Pixabay CC0 Public Domain. PIMCO y GE Capital Aviation Services crean una plataforma de inversión en el sector de arrendamiento de aeronaves
PIMCO y GE Capital Aviation Services (GECAS), unidad de negocio de GE, han llegado a un acuerdo preliminar para crear y desarrollar una plataforma de inversión en el sector de leasing de aeronaves por valor de 3.000 millones de dólares. Según señalan, la operación aún está sujeta a las pertinentes aprobaciones reglamentarias.
Esta plataforma de inversión estratégica permitirá a las cuentas asesoradas por GECAS y PIMCO adquirir nuevas aeronaves de bajo consumo de combustible para satisfacer, a largo plazo, las necesidades de una gran parte del mercado de aerolíneas mundiales. Según explican ambas compañías, la plataforma pretende proporcionar la financiación que muchas aerolíneas buscan para poder mejorar su flota de aviones o actualizarla.
La cartera se centrará inicialmente en aeronaves de fuselaje estrecho y permitirá al mismo tiempo flexibilidad para invertir en oportunidades atractivas dentro del mercado de fuselaje ancho. PIMCO y GECAS tendrán en cuenta una serie de criterios de inversión como la calidad crediticia de los activos y de las aerolíneas, así como factores geográficos.
En este sentido, PIMCO cuenta con una amplia experiencia en este tipo de activos, ya que es uno de los mayores inversores del mundo en deuda respaldada por activos relacionados con a la aviación. A esto se suma el liderazgo de GECAS en el segmento de leasing de aeronaves que, según explican, dará “una enorme flexibilidad para proporcionar financiación a la industria mundial de aerolíneas”. GECAS se encargará de las transacciones de la plataforma, actuará como recaudador y prestará servicios de gestión de activos para la plataforma.
“Mientras el sector de las aerolíneas lucha contra los efectos de la pandemia del COVID-19, la plataforma de PIMCO-GECAS inyectará liquidez para esta industria, proporcionando soluciones en un momento en que hay menos opciones de financiación tradicional para las aerolíneas. Las aeronaves siguen siendo una clase de activos atractivos en un sector de infraestructura apoyada por sólidos impulsores de crecimiento a largo plazo. La experiencia de GECAS como arrendador de aeronaves de clase mundial se alinea con nuestra estrategia de inversión a largo plazo dentro de la financiación del sector de la aviación”, explica Dan Ivascyn, director de inversiones del Grupo PIMCO.
Por su parte, Greg Conlon, presidente y CEO de GECAS, señala su satisfacción con este acuerdo: “Estamos encantados de formar equipo con un inversor institucional de primer orden como PIMCO. Se trata de una relación estratégica que permitirá realizar jugadas oportunistas para apoyar a nuestros clientes de aerolíneas en todo el mundo. Aunque GECAS mantiene una posición líder en la industria, esta plataforma nos permitirá seguir proporcionando a nuestros clientes de aerolíneas los aviones necesarios para mantener sus franquicias”.
A medida que se acerca el final de 2020, John Shin, Athanasios Vamvakidis y Ben Randol, analistas de BofA Global Research, advierten de que la pandemia y las elecciones presidenciales en Estados Unidos serán los dos factores más determinantes en la evolución de las monedas del G10 para lo que queda de año.
Según indican, siguen siendo prudentes en cuanto a sus perspectivas y ven un alza general del dólar a corto plazo, así como una cierta recuperación macroeconómica que podría llevar a la caída del dólar para final de año. “Desde finales de agosto, el dólar estadounidense ha permanecido dentro de un rango de valores mínimos desde mediados de 2018. El comercio mundial parece haberse enfriado, los balances de los bancos centrales se han aplanado en ausencia de nuevos estímulos fiscales y los activos de riesgo se han mantenido cerca de los niveles máximos recientes, a pesar del reciente aumento de la volatilidad de los mercados de valores”, resumen los analistas para contextualizar sus previsiones.
Respecto al euro, señalan que la moneda comunitaria se ha mantenido en un “rango estrecho desde finales de julio”. En este contexto, los activos de riesgos han dejado de subir y los datos de la Eurozona se han estabilizado, sin embargo, su mayor riesgo sigue siendo las infecciones por COVID-19. En este sentido, reconocen que el mercado mantiene un sentimiento alcista hacia el euro.
“Mirando hacia el futuro, esperamos que la debilidad del euro se mantenga durante el resto del año. La economía de la Eurozona ha tenido peores resultados que la economía de los EE.UU. en lo que va de año y esperamos que eso continúe siendo así. Hasta cierto punto, esto se debe al mayor estímulo fiscal de los EE.UU., pero también a las medidas de contención más estrictas de la Eurozona ante el COVID-19”, explican.
