Pixabay CC0 Public Domain. Las AFPs peruanas han recibido un elevado número de solicitudes de retiro parcial de fondos de pensiones
El gobierno peruano ha sido el primer gobierno de la región en autorizar el retiro de parte de los saldos acumulados en los fondos de pensiones para poder hacer frente a la crisis económica provocada por el COVID-19. Perú es uno de los países de la región más afectados por la pandemia y los últimos datos publicados muestran una caída de la actividad economía por encima del 40%.
En concreto, durante el mes de abril, el gobierno autorizó el retiro de 2.000 soles (575 dólares) de los fondos de pensiones, ampliados en varias ocasiones hasta llegar el 25% de los fondos acumulados hasta un máximo de 12.900 soles (3.700 dólares).
Según el último boletín diario publicado por la asociación peruana de AFPs, a 12 de junio se habían registrado 2.777.591 solicitudes de retiro de 2.000 soles desde el 6 de abril y 3.261.641 solicitudes de retiro del 25% desde el 18 de mayo. Las solicitudes no son excluyentes, aunque el límite máximo es el 25% fondo o 12.900 soles. El plazo para la solicitudes termina el 18 de junio ( 2.000 soles) y el 18 de julio ( 25% del saldo).
Afiliados activos ascienden a 7,5 millones de personas
Estos datos son de una considerable magnitud si se tiene en cuenta que el número de afiliados activos, conforme a los últimos datos disponibles (7 de junio 2020) de la superintendencia de banca, seguros y AFPs de Perú, asciende a 7.558.197 personas. En términos de volumen de retiro, de momento, no hay cifras oficiales, pero fuentes de la industria estimaban que podía alcanzar 8.000 millones de dólares.
A 5 de junio de 2020, la cartera administrada por los fondos de pensiones peruanos ascendía a 160.462 millones de soles ( 46.045 millones de dólares) . El 56,1% de este portafolio corresponde a inversiones en el mercado local y 46,1% a inversiones en el exterior. A nivel local, la cartera se invierte principalmente en bonos del gobierno (21,5%), acciones (11,1%) y bonos corporativos no financieras (7,2%), mientras que las inversiones en el exterior se concentran en fondos mutuos cuya participación en el total de la cartera fue de 34,4%.
En Perú, existen cuatro administradoras de fondos de pensiones de capital privado siendo Prima la que mayor cuota de mercado concentra en número de afiliados (31,6%) , seguida de Integra (31%), Profutro (23,7%) y Habitat (13,7%), según datos de la superintendencia.
Chile y Colombia evalúan la implementación de medidas similares
Los gobiernos de Chile y Colombia se encuentran debatiendo implementar normas similares en sus países con el fin de aliviar la situación económica del gran número de afectados por la pandemia.
En Chile, se han presentado dos proyectos de ley, a finales de abril e inicio del mes de junio, para permitir el retiro del ahorro acumulado en las cuentas individuales de los fondos de pensiones. Los dos son proyectos de reforma constitucional, la única vía para que puedan ser considerados a trámite, ya que en Chile los temas que afectan a la seguridad social son potestad del presidente de la República. Una vez las cámaras pertinentes elaboren sus informes, se debe decidir sobra la idea de legislar, es decir, si sigue adelante el proceso legislativo.
Por otro lado, en Colombia el 12 de junio, el ministro de Hacienda colombiano declaró en una comisión del Congreso de la República que la opción de permitir el retiro de hasta el 10% del importe en fondos de pensiones estaba siendo evaluada, aunque no hay decisión firme al respecto.
Foto cedidaRafael Hurtado, director de Inversiones y Estrategia de Allianz España. . Allianz España ficha a Rafael Hurtado como director de Inversiones y Estrategia
La aseguradora Allianz España continúa dando forma a su unidad de gestión de activos con el fichaje de Rafael Hurtado para el cargo de director de Inversiones y Estrategia de Asset Management.
Rafael Hurtado se incorpora desde Allianz Popular Asset Management (APAM), donde hasta la fecha ha ocupado el puesto de director de Inversiones.
Este fichaje refuerza la apuesta de la compañía por el negocio de la gestión de activos. En este sentido, Allianz comenzó 2020 reforzando su producto unit linked Allianz FondoVida Plus,con la incorporación de nuevos fondos de inversión en su oferta para los clientes. En concreto, se trata de seis fondos de Allianz Global Investors y de cinco fondos de inversión impulsados por Allianz Seguros y gestionados a través de Inversis Gestión.
Además, en septiembre de 2019, la firma de seguros, filial del Grupo Allianz en España, recibió la autorización para operar como entidad gestora de planes de pensiones, entrando así en el mercado de pensiones. “Queremos ofrecer los mejores productos de protección, de inversión y de planificación financiera a nuestros clientes. Con la entrada en el negocio de pensiones, ampliaremos nuestra oferta de planificación financiera de cara a la jubilación Nuestro objetivo es ser capaces de dar respuesta a cualquier necesidad que pueda surgir a lo largo del ciclo de vida del cliente”, explicaba en aquel momento Miguel Pérez Jaime, director general de Vida, Salud, Bancaseguros y Seguros de Inversión.
