El Consejo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha nombrado a Patricia Muñoz González-Úbeda nueva directora general del Servicio Jurídico y secretaria del Consejo de la CNMV, con efectos desde el próximo 31 de mayo, en sustitución de Miguel Martínez Gimeno.
La nueva directora general desempañaba hasta ahora el puesto de directora general adjunta del servicio jurídico en la CNMV y vicesecretaria del Consejo de la CNMV.
Patricia Muñoz González Úbeda es abogada del Estado. En 2013 se incorporó al supervisor de los mercados donde ha ocupado los cargos de directora del Departamento del Servicio Contencioso y Régimen Sancionador y vicesecretaria del Consejo de la CNMV.
Anteriormente trabajó en el área económico-financiera de la Audiencia Nacional donde llevó a cabo la coordinación del convenio suscrito por la Abogacía del Estado con la Comisión Nacional del Mercado de Valores y con la Comisión Nacional de la Competencia. Asimismo, ejerció como abogada del Estado adjunta en el Ministerio del Interior y fue coordinadora de la Abogacía del Estado en los juzgados de lo contencioso administrativo en Valencia durante los años 2005-2007.
Pixabay CC0 Public Domain. El debate llega a los inversores que comienzan a buscar protección contra la inflación
El ruido y el debate en torno a la inflación también llega a los inversores, que están valorando cómo posicionar sus carteras para responder a la perspectiva de un mayor nivel de inflación. Se prevé que en la UE se sitúe en el 1,9% en 2021 y en el 1,5% el año que viene, acercándose al objetivo del 2% del Banco Central Europeo, límite máximo que también fijan muchas otras autoridades nacionales, entre ellas el Banco de Inglaterra.
Los datos de inflación de abril mostraron un enorme repunte, con la inflación subyacente hasta el 3%, la más alta en más de 25 años. En opinión de Florence Barjou, director de inversiones de Lyxor AM, una gran parte de la subida, cerca de un tercio, está vinculada a los efectos de base. Sin embargo, el mercado los había descontado bien, y la sorpresa al alza subraya otros factores explicativos que se pueden tomar en cuenta.
“La cuestión es plantearse si estos factores se van a difuminar (esto será obviamente el caso de los efectos de base), o si tendrán un mayor impacto permanente. El mercado laboral tiene parte de la respuesta a esta pregunta. Para la Reserva Federal (FED), la decepcionante creación de empleo de abril parece justificar un marco todavía muy acomodaticio. Sin embargo, durante el mismo periodo, las grandes nuevas ofertas de empleo (8,1 millones) parecen contradecir este mensaje. A corto plazo, esta discrepancia podría ser solo un problema de concordancia, pero a largo plazo, los sueldos serán el juez definitivo. Las grandes empresas de Estados Unidos, desde McDonald’s hasta Bank of America, ya han empezado a aumentar los salarios mínimos, a veces hasta en un 25%”, apunta Barjou.
Según uno de los últimos análisis de Cerulli Associates, el consenso no está del todo claro y las opiniones se dividen entre aquellos que son más prudentes con la inflación, y los que creen que cualquier subida será puntual. La mitad de los bancos privados encuestados por Cerulli creen que la protección contra la inflación es uno de los objetivos más importantes para los clientes, sólo superado por la gestión del riesgo y la conservación del patrimonio.
Por ejemplo, para Yves Bonzon, CIO del banco privado suizo Julius Baer, el actual repunte de inflación está impulsado por factores temporales. Tal y como explica, a partir de junio, “el efecto base debería hacer bajar la inflación en lugar de empujarla al alza. En cuanto al resto, gran parte puede atribuirse a otros factores de recuperación que se resolverán en los próximos meses, como los cuellos de botella en el suministro y la recuperación de la demanda, que se ve acelerada por la acumulación de ahorros involuntarios durante la pandemia”.