Principales perspectivas
Entre las previsiones que manejan estos analistas está un repunte del dólar y ven como posible que la relación euro/dólar se sitúe en torno a los 1,14 a finales de este año, lo que estaría significativamente por debajo de los niveles actuales. Igualmente esperan que el dólar confirme su tendencia de recuperación en 2021.
“Para el próximo año, esperamos que el euro/dólar se sitúe en 1,20. Nuestra estimación del rango de equilibrio a largo plazo es de 1,20-1,25. Así como un dólar que, en general, deberá estar más alto a corto plazo, con la excepción del dólar/yen japonés.
Riesgos en el horizonte
Además, apuntan que su principal preocupación es la relación euro/dólar a largo plazo en dinero real, que históricamente ha sido extrema. “Para el próximo año, nuestra línea base más optimista de una recuperación sólida está impulsando nuestro pronóstico de apreciación del euro, pero también vemos riesgos”, matizan en su último análisis.
Para el dólar el principal riesgo son las próximas elecciones presidenciales en Estado Unidos. “En este momento, las elecciones de los Estados Unidos son la gran incógnita más inmediata que se conoce, en particular la posibilidad de un resultado no concluyente que podría provocar una inestabilidad política prolongada sin una resolución clara. Además, las elecciones de EE.UU. podrían desencadenar una serie de riesgos que podrían terminar siendo negativos para el euro debido al riesgo”, señalan.
El otro gran riesgo es la evolución de la pandemia. Estos analistas de BofA Global Research explican que todo dependerá de cuándo esté disponible la vacuna del COVID-19 y de cuánto tiempo lleve vacunar a la población para que la economía mundial vuelva a normalizarse.
“Los riesgos del dólar son muchos e incluyen una recuperación en forma de V, o la persistente volatilidad de los activos de riesgo, similar a lo que vimos durante gran parte del verano. Otros riesgos incluyen una renovada caída de los datos de los EE.UU. en medio de un empeoramiento de la dinámica del COVID-19”, concluyen.
Pixabay CC0 Public Domain. NN IP alcanza los 3.000 millones en activos bajo gestión en sus estrategias de bonos verdes
Las estrategias de bonos verdes de NN IP alcanzan los 3.000 millones de euros bajo gestión, tras cuatro años desde el lanzamiento de la primera de ellas. Según explica la gestora, este crecimiento responde a los fondos que ha creado y a los mandatos de bonos verdes recibidos.
El último de estas estrategias es NN (L) Corporate Green Bond, que lanzó a principios de 2020. Con este fondo centrado únicamente en bonos corporativos, la gestora completó su gama*, que ya contaba con el fondo NN (L) Green Bonds y el fondo NN (L) Green Bonds Short Duration.
Haciendo balance de la trayectoria de los últimos cuatros años, NN IP considera que los bonos verdes constituyen una propuesta atractiva para los inversores que buscan tener un impacto, además de ser un sustituto viable de los bonos ordinarios en una cartera de renta fija. En su opinión, esta convicción y enfoque han sido los principales impulsores del éxito de sus estrategias y explican la importante afluencia a la clase de activos.
“El crecimiento de nuestros activos dedicados a los bonos verdes es el resultado tanto del creciente interés de nuestros clientes en los bonos verdes como del hecho de que se nos ve como líderes en el ámbito de bonos verdes. Esto es enfatizado por nuestro gran y dedicado equipo de bonos verdes, la amplia gama de productos que estamos ofreciendo y el continuo y fuerte desempeño de nuestras estrategias de bonos verdes», explica Bram Bos, responsable de gestión de cartera de bonos verdes en NN Investment Partners.
Además, la gestora reconoce que el rápido crecimiento del mercado de bonos verdes, junto con el creciente número de etiquetas de bonos sostenibles y el desarrollo de las taxonomías sobre este tipo de activos han motivado a NN IP a expandir significativamente el equipo de bonos verdes. En septiembre de 2020, al equipo de NN IP se unieron Douglas Farquhar, como gestor de carteras de clientes de bonos verdes, e Isobel Edwards y Kaili Mao, analistas especializados y responsables de mantener los estándares de bonos verdes que defiende la gestora.
