzos por crear valor a largo plazo para sus accionistas.

¿Cómo podemos distinguir entre propósito y relaciones públicas?

Está muy bien ver promesas audaces, pero al mismo tiempo es sano tomarse los enunciados de propósito corporativo con escepticismo. En el año transcurrido desde que se lanzara esta Declaración ha habido pocas acciones concretas, incluso durante un periodo en que la crisis ha brindado a estas compañías la oportunidad (y podría decirse que el deber) de mostrar un apoyo muy necesario a sus grupos de interés.

Resulta alentador que cada vez más empresas adopten objetivos no financieros para transmitir una idea de propósito social, pero estos compromisos tienen que ser más que un mero ejercicio de tachar casillas.

Por ejemplo, veremos seguramente a muchos proclamar cuánto han reducido su impacto ambiental durante 2020, pero, ¿quiénes de ellos habrán realizado este cambio de manera intencional y no obligados por las circunstancias? ¿Cuántos están comprometidos a realizar mejoras una vez cesen las restricciones del confinamiento?

Como inversores que intentan cribar las promesas audaces a fin de encontrar empresas que estén cumpliendo de verdad su propósito, necesitamos buscar indicadores de autenticidad. Los objetivos no financieros claramente definidos e integrados en la articulación de la estrategia principal de la compañía son un buen comienzo. Para evaluar lo bien que están alcanzando estos objetivos no financieros, debemos medir su progreso a largo plazo en base a parámetros relevantes.

A modo de ejemplo, supongamos que una empresa de logística global declara que su propósito es transportar mercancías de manera más sostenible. Sería razonable esperar que esta compañía demuestre lo bien que lo está haciendo a este respecto publicando indicadores de prácticas sostenibles, como el ahorro en emisiones de carbono y en árboles mediante palés reutilizables. 

Cuanto más transparente sea una empresa respecto a sus objetivos y su desempeño, más probable será que esté comprometida con su propósito. Igual de importante es lo ambiciosos y relevantes que sean los objetivos fijados desde un principio. Comparar objetivos con los de sus homólogas puede ser un modo útil de evaluar lo seria que es una compañía en cuanto al logro del cambio.

A la hora de invertir con impacto positivo, mis colegas y yo buscamos un propósito corporativo claro y auténtico, articulado por una misión y una declaración de intenciones que sea a la vez ambiciosa y alcanzable, diseñado para inspirar al capital humano de la empresa.

La clave es identificar las acciones que respaldan las palabras. ¿Están los incentivos de la dirección alineados con el cumplimiento del propósito? ¿Mencionan los directivos el propósito con claridad y regularidad? ¿Influye esto de manera genuina en la estrategia de la compañía? Existe un movimiento hacia la emisión de una “declaración de propósito” estatutaria, firmada por el consejo de administración y comunicada ampliamente a los grupos de interés. Esta es una idea que respaldamos sin reservas.

¿Muestra el propósito el camino hacia el beneficio?

Dar prioridad a los intereses de grupos de interés como los empleados y la comunidad no solo gira en torno a tener una brújula moral. Cada vez más casos demuestran que hacerlo redunda positivamente en los resultados. 

Estudios académicos han revelado que contar con un propósito puede ser determinante para el éxito a largo plazo, o como mínimo contribuir al mismo. Un estudio de Alex Edmans concluyó que las empresas con niveles elevados de satisfacción entre los empleados generaron rentabilidades de inversión de 2,3 a 3,8 puntos porcentuales superiores a las de sus homólogas cada año durante casi tres décadas[3].

En un estudio independiente[4], académicos de las escuelas de negocios de Columbia, Harvard y Wharton utilizaron las percepciones que tienen los trabajadores de sus empleadores para hacer un retrato del propósito de dichas compañías. Descubrieron que las empresas con un gran sentido de propósito —y, sobre todo, una gran claridad del mismo— registraron de forma sistemática un mejor rendimiento financiero y de inversión que aquellas que no lo tenían.

Esto se traduce asimismo en éxito comercial, ya que los consumidores se sienten atraídos por productos que reflejan sus propios valores personales. Por poner un ejemplo concreto, las “marcas de vida sostenible” del grupo de bienes de consumo Unilever (que respaldan activamente un cambio positivo para las personas y el planeta) crecieron un 69% más rápido que el resto de la compañía en 2018.[5] 

Así, los datos apuntan a que las empresas que tienen un propósito más allá de los beneficios tienden a generar rendimientos superiores en el largo plazo. De cara al futuro, no veo por qué debería cambiar esta tendencia.

A lo largo de la última década, la sociedad ha exigido cada vez más a las empresas. Se espera que las compañías participen de manera responsable en la economía global, y que lo hagan sin menoscabo del planeta y de las personas, incluidos los trabajadores y las comunidades en las que operan.

Las empresas que ignoren esto podrían acabar viendo revocada su licencia social para operar. Y los inversores que hagan caso omiso del valor del propósito corporativo no solo se arriesgan a sufrir pérdidas, sino que podrían asimismo perderse la rentabilidad a largo plazo que pueden brindarles las compañías con propósito.

Por citar a Alex Edmans de nuevo, “para llegar a la tierra de los beneficios, hay que seguir el camino del propósito”.

 

Columna de Ben Constable-Maxwell, director de inversión sostenible y de impacto en M&G Investments.

 

Anotaciones:

[1] https://bcorporation.uk/about-b-corps

[2] https://www.businessroundtable.org/business-roundtable-redefines-the-purpose-of-a-corporation-to-
promote-an-economy-that-serves-all-americans

[3] https://www.london.edu/think/how-great-companies-deliver-both-purpose-and-profit

[4] https://www.hbs.edu/faculty/Pages/item.aspx?num=54523

[5] https://www.unilever.com/news/news-and-features/Feature-article/2019/brands-with-purpose-grow-and-here-is-the-proof.html

 

 

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Las lecciones que nos llegan de China

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Pixabay CC0 Public Domain. ,,

En el noveno mes de un año loco, pensé que este sería un buen momento para recordar las lecciones que podemos aprender al observar la economía china y las relaciones entre Estados Unidos y China. Me centraré en las conclusiones de cinco temas: el enfoque de China para controlar el coronavirus; Fuerte recuperación económica de China después de la pandemia; los riesgos de que la naturaleza de esa recuperación agrave los problemas de desigualdad de China; El enfoque equivocado de Washington hacia China y el impacto potencial en la innovación en Estados Unidos; y los errores que está cometiendo Pekín al intentar desempeñar un papel más importante en el escenario mundial.

