Foto cedidaDavid Jiménez-Blanco, presidente de la Bolsa de Madrid. David Jiménez-Blanco, nuevo presidente de la Bolsa de Madrid
Renovación de cargos de la sociedad rectora de la Bolsa de Valores de Madrid. Según ha informado BME,David Jiménez-Blanco ha sido designado nuevo presidente. Además, al tratarse de una presidencia no ejecutiva, Jorge Yzaguirre ocupará el puesto de consejero delegado.
Por lo tanto, el consejo de administración de la entidad quedará formado por cinco miembros: David Jiménez-Blanco, vicepresidente no ejecutivo de BME; Jorge Yzaguirre, director de Mercados y Market Data de BME; Marta Bartolomé, directora financiera de BME; Beatriz Alonso-Majagranzas, directora de Renta Variable de BME; y Ana Isabel Fernández, consejera calificada como independiente de BME hasta el pasado 30 de julio.
Los nombramientos, que fueron anunciados el pasado 30 de julio, están sujetos a la preceptiva autorización por parte de la CNMV.
Foto cedidaBernadette Busquere, responsable europea de análisis de Hedge Fund de Lyxor AM.. Bernadette Busquere (Lyxor AM): “Los UCITS alternativos han ganado protagonismo porque ofrecen más liquidez, transparencia y un formado de hedge fund regulado”
Hasta ahora, en términos generales, el rendimiento de los fondos alternativos UCITS ha sido relativamente positivo. En opinión de Bernadette Busquere, responsable europea de análisis de Hedge Fund de Lyxor AM, estas estrategias han cumplido su promesa de “diversificación, al tiempo que han demostrado resiliencia y capacidad para ajustarse a las cambiantes condiciones de mercado”. En esta entrevista, la responsable de Lyxor AM analiza el comportamiento de la industria de los alternativos UCITS durante la crisis del COVID-19 y las oportunidades de inversión para el futuro.
P: ¿Qué impacto ha tenido la crisis del coronavirus en los fondos alternativos UCITS?
R: Durante la fuerte caída de los mercados iniciada en febrero, muchos gestores fueron capaces de proteger el capital utilizando posiciones cortas apuestas de valor relativo eficaces y coberturas. Durante el primer trimestre, el índice HFRI Liquid Alternative UCITS cayó un 7,49% mientras que el índice MSCI World retrocedió tres veces más (-20,94%). En lo que va de año, el rendimiento de los fondos UCITS alternativos ha estado en línea con la industria global de hedge funds. Pese a sufrir un retroceso en el primer trimestre, para finales de mayo de 2020, el índice HFRX Global Hedge Fund había recuperado los niveles de septiembre del pasado ejercicio.
¿Qué comparación se puede hacer respecto a crisis pasadas?
La comparación más obvia es con la crisis financiera global de 2008-2009. En términos generales, la habilidad de los fondos UCITS alternativos y de los hedge funds de ofrecer diversificación y protección frente a las caídas en 2020 fue similar a la de la crisis financiera global. Por ejemplo, en 2008-2009 la industria de hedge funds capturó el 40% de la caída del mercado de renta variable, mientras que durante la crisis del coronavirus los hedge funds capturaron el 39% de la caída. Adicionalmente, el pico de volatilidad del mercado en 2020 fue bastante similar a la de 2008, así como el deterioro de la liquidez del mercado.
Por lo tanto, ¿qué diferencias identifica?
Quizá la principal diferencia fue la relativa velocidad de la corrección de mercado en esta ocasión. Los eventos se desarrollaron con mucha rapidez en febrero y marzo a medida que los confinamientos se fueron imponiendo por todo el mundo. Esto supuso un gran desafío para cualquier gestor y aquellos que respondieron con rapidez lograron una ventaja. También, merece la pena resaltar que la industria de hedge fund ha cambiado de manera significativa desde 2008. La transparencia de las estrategias de los fondos ha aumentado, al tiempo que las comisiones han caído y las barreras de entrada han aumentado. Los fondos UCITS alternativos, que ofrecen más liquidez, más transparencia y un formado de hedge fund regulado, han ganado protagonismo en la última década. Este tipo de fondos era prácticamente inexistente en 2008 y 2009, pero ahora están atrayendo nuevos grupos de inversores a nivel global. Los UCITS alternativos han aumentado sus activos un 450% en los últimos 10 años con una tasa de crecimiento anual de más del 16%.
¿Qué clases de activos considera que ofrecen buenas oportunidades?
Mencionaría varias áreas de potencial interés. En los mercados de crédito, ahora hay muchas ineficiencias, particularmente cuando estamos justo al comienzo de las reestructuraciones de negocios post COVID-19. Las intervenciones de los bancos centrales han creado muchas disparidades entre diferentes instrumentos de crédito y hay prima de riesgo de liquidez a explotar. Y en los mercados de renta variable, habrá mucha inercia a nivel de compañía individual a medida que la economía se reabra. Será más difícil que las cosas vuelvan a ponerse en marcha de lo que fue para la actividad, pese a las promesas de apoyo gubernamental. En adelante, parece razonable esperar una mayor dispersión en el rendimiento de las acciones individuales.
¿Y en los mercados de divisas y renta fija?
Sí, otras áreas de oportunidad potencial para los fondos UCITS alternativos son las divisas y la renta fija. Las divisas y los bonos soberanos están bien posicionados como clases de activos atractivas respecto a su valoración dada las grandes disparidades entre las políticas monetarias y fiscales implementadas por los bancos centrales y los gobiernos en el mundo. Las estrategias globales macro se verán especialmente favorecidas por esas oportunidades de arbitraje. En adelante, los inversores quizá quieran favorecer más las estrategias alternativas líquidas sobre otras estrategias menos reguladas o ilíquidas, algunas de las cuales retienen el capital durante varios años. Utilizar fondos líquidos como UCITS alternativos les permitirá mantener flexibilidad en su asignación de activos.
