Ante las preocupaciones relacionadas al brote de COVID-19, las tensiones geopolíticas, y las expectativas relacionadas a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, entre otros factores de impacto global, la inversión total en capital de riesgo aumentó por segundo trimestre consecutivo, alcanzando los 73,2 mil millones de dólares en el tercer trimestre de 2020 con 4.861 acuerdos, según revela la última edición de Venture Pulse, un informe trimestral publicado por KPMG Private Enterprise que releva periódicamente las tendencias globales en capital de riesgo.
El fuerte nivel de inversión fue impulsado por un número significativo de grandes rondas de financiación de fase tardía en diferentes jurisdicciones, incluyendo tres mega acuerdos de más de mil millones de dólares: La empresa aeroespacial SpaceX (1.900 millones de dólares), de EE.UU.; la empresa automotriz Weltmeister (1.500 millones de dólares), de China; y la empresa minorista online Flipkart (1.300 millones de dólares), de la India.
La región de Américas atrajo 40.000 millones de dólares en este tipo de inversiones, manteniendo la recuperación observada en el segundo trimestre, siendo los Estados Unidos el responsable de la mayor parte (37.800 millones).
En la región de Latinoamérica, Brasil experimentó el tercer incremento consecutivo en este tipo de inversiones durante el trimestre de referencia, llegando a 683 millones de dólares (+13%).
Brasil y México alcanzaron en conjunto 744 millones de dólares en este tipo de inversiones durante el trimestre de referencia, lo que representó un incremento del +18% respecto al trimestre anterior, aun cuando la cantidad total de acuerdos, siguiendo la tendencia global, volvió a mostrar una merma.
En Asia-Pacífico, en tanto, la inversión en capital de riesgo continuó recuperándose, acumulando 21.100 millones en el tercer trimestre de 2020, lo que significó un incremento del 22% con respecto a la cifra del trimestre anterior inmediato. En Europa, finalmente, la inversión en capital de riesgo alcanzó un nuevo récord, 12.100 millones.
“Después de varios trimestres tranquilos, el mercado de IPO para empresas respaldadas por capital de riesgo se disparó en el tercer trimestre de 2020, con una serie de unicornios de alto perfil realizando salidas exitosas”, expresó Conor Moore, colíder de KPMG Private Enterprise Emerging Giants Network de KPMG International.
La inversión global en capital de riesgo aumentó en un 5%, pasando de 70.000 millones de dólares en el segundo trimestre de 2020 a más de 73.200 millones en el tercer trimestre de 2020. Sin embargo, el número de acuerdos se redujo por sexto trimestre consecutivo, hasta el volumen más bajo visto desde el cuarto trimestre de 2013.
Pixabay CC0 Public Domain. CaixaBank emite su primer Bono Verde para financiar proyectos de energía renovable
CaixaBank realiza la tercera emisión bajo el marco de bonos verdes, sociales y sostenibles (conocido como ODS Framework) que la entidad publicó en agosto 2019, para apoyar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En esta ocasión, CaixaBank ha colocado un bono verde de 1.000 millones de euros a seis años, con opción de cancelar anticipadamente el bono a los cinco años por parte del emisor.
El formato del bono ha sido deuda senior no preferente y, por tanto, elegible para el requerimiento de pasivos que pueden absorber pérdidas y para la normativa MREL. Es la primera emisión de deuda senior no preferente de un banco español, que incorpora una opción de amortización anticipada, con el objetivo de optimizar el tratamiento regulatorio de este tipo de instrumentos.
El precio del bono se ha fijado en 85 puntos básicos sobre el midswap, tras rebajar la indicación de precio inicial en 35 puntos básicos y el cupón ha quedado establecido en el 0,375%, el cupón más bajo ofrecido por una entidad española desde que se comenzó a emitir este tipo de deuda en 2017.
A través de esta emisión, CaixaBank canalizará fondos para financiar proyectos que contribuyan a la sostenibilidad medioambiental como, por ejemplo, la reducción de gases de efecto invernadero, la prevención de la contaminación y la adaptación al cambio climático. La entidad destinará los fondos a promover los ODS número 7 y 9. El ODS número 7, energía asequible y no contaminante, tiene como objetivo garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna. CaixaBank ya ha identificado unos 1.800 millones de euros en activos de energías renovables elegibles siguiendo los criterios definidos por el marco ODS del banco.
Por otro lado, el ODS número 9, industria, innovación e infraestructuras, persigue la construcción de infraestructuras resilientes, la industrialización sostenible y el fomento de la innovación. En este sentido, CaixaBank ya ha identificado unos 500 millones de euros en activos inmobiliarios con los requisitos de eficiencia energética necesarios para cumplir con lo estipulado en el marco de la entidad.
Además, desde el banco aseguran que el carácter verde de la emisión ha permitido reducir el coste en más de 10 pbs, con respecto al nivel de financiación tradicional. En el mercado, a este proceso se le conoce como greenium o prima negativa, conseguida por el elevado apetito inversor en activos verdes. La demanda ha alcanzado, además, los 4.500 millones de euros.
“Este bono vuelve a demostrar el alineamiento de la financiación con el modelo de banca social y responsable de CaixaBank. Esta estrategia está siendo reconocida por los inversores de renta fija que muestran cómo la entidad ha sabido reflejar esta estrategia en un marco de bonos verdes, sociales y sostenibles creíble y sólido”, añaden desde la entidad.
La emisión espera contar con una calificación Baa3/BBB/BBB+/A (low) por Moody’s, S&P, Fitch y DBRS, respectivamente. Los bancos colocadores de esta nueva emisión han sido CaixaBank, Citigroup, Crédit Agricole, Credit Suisse, y HSBC.