La deuda de mercados emergentes en moneda local tuvo un fuerte rendimiento positivo en 2019. A pesar de los temores de una ralentización global a mediados del año pasado, los inversores en esta clase de activos disfrutaron de un rendimiento del 13,5%[1] en dólares sin cobertura de divisa. Sin embargo, el impacto de Covid-19 ha afectado negativamente a la clase de activo este año. La aversión al riesgo y la incertidumbre dominaron los mercados a medida que los inversores y los hacedores de política tuvieron que computar las consecuencias del virus a corto y largo plazo. Los mercados emergentes se han visto atrapados en esa dislocación, lo que ha llevado a algunos a cuestionar el valor que ofrece este segmento de la renta fija. A medida que el polvo se asienta y el panorama se aclara, encontramos una clase de activo con valoraciones cercanas a mínimos históricos.
La deuda de mercados emergentes en moneda local exhibió un rendimiento negativo en el primer trimestre de 2020. La caída de 15,2% fue la mayor caída trimestral del índice JP Morgan GBI-EM Global Diversified desde su creación en 2003 (en dólares sin cobertura de divisa). Es importante separar las fuentes de retorno cuando se examina la deuda soberana en moneda local y diferenciar entre el rendimiento de los bonos y el de las divisas. Históricamente, el retorno de los bonos y de las monedas no ha estado altamente correlacionado, con una correlación de 0,55. El componente de la divisa es también más volátil que el componente subyacente de los bonos. En esta ocasión como en anteriores episodios de tensión, las monedas de emergentes fueron las mas afectadas por la corrección mientras que los bonos fueron algo mas defensivos.
Mientras que algunos países estaban más expuestos a temas idiosincráticos, el componente de bonos del índice JPM GBI-EM Global Diversified disminuyó un 1,4% en el primer trimestre de 2020 (en dólares con cobertura de divisa). Se trata de un resultado particularmente sólido, dada la magnitud de los trastornos económicos causados por la crisis. También contrasta con el descenso de 13,5% del componente de bonos del índice global de alto rendimiento (high yield)[2] y la caída de 4,2% del índice global de bonos corporativos con grado de inversión[3] (ambos en dólares con cobertura de divisa).
Por el contrario, las monedas de los mercados emergentes se vieron afectadas negativamente por la «crisis del virus» en el primer trimestre, agravada en algunos casos por la fuerte caída de los precios del petróleo y otras materias primas. En conjunto, el componente divisa del índice de emergentes en divisa local disminuyó un 14,3%[4] frente al dólar en el primer trimestre.
Para evaluar el atractivo de la clase de activo hoy en día, podemos observar el rendimiento real y las valoraciones del tipo de cambio real que se ofrecen en términos absolutos y relativos a la historia. La combinación de ambos proporciona una evaluación del potencial actual de la clase de activo.
Para Colchester la principal medida de valoración de los bonos es el rendimiento real esperado, utilizando una estimación propia de la tasa de inflación que se descuenta de la tasa nominal del país. Complementamos esto con una evaluación de la solidez financiera del país. El virus indujo un shock adverso de la demanda y la oferta y una gran disminución del precio del petróleo (que cayó dos tercios en el primer trimestre de 2020) y de otras materias primas, lo que nos llevó a revisar a la baja nuestras estimaciones de inflación dentro del universo de mercados emergentes. La gran caída del tipo de cambio en algunos países templó esa revisión, pero el “pass through” a la inflación doméstica de la depreciación del tipo de cambio ha disminuido notablemente en el último decenio.
La consiguiente reducción de nuestras estimaciones de inflación y el aumento de los rendimientos nominales en algunos mercados han resultado en un aumento del atractivo general de los bonos de mercados emergentes sobre la base de su rendimiento real esperado que ahora se sitúa en torno al promedio del periodo anterior a la Gran Crisis Financiera.
La principal medida de Colchester para valorar las monedas es una estimación de su tipo de cambio real – o paridad de poder adquisitivo (PPA). Complementamos esto con una evaluación del balance del país, el nivel de gobernanza, los factores sociales y ambientales (ESG) y los diferenciales de los tipos de interés reales a corto plazo (es decir, el «carry real»). Las monedas de los mercados emergentes, junto con varias monedas del mundo desarrollado, estaban significativamente infravaloradas frente al dólar antes de la crisis del virus, la dislocación y la incertidumbre resultantes las han hecho aún más atractivas para un inversor en dólares.
La combinación del rendimiento real esperado de los bonos y la valoración del tipo de cambio real resulta en un rendimiento real esperado agregado para el índice de referencia que sugiere que nos encontramos en niveles pocas veces vistos en términos históricos. El valor ofrecido por los bonos emergentes en divisa local está hoy a la par con el visto durante la Gran Crisis Financiera de 2009 y más recientemente, en 2015 cuando la fortaleza del dólar se combinó con problemas específicos de algunos países para crear una valoración atractiva. El rendimiento total promedio ofrecido por el índice de referencia en los dos años que siguieron a períodos de valoración igualmente extremos -junio de 2004, enero de 2009 y septiembre de 2015 – fue de 33.7%[5].
Las valoraciones deben considerarse en el contexto de los fundamentos. En otras palabras, ¿son justificadas las caídas en la valoración de las divisas y la suba en los rendimientos reales? En resumen, la respuesta parecería ser «no» cuando se mira el universo de los mercados emergentes en su conjunto.