Lección 1: Tomar COVID-19 en serio salva vidas

Como he escrito muchas veces este año, mantener el coronavirus bajo control es clave para la recuperación económica de cualquier país. En China, hay razones para ser optimistas. En los EE. UU.  y en muchos otros mercados importantes, bueno, no tanto.

Al 14 de septiembre, China no había informado de un solo caso de COVID-19 transmitido localmente en 30 días. El 14 de septiembre, solo había 142 pacientes de COVID-19 en hospitales chinos, frente a 655 un mes antes y 58.016 en el pico del 17 de febrero.

Desde que comenzó la pandemia, Estados Unidos, que tiene aproximadamente el 4% de la población mundial, ha registrado el 21% de las muertes por COVID-19 en el mundo. China, hogar de aproximadamente el 18% de la población mundial, ha registrado el 0,5% de las muertes por COVID-19.

Recientemente, la imagen de la evolución de la pandemia en los EE. UU.  ha mejorado, pero parece haberse estancado a un nivel inaceptablemente alto. En los primeros 12 días de septiembre, hubo un promedio diario de 868 muertes en los EE. UU., O 3 muertes por cada 100,000 habitantes durante ese período de tiempo. (En comparación, durante el mes de agosto, el número promedio diario de muertes por COVID-19 fue de 986). Desde que comenzó la pandemia, EE. UU. ha registrado 59 muertes por cada 100.000 habitantes.

Sin duda, algunos de los métodos utilizados por el gobierno chino para combatir con éxito el COVID-19 serían difíciles de implementar en una democracia. Mi colega Julia Zhu ha escrito un excelente artículo sobre su experiencia reciente con la cuarentena cuando regresó a China para visitar a sus padres.

Taiwán y Corea del Sur se tomaron en serio el coronavirus en enero y los resultados son claros. Taiwán no ha informado de una muerte desde el 11 de mayo y una tasa de mortalidad de 0,03 por 100.000 habitantes. Corea del Sur ha reportado solo 31 muertes en los primeros 12 días de septiembre y una tasa de mortalidad general de menos de 1. Japón ha reportado 144 muertes este mes y una tasa de mortalidad general de 1.

Sé que algunos inversores se preguntan si se puede confiar en los datos del gobierno chino. Creo que hay dos razones para creer que, desde el 23 de enero, cuando el gobierno cerró la ciudad de Wuhan, donde se identificó el virus por primera vez, y que tiene una población mayor que la de la ciudad de Nueva York, el gobierno chino no ha falsificado deliberadamente sus datos.

Primero, si el número de hospitalizaciones y muertes fuera significativamente mayor que las estadísticas oficiales, estaríamos escuchando sobre ello en las redes sociales por parte de familiares y amigos de esos pacientes. En segundo lugar, las cifras informadas por China han sido consistentes con los datos de otros lugares de la región que realizaron esfuerzos igualmente agresivos para controlar el virus.

Lección 2: Tomar el COVID-19 en serio es clave para la recuperación económica

Con la pandemia en gran parte bajo control, la vida en China ha vuelto gradualmente a la normalidad desde marzo, y agosto fue el sexto mes consecutivo de una recuperación económica en forma de V.

La economía de China está cada vez más impulsada por la demanda interna, por lo que es importante que el gasto de los consumidores se haya recuperado. El año pasado fue el octavo año consecutivo en el que la parte de consumo y servicios (o terciario) del PIB de China fue la mayor parte. Aunque es probable que el gasto de los consumidores se mantenga más bajo de lo habitual hasta el próximo año, en términos relativos, es probable que China siga siendo la mejor historia de consumidores del mundo.

Los atascos y las largas colas fuera de los restaurantes populares han vuelto. Las ventas de automóviles han registrado un crecimiento interanual de dos dígitos durante cuatro meses consecutivos, y las ventas en línea de bienes aumentaron a un ritmo interanual de dos dígitos en cada uno de los últimos seis meses. Las ventas de viviendas nuevas han registrado un crecimiento interanual, en términos de volumen, durante cuatro meses consecutivos, luego de haber disminuido un 39% interanual durante los dos primeros meses del año. La producción industrial se ha recuperado por completo.

Las ventas en los servicios de alimentos y lugares para beber están comenzando a recuperarse, pero aún cayeron un 7% interanual el mes pasado, debido a los temores persistentes que tienen muchas personas de reunirse en interiores. Es probable que esta parte de la economía, así como otras empresas que requieren que los clientes se reúnan en espacios reducidos, tarden mucho en recuperarse por completo.

Es por eso que espero que la actividad económica de China regrese a alrededor del 80% de lo normal para fines de este año, y que el 20% final de la recuperación sea poco probable hasta después de un período prolongado de tiempo con muy pocos casos nuevos de coronavirus en China. pandemia bajo control, o el desarrollo y uso generalizado de una vacuna eficaz.

Lección 3: exacerbación del problema de desigualdad en China

La economía china se ha recuperado del coronavirus sin un drástico estímulo gubernamental. En la mayoría de los aspectos, esto es algo bueno. Pero, el gobierno no proporcionó una red de seguridad social adecuada para muchos de los más afectados por el impacto económico del coronavirus, que probablemente agravará el problema de desigualdad de ingresos del país.

Las empresas privadas de muy pequeña escala, representan aproximadamente el 28% del empleo no agrícola, y estas empresas representan aproximadamente las tres cuartas partes de los restaurantes, bares y empresas de servicios domésticos que más han sufrido por el COVID-19.