Se trata de la tercera emisión de bonos verdes sociales y sostenibles bajo el marco ODS de Caixabank. La primera, en septiembre de 2019, consistió en un bono social de 1.000 millones de euros a 5 años en formato de deuda senior no preferente. Tenía, además, el objetivo de luchar contra la pobreza y crear empleo. Esa operación inaugural incluía préstamos de microbank a individuos o familias cuya suma de ingresos disponibles fuese igual o inferior a 17.200 euros, con el objetivo de financiar necesidades diarias como gastos en salud, educación o reparaciones en los hogares y vehículos, así como préstamos a autónomos y pymes en las regiones más desfavorecidas de España.
La segunda emisión, realizada en julio de 2020, fue un bono social COVID-19 de 1.000 millones de euros a 6 años, en formato de deuda senior preferente. En este caso, el objetivo era mitigar los efectos del COVID-19 a través de financiación a pymes y microempresas domiciliadas en las regiones españolas con menos de 19.665 euros por cápita, o con tasas de desempleo superiores al 16.69%. En estas dos primeras emisiones, los fondos captados se destinaron a promover el ODS número 8 Trabajo decente y crecimiento económico.
Marco para la emisión de bonos verdes, sociales y sostenibles
En agosto de 2019, CaixaBank publicó en su web corporativa el marco para la emisión de bonos verdes, sociales y sostenibles en apoyo a los ODS de las Naciones Unidas. El marco obtuvo la verificación de Sustainalytics, como asesor experto independiente, que afirmó que CaixaBank había establecido una agenda “creíble y de alto impacto”. Además, la entidad realizó un roadshow por diferentes ciudades europeas para presentar a los inversores institucionales este marco.
Los ODS son 17 objetivos que se pusieron en marcha en 2015 para el cumplimiento de la Agenda 2030 de la ONU. CaixaBank, por su dimensión y compromiso social, contribuye a todos los ODS a través de su actividad, su acción social y sus alianzas estratégicas integrándolos en su Plan Estratégico y en su Plan de Banca Socialmente Responsable.
La entidad centra su acción en 12 de los 17 objetivos. Entre ellos, asume como prioritarios la lucha contra la pobreza, la generación de empleo y el crecimiento económico y,como destacados, el cambio climático, la igualdad de género, la producción y el consumo sostenible y la industria, innovación e infraestructura. Además, desde el banco buscan apoyar proyectos con los que promover la salud, la educación, la energía limpia y la paz, entre otros.
Foto cedida. El segundo retiro de fondos de pensiones más cerca de ser aprobado en Chile
El 10 de noviembre y tras un intenso debate, el Congreso chileno aprobó por 130 votos favorables, 18 en contra y dos abstenciones el proyecto que permite un nuevo retiro de fondos previsionales en las cuentas de los afiliados chilenos. El proyecto ha sido ahora despachado al Senado para su aprobación final.
Sin embargo, no todas las indicaciones fueron aprobabas. El texto inicial contemplaba, por ejemplo, el pago de impuestos para rentas más altas, pero esta opción fue rechazada por 60 votos a favor, 83 en contra y seis abstenciones. No obstante, si en su paso en el Senado se volviera a debatir este cambio, u otras modificaciones, el texto este debería volver al Congreso para volver a ser examinado.
Así, aunque muchos diputados de la oposición quieren que se apruebe antes de Navidad, el texto final aún tiene que ser votado por 3/5 del Senado y el gobierno podría recurrir al Tribunal Constitucional al haber hecho reserva de constitucionalidad del proyecto. Sin embargo, desde Credicorp Capital destacan que el apoyo masivo que ha recibido este proyecto » podría contener la intención del Ejecutivo de enviar el proyecto de ley al Tribunal Constitucional».
Pago en una sola cuota en 30 días hábiles y con opción de reintegro de forma voluntaria
En concreto, la iniciativa aprobada autoriza a los afiliados del sistema privado de pensiones, de forma voluntaria y excepcional, a realizar un segundo retiro de hasta el 10% de los fondos acumulados en su cuenta de capitalización individual de cotizaciones obligatorias.
La norma determina que, al contrario que el primer retiro donde el pago se realiza en dos cuotas, la entrega de los fondos se efectuará en una sola cuota y en el plazo máximo de 30 días hábiles desde que se presentada la solicitud ante la respectiva AFP.
Además, el texto contempla la posibilidad de resarcir los fondos retirados de forma voluntaria. En concreto, se especifica que los afiliados podrán reintegrar todo o parte de dichos fondos mediante una cotización voluntaria adicional equivalente a un 5% mensual calculada sobre la última remuneración cotizada y que podrá repartirse a lo largo de todo el período que sea necesario para restituir el saldo retirado reajustado, sin perjuicio de su facultad de suspenderlo o discontinuarlo.
Asimismo, se remarca que la presente facultad no es incompatible con el ejercicio del derecho de retiro del 10% establecido en la reforma constitucional ya vigente.
80% de los encuestados volvería a solicitar un nuevo retiro
El primer retiro, vigente desde el 30 de julio hasta el 30 de julio de 2021, ha sido solicitado, según cifras oficiales de la superintendencia de Pensiones, por más de 10 millones de personas, 91% de los afiliados al sistema. En términos de volumen, el importe asciende a 18.189 millones de dólares, de los cuales 17.548 millones de dólares ya han sido abonados.