«Me complace dar la bienvenida a Douglas Farquhar, Isobel Edwards y Kaili Mao a nuestro equipo para mejorar nuestra capacidad de análisis de bonos verdes, desarrollar nuestro marco de bonos verdes y aumentar el alcance de nuestros clientes. Se unen a nosotros en el momento oportuno, ya que el fuerte crecimiento del mercado de bonos verdes continúa, y los inversores consideran cada vez más los bonos verdes en un contexto más amplio, no sólo como una inversión de impacto. Los bonos verdes son cada día más atractivos, tanto desde el punto de vista financiero como desde el punto de vista de la rentabilidad del riesgo, así como por los beneficios ambientales adicionales que pueden tener los bonos. Los inversores habituales en bonos tienen la oportunidad de ecologizar su cartera de renta fija sin costo adicional», añade Bos.
Como resultado de estas contrataciones, el equipo cuenta ahora con seis especialistas en bonos verdes, lo que le convierte en uno de los mayores equipos dentro de la industria. Según la gestora, “la combinación de analistas dedicados a los bonos verdes y al crédito en un solo equipo es una característica única y mejora la calidad ecológica de las carteras, evitando al mismo tiempo el lavado verde”.
*Los fondos mencionados son subfondos de NN (L), establecidos en Luxemburgo. NN (L) está debidamente autorizado por la Commission de Surveillance du Secteur Financier (CSSF) de Luxemburgo. Determinadas clases de acciones del subfondo están actualmente registradas en Luxemburgo, Austria, Bélgica, Suiza, Alemania, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Reino Unido, Italia, Países Bajos, Noruega y Suecia.
Foto cedidaIván Díez Sainz, nuevo socio-director de Lonvia Capital.
. Iván Díez Sainz se incorpora como socio-director a Lonvia Capital
El proyecto independiente de Cyrille Carrière continúa tomando forma. La firma ha anunciado la incorporación de Iván Díez Sainz en calidad de socio-director. Díez se une a la nueva gestora desde Groupama AM, donde ha desarrollado su carrera profesional durante los últimos 12 años.
Díez trabajará junto con Francisco Rodríguez d’Achille, también socio-director de la compañía, y su principal objetivo será potenciar y desarrollar el negocio para el sur de Europa, Latinoamérica y US Offshore. Desde la gestora afirman tener muy avanzado el proceso para la creación de una sucursal en España, lo que confirma el fuerte compromiso de la firma por el mercado español.
Por último, desde la gestora destaca que Díez, que acumula una experiencia de más de 20 años en la industria de gestión de activos, se desvincula de la sucursal española de Groupama AM habiendo cosechado notables resultados de crecimiento y dejándola posicionada entre las principales gestoras internacionales por volumen de activos en España.
Lonvia Capital es el nuevo proyecto fundado y lanzado por Cyrille Carriére y su equipo. Se trata de una gestora independiente y con filosofía de inversión a largo plazo, que comienza a dar sus primeros pasos con el lanzamiento de tres fondos de renta variable europea de pequeña y mediana capitalización: Lonvia Avenir Mid Cap Euro, Lonvia Avenir Mid Cap Europe y Lonvia Avenir Small Cap Europe. Desde el principio, el equipo histórico de inversiones, compuesto por Cyrille Carriére y Cyril de Vanssay, se ampliará gracias a la contribución de los analistas senior Jacques Gout-Lombard y Dorian Terral.
Pixabay CC0 Public Domain. El compromiso europeo con la financiación sostenible se refuerza durante la pandemia
Los emisores de los mercados de capital en Europa dan más importancia a la financiación sostenible que hace un año, aunque hayan tenido que enfrentarse a nuevos desafíos debido a la pandemia del COVID-19, según refleja la encuesta sobre financiación e inversión sostenible de 2020 realizada por HSBC.
Además, la pandemia ha fortalecido la opinión sobre la sostenibilidad de más de uno de cada tres emisores europeos (36%). Tres cuartas partes (77%) también aseguran que el COVID-19 ha reforzado su compromiso con el ESG o les ha hecho darse cuenta de que habían prestado muy poca atención al componente social dentro de los factores ESG.
“Las finanzas sostenibles han pasado a formar parte de la corriente principal de los mercados de capital más rápido de lo que esperábamos y, a medida que eso sucede, los acuerdos en materia de ESG están siendo considerados cada vez más como un activo tradicional en lugar de ser un reflejo del compromiso con las cuestiones sociales y ambientales”, explica Daniel Klier, director global de Inversiones de HSBC.
Según la encuesta, los emisores europeos son ahora los más comprometidos en el mundo en cuestiones ambientales y sociales y el 95% afirma que estos temas son muy importantes (76%) o un poco importantes (19%), en comparación con el 93% a nivel mundial.
