La pandemia sitúa la “antifragilidad” como la principal preocupación de la industria europea de pensiones

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Pixabay CC0 Public Domain. La pandemia sitúa la “antifragilidad” como la preocupación más importante para la industria de pensiones europea

Con la economía mundial lastrada por una elevada incertidumbre, los planes de pensiones se encuentran en un viaje hacia lo desconocido. Como resultado, los planes de pensiones ahora valoran la resiliencia de las carteras por encima de todo, según un nuevo informe publicado por CREATE-Research y la mayor gestora de activos europea, Amundi.

Para la elaboración del informe se ha entrevistado a 158 encuestados de 17 mercados de pensiones tanto públicos como privados, que gestionan colectivamente 1,96 billones de euros. Su objetivo es arrojar luz sobre cómo están respondiendo los planes de pensiones de todo el mundo mientras la economía mundial lucha por recuperarse del equivalente económico a un paro cardíaco masivo.

El COVID-19 ha lastrado las finanzas de las pensiones, se espera una recuperación irregular y el regreso de la inflación. La extraordinaria respuesta política de los bancos centrales y sus gobiernos fue oportuna y vital. Pero también ha infligido efectos secundarios tóxicos en la solvencia de las pensiones por el aumento de los pasivos y la caída de los retornos por los tipos de interés cero (zero-bound). Junto con el colapso del mercado en marzo de 2020, éstos han deteriorado las ratios de financiación en todo el mundo.

Según el 85% de los encuestados, los mercados financieros tendrán una recuperación en forma de W o en forma de acordeón: ambas muy volátiles. La mayoría de los encuestados cree que es probable que los bancos centrales pierdan su independencia frente a sus gobiernos (84%) y que la inflación seguirá a la deflación una vez termine la crisis actual (77%). Finalmente, la inmensa mayoría de los encuestados considera que los rendimientos de los activos serán más bajos en esta década que en las anteriores (90%).

Según el profesor Amin Rajan, de CREATE-Research, que dirigió el proyecto: “Evaluar el daño macroeconómico del COVID-19 es similar a mirar a través de un caleidoscopio: aparecen diferentes imágenes con cada giro de la esfera. Sin embargo, hay una cosa que es cierta: cuanto más dure la pandemia, mayor será el daño económico a los planes de pensiones”.

La inversión se reduce ahora a un único imperativo: la “antifragilidad”

La asignación de activos tendrá dos pilares adicionales: liquidez y resiliencia. En esta era de mayor incertidumbre y volatilidad, la inversión tiene que ser a largo plazo, como destacan las tres cuartas partes (76%) de nuestros encuestados.

El 75% de los encuestados acudirá a los mercados privados en busca de una resiliencia a medida, mientras que el factor flujo de caja de alta calidad en renta variable global encabezará la elección en asignación de activos para el 76% de los encuestados que buscan incorporar un componente “antifragilidad” en sus carteras.

Más de la mitad (58%) recurrirá a la inversión temática en busca de resiliencia inherente a través de temas seculares. Un plan de pensiones del Reino Unido destacó algunas áreas. En primer lugar, demográficas: centrándose en la atención médica y la urbanización. En segundo lugar, tecnología: centrada en inteligencia artificial, redes 5G y la nube. En tercer lugar, la inversión ESG: centrada en energías renovables, prácticas laborales y gobierno corporativo.

Dado que se espera que los bonos soberanos generen rendimientos totales mínimos, las herramientas de riesgo dependerán demasiado de otros medios. Una mayor planificación de escenarios será el enfoque preferido utilizado por los planes para gestionar el riesgo en las carteras durante la próxima década (61%), mientras que casi dos tercios (57%) dependerán principalmente de la gestión de liquidez. La diversificación seguirá siendo una piedra angular masiva en la inversión, ya sea basándose en clases de Activos (55%) o en factores de riesgo (54%).

Según Pascal Blanqué, Director de Inversiones de Amundi, “el COVID-19 ha obligado a los gobiernos y a los bancos centrales a embarcarse en una respuesta monetaria del tipo «cueste lo que cueste» (“whatever it takes”) de tiempos de guerra. Los impactos a largo plazo en los mercados financieros solo se hacen evidentes en retrospectiva. Ante tal incertidumbre, la resiliencia de la cartera y la “antifragilidad” guiarán a los inversores de pensiones».

Los planes de pensiones favorecerán la renta variable global para el crecimiento del capital

Se favorecerán cinco clases de activos para obtener rentas: infraestructuras (58%), bonos investment grade de EE. UU. (44%), bonos investment grade de mercados emergentes (41%), deuda privada (38%) y deuda investment grade europea (36%). Las infraestructuras, en particular, se beneficiarán de un estímulo fiscal a gran escala con un enfoque especial en las energías renovables y su mejora de la dinámica de costes. Un encuestado apuntó, «dada su resiliencia inherente, las infraestructuras serán el mayor ganador de esta crisis».

En cuanto a protección contra la inflación, la renta variable y las infraestructuras volverán a verse beneficiadas; las materias primas y la deuda inmobiliaria mucho menos, con sólo el 4% y el 29%, respectivamente.