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El pasado 7 de septiembre se publicaba en el Boletín Oficial de las Cortes Generales el proyecto de ley por el que se traspondrá la Directiva 2017/828 (conocida como SDR II, por sus siglas en inglés)y que modificará, entre otras, la Ley del Mercado de Valores (LMV), la de instituciones de inversión colectiva (LIIC), la Ley 22/2014 sobre las entidades de capital riesgo, de inversión colectiva de tipo cerrado y de sus gestoras y la Ley de Sociedades de Capital (LSC).
El texto traspone la Directiva 2017/828 para que los accionistas participen más a largo plazo en las sociedades cotizadas en las que invierten, e introduce mejoras normativas sobre gobierno corporativo y funcionamiento de los mercados de capitales. Se añaden también modificaciones en la regulación de las gestoras de instituciones de inversión colectiva, capital riesgo y entidades de inversión colectiva cerradas, y sociedades anónimas. El plazo para presentar enmiendas finaliza el 24 de septiembre.
Entre los aspectos más relevantes del proyecto, se encuentran los requisitos de transparencia de los gestores, según analizan desde el despacho finReg360. Así, las sociedades gestoras de IICs, entidades de capital riesgo o entidades colectivas de tipo cerrado estarán obligadas a cumplir con los requisitos de transparencia señalados a continuación, que incluyen información sobre sus políticas de implicación.
Además, las obligaciones sobre política de implicación se aplicarán también a las empresas de servicios de inversión y a las entidades de crédito que presten el servicio de gestión discrecional e individualizada de carteras, según el artículo 224 bis que se introducirá en la LMV.
Política de implicación
En primer lugar, las entidades estarán obligadas a elaborar y publicar una política de implicación, que describa cómo la entidad integra la implicación de los partícipes o accionistas en su política de inversión; la manera de llevar a cabo el seguimiento de las sociedades en las que invierte en relación con la estrategia, el rendimiento financiero y no financiero o el impacto medioambiental, entre otros aspectos; y la forma de desarrollar los diálogos con las sociedades en las que invierte, ejercer los derechos de voto y otros derechos asociados a las acciones, cooperar con otros accionistas y de comunicarse con accionistas importantes, y gestionar los conflictos de intereses en relación con su implicación.
Además, cada año las entidades publicarán cómo aplican esta política, incluyendo una descripción general de su comportamiento en relación con sus derechos de voto, una explicación de las votaciones más importantes, y una explicación del recurso a los de asesores de voto, en su caso. Esta información deberá estar disponible de forma gratuita en el sitio web de la entidad.
Nuevas obligaciones de información
Según la disposición adicional segunda del proyecto de ley, las sociedades gestoras de IICs dispondrán de un plazo de tres meses desde su entrada en vigor para elaborar y publicar la política de implicación y para adaptarse alas obligaciones de información. Entre esas obligaciones adicionales, se introducen determinadas obligaciones de información de las sociedades gestoras cuando estas prestan servicios de gestión de activos de entidades aseguradoras o de planes y fondos de pensiones.
En este caso, deberán informar anualmente a las entidades con las que hayan acordado la gestión de activos sobre extremos como la forma en la que su estrategia de inversión y la aplicación de esta se ajustan al acuerdo, salvo que se incluya esta información en el informe anual. También, deberán indicar aspectos operativos como los principales riesgos a medio y largo plazo asociados a las inversiones, la composición de la cartera, su rotación y los costes de rotación, el uso de asesores de voto para fines de actividades de implicación y su política de préstamo de valores, y la puesta en práctica de las actividades de implicación de los accionistas, si procede, en particular en la junta general de las sociedades en las que se invierte.
También deberán informar sobre la adopción o no de decisiones sobre inversiones, basadas en la evaluación del rendimiento a medio y largo plazo de las sociedades en las que invierten.
Identificación de accionistas por las sociedades cotizadas
El proyecto establece el derecho de las sociedades cotizadas y, en su caso, de terceros nombrados por estas a identificar a sus accionistasy obtener información de ellos.
Se reconoce también el derecho de las sociedades cuyas acciones estén representadas mediante anotaciones en cuenta a identificar no solo a los accionistas formales, sino también a los beneficiaros últimos, mediante la modificación del artículo 497 de la LSC para añadir la información que la sociedad tendrá derecho a obtener en cualquier momento del depositario central de valores para determinar la identidad de sus accionistas, y la introducción del artículo 497 bis que recoge el derecho a identificar a los beneficiarios últimos en aquellos supuestos en los que exista una entidad intermediaria que custodie o gestione dichas acciones por cuenta de ellos.
Obligaciones de información de los intermediarios
Según explican desde finReg360, se introduce también la obligación de los intermediarios que custodien las acciones de las sociedades cotizadas por cuenta del beneficiario último de facilitarles el ejercicio de sus derechos. A estos efectos, será de aplicación el Reglamento 2018/1212.
En relación con esta cuestión, se recogen asimismo para las sociedadescotizadas nuevas obligaciones de transmisión de información para facilitar el derecho de voto de sus accionistas y beneficiarios últimos.
Se establece igualmente la obligación de los intermediarios de publicar en sus páginas web las tarifas aplicables por sus servicios prestados a este respecto para facilitar el ejercicio o la delegación de la representación y ejercicio del voto, entre otros. Estas tarifas no podrán ser discriminatorias y deberán ser proporcionadas en relación con los costes reales incurridos.
Asesores de voto o proxy advisors
Se regula la figura de los asesores de voto (proxy advisors), que son contratados por inversores de sociedades cotizadas para que determinen cómo ejercer los derechos de voto, con la introducción de un nuevo capítulo X en la LMV.