A la hora de determinar este compromiso, el factor más importante son los volares de los inversores. Asimismo, otros factores incluyen su confianza en el potencial de retorno de la sostenibilidad (36%) y aspectos externos, en particular las ONG (41%) y los clientes (36%).
Entre los inversores europeos, el 79% cree que las cuestiones ambientales y sociales son muy importantes o algo importantes, en comparación con el 86% de los inversores a nivel global. Para los inversores europeos, las presiones sociales (47%) y aspectos regulatorios (43%) son los que más influyen en sus actitudes.
La encuesta también indica que Europa está a la cabeza cuando se trata de que los inversores crean que tienen la responsabilidad de evitar las inversiones con repercusiones negativas en el medio ambiente y la sociedad: el 61% de los inversores europeos así lo cree, en comparación con el 53% a nivel mundial.
“Europa está a la vanguardia de los esfuerzos internacionales para luchar contra el cambio climático y es un líder mundial en finanzas sostenibles. Los emisores e inversores europeos tienen un importante papel que desempeñar en la transición hacia una economía mundial neta cero y seguiremos apoyando las inversiones de nuestros clientes y el crecimiento de las finanzas sostenibles mientras trabajamos juntos para lograrlo”, añade Nuno Matos, CEO de HSBC Bank plc y HSBC Europa.
Los inversores europeos también tienen muchas más probabilidades que los de otras regiones de tener siempre en cuenta temas relacionados con la ESG y sociales en sus decisiones de inversión: el 39% así lo hace, frente a una media del 31% a nivel mundial.
“Las finanzas sostenibles son muy importantes para los inversores a nivel global y, tras el COVID-19, se han acentuado considerablemente y al mismo tiempo que se ha incrementado el compromiso con la sostenibilidad. En España, por ejemplo, las energías renovables han crecido exponencialmente los últimos años y se han postulado como uno de los sectores con mayor potencial del crecimiento en el país”, explica Mark Hall, CEO de HSBC España.
En el contexto actual, los bonos verdes también se han posicionado como una de las mejores oportunidades de inversión. En 2019, la oferta de bonos verdes aumentó significativamente con respecto al año anterior (479 en 2019 frente a los 382 en 2018). “Este tipo de bonos, así como los sociales y posibilidades de inversión relacionadas con criterios ESG, son el futuro. De ahora en adelante hay que mirar más que nunca hacia un impacto ambiental positivo y desde HSBC seguiremos trabajando en esa línea”, añade Hall.
Por otro lado, las acciones de las grandes empresas con mejores calificaciones ESG han superado el promedio mundial en un 4,7% desde mediados de diciembre de 2019, según HSBC. Para las acciones relacionadas con el clima la brecha es aún mayor, con un rendimiento un 13% mayor que el promedio mundial durante el mismo periodo.
Julia Paños Martín es la reciente incorporación de GPM Sociedad de Valores como gestora de Patrimonios para su oficina de Madrid.
Es diplomada en Administración de Empresas por la URJC y está acreditada por EFPA España. Con experiencia en la gestión de patrimonios, destaca por su capacidad para ofrecer soluciones personalizadas.
GPM, histórico del mercado con una trayectoria de más de 30 años, está consolidado en el top ten de la intermediación en bolsa española, es especialista en gestión discrecional de carteras y en la creación de productos alternativos como la financiación de equipos de la liga de fútbol profesional.
La firma, liderada por Juanjo Llinares, pretende convertirse en una entidad de referencia en planificación financiera ofreciendo a sus clientes un trato personal e independiente.
A principios de octubre, los traders más pequeños gastaron el 48% de su volumen para abrir opciones de compra especulativas, dice el portal Sentimentrader.
Este comportamiento ya se había visto en agosto con la idea «las acciones solo suben» y fue especialmente preocupante porque había signos constantes de problemas subyacentes a los índices. Esto provocó advertencias sobre lo que podría suceder una vez que algunas de esas opciones expiraran.
De todas maneras, esa situación no es la misma a la que se observa este mes, ya que el comienzo de octubre fue testigo de algunas de las mejores dinámicas internas en meses.
Eso le quita importancia al resurgimiento más reciente de los impulsos especulativos.
Los comerciantes minoristas tienden a comprar contratos a corto plazo menos costosos, según Julian Emanuel de BTIG LLC, consignado en Bloomberg. Además tienden a tener una mayor convexidad y capacidad para exacerbar los movimientos de las acciones.