Bonzon considera que la inflación no ha muerto, tan solo estamos entrando en un nuevo escenario: “Estamos entrando lentamente en una era de capitalismo y redistribución patrocinada por el Estado, que acabará por reactivar el crecimiento y la inflación de forma sostenible. Sin embargo, esto requiere un cambio importante en la forma de aplicar la política fiscal. Es probable que esto ocurra en la segunda mitad de la década y no antes”.
La respuesta de los inversores
En opinión de Axel Botte, estratega global de Ostrum AM (Natixis IM), negar la inflación puede ser el mayor riesgo del momento. “La Fed está en la fase de negación de los crecientes riesgos inflacionarios, lo que hace que los mercados de renta variable sean aún más sensibles a las rentabilidades de largo plazo de la deuda estadounidense. El genio de la inflación ha salido de la lámpara y la reacción de los precios al consumo en EE.UU. ha llegado con un decalaje de un mes respecto a la brusca aceleración de los precios a la importación e importación de marzo. La importancia de la inflación en el corto plazo para los mercados es hasta qué punto cambiará el escenario de tapering de la Fed”, añade Botte.
Frente a este contexto, “los inversores pueden protegerse contra la inflación de varias maneras directa e indirectamente. En este sentido, los bonos vinculados a la inflación se han convertido en uno de los activos que más interés ha despertado como propuesta para proteger las carteras. Según los datos publicados por Broadridge, los nuevos flujos netos hacia los fondos de esta categoría se dispararon hasta los 4.300 millones de euros (5.200 millones de dólares) en el primer trimestre de 2021, frente a las salidas de 500 millones de euros en los tres meses de abril a junio del año pasado, tras el pico del brote de coronavirus en Europa», señala Fabrizio Zumbo, director asociado de análisis de gestión de activos y patrimonios para Europa de Cerulli.
Según explica Zumbo, los inversores también tienen otras herramientas indirectas a su disposición para ayudar a protegerse contra la subida de los precios. «Las materias primas, incluido el oro, suelen ser favorecidas cuando los inversores se ponen en modo defensivo», afirma.
Desde Cerulli Associates reconocen que, aunque la actividad en estos sectores de cobertura de la inflación ha sido hasta ahora escasa, los fondos individuales han experimentado un repunte de la demanda. La mitad de los fondos protegidos contra la inflación que figuran en la clasificación de Broadridge, basada en los nuevos flujos netos del primer trimestre de 2021, estaban vinculados a las materias primas. Además, alrededor del 49% de los emisores de fondos cotizados (ETF) encuestados por Cerulli esperan que la demanda de ETFs basados en metales también crezca durante 2021 y 2022.
Respecto a los activos de crédito, Luke Hickmore, director de Inversiones de renta fija de Aberdeen Standard Investments, considera sensato situarse en el lado defensivo de los mercados de crédito: reducir los sectores de mayor beta, reconocer que las facilidades de crédito del confinamiento han funcionado casi como se esperaba, y moverse hacia áreas más defensivas como los servicios públicos y las asociaciones de viviendas, además de áreas como el alojamiento. Los mercados de crédito deberían tener cuidado de ser complacientes cuando el rendimiento del crédito no ha reaccionado ante el riesgo de que la inflación comience a afianzarse. Cambiar a un sesgo más defensivo ahora, en lo que parece ser el punto del ciclo en el que el crédito parece más caro, parece ser una opción sensata.
Pixabay CC0 Public Domain. El sector inmobiliario global afronta su recuperación estructural con tasas de crecimiento desigual según los mercados
A raíz de la perturbación económica mundial sin precedentes y de la aceleración de determinadas tendencias de mercado tras la pandemia del COVID-19, el informe de “Perspectivas mundiales para el Sector Inmobiliario” de M&G arroja luz sobre cómo los inversores pueden reposicionar activamente sus carteras inmobiliarias para la recuperación a largo plazo.
En concreto, los resultados revelan el impulso de la confianza económica tras la puesta en marcha de los programas mundiales de vacunación contra el COVID-19 y cómo un enfoque cauteloso previo a la inversión está dando paso a una liberación de la demanda reprimida. Desde M&G explican que, en muchos mercados, los consumidores han acumulado importantes ahorros y esto, junto con el estímulo presupuestario de los gobiernos y los bancos centrales, está creando un clima de dinamismo económico y expansión empresarial.