Entre las obligaciones aplicables a los asesores de voto, destacan publicar la referencia del código de conducta que apliquen e informar públicamente si se apartan de alguna de sus recomendaciones; emitir anualmente un informe, que estará disponible de forma gratuita en su página web, con información relacionada con sus análisis, asesoramientos y recomendaciones de voto que emitan; y determinar y comunicar sin demora cualquier conflicto de intereses que pueda influir en su análisis, asesoramiento o recomendación de voto, y las medidas adoptadas para eliminar, mitigar o gestionar esos conflictos.
Personas vinculadas y operaciones intragrupo
El proyecto introduce novedades en la LSC respecto a las personas vinculadas a las sociedades mercantiles y las operaciones intragrupo.
En primer lugar, el proyecto amplía el perímetro del apartado d) del artículo 231.1 de la LSC, para incluir sociedades o entidades en las que el administrador posee directa o indirectamente, incluso por persona interpuesta, una participación que le otorgue una influencia significativa o desempeña en ellas o en su sociedad dominante un puesto en el órgano de administración o en la alta dirección, incluyendo qué se entiende por influencia significativa, y los socios representados por el administrador en el órgano de administración.
Asimismo, se introduce el artículo 231 bis en la LSC, que recoge las siguientes reglas:
la aprobación de las operaciones entre la sociedad con su sociedad dominante u otras sociedades del grupo sujeta a conflicto de intereses corresponde a la junta general cuando el negocio o transacción estén legalmente reservados a la competencia de este órgano,
la aprobación del resto de las operaciones sujetas a conflicto de intereses corresponderá al órgano de administración, siguiendo los requisitos previstos en los artículos 228.c y 230 de la LSC.
la aprobación de operaciones intragrupo sujetas a conflictos de intereses podrá ser delegada por el órgano de administración en otros órganos o en miembros de la alta dirección, siempre que se trate de operaciones celebradas en el curso ordinario de la actividad empresarial.
En lo relativo a las modificaciones de la LSC, cabe destacar la eliminación del artículo 315.2 de la LSC que permite a las sociedades anónimas inscribir en el Registro Mercantil los acuerdos de aumento de capital antes de la ejecución del acuerdo en circunstancias excepcionales.
Cambios en el régimen aplicable a las sociedades cotizadas
Finalmente, se aprovecha para introducir, entre otros, los siguientes cambios al régimen de las sociedades cotizadas, adicionales a los arriba indicados:
En el nuevo capítulo VII bis de la LSC se adapta la definiciónde operación vinculada aplicable a las sociedades cotizadas a lo recogido en las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF).
En concreto, en la NIIF 24, que define «parte vinculada» por relación, entre otros factores, a aquella persona o entidad que tenga influencia significativa sobre la sociedad.
Asimismo, dicho capítulo introduce modificaciones sobre la publicación de las operaciones vinculadas, la aprobación de dichas operaciones, reglas de cálculo y modificaciones en cuanto al contenido del informe de gobierno corporativo.
Las obligaciones previstas en este nuevo capítulo VII bis no son aplicables hasta dos meses después de la entrada en vigor de la ley.
Se establece que los consejeros de las sociedades cotizadas deberán ser necesariamente personas físicas.
Se introducen las denominadas «acciones de lealtad» con voto adicional, permitiendo que los estatutos otorguen derechos de voto adicionales a las acciones que haya mantenido su titular ininterrumpidamente durante un periodo mínimo de dos años.
Se regula la obligación de los administradores de comunicar participaciones significativas conforme a lo dispuesto en el Reglamento (UE) n.° 596/2014 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16 de abril de 2014, sobre el abuso de mercado, de tal forma que no será necesario que las comuniquen por el artículo 125.5 de la LMV.
Se introducen modificaciones sustanciales al régimen de remuneración de los accionistas y al informe anual sobre remuneraciones de los consejeros.
Pixabay CC0 Public Domain. Análisis de las gestoras
Septiembre ha arrancado con fuerza. La evolución de la pandemia, la recuperación de la normalidad en la actividad económica, la proximidad de las elecciones presidenciales en Estados Unidos y los avances y retrocesos respecto a la vacuna del COVID-19 son algunos de los eventos que permanecen en el horizonte de los analistas.
En opinión de Edmond de Rothschild AM todos los ojos están puestos en Estados Unidos, donde los índices reaccionaron a principios de mes a los nuevos objetivos de inflación y empleo de la Reserva Federal, así como a la evolución del sector tecnológico. Según su último análisis, el Nasdaq se benefició de un renovado apetito de riesgo para alcanzar nuevos máximos. La medida fue respaldada por los fundamentales del sector, como el aumento de los beneficios y la generación de flujo de caja, así como los márgenes operativos del 30% en promedio, notablemente superior al 9% del S&P. Pero el Nasdaq cayó bruscamente la primera semana de septiembre debido a la fuerte toma de beneficios y a la liquidación de posiciones de derivados. La venta se extendió a los mercados globales en medio de una rotación del growth y calidad (los ganadores de los últimos 12 meses) hacia el value.
“Al fijar como objetivo una inflación media del 2% a lo largo del tiempo y decir que no necesariamente endurecería la política monetaria si las cifras de desempleo disminuyeran, la Reserva Federal ha cimentado su sesgo acomodaticio mientras se esforzaba por convencer a los inversores de que no debían ser vistos como que estaban detrás de la curva si la economía se recuperaba. Para complicar las cosas, los datos del índice ISM no manufacturero se quedaron algo cortos debido a las medidas sanitarias y al estancamiento del Congreso para su aprobación. A un mes de la votación del presupuesto, el fracaso de republicanos y demócratas para llegar a un acuerdo parece cada vez más arriesgado”, argumentan desde Edmond de Rothschild AM.
No solo Estados Unidos está siendo un foco de atención por el comportamiento del mercado, sino también por la política. “La confrontación entre EE.UU. y China ha dado recientemente un nuevo giro en la esfera tecnológica. El presidente Trump tiene que resistir la tentación de romper el acuerdo comercial, ya que podría perturbar la frágil recuperación y los mercados, pero es muy probable que mantenga la presión elevada de cara a las elecciones. La carrera presidencial es todavía muy incierta; y una victoria demócrata sería un catalizador para el mercado, posiblemente desencadenando una mayor volatilidad en el sector corporativo.