Al entrar en la pandemia, podría decirse que los mercados emergentes en su conjunto se encontraban en una posición más estable que sus homólogos de los mercados desarrollados en varias mediciones. Si se observa la relación entre deuda y PIB, por ejemplo, se observa que los mercados emergentes tenían menos de la mitad de la deuda que los mercados desarrollados. Además, el aumento relativamente menor de la deuda pública en los mercados emergentes en los últimos 10 años pone de relieve su enfoque más cauteloso de la gestión macroeconómica y la adopción generalizada de políticas generalmente prudentes y ortodoxas. La posición externa de muchos mercados emergentes también parece relativamente sólida si uno considera las necesidades de financiamiento de corto y largo plazo.
La historia también muestra que los países con monedas más sobrevaloradas tienden a estar más expuestos a un ajuste y a una reversión de los flujos de capital. En términos sencillos, cuanto mayor sea la necesidad de capital extranjero y cuanto más sobrevalorado esté el tipo de cambio real de un país, más expuesto o vulnerable estará ese país. La mayoría de los mercados emergentes se encuentran en una posición de baja vulnerabilidad, con tipos de cambio infravalorados y poca o ninguna dependencia de flujos de capital de corto plazo.
El perfil de calificación crediticia de la deuda emergente en moneda local se ha mantenido en un saludable promedio de BBB+ durante los últimos años[6]. Sin embargo, habida cuenta de los paquetes fiscales de emergencia Covid-19 y la consiguiente desaceleración del crecimiento, varias agencias de calificación han actuado recientemente con rapidez para rebajar la calificación de varios emisores del universo, como México, Colombia y Sudáfrica. Por el contrario, los países del mundo desarrollado como Estados Unidos y el Reino Unido aún no han visto alterada[7] su calificación crediticia a pesar de haber gastado y comprometido más del 11% y el 19% del PIB, respectivamente (hasta la fecha, y sigue en pie) para ayudar a sus economías a capear la pandemia. En comparación, los paquetes de gasto y apoyo de los gobiernos de México y Sudáfrica han ascendido a un mísero 1,1% y 0,6% del PIB (hasta la fecha).
Desde un punto de vista puramente «cuantitativo», al observar algunas de las diversas métricas del balance, es difícil comprender cómo algunos países emergentes pueden ser calificados como inferiores a algunos de sus pares del mercado desarrollado. Claramente se esperaría que el nivel de la deuda de un soberano fuese un factor clave. Si bien existe una relación entre los niveles de deuda y las calificaciones, los mercados emergentes actualmente poseen una menor calificación para un mismo nivel de endeudamiento, manteniendo el resto constante.
Una explicación de la diferencia se encuentra en los factores «cualitativos». Esto abarca cosas como el precedente histórico de un país, la coherencia de la política, la voluntad sociopolítica de realizar los ajustes necesarios y el nivel de gobernanza, que incluye cosas como el control de la corrupción y el estado de derecho. Tradicionalmente, los organismos de calificación consideran que esto es una debilidad.
En general, a pesar del deterioro inducido por el virus en los parámetros fiscales, creemos que los balances de la mayoría de los países del universo de mercados emergentes siguen siendo sólidos. Las agencias de calificación pueden seguir rebajando la calificación a lo largo del sector, pero los fundamentos no apuntan a un aumento significativo del riesgo de impago. Por el contrario, el índice de referencia es sólidamente grado inversor y es probable que siga siéndolo en ausencia de un nuevo colapso mundial.
Si bien los rendimientos reales de los bonos de los mercados emergentes han vuelto a acercarse a sus valoraciones históricas promedio de largo plazo, sus monedas están actualmente muy infravaloradas frente al dólar. Esto le da a la clase de activo una fuente adicional de rendimiento potencial. Históricamente este nivel de valoración ha demostrado ser extremadamente atractivo.
Si bien persisten algunas buenas razones para la diferencia de calificación crediticia entre el mundo desarrollado y el mundo emergente, las diferencias pueden no ser tan grandes como algunos las perciben y, en conjunto, la mayoría de los países del universo de los mercados emergentes deberían superar el temporal Covid.
[1] JPM GBI-EM Global Diversified USD Unhedged Index
[3] ICE BofA Global Corporate Bond USD Hedged Index
[4] JPM GBI-EM Global Diversified FX Return en USD Index.
[5] El rendimiento total del JP Morgan GBI-EM Global Diversified Index (dólares sin cobertura de divisa) entre junio de 2004 y junio de 2006 fue del 27,7%, entre enero de 2009 y enero de 2011 fue del 47,7% y entre septiembre de 2015 y septiembre de 2017 fue del 25,6%.
[6] La calificación BBB+ a la que se hace referencia aquí es el promedio ponderado de la calificación de moneda local de Standard & Poor’s de los países en el JP Morgan GBI-EM Global Diversified (en dólares sin cobertura de divisa) según lo calculado por Colchester.
[7] De acuerdo a Standard & Poor´s a fines de abril de 2020.
“Este articulo no constituye asesoramiento financiero. Colchester Global Investors Limited está regulada por la Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido, y sólo trata con clientes profesionales. https://www.colchesterglobal.com para obtener más información y notas relevantes”.
Ricardo Soto cubrirá la región latinoamericana desde Montevideo para la firma Norman Alex, una boutique de consultoría internacional que brinda servicios de búsqueda de ejecutivos y desarrollo corporativo a clientes dentro del sector de servicios financieros.
Soto trabajará en estrecha relación con la oficina de Miami de la compañía, valiéndose de su amplia experiencia en la industria financiera, ya que pasó más de quince años en Citibank con sede en Montevideo y Nueva York, cubriendo diferentes áreas, pero principalmente banca privada.