Los bonos soberanos se verán favorecidos por una pequeña minoría (18% para la deuda pública de EE. UU. y 17% para la de mercados emergentes) y solo aquellos con buenos ratios de financiación que permitan un elevado grado de reducción de riesgo de la cartera.

Los fondos ESG pasan de señalar virtud a señalar valor

La pandemia ha dado a los inversores una idea real de cómo los shocks físicos pueden hundir las carteras. En este contexto, la inversión ESG ha demostrado ser resiliente, registrando también buenos rendimientos ajustados al riesgo.

El crash del mercado de marzo fue una verdadera prueba de si la inversión ESG es sólo un lujo en mercados alcistas, careciendo de resiliencia frente a grandes caídas. Los resultados de nuestra encuesta muestran lo contrario. Para la mayoría de los encuestados, sus fondos ESG se comportaron mejor que el resto de la cartera (52%) o igual (45%).

Además, el mediano de los criterios de la inversión ESG, ignorado durante mucho tiempo, el factor «S», ha cobrado fuerza, ya que el COVID-19 ha expuesto los bajos salarios, los trabajos precarios y la explotación laboral en ocupaciones de primera necesidad, especialmente en los sectores retail, transporte y sanitario.

Según afirmó otro participante de la encuesta, “las compañías se están dando cuenta de que necesitan permiso social para operar. Los viejos métodos ahora son inaceptables para sus clientes «.

Con estas consideraciones sociales saliendo a la luz, el componente «S» en la inversión ESG cobrará más importancia en el futuro, ya que se está poniendo bajo el foco cómo las compañías globales gestionan sus cadenas de suministro en particular. Por lo tanto, el factor social (30%) ahora ha aumentado y los factores ambientales (41%) y de gobierno corporativo (29%) han disminuido levemente en importancia relativa desde la encuesta de 2018.

La emisión de bonos sostenibles bate un nuevo récord en el tercer trimestre gracias a la recuperación de los bonos verdes

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Pixabay CC0 Public Domain. La emisión de bonos sostenibles bate un nuevo récord en el tercer trimestre gracias a la recuperación de los bonos verdes

La emisión de bonos sostenibles, es decir el conjunto de bonos verdes, sociales y de sostenibilidad, alcanzó los 127.000 millones de euros durante el tercer trimestre de 2020. Esta cifra supone un 30% más respecto al máximo registrado en el trimestre anterior, según el Moody’s Investors Service. 

“El volumen global de financiación sostenible se acercará a los 425.000 millones de dólares en 2020 tras el tercer trimestre. Creemos que la distribución aproximada será de 250.000 millones de dólares en bonos verdes, 100.000 millones de dólares en bonos sociales y 75.000 millones de dólares en bonos de sostenibilidad para todo el año», apunta Matthew Kuchtyak, analista de AVP en el Grupo ESG de Moody’s Investors Service

Los bonos de sostenibilidad representaron un 6,1% de la emisión de deuda global en el tercer trimestre, también un nuevo récord trimestral. En concreto, los datos de Moody’s señalan que la emisión de bonos sostenibles ascendió a 288.200 millones de dólares en los primeros nueve meses del año, un 24% más que en el mismo período de 2019.

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Por su parte, la emisión de bonos verdes experimentó una subida del 31% respecto al segundo trimestre, hasta los 72.300 millones de dólares en todo el mundo en el tercer trimestre, a medida que las condiciones económicas mejoraron un poco. Los activos de “deuda verde” están evolucionando, gracias “a los instrumentos de capital verde y el sukuk verdes que están emergiendo”, añade Kuchtyak.

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Además, la emisión de bonos sostenibles también estuvo impulsada por la emisión de bonos sociales y de sostenibilidad que alcanzaron los 28.100 millones de dólares y 26.900 millones de dólares respectivamente. Desde Moody’s señalan que si bien los emisores públicos siguieron utilizando principalmente este tipo de bonos para financiar los proyectos con los que piensan dar respuesta a la pandemia del coronavirus, un número de mayor de empresas ha comenzado a emplear estos activos para mostrar sus objetivos de sostenibilidad. Esta tendencia sugiere, según el Moody’s Investors Service, que la tendencia de emisión de bonos sostenibles continuará cuando acabe la pandemia. 

Por último, destaca la emisión de bonos soberanos sostenibles, que sigue creciendo a medida que los países responden a la demanda de los inversores y recaudan capital para actividades de desarrollo sostenible, afirman desde Moody’s. Tras varias emisiones debutantes en el tercer trimestre, los volúmenes de bonos soberanos sostenibles ascienden a 33.100 millones de dólares en lo que va de año, frente a los 21.800 millones de dólares de todo el año 2019.

El BIS publica un informe sobre la emisión de moneda digital por bancos centrales

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La innovación financiera adquiere cada día más protagonismo. Por ello, los bancos estudian la posibilidad de emitir una nueva forma de dinero: una moneda digital de banco central, conocida como CBDC (central bank digital currency, en inglés). Para coordinar esta labor de estudio e investigación, los bancos centrales de Canadá, Japón, Suecia, Suiza, Reino Unido, Estados Unidos y el Banco Central Europeo y el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) han emitido un informe conjunto sobre esa emisión.