Incluso con una participación moderada de los inversionistas individuales, la presión de cobertura del comerciante seguirá siendo intensa, según Emanuel.
«Las posiciones de los distribuidores continúan ejerciendo presión en ambas direcciones», dijo el jefe de estrategia de acciones de la empresa.
Para el experto “es muy probable que estos movimientos sean un poco menos torpes, porque el público no tiene tanto interés en las opciones a corto plazo, pero eso no los hace menos intensos o menos intermitentes”.
En septiembre el Nasdaq 100 cayó casi un 12% en su punto más bajo.
CFA Society Uruguay cerró una alianza estratégica con M&G Investments, gestora de activos global con sede en Londres, que permitirá profundizar las líneas de acción conjuntas para avanzar en el intercambio de conocimientos, experiencias y el desarrollo de actividades para la difusión de las mejores prácticas financieras.
La alianza abre nuevos espacios de análisis y de generación de contenidos para el sector financiero, que contribuirán de manera significativa al enriquecimiento de los asociados y a la profesionalización de la gestión de activos, además de aportar a la educación financiera en beneficio de la sociedad en su conjunto.
M&G Investments se fundó en 1931 con el objetivo de generar beneficios a largo plazo para los ahorristas, lo que los llevó a presentar el primer fondo mutuo del Reino Unido.
Con cerca de un centenar de miembros, CFA Society Uruguay lleva adelante desde su fundación en 2018 conferencias, eventos y capacitaciones para aquellos agentes interesados en adquirir conocimientos financieros, cimentados en los más altos estándares éticos de la actividad. Sus integrantes tienen como norte el compromiso de favorecer la educación financiera y la excelencia profesional en el ejercicio de la gestión de activos, alineados con los principios rectores del CFA Institute.
La alianza permitirá que CFA Society y M&G Investments unan esfuerzos en pos de compartir herramientas y destrezas profesionales para la organización de eventos y desarrollo de contenidos de interés para el sector financiero.
A pocas semanas de las decisivas elecciones de EE.UU., los analistas coinciden que más allá de quién las gane, se avecinan cambios para la potencia norteamericana.
Para el economista Jard Franz, de Capital Group, la diferencia estará en qué tan radicales o graduales podrán darse los cambios y aclara que tanto un gobierno progresista como uno más conservador podrían tener puntos en común.
“Algunas cuestiones críticas, como la desigualdad económica y el incremento de los costes de la atención sanitaria, han llegado a un punto álgido que exige que tanto demócratas como republicanos ofrezcan soluciones que habrían sido políticamente indefendibles tan solo unos años atrás”, asegura el experto.
Estas coincidencias podrían estar en quitar importancia al déficit en los presupuestos, aumentar el gasto en infraestructura, reducir el coste de la asistencia sanitaria, ampliar los programas de vivienda, reforzar la protección de la propiedad intelectual, cuestionar la independencia de la Fed y aplicar hipotéticos límites a las grandes compañías tecnológicas, resume el estudio.
En cuanto a la recuperación económica tras la pandemia de coronavirus, la agenda legislativa para 2021 se centrará en este tema en caso de que no se logre controlar la pandemia o la vacuna se retrase. Es posible que se propongan nuevos proyectos de ley para estimular la economía, así como medidas fiscales y monetarias a tal efecto.
“Las características políticas se han desdibujado hasta tal punto que, en abril, un senador de Partido Republicano propuso que el Gobierno federal cubriese hasta el 80 % de los sueldos de todos aquellos empleados de negocios estadounidenses que se hubiesen visto afectados por los confinamientos impuestos por cada estado”, dice el informe.
En lo referente a las tensiones comerciales entre EE.UU. y China, Franz asegura que no van a desaparecer “por arte de magia si Biden llega al poder”.
La tecnología, sobre todo las gigantes de este rubro han sido un tema de campaña. Ambos partidos han expresado su frustración acerca de las grandes compañías tecnológicas, lo que aumenta la posibilidad de que se tomen acciones antimonopolistas, se introduzcan normativas más estrictas y se lleve a cabo un seguimiento más minucioso en las áreas de protección de la privacidad y omisión de puntos de vista políticos. Es más probable que un Gobierno progresista esté más predispuesto a poner fin a lo que se ve como varios monopolios tecnológicos, pero hay quienes creen que este movimiento podría provenir de ambos lados de la esfera política.
