Trade finance: nuevas oportunidades para invertir en crecimiento sostenible

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Pixabay CC0 Public Domain. Trade finance: nuevas oportunidades para invertir en crecimiento sostenible

El comercio internacional es un pilar fundamental del crecimiento económico que también produce beneficios para la sociedad, según NN Investment Partners. La OMC y el Banco Mundial han señalado su papel en la reducción de la pobreza y la integración de los países en desarrollo; y las importaciones y exportaciones de ciertos bienes y servicios pueden contribuir a la consecución de los objetivos estratégicos de desarrollo de las Naciones Unidas.

La OMC estima que entre el 80% y el 90% del comercio mundial depende del trade finance. La financiación del comercio implica, entre otras cosas, préstamos que reducen los riesgos de los importadores y exportadores relacionados con el pago y la entrega. Sin embargo, la diferencia entre la demanda y la oferta del mercado de financiación del comercio es de alrededor de 1,5 billones de dólares.

El NN (L) Flex Trade Finance -recientemente lanzado por la gestora- ofrece exposición a una cartera globalmente diversificada de activos a corto plazo centrándose en una combinación conservadora de préstamos de financiación previa y posterior a la exportación. Suresh Hegde, jefe de deuda privada estructurada de NN IP, responde a tres cuestiones sobre el nuevo fondo y las perspectivas del trade finance.

¿Por qué el trade finance es una oportunidad de inversión interesante?

La financiación del comercio permite a los inversores institucionales acceder a un mercado de 15 billones de dólares. Hasta hace poco, estaba dominado por los bancos comerciales, pero las nuevas regulaciones han reducido su capacidad de satisfacer la demanda. Esto ha abierto una ventana de oportunidad a los inversores no bancarios que quieren entrar en un mercado estable y bien establecido que muestra una correlación limitada con las clases de crédito tradicionales.

Con la brecha actual de financiación de 1,5 billones de dólares, las oportunidades son abundantes. En un entorno de bajos tipos de interés, hay una creciente demanda de préstamos para trade finance entre los inversores institucionales. Esto también se debe a su eficiente retorno sobre el capital y a su bajo historial de impagos. Si se tiene cuidado de limitar los posibles factores de riesgo idiosincráticos o volátiles como el precio de los productos básicos-, creemos que puede ser un poderoso diversificador como parte de una asignación de crédito tradicional.

Como inversión, los préstamos de trade finance ofrecen una recuperación del rendimiento con respecto a otros créditos líquidos y son muy eficientes desde el punto de vista de la solvencia del capital. Dado que la mayoría de esos préstamos son autoliquidables, a corto plazo y a menudo garantizados, la clase de activo también ofrece protección contra el riesgo de impago y el de mercado en caso de que el ciclo cambie. La financiación del comercio también puede proporcionar una plataforma eficaz para alcanzar objetivos de inversión responsable. Puede ser un catalizador del crecimiento económico sostenible y es el núcleo de más de la mitad de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

Por otro lado, los inversores deben comprender los verdaderos motores del riesgo que hay detrás de los rendimientos atractivos. NN IP ha pasado un tiempo considerable evaluando el mercado y los posibles puntos de entrada. Estamos seguros de que la estrategia que ofrecemos se beneficia de los aspectos atractivos de la clase de activo, limitando al mismo tiempo gran parte de las desventajas.

¿Qué distingue la estrategia de trade finance de la financiación de las exportaciones y los fondos de préstamos tradicionales?

Nuestra estrategia de trade finance es similar a la de la financiación de las exportaciones (ámbito en el que tenemos más de 10 años de experiencia) en el sentido de que ambas financian el flujo internacional de mercancías. Donde se diferencian sustancialmente es en los plazos y en los bienes mismos. La estrategia se centra en activos a corto plazo que financian el comercio de productos básicos, mientras que el plazo de la financiación de las exportaciones es mayor y tiende a relacionarse con productos manufacturados complejos, como aviones o barcos.

La financiación del comercio y la de las exportaciones difieren de los fondos tradicionales de préstamos a empresas porque se centran en ventas específicas, mientras que el crédito corporativo normal tiende a no ser específico en cuanto al uso de los fondos. La financiación de un contrato de ventas específico en lugar de prestar a una empresa es realmente la clave de por qué el trade finance registra rendimientos superiores al crédito.

Nuestra estrategia se diferencia de otros fondos de trade finance tanto en su filosofía subyacente como en su proceso de inversión. La construcción de la cartera tiene por objeto diversificar adecuadamente el riesgo, permitiendo al mismo tiempo un análisis sólido de cada transacción sobre la inversión responsable y el cumplimiento de los criterios de diligencia debida.

Aspiramos a una cartera muy diversificada en términos de geografías, industrias y contrapartidas, que consideramos defensiva en tiempos de incertidumbre geopolítica. Utilizamos un enfoque integrado de calificación y análisis de riesgos que se basa en la experiencia de NN IP en materia de crédito y la puntuación de trade finance de S&P.

¿Qué tipos de retornos pueden esperar los inversores del trade finance?

Los rendimientos de las exposiciones de la financiación del comercio muestran una amplia dispersión, que va desde los retornos del mercado monetario hasta los de la renta variable. Nuestro paradigma característico de riesgo/retorno se centra en los préstamos bien calificados y busca generar retornos a medio plazo de LIBOR más 3-4%.