El estudio sugiere que los cambios estructurales relacionados con la vida y el trabajo están empezando a influir en el modo en que se configuran las carteras inmobiliarias, con un cierto reequilibrio hacia sectores de crecimiento a largo plazo y alternativas como el segmento de la vivienda y las residencias de estudiantes. Sin embargo, los inversores no deben olvidar que tanto los sectores en crecimiento como los estancados también están sujetos a los ciclos.
Según sus conclusiones, el relativo éxito de Asia-Pacífico (APAC) a la hora de mitigar el impacto general de la pandemia ha situado a la región a la cabeza de la recuperación económica mundial. “La economía china ya ha recuperado los niveles anteriores a la pandemia, impulsada por la recuperación del consumo de los hogares y la inversión empresarial, lo que ha estimulado el crecimiento de los países manufactureros y dependientes de las exportaciones de la región, como Corea del Sur y Singapur”, apunta en sus conclusiones.
Principales tendencias
A esta tendencia se añaden otras, como por ejemplo que “parece probable”, según M&G, que se produzca un cambio permanente hacia el trabajo flexible en todas las culturas, aunque el modelo híbrido no desplazará por completo a la oficina. En los mercados de APAC, la expansión de los centros de innovación es sinónimo de instalaciones de tipo campus sumamente colaborativas.
En este sentido, las asignaciones a sectores alternativos aumentarán, con un volumen récord de capital institucional destinado a inmuebles residenciales. La oferta limitada y los elevados precios de la vivienda seguirán impulsando la opción del alquiler en Europa. Por ejemplo, los trabajadores esenciales representan alrededor del 40 % de la mano de obra en Dinamarca, y sin embargo las viviendas asequibles solo suponen el 20 % del parque inmobiliario total del país.
En concreto, la logística seguirá experimentando una gran demanda, respaldada por un cambio estructural en la forma de comprar, con rentabilidades de hasta el 3% en Alemania. “Sin embargo, no todo el segmento mostrará fortaleza: en un entorno de rentabilidades bajas, la selección de activos es fundamental”, matiza el documento. En cambio, el sector del retail sigue haciendo frente a obstáculos estructurales, pero podría experimentar una recuperación en algunas zonas a medida que los hogares liberen ahorros en el mercado y los inversores reaccionen a una importante revalorización.
Según el informe de M&G, el sector inmobiliario sigue reflejando una alta prima de riesgo con respecto a la renta fija, a pesar de las escasas rentabilidades inmobiliarias en toda Europa. La gestora prevé que los factores inflacionistas probablemente serán temporales y que los tipos de interés se mantendrán en niveles bajos. “Junto con unas tasas de disponibilidad reducidas en Europa, los precios de los inmuebles core parecen sostenibles y ofrecen un interesante valor relativo a los inversores”, indican.
En opinión de José Pellicer, responsable de estrategia de inversión en M&G Real Estate, “da la sensación de que la gran magnitud de la demanda de los consumidores que está a punto de desatarse puede desencadenar un fenómeno no muy distinto al de los denominados locos años veinte del siglo pasado. Ya estamos asistiendo a las primeras señales de crecimiento económico sostenido tras un periodo de fuertes restricciones, lo que probablemente tendrá beneficios más amplios para muchas sociedades de todo el mundo”.
Para Pellicer, la calidad de las rentas se ha convertido en un elemento clave para los inversores, con especial hincapié en los inquilinos: “La rotación hacia sectores de elevado crecimiento o resilientes será fundamental para mantener la liquidez de la cartera. Los inquilinos que encabezarán el crecimiento de esta década serán aquellos impulsados por sectores como la salud, el clima, las energías renovables, el transporte y la tecnología. Los catalizadores cotidianos —principalmente en tecnología y finanzas— también tienen probabilidades de prosperar. No todos los mercados están posicionados para sacar provecho de la misma manera, por lo que la recuperación será desigual dependiendo de las circunstancias regionales. Sin embargo, asumiendo que se contenga y detenga la propagación de la pandemia, nuestros datos sugieren que los próximos años se caracterizarán por una nueva oleada de ambiciosas inversiones y niveles de confianza que no se veían desde hace mucho tiempo”.