Para este nuevo retiro, aunque el máximo puede alcanzar 19.000 millones de dólares, las estimaciones de Sergio Lehman, economista jefe de Bci Estudios se sitúan en torno a los 14.000 millones de dólares, «algo menor de lo que fue el primero, entendiendo que no habría restricciones importantes para el retiro”, añade. Las estimaciones de Credicorp Capital se sitúan en un rango similar «entre 14.000 y 17.000 millones de dólares, considerando que se podría alentar a las personas de altos ingresos que no retiraron recursos durante la primera vez a hacerlo ahora, después de que se rechazó la moción tributaria».
Con respecto al número de personas que se acogerían a este nuevo retiro, una reciente encuesta de CADEM demuestra que el 80% de los encuestados solicitaría esta opción en caso de ser aprobado, un 16% los mantendría y un 4% no ha respondido. En cuanto al uso de estos fondos, la encuesta recoge que los principales serían: 27% lo destinaria al ahorro y casos de emergencia, 18% a la compra de alimentos e insumos básicos, 17% solicitaría el retiro por desconfianza en las AFPs y el 16% para al pago de deudas. Solo un 3% afirma que aprovecharía la oportunidad para sacar los fondos sin pagar impuestos.
Tasas de renta fija a alza y presión bajista para el dólar
Durante sus respectivas presentaciones ante la Comisión de Constitución, las autoridades monetarias chilenas alertaron de los posibles riesgos que un nuevo retiro podría tener sobre los mercados financieros chilenos. En concreto, los activos más impactados serían los activos locales menos líquidos, la reputación de Chile en el exterior se vería afectada porque se aseguró que iba a ser un evento de una sola vez, unido a que las posibilidades de actuación del Banco Central para paliar estos efectos están más limitadas.
Así, Sergio Lehman, economista jefe de Bci Estudiosconsidera «que se trata de una medida mal focalizada y que compromete las pensiones futuras » . En cuanto al efecto en el tipo de cambio aclara que “ ya ha ido recogiendo esta posibilidad, dando cuenta de las presiones apreciativas que genera sobre el peso chileno» y espera nuevas medidas por parte del Banco Central que mitiguen «los impactos al alza que genera la medida sobre las tasas de largo plazo, que podría ser de hasta 50pb”.
En esta misma línea, desde BICE Inversiones señalan que la aprobación de un segundo retiro,” podría significar una presión bajista para el dólar, ya que al igual que en el primer retiro, las AFP intentarían liquidar activos internacionales denominados en dólares que son más líquidos, lo que implica que luego deberían vender los dólares de manera local, empujando hacia abajo el tipo de cambio”. No obstante, esta presión vendedora puede verse contrarrestada por una mayor demanda de dólares por parte de las AFPs “tras la recomendación de un asesor previsional que sugirió cambiarse del multifondo E a el multifondo A, lo que mantuvo al tipo de cambio con leves movimientos”.
Por su parte, Klaus Kaempfe, director de Portfolio Solutions en Credicorp Capital Asset Management señaló que : «En renta fija, creemos que puede generarse un movimiento puntual, pero creemos que el banco central apoyará para que el mercado funcione normalmente. En cuanto a las monedas: El peso podría tender a apreciarse, mientras que por la venta de activos internacionales, deberían entrar dólares al país».
Pixabay CC0 Public Domain. Diez enfoques activos ante los desafíos actuales del mercado
Tras un declive histórico del mercado y un rápido rebote, la rentabilidad del gestor activo se encuentra bajo la lupa. Sin embargo, según AllianceBernstein, los inversores deberían tener en cuenta múltiples perspectivas a la hora de evaluar a los gestores activos en una crisis internacional sin precedentes y un periodo indefinido de incertidumbre económica.
1. Encontrar los ganadores
“Habida cuenta de que la pandemia ha causado daños masivos a diferentes sectores, industrias y empresas, las carteras pasivas mantendrán acciones de muchas empresas gravemente afectadas. Los gestores activos pueden identificar empresas seleccionadas que tienen muchas más probabilidades de soportar la presión y comportarse bien a largo plazo”, asegura la gestora en un artículo publicado en su página web.
Esto resulta ahora más difícil porque la COVID-19 ha provocado dispersiones extremas en diversos indicadores de las empresas. Por ejemplo, las previsiones de beneficios para las empresas del índice MSCI World son ahora más dispersas que en cualquier otro momento en los últimos 20 años (véase el gráfico de la izquierda). Sin embargo, esta dispersión crea un “terreno fértil” para que los gestores activos seleccionen los candidatos más prometedores, basándose en el análisis de modelos de negocio, balances, tendencias de la industria y capacidades de gestión.
2. Las tendencias a largo plazo
Durante periodos más breves, los gestores activos no han obtenido resultados particularmente buenos; pero, a 10 años, la mayoría han superado a sus índices de referencia. “Esto es importante para los inversores con horizontes a largo plazo y puede ayudar a proporcionar el contexto adecuado para hacer frente a la tensión y la volatilidad a corto plazo”, afirma.
En el caso de las large cap estadounidenses, las tendencias de rentabilidad han sido menos impresionantes incluso en periodos de tiempo más prolongados, ya que, según AllianceBernstein, se trata de un espacio “altamente saturado”. Sin embargo, determinadas categorías de gestores activos (como las carteras concentradas) han obtenido unos resultados mucho mejores con el paso del tiempo.
3. La gestión del riesgo es más que una mera caja negra
Desde la crisis financiera mundial, la mayoría de los modelos de riesgo utilizados por los gestores de cartera son mucho más sofisticados, pero también se basan predominantemente en datos históricos. Como resultado, a muchos modelos estándar les costó hacer frente a los efectos sin precedentes de la pandemia, como la interrupción repentina de las cadenas de suministro mundiales, el confinamiento de ciudades o el colapso de la OPEP+.