Cuatro áreas de desacuerdo
La política fiscal es sin duda alguna el mayor punto de desencuentro entre las partes. Mientras los demócratas proponen un aumento de los impuestos sobre las rentas más elevadas y las compañías más acaudaladas, así como una subida del impuesto sobre las plusvalías, los republicanos defienden una reducción de los impuestos más pronunciada en consonancia con la Tax Cuts and Jobs Act de 2017.
En educación, los intentos por solucionar la desigualdad son sumamente partidistas, por lo que es probable que se observen políticas totalmente opuestas en función de si el gobierno cae en manos de los demócratas o los republicanos. Una administración conservadora favorecería las iniciativas a favor de elección de centro escolar y reduciría la influencia de los sindicatos de profesores. A su vez, políticas más progresistas probablemente promoverían el aumento de la inversión en las escuelas públicas, el desarrollo de la educación infantil y ayudas para paliar la deuda estudiantil.
Las políticas migratorias experimentarían un cambio importante si los demócratas controlan la Casa Blanca y el Senado. En ese caso, el proceso para la obtención de la ciudadanía podría simplificarse para los 11 millones de inmigrantes sin documentación que se estima que viven en los EE.UU., además de robustecer la protección para los solicitantes de asilo. Si Trump es reelecto, es probable que continúen incrementando la seguridad fronteriza y que traten de limitar la migración laboral de trabajadores peor pagados.
El fallecimiento de la jueza del Tribunal Supremo Ruth Bader Ginsburg ha puesto sobre la mesa una nueva circunstancia que podría cambiar significativamente la dinámica de las elecciones. El nombramiento del nuevo miembro del Tribunal Supremo será una cuestión definitoria a medida que se acercan las últimas semanas del periodo electoral de 2020.
Implicaciones para la inversión
Los mercados de renta variable probablemente se seguirán beneficiando de un entorno de tipos de interés bajos en cualquiera de los posibles cuatro escenarios electorales.
“Las acciones orientadas al crecimiento son especialmente atractivas debido a los tipos a mínimos históricos. Sin embargo, esperamos que se produzcan periodos de extrema volatilidad debido a la incertidumbre económica, que en un principio animó a los bancos centrales a seguir políticas de tipo de interés cero y tipos negativos”, dice el analista.
En cuanto a renta fija, es probable que los bonos del Tesoro estadounidense a diez años permanezcan en el rango del 0,5% al 1,5% en tres de los cuatro escenarios. Sin embargo, en un escenario de ola azul, la situación sería diferente: los bonos podrían subir (del 1,5% al 2%), ya que la Administración demócrata tendría más facilidades para implementar su agenda política, lo que impulsaría a su vez el crecimiento de la economía estadounidense.
Repercusiones sectoriales. A grandes rasgos, entre los sectores y las compañías que pueden beneficiarse del importante cambio político que traería consigo la ola azul se encuentran a las compañías de seguros médicos, las compañías centradas en el medio ambiente (energía solar, eólica, eléctrica, etc.), las tiendas minoristas de descuentos y las pequeñas firmas tecnológicas.
Por el contrario, un Gobierno conservador ofrecería un entorno relativamente más favorable para las compañías farmacéuticas, los fabricantes con sede en EE.UU. y el sector energético.
Foto cedidaÓscar Esteban Navarro, Pilar García Germán y Beatriz Rodríguez San Pedro, del equipo de ventas de Fidelity International en España. Óscar Esteban Navarro, Pilar García Germán y Beatriz Rodríguez San Pedro, del equipo de ventas de Fidelity International en España
Si esta segunda oleada de pandemia que atravesamos se contiene y permite una cierta reactivación económica, Fidelity International asigna un 70% de posibilidades a una recuperación con forma de “U”, con un crecimiento negativo del PIB mundial del 3,3% y un crecimiento positivo para el próximo año del 4,6%. En el caso de que esto no llegue a suceder, tendríamos unos datos macroeconómicos peores, un escenario con una probabilidad del 20%.
Escenarios de recuperación
La crisis de 2008 y de 1929 fueron crisis de solvencia, mientras que la crisis actual tiene más puntos en común con la mal llamada “crisis de la gripe española”, porque ambas fueron consecuencia de un solo evento. Un estudio de Goldman Sachs sobre los meses de caídas y meses necesarios de recuperación en las distintas crisis económicas establece que distintos plazos según el origen de la crisis. Así, el estudio distingue entre crisis estructurales, de ciclo y de eventos concretos. Las primeras suelen transcurrir en 42 meses de caídas y 111 meses de recuperación. Las crisis de ciclo en 27 y 50 meses de caídas y recuperación, respectivamente. Y, por último, las crisis relacionadas con eventos concretos suelen ocurrir en 9 meses de caídas y 15 meses de recuperación.