El gobierno no parece haber hecho lo suficiente para ayudar a estos trabajadores a sobrevivir al cierre y la continua renuencia de muchas personas a patrocinar negocios que se sienten riesgosos, a pesar de que la pandemia está en gran parte bajo control.

En el primer semestre del año, los ingresos netos por transferencias representaron el 18,8% del ingreso per cápita, apenas varió con respecto al 17,7% de hace un año, lo que refleja el esfuerzo mínimo del gobierno para reemplazar los salarios perdidos. En Estados Unidos, por el contrario, los beneficios sociales del gobierno representaron el 27,6% de los ingresos personales en el segundo trimestre de este año, un fuerte aumento desde el 16,6% del año anterior.

Otra forma de verlo es que los ingresos mensuales de los 178 millones de trabajadores migrantes de China, que son la columna vertebral de los sectores que más sufren el impacto, disminuyeron un 6,8% interanual hasta finales de junio, en comparación con un aumento de 6,9. % Hace un año.

Si bien no es una amenaza inmediata para el crecimiento económico o la estabilidad social, esta desigualdad es un desafío significativo a largo plazo.

Lección 4: el enfoque equivocado de Washington hacia China

En mi opinión, el enfoque actual del gobierno de Estados Unidos hacia China está equivocado y es casi seguro que dañará, en lugar de ayudar, a la economía estadounidense.

El enfoque está equivocado en parte porque no reconoce que, durante los últimos 40 años, el compromiso entre los dos países ha conducido al progreso. La mayoría de los chinos tienen una vida más sana y cómoda, y disfrutan de una libertad personal mucho mayor. China ha apoyado los esfuerzos de Estados Unidos para limitar la propagación de armas nucleares y resolver la disputa en la península de Corea.

Si bien China claramente no ha cumplido con todos sus compromisos con la OMC, ha hecho lo suficiente para permitir que GM venda más automóviles en China que en los EE. UU. Antes del brote de COVID-19, Nike disfrutó de 22 trimestres consecutivos de crecimiento de ingresos de dos dígitos. en China. Y China es especialmente importante para la industria estadounidense de semiconductores. Las ganancias de las ventas a China ayudan a financiar la I + D de las empresas tecnológicas estadounidenses.

Desde que China se unió a la OMC en 2001, las exportaciones estadounidenses a ese mercado aumentaron más del 500% en 2017, en comparación con un aumento del 100% para el resto del mundo. Antes de la disputa arancelaria actual, China era el mercado extranjero más grande para productos agrícolas estadounidenses, con un aumento del 1.000% desde que se unieron a la OMC.

La estructura de la economía china también ha cambiado para mejor. Cuando trabajé por primera vez en China, en 1984, no había empresas privadas; todos trabajaban para el estado. Ni siquiera se podía encontrar un restaurante de gestión privada. Hoy en día, casi el 90% del empleo urbano se encuentra en pequeñas empresas empresariales de propiedad privada.

De manera más general, debemos reconocer que no es posible desvincularse de la economía de China, que el año pasado representó el 40% del crecimiento económico mundial, mayor que la participación combinada del crecimiento mundial de Estados Unidos, la UE y Japón. Además, será muy difícil para Estados Unidos abordar problemas globales como el cambio climático, la proliferación nuclear y el tráfico de drogas sin la cooperación del gobierno chino.

Me gustaría discutir un ejemplo de cómo es probable que un enfoque diseñado para aislar o contener a China sea contraproducente para la economía estadounidense. El enfoque de la administración actual hacia la inmigración y los estudiantes extranjeros ya ha llevado a una fuerte disminución en la emisión de visas de estudiantes, y si esta tendencia continúa, es probable que resulte en menos innovación y menos creación de empleo en los EE. UU.

El Departamento de Estado de EE. UU. informa que la emisión de visas de estudiante (F-1) a solicitantes chinos disminuyó en un 29% en el año fiscal 2019 del gobierno en comparación con el año fiscal 2016. Y no solo los estudiantes chinos decidieron irse a otro lugar: durante el mismo período, las visas F-1 emitidas a estudiantes indios disminuyeron en un 30% y la emisión total de visas F-1 disminuyó en un 23%.

Un nuevo estudio publicado por la Oficina Nacional de Investigación Económica explica una de las razones por las que esta tendencia es preocupante: «los inmigrantes parecen ser muy emprendedores» y «los inmigrantes en los EE. UU. también tienen una probabilidad desproporcionada de tener STEM [ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas ] grados ”.

El estudio, escrito por profesores de las escuelas de negocios del MIT, la Universidad de Pensilvania y la Universidad de Northwestern, junto con un economista de la Oficina del Censo de EE. UU., encontró que “los inmigrantes crean empresas a tasas más altas que las personas nativas. En segundo lugar, los inmigrantes no simplemente inician pequeñas empresas. Más bien, tienden a iniciar más empresas de todos los tamaños, en comparación con las personas nacidas en Estados Unidos «.

“En general”, escriben los autores, “la inmigración en la red parece ser un generador de empleo neto en la economía de los Estados Unidos cuando se incluyen inmigrantes no autorizados. . . estos hallazgos sugieren que los inmigrantes-fundadores no solo son importantes creadores de empleo, sino que tampoco parecen crear empleos con salarios más bajos”.

Los inmigrantes también son importantes para la innovación estadounidense. “Los inmigrantes representan actualmente alrededor del 14% de la fuerza laboral de EE. UU., pero representan más cerca de una cuarta parte de las patentes de EE. UU... Las empresas con un fundador inmigrante tienen aproximadamente un 35% más de probabilidades de tener una patente que las empresas sin fundadores inmigrantes «.

Estos hallazgos son consistentes con los reportados en un estudio de 2019 de datos de la Oficina de Patentes de EE. UU. realizado por investigadores de la Universidad de Stanford: “Encontramos que, en el transcurso de sus carreras, los inmigrantes son más productivos que los nativos, según se mide por el número de patentes, citas de patentes y el valor económico de estas patentes. Los inventores inmigrantes también parecen facilitar la importación de conocimientos extranjeros a Estados Unidos, y los inventores inmigrantes dependen más de tecnologías extranjeras y colaboran más con inventores extranjeros «.