Catalizadores y oportunidades
El informe también ha identificado algunos de los catalizadores que favorecerán la recuperación del sector. En primer lugar, apunta que el impulso tardío del turismo y el efecto de los importantes planes de estímulo podrían allanar el camino para un repunte con retardo en el ciclo en el mercado español.
En vista de las perturbaciones experimentadas por el sector, es probable que también se produzcan oportunidades en materia de precios en el sector de hoteles. Además, es probable que las economías de mercado abierto, como Alemania y los países nórdicos, lideren la recuperación de Europa, tras el impulso de las exportaciones del mercado mundial y la reanudación del comercio con China.
En segundo lugar, y respaldado por una creciente inversión pública y privada (y resistente al teletrabajo), el sector de las ciencias de la salud ofrece un marcado potencial a largo plazo. “Es probable que los centros de ciencias de la salud conectados a las mejores universidades de Alemania, Francia y Países Bajos ofrezcan las oportunidades más interesantes”, destacan. A estas dos ideas se suman las promociones multifamiliares destinadas al alquiler en los países nórdicos, que son una inversión que combina unos ingresos estables con el potencial del mercado abierto, ya que el crecimiento acelerado de la población y la oferta limitada apuntalan la oportunidad de crecimiento de las rentas.
“Aunque las restricciones a los viajes han hecho que gran parte del aprendizaje se realice online, la enseñanza presencial y la experiencia universitaria en general motivarán a los estudiantes a regresar en cuanto se levanten las restricciones nacionales. Europa continental sigue teniendo un déficit estructural de oferta, ya que las residencias de estudiantes disponibles solo representan una fracción del número total de estudiantes y es proporcionalmente mucho menor que en el Reino Unido. Ello supone una ventaja para los inversores en este incipiente sector”, afirma el estudio en sus conclusiones.
En este sentido, considera que el Reino Unido representa una oportunidad de valor, en vista de los precios en términos relativos. Aunque reconoce que la incertidumbre del Brexit ya se ha reducido sustancialmente, al resolverse una cuestión clave que en los últimos años lastraba los precios de los inmuebles británicos. Sin embargo, la recuperación tendrá forma de “K”:”Aunque es probable que la inversión en sectores innovadores impulse a las empresas tecnológicas centradas en las ciencias de la salud y las tecnologías limpias, las industrias que requieren mucho personal (ocio, hostelería, viajes) se han visto penalizadas de forma desproporcionada durante la pandemia y es poco probable que registren crecimiento durante algún tiempo”.
Por último, la distribución de alimentos al por menor continúa siendo una parte importante de la vida diaria para muchos europeos, lo que implica una penetración relativamente baja de Internet en este segmento. Los contratos de alquiler de larga duración a precios bajos hacen que los hipermercados de toda Europa continental sean una apuesta interesante a largo plazo, mientras que las rentabilidades de entrada se perfilan especialmente positivas en comparación con otros sectores defensivos.
“Creemos que las rentabilidades podrían bajar aún más para los activos con potencial de subida de las rentas, aunque el ritmo de compresión no será necesariamente uniforme. La pandemia ha vuelto a centrar la atención en la calidad de las inversiones, y el flujo de efectivo, la ubicación y la sostenibilidad están sujetos a un intenso escrutinio. En muchos mercados, los precios aún no reflejan las credenciales ESG. Sin embargo, para los inversores a largo plazo, la desinversión debería ser tan importante como la entrada”, apunta Pellicer.