En el informe, se considera esencial cooperar para prever los efectos indirectos internacionales que pueden generarse por la emisión de dinero digital de bancos centrales, dado que la emisión y las opciones de diseño dependerán de cada banco central.

En primer lugar, las entidades destacan que el uso del dinero digital supondría un mejor medio para distribuir y utilizar el dinero, ya que mitigaría riesgos como la falsificación, fomentaría la inclusión financiera y podría mejorar los pagos transfronterizos y la transparencia en los pagos.

Asimismo, la emisión de dinero digital también requiere un equilibrio entre reducir riesgos, como el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, y mantener el anonimato de determinadas operaciones. Por otro lado, la existencia de una CBDC remunerada generaría cambios en las tasas de interés. Para que este sistema sea eficaz, el BIS advierte que las tasas de interés tendrían que ser competitivas, lo que también afectaría a la estabilidad financiera.

No obstante, el informe también señala también el posible efecto para la estabilidad financiera si la emisión del dinero digital afectara a la intermediación de los bancos supervisados por aumentar la adquisición del dinero digital con las consecuentes pérdidas de depósitos.

A la hora de emitir una moneda digital de estas características, el BIS subraya que se deben apoyar el cumplimiento de los objetivos de políticas públicas, así como han de complementarse entre sí con las formas de dinero ya existentes. Además, han de aportar innovación y eficiencia para otorgar seguridad a los usuarios.

Para poder cumplir con estos principios, el informe enumera una serie de características de la CBDC, el sistema y su marco institucional. En primer lugar, el instrumento ha de ser convertible, conveniente, aceptado, disponible y de bajo coste. Además, en lo referente al sistema, este ha de ser, según las entidades, seguro, instantáneo, resistente a interrupciones operacionales, disponible, capaz de procesar elevado número de transacciones, capaz permitir el flujo entre sistemas públicos y privados y flexible ante el cambio de condiciones.

Por último, el BIS subraya que, en lo referente al marco institucional la CBDC ha de contar con una autoridad sólida que respalde la emisión y ajuste del sistema a las normas reglamentarias apropiadas. Por otro lado, el informe define una serie de características en relación al diseño de esta moneda. En cuanto a los instrumentos, el BIS considera “fundamental saber si la moneda digital devengará intereses y si se impondrán límites a las existencias individuales”. En lo referente a los libros de cuentas, la entidad destaca cinco factores clave para su diseño: la estructura, la autenticación del pago, la funcionalidad, el acceso y la gobernanza.

Además, el informe advierte que emitir una CBDC requerirá “un gasto de capital y existirán costes de funcionamiento, por lo que la clave del diseño será definir quién soportará esos gastos: los usuarios públicos, los bancos o los proveedores de servicios”.  Para que la tecnología empleada sea la adecuada, las entidades recuerdan que debe ofrecer una variedad de opciones de pago fáciles para que todo el mundo tenga acceso a su uso y no sea exclusivo de los que cuenten con instrumentos tecnológicos modernos.

Asimismo, ha de proporcionar seguridad y resistencia para la protección de los datos comparando entre la tecnología de libro mayor distribuido (DLT) o un libro mayor centralizado con un número reducido de centros de datos. También, debe de contar con un sistema rápido y expansible, que pueda ejecutar un elevado volumen de transacciones a un coste ajustado; ser interoperable, es decir, que cuente con acuerdos de pago que permitan las transacciones entre cuentas; y ser flexible, adaptándose a los cambios producidos por la evolución del entorno.

“Los bancos centrales que han participado en este informe reconocen la prioridad de este asunto para responder a la innovación constante en los sistemas de pagos y la tecnología. Por ello, quieren continuar con el estudio de las implicaciones prácticas de las CBDC”, añaden desde el BIS. En este contexto, la entidad pide la colaboración y el intercambio de información y seguirá promoviendo que cooperen otros bancos centrales y agentes.

New Capital lanza una nueva estrategia UCITS que invertirá en acciones value americanas

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Pixabay CC0 Public Domain. New Capital lanza una nueva estrategia UCITS que invertirá en acciones value americanas sugestionado por Schafer Cullen Capital Management

La firma New Capital, del grupo EFG Asset Management, ha creado un nuevo fondo UCITS NEW CAPITAL US VALUE FUND domiciliado en Irlanda que invertirá en acciones value americanas que será gestionado por Schafer Cullen Capital Management.

Schafer Cullen Capital Management es una gestora con sede en Nueva York, 100% independiente, propiedad de sus empleados, y con unos activos bajo gestión de 16.700 millones de dólares a fecha 30 de septiembre 2020.

La asociación entre estas dos entidades, cuyo nexo de unión es BECON IM distribuidor de ambas gestoras en la región latinoamericana, se fundamenta en el valor que aporta la capacidad de distribución de New Capital fuera de Estados Unidos y el expertise de Cullen en acciones value americanas, según explica Jeff Cullen, Managing Director de Schafer Cullen Capital Management, en declaraciones exclusivas a Funds Society. “Nos hemos centrado en ser buenos gestores de activos, la distribución no es una de nuestras fortalezas, y menos fuera de los Estados Unidos”, señala.