“Combinar el análisis fundamental de las empresas con una visión holística acerca de cómo los valores, los sectores y los escenarios interactúan de formas nuevas e imprevistas puede ayudar a los inversores a gestionar riesgos sin precedentes para las carteras durante un acontecimiento histórico del mercado”, asegura.
4. Riesgo político: adaptarse a influencias exógenas
Muchos países se están viendo sacudidos por la inestabilidad y la polarización política, mientras que las tensiones geopolíticas se mantienen latentes. Las elecciones estadounidenses, el Brexit y las tensiones comerciales entre EE.UU. y China añaden incertidumbre a un mundo que se enfrenta a los efectos de la pandemia del coronavirus y la recesión.
Los regímenes políticos históricamente han tenido un impacto mínimo en la trayectoria a largo plazo de los mercados de renta variable estadounidense. Sin embargo, las medidas políticas pueden tener un profundo impacto en los sectores, las industrias y las empresas. “Y predecir los vericuetos políticos resulta particularmente difícil”, señala la gestora. En su opinión, los gestores activos disponen de la capacidad y flexibilidad necesarias para ajustar las posiciones que se han vuelto más vulnerables a esos riesgos, e inclinarse por los valores que pueden beneficiarse de las decisiones políticas. “Por el contrario, las carteras pasivas dejan a los inversores plenamente expuestos a sectores o empresas que podrían verse más perjudicados por un acontecimiento político”, advierte.
5. Evitar trampas de concentración
Los índices de referencia tienden a presentar una elevada concentración cuando determinados grupos de valores se ven favorecidos. Por ejemplo, durante la burbuja puntocom de 1999, las acciones tecnológicas representaban el 33% del índice S&P 500; cuando estalló, los inversores que tenían un exceso de ponderación en el sector resultaron muy perjudicados. En la actualidad, cinco de los principales valores estadounidenses representan el 22,6% del S&P 500 y casi el 37% del índice Russell 1000 Growth Index. Y el valor de mercado de las 100 mayores empresas de EE. UU. es ahora superior que el de todos los mercados desarrollados no estadounidenses. “Estas distorsiones pueden resolverse rápidamente cuando cambia la dinámica”, advierte.
Las tendencias aceleradas por la pandemia han impulsado el crecimiento del uso de la tecnología, que ha favorecido la rentabilidad de Microsoft, Apple, Amazon, Alphabet (matriz de Google) y Facebook. “Sin embargo, la historia sugiere que los líderes del mercado no mantienen esa posición para siempre. Los gestores activos pueden proporcionar a los inversores una exposición moderada a algunas de las principales empresas, garantizando al mismo tiempo que una cartera no presente una concentración excesiva en áreas triviales del mercado que pueden ser propensas a una corrección negativa”, sentencia.
Los otros puntos clave a tener en cuenta en un enfoque de gestión activa son:
6. Control de las exposiciones regionales en asignaciones globales
7. Consistencia y estabilidad en la captura alcista/bajista
8. Los ETFs sectoriales pueden conllevar riesgos ocultos
9. La integración de consideraciones ESG
10. La gestión pasiva es más activa de lo que se cree
Para profundizar en cada uno de ellos, puede acceder al artículo completo en este enlace.
Los mercados dan por buena la victoria de Joe Biden en las elecciones estadounidenses y lo que pueda pasar en la transición con Donald Trump tendrá un impacto limitado. La hipótesis más probable sigue siendo que el Congreso quede dividido y el próximo tramo alcista del mercado de acciones tendrá que ver más con sectores de la economía que con la política, escribe en una nota esta semana Mark Haefele, jefe de Inversiones, UBS GWM.
Como de costumbre, Haefele logra sintetizar en unos párrafos el momento que viven los mercados después de unas semanas intensas.
“En nuestro caso base, no vemos preguntas sobre una transferencia pacífica del poder presidencial como un importante impulsor del mercado, incluso si la historia nos dice que el presidente Trump continuará tuiteando con un efecto de acaparamiento de titulares. En cualquier caso, es probable que el impacto en los mercados sea limitado. A pesar de que habían sido probables varios resultados potenciales durante la semana y la noche de las elecciones, los mercados en su conjunto parecían tener un buen desempeño en cada uno”, señala la nota de UBS.
Operar bajo el supuesto de que las elecciones han terminado
Haefele piensa que es más probable que los republicanos controlen el Senado con una mayoría de uno o dos votos, y los mercados se están inclinando por esta opción: “Si los demócratas ganaran los dos escaños de Georgia, el resultado sería casi con certeza una división de 50 a 50 en el Senado. Si bien el vicepresidente tiene la autoridad para emitir el voto de desempate en situaciones en las que eso surja, es poco probable que los demócratas intenten aprobar una legislación importante de esa manera. Hacerlo sería políticamente impopular y podría costarle escaños a la Cámara de Representantes y al Senado de los demócratas en las elecciones de mitad de período de 2022. En consecuencia, creemos que los mercados seguirán valorando un gobierno dividido, con un escenario alcista de un gasto fiscal potencialmente mayor si el resultado del Senado es el control dividido”.
“En general, mantenemos una postura a favor del riesgo. Creemos que el mejor curso de acción es operar bajo el supuesto de que las elecciones han terminado y esperamos que el enfoque del mercado cambie a impulsores de crecimiento económico a mediano plazo. Estos incluyen COVID-19, desarrollos de vacunas y estímulos monetarios y fiscales”, añade UBS.
La llegada de una vacuna y un cambio continuo hacia un mundo tecnológico bipolar
Las últimas informaciones confortan una postura optimista sobre la llegada de una vacuna contra el coronavirus en la primera mitad de 2021. Desde UBS piensan que el próximo tramo alcista de las acciones será impulsado por partes del mercado más sensibles a la economía, como las de mediana capitalización, la industria y otros cíclicos selectos se ponen al día con los nombres del crecimiento secular.