Según sus estimaciones, dentro de una década, “los estándares medioambientales serán radicalmente diferentes y es probable que pongan a prueba las rentabilidades no conformes con los criterios ESG de maneras desconocidas hasta el momento. Todavía no está claro si el fenómeno de la inversión en viviendas en alquiler y inmuebles logísticos continuará siendo una inversión interesante a largo plazo, a costa de la implacable pérdida de peso del comercio minorista. Sin embargo, los inversores tendrán que adaptarse si las inversiones alternativas —incluidos los activos residenciales y los centros de datos— cobraran más protagonismo en las futuras carteras. Algunos arrendadores tendrán que ponerse manos a la obra para satisfacer las necesidades de los inquilinos a medida que las empresas dan cada vez más importancia a sus empleados y al medio ambiente. Todo apunta a que los inquilinos se convertirán en clientes”.
Foto cedidaJerome Powell, presidente de la Fed. . La Fed apura su tiempo de reacción ante los síntomas de agotamiento
Cada vez son más los miembros de la Reserva Federal que expresan públicamente la conveniencia de plantearse cuanto antes un recorte gradual en la dotación del programa de compras de activos. Tras Haker, Kaplan y Clarida,Quarles ha sido el último en sumarse al coro de voces que abogan por abordar el tapering en la reunión de la Fed los días 15 y 16 de junio si prevalece la fortaleza económica mostrada hasta ahora.
La publicación del dato de nuevas nóminas y el subíndice de empleo de la encuesta ISM, que será anunciado antes de la junta, ofrecerán pistas al respecto. Una cifra para mayo igual o superior a la que proyectan los economistas (600.000 nuevos puestos de trabajo, un dato que se situaría cómodamente por encima de la media móvil de los últimos tres meses) pondría presión sobre el banco central estadounidense: a este ritmo, de acuerdo a la calculadora de laFed de Atlanta e incluso contando con una tasa de participación regresando a los niveles donde se ha movido desde 2013 hasta el comienzo de la pandemia, EE.UU. alcanzaría el pleno empleo en junio del año próximo.
Como sucedió en mayo, la publicación puede quedarse corta respecto al consenso; al mantenerse vigente hasta septiembre el incentivo perverso de las ayudas extraordinarias al subsidio de desempleo, el parado no se encuentra en la necesidad de buscar con inmediatez una fuente de ingresos recurrente.
A pesar de que el índice de sorpresas económicas de Citi está cerca de entrar en terreno negativo (3,8 puntos, después de apuntarse un máximo histórico de 246,8 en julio de 2020), lo cierto es que los banqueros de la Fed tienen mucho en lo que pensar. El riesgo implícito de un aumento significativo en la demanda que ponga presión sobre los precios de bienes y servicios no puede tomarse a la ligera; la contención en el consumo, unos ahorros que no caben ya en la hucha y la solidez en el balance de los que más propensión tienen a gastar son aspectos que dificultan apostar fuerte por un repunte en inflación de carácter pasajero.
En abril de 2020, el ahorro de los hogares alcanzó un máximo de 6.400 millones de dólares. A partir de ahí, el tránsito hacia la reapertura desencadenó un gasto de consumo de 3.600 millones de dólares en los doce meses siguientes: este volumen equivale a 7,5 veces el desembolso medio anual histórico ajustado a la inflación, y justifica que el IPC en tasa interanual pasara del 0,3% al 4,2%. No se puede descartar que, con la inmunización al alcance de la mano y con 6 billones sentados en la cuenta corriente, las compras no vuelvan a dispararse hasta los 4.500 o 5.000 millones de aquí al verano próximo.
Este escenario es más probable si tenemos en cuenta que los americanos con mayor propensión al consumo gozan de la mejor salud financiera de los últimos 20 años, lo que podría sostener, durante más tiempo del deseable, lecturas de inflación elevadas. A pesar de una previsible mejora en los cuellos de botella por el lado de la oferta, los inventarios en el canal minorista se han desplomado y están en mínimos históricos, a la vez que las pequeñas y medianas empresas están sufriendo para atraer mano de obra cualificada; esta combinación de cost push – demand pull es peligrosa para la estabilidad en precios.