Philippe Waechter, economista jefe de Ostrum AM (afiliada de Natixis IM), añade un elemento más a la lista de claves tras el verano: el oro. “La percepción negativa de la economía de los Estados Unidos se refleja en un aumento sin precedentes del oro. El movimiento del metal amarillo siempre se asocia con el ritmo de los tipos reales de los EE.UU., por lo que las fases de aceleración ascendente son aquellas en las que el tipo real tiende hacia el 0% y, cuando es negativo, la tenencia de oro se ve beneficiada. El oro es un activo que no tiene retorno y su aumento es solo una manifestación de preocupación por la situación de EE.UU.», explica.
Los riesgos de la pandemia
Todas las gestoras coinciden que la evolución de la pandemia será algo muy determinante para el mercado en lo que queda del año. En opinión Geraldine Sundstrom, responsable de estrategias de asignación de activos de la gestora PIMCO, el rebote experimentado en la economía global tras el alivio de las medidas de confinamiento en la mayoría de países al comienzo del verano va a dar paso a un periodo más difícil de crecimiento lento en el que las divergencias entre regiones y activos serán más claras. Según la experta, “estamos en una era de disrupción” financiada por el mayor ejercicio de impresión de dinero desde la Segunda Guerra Mundial”.
En cambio, “la buena noticia es que el optimismo sobre la vacuna sigue intacto. Se espera que en las próximas semanas se anuncien avances de compañías como Pfizer, AstraZeneca y Moderna que ya se encuentran en las etapas más avanzadas”, destacan los analistas de Edmond de Rothschild AM.
Desde Amundi inician esta “vuelta” tras el verano con un criterio muy claro: “Se ha confirmado que el virus no ha terminado”. En este sentido, la gestora advierte que una “una fuerte reaceleración del ciclo del virus podría golpear a los mercados financieros, lo que generaría importantes expectativas de medidas de apoyo adicionales, que podrían volver a impulsar los mercados. Una recuperación en forma de W sería el escenario más probable en ese caso”.
Foto cedida. ¿Qué vehículos de inversión son los que atrajeron más dinero en el universo ETFs?
Las incertidumbres políticas, especialmente la guerra comercial entre Estados Unidos y China y el Brexit, supusieron un especial desafío en 2019 para los gestores de fondos activos. Sin embargo, según los datos de Lyxor, los resultados en el primer semestre de 2020 muestran que han sido capaces de “navegar mucho mejor por las circunstancias y consecuencias únicas de la pandemia del COVID-19”.
De media, el 53% de los gestores activos de renta variable obtuvieron mejores resultados que sus índices de referencia en el primer semestre de 2020, según el último informe del equipo Lyxor ETF Research de la firma: Active-Passive Navigator. El estudio ofrece un “análisis exhaustivo del rendimiento de los fondos activos domiciliados en la UE en relación con sus índices de referencia, así como una revisión de las tendencias de los mercados mundiales”, según explican desde la gestora.
Así, los gestores activos de pequeña y mediana capitalización mostraron una elevada ratio de éxito en la mayoría de las regiones en comparación con sus índices de referencia (de media, el 70% se comportó mejor). “Como las acciones de pequeña capitalización se vendieron en gran medida durante la crisis del mercado, los gestores exitosos pudieron aprovechar las clara rotaciones dentro del sector”, explica el informe.
Por otro lado, el rendimiento relativo de los gestores de fondos activos de gran capitalización fue más desigual. “Los fondos estadounidenses lucharon, pero los gestores europeos y japoneses sortearon la creciente dispersión de las acciones, reflejando las desiguales respuestas sanitarias y económicas a la pandemia”, destacan.
Así, los gestores activos de renta fija se quedaron rezagados en el primer semestre de 2020, con sólo el 33% de los fondos superando sus índices de referencia. En este sentido, la mayoría de los gestores no lograron mantenerse al día con el estímulo monetario y fiscal récord desatado en el mundo, que ancló los rendimientos a mínimos y provocó subidas en los precios de bonos, según los datos de informe.
“Por convención se dice que los gestores activos tienen como objetivo proteger el rendimiento de la cartera durante los períodos de mayor volatilidad del mercado. De hecho, un número considerable de gestores de renta variable ha podido navegar con éxito por uno de los entornos de mercado más volátiles de la historia reciente. Sin embargo, el resultado para la renta fija ha sido mucho menos convincente. En una ventana de observación más larga, la generación de un alfa sostenible sigue siendo un ejercicio difícil para la mayoría. Un marco sólido de asignación de activos es esencial para determinar los posibles resultados superiores a largo plazo. Los vehículos de inversión pasiva como los ETFs pueden proporcionar anclajes útiles cuando es más difícil encontrar alfa”, añade Vincent Denoiseux, director de ETF Research and Solutions en Lyxor AM.
Los gestores soberanos y flexibles fueron los que más dificultades tuvieron, especialmente los que operaban en los Estados Unidos: sólo el 21% de los fondos soberanos estadounidenses superaron sus índices de referencia. Por otro lado, el informe destaca a los gestores de high yield, en particular aquellos que operaban en euros, con un 51% de rendimiento superior, principalmente gracias a su posicionamiento defensivo general.
“Aunque la corrección del mercado fue particularmente severa en este sector, con la evaporación de la liquidez y unos niveles de volatilidad implícitos que se dispararon hasta sus niveles más altos desde la crisis financiera de 2008, el posicionamiento defensivo de los gestores activos y la reducción del riesgo de cartera justo antes de la corrección del mercado les ayudó a protegerse contra el choque histórico del mercado”, aseguran desde la entidad. Los fondos de deuda en hard currency de los mercados emergentes también mitigaron su rendimiento relativamente bajo, gracias a la creciente dispersión de los precios de los activos, acorde con las desigualdades en términos de vulnerabilidad de los países y de respuestas frente a la pandemia.