El nuevo socio de Norman Alex desarrolló la actividad de gestión patrimonial en Uruguay, gestionando un equipo de más de treinta personas, y también dirigió un proyecto para implementar equipos de ventas de crédito en toda la región.
Anteriormente, trabajó siete años para American Express Bank en varios puestos de alto nivel y fue también socio de una boutique suiza de consultoría y reclutamiento con sede en Zúrich y centrada en la gestión de patrimonios.
Establecida en 1997 en Mónaco, la firma Norman Alex tiene oficinas en Ginebra, París, Luxemburgo, Londres y Miami, y busca establecer una presencia en Singapur el próximo año.
Pixabay CC0 Public Domain. La rotación hacia los títulos de valor constituye un posicionamiento temporal y no un cambio de liderazgo en el mercado
Carmignac no ha realizado ninguna modificación en la estructuración de su cartera, más allá de recogidas de beneficios en los valores que han protagonizado una revalorización sumamente rápida. En su último comentario de mercado, la gestora revela que se ciñe a su “núcleo de cartera de gran solidez, compuesto por valores de crecimiento no cíclicos y de elevada calidad”.
“La naturaleza de este repunte resulta muy poco habitual, dado que se está materializando en un momento en el que la confianza de los inversores sigue siendo bastante endeble. En otras palabras, ante la escasa visibilidad sobre el año que viene, han acortado su horizonte de inversión”, asegura. A su juicio, los inversores confían en que la reapertura no acabará siendo un desastre, cuentan con los bancos centrales para mantener el precio de los activos y su optimismo se materializa en la toma de posiciones en los títulos más baratos.
Según Carmignac, muy pocos inversores querrían tener en cartera a largo plazo cualquiera de los valores que están registrando un repunte meteórico en la actualidad, dado que su calidad es muy reducida. “Por tanto, estamos ante una rotación con pies de barro, aunque puede durar hasta que la realidad se encargue de hacer añicos este optimismo”, apunta.
Asimismo, señala que, durante la burbuja tecnológica, el nivel extremo de las valoraciones respondió al optimismo excesivo sobre el crecimiento de los beneficios. En este caso, la situación no solo es diferente, sino, incluso, opuesta. El aumento de las valoraciones se produce en un contexto de creciente “japonización” del mundo y con unas previsiones de crecimiento muy reducidas. Esto ha dado lugar a un mercado dual: “los valores de crecimiento con gran visibilidad cotizan con prima, mientras que los valores cíclicos cotizan con descuento”. Además, destaca que el repunte de los valores cíclicos se explica porque habían pasado a estar muy baratos y, en su opinión, seguirán estándolo porque su potencial de crecimiento de beneficios es muy débil.
“El número de quiebras está empezando a aumentar -lo cual era inevitable- pese a los programas de apoyo gubernamentales”, dice la gestora. Mientras, en EE. UU., el informe sobre el mercado laboral sumamente alentador publicado la semana pasada y que sorprendió a todos los economistas rozó, a su juicio, la manipulación de datos. Muchos trabajadores temporalmente desempleados pasaron de estar inscritos en los programas federales de lucha contra el desempleo a quedar registrados en programas análogos gestionados por empresas, por lo que siguen en casa, pero, a efectos oficiales, han vuelto a ser contratados. Así, los empleadores reciben la subvención del Gobierno y los empleados quedan eliminados de las listas oficiales del paro.
“Desde el punto de vista político, este enfoque resulta muy inteligente, pero no impulsará la demanda de los consumidores. De hecho, los despidos de carácter permanente empezaron a incrementarse el mes pasado desde un nivel muy bajo, una tendencia que seguramente se acentuará”, advierte.
Para Carmignac, la crisis del coronavirus constituye un acontecimiento único y extraordinario, y la actividad a escala mundial seguramente repunte hacia niveles más “normales” si el virus no depara ninguna sorpresa desagradable. “No obstante, observamos importantes factores recesivos de fondo, como los márgenes corporativos o el endeudamiento público y privado, que están sentando las bases de una coyuntura económica bastante aciaga de cara a 2021”, asegura.
Por tanto, mantiene la convicción de que la rotación hacia los títulos de valor constituye tan solo un posicionamiento temporal y no representa un cambio estructural en el liderazgo del mercado. “En todo caso, la escasez de crecimiento pasará a ser un factor con mayor peso en el futuro”, afirma.
Los títulos de valor están baratos porque generan una rentabilidad reducida sobre los fondos propios, mientras que los de crecimiento están caros porque generan un ROE superior durante los ciclos. En un contexto de crecimiento reducido, o en una recesión, este aspecto marca la diferencia, y explica por qué, pese a haber aumentado su exposición a la renta variable y a la deuda corporativa, el posicionamiento sectorial principal de Carmignac ha permanecido inalterado.
Foto cedidaJorge Ramírez . Credit Agricole CIB nombra a Jorge Ramírez como Senior Country Officer para Chile y Perú
En los últimos dos años, la firma de distribución de fondos de terceros con sede en España, Capital Strategies Partners, ha llevado al gestor de activos William Blair a los principales mercados globales y más recientemente está trabajando para promover su nuevo equipo de deuda de mercados emergentes (EMD).
El equipo de EMD está compuesto por Marcelo Assalin, CFA, Marco Ruijer, CFA, y varios miembros clave de su ex equipo de NN Investment Partners (NNIP), quienes se unieron a William Blair a inicios de 2020 para formar un equipo dedicado de EMD dentro de William Blair Investment Management. Assalin ha estado gestionando estrategias de EMD desde el año1996 y Ruijer ha estado gestionando estrategias de EMD desde el año 2002.