Un estudio de 2016 publicado en el Journal of Economic Perspectives encontró que «La migración global de inventores y la concentración resultante en un puñado de países han sido bien documentadas». Basándose en los registros de patentes de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, los autores concluyeron: «Estados Unidos ha recibido un enorme excedente neto de inventores del extranjero, mientras que China e India han sido los principales países de origen».

Lección 5: Beijing también está cometiendo errores importantes

China ha llegado claramente al escenario económico mundial. Como se señaló anteriormente, el año pasado China representó el 40% del crecimiento económico mundial.

Si el gobierno chino quiere un papel de liderazgo global acorde con su estatura económica, debe seguir los principios aceptados globalmente, tanto para el comercio como para la forma en que trata a sus propios ciudadanos.

Con respecto al comercio, señalé anteriormente que China ha cumplido muchos de sus compromisos con la OMC. Pero hay muchos otros compromisos no cumplidos.

Hace más de 20 años, el gobierno chino firmó el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ICCPR). Beijing aún no ha ratificado este tratado, pero al firmar el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el gobierno manifestó su aceptación de las mejores prácticas globales de gobernanza, incluida la protección de los derechos a la libertad de pensamiento, conciencia y religión; los derechos a la libertad de expresión y reunión pacífica; y protección de los derechos de las minorías étnicas, religiosas y lingüísticas. Al cumplir con estos compromisos, el gobierno chino se aseguraría un papel mucho más importante para sí mismo en la comunidad global.

 

Este artículo de Andy Rothman fue publicado en el blog Sinology de Matthews Asia

 

 

Biodiversidad en equilibrio

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En apenas seis meses, el 2020 se ha convertido en un año récord en cuanto a desastres naturales se refiere. Los devastadores incendios forestales australianos de enero, que batieron récords de calor; la plaga de langostas más dañina en 70 años en partes de África oriental; un súper ciclón en el Golfo de Bengala; y la peor sequía en siglos en Europa central.

Sin embargo, el más dañino de todos estos desastres ha sido el COVID-19, consecuencia de nuestro contacto cada vez más estrecho con ecosistemas hasta ahora remotos. La pandemia ha revelado la masiva e impredecible interconexión entre la naturaleza y las economías mundiales.

Los daños a los ecosistemas de todo el mundo y la consiguiente pérdida en la biodiversidad, han recibido menos atención que otros desafíos en materia de sostenibilidad: el cambio climático, la contaminación, la pobreza y los conflictos entre países. Sin embargo, la crisis de la biodiversidad es un riesgo directo para la humanidad. Es difícil de cuantificar dada la heterogeneidad de los ecosistemas, y es muy difícil de resolver. Sin embargo, lo que es seguro es que no hemos encontrado una forma de seguir creciendo y desarrollándonos que interactúe con el mundo natural de manera sostenible.

Los efectos de la acción humana sobre el mundo natural son profundamente perjudiciales: deforestación, degradación de la tierra, contaminación del agua, el aire y el suelo, caza y recolección, y cambio climático. A medida que nuestra población aumenta y nuestra búsqueda de crecimiento económico continúa, la amenaza se intensifica. Entre 1970 y 2014 perdimos un promedio del 60% de la población de especies vertebradas. Tres cuartas partes de la tierra han sido “severamente alteradas” por las acciones humanas, así como dos tercios del medio ambiente marino. Además, se calcula que alrededor de un millón de especies están en peligro si no hacemos nada.

Nuestra dependencia respecto a la biodiversidad para la alimentación, las materias primas, la medicina y la regulación del clima hace que esta tendencia sea extremadamente preocupante. Alrededor del 70% de los medicamentos contra el cáncer son orgánicos o derivados de productos naturales, por ejemplo: la producción de más del 75% de los tipos de cultivos alimentarios mundiales depende de la polinización animal. En términos económicos, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) estima que el coste de la inacción en el declive de los ecosistemas es de 9,87 billones de dólares estadounidenses para el período 2011-2050.

Al igual que otros muchos desafíos del desarrollo sostenible, la protección y la restauración de la biodiversidad sigue siendo extremadamente compleja, para los inversores, los legisladores y las comunidades de todo el mundo. Por lo tanto, tal vez existe el riesgo, a medida que las autoridades y las empresas se centran en hacer frente a la crisis del COVID-19, con el consiguiente aumento de las deudas, los daños en los balances y la debilidad de los beneficios, de que estas cuestiones de sostenibilidad pasen a un segundo plano.

Sin embargo, mientras tratamos de recuperarnos de la actual crisis social, económica y ambiental, tenemos la oportunidad de integrar una respuesta urgente y considerable a la crisis de la biodiversidad a nivel sistemático y mundial. En este sentido, consideramos que los inversores pueden tomar la delantera mediante tres vías clave.

En primer lugar, pueden apoyar la elaboración de una metodología sólida para medir la pérdida, conservación y mejora de la biodiversidad. Un mayor número de datos permitirá medir los riesgos para la biodiversidad y permitirá a los mercados integrarlos en la valoración.

En segundo lugar, los inversores pueden asignar activos a empresas que operan de forma sostenible desde el punto de vista ambiental y que desarrollan una tecnología positiva para la biodiversidad. Los análisis realizados indican que esas empresas han tenido un rendimiento superior en los últimos años.

Y en tercer lugar, las empresas de gestión de activos deberían incorporar la protección de la biodiversidad en el centro de su enfoque de la inversión responsable mediante la participación de los emisores, el voto por delegación y la divulgación de información.

En todo caso, la pandemia debería acelerar el enfoque en la inversión sostenible, en lugar de desviarlo. Mientras los gobiernos luchan contra el problema actual, los inversores pueden dar un paso adelante y desempeñar un papel fundamental, con posibles beneficios a largo plazo para ellos mismos, y para el planeta en su conjunto.