Para los inversores que buscan reducir el riesgo de cartera tras la subida de la renta variable estadounidense la semana de las elecciones, o que ven preocupaciones sobre el riesgo en torno a la transición pacífica del poder en Estados Unidos, se recomiendan los productos estructurados como un medio eficaz de implementación.
Haefele piensa que el retroceso de la semana pasada en las acciones de energía renovable, movilidad inteligente y eficiencia energética es una oportunidad para ganar exposición a inversiones sostenibles: “Es probable que el presidente electo Biden adopte un enfoque más predecible y pragmático de las relaciones entre Estados Unidos y China, pero esperamos un cambio continuo hacia un mundo tecnológico bipolar, que aboga a favor de la diversificación dentro del sector tecnológico. Creemos que el retroceso en los rendimientos de los bonos del Tesoro después de las elecciones puede haber seguido su curso, pero vemos más debilidad del dólar en el futuro”, concluye.
Pixabay CC0 Public Domain. Gesconsult lanza una nueva gama de fondos de renta fija
Gesconsult lanza una nueva gama de fondos de renta fija con tres nuevos vehículos de inversión: Gesconsult Renta Fija Horizonte 2023, Gesconsult Renta Fija High Yield Euro y Gesconsult Renta Fija High Yield USD.
Gesconsult Renta Fija Horizonte 2023 es un fondo de inversión de renta fija a vencimiento. La gestora ha recibido la autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para el registro del vehículo, que tiene un objetivo concreto de rentabilidad no garantizado.
El fondo, con exposición principalmente a renta fija privada, formará la cartera con emisiones de deuda con vencimiento cercano al horizonte temporal, fijado en diciembre de 2023. La cartera se encontrará diversificada entre renta fija corporativa, investment grade y high yield, renta fija subordinada. Además, también podrá invertir en renta fija pública, grado de inversión y en depósitos, según el folleto informativo del fondo registrado en la CNMV.
En cuanto a la calidad crediticia, se especifica que podrá tener hasta un 25% de la exposición total en activos con baja calidad crediticia o sin calificar (mínimo BB-).
El objetivo de rentabilidad neto estimado no garantizado del Gesconsult Renta Horizonte 2023 es del 0,50% anual. Según la gestora, esto permitirá, de no materializarse otros riesgos, alcanzar el objetivo de rentabilidad no garantizado y satisfacer las comisiones de gestión, depósito y gastos previstos para todo el periodo. Los reembolsos antes de vencimiento no se beneficiarán del objetivo de rentabilidad no garantizado y podrán experimentar pérdidas. El fondo Gesconsult Renta Fija Horizonte 2023 estará abierto para su comercialización hasta finales de enero 2021.
Por otro lado, el Gesconsult Renta Fija High Yield EUR y USD invertirán, directa o indirectamente a través de IICs (con un máximo del 10%), hasta el 100% de su exposición total en activos de renta fija, mayoritariamente renta fija privada de alta rentabilidad, de los denominados high yield.
“El lanzamiento de estos tres fondos complementa nuestra gama de fondos de renta fija y encaja perfectamente en la filosofía de Gesconsult. Nuestro objetivo es dar a los clientes la oportunidad de complementar sus carteras con esta clase de activo donde vemos muchas oportunidades”, asegura Juan Lladó García Lomas, director general de Gesconsult.
Según Morningstar, la firma, que es signataria de los Principios de Inversión Responsable desde junio de este año, cuenta con un total de 16 estrellas entre los cinco fondos propios que gestiona.
Pixabay CC0 Public Domain. UBS AM lanza en formato UCITS su estrategia de inversión en acciones A de China
UBS AM ha mejorado su oferta de inversión en acciones A de China. La gestora ha anunciado que su estrategia, lanzada en 2007, estará ahora disponible en formato UCITS a través de un nuevo vehículo domiciliado en Luxemburgo: el UBS (Lux) Investment SICAV – China A Opportunity (USD).
Según ha explicado la gestora en un comunicado a sus clientes, esta estrategia China A UCITS “ofrecerá a los inversores acceso directo al mercado chino de acciones A, de rápido crecimiento y gran potencial para lograr alfa”. La estrategia está dirigida por Bin Shi, gestor con calificación AAA y responsable de renta variable de China de UBS AM.
Desde su lanzamiento, la estrategia de acciones A de UBS AM tiene un track record “muy consolidado”, según apuntan, y se basa en el enfoque bottom-up del gestor, con presencia local y énfasis en la identificación de líderes a largo plazo en el mercado onshore.
En opinión de la gestora, el mercado de acciones A de China es uno de los más grandes del mundo, pero sigue siendo poco invertido por los inversores mundiales. En concreto la gestora señala cuatro características de este tipo de activos que lo hacen atractivo para el inversor: el mercado de acciones A de China está impulsado por el inversor retail, es uno de los mercados más grandes y que más oportunidades ofrece para el mercado offshore, es un tipo de acción poco analizada y explotada, y, por último, es un tipo de activo que mantiene una baja correlación con otros mercados.
Pixabay CC0 Public Domain. Lyxor AM comunicará las temperaturas de más de 150 fondos en favor de la reducción de emisiones de carbono
JP Morgan AM amplía su gama de fondos con un ETF sostenible, el JPMorgan Carbon Transition Global Equity UCITS ETF (JPCT), que ofrece exposición a renta variable global con un tracking error bajo respecto al Índice MSCI World. Además, tendrá una reducción significativa en la huella de carbono.