El fondo estará listo para su distribución en breve en los siguientes países y regiones: Alemania, Australia, Austria, España, Estados Unidos, Hong Kong, Irlanda, Italia, Latinoamérica, Reino Unido, Suiza y Singapur. BECON IM será el responsable de su distribución para los clientes, ex AFPS, en Latinoamérica y US offshore. El fondo está disponible para su comercialización en la plataforma Pershing.

La estrategia cuenta ya con una inversión comprometida de 33 millones de dólares, alcanzada en los primeros días de su distribución a través de la red de EFG. De aquí a final de año o durante el mes de enero esperan captar 50-70 millones de dólares a medida que se empieza la distribución en nuevos países. A mediano plazo (dos/ tres años) su objetivo es llegar a 200-300 millones de aum, entre clientes institucionales y minoristas.

Réplica de Schafer Cullen Value Equity SMA con ligeros matices

Este nuevo fondo seguirá una política de inversión similar a la estrategia insignia de Cullen Schafer Cullen Value Equity SMA que lleva cosechando éxitos de gestión desde 1983, aunque con ligeros matices. “La estrategia SMA invierte mayoritariamente en large cap, 5-8% en mid caps y un 4-5% en liquidez. La cartera de New Capital estará compuesta en un 80% por large caps, 20% mid caps y 1% en liquidez. Básicamente una mayor exposición, con algo más de mid caps”, resume Cullen.

Otro de los aspectos diferenciadores es la aplicación de los criterios ESG en la cartera. “Todos los valores que queremos incluir en la cartera son escrutados previamente por el modelo interno de aplicación de criterios ESG de EFG. De esta forma, por ejemplo, de la cartera original que enviamos, dos valores quedaron excluidos y hay una menor exposición al sector energético”, menciona Cullen. Por último, la versión de New Capital deberá estar invertida 100% en valores americanos y no podrá tener posiciones en ADR (American Depositary Receipts por sus siglas en inglés).

Así, su gestión se centra en empresas con un PER bajo y de alta calidad, entendiendo por calidad “la generación de cash-flows recurrentes y bajo endeudamiento”, aclara Cullen. Además, se premian los valores que pagan dividendo aunque no es un criterio excluyente. “En Estados Unidos si pagas dividendo y luego lo recortas, es muy problemático. Al mercado no le gusta. Entonces para pagar un dividendo, te tienes que asegurar que tienes la capacidad de pagarlo durante un periodo largo de tiempo, a lo mejor no crece tanto, pero reducirlo es un problema. Antes de anunciarlo las empresas tienen que tener modelos de negocio sólidos”, explica Cullen.

En definitiva, la cartera estará compuesta por un número medio de 40 valores con una baja rotación, en el rango del 10-20% anual, algo mayor que la rotación de la estrategia Schafer Cullen Value Equity SMA por el mayor peso de acciones mid caps. La estrategia será gestionada por el equipo de inversiones de Cullen compuesto por 17 profesionales con una experiencia media de 20 años.

“2021 puede ser un año fantástico para acciones value”

Con respecto al momento de mercado, Cullen estima que es el momento ideal para este tipo de acciones. “Los mercados están muy bien posicionados para que las acciones value tengan un fantástico 2021. Toda gira alrededor de las vacunas, y están llegando, y las economías se están reabriendo y cuando las economías reabren y la ampliación de crecimiento va más allá de los valores growth, las acciones value deberían comportarse de forma extraordinaria” declara. “Los clientes no están vendiendo acciones growth pero están reasignando parte a value y en este sentido les gusta la calidad de nuestra cartera. Ahora es el momento de empezar a asignar más recursos a US value”, afirma.

En cuanto a cambios recientes en la composición de su portafolio, Cullen afirma que no han hecho modificaciones significativas con motivo de las elecciones americanas. “Estábamos sobreponderados en el sector sanitario antes de las elecciones y esto nos ayudó mucho cuando Biden ganó. Estamos neutrales en financieros, queremos bancos de calidad así que tardamos en invertir en ellos. En el sector tecnológico también estamos neutrales, pero por ejemplo, aunque tenemos Microsoft en otras carteras en esta no está por sus altas valoraciones. En definitiva, nuestra gestión se trata de elegir dentro de los sectores aquellos valores con un PER bajo que se ajustan a nuestros criterios de calidad”, concluye Cullen.

 

 

Adiós a Popular Asset Management: desaparece formalmente una gestora clave en la historia de los fondos en España

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La gestora del banco Popular, Popular Asset Management, ha desaparecido formalmente, un camino iniciado con la compra del banco Popular por parte de Santander.

El pasado 21 de noviembre la entidad registraba en el registro mercantil de Madrid un acto en el que anunciaba su disolución, por fusión. Y posteriormente, su total extinción.

A la hora de integrar Popular AM, Santander AM ha llevado a cabo una política de economías de escala con los fondos de la entidad: excepto los fondos garantizados, los vehículos han sido fusionados con otros productos de la gestora o hay planes de hacerlo en el futuro. Solo un producto, Eurovalor Cartera Dinámica, ha sido reconvertido (bajo el nombre Mi Fondo Santander Atrevido), según explican fuentes del mercado a Funds Society.