 

Columna de Ashim Paun, co-responsable de Global ESG Research en HSBC.

Mirabaud Sustainable Global Focus alcanza los 500 millones de dólares ante la apuesta del mercado por el quality growth y la inversión responsable

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Mirabaud Sustainable Global Focus alcanza los 500 millones de dólares ante la apuesta del mercado por el “quality growth” y la inversión responsable
Pixabay CC0 Public Domain. Mirabaud Sustainable Global Focus alcanza los 500 millones de dólares ante la apuesta del mercado por el “quality growth” y la inversión responsable

La calidad y consistencia de muchos años de trabajo del equipo de renta variable global está siendo premiada por el mercado. Nuestro fondo Mirabaud Sustainable Global Focus se ha ganado la confianza de muchos inversores, y muestra de ello es que, a comienzos de septiembre, el fondo alcanza los 500 millones de dólares bajo gestión, lo que supone un incremento de los activos por encima del 28% en nueve meses.

Una de las claves de este éxito son los 17 años de experiencia del equipo gestor detectando las temáticas y sectores que lideran el crecimiento estructural a largo plazo. Unos gestores que tienen la capacidad para detectar aquellas empresas con sólidos fundamentales y de calidad (“quality growth”), que, a su vez, son líderes en cada uno de estos sectores que marcan tendencia.

Este modelo de gestión se complementa con un proceso de inversión muy exigente que discrimina a aquellas compañías que no cumplen con los criterios ESG establecidos. Llevamos décadas defendiendo la inversión responsable y esta experiencia nos ha demostrado que las empresas con prácticas comerciales sostenibles tienen más probabilidades de ser líderes e innovadoras a largo plazo. Este enfoque ha permitido al Grupo Mirabaud alcanzar la máxima calificación (A+) en los Principios para la Inversión Responsable de las Naciones Unidas.

El 2020 está suponiendo un gran desafío para los mercados: la dispersión en los rendimientos a nivel sectorial y de compañías reclaman una apuesta por la gestión activa, enfoque multitemático y “quality growth”. Desde Mirabaud, apostamos por centrarnos en las ocho temáticas que liderarán el crecimiento global a largo plazo. Aquellas donde la demanda crece a un ritmo superior al de la oferta, registrando crecimientos por encima del PIB mundial. Nuestras temáticas comparten dos rasgos distintivos: cubren áreas que desafían los modelos de negocio tradicional; y entienden la tecnología como un facilitador.

Nuestra apuesta no se limita exclusivamente a la exposición temática, ya que invertimos en compañías que a su vez demuestran solidez y proyección. Nos referimos a compañías de referencia, con ventajas competitivas, sólidos balances y un elevado flujo de caja disponible. Empresas que mantienen el liderazgo en la tecnología del sector al que pertenecen y cuyo equipo directivo es capaz de generar resultados y aprovechar las oportunidades del mercado. En definitiva, buscamos a los líderes en su sector, porque el liderazgo marca la capacidad de una compañía de capitalizar o no su oportunidad temática.

La diversificación temática de nuestra cartera nos permite aprovechar los ciclos económicos y evitar los riesgos asociados a una sobreexposición a un factor. Así, por ejemplo, en un año marcado por la pandemia mundial, las temáticas enmarcadas dentro del concepto “Stay at Home” han sido las grandes beneficiadas por las medidas de confinamiento aplicadas de forma global. Concretamente, las temáticas de Explosión del Dato, Salud & Bienestar y Platform Companies que mantienen una posición privilegiada.

Asimismo, el peso otorgado al “quality growth” proporciona una ventaja competitiva en momentos como el actual, en el que además nos acercamos a publicación de resultados, donde podremos presenciar algunas correcciones, ya que algunos múltiplos podrían estar en niveles artificialmente altos.

Ahondando en las singularidades de Global Focus, es un fondo concentrado en 25 valores, con un active share del 96%, que en los últimos tres años ha capturado el 103% de las subidas y el 72% de los retrocesos de su índice de referencia. El fondo ha alcanzado una rentabilidad a tres años del 48,3%*, muy por encima del 25,5% que acumula su índice de referencia en este período (MSCI World).

Cuenta con el reconocimiento de la industria como “Mejor Fondo de Renta Variable Global” por el FT Adviser 100 Club 2019 (Londres) y Expansión/Allfunds en 2019 (España). Tiene el «Sello FundsPeople- Blockbuster» (España), y forma parte de la «Insight List» de la plataforma AllFundsBank. Por otro lado, la estrategia ha obtenido el reconocimiento de cinco globos Morningstar en el rating de sostenibilidad.

Nos encontramos en un ciclo económico complicado, donde la selección de sectores y compañías juagará un papel crítico. La aproximación temática a través del quality growth incorporando criterios ESG es hoy más pertinente de lo que lo ha sido nunca y confirma lo acertado de las decisiones de inversión de nuestro equipo de gestores en Global Focus. La confianza de nuestros inversores en este enfoque nos anima a continuar en esta misma senda.

Tribuna de Elena Villalba, directora general de Mirabaud Asset Management para la Península Ibérica y Latinoamérica

*Las rentabilidades pasadas no son indicativo o garantía de rentabilidades futuras. Rentabilidades Históricas – Mirabaud Equities Global Focus 2017 +27,67%, 2018 +3,39%, 2019 +28,58%

El nuevo boom de la Cartera Permanente, la estrategia segura y rentable en cualquier entorno de mercado

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Pixabay CC0 Public Domain. flor

La Cartera Permanente es una teoría de construcción de carteras diseñada en los años ochenta por el escritor, político y analista de mercados Harry Browne (Nueva York, 1933-2006). Browne ideó la cartera permanente argumentando que sería una cartera segura y rentable en cualquier clima económico.