El futuro de la inflación
La pandemia actual es una crisis sanitaria, pero también lo es de liquidez. Por eso las autoridades monetarias están tratando de inyectar liquidez en la economía para reactivarla, pero puede pasar a ser una crisis de solvencia si esa reactivación económica se ralentiza. Por eso los principales bancos centrales abogan por políticas fiscales contundentes para llegar a aquellos lugares donde las políticas monetarias no alcanzan a llegar.
Uno de los últimos efectos de la Reserva Federal de Estados Unidos ha sido precisamente abandonar el control de la inflación. Esto ha dado pie a uno de los grandes debates del mercado en la actualidad: ¿habrá o no habrá inflación? Por un lado, los defensores de la teoría monetaria moderna sostienen que cualquier tipo de política que inyecte dinero a la economía va a generar tarde o temprano inflación, y esta vez sí, en comparación con la crisis de 2008, este dinero llegará a toda la población gracias a las políticas fiscales que se han puesto en marcha. Por otro lado, están los participantes del mercado que creen que el endeudamiento, el envejecimiento de la población y la disrupción tecnológica son los grandes efectos deflactores. En este debate no hay un claro ganador y probablemente la incógnita se mantendrá por más meses. Lo que sí es una realidad es que, bien para descorrelacionar o bien para tener la inflación cubierta, las cartera los clientes institucionales están comprando bonos reales.
La respuesta de los mercados
Ante la fuerte inyección de liquidez por parte de los bancos centrales y las cuantiosas ayudas brindadas por los gobiernos, los mercados financieros han continuado subiendo imparables. Estas subidas han sido apreciadas como una desconexión entre los mercados y la realidad económica. Pero, desde Fidelity International apuntan que esto siempre sucede, pues los mercados financieros adelantan lo que va a pasar a futuro, independientemente de los fundamentales. Por eso, a finales de marzo se vio la reactivación de los mercados financieros y han sido meses después cuando la actividad económica ha comenzado su reactivación, ahora sí, a ritmos diferentes a nivel sectorial y a nivel geográfico.
Una tendencia alcista polarizada por muy pocas compañías cuyo crecimiento continuo ha sido objeto de atención por parte de los inversores, que las han comprado a cualquier precio. El nuevo orden económico establecido tras la pandemia está premiando aquellas compañías capaces de adaptarse ante el cambio y penalizando aquellas que no saben cómo cambiar, o simplemente no pueden hacerlo. En Fidelity International creen que los inversores van a comenzar a focalizarse otra vez en las valoraciones para comprar crecimiento a valoraciones razonables.
Dividendos
En esta crisis se ha visto cómo muchas compañías han recortado o cancelado sus dividendos. A nivel global, excepto Estados Unidos, numerosas regiones lo están haciendo, por ejemplo, las compañías de Europa y Reino Unido están recortando una media del 40%.
Sin embargo, la búsqueda de dividendos no es algo que deba dejarse de lado. Según apunta Beatriz Rodríguez San Pedro, Sales Manager en el equipo de ventas de Fidelity International, en el mercado hay mucho ruido en torno a esas compañías que han recortado o cancelado dividendos, cuando la realidad es que la mayoría de las compañías han mantenido o incluso incrementado su dividendo.
En Reino Unido y Europa, la mitad de las empresas han mantenido el dividendo preestablecido. Recientemente ha emergido un patrón concreto por el que las compañías con mayores niveles de deuda y más ligadas al ciclo económico han tenido mucho más riesgo de dejar de repartir dividendos. Mientras que aquellas firmas menos endeudadas y con un crecimiento más sólido han tenido mucho menos riesgo. Además, las exigencias regulatorias se están relajando. Así, el regulador europeo ha instado a los bancos a restaurar el pago de dividendos a principios del año que viene.
Dependiendo del perfil de riesgo, existen dos tipos de inversores. Los más conservadores, que se inclinan más por los dividendos recurrentes, aunque sea un nivel bajo, y los más arriesgados, que buscan un dividendo más alto, pese a incurrir en más riesgo. En ese sentido, en Fidelity International se centran en el primer tipo de dividendos, sobre todo teniendo en cuenta el entorno de incertidumbre actual.