Por otro lado, el equipo de análisis de Lyxor ETF también evalúa el rendimiento de los gestores activos durante períodos más largos, basado en un universo constante de fondos. A lo largo de un período continuo de cinco años, tanto los gestores de activos como de renta fija han tenido dificultades para superar sistemáticamente sus índices de referencia (36% y 19%, respectivamente). “Esto subraya la importancia de la asignación dinámica de activos de cartera y de un proceso sólido de selección de fondos”, aseguran desde la firma.
“Después de un primer semestre memorable, los inversores todavía se enfrentan a un entorno atípico, caracterizado por una elevada dispersión de los precios de los activos, valoraciones distorsionadas debido a los estímulos, una menor previsibilidad fiscal y política, y las dificultades de cobertura de la cartera cuando los rendimientos están anclados”, subraya Jean-Baptiste Berthon, estratega senior de Cross-Asset de Lyxor AM.
Berthon explica que, mientras tanto, el ciclo económico probablemente necesitará nuevos catalizadores, algunos de los cuales ya están despegando. En este contexto, además, será fundamental buscar la diversificación y otras fuentes de rendimiento. “Una combinación ágil de estrategias activas y pasivas podría ser la mejor opción para beneficiarse tanto de la creciente diferenciación de activos como de las promesas de temáticas seculares como la energía limpia, los millenials y el futuro del trabajo”, añade.
Pixabay CC0 Public Domain. Santander lanza Mouro Capital, un nuevo fondo de venture capital que invierte en startups de tecnología financiera
Banco Santander anuncia el lanzamiento de Mouro Capital, un nuevo fondo de venture capital gestionado de manera autónoma y que invierte en startups de tecnología financiera (fintech) o de sectores similares. Mouro Capital sustituirá al Santander Innoventures, vehículo corporativo de capital riesgo, y el banco ha duplicado los fondos a 400 millones de dólares. Mouro gestionará la cartera de inversiones de Innoventures, que se creó en 2014 con una aportación 100 millones de dólares. Dos años más tarde aumentó a 200 millones y ya ha invertido en 36 startups en Europa y América.
Mouro Capital tiene como objetivo utilizar su experiencia en tecnología financiera, su red global y su trayectoria en inversiones al servicio de startups de todo el mundo que se encuentren en una fase de desarrollo temprana. Así, el vehículo liderará rondas de financiación con inversiones iniciales de hasta 15 millones de dólares en Europa y América. Mouro Capital estará liderado por el socio director Manuel Silva Martínez, que se incorporó al fondo hace cinco años y lo gestionaba desde 2018, y Chris Gottschalk, asesor sénior desde 2019 de la entidad, tras dejar Blumberg Capital.
“El lanzamiento de nuestro fondo para fintech en 2014 nos ha permitido ser pioneros en la implementación de nuevas tecnologías, como el blockchain, para ofrecer mejores servicios a nuestros clientes”, asegura Ana Botín, presidenta de Banco Santander. Según datos de la entidad, Innoventures ha casi doblado lo invertido en solo seis años. “Ahora aumentamos la inversión y damos mayor autonomía al fondo para ser más ágiles y acelerar la transformación digital de Santander”, añade Botín.
Con esta iniciativa, el banco busca acelerar su transformación digital y comercial para “mantener la excelencia operativa y mejorar constantemente la experiencia de cliente y la innovación en los servicios”, según afirman. Así, este lanzamiento se enmarca en el compromiso de la entidad de destinar 20.000 millones de euros en cuatro años (2019-2022) a transformación digital y tecnología.
“Al ser más autónomos ganaremos en agilidad, atraeremos talento emprendedor al equipo de inversión y podremos ir más de la mano de las empresas en que invertimos. Tenemos muchas ganas de aportar valor estratégico al banco con mejores acuerdos estratégicos y de trabajar con las startups para ayudar al banco a liderar la innovación en tecnología financiera”, subraya Manuel Silva Martínez, socio director de Mouro Capital.
Innoventures es un fondo de capital emprendedor corporativo y cuenta con una cartera diversificada geográficamente y por temáticas fintech. El fondo ha sido uno de los primeros inversores en empresas que se han convertido en unicornios (valoradas en más de 1.000 millones de dólares), como Ripple, Tradeshift y Upgrade, y ya ha cosechado algunas ventas significativas, como la de iZettle a PayPal en 2018 por 2.000 millones de dólares, y Kabbage el mes pasado.
Además, pese a haberse lanzado hace solo seis años, Santander Innoventures ya ha logrado un sólido retorno financiero, con una tasa de rentabilidad interna (TIR) en un rango del 25-35% desde el lanzamiento y un múltiplo de aproximadamente 1,75 veces lo invertido para toda la cartera. Teniendo en cuenta las inversiones más antiguas, ya más maduras, el múltiplo asciende hasta 3-4 veces, según los datos del banco.
“Mouro Capital seguirá siendo una pieza clave en los esfuerzos de Santander por convertirse en el mejor socio bancario de las startups, generando valor de colaboración estratégico tangible”, añaden desde Santander. Actualmente, el 70% de las empresas que forman parte de la cartera del fondo trabaja con el banco.
Algunas de estas colaboraciones han resultado fundamentales para el desarrollo de proyectos innovadores a lo largo de los últimos años, como la utilización de tecnología de Ripple en One Pay FX para pagos internacionales en tiempo real o el uso de la tecnología de Nivaura para la primera emisión del mundo de bonos con tecnología blockchain. Asimismo, desde el banco también subrayan la entrega por parte de Tradeshift de soluciones de capital circulante habilitados digitalmente, la mejora de las experiencias de servicio remoto de banca minorista a través de las tecnologías de Personetics o el uso de Crosslend como plataforma para la movilización de deuda privada y la optimización del capital regulatorio.