Tal y como predijo, la Cartera Permanente obtuvo durante los siguientes cuarenta años resultados ciertamente impresionantes. Así, una Cartera Permanente europea en euros hubiera obtenido desde 1999 una rentabilidad de un 6,4% anualizada, sufriendo pérdidas leves durante sólo cuatro de los últimos veinte años. Una Cartera Permanente americana en dólares hubiera obtenido desde 1972 una rentabilidad de un 8,5% anualizada, sufriendo de nuevo pérdidas leves durante sólo seis de los últimos treinta y siete años.

El propio Harry Browne estimaba que la rentabilidad esperada de la estrategia rondaba el 4%-5% anual por encima de la inflación.

La Cartera Permanente es además una estrategia que brilla especialmente en épocas de crisis: ha mantenido a flote a quienes confiaron en ella durante el estallido de la burbuja punto com de los años 2000, en la crisis financiera global de 2008, en la de deuda soberana de 2015, y durante el último trimestre de 2018, que culminó el peor año en los mercados desde 2008.

En pleno 2020, aún sin conocer el desenlace de la crisis producida por el COVID-19, la Cartera Permanente en su versión europea navega desde enero sin sufrir demasiados sobresaltos, acumulando una rentabilidad de un 3,9% en lo que va de año.

¿Cómo invierte la Cartera Permanente?

La Cartera Permanente supone un sistema de inversión tremendamente sencillo que se basa en repartir las inversiones entre cuatro grandes categorías a partes iguales: acciones, oro, bonos y efectivo.

Esta inusual combinación de activos tiene una característica que la hace única, pues son los activos que mejor se comportan durante cada uno de los cuatro climas económicos posibles: prosperidad, recesión, inflación y deflación.

Las acciones se revalorizan durante periodos de crecimiento económico, sufren cuando hay inflación, durante recesiones y deflación, pero a largo plazo serán el mayor generador de rentabilidad de la cartera.

Los bonos de máxima calidad crediticia se ven favorecidos del crecimiento económico, pero su mayor aporte vendrá en periodos deflacionarios (especialmente si estos coinciden con recesiones) con las caídas de tipos de interés. Sufrirán mientras haya inflación.

El oro reacciona ante las subidas de tipos de interés reales, y su precio se dispara cuando también lo hace la inflación. Puede protegernos en recesiones, aunque tenderá a obtener malos resultados durante periodos de prosperidad o deflación.

El efectivo actúa de amortiguador y sirve como pólvora seca. Es de máxima utilidad cuando el dinero escasea durante recesiones, y ofrecerá algo de rentabilidad cuando los tipos de interés suben. Por otro lado, se revalorizará en términos reales con deflación, será neutral cuando haya fuerte crecimiento económico, y se devaluará con inflación.

Al invertir con una Cartera Permanente te aseguras de que pase lo que pase al menos uno de los activos de tu cartera se va a ver estructuralmente favorecido. La naturaleza cíclica de los mercados permite que con cada cambio de escenario económico los beneficios que obtienes con unos activos compensen las eventuales pérdidas que sufren los demás, permitiéndote componer tu capital gradualmente con el paso del tiempo.

La Cartera Permanente nos ofrece seguridad (protección frente a cualquier escenario económico -recesión, inflación, depresión-, por adverso que este sea); rentabilidad (crecimiento en tiempos de prosperidad, pero también frente a las adversidades); estabilidad (pérdidas moderadas incluso durante las peores crisis del último medio siglo con rentabilidades estables a medio plazo) y simplicidad (una estrategia todo en uno simple pero sofisticada con reducidos costes y sin grandes artificios).

O, lo que es lo mismo, la Cartera Permanente nos permite a su vez participar y proteger.

¿Cartera Permanente con fondos de inversión?

Hasta hace bien poco el inversor español que quisiera obtener exposición a la estrategia se veía obligado a construir él mismo su propia cartera permanente combinando fondos, ETFs, ETCs, oro físico, bonos y depósitos.

Aunque esta implementación casera es perfectamente factible, incluso recomendable, requiere necesariamente de un tiempo de estudio y planificación por parte del inversor, así como algo de esfuerzo por su parte. Dadas las particularidades de algunos de los vehículos necesarios para implementar correctamente la estrategia, esta puede llevar asociadas algunas complicaciones y desventajas fiscales que terminan echando para atrás a algunos inversores.

Muy recientemente han aparecido en el mercado español fondos de inversión con costes muy reducidos que replican, cada uno con sus matices, esta estrategia.

Los fondos de inversión ofrecen una solución de inversión más sencilla y directa para inversores que prefieran no encargarse de hacer el seguimiento o gestión de la cartera permitiendo además aprovechar todas las ventajas propias de estos vehículos.

River implementa esta estrategia, a través del fondo Kronos para ofrecer una Cartera Permanente para inversores europeos con un sesgo global.

Inversión ante la incertidumbre

Vivimos en un mundo incierto en el que los buenos tiempos de crecimiento y prosperidad pueden verse en cualquier momento interrumpidos por devastadoras crisis económicas. Los mercados financieros pasan en un abrir y cerrar de ojos de la euforia al pánico, del optimismo al pesimismo. Cada nuevo e inexplicable cambio de ritmo hace que intentar anticiparnos a estos movimientos nos lleve más pronto que tarde a tomar decisiones ruinosas.

Ante esta incertidumbre la Cartera Permanente no supone una solución de inversión mágica ni perfecta, pero nos permite invertir con seguridad y confianza a través de los principales regímenes económicos, pase lo que pase.

 

Tribuna de Rafael Ortega, gestor de River Patrimonio y Kronos

Deuda emergente y compañías de seguros (Parte I)

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Pixabay CC0 Public Domain. Deuda emergente y compañías de seguros (Parte I)

El rápido progreso económico ha desdibujado las fronteras entre las economías emergentes y las desarrolladas. Es cierto que los mercados de deuda emergente han evolucionado en los últimos 40 años y que las calificaciones crediticias y las tasas de impago han progresado considerablemente. Sin embargo, los inversores europeos del sector asegurador siguen teniendo una exposición limitada a la deuda soberana o corporativa de los emisores de mercados emergentes.