Argentina: el 70% cree que la economía va a seguir igual o peor en 2021

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Pixabay CC0 Public DomainBuenos Aires, Argentina. ,,

El 38% de los encuestados por el Centro de Opinión Pública (COPUB) de la Universidad de Belgrano cree que la economía va incluso a empeorar en 2021 respecto del año en curso, para el que el Banco Mundial calcula una caída del PBI superior al 12%, azuzada por la pandemia de COVID-19.

En tanto, el 32% cree que la actividad se mantendrá en la Argentina en los mismos pobres registros de este 2020. Apenas el 26% de los participantes del sondeo pronostica una mejora económica.

A la hora de explicar las razones de estas expectativas pesimistas, el 59% entiende que el dólar seguirá subiendo y el 22%, que se mantendrá en los elevados niveles actuales. Sólo el 9% considerará que el precio de la divisa estadounidense podría bajar.

En el mismo sentido, el 32% de los encuestados en el último sondeo del COPUB prevé un alza aún mayor de la inflación. El 43% cree que se mantendrá en torno a los registros de este año, cercanos al 40%. Apenas el 12% opina que puede darse a una baja de los precios minoristas.

Como evidentemente la pandemia determinó la dinámica del 2020, el sondeo del COPUB también abordó las expectativas de la opinión pública al respecto para el año próximo. El 54% de los encuestados considera que la situación sanitaria mejorará en 2021, aunque la mayoría condiciona dicha mejora a la campaña de vacunación contra el coronavirus.

En el mismo sentido, el 51% es optimista y entiende que, para junio próximo, la vacuna contra el COVID-19 estará masivamente aplicada en nuestro país. A pesar de ello, el 56% entiende que podría darse una segunda ola de contagios, como está ocurriendo en Europa por estos días.

“A pesar de que la mayoría de los encuestados confía en que la pandemia esté un poco más controlada en 2021, el contexto es marcadamente pesimista en lo referido a las cuestiones económicas y sus principales variables”, concluye Orlando D’Adamo, director del Centro de Opinión Pública (COPUB) de la Universidad de Belgrano.

La encuesta tuvo un universo de ciudadanos mayores de 18 años de edad de Ciudad de Buenos Aires, con una muestra de 450 personas interrogadas por teléfono del 9 al 11 de diciembre de 2020.
 

Creada en 1964, la Universidad de Belgrano (www.ub.edu.ar) es una entidad privada sin fines de lucro con autonomía académica e institucional. Cuenta con Facultades de Arquitectura y Urbanismo; Ciencias Agrarias; Ciencias de la Salud; Ciencias Económicas; Ciencias Exactas y Naturales; Derecho y Ciencias Sociales; Humanidades; Ingeniería y Tecnología Informática, y Estudios a Distancia, junto con escuelas de Hotelería, Gastronomía y Turismo, y de Lenguas y Estudios Extranjeros, y un Departamento de Estudios de Posgrado y Educación Continua.

 

Las tensiones que definirán el futuro del gobierno argentino, según el análisis de Ecolatina

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Wikimedia CommonsLa Casa Rosada, sede de la presidencia argentina. ,,

El Frente de Todos es una coalición conformada por necesidad más que por afinidad. Su naturaleza es inestable (se conformó tres meses antes de la elección primaria de 2019) y convive con tres grandes tensiones que condicionan su accionar frente a los desafíos políticos y económicos que tiene por delante, consideran los analistas de Ecolatina.

La primera de ellas es la tensión económica

“El FDT tiene la disyuntiva de ordenar la macroeconomía y distribuir recursos satisfaciendo la demanda social. En el primer caso un ajuste en las cuentas públicas es condición necesaria para un crecimiento genuino y sostenido en el tiempo. El segundo, implica responder al mandato electoral de “llenar la heladera, prender la parrilla y encender la economía” en un contexto social desesperante con más del 40% de la población sumida en la pobreza”, señala el informe.

La segunda tensión es la judicial y se encuentra directamente asociada con la génesis de la coalición

“La figura central que sostiene el poder real del oficialismo (sus votos) cedió el poder formal para garantizar el triunfo electoral, con el objetivo de revertir su delicada situación judicial en las múltiples causas que la involucran. A partir de la victoria en las urnas, Cristina Ferández de Kirchner reclama resolver sus problemas judiciales. Sin embargo, el presidente entiende que buena parte de la sociedad monitorea su accionar para determinar si él interfiere en dichos procesos para garantizar la impunidad de los acusados o facilita que se haga justicia sin interferencia alguna”, asegura Ecolatina.

Si el desafío económico-social y judicial es retador, se vuelven más desafiantes aún cuando se analizan las condiciones políticas.

Por esto, en tercer lugar se encuentra la tensión política, la cual no se debe a una situación carente de condiciones de gobernabilidad, sino por tratarse de una gobernabilidad carente de liderazgo político.

“Un ejemplo de esto es lo sucedido con los cambios en la ley de movilidad jubilatoria. En línea con las demandas del FMI a la hora de renegociar la deuda, en 72 horas el Senado cambió una decisión que le tomó casi un año formularla a Alberto Fernández. Si bien el FDT cuenta con fuertes mayorías en el Congreso, apoyo de todo el arco sindical, movimientos sociales, mayoría de los gobernadores y legitimidad popular, la gobernabilidad no está bajo el comando de AF. Aún más, pareciera que para tener el apoyo de toda la coalición debe negociar puertas adentro cada una de las decisiones a tomar. Incluso existen situaciones donde ni siquiera puede hacerlo, como por ejemplo los recientes cambios en la ley que modifica la movilidad jubilatoria”, explican los expertos.