Para cumplir con este mandato, Mouro Capital añadirá recursos internos a su equipo de inversión dedicado en exclusiva a oportunidades de negocio. Con esto, la firma espera incrementar los resultados estratégicos tanto para Santander como para las startups.
La nueva marca, Mouro Capital, debe su nombre a la isla de Mouro, en la entrada de la bahía de Santander, que alberga un faro que vigila el puerto y es la puerta de entrada a la ciudad.
Pixabay CC0 Public Domain. DWS amplía su gama de ETF Xtrackers ESG con un fondo de bonos corporativos investment grade en dólares
DWS se ha propuesto ser uno de los principales proveedores de ETFs con criterios ESG del mercado. Con este motivo, la gestora ha ampliado su gama de ETFs Xtrackers ESG con el lanzamiento del ESG USD Corporate Bond UCITS y el ESG euro-hedged global.
Según explica la gestora, el ETF Xtrackers ESG USD Corporate Bond UCITS proporciona una exposición a más de 1.000 bonos corporativos con grado de inversión denominados en dólares que cumplen con los criterios ESG. Este ETF sigue al índice Bloomberg Barclays con el análisis del MSCI ESG. Asimismo, DWS también ha lanzado una nueva clase de acciones con cobertura en euros de su actual ETF Xtrackers MSCI World ESG UCITS, que sigue al índice MSCI World Low Carbon SRI Leaders. Desde DWS matizan que esto se produce después del lanzamiento en julio de un nuevo ETF Xtrackers, que proporciona exposición al mercado de bonos corporativos ESG EUR de corta duración.
«Estas son sólo las últimas incorporaciones a nuestra gama en creciente expansión de ETFs Xtrackers de DWS diseñados para satisfacer la creciente demanda de exposición ESG», ha señalado Simon Klein, Global Head of Passive Sales en DWS.
En último lugar, la gestora informa de que el ETF Xtrackers ESG USD Corporate Bond UCITS tiene una comisión total anual del 0,16% y cotiza en la Bolsa alemana. Por su parte, The Xtrackers MSCI World ESG UCITS ETF (2C EUR-hedged) tiene una comisión anual total del 0,25% y está previsto que comience a cotizar en el Xetra a finales de este mes. Ambos ETFs son de réplica directa y física.
Foto cedida. Camila Astaburuaga, gestora de New Capital by EFGAM
Asumámoslo: el mundo en el que vivimos está mucho más endeudado que el de hace veinte años. Atendiendo al criterio del FMI, una economía presenta riesgos altos si la deuda sobre el PIB supera el 85%: en el 2000, solo un 20% de los índices de renta fija estaban compuestos por bonos con esta consideración; en 2019, esta clase de bonos pesaba un 80% del índice. Como explica Camila Astaburuaga, gestora de New Capital, “la percepción histórica de que los países desarrollados son más ricos, mejores y menos volátiles que los países en vías de desarrollo no es cierta”.
La experta incide sobre el crecimiento exponencial del endeudamiento de las naciones desarrolladas, volviéndolas cada vez más arriesgadas. Este proceso se ha reflejado en los índices de renta fija, donde el mayor peso es para los emisores de más tamaño, es decir, los más endeudados. “Una manera mucho mejor de invertir en renta fija es hacerlo en aquellos países que tengan capacidad de devolver el dinero”, sentencia la experta.
Astaburuaga es la gestora del New Capital Wealthy Nations Bond Fund, un fondo de New Capital by EFGAM que invierte solo en bonos de los países con mejor perfil de solvencia según su modelo de análisis Net Foreing Asset (NFA), que calcula el volumen de deuda externa de un país (es decir, los recursos que tiene para financiar su endeudamiento) respecto a su PIB. “Las métricas tradicionales solo tienen en cuenta la deuda sobre el PIB, que simplemente reconoce los ingresos como el medio para pagar la deuda. Bajo nuestro punto de vista, los activos con los que cuenta un país son una métrica clave para la devolución de la deuda y, por tanto, una fuente de liquidez más inmediata en muchos casos”, detalla Astaburuaga.
El modelo NFA tiene en cuenta todos los sectores de la economía para asignar un rating de solvencia por país, clasificándolos de más ricos a más pobres y determinando su grado de dependencia del capital de inversores extranjeros, con independencia de que sean considerados desarrollados o emergentes. “En momentos de crisis, los inversores extranjeros pueden retirar capital o hacer que la refinanciación sea más costosa o difícil, lo que pone al país en una situación vulnerable”, aclara la experta.
A este proceso de análisis se le añade una capa ESG para evaluar el perfil de riesgo de crédito desde un punto de vista financiero, reputacional y de valoración. El proceso de filtrado se realiza a través de un modelo propietario que tiene en cuenta 18 criterios de medición, que se combinan con una ponderación específica por cada sector para obtener una calificación ESG. Además, se añade un filtro de exclusión para descartar compañías que produzcan armas controvertidas y se desechan los bonos con rating ESG >25% “para transmitir el mensaje de que no toleramos una gestión ESG mala ni un exceso de cortoplacismo”, indica la gestora.
Mapa de vulnerabilidades post covid
La sacudida sobre los mercados de renta fija que ha provocado la crisis sanitaria ha dejado en evidencia a aquellas naciones con altos déficit que no pueden compensar con ahorros externos, y a las compañías que se han mantenido a base de refinanciaciones en los últimos años. Aquí reluce la efectividad del enfoque del New Capital Wealthy Nations Bond Fund: gracias al análisis NFA el equipo gestor ha detectado ineficiencias en los mercados que han representado buenas oportunidades de inversión. Astaburuaga comenta el ejemplo del bono a diez años de Filipinas (BBB), que está cotizando al mismo spread que el de Abu Dhabi a diez años, con rating AA.