Assalin y el equipo tienen una trayectoria bien documentada de éxito, mejoran el alcance global de William Blair y le dan una oportunidad única para ampliar su exitosa franquicia de renta variable de mercados emergentes, al incluir activos de renta fija.
Estos inversores experimentados y exitosos también tienen un fuerte alineamiento cultural con William Blair. Incorporan criterios ESG de manera holística, de manera individual y como equipo, centrándose en ofrecer resultados sólidos a sus clientes.
Otros miembros del equipo que se unieron a William Blair desde NNIP son Yvette Babb; Johnny Chen, CFA; Lewis Jones, CFA, FRM; Jared Lou, CFA; Anezina Mytilinaiou; Luis Olguin, CFA; Alexandra Symeonidi CFA; Mariana Villalba, CFA; y Daniel Wood.
El equipo lanzó una estrategia de deuda en dólares de mercados emergentes durante el primer trimestre de 2020 y está lanzando una estrategia en moneda local de deuda de mercados emergentes a finales de junio.
EMD para potenciar retornos ajustados por riesgo
El equipo de William Blair cree que una asignación estratégica a la deuda de EMD puede mejorar el potencial de retorno ajustado por riesgo para carteras de todos los grados de sofisticación, dice Assalin.
«Algunos inversores asocian la deuda de los mercados emergentes con algo muy arriesgado, algo muy exótico», dice. «Sin embargo la tasa de default anualizada en los mercados emergentes de deuda soberana en los últimos 30 años ha sido inferior al 1%».
Assalin señala que debido a que EMD está sub-invertido, está menos cubierto y no se entiende bien, parte del universo de inversión tiende a mostrar mayores primas por riesgo y mayores rendimientos. Pero la clase de activos ha evolucionado sustancialmente en los últimos años. «Estamos hablando ahora de más de 70 países dentro del universo invertible más amplio y más de 600 emisores de crédito corporativo», dice.
Además, Assalin añade, en la parte de mayor rendimiento del universo, las correlaciones tienden a ser más bajas en comparación con otras clases de activos de renta fija.
«Es una clase de activo que ofrece oportunidades de inversión muy atractivas y que también ofrece beneficios de diversificación muy importantes para los inversores», señala Assalin.
Atractivo punto de entrada a EMD después del choque COVID-19
La actividad económica en los mercados emergentes colapsó debido a la pandemia del COVID-19.
La preocupación por este deterioro de las perspectivas y sus posibles implicaciones negativas para la solvencia de la deuda dieron lugar a salidas sin precedentes de los fondos de EMD durante marzo y abril de este año, aunque las salidas se moderaron en mayo, y más recientemente Assalin comenzó a ver pequeñas entradas en fondos EMD en moneda dura.
Estas salidas crearon presiones por ventas forzadas masivas, especialmente entre los fondos negociados en bolsa (ETFs), en condiciones de baja liquidez del mercado. Esto condujo a una disminución significativa de los precios, especialmente en la parte menos líquida y de mayor rendimiento del mercado EMD.
«Estas importantes dislocaciones de precios llevaron los spreads a niveles extremadamente altos en cuestión de días y EMD se comportó peor que otras clases de activos de crédito durante este proceso», dice Assalin. «Sin embargo, los spreads se han comprimido alrededor de 135 puntos básicos en el último mes, lo que refleja mejores condiciones técnicas impulsadas por flujos estables a marginalmente positivos».
Assalin espera ahora una recuperación económica extremadamente gradual y desigual, probablemente con regiones de bajo beta como Asia a la cabeza y regiones de alto beta como Africa rezagadas.
«Los fundamentos de la EMD ciertamente se ven desafiados por la recesión económica mundial, sin embargo, las preocupaciones sobre los riesgos sistémicos que desencadenaron las salidas de EMD parecen exageradas, en nuestra opinión», dice Assalin. «Aunque temporalmente es mayor que sus niveles históricos, nosotros esperamos que el riesgo de incumplimiento de los mercados emergentes siga estando relativamente bien contenido en el futuro, dado que los fundamentos en la mayoría de los mercados emergentes siguen siendo sólidos».
En este contexto, dice Assalin, y a pesar de la reciente recuperación, las valoraciones actuales parecen atractivas. «Una parte considerable del universo invertible de EMD continúa operando por debajo de lo que percibimos como valor razonable basado en nuestro enfoque fundamental del análisis de crédito soberano».
El enfoque del equipo de William Blair incluye evaluar exhaustivamente el perfil de riesgo crediticio de un emisor y clasificar la solvencia de los países. «Nuestro modelo cuantitativo propietario y el enfoque combinado top-down, bottom-up, nos ayudan a identificar ideas de valor relativo sólidas», dice Assalin. «Somos agnósticos con respecto a cada región y preferimos segmentar nuestro universo de inversión en tres grupos basados en diferentes perfiles de riesgo: países de bajo beta, beta medio y alto beta».
Assalin añade que los inversores con horizontes de tiempo a largo plazo rara vez han visto una oportunidad tan atractiva para invertir en deuda de mercados emergentes. “La diferencia entre perdidas crediticias ex-post y lo que el mercado valoriza en este momento es muy amplia. Esta dinámica impulsará rendimientos positivos para el inversor a largo plazo», dice.