“La cuestión de fondo que radica en determinar si la Coalición de Gobierno será una continuidad del Frente para la Victoria, o si se trata de un proceso político que busca construir una nueva identidad que tenga matices con muchos de los aspectos identitarios del FPV que gran parte de la sociedad rechazó en su momento.Estas definiciones aún no saldadas entre los miembros de la coalición contribuyen a que el público comience a mirar a este proceso político con más dudas que certezas, con más interrogantes que respuestas”, concluye Ecolatina.

 

 

 

 

Primer año del gobierno argentino de Alberto Fernández: pandemia, crisis y perspectivas 2021

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Wikimedia CommonsAlberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner durante la toma de posesión en diciembre de 2019. ,,

Se cumplió el primer año de gestión de Alberto Fernández como presidente de Argentina. La pandemia puso patas arriba a la economía global y local, trastocando todos los objetivos que tenía el nuevo gobierno. Recordar las primeras medidas y realizar un diagnóstico de la situación actual nos permitirá anticipar cómo podría ser un 2021, esperemos, un poco menos marcado por la pandemia.

Al momento de asumir, el equipo económico se proponía recomponer el salario real, que acumulaba una caída de 20% en 2018 y 2019, para de esta manera reactivar una economía que había retrocedido 4,5% en dos años. A la vez, tenía la difícil misión de bajar una inflación que había promediado 50% anual en el bienio anterior. Como si todo esto fuera poco, se enfrentaba con importantes restricciones fiscales: aunque la salud de las cuentas públicas había mejorado durante la gestión Cambiemos, las exigencias de la reestructuración de la deuda y el nulo acceso al crédito frenaban las posibilidades de que el sector público encabezara la recuperación.

A comienzos del mandato, el gobierno aumentó las retenciones a las exportaciones agropecuarias, endureció las alícuotas de bienes personales y cambió la fórmula de movilidad jubilatoria aprobada a fines de 2017 por aumentos discrecionales para la seguridad social -subas en línea con la inflación para los haberes mínimos jubilatorios y por debajo para quienes cobren más de 30.000 pesos-. De esta forma, el resultado fiscal se aprestaba a encarar un 2020 equilibrado.

Este margen le permitió al Poder Ejecutivo congelar las tarifas de servicios públicos durante el primer semestre de 2020, en vistas de relajar presiones inflacionarias. Además, se otorgaron aumentos salariales de 3.000 pesos en enero y 4.000 en febrero (a cuenta de paritarias) por decreto, en virtud de apuntalar el poder adquisitivo de los trabajadores de menores recursos, ya que este tipo de ajustes se diluyen a medida que se escala en la pirámide de ingresos. Como resultado, el salario real creció 5,5% en el primer trimestre del año, mostrando algunas señales de recuperación.

Sin embargo, cualquier atisbo de mejora desapareció en marzo. La llegada de la pandemia forzó a restringir la producción y dejó a mucha gente sin ingresos. En respuesta, el gobierno expandió su gasto en medio de una caída inédita de la recaudación. El aumento del déficit fiscal fue moneda corriente a lo largo del mundo; sin embargo, fuimos la excepción a la hora de financiarlo: casi íntegramente con emisión, dado que los mercados de crédito seguían cerrados.

El Banco Central comenzó a asistir al Tesoro, y arreciaron presiones cambiarias. A partir de abril, la emisión se disparó, dando lugar a un exceso de liquidez -no absorbido en un primer momento-, que presionó tanto al dólar oficial como a las cotizaciones paralelas. En respuesta, la brecha escalaba semana tras semana.

En un primer momento, el equipo económico caracterizó a estas presiones como transitorias, asociadas a la incertidumbre que generaba la pandemia a nivel global y una reestructuración de la deuda abierta. Por lo tanto, el Banco Central vendió Reservas para de esta forma contrarrestar el exceso de demanda de divisas sin devaluar.

En simultáneo, la economía se derrumbaba, cayendo a tasas de dos dígitos interanuales y se destruían alrededor de un quinto de los puestos de trabajo. Aunque una parte no menor de esta dinámica obedeció a las restricciones operativas, los problemas de demanda no tardaron en aparecer. Por lo tanto, la incertidumbre local no obedecía solo a la renegociación de la deuda, sino también a que la crisis económica y social se agudizaba.

De esta forma, llegábamos a mitad de año con fuertes desafíos. Por un lado, una crisis sanitaria que no cedía. Por otro, una crisis económica y social que se agravaba con la pandemia. Por último, un desequilibrio fiscal inédito financiado con emisión en medio de una reestructuración de la deuda con acreedores privados.

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A fines de agosto, el Ministerio de Economía reestructuró su deuda con los acreedores privados, logrando un buen acuerdo en materia de plazos de pago y reducción de intereses. Sin embargo, la negociación no alcanzó para desalentar la dolarización ni reabrir el financiamiento externo. Por el contrario, en un contexto donde las Reservas netas retrocedían a diario, las presiones se agravaron.