El equipo gestor venía detectando fuertes dislocaciones en la renta fija desde finales de 2019, cuando los diferenciales se estrecharon hasta mínimos históricos por efecto de las políticas expansivas de los bancos centrales, al incrementarse la demanda de bonos de menor calidad por parte de inversores en búsqueda de rendimientos. El equipo gestor concluyó que los emisores más débiles estaban sobrevalorados y, por tanto, que asumir mayor riesgo por una compensación mínima era irracional. Optaron por un posicionamiento conservador, con un 70% de la cartera invertido en emisores con rating AAA, AA y A, encontrando oportunidades de comprar bonos que ofrecían protección frente a caídas y un potencial alcista similar al de bonos de mayor riesgo. Para cuando llegó la corrección de marzo, este posicionamiento defensivo dio un colosal margen de maniobra al equipo, siendo capaces de vender la mayor parte de sus bonos AAA y de añadir riesgo de crédito en bonos A y BBB que consideraban infravalorados.
“Siempre nos centramos en el retorno total potencial, no en los rendimientos”, declara la gestora. El New Capital Wealthy Nations Bond Fund lo ha demostrado, pues gracias a su bond picking ha generado retornos superiores a los de un índice de high yield emergente con la mitad de la volatilidad invirtiendo en bonos con tipos inferiores.
La visión actual de mercado de New Capital by EFGAM es que la política monetaria seguirá reprimiendo los tipos, los diferenciales volverán a estrecharse y rebajarán los rendimientos para generar retornos en exceso respecto al yield to maturity, no sin volatilidad. “En este escenario los mercados emergentes siguen mostrando valoraciones atractivas respecto a su media histórica y a sus comparables desarrollados, particularmente en emisores con grado inversor”, resume Astaburuaga.
Dos lecciones para el futuro
Astaburuaga da dos consejos a los inversores que quieran posicionarse en renta fija. La primera, que la selección de crédito será esencial: “Los diferenciales siguen siendo atractivos, aunque menos que antes. Los riesgos derivados de nuevas oleadas de contagios, las elecciones EE.UU. y otros problemas políticos seguirán asustando a los inversores”.
La segunda tiene que ver con la expectativa de rentabilidad de la renta fija en el futuro. La experta asevera que los tipos bajos han llegado para quedarse; en este entorno, “la política monetaria se vuelve menos eficiente, y la política fiscal más relevante”. Su consejo es “no centrarse en el yield o en el cupón del bono, sino en el retorno total como clave para la selección de bonos que batan al índice, incluso aunque tengan unos tipos más bajos”.
. ¿Cómo será el mundo post-COVID? Más deuda, más gobiernos y más Asia
Con la llegada de la pandemia, finalizaron la expansión económica y el ciclo alcista del mercado más largos de la historia. Una gran parte de esta larga extensión del ciclo se explica por el desempeño superior que obtuvieron la renta variable estadounidense y del sector tecnológico, obteniendo un rendimiento cercano al 10,8% en los últimos cinco años. En renta fija, los bonos corporativos con grado de inversión y los bonos del Tesoro estadounidenses lideraron los rendimientos. Con un 5,7% y 5,6% anual, respectivamente, superaron ampliamente las rentabilidades de la deuda europea.
Mirando hacia adelante, en los próximos cinco años, Pictet Asset Management considera inevitable tener en cuenta las implicaciones a largo plazo que la pandemia tendrá sobre la economía y los mercados. Aunque todavía es pronto para llegar a conclusiones, Luca Paolini, estratega jefe de la gestora, afirma que la pandemia ha actuado como un factor de aceleración de tendencias ya existentes, más que como un catalizador de nuevas tendencias.
Conforme la economía se recupera del impacto del coronavirus, parece que las tendencias subyacentes de crecimiento en la economía global se han mantenido intactas. Sin embargo, Paolini destaca tres aspectos que, a su juicio, representan un cambio en esta nueva fase de recesión: más deuda, más injerencia por parte de los gobiernos y más liderazgo asiático.
El aumento significativo de la deuda
Tanto el nivel del déficit de los gobiernos como el nivel de apalancamiento de las empresas se encuentran en máximos históricos. En la actualidad, el nivel de deuda pública como porcentaje del PIB en las economías desarrolladas se aproxima al 120%. Se trata de un nivel cercano al que se vivió en los años 40, pero existe una diferencia, en aquel momento, la demografía era mucho más favorable y el crecimiento potencial era más fuerte, por lo que fue más fácil liberarse de la carga de la deuda.
El problema que se enfrenta ahora la economía global es como seguir adelante con un nivel de deuda tan elevado en un entorno en el que la austeridad política ya no se considera una opción. En este punto, es necesario tener en cuenta que cuando se comienza un ciclo con un alto nivel de deuda es muy difícil crear crecimiento. Según explica Paolini, la solución más obvia es una respuesta monetaria acomodaticia para apoyar el gasto del gobierno. Después de una crisis de grandes dimensiones, la población va a requerir de los gobiernos unas mayores ayudas sociales y éstas podrán ser financiadas con un coste menor si los bancos centrales mantienen sus políticas acomodaticias.
Una mayor participación de los gobiernos en la economía global
Desde una posición pre-COVID en la que dominaban los gobiernos con un papel regulatorio y una preponderancia del interés privado, hay un cambio a un nuevo escenario en el que se da prioridad al interés público. En consecuencia, cabe esperar una mayor injerencia del gobierno, tanto en términos de legislación, como por ejemplo, en temas de salario mínimo, como en temas de política industrial, donde los sectores considerados estratégicos recibirán una mayor atención, buscando la autonomía y la suficiencia a nivel nacional.