En lo que respecta a la integración de los profesionales, la mayoría de los equipos de Popular AM se han integrado en Santander AM: el primero fue Juan Vilarrasa, que en enero se incorporó al equipo Global Multi Asset Solutions (GMAS) capitaneado por Cristina Rodríguez Iza. Y ahora muchos están integrados. Entre las incorporaciones más recientes están Rocío Maldonado, Belén Sánchez, Sonia de las Heras y Alfonsa Muñoz, antes responsables de distintas áreas de inversión de Allianz Popular AM (Renta Variable, Renta Fija y Asset Allocation, Multimanagement, y Estructurados y Monetarios, respectivamente).

Sin embargo, otros de los responsables de Allianz Popular, la joint venture de Popular y Allianz (de la que Santander compró el 60% a Allianz, quedándose con todo el negocio de gestión), están ahora al frente del nuevo proyecto de gestión de activos y planes de pensiones de Allianz Seguros, como Miguel Colombás (director de Asset Management), Rafael Hurtado (director de Inversiones y Estrategia), Beatriz Perelló (gestión en asset allocation) o Isabel Marcos (responsable de Desarrollo de Negocio de Fondos de Inversión y Planes de Pensiones).

Otros profesionales han tomado un tercer camino, pasando a trabajar en otras entidades, como Carlos de Andrés (ahora gestor y selector de fondos en Bankia AM) o Miguel Uceda, ahora CIO o director de Inversiones de Welzia Management.

De esta forma -con sus antiguos profesionales dispersos entre Santander AM, Allianz y terceras entidades, y sus fondos prácticamente extinguidos-, desaparece formalmente una gestora histórica, un proceso que se iniciaba con la compra del grupo Popular por Santander y que termina ahora. La gestora tiene tanta historia que su creación, como contábamos en un artículo reciente, precede a la democracia en España, es anterior a la llegada a la Luna, a la incorporación de España a la Comunidad Económica Europea y a la propia creación de la CNMV, el supervisor de los mercados en España.

Repasamos los hitos más importantes del negocio.

Sogeval (luego Popular Asset Management) fue fundada en el año 1965, con 11 empleados que, desde su primera sede en la madrileña calle de Alcalá, prepararon las bases para el lanzamiento, en 1967, del primer fondo, Eurovalor (más tarde Eurovalor Mixto 70, que desaparecía el pasado mes de julio por ser fusionado).

Dos años, después, en 1969 y coincidiendo con el hito de la llegada del hombre a la Luna, llegó también el segundo fondo de la firma, llamado entonces Eurovalor 2 (hoy Eurovalor Renta Fija). Entonces, la contratación de fondos era totalmente física, y el partícipe obtenía, con la inversión, un certificado de participaciones que daban prueba de la titularidad.

La apertura democrática y económica de España fueron el marco dentro del cual el grupo iba creciendo y evolucionando. Su primer director general fue Mariano Rabadán, el que fuera presidente de Inverco, que contribuyó decisivamente a transformar el grupo de crédito en un negocio pionero en gestión patrimonial y en fondos de inversión, actividades muy poco desarrolladas en esos tiempos.

En 1987 llegaría el tercer fondo de la gestora (hoy Eurovalor Dinero), solo un año antes del nacimiento de la CNMV. Y todo, en un contexto en el que España se adhería a la Comunidad Económica Europea. En los 90 llegaría el primer fondo de renta variable pura de la gestora, el primer fondo garantizado, y el primer hito: en 1998 se alcanzaba el primer billón de pesetas en patrimonio gestionado (una cifra que suponía más del 1% del PIB de aquella época), el mismo año en el que nacía el Banco Central Europeo. El euro llegaría más tarde.

La entidad inauguró el siglo XXI con el lanzamiento de su primer fondo de fondos, y la ampliación de su gama de productos con los fondos perfilados y geográficos y en 2007 cambió su nombre a Popular Gestión, hito que acompañó un poco después con el lanzamiento de nuevos vehículos. En 2008, tras el estallido de la crisis de las subprime, la entonces Popular Gestión trajo al mercado su primer hedge fund.

Los años de la crisis supusieron un gran reto para las gestoras de activos y los grupos financieros en España y en 2011 llegó la venta de la entidad: Popular decidía deshacerse del 60% de la gestora y venderlo al grupo Allianz para recapitalizarse, dando así forma a Allianz Popular AM (un 60% del cual quedaba en manos del grupo asegurador y un 40% de Popular). También fueron años de desarrollo y crecimiento y en los que Allianz Popular AM logró ser la cuarta gestora española y superar el 5% de cuota en el mercado nacional (en concreto, un 5,02%, según datos de Inverco de finales de 2013, con un patrimonio superior a los 7.700 millones de euros, solo por detrás de las gestoras de los tres grandes grupos bancarios españoles).

A mediados de 2017, se anunció la compra de Popular por el Banco Santander, con todos sus negocios incluidos, lo que suponía la adquisición de un 40% de la gestora de Allianz Popular AM. El verano pasado, Santander acabó comprando el 60% restante a Allianz (un negocio que abarca seguros de vida, pensiones y gestión de activos), por más de 900 millones de euros, quedándose con todo el negocio de la actual Popular Asset Management.