En este marco, la autoridad monetaria endureció el cepo a mediados de septiembre, en pos de frenar la demanda de divisas. Lamentablemente, las medidas de “garrote” no tuvieron los resultados buscados, sino que, por el contrario, agravaron los problemas iniciales: la brecha se disparó, dando lugar a más percepciones de atraso y alimentando en el camino las expectativas de devaluación.

En respuesta, el Palacio de Hacienda cambió su estrategia desde octubre, apelando más a la zanahoria que al garrote. En lugar de endurecer los controles, comenzaron a apuntalarse los incentivos: se relajaron -levemente- las retenciones, se mostraron algunas señales de mayor austeridad fiscal y se ofrecieron algunos instrumentos atractivos de ahorro en pesos (bonos dollar linked, CER o tasa de política monetaria).

En sus primeros días, estas medidas no surtieron grandes efectos, y el dólar paralelo continuó su escalada, y se acercó peligrosamente a los 200 pesos. Más preocupante todavía, las reservas netas siguieron en caída libre. Sin embargo, hacia fines de octubre algo cambió: la ANSES y el BCRA empezaron a intervenir en los mercados paralelos, vendiendo bonos contra pesos -operación inversa del contado con liquidación-, y contrarrestaron parte de las tensiones.

No obstante, las reservas siguieron en rojo durante noviembre. Aunque la caída se atenuó, no se revirtió el derrotero. Por lo tanto, aunque las tensiones en los mercados paralelos se relajaron, las posibilidades de una devaluación continúan latentes: mientras que el poder de fuego del Banco Central no se recupere, las chances de un salto cambiario permanecerán.

De esta manera entramos a 2021 con una economía un poco menos golpeada, e incluso algunas perspectivas de recuperación por el lado real, pero con un stock de reservas netas por debajo de los 4.000 millones de dólares que provoca mucha incertidumbre. Asumiendo una rápida y efectiva campaña de vacunación, la suerte del año próximo dependerá de la batalla cambiaria: si la corrida no frena y hay una devaluación, las tibias señales de mejora desaparecerán una vez más; en cambio, si la estrategia del Banco Central termina siendo exitosa y se evita el salto del dólar oficial, es probable que la recuperación se fortalezca mes a mes. Paso a paso, ¿llegaremos a destino?

 

 

Renta variable sostenible: el futuro es verde y digital

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Hamish Chamberlayne, director de renta variable sostenible global en Janus Henderson Investors. Hamish Chamberlayne, director de renta variable sostenible global en Janus Henderson Investors

2020 ha sido un año turbulento e imprevisible y, aun así, se han visto avances en materia de sostenibilidad. A pesar de las consecuencias evidentes y devastadoras del COVID-19, la pandemia ha acelerado la inversión en digitalización, algo que Hamish Chamberlayne, director de renta variable sostenible global en Janus Henderson Investors, cree que será un factor clave para la sostenibilidad.

Por su naturaleza, la digitalización conlleva un menor impacto físico en el planeta. La virtualización de actividades físicas como los viajes o el uso de productos físicos tangibles, son solo un ejemplo. La digitalización también resulta clave para avanzar en los objetivos sociales relacionados con el intercambio de conocimiento y el fortalecimiento y desarrollo económico. Ante las noticias sobre potenciales vacunas y una “vuelta a la normalidad”, es fácil ignorar el impacto duradero que la pandemia podría tener en la forma de vivir y trabajar de la población. Sin embargo, Chamberlayne cree que habrá un cambio permanente. De la telemedicina al teletrabajo, la digitalización ha ofrecido soluciones a varios de los problemas que surgieron en 2020 y se espera que muchos de estos cambios sociales se mantengan en 2021 y más allá.

Pronto, el desarrollo sostenible recibirá probablemente un mayor apoyo en EE.UU., gracias a la victoria electoral de Joe Biden. Se espera que EE. UU. vuelva a sumarse al Acuerdo de Paris sobre el clima y adopte compromisos similares a los expuestos en el “Green Deal” de la Unión Europea (UE). Biden ya ha propuesto planes ambiciosos para lograr una producción de electricidad libre de emisiones de carbono en EE.UU. para el año 2035 y alcanzar cero emisiones netas en el país para 2050. Sin embargo, cabe destacar que, incluso con Donald Trump como presidente, EE.UU. ya dio pasos de gigante en favor de las energías renovables. Durante esos cuatro años, el consumo de energías renovables en EE.UU. superó al carbón por primera vez en más de 130 años (1) (véase el gráfico 1). Si durante una administración que no valoraba la necesidad del desarrollo sostenible se lograron dichos avances, entusiasma ver cuáles serán los progresos con un gobierno a favor.

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Dado que los países están asumiendo la necesidad de bajas emisiones de carbono, la próxima década se caracterizará por la adopción a gran escala de los vehículos electrónicos (véase el gráfico 2). En el Reino Unido, los planes para dejar de vender coches y furgonetas de gasolina y gasóleo se han adelantado a 2030, una década antes de los previsto inicialmente. Además, Noruega, Canadá y Alemania se han fijado objetivos del 100% de ventas de vehículos eléctricos de pasajeros para los años 2025, 2040 y 2050, respectivamente (2). Solo en Europa, en 2019 se invirtieron 60.000 millones de euros en vehículos eléctricos y producción de baterías, 19 veces más que el año anterior (3). Mientras tanto, China también se ha subido a bordo, para cumplir su nueva y ambiciosa estrategia de desarrollo con bajas emisiones de carbono, con un objetivo de ventas de coches eléctricos del 25% para 2025 (2).