Según explica la gestora, este nuevo ETF replicará el Índice JPMorgan Asset Management Carbon Transition Global Equity Index, un índice diseñado para lograr una reducción significativa en las emisiones de carbono sin depender de exclusiones o desviaciones del sector. Además, el ETF utiliza un avanzado marco de análisis propio para identificar qué compañías, en todos los sectores, están más alineadas con la transición a una economía baja en carbono. De esta forma, ofrecerá a los inversores al menos un 30% menos la intensidad de carbono que el índice MSCI World, y un objetivo de descarbonización anual de, al menos, el 7%, en línea con el marco de referencia de transición climática de la Unión Europea (CTB) para inversiones sostenibles.
El fondo será gestionado por el CIO de QBS Yazann Romahi, PhD, y por el gestor Aijaz Hussain, está domiciliado en Irlanda y cotizará en la Bolsa de Valores de Londres, la Borsa Italiana y la Deutsche Börse Xetra. Su ratio total de gasto (TER) será de 19 puntos básicos.
“Muchos inversores están considerando la adecuación de sus carteras con la transición del carbono, además de mantener una amplia diversificación, un tracking error bajo y unos costes eficientes. Nuestro ETF de transición de carbono debería ayudar a satisfacer esas necesidades, ya que los clientes buscan integrar los criterios de transición a bajas emisiones de carbono al invertir en acciones globales», señala Olivier Paquier, responsable de Distribución de ETF en EMEA.
Por su parte, Jennifer Wu, responsable global de Inversión Sostenible de JP Morgan AM, afirma: “La inversión en estrategias que contemplen la transición hacia una reducción de la huella de carbono debe comenzar ya. Están surgiendo diferencias entre los posibles ganadores y perdedores en esta transición, y al actuar con anticipación, antes de que los riesgos y oportunidades sean descontados por el mercado, los inversores pueden obtener rendimientos potencialmente significativos a medida que los precios se van ajustando. Contamos ya con el interés de muchos clientes que buscan aprovechar nuestro marco de inversión en este ámbito para ayudarlos a cumplir sus objetivos específicos de inversión sostenible».
Cómo mitigar el cambio climático
Creado por los equipos de inversión sostenible y QBS (Quantitative Beta Solutions) de JP Morgan AM, el marco de inversión cuantitativa de transición de carbono que sustenta el nuevo índice ayuda a mitigar los riesgos del cambio climático, al reducir las emisiones de carbono y aprovechar las oportunidades y tecnologías necesarias para la transición a un mundo bajo en carbono. Según indica la gestora, este marco, que se puede aplicar a cualquier universo de inversión inicial para crear soluciones personalizadas para inversores profesionales e institucionales por igual, busca diferenciar a los líderes de los rezagados.
Para ello, explica que se evalúan una serie de factores clave: su producción de emisiones directas e indirectas y cómo las empresas prevén gestionar y reducir las emisiones; cómo gestionan las empresas los recursos, incluida la electricidad, el agua y los residuos; y otras consideraciones de gestión de riesgos relacionados con el clima, como riesgos físicos y reputacionales.
En opinión de la gestora, el marco de inversión importa datos, obtenidos directamente de las empresas, pero también datos e información de fuentes alternativas de ThemeBot, la herramienta de procesamiento de lenguaje natural propia de JP Morgan AM basado en inteligencia artificial, que puede captar diversas señales innovadoras, como el gasto de capital ecológico de una empresa. Las calificaciones del marco determinarán qué empresas se enfatizarán, a través de posiciones infraponderadas y sobreponderadas, sin tomar posiciones regionales o sectoriales.
Pixabay CC0 Public Domain. Con la pandemia como telón de fondo, el fantasma de un Brexit sin acuerdo se aleja pero no la incertidumbre
La evolución del COVID-19, en particular la segunda oleada de la pandemia en Europa, y las elecciones presidenciales en Estados Unidos han apartado del foco la relevancia que el proceso del Brexit sigue teniendo. Con un Reino Unido bajo confinamiento domiciliario y todo el peso de las consecuencias económicas de la pandemia, las gestoras recuerdan: con el inminente punto final de la transición el próximo 31 de diciembre, la incertidumbre persiste en el Reino Unido.
Está claro que la economía del Reino Unido tiene ante sí numerosos desafíos en el último trimestre de 2020. “Las nuevas medidas contra la COVID-19, un régimen de apoyo al empleo menos generoso y el bloqueo en las negociaciones del Brexit forman un cóctel potencialmente explosivo”, destaca Samy Chaar, economista jefe de Lombard Odier.
En su opinión, las negociaciones comerciales entre el Reino Unido y la UE avanzan y no parece que exista riesgo de ruptura. “Lo más probable es que se alcance un acuerdo de mínimos con respecto al Brexit, tal y como sugieren los intereses para ambas partes. No sería la primera vez que prevalece la lógica económica frente a un aparente bloqueo político. Sin embargo, representará un factor de volatilidad adicional en el futuro inmediato, incluso si finalmente se impone la lógica económica y se alcanza un acuerdo antes del 31 de diciembre. Algo que en estos momentos no está nada claro”, señala Papadakis.
Para Aaron Barnfather, analista y gestor de carteras Lazard Asset Management, a pesar de los avances con otros socios comerciales, asegurar los acuerdos con la Unión Europea y los Estados Unidos será absolutamente crítico en los próximos meses. “El Brexit ha sido un lastre para el crecimiento económico del Reino Unido durante los últimos cuatro años. De hecho, desde el voto a favor en junio de 2016, la economía del Reino Unido ha tenido un rendimiento inferior al de sus homólogos mundiales y las decisiones políticas frente a la pandemia del COVID-19 sólo han empeorado las cosas”, afirma Barnfether.