Pixabay CC0 Public Domain. Santander supera los cinco millones de clientes digitales en España
Santander cuenta ya con más de 5 millones de clientes digitales que se conectan más de 22 veces al mes a la app y web del banco, en España. Según los datos del banco, el 64% de sus clientes activos son clientes digitales. El mismo dato medido a 90 días supera los 5,4 millones y alcanza el 69% de digitalización. El banco lanzó en 2016 su nuevo modelo de banca digital y convirtió la transformación digital en uno de los ejes de su estrategia.
Desde entonces, el banco ha acelerado el proceso de cambio para agilizar los procesos y la transición digital, hasta convertirse en la entidad mejor posicionada en los rankings de funcionalidad de la consultora independiente Aqmetrix. Además, en este tiempo ha reforzado su red de gestores digitales, a través de Santander Personal, un servicio que permite operar de forma remota exactamente igual que en la oficina sin necesidad de desplazarse, gracias a 550 gestores especializados con quien el cliente puede contactar a través de la app del banco, el chat con el gestor, las video llamadas, el correo electrónico o un teléfono gratuito.
En estos cuatros años, los usuarios de la app del banco se han multiplicado por cuatro, pasando de 900.000 a 3,6 millones. De la misma forma, los accesos mensuales a los canales digitales de los clientes de Santander han aumentado un 69% y el índice de satisfacción del cliente en los últimos 18 meses se ha duplicado en los canales digitales.
Además, a esto se suma el confinamiento, que ha acelerado este proceso en los últimos meses. Para facilitar a los clientes las operaciones con el banco, Santander ha habilitado nuevos procesos de contratación online que aumentan las capacidades digitales y prestan ayuda a un cambio cultural en muchos clientes, con un fuerte aumento de la operativa en remoto (consultas, transferencias, medios de pago, financiación, etc), además de los procesos de inversión a través del bróker online. Sólo en lo que va de año, el banco suma más de 300.000 nuevos clientes digitales, de los que en torno al 20% son clientes mayores de 70 años.
Asimismo, desde que se decretó el estado de alarma, los canales digitales “han sido claves para garantizar la normal operativa del banco”, subrayan desde Santander. La contratación digital ha superado el 50% de las ventas totales en días clave y la asistencia a clientes a través de canales remotos ha crecido un 63%. En los cinco primeros meses del año, Santander España ha registrado ya más de 500 millones de accesos digitales, un 38% más que en el mismo periodo de 2019.
Por otro lado, el grupo anunció en su último Investor Day, celebrado en abril de 2019, que destinará más de 20.000 millones de euros en transformación digital y tecnología en cuatro años (2019-2022) en todo el mundo con el fin de mejorar y personalizar la experiencia del cliente.
Esta apuesta digital se materializa también con la reciente creación de Santander Global Platform, una plataforma global de servicios de pagos y banca digital que aglutina todos los negocios y unidades digitales del grupo. A 31 de marzo 2020 el Grupo Santander contaba con 38,3 millones de clientes digitales en todo el mundo, un 13% más que en marzo del año anterior. Asimismo, casi la mitad de las ventas totales del grupo (el 43%) se realiza ya por medio de canales digitales.
La Reserva Federal anunció el lunes que comenzará a comprar bonos corporativos individuales. La medida se produce casi tres meses después de la primera presentación del servicio de Crédito Corporativo del Mercado Secundario y un mes después de que comenzó a comprar ETFs de crédito corporativo a través del programa. El banco central «creará una cartera de bonos corporativos basada en un índice de mercado amplio y diversificado de bonos corporativos estadounidenses», según su comunicado de prensa.
El anuncio de la Fed a fines de marzo de su movimiento hacia la compra de bonos corporativos estableció un piso para los activos de riesgo y según analistas, ayudó a las valoraciones a recuperarse de sus mínimos inducidos por la pandemia, pero aún hay riesgos importantes.
Adam Vettese, analista de eToro, menciona que “los inversores se han visto animados por los movimientos de la Reserva Federal, quien dijo que está expandiendo su programa de compra de bonos para incluir la deuda de empresas individuales. Hasta ahora, el banco central sólo había estado comprando ETFs para inyectar dinero en los mercados de bonos corporativos. El nuevo programa permitirá a la Reserva Federal comprar hasta 750.000 millones de dólares en deuda corporativa, y fue anunciado inicialmente en marzo. Bajo el programa, que comienza hoy, la Fed comprará bonos individuales de grado de inversión en el mercado secundario con vencimientos de cinco años o menos. El banco central también tiene un servicio de crédito primario que se centrará en la compra de bonos de grado de inversión directamente de las empresas, que todavía no está en funcionamiento. La compra de bonos, que ayuda a que los mercados funcionen sin problemas y proporciona a las empresas acceso al capital, es una de las diversas medidas que la Fed está adoptando para hacer frente al daño económico causado por la pandemia”.
Intercam señaló que «estos bonos deben cumplir con una serie de criterios especiales como el plazo, tendrán que ser bonos con vencimiento máximo a 5 años, tendrán que ser bonos nacionales y radicados en territorio norteamericano y con grado de inversión entre otras características», así como que el anunció afectó al dólar, pero que esperan se estabilice en el corto plazo.