Existe, claramente, un gran interés por los vehículos eléctricos entre los consumidores. En septiembre, nada más y nada menos que 3 millones de personas se conectaron para ver la presentación del “Battery Day” de Tesla, en el que la compañía desveló su hoja de ruta tecnológica y planes de inversión para la próxima década. Tesla desea incrementar la producción de baterías en un 100% y ha descubierto innovaciones para mejorar la longevidad de las baterías y la gama de vehículos. Y quizá lo más importante, se espera que los ambiciosos planes de Tesla impulsen el ritmo de inversiones en todo el sector del automóvil. De hecho, algunas compañías ya han empezado a moverse. Volkswagen anunció recientemente una inversión de 73.000 millones de euros en electrificación, sistemas de propulsión y tecnología digital para los próximos cinco años. Y lo que es más, casi la mitad de esa inversión se ha reservado para vehículos de batería eléctrica en una “carrea con Tesla”, según el consejero delegado de Volkswagen, Herbert Diess.

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De acuerdo con los compromisos políticos para una economía sostenible y el rápido ritmo de innovación, en Janus Henderson esperan un futuro inteligente, conectado, digital y verde. Ven una década de energía limpia y electrificación, con avances en la tecnología de baterías y una adopción generalizada de los vehículos eléctricos. Ven también una década de digitalización y conectividad que permitirá nuevos modos de organizar las economías y promoverá una mayor eficiencia y circularidad en diversos sectores.

Con unos tipos de interés bajos y una economía débil, se cree que es mejor invertir en empresas con potencial para crecer de forma exponencial a lo largo del tiempo y las oportunidades más atractivas se darán en empresas expuestas a las dos tendencias de inversión seculares: la ecología y la digitalización. Estas dos tendencias se corresponden con las diez temáticas de inversión de desarrollo sostenible de Janus Henderson ―que incluyen Conocimiento y tecnología, Eficiencia y energía limpia― y sirven de base a su proceso de generación de ideas. Por tanto, su enfoque de inversión para 2021 seguirá igual. Al centrarse en sus temáticas de desarrollo sostenible, en Janus Henderson creen que pueden encontrar empresas resilientes expuestas a oportunidades de crecimiento secular.

 

 

 

Notas a pie de página:

(1) Administración de Información Energética de EE. UU. (EIA), 28 de mayo de 2020

(2) The International Council on Clean Transportation, “Update on the global transition to electric vehicles through 2019”, julio de 2020

(3) Comunicado de prensa de Transport and Environment.org, 25 de mayo de 2020

 

Información importante:

Este documento recoge las opiniones expresadas por el autor en el momento de su publicación y podrían ser diferentes de las de otras personas y otros equipos de Janus Henderson Investors. Los sectores, los índices, los fondos y los valores que se mencionan en este artículo no constituyen ni forman parte de ninguna oferta o invitación para comprarlos o venderlos. La rentabilidad pasada no es indicativa de rentabilidades futuras. El valor de las inversiones y las rentas derivadas de ellas puede disminuir y aumentar y es posible que los inversores no recuperen la cantidad invertida inicialmente. La información recogida en este artículo no reúne las condiciones para considerarse recomendación de inversión.

Emitido por Janus Henderson Investors. Janus Henderson Investors es la denominación con la que ofrecen productos y servicios de inversión Janus Capital International Limited (número de registro: 3594615), Henderson Global Investors Limited (número de registro: 906355), Henderson Investment Funds Limited (número de registro: 2678531), AlphaGen Capital Limited (número de registro: 962757), Henderson Equity Partners Limited (número de registro: 2606646) (registradas en Inglaterra y Gales, con domicilio social en 201 Bishopsgate, Londres EC2M 3AE y reguladas por la Autoridad de Conducta Financiera) y Henderson Management S.A. (número de registro:  B22848, con domicilio social en 2 Rue de Bitbourg, L-1273, Luxemburgo y regulada por la Commission de Surveillance du Secteur Financier).

Janus Henderson, Janus, Henderson y Knowledge. Shared son marcas comerciales de Janus Henderson Group plc o de una de sus sociedades dependientes. © Janus Henderson Group plc.

Sartor AGF inicia su transformación digital y anuncia el nombramiento de un nuevo presidente

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MIGUEL LEON SARTOR AGF
Foto cedidaMiguel León, presidente Sartor AGF. Sartor AGF inicia su transformación digital y anuncia el nombramiento de un nuevo presidente

Sartor AGF, enfocada 100% en activos alternativos, ha comunicado mediante un hecho esencial a la Comisión para el Mercado Financiero de Chile (CMF), el ingreso de Miguel León al directorio, quien asumió la presidencia de la cuarta mayor administradora del mercado en términos de patrimonio administrado de deuda privada local. León reemplaza a Oscar Ebel, que se seguirá formando parte del directorio.

Este cambio de liderazgo coincide con “una nueva etapa, marcada por la expansión de sus operaciones y la transformación digital”, según un comunicado emitido por la firma.

“Estoy muy agradecido por la confianza depositada en mí, tanto por el directorio de la Administradora General de Fondos como también por Sartor FG, para formar parte de un proceso que será especialmente desafiante en términos de innovación y transformación digital, áreas en las que creemos se puede generar un tremendo valor agregado para los inversionistas y para la economía del país”, afirmó León.