Según sus datos, durante los tres años anteriores al referéndum, la economía del Reino Unido creció un 2,4% anual, superando significativamente a la zona euro, que creció un 1,5% anual. Sin embargo, desde el tercer trimestre de 2016 hasta el cuarto trimestre de 2019, el crecimiento del PIB del Reino Unido se redujo en un 1,6% anual. “Esto fue impulsado por una débil inversión empresarial, la desaceleración del crecimiento del consumo privado y una política interna desordenada (incluyendo dos elecciones repentinas). Por el contrario, el crecimiento del PIB de los Estados Unidos se mantuvo estable, apoyado por las medidas de estímulo fiscal, mientras que los programas de expansión cuantitativa del Banco Central Europeo (BCE) han impulsado el crecimiento de la zona euro”, añade el experto de Lazard AM.
En este sentido, Barnfather contempla tres posibles escenarios: uno optimista con un trato total o parcial que apoyaría la recuperación económica; otro con un Brexit duro semidirecto con medidas provisionales que evitarían una salida desordenada, pero sin llegar a un acuerdo; y, por último, una ruptura completa de la relación sin trato que causaría una extrema incertidumbre y trastornos en la economía y los mercados.
Para Dennis Shen, analista principal para el Reino Unido de Scope Ratings, es improbable que no haya ningún tipo de acuerdo. “Básicamente por varias razones. Ya sea debido a los importantes trastornos económicos -en el mercado financiero, sociales y políticos que se producirían-, la probable pérdida de vidas en medio de la pandemia, el apoyo que la falta de acuerdo podría dar a los nacionalistas de Escocia en torno a la independencia, o las fricciones que crearía dentro del propio Reino Unido entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte, por ejemplo», dice.
Por el contrario, Barnfather considera que el riesgo de un Brexit duro sin acuerdo aumenta cada día mientras las negociaciones siguen en un punto muerto. “Las cuestiones adicionales que plantea el proyecto de ley de mercado interior se reflejan en la reciente debilidad de la libra esterlina. Anteriormente esperábamos que el Banco de Inglaterra recortara los tipos de interés en caso de no llegar a un acuerdo. Sin embargo, dado que los tipos han bajado a cero en respuesta a COVID-19 y que el Banco de Inglaterra ha descartado hasta ahora una política de tipos de interés negativa, esperamos que los tipos se mantengan en sus mínimos históricos actuales, sea cual sea el resultado de las negociaciones comerciales”, argumenta.
Implicaciones de la inversión
En opinión de Barnfather, el COVID-19 ha enturbiado la reacción de los mercados de valores frente al Brexit. “A pesar de la considerable caída económica, los mercados europeos se han comportado mejor que los del Reino Unido gracias a las medidas de apoyo del BCE. Sin embargo, si un Brexit sin acuerdo se materializa, provocará una presión adicional significativa en ambas economías. Es probable que el mercado de valores de Europa ex-UK también se vea influenciado por los acontecimientos políticos en los EE.UU., donde una reñida batalla electoral y la incertidumbre sobre su resultado puede conducir a la volatilidad del mercado e incluso al malestar social”, explica.
En este sentido, los mercados de valores del Reino Unido siguen siendo muy sensibles al flujo de noticias de Brexit, lo que se refleja en la sensibilidad de los niveles de la libra esterlina y los rendimientos de los bonos. “Una libra esterlina más débil beneficiaría a las acciones de mayor capitalización, que por extensión también están menos expuestas a la difícil economía interna del Reino Unido. También es posible que, como después del resultado del referéndum de junio de 2016, una salida dura podría dar lugar a un mayor rendimiento de los valores de gran capitalización frente a los de menor capitalización, ya que los inversores buscan la seguridad percibida y una mayor liquidez de las empresas más grandes”, añade Barnfather.
Mientras, la Cámara de los Lores presiona a Boris Johnson. Según recuerdan los analista de BancaMarch, esta Cámara votó el lunes abrumadoramente a favor de eliminar las discutidas cláusulas de la legislación Brexit de Boris Johnson incluidas a posteriori en el Acuerdo de Retirada. «Con un resultado de 433 votos a favor y 165 votos en contra, los lores se mostraron favorables a eliminar secciones del proyecto de ley de mercado interior de Johnson, cuyo Gobierno ya admitió que violarían el derecho internacional de una manera muy específica y limitada. El resultado de la votación, con 433 a favor de eliminar estas cláusulas frente a las 165 en contra de su retirada, mete presión al Gobierno de Johnson en las últimas semanas de conversaciones con la UE para cerrar la futura relación de ambos bloques», destacan en su último análisis.
Impacto del COVID-19 y las medidas
Como el resto de países europeos, el Reino Unido lidia con el impacto de la pandemia en su economía. A finales de la semana pasada, el Banco de Inglaterra anunció que ampliaba sus compras de activos en oro en 150.000 millones de libras esterlinas, con lo que el total ascenderá a 875.000 millones de libras esterlinas. También anunció que dejaría la tasa bancaria al 0,1% y las compras de activos de bonos corporativos sin cambios, ambos por acuerdo unánime.
“Vemos que la economía del Reino Unido necesita un mayor estímulo, incluso después de la grata sorpresa de la política monetaria alcista. Algunos pueden provenir del presupuesto del próximo año. Sin embargo, prevemos un mayor estímulo monetario en mayo del próximo año, aunque seguimos sin estar convencidos de que esto incluya tasas negativas”, apunta David Page, jefe de Macro Research de Axa IM.
En opinión de Chaar, de Lombard Odier, el impacto económico real de las medidas que se han tomado, como el confinamiento, será limitado. “Pese a ello, representan un nuevo obstáculo para la recuperación, mientras que el paso de levantar las restricciones a volver a imponerlas podría afectar negativamente a la confianza”.