A principios de este año, la gestora de Santander Asset Management iniciaba los trámites de absorción del negocio de gestión de Popular AM, que ahora se ha disuelto totalmente, dando lugar a la desaparición de una gestora histórica.

Funds Society España 20: pinceladas de esta edición contadas por sus protagonistas

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El número 20 y correspondiente a diciembre de 2020 de la revista de Funds Society España ya está en la calle y los suscriptores españoles ya lo están recibiendo. En esta ocasión, la revista es muy especial por un doble motivo: en primer lugar porque la edición impresa de Funds Society España cumple cinco años y por ello destacamos en portada una imagen de todas aquellas entidades que nos han apoyado en algún momento del camino recorrido. En segundo lugar, porque nos apuntamos al camino de la sostenibilidad y cambiamos los materiales con los que elaboramos la revista.

Para abrir boca, les hacemos un adelanto en un vídeo, de la mano de algunos de los colaboradores que han escrito tribunas de opinión, y también expertos de la industria de gestión de activos y asesoramiento que nos han dado su visión en algunos de los artículos. En el vídeo, explican algunas de las claves del contenido en el que han participado.

Entre los protagonistas, Rubén García Páez, director general de Iberia y Latam en Columbia Threadneedle 
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y Sophie del Campo, directora general de Natixis IM para Iberia, Latam y US Offshore, hacen balance de los últimos cinco años en la industria (los que la revista de Funds Society lleva de vida) y nos dan claves de futuro para los próximos. Por su parte, Ana Guzmán, directora de Impacto de la agencia de valores Portocolom, hace un análisis similar pero aplicado a la industria del asesoramiento financiero, que también ha cambiado mucho en los últimos años.

José Luis Blázquez, CEO de Beka Values, da algunas pinceladas del que será su nuevo proyecto: la banca privada del grupo Beka que nace con la ambición de ser una entidad de valores dedicada a dar servicio a los clientes.

Fernando Alonso, socio de finReg360, destaca los cambios principales del modelo del negocio de las entidades distribuidoras de fondos debido a la regulación y a la presión de márgenes.

Sergio Redruelo, Managing Director del área de Wealth Asset Management and Insurance en Alvarez & Marsal, analiza las recientes compras de gestoras por parte de aseguradoras, con una mirada muy crítica.

Emiliano Sacristán, socio de Prinzipal Partners, analiza los nuevos perfiles de venta institucional de fondos: ¿servirán las mismas capacidades que en el pasado?

Gonzalo Azcoitia, director general para Iberia de Jupiter AM, nos da las claves de uno de sus fondos insignia, mientras Xavier Fàbregas, director general de Caja de Ingenieros Gestión, hace balance del año que acaba y vislumbra algunas pistas del que entrará.

Natividad Sánchez, directora de la campaña de Plásticos de Fundación Oceana en Europa, e Íñigo Colomo, director de Inversiones de March AM, nos explican su lucha para proteger los océanos en la sección de Rincón Solidario.

¡Disfruten del vídeo!

CFA Society Uruguay organizó un webinar sobre inversiones sustentables y de impacto con M&G Investments

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CFA Society Uruguay organizó el webinar “Tendencias en las inversiones ESG e inversión de impacto”, a cargo de Ben Constable-Maxwell, Head of Sustainable and Impact Investing de M&G Investments, una de las gestoras de activos líder a nivel global con sede en Londres.

Sebastián Roda, director de CFA Society Uruguay, dio la bienvenida a la actividad, agradeciendo la presencia de todos los asistentes y destacando la importancia de continuar impulsando a empresas e inversionistas a incorporar desde sus cimientos los factores ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza por sus siglas en inglés).

“El objetivo de nuestra sociedad es generar propuestas de valor para los distintos públicos de interés. Mediante nuestra alianza con M&G Investements hemos podido acercar materiales de calidad y contribuir con la educación financiera”, expresó, antes de dar paso al orador principal de la actividad.

Por su parte, Constable-Maxwell comenzó su exposición explicando que las inversiones sustentables han cobrado mucha importancia en la actualidad. “En los últimos cinco años, el desarrollo de los factores ESG ha sido muy vertiginoso y acelerado. Por eso, tenemos que comprender el valor agregado que tienen al momento de invertir”, sostuvo.

En ese sentido, señaló que los desafíos globales en términos sociales, sanitarios y medioambientales están incrementándose año a año y enumeró algunos de los grandes retos que el mundo enfrenta, como el crecimiento de la población.

También se refirió a la demanda de alimentos y energía, que genera una gran presión sobre los recursos naturales y un impacto ambiental negativo, el cambio climático y la degradación de los ecosistemas, vinculado al uso de combustibles fósiles y la deforestación tropical.

“El dióxido de carbono en el ambiente está elevándose diez veces más rápido que cualquier aumento sostenido que pudiera darse en 800.000 años. Esto acelera la pérdida de biodiversidad”, reflexionó. 

En términos de salud y bienestar, subrayó la necesidad de garantizar una vida sana, y la problemática aparición de enfermedades infecciosas, con sistemas de salud mal preparados o insuficientes en muchas partes del mundo. 