Por su parte, Pedro Pablo Larraín, director ejecutivo de Sartor FG y quien también integra el directorio de la AGF, destacó la importancia estratégica del ingreso de León, quien posee una destacada trayectoria relacionada al mercado fintech. 

“Estamos seguros de que el sostenido crecimiento que hemos experimentado en los últimos años, que nos ha llevado a conquistar el cuarto lugar del mercado en patrimonio administrado en deuda privada local, se verá potenciado con el desarrollo de nuevas soluciones financieras y tecnológicas para nuestros clientes”, comentó Larraín. 

León, quien también es director de AtlasBank Panamá, es reconocido por su trayectoria en el mercado financiero. Fue integrante del Directorio de Tanner Asset Management y Decano de la Facultad de Economía de la Universidad Finis Terrae, además de haber ejercido como Presidente del Club Monetario. También fue Socio Líder del área de Advisory de KPMG Chile. Es Doctor en Management Sciences de la Universidad de ESADE, MBA e Ingeniero.

SURA Investment Management presenta su primer fondo de inversión domiciliado en Luxemburgo

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Foto cedidaGonzalo Falcone, director Ejecutivo de Distribución de SURA Investment Management . SURA Investment Management presenta su primer fondo de inversión domiciliado en Luxemburgo

SURA Investment Management, filial de SURA Asset Management, compañía especializada en la gestión de inversiones para clientes institucionales, ha presentado su primer fondo de inversión domiciliado en Luxemburgo, Latin America Corporate Debt USD, con el que fortalece la oferta de valor para sus clientes.

Este fondo, Latin America Corporate Debt USD, estará enfocado en deuda corporativa latinoamericana en moneda dura. Además, tomará como referencia el JP Morgan CEMBI Latam Broad Diversified Index, un índice con un nivel de diversificación que permite obtener rentabilidades acordes a la estrategia de inversión de la Compañía.

Para la creación de este fondo, SURA Investment Management surtió un trámite de autorización ante la Comisión de Supervisión del Sector Financiero (CSSF) de Luxemburgo. Esto representó el primer paso del proceso de consolidación que adelanta la Compañía para acompañar a sus clientes con una oferta integral de soluciones de inversión en la región.

Al respecto, Gonzalo Falcone, director Ejecutivo de Distribución de SURA Investment Management comentó: “Este es un hito muy importante para la Compañía. El ingreso a este mercado nos permite seguir consolidando nuestro crecimiento y fortalecer nuestra oferta de valor para clientes. Además, para América Latina, región en la que invertimos, es un mensaje positivo dada la confianza y perspectivas que tiene la región para los inversionistas”.

En el actual contexto de tasas de interés bajas a nivel mundial, la deuda corporativa en Latinoamérica sigue ofreciendo tasas de interés atractivas con un nivel de riesgo balanceado. Con este fondo, SURA Investment Management busca alcanzar uns rentabilidad promedio del 5% con una duración objetivo menor a los 6 años, lo cual resulta atractivo si se considera que las tasas del tesoro americano a diez años se encuentran actualmente por debajo del 1%.

La presencia extendida de los equipos de SURA Investment Management en las economías más importantes de la región como: México, Chile, Colombia, Argentina, Perú y Uruguay, le otorgan la ventaja de ser un conocedor profundo de estos países al tener equipos que gestionan dichos mercados.

Emergentes y China: salto de fe para 2021

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Pixabay CC0 Public Domain. F10 lanza de la mano de BME y Renta 4 Banco el primer Programa de Aceleración de WealthTech y RegTech en España

BofA publicó el pasado 15 de diciembre el último Fund Managers Survey (FMS) de 2020, una encuesta en la que en esta ocasión participaron 190 gestores de fondos, estrategas y CIOs  que aglutinan un total de 534.000 millones de dólares de activos bajo gestión.

El optimismo con el que se fotografían en esta ocasión los inversores profesionales queda evidenciado por la infraponderación en liquidez que mantienen en sus carteras (por primera vez desde 2013), que se distingue como una de las más reducidas de los últimos 10 años (4,0%), y que de acuerdo a este banco habría activado una señal de venta para la renta variable.

Esta euforia, de la que ya hemos hablado en ediciones anteriores, no debe sorprender a nadie considerando el enorme sostén para el sentimiento inversor que ha supuesto el anuncio en noviembre de las vacunas de Pfizer y Moderna, y la generosidad de banqueros centrales y gobiernos.

A pesar de los réditos que un crecimiento más dinámico y sincronizado debería aportar a las economías en desarrollo, me sorprende observar que el porcentaje de managers largos en mercados emergentes aumentó respecto al último informe un sorprendente 19% (desde 36% hasta 55%, la cifra más alta desde 2010) distinguiendo a la región como la preferida por los profesionales, que pronostican que su mercado de acciones será -de forma muy destacada- el activo más rentable 2021.

Gráfico 1

Con las inyecciones permitiéndonos alcanzar la inmunización grupal (o acercarnos a ella) en 2021, la aceleración en actividad industrial, el repunte en el precio de las materias primas, un dólar más débil y la búsqueda de retornos a la inversión son argumentos que favorecen una posición constructiva hacia activos emergentes en el medio/largo plazo.

No obstante, ¿hasta qué punto el mercado ya ha puesto esto en valor? ¿Es posible que la bolsa y el crédito no desarrollado frene sus avances en el corto plazo a la espera de constatar estas buenas sensaciones?