Si bien algunos consideran que Solvencia II es el enemigo de la deuda emergente, la normativa es, en última instancia, sencilla en el tratamiento de todos los activos de renta fija (independientemente de su procedencia). Según Solvencia II, un bono emergente no consumirá más capital que una emisión nacional con una calificación equivalente, si se cubre en moneda local.

Las asignaciones estimadas a mercados emergentes todavía se mantienen en un modesto 5%, a pesar de que los activos europeos bajo gestión del sector seguros superan los 5 billones de euros. La cifra indica un aumento marginal desde las cifras anteriores a la implementación de Solvencia II, a principios de 2016. Las perspectivas de rendimiento del crédito europeo son negativas y los inversores están empezando a concentrarse de forma masiva en activos de crédito privado. Estas condiciones pueden arrojar luz sobre los beneficios que puede generar la asignación a deuda emergente.

Mercados emergentes: vuelta a los orígenes

Cuando más de 12 billones de dólares del mercado global de bonos ofrece rendimientos negativos, es fácil entender el atractivo de la deuda emergente. El mayor riesgo que asumen los inversores en estos mercados es el de impago. Sin embargo, no es el único. El riesgo relacionado con el precio de las materias primas es un factor común en muchas naciones en desarrollo. Los inversores también están expuestos a riesgos normativos, desde cambios fiscales hasta controles de capital.

La emisión de deuda emergente en euros es insignificante, por lo que los inversores en bonos emitidos en moneda extranjera deben considerar el riesgo divisa como un factor más al realizar el cálculo del requisito del capital de solvencia. La inversión en bonos emitidos en moneda local, pero con cobertura de divisa, también pueden ser un reto. Por lo tanto, limitamos el universo de oportunidades a la deuda denominada en dólares estadounidenses (o en moneda fuerte).

Los costes de cubrir la deuda denominada en dólares para las aseguradoras de la zona euro han mejorado en los últimos años. Sin embargo, se requiere una compensación para obtener un rendimiento del capital comparable al de un bono equivalente denominado en divisa local. Esto puede darse en forma de rendimiento o de diversificación.

Afortunadamente para las aseguradoras europeas, los bonos emergentes ofrecen rendimientos atractivos. Los rendimientos esperados son mayores que los de los bonos de mercados desarrollados, incluso para las emisiones con la misma calificación crediticia. Además, ofrecen beneficios de diversificación a los inversores globales, exponiéndolos a diferentes riesgos políticos, económicos y de mercado. Este mercado también está creciendo, y en la última década las emisiones de crédito han superado con creces a las de deuda soberana.

¿Deuda soberana o corporativa?

Actualmente, la deuda emergente representa más del 25% del total de la deuda mundial, según los datos del Banco de Pagos Internacionales, con lo que los inversores son cada vez más conscientes de las diferencias dentro de la clase de activos.

La deuda soberana emergente denominada en moneda fuerte (sobre todo dólar estadounidense) suele ser el primer recurso de los inversores. Esto puede atribuirse a la larga trayectoria de emisiones en este segmento del mercado. Aunque la clase de activo de emisiones en divisa fuerte era más grande que el universo de emisiones en divisa local en el año 2000, ahora es el segmento más pequeño de la deuda emergente.

La última década ha visto un resurgimiento de bonos de emisores que anteriormente se han beneficiado de la ayuda del Banco Mundial o del Fondo Monetario Internacional. Muchos de ellos están empezando ahora a emitir sus primeros bonos internacionales. De hecho, el tamaño del universo invertible en deuda emergente se ha más que duplicado en este periodo.

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Los bonos corporativos emitidos en moneda fuerte suponen una amplia clase de activo y un punto de entrada natural para las aseguradoras europeas. Con un volumen aproximado de 2 billones de dólares, es una clase de activo más grande que el high yield de EE.UU. (1,5 billones de dólares), y casi duplica el tamaño de la deuda emergente soberana emitida en moneda extranjera.

De hecho, desde 2003, la emisión de deuda corporativa de países emergentes ha superado a la de la deuda soberana de esos mercados cada año. El mercado de bonos corporativos emergentes ofrece importantes oportunidades para la selección de valores. Sin embargo, existe un vacío de información en este mercado. Las empresas capadas por su calificación soberana y las calificaciones obsoletas en pequeñas emisiones pueden no coincidir con la mejora de sus fundamentales.

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Contrariamente a la creencia popular, el mercado corporativo emergente ofrece el mayor nivel de diversificación de los principales índices de bonos de mercados emergentes (659 emisores en 52 países diferentes de varias regiones). La diversidad entre los emisores ha aumentado en la última década, de tal forma que los bonos corporativos emergentes acogen ahora al conjunto más diverso de emisores dentro del universo de deuda emergente.

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Tribuna de Matthew Smith, Investment Director del equipo Global Insurance de Aberdeen Standard Investments

En la segunda parte del artículo, se abordará la calidad crediticia de la deuda emergente y su relación con los criterios ESG.

FIBA aclara las características del Reg. S para fideicomisos estadounidenses asesorados por no residentes

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En los últimos meses, los fondos extraterritoriales (Reg. S) vendidos por agentes de bolsa estadounidenses se han visto sujetos a argumentos de no elegibilidad de venta por parte de varias casas de bolsa.

Esas casas de bolsa han sostenido que solo cuando un gestor de inversiones no residente es un fideicomisario, un fideicomiso estadounidense puede comprar fondos offshore Reg. S, incluso si el fideicomisario estadounidense no forma parte de la decisión de inversión, el fideicomitente es extranjero y los beneficiarios son todos extranjeros.

Esto ha causado una confusión significativa dentro de la industria, ya que los fondos extraterritoriales, las compañías fiduciarias y los agentes de bolsa de EE.UU., y los propios clientes han estado sujetos a diversas interpretaciones del lenguaje Reg. S relevante, es decir, que para un fideicomiso dirigido por un fiduciario no ser un «U.S. person” y, por lo tanto, elegible para un comercio Reg. S, la discreción de inversión debía confiarse a un fideicomisario “sole or co-” extranjero.