Un mayor papel de Asia en la economía global
La región asiática ha salido claramente fortalecida de esta crisis. Sus economías tienen un componente manufacturero más elevado y cuentan con un fuerte sector tecnológico, algo que ha jugado claramente a su favor y las ha hecho más resilientes. En los mercados de deuda, los bonos soberanos chinos se presentan como una opción más interesante que la deuda corporativa de los mercados desarrollados, pues en la actualidad están cotizando a un diferencial récord frente a los bonos del Tesoro estadounidenses. El Banco Popular de China ha sido menos expansivo que otros bancos centrales, por lo que tiene más margen para actuar y el riesgo de inflación es menor. Mientras que, en el mercado de renta variable chino, las acciones muestran unas valoraciones baratas y el renminbi también se encuentra en unos niveles favorables.
¿Cuál es el siguiente paso para los bancos centrales?
Los bancos centrales de las principales economías cuentan con cada vez menos instrumentos para intentar reactivar la economía. Tanto la Reserva Federal, como el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra o el Banco de Japón han implementado programas de relajamiento cuantitativo incluyendo programa de compras de bonos gubernamentales y corporativos. Todos han ofrecido programas de préstamo subsidiados a sus bancos y han mantenido indicaciones sobre la orientación futura de su política monetaria (forward guidance). Además, algunos bancos centrales, como el Banco Central Europeo y el Banco de Japón, han experimentado con tipos de interés negativos.
Recientemente se ha visto como la Fed revisaba su objetivo de inflación y próximamente se podría ver la implementación de instrumentos formales o informales que ejerzan un control sobre la curva de rendimientos. En la opinión de Paolini, la versión extrema de financiación monetaria que implica la teoría monetaria moderna (MMT) no está descartada por ahora.
Con toda esta intervención, los inversores deberían estar preocupados por el posible impacto que estas acciones por parte de los bancos centrales puedan tener sobre las valoraciones de las clases de activos. El consenso del mercado en esta cuestión parece ser que, conforme los bancos centrales sigan emitiendo dinero, los precios de los activos sólo pueden subir. A juicio de Paolini, ésta es una versión muy simplista de la realidad, pero reconoce que el hecho de que los bancos centrales han inyectado una enorme cantidad de liquidez a los mercados está sirviendo de apoyo a las valoraciones de un modo que sería impensable hace sólo unos meses.
La renta variable sigue siendo más atractiva que los bonos del gobierno
Una década de relajamiento cualitativo y de políticas monetarias acomodaticias han hecho que sea muy difícil encontrar valor en los mercados hoy en día. Por ejemplo, la rentabilidad por dividendo del índice S&P 500 es del 1,6%, mientras que la rentabilidad de la deuda soberana estadounidense se sitúa en un 0,6%; si se toma un promedio de estos rendimientos, la rentabilidad actual en una cartera balanceada es menor que la inflación. En la actualidad, la mayoría de los activos se encuentran en unos niveles de valoración que típicamente se asociarían a un periodo de expansión, mientras que la realidad es que estamos en un periodo de recesión.
La represión financiera, entendida como una situación en la que la rentabilidad de los bonos se mantiene artificialmente en niveles inferiores al crecimiento del PIB, ha experimentado un cambio significativo con respecto al año anterior. Si la expectativa hace un año era que las rentabilidades de los bonos iban a aumentar -aunque no lo fuera de un modo significativo-, en la actualidad se esperan tipos de interés se mantengan más bajos por más tiempo, con todas las implicaciones que esto tiene para los activos financieros.
Otra cuestión a tener en cuenta es que, aunque el crecimiento del PIB y los estímulos monetarios no son muy diferentes de los que se han visto en los últimos 10 años, habrá un cambio significativo en el liderazgo regional, en especial en el mercado de renta variable. Si el líder indiscutible del último ciclo alcista del mercado fue Estados Unidos, en el ciclo alcista que comenzó en marzo cabría esperar una rotación. Tal y como ha sucedido en los últimos 30 años, es muy probable que otro mercado comience a tirar de las riendas, por lo que Paolini comenta que es un buen momento para que el inversor estadounidense diversifique sus carteras entre Europa y mercados emergentes.
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El Golub Center for Finance and Policy del MIT, anunció a Stanley Fischer como ganador de la primera edición del premio Miriam Pozen en reconocimiento a su destacada investigación y liderazgo en política financiera.
“Me siento honrado por este reconocimiento del Golub Center for Finance and Policy, que ha hecho tanto para avanzar en el estudio independiente e interdisciplinario del nexo entre gobiernos, instituciones financieras y el sistema financiero”, dijo Fischer tras recibir el premio.
El premio Miriam Pozen fue definido en diciembre de 2019 y se otorgará cada dos años en honor a la difunta madre de Robert C. Pozen, profesor titular del MIT Sloan que ha financiado el premio de 200.000 dólares.
Además del premio de 200.000 dólares para el desarrollo de investigaciones sobre finanzas, se homenajeará con el nombre de Fischer a una beca que se otorgará a un estudiante entrante del MIT Sloan MBA.
El Dr. Stanley Fischer se desempeñó como vicepresidente de la Junta de Gobernadores de la Fed de 2014 a 2017 y es Senior Advisor de BlackRock desde enero de 2019.
Durante su mandato en la Fed, Fischer dirigió la supervisión interna de la política clave divisiones del personal de la Junta, así como el Comité de Estabilidad Financiera.
También presidió el importante Subcomité de Comunicaciones del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC).
Además se desempeñó como gobernador del Banco de Israel de 2005 a 2013. En general, se le atribuyó haber desempeñado un papel clave en la minimización del impacto de la crisis financiera mundial en la economía israelí.
Se destaca la dirección de una campaña para aprobar una nueva ley del Banco de Israel con el fin de modernizar la estructura de gobierno del banco. Bajo la nueva ley, las decisiones de política monetaria son tomadas por un comité de seis, en lugar de una persona bajo la estructura anterior. El Dr. Fischer presidió el nuevo Comité de Política Monetaria.
El Dr. Fischer será homenajeado en MIT Sloan en la primavera boreal de 2021, cuando pronunciará el discurso inaugural del premio Miriam Pozen.