La gráfica de precio del índice MSCI de mercados emergentes nos muestra que nos encontramos ante una zona de resistencia que viene obstaculizando desde 2009 los intentos de construir una senda alcista más duradera. La media móvil de largo plazo, con pendiente positiva, y la hipotética recuperación en demanda agregada nos animan a apostar por una ruptura al alza, aunque existen factores que exigirán algo de paciencia antes de que esta figura técnica se resuelva favorablemente.

Gráfico 2

Además de la complacencia del inversor, no podemos descartar que -dentro de una tendencia de depreciación de fondo- el dólar norteamericano repunte un 3% – 5% después de la fuerte caída desde los máximos marcados el primer trimestre, algo que no sería bien recibido por los compradores de acciones y crédito emergente; las posiciones especulativas (netas cortas) sobre el billete verde reflejan un exceso de pesimismo y ofrecen poco margen para justificar que siga retrocediendo con la misma inercia, las tasas reales en dólares han subido acentuando su atractivo relativo y la reciente correlación negativa -casi perfecta- entre la cotización del USD respecto a una cesta de divisas globales (índice DXY) y el precio del S&P500 podría potenciar la demanda de esta divisa ante una consolidación en los mercados bursátiles.

En términos absolutos, la valoración (ajustada al ciclo y a la inflación, siguiendo el cálculo de Robert Shiller) estaría ya descontando fielmente la realidad fundamental y haría falta un salto de fe respecto al crecimiento potencial en beneficios por acción para justificar cotizaciones muy por encima de las actuales; por último, la tasa (interanual) de apreciación del cobre -como termómetro de la actividad industrial- ha comenzado a moderarse y anticipa ya un incremento sustancial en la pendiente de la curva EE.UU. que aún está por producirse.

En este contexto merece la pena recordar que de acuerdo a la confección del índice MSCI EM, China (A-shares) es con diferencia el componente más relevante (con un peso del 38,8%). Como muestra la gráfica, China (y otras economías del sudeste asiático) han podido contener con más rapidez la propagación del COVID-19 acercándose a 0 en el número de nuevos contagios por cada 100 millones de habitantes.

Gráfico 3

El resultado de este ejercicio de eficiencia sanitaria se traduce en el caso de China en un aumento del 21% en sus exportaciones (en tasa interanual) y en indicadores de actividad manufacturera y de servicios en fuerte expansión (Caixin PMI 54,9 y PMI Servicios 57,8) por más de 9 meses. Esta recuperación en crecimiento, mucho más dinámica que en el resto de países, ha traído consigo un repunte en tasas de interés y en la cotización del yuan (CNY) que tensionan los índices de condiciones financieras. De hecho, la divisa china podría continuar fortaleciéndose al ser este el único país del G10 que aún ofrece tasas reales positivas (medidas como rentabilidad de notas a 1 año ajustada por el deflactor de PIB)

Gráfico 4

La normalización en crecimiento (que se consolidará en 2021 con un PIB de ~10%) permitirá a las autoridades chinas reenfocarse en afianzar la transición de su modelo económico; esto significa, como explica David Rees de Schroders el abandono paulatino de los cuantiosos estímulos que han venido extendiéndose a lo largo de los últimos meses.

Aunque el centenario del Partido Comunista dará material para muchos titulares, en mi opinión no cambiará la foto de fondo; a partir del 1er trimestre de 2021 la velocidad de expansión del crédito va a moderarse -como ya sucedió en 2016-2017- limitando la aceleración económica y frenando el potencial de crecimiento en beneficios corporativos y la rentabilidad esperada de la bolsa. De hecho, de acuerdo a Bloomberg el proceso puede haber comenzado ya.

Históricamente, la economía china comienza a enfriarse 6-9 meses después de haberse marcado un punto de inflexión en el indicador de impulso de crédito (crédito nuevo emitido como % de PIB, o aceleración en el volumen de crédito en ventanas de 9-12 meses). Con el P/E 12 meses (para A-shares y offshore) por encima de las cotas alcanzadas en 2017, parece prudente no incrementar – de momento- las posiciones en bolsa emergente manteniendo una posición más neutral.

Gráfico 5

¡Feliz navidad a todos nuestros lectores! Nos vemos otra vez en 2021

Antoine Onfray, nuevo director financiero de Tikehau Capital

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Pixabay CC0 Public DomainAntoine Onfray, nuevo director financiero de Tikehau Capital.. Antoine Onfray, nombrado director financiero de Tikehau Capital

Tikehau Capital, el grupo de gestión de activos e inversiones alternativas, ha anunciado la incorporación y nombramiento de Antoine Onfray como director financiero del Grupo. Según explica la firma, desde este puesto será el responsable de desarrollar e implementar la estrategia financiera del Grupo. Además, dependerá de Henri Marcoux, director general adjunto de Tikehau Capital.

Onfray cuenta con una dilatada experiencia en la industria de gestión. Comenzó su carrera profesional en 2007 en el departamento de inspección general de Société Générale, y entre 2010 y 2016, fue responsable de finanzas y tesorería y jefe de relaciones con los inversores en Unibail-Rodamco-Westfield. Antes de unirse a Tikehau Capital Antoine era subdirector general del Grupo Paref, un grupo inmobiliario que cotiza en bolsa al que se unió en 2017 como director financiero.