“Hay que considerarlos y entender el rol crucial que juegan en las estrategias de los inversores y cómo se han incluido en regulaciones y políticas gubernamentales en todo el globo”, sintetizó. 

Ante este panorama, el experto explicó que los factores ESG son los que determinarán a largo plazo la viabilidad de una compañía. “Los inversores de hoy en día tienen que hacer un análisis de su firma que no puede abarcar solo el aspecto financiero, sino que debe contemplar otros elementos. Si únicamente nos centramos en lo económico, estamos viendo una pequeña parte de la realidad”, dijo.

De esta forma, manifestó que resulta vital que las empresas asuman la responsabilidad de evitar la contaminación del aire y del agua, efectuar una gestión responsable de residuos e implementar acciones que apunten a la eficiencia energética y la disminución de las emisiones de dióxido de carbono.

En el aspecto social, en tanto, se refirió a la importancia de trabajar sobre bases éticas que garanticen la privacidad de los clientes, la seguridad y la salud laboral, el bienestar y acceso a formación y desarrollo de los colaboradores y la seguridad del producto o servicio que se ofrece.

En cuanto a los aspectos de gobernanza, señaló como primordial poder desarrollar un liderazgo corporativo definido y marcado, el respeto por los derechos de los accionistas y las auditorías y controles internos. 

“Los factores ESG se basan en una concepción de las compañías muy profunda y holística. Enfocándonos en inversiones sustentables tendremos retornos positivos, con valor agregado. Serán las empresas ganadoras a largo plazo”, sintetizó.

Constable-Maxwell también dedicó parte de su exposición a las llamadas “inversiones de impacto”, asegurando que experimentarán en los próximos años un crecimiento exponencial.

“Hay una creciente conciencia sobre las inversiones de esta clase, que requerirá que los administradores de fondos mutuos piensen de manera creativa sobre cómo seleccionar y administrar empresas que cotizan en bolsa para lograr un impacto positivo”, manifestó.

A modo de conclusión, Constable-Maxwell aseguró que las inversiones basadas en factores ESG deben ser concebidas como un proceso. “Son el futuro, no son una simple moda, ni un tipo de fondo. Son más que solo un accionar corporativo ético; apoyan la toma de decisiones de inversión mejor informada y que van a llevarnos a retornos más elevados en el largo plazo”, finalizó.

 

La nueva joint venture de bancaseguros entre Allianz y BBVA empieza a operar en España

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Una vez obtenidas las autorizaciones regulatorias pertinentes, BBVA Allianz Seguros, la joint venture de bancaseguros entre Allianz y BBVA, que se anunció en abril de este año, empieza a operar en España. La nueva compañía aúna la capacidad de distribución en canales físicos y digitales de BBVA, con el conocimiento de Allianz para desarrollar seguros de No vida simples y digitales.

El acuerdo crea una de las mayores alianzas de bancaseguros en el ramo de No Vida, que une a dos líderes globales con prioridades estratégicas comunes. La nueva compañía, que pasará a denominarse BBVA Allianz Seguros, atenderá de forma exclusiva a los clientes de la entidad bancaria en España para productos de No Vida (excluyendo los seguros de salud), durante los próximos 15 años.

Miguel Pérez Jaime, actualmente drector general de Bancaseguros en Allianz Seguros, será el consejero-director general de la nueva ‘joint venture’. Le acompañarán en la dirección de la nueva compañía Carles Alsina, como director de Negocio; Emilia Macarie, como directora financiera; y Ramón Lasurt, como director de Operaciones.

“BBVA Allianz Seguros es un proyecto estratégico para Allianz Seguros que reforzará nuestra presencia en el mercado”, afirma José Luis Ferré, consejero delegado de Allianz Seguros y vicepresidente de la joint venture. “Junto a BBVA, queremos desarrollar nuevas soluciones aseguradoras innovadoras que sean sencillas y atractivas para los clientes, para así seguir alineados con nuestro propósito: asegurar el futuro de los clientes, también en el canal bancario”.

Eugenio Yurrita, consejero delegado de BBVA Seguros y presidente de la nueva joint venture, ha señalado que “nuestro principal objetivo es mejorar la salud financiera de nuestros clientes y, con la creación de esta nueva compañía, damos un paso más, ya que enriquecemos la propuesta de valor aseguradora. Esta nueva alianza, que hoy comienza a andar, nos permitirá seguir creciendo con un socio estratégico, líder mundial, como es Allianz».

Patricia Parise, presidenta de Criteria, se suma al Consejo del Comité de Inversiones de las Naciones Unidas

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Patricia Parise. ,,

A partir del primero de enero del 2021, Patricia Parise, presidenta de Criteria, ha sido invitada a formar parte del Consejo del Comité de Inversiones de las Naciones Unidas, cuyo cometido es asesorar sobre la estrategia de inversión del Fondo Común de Pensiones del Personal de las Naciones Unidas.

El Consejo del Comité de Inversiones está compuesto por 9 miembros (más miembros ad hoc) nombrados por el Secretario General de las Naciones Unidas, previa consulta con la Junta de Pensiones y la Comisión Consultiva de las Naciones Unidas en Asuntos Administrativos y de Presupuesto, con sujeción a la confirmación de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Cada miembro del Consejo del Comité representa una región o zona del mundo.