La dificultad práctica es que el fiduciario no está definido ni en Reg. S ni en las leyes de valores de EE.UU. entonces, la pregunta para la industria fue: «¿Cómo se puede satisfacer este requisito si la definición crítica de fideicomisario es incierta?» En respuesta, la FIBA buscó aclaraciones para la industria.

A principios de la primavera boreal, FIBA ​​presentó a la SEC una carta breve y una encuesta de 50 estados para pedir una aclaración de una lectura restrictiva del requisito de puerto seguro de Reg. S en la sección 902 (k) (2) (iii) que un gestor de inversiones no estadounidense debe ser literalmente nombrado fideicomisario para poder comprar valores Reg. S para un fideicomitente extranjero/ fideicomiso de beneficiario extranjero.

FIBA planteó que si el fideicomiso tenía que nombrar al administrador de inversiones un fideicomisario extranjero literal para cumplir con la exclusión, o si un gestor de inversiones no residente que actúa con discreción en las inversiones, cuando se ve en el contexto de la ley estatal de fideicomisario, es suficiente.

En varias conversaciones con FIBA, la SEC indicó que si un gestor de inversiones no residente podría ser considerado un «fideicomisario con discreción de inversión» para propósitos de Reg. S es una investigación de la ley estatal. A fines de agosto, FIBA ​​y la SEC encontraron un terreno común en dos caminos analíticos clave que deberían permitir a la industria respaldar sus operaciones Reg. S en circunstancias apropiadas.

Los puntos clave para llevar son:

  1. Nombrar a un fideicomisario no residente literal no es un requisito ni la presencia de un fideicomisario de EE. UU. Un descalificador per se de un «outside the U.S.» prueba de hechos y circunstancias bajo Reg. S sección 901
  2. La determinación de si se satisface la prueba de «fideicomisario con discreción de inversión exclusiva o compartida» no residente, es una investigación de la ley estatal en cuanto al estado de fideicomisario.

La salida esperada será que los abogados locales opinen sobre si los gestores de inversiones no residentes designados bajo los estatutos estatales de fideicomisos satisfacen la prueba de «fideicomisario con discreción de inversión» según la ley estatal.

Debido a que los fideicomisos son creaciones de la ley estatal, al observar la ley estatal para determinar quién es un fideicomisario con discreción de inversión única o compartida y, por lo tanto, si se cumple el requisito de fideicomisario de la sección 902 (k) (2) (iii), FIBA ​​cree que el equilibrio adecuado de las leyes federales y estatales.

Como es habitual, la conversación con la SEC no es vinculante e informal, sino que es únicamente instructiva y educativa. Sin embargo FIBA ​​cree que será de gran utilidad para quienes enfrentan estos problemas.

 

Las grandes empresas mexicanas prefieren invertir offshore

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La inversión es un elemento fundamental para el crecimiento económico, porque significa la ampliación de la capacidad productiva del país. Desafortunadamente en México la inversión ha registrado una tendencia descendente desde mediados de 2018, o sea desde el momento de las elecciones presidenciales de ese año.  

Durante los primeros dos meses de 2020, antes de que iniciara la pandemia, la inversión fija bruta se ubicaba 10% por debajo del nivel que existía al inicio del actual gobierno y 14% por debajo del registrado a mediados de 2018.  El nivel de la inversión fija bruta a principios de este año equivale al que existía a mediados de 2011, o sea hace casi 10 años.  Este deterioro es el resultado de decisiones de gobierno que desincentivan la inversión, como son la cancelación de proyectos que ya estaban en marcha, (entre los ejemplos están el NAIM y la empresa cervecera en Mexicali), y la incertidumbre jurídica sobre las reglas y contratos establecidos, las modificaciones en el sector energético son un claro ejemplo de dichas incertidumbres; se suspendieron las licitaciones en campos petroleros y se dio marcha atrás a la participación de particulares en la generación de energía eléctrica, particularmente en energías limpias, no obstante estar permitido en las leyes. 

Las reducciones en la tasa de interés y declaraciones tanto del gobierno y el sector privado relacionado a fomentar la inversión, no han sido suficientes para compensar las medidas que desincentivan la inversión.

La inversión extranjera directa también se ha visto afectada.  Durante 2019 los flujos de inversión de extranjeros hacia México aumentaron 0,9%, y los de nuevos proyectos 16,3%, seguramente resultado de proyectos que ya se encontraban en marcha. En el primer semestre de 2020 la inversión directa de extranjeros en México disminuyó 13,6% y en el caso de proyectos nuevos la reducción fue más acentuada, se contrajo 39,4%.  Esto no es consecuencia de la pandemia, porque durante el mismo periodo la inversión directa de mexicanos en el exterior aumentó 57,5% y la de nuevos proyectos creció 13,9%.

Este comportamiento lo que nos demuestra es que las grandes empresas mexicanas cuentan con recursos para invertir, pero lo prefieren realizar en proyectos fuera del país, ya sea porque ven mejores perspectivas en otros mercados o confían más en el marco legal y el cumplimiento del estado de derecho de otros países.

Podrá continuar reduciéndose la tasa de interés lo cual, si bien ayuda a las empresas y personas que tienen deudas, no tendrá un efecto importante en el fomento a la inversión.  Tampoco podemos confiarnos que la entrada en vigor del TMEC va a generar por si sólo flujos de inversión extranjera de manera automática. Se necesita un ambiente de certidumbre y cumplimiento del estado de derecho para que la inversión realmente aumente.  Mientras continúe la misma política del gobierno de desconocer contratos previamente realizados, cambie las reglas operativas de sectores que pueden atraer recursos privados, tanto nacionales como extranjeros, como el energético, no se romperá la tendencia decreciente de la inversión.  

Después del confinamiento se registrarán incrementos en la inversión, pero mientras no supere los niveles existentes a los del año pasado, la recuperación de la economía será raquítica y tardará tiempo en regresar al nivel de producción previo a la pandemia.

Columna de Francisco Padilla Catalán