«Estamos encantados de dar la bienvenida a Antoine, que aporta una gran experiencia en el ámbito financiero de los grupos cotizados. Será un activo importante en la dinámica de crecimiento de Tikehau Capital, cuya sólida estructura financiera, con 2.800 millones de euros de fondos propios, contribuye directamente a la consecución de los objetivos estratégicos del Grupo», ha destacado Henri Marcoux, director general adjunto de Tikehau Capital.

iM Global Partner lleva a Europa la Estrategia DBi Stable Return a través de la gama OYSTER

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Pixabay CC0 Public Domain. iM Global Partner lleva a Europa la Estrategia DBi Stable Return a través de la gama OYSTER

iM Global Partner ha anunciado que pone a disposición de los inversores europeos una estrategia de rentabilidad absoluta desarrollada por Dynamic Beta investments (DBi) a través de la gama OYSTER. Según indica, esta es una decisión que toma tras el “exitoso lanzamiento” de dos innovadores ETFs de fondos de inversión libre en el mercado estadounidense.

Desde iM Global Partner explican que DBi ha sido seleccionada como único subasesor para gestionar el Fondo OYSTER Stable Return SICAV Fund. La estrategia, conforme a la directiva UCITS, se posiciona como una estrategia para cualquier entorno de mercado, centrada en ofrecer las rentabilidades de los fondos de inversión libre a inversores institucionales y particulares con unas comisiones competitivas, liquidez diaria y transparencia.

El fondo se beneficiará de la trayectoria de Dbi, que lleva más de diez años replicando con éxito carteras diversificadas de los principales hedge funds, usando únicamente instrumentos líquidos negociados en bolsa. “Como resultado, el fondo será más líquido, transparente y tendrá unos costes más interesantes que un fondo de inversión libre tradicional”, señala la gestora. El proceso de réplica propio de DBi busca batir a los fondos de inversión libre  de calidad, al tiempo que mitiga tres riesgos de inversión clave: la estructura del mercado (iliquidez, sobredemanda de operaciones específicas, contraparte), la concentración (un solo fondo, sector, zona geográfica) y los sesgos humanos (sesgo de selección y “falacia del jugador”). 

“Esta estrategia atestigua nuestra capacidad de ofrecer enfoques innovadores y gestores sobresalientes con trayectorias profesionales impecables. En este caso, DBi es quizás la única firma de inversiones alternativas líquidas que ha superado sistemáticamente a los fondos de inversión libre a lo largo del tiempo al ser pionera en el concepto de desintermediación de comisiones y generación de alfa”, señala Philippe Uzan, director de inversiones del área de Gestión de activos en iM Global Partner.

Por su parte, Andrew Beer, directivo de DBi, añade: “Durante más de una década, Mathias y yo nos hemos centrado específicamente en cómo batir a los principales fondos de inversión libre con menos riesgo de caídas, unas comisiones equitativas y liquidez diaria. Creemos que los inversores en fondos de inversión libre merecen más alfa y tenemos la suerte de contar con socios que comparten nuestra visión”.

Claves del fondo

El fondo está co-gestionado por ambos fundadores de DBi. Con 25 y 13 años de experiencia en gestión de activos, respectivamente, llevan trabajando juntos desde 2008. Además, la estrategia recurre al enfoque contrastado de DBi al combinar dos estrategias de réplica complementarias de la firma: Equity Hedge Low Volatility y Managed Futures con posiciones activas exclusivamente en contratos de futuros de elevada liquidez. No hay activos ilíquidos, acciones únicas, posiciones en bonos ni derivados extrabursátiles. Además, DBi emplea una capa de mitigación de riesgos para permitir al Fondo marcarse un objetivo de volatilidad a largo plazo del 5 %.

DBi ha gestionado las estrategias principales desde 2012 y 2015, respectivamente, y el producto combinado sucede al lanzamiento de varios ETF de estrategia específica de iMGP en EE.UU. en 2019. La estrategia Equity Hedge Low Volatility de Dbi se sirve del talento y los recursos de algunos de los fondos de inversión libre long/short de renta variable más sofisticados del mundo para ofrecer rentabilidades similares a las de las acciones con un riesgo inferior a largo plazo. Y, por su parte, la estrategia Managed Futures de DBi es un elemento diversificador sin apenas correlación con la renta variable que trata de preservar el capital durante periodos de tensión en los mercados.

“A diferencia de numerosos productos de réplica, DBi busca replicar las rentabilidades antes de comisiones y, por tanto, trasladar más alfa a los inversores”, matizan desde la gestora. A noviembre de 2020, la estrategia compuesta Equity Hedge de DBi ha superado al índice HFRX Equity Hedge en un 5% anual desde su lanzamiento, mientras que la de Managed Futures ha batido al índice SG CTA en una tasa anual del 4,7% desde su lanzamiento, ambas con un nivel de volatilidad similar. Las dos estrategias han arrojado una notable protección frente a caídas en momentos de creciente incertidumbre en los mercados bursátiles. 

DBi es socio afiliado de iM Global Partner desde 2018. Constituida en 2012 por Andrew Beer y Mathias Mamou-Mani, Dynamic Beta Investments es una empresa innovadora con sede en Nueva York (NY, EE. UU.) en el segmento de las inversiones alternativas líquidas, con una de las trayectorias más dilatadas en el plano de la réplica de fondos de inversión libre.