Acorde a la memoria anual de la Asamblea General de 2019, el portfolio administrado es de más de 60 billones de dólares, dónde trabajan numerosos portfolios managers y analistas en la ejecución de la estrategia. Dentro de las políticas del plan, el Comité de Inversiones delimita el asset allocation y el Consejo del Comité lo aprueba para su ejecución.

Patricia Parise es socia fundadora de Criteria y Presidenta del Directorio, cuenta con prestigiosa trayectoria en Banca Privada, Asset Managment y Mercados de Capitales en roles comerciales y ejecutivos.

Antes de fundar Criteria, Parise fue Asesora Financiera Senior en Merril Lynch especializándose en planes de Pensión para compañías americanas y europeas en Latinoamérica. Anteriormente se desempeñó como Director y Chief Investment Officer de HSBC Argentina, siendo responsable del área de Investment Managment e integrando el Comité Ejecutivo. Fue Gerente de Banca Privada y Presidenta de las Sociedades Gerentes de Fondos Comunes de Inversión para ABN Amro en Argentina y Manager de Gestión de Patrimonio en Crédit Lyonnais Bank. Cuenta con un postgrado en Mercado de Capitales de la Universidad de Belgrano y una licenciatura de la UCA.

Actualmente el Comité está integrada por de Simon Jiang (China), Achim Kassow (Alemania), Michael S. Klein (Estados Unidos), Luciane Ribeiro (Brasil) y Madhav Dhar (India) como miembros regulares y como miembros ad hoc a Tay Lim Hock (Singapur), Abel Moffat Sithole (Sudáfrica), Katina Stefanova (Bulgaria) y Macky Tall (Canadá).

 

 

 

 

Los bancos mexicanos unen filas para oponerse a la reforma que obliga a Banxico a comprar dólares

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CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Judy Robinson-Cox. Foto:

La iniciativa de reforma para que el Banco de México (Banxico) acepte cambiar dólares en efectivo, aprobada por el Senado -y que ahora revisa el Congreso- incrementa el riesgo de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo en el sistema financiero mexicano, según una nota conjunta publicada por la Asociación de Bancos de México.

De acuerdo con la organización, ese riesgo es transferido al Banco de México, pilar de la estabilidad macroeconómica, “lo que dañaría la confianza internacional ganada a través de muchos años por el Banco de México y por la banca mexicana, provocando efectos adversos en la economía nacional”.

Según personas con conocimiento de la situación, “el propio gobernador del Banxico, Alejandro Díaz de León, recibió la semana pasada llamadas de funcionarios del Departamento del Tesoro y del Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos, para expresar gran preocupación por esta reforma”.

Resguardar a la economía nacional

«La solidez del sistema financiero mexicano es uno de los pilares más importantes que sostienen la estabilidad macroeconómica del país. Esta solidez se ha conseguido gracias a la adopción de diversas medidas, como son, la autonomía del Banco de México, un régimen de tipo de cambio libre, la disciplina fiscal a través de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, la certificación de los criterios de capitalización y liquidez de Basilea III, y la adopción de normas estrictas de prevención de lavado de dinero y de financiamiento al terrorismo que siguen las mejores prácticas a nivel internacional. Gracias a estos cambios el sistema financiero mexicano goza de la confianza del sistema financiero internacional», dice la nota.

«Obligar al banco central a actuar como comprador de última instancia de moneda extranjera en efectivo, aunque estas provengan de instituciones del propio sistema financiero, atenta contra su autonomía. Adicionalmente, podría aumentar el riesgo percibido para Banco de México por la comunidad financiera internacional, y por extensión a todo el sistema financiero mexicano. Como consecuencia habría un impacto negativo en varias de las operaciones financieras que se realizan con el exterior, como son: el manejo de las reservas internacionales, las líneas de crédito y financiamiento para cualquier entidad nacional, incluido el gobierno federal, y la custodia de activos internacionales entre otras», añade. 

Canales abiertos para comunicación

«Es indispensable que a la brevedad posible, y entre todos los actores involucrados, encontremos una mecánica dentro del marco legal y regulatorio que permita ingresar dólares en efectivo, que puedan cambiarse a precios competitivos en un sistema financiero que se mantenga seguro, bien regulado y protegido», concluye la ABM.

Por su parte, y con el fin de alcanzar los beneficios planteados, el Banco de México señaló en un comunicado que acompañará los esfuerzos de la banca mexicana para fortalecer sus relaciones de corresponsalía con entidades del exterior, en coordinación con otras autoridades. Adicionalmente, para la consecución de este fin, el Banco de México continuará colaborando con el Congreso de la Unión y demás participantes.

«El Banco de México se mantiene comprometido con la búsqueda de las mejores alternativas de solución para atender los objetivos del proyecto de decreto. En este esfuerzo, es necesario preservar la autonomía constitucional del Banco de Méxicoy noponer en riesgo el funcionamientodel sistema financiero, la operación del Banco Central y la disponibilidad de la reserva de activos internacionales», señaló.