Monex Europe, compartió esa perspectiva: «El dólar cerró la semana pasada con un impulso postrero, pero ayer volvió a mostrarse a la defensiva al publicarse informes sobre una nueva propuesta de estímulos de la administración de Trump y al incrementarse el número de casos de coronavirus en todo el mundo. En general, el dólar ha estado cotizando con una correlación negativa con respecto al apetito por el riesgo y a los mercados bursátiles estadounidenses, sobre todo ayer, con un movimiento definitorio del billete verde a la baja al repuntar las acciones estadounidenses tras el anuncio de la Reserva Federal de que empezaría a adquirir deuda corporativa. La Fed anunció su intención de comprar bonos corporativos hace ya casi tres meses, de forma que el anuncio de ayer hacía referencia únicamente a la fecha de inicio de este plan».
Por su parte, los analistas de Bx+ comentaron que «el mercado accionario estadounidenses finalizó la jornada al alza, derivado del anuncio de la FED respecto a nuevas medidas para estimular la economía, esto alentó a los inversionistas a pesar de que la reapertura ha traído un rebrote en contagios de COVID-19″.
Según los analistas de Invex, «en el caso de los estímulos la FED dejó clara su postura. Ante un panorama que visualiza de continua debilidad, mantendrá los estímulos el tiempo que sea necesario y, como lo demostró el día de ayer, está dispuesta a aumentarlos. De sobra esta indicar que está sola acción provocó un nuevo resultado positivo en los mercados, en especial de capitales».
No obstante, desde su punto de vista, «los inversionistas volvieron a mostrar una actitud de mayor aversión al riesgo, al observarse un repunte en los casos de contagio del COVID 19 en muchas ciudades de los Estados Unidos, así como de Pekín en China. Sin embargo, el Secretario del Tesoro Norteamericano declaró que, de darse una segunda ola de contagios, no se cerraría de nuevo a la economía norteamericana, ya que los efectos para el consumidor y las empresas serían mucho más perniciosos de lo que ya han sido».
Desde Invex anticipan que «se avecina el fin de muchos programas fiscales de ayuda temporal para consumidores, desempleados y pequeñas empresas; los cuales seguramente se tendrán que renovar en una segunda ronda de estímulos que tendrá que ser aprobada por el Congreso durante el verano».
Por su parte, Axel Botte, de Ostrum AM (Natixis IM), mencionó que hay desafíos “sin precedentes” a los que se enfrenta el banco central de EE.UU.: “El problema es que el balance de la Reserva Federal está ya en 7,2 billones y el banco central no tendrá más remedio que financiar el próximo paquete de estímulo fuera de Washington. Por lo tanto, la política de control de la curva de rendimiento (es decir, el objetivo de rendimiento) puede que no se aplique mientras persista la incertidumbre sobre las futuras necesidades de préstamos del Gobierno Federal. Por otra parte, la demanda extranjera de bonos del Tesoro de EE.UU. ha disminuido desde comienzos de año. Países productores de petróleo y últimamente las instituciones japonesas han vendido masivamente bonos del Tesoro de EE.UU. a lo largo de 2020. Por lo tanto, mantener los tipos a largo plazo bajo control todavía requerirá que la Fed intervenga, tanto más que el Tesoro ha aumentado significativamente los préstamos a largo plazo”.
Predecir el comportamiento de la economía se ha convertido en un juicio sobre la capacidad y velocidad para revertir las medidas de confinamiento y distanciamiento social que se han aplicado a nivel global para prevenir la expansión de la pandemia. Una tarea nada fácil en la que la relajación de las restricciones y la reapertura de negocios será clave para la recuperación de la economía, pero podría llevar más tiempo de lo que el consenso espera.
La grave amenaza que supone el nuevo coronavirus para la salud pública y las drásticas medidas adoptadas por los gobiernos para frenar su contagio han causado un importante efecto dominó en la economía de Estados Unidos y del resto de países. Ante la gran incertidumbre que aún rodea a la pandemia, que exige seguir manteniendo el «distanciamiento social», cuesta calcular cuánto podría durar esta grave perturbación económica. Por consiguiente, Taymour Tamaddon, gestor de carteras en T. Rowe Price, cree que las expectativas de consenso actuales podrían estar sobrevalorando la evolución a mejor y que el tiempo para volver a una situación «normalizada» podría ser mayor de lo esperado.
El distanciamiento social es fundamental para las perspectivas a corto plazo
Tratar de determinar cuándo podría alcanzarse el pico de la crisis y cuánto tiempo será necesario para llegar a una situación normalizada depende enormemente de cuánto tiempo se mantengan vigentes las medidas de distanciamiento social, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo. Aunque se ha notado claramente el impacto de estas medidas para frenar el brote en algunas ciudades como Nueva York, no se puede suponer lo mismo para el resto del país. Cada estado ha seguido su propia estrategia de distanciamiento social, aplicándola en momentos diferentes y con distintos niveles de apoyo y cumplimiento por parte del público. Por tanto, es difícil hacerse una idea exacta de la eficacia de estas medidas a nivel nacional.
Mejor escenario: el pico, a mediados de mayo
En este contexto de incertidumbre, en T. Rowe Price consideran que las perspectivas de consenso a corto plazo son excesivamente optimistas. Actualmente, el mercado prevé que se alcance el pico de nuevos casos de coronavirus a mediados de mayo de 2020, a partir de lo cual se espera que el número de nuevos casos disminuya rápidamente, con la previsión de vuelta a un entorno de mercado más «normal» a principios de junio de 2020.
La pandemia de coronavirus y su impacto perturbador en la economía
La clave es con qué rapidez se puede volver a una situación «normalizada».