Pixabay CC0 Public Domain. La EIOPA expone su enfoque para la supervisión de los requisitos de gobernanza de productos
Con la publicación del enfoque de supervisión de los requisitos de gobernanza de productos (conocido como POG, por sus siglas en inglés), la EIOPA expone su enfoque de supervisión de los requisitos de gobernanza de productos, incluyendo los sistemas y procedimientos implantados, las estrategias de distribución o las pruebas de producto.
Así, la entidad busca asegurar la aplicación adecuada y correcta de estos requisitos y que las políticas y procedimientos de las entidades a buenos resultados para los consumidores. El documento está basado, además, en las exigencias del artículo 25 de la directiva de distribución de seguros (IDD, por sus siglas en inglés).
“El objetivo principal de la supervisión debe ser verificar la aplicación adecuada y correcta de los POG y asegurar que las políticas y procedimientos implantados por las entidades conducen a buenos resultados para los consumidores”, aseguran desde la autoridad europea. Además, establece que la supervisión de los POG no debe limitarse a evaluar si los fabricantes y distribuidores de seguros han desarrollado políticas y procedimientos.
En este sentido, deberá tener en cuenta si son adecuados y proporcionales, según el modelo de negocio, el nivel de complejidad del producto y las características del mercado objetivo; si se aplican realmente para la aprobación de los productos; si son adecuados para corroborar que los nuevos productos o los productos significativamente adaptados satisfagan las necesidades, fines y características del mercado objetivo durante su vigencia, y si son coherentes los tipos y las gamas de productos definidos y distribuidos, y los mercados a los que se dirigen.
No obstante, el documento de la EIOPA no es vinculante ni modifica lo ya establecido en la IDD, sino que pretende facilitar a los productores y distribuidores de seguros la implementación de sus propias políticas de POG y favorecer el diálogo con los supervisores nacionales.
La EIOPA centra la supervisión de los POG en lo referente a sistemas y controles, mercado objetivo, pruebas de producto, estrategia de producto y seguimiento y revisión del producto.
En primer lugar, en lo referente a los sistemas y controles, la EIOPA establece que las actividades de supervisión de los sistemas y controles de los POG buscan evaluar si la política general y los sistemas y controles de los POG de los fabricantes son adecuados y proporcionales. Asimismo, determina si los fabricantes disponen de medidas y procedimientos que eviten perjuicios al consumidor durante la vida del producto y, en caso de que aparezcan, mitigar su impacto.
Además, ha de valorar si los procesos y procedimientos de los POG puestos en marcha por los distribuidores, en virtud de los acuerdos de distribución, están claramente estructurados y son los apropiados.
Por otro lado, la supervisión de los POG respecto al mercado objetivo busca comprobar si las medidas y controles definidos para verificar que el mercado objetivo del producto está correctamente identificado y que se haya aplicado un nivel suficiente de granularidad.
En este sentido, se centra en supervisar la definición correcta de la complejidad de los productos por los fabricantes, verificando si han identificado y justificado la metodología y los criterios para determinar el nivel de complejidad, en función del producto, y si han evaluado el efecto concreto de la complejidad para la determinación del mercado objetivo.
Además, supervisa los procesos y procedimientos que sigue el fabricante para definir e identificar el mercado objetivo para comprobar que son claros y exhaustivos han de examinar, según la EIOPA si, dentro de su política general de los POG, los fabricantes cuentan con un proceso específico para identificar y definir el mercado objetivo de cada producto.
Por último, regula el nivel de granularidad de la definición del mercado objetivo y los criterios de la estrategia de distribución son adecuados para el producto y permiten evaluar qué clientes entran en el mercado objetivo.
Respecto a la evaluación de los métodos de pruebas de producto, la supervisión de los POG se centrará, según la EIOPA, en examinar la estructura organizativa para desarrollar esas pruebas, y comprobar que sus procesos y procedimientos estén integrados en la práctica.
En concreto, pretende comprobar la adecuación de las pruebas realizadas por los fabricantes a las características de los productos, según la proporcionalidad y la complejidad del producto en las fases clave.
En lo referente a la estrategia de producto y en relación a los POG, el supervisor persigue evaluar la idoneidad de la estrategia de distribución desde la perspectiva de los fabricantes, comprobando si han definido una variedad de criterios que aseguren que los distribuidores seleccionados son adecuados para el mercado objetivo y el producto. Además, busca supervisar el intercambio de información entre fabricantes y distribuidores para que sea clara, completa y actualizada.
La EIOPA destaca la vigilancia de las actividades de distribución para comprobar si las técnicas de vigilancia definidas por los fabricantes en su política general y en los procesos para productos específicos son adecuadas y proporcionadas, según la complejidad del producto, las características del mercado objetivo y la estrategia de distribución.
Además, ha de evaluar la aplicación de la estrategia de distribución para comprobar que sea la adecuada desde perspectiva de los distribuidores, valorando la forma en la que estos se aseguran de que los acuerdos de distribución cuenten con medidas y procedimientos para obtener del fabricante toda la información pertinente sobre los productos comercializados y que estos se comprenden plenamente, según la complejidad, los riesgos y su naturaleza, y la escala y características de su negocio.
Por último, en lo relativo al seguimiento y revisión del producto, la EIOPA establece que la supervisión de los POG ha de examinar si los procedimientos determinan claramente el control continuo y la revisión periódica de los productos de seguros, para comprobar que siguen siendo coherentes con las necesidades, características y fines del mercado objetivo. Asimismo, pretende evaluar si esos procedimientos se han aplicado en la práctica de manera proporcional a la complejidad del producto.