Si bien el nivel medio de dividendo actual no es excesivamente elevado, encontrándose en su media histórica, cercana al 2,5%, lo que sí parece claro es su atractivo de la renta variable frente a la renta fija a la hora de invertir en consecución de rentas. Incluso si se compara con la deuda high yield, pues los emisores de esta clases de deuda suelen tener un mayor riesgo de solvencia. Por eso, desde Fidelity prefieren fijarse en renta variable que reparta dividendo, independientemente de que no sea muy elevado, pero sobre todo diversificando y siendo muy selectivos.
El sector tecnológico y la conectividad
Otro tema en la mente del inversor es el excelente comportamiento del sector tecnológico durante esta crisis, el índice del sector ha subido por encima del 30% en lo que va de año, mientras que el índice de renta variable global apenas se ha elevado un dígito. En la opinión de Pilar García Germán, Senior Sales Manager de Fidelity International, es muy importante tener en cuenta el contexto para evaluar las valoraciones. Es una realidad que se está dando una fuerte dispersión en el sector de la tecnología, con compañías de alto crecimiento y altas valoraciones y compañías más cíclicas, que el mercado no está recogiendo en precio. Cuando la situación se normalice, estas últimas dejarán muy buenas oportunidades de inversión.
Desde el punto de vista de la ratio de flujos de caja por precio de acción, el sector tecnológico se encuentra muy por debajo de los niveles que se vieron en la burbuja puntocom del año 2000. Incluso, si se examina el crecimiento de mercado, hace dos décadas el Nasdaq estaba creciendo aproximadamente a una tasa del 250%, frente a hoy en día que estamos en un 60%.
En cuanto a la volatilidad que se vio a principios de septiembre, ésta no hace sino alertar a los inversores de la necesidad de tomar siempre un enfoque diversificado, sobre todo cuando se trata de un sector que está en continuo crecimiento.
Por otro lado, la pandemia ha acelerado la adopción de la conectividad digital. En ese sentido son tres los factores que han jugado a favor de esta aceleración: la velocidad de las comunicaciones, la intensidad de datos y el creciente número de usuarios en aplicaciones como Zoom, Instagram o TikTok.
Con la llegada del 5G se espera que la velocidad de la comunicación se multiplique por 20, que la capacidad de contenido se multiplique por 10 y que el coste se rebaje hasta un 20%. Esto hará que se incremente considerablemente el número de usuarios. Esto traerá múltiples oportunidades de inversión, pero será necesario distinguir entre los distintos modelos de negocio puesto que será una tecnología totalmente disruptiva.
En Fidelity International distinguen entre tres tipos de empresas: las facilitadoras, las empresas de redes de telecomunicaciones y las innovadoras. Dentro del primer grupo estarían empresas como Samsung y Apple, capaces fabricar los dispositivos que darán soporte a la red 5G. En el segundo grupo figuran empresas General Electric, que tienen las redes en propiedad. Y, en tercer lugar, las innovadoras, aquellas compañías que se aprovechan de los otros dos grupos de empresas para crear productos y servicios que después ofrecen al consumidor final, dentro de esta categoría entrarían empresas como Alibaba, Netflix o Amazon.
La renta fija asiática en el nuevo orden económico
En los últimos cinco años, la renta fija asiática ha crecido más de un 45%. Si bien es cierto que es una región más desconocida, pero no por ello se debe dejar de invertir en las oportunidades que puede ofrecer. Así, en Fidelity International distinguen entre la renta fija asiática excluyendo China y la renta fija china. En la parte de renta fija asiática, la gestora se centra en el crédito de alta calidad, aunque también da seguimiento a la renta fija high yield que, aunque es un mercado menor, también brinda oportunidades atractivas. Mientras que, en la parte de la renta fija china, se distinguen dos mercados: el mercado “onshore” y el “offshore”.
El mercado “offshore” de deuda china se divide a su vez en otros dos mercados. Por un lado, el mercado de emisiones chinas denominados en dólares, que es el mercado por excelencia para los clientes internacionales, y por otro, el mercado de bonos chinos en divisa renminbi. En este segundo mercado se encuentran los mercados internacionales que quieren tener exposición a la divisa china. Este mercado tiende a desaparecer a favor del mercado “onshore” que es un mercado que hasta hace relativamente poco tiempo estaba cerrado a inversores internacionales y es realmente dónde Fidelity International está viendo un mayor crecimiento, tanto en tamaño como en diversificación. La deuda denominada en renminbi tiene una correlación muy baja con la renta variable y fija denominada en euros o dólares.
Por último, las emisiones de bonos chinas en renminbi proporcionan un rendimiento mucho más atractivo que en euros o en dólares, por eso está despertando el interés de los inversores institucionales.
Si desea visualizar el evento, puede acceder a través de este enlace.