En T. Rowe Price creen que este sería el mejor escenario, con entre un 15% y un 20% de probabilidades de cumplirse. Su principal preocupación es que el mercado parece mirar a países como China, Corea del Sur y Singapur, y a la eficacia que las medidas de distanciamiento social han tenido en esos países, y presuponer automáticamente ese mismo éxito en Estados Unidos. En T. Rowe Price son menos optimistas sobre la eficacia a corto plazo de las medidas de distanciamiento social en el conjunto de Estados Unidos, así como sobre el tiempo previsto para volver a una situación normalizada.
Escenario «central»: el pico, a finales de mayo/principios de junio
Un escenario central más razonable, en la opinión de T. Rowe Price, al que otorgan un 60% de posibilidades de producirse, es que haya un pico de nuevos casos a finales de mayo/principios de junio y una situación más normal entre mediados y finales de julio. Es probable que esta normalidad dure hasta mediados de diciembre de 2020.
Sin embargo, por entonces, durante el invierno en el hemisferio norte, existe el riesgo de que el coronavirus vuelva desde el hemisferio sur, lo que obligaría a volver a tomar medidas de distanciamiento social, quizá no en todo el país, sino cuando y como sea necesario, para evitar que se afiance una segunda oleada. En nuestra opinión, esta situación probablemente continuará hasta finales de marzo de 2021.
Peor escenario: un periodo de recuperación más largo
En el peor de los casos, el número de nuevos casos de coronavirus alcanzaría el pico en algún momento, pero sin disminuir a un nivel suficiente como para que la gente tenga la suficiente confianza para volver al trabajo, ir a restaurantes, viajar, etc. De momento, no se sabe cuál podría ser el nivel aceptable de nuevos casos para que la gente se sienta segura para volver a trabajar de forma generalizada. En T. Rowe Price se considera que este es el escenario más negativo, al que otorga entre un 15% y un 20% de posibilidades de producirse. De suceder así, la situación no sería tan mala como la grave perturbación económica actual, pero supondría seguir anclados en una fuerte crisis económica durante al menos los próximos nueve meses.
Lo más importante es superar la crisis
A falta de un programa nacional coordinado de pruebas, lo que aún falta para que haya un tratamiento eficaz ampliamente disponible y con las medidas de distanciamiento todavía vigentes, sigue habiendo gran incertidumbre sobre la pandemia de coronavirus y su impacto económico.
En T. Rowe Price están dedicando mucho tiempo a algo fundamental como tratar de entender con qué rapidez se puede volver a una recesión normal. Por extraño que parezca, es una de las preguntas a responder más importantes. Actualmente, se atraviesa una crisis económica tan grave que saber cómo será la posible recuperación —si tendrá forma de «V», «U» u otra— no es lo más urgente ahora mismo.
Está claro que la economía se dirige a una recesión cuando se consiga salir de la crisis. Lo fundamental es la rapidez con la que se puede volver a esta situación normalizada y superar el periodo actual de grave perturbación económica.
¿A qué se debe prestar atención a partir de ahora?
En T. Rowe Price están dedicando mucho tiempo a hablar con los equipos directivos sobre los presupuestos de las empresas y, en particular, sus presupuestos de tecnología de la información. Suele ser uno de los primeros ámbitos en sufrir recortes cuando llega una crisis, por lo que entender la probable magnitud de los tijeretazos en general, así como en áreas específicas de la informática, ayudará a T. Rowe Price a asegurarse de que están bien posicionados en empresas menos vulnerables a reducciones de presupuesto, evitando al mismo tiempo las que parezcan más expuestas.
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Jorge Fuentes Lowy se incorpora a Bestinvercomo gestor del equipo de Renta Variable Internacional liderado por Tomás Pintó. Fuentes, que cuenta con más de 20 años de experiencia en el sector, pasa a formar parte del área de inversión de la gestora independiente líder en España.
Jorge Fuentes Lowy procede de Onegin Capital, donde ha sido co-gestor y analista de renta variable de un fondo de retorno absoluto multiactivo con un enfoque value. Anteriormente fue responsable de Exane BNP en España y desde el inicio de su carrera ha trabajado en firmas de referencia como Kepler Cheuvreux o Ahorro Corporación.
Tomás Pintó, director de renta variable internacional de Bestinver, ha declarado: «Estamos encantados con la incorporación de Jorge a nuestra firma. Su capacidad técnica es excelente y su llegada complementa de manera extraordinaria al magnífico equipo de inversión de Bestinver». Sobre la llegada de Jorge al equipo, Pintó ha añadido: «Se trata de una excelente noticia. Su filosofía de inversión se adapta muy bien a la de Bestinver lo que, sin duda, supondrá una clara ventaja para nuestros inversores».
Bestinver es la mayor gestora no bancaria española: cuenta en su cartera con los mejores fondos que acreditan positivas rentabilidades desde la creación de la gestora hace más de 30 años. Con la integración de los fondos procedentes de Fidentiis, el patrimonio bajo gestión de la firma al cierre de 2019 era de 6.790 millones de euros, de casi 52.000 clientes.
La compañía mantiene en este negocio su filosofía de inversión, basando sus decisiones en el análisis fundamental de las empresas, así como en la gestión conservadora de unas carteras robustas, una visión de largo plazo y el mantenimiento de un riguroso control del riesgo. Además, la complementa con criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG), incorporando a su cartera nuevos productos de inversión socialmente responsable, como el Bestinver Megatendencias procedente de Fidentiis.