Con independencia del momento a partir del cual se inicie un nuevo tapering, el balance del banco central puedeseguir engordando (hasta alcanzar los 9 billones a finales de 2022); no obstante, el ruido respecto a un adelanto de los planes de la Fed entre octubre y diciembre de 2021 puede complicar la digestión de las últimas ganancias en mercados de riesgo; por todo ello, se acumulan indicios que apuntan a un repunte en volatilidad.
Como muestra de agotamiento de la tendencia, indicadores de participación (porcentaje de acciones cotizando por encima de las medias móviles de 50 y 250 sesiones) y de sobrecompra/venta dibujan divergencias respecto a los máximos en los que se maneja el índice de precios (S&P 500). Esta misma situación se aprecia a nivel mundial; el MSCI Global (ex EE.UU.) ha frenado el ritmo de sus avances mientras que la proporción de países que lo componen cotizando por encima de sus respectivas medias de 200 días ha pasado de 100% a cerca de 80%. En la misma línea, el de precio de acciones globales cíclicas/defensivas parece estar perdiendo fuelle y la cesta de divisas refugio (franco suizo, yen japonés y euro) está dibujando un suelo respecto a la de monedas más riesgosas y cíclicas (dólar australiano, canadiense, neozelandés, taiwanés y won coreano).
Curiosamente, el earnings yield (EY, inverso del P/E) para el S&P 500 ajustado a inflación ha entrado en negativo por primera vez desde julio de 2008 mientras la rentabilidad acumulada los últimos 12 meses está próxima al 40%. Se trata de una situación inusual en términos históricos, que demuestra la confianza del mercado respecto a la temporalidad de la escalada en IPC. Desde 1973 solo se cuentan cinco ocasiones anteriores en las que el EY real haya registrado números rojos: en todos los casos, tres meses después, el benchmarckde acciones estadounidense se apuntaba pérdidas con una mediana de 8,4%.
Ante las dudas que a corto plazo albergan los inversores y a la vista de la pérdida de valor del bono tesoro EE.UU. como activo diversificador por antonomasia (ver gráfico de correlación bono-bolsa), los metales preciosos -que están confirmando rupturas técnicas alcistas- podrían mantener su buen desempeño a corto plazo. Si el repunte en índices de precios acaba por no ser transitorio, al incorporarse las expectativas de mayores costes a las decisiones de gasto e inversión de consumidores y empresas, la tendencia alcista podría tener vigencia durante bastante más tiempo.
HSBC anunció este jueves en un comunicado que saldrá de su negocio de banca minorista del mercado masivo doméstico de EE.UU. para reposicionarse estratégicamente en clientes internacionales y de alto patrimonio.
HSBC Bank USA (HBUS) saldrá de su negocio de banca minorista de mercado masivo nacional y banca comercial minorista a través de una serie de desinversiones y la liquidación de la red de sucursales residual. La filial en EE.UU. ha celebrado acuerdos de venta, sujetos a aprobación regulatoria, con Citizens Bank y Cathay Bank para ciertas partes del negocio.
“Nos complace anunciar la venta del mercado masivo nacional de nuestro negocio de banca minorista en EE.UU. son buenos negocios, pero nos faltó la escala para competir. Nuestra presencia continua en EE.UU. es clave para nuestra red internacional y un contribuyente importante a nuestros planes de crecimiento”, dijo Noel Quinn, director ejecutivo del grupo HSBC.
Con Citizens Bank se celebró un acuerdo para comprar el mercado masivo nacional de la costa este y los negocios de banca comercial minorista, así como la cartera de bancos en línea, que incluye 80 sucursales y aproximadamente 800.000 interacciones con clientes que involucran 9.200 millones de dólares en depósitos y 2.200 millones de dólares en préstamos pendientes al 31 de marzo de 2021.
Cathay Bank ha celebrado un acuerdo para comprar el mercado masivo nacional de la costa oeste y los negocios de banca comercial minorista, incluidas 10 sucursales y aproximadamente 50.000 relaciones con clientes equivalentes a 1.000 millones de dólares en depósitos y 800 millones de dólares en préstamos pendientes al 31 de marzo de 2021.
HBUS conservará una pequeña red de ubicaciones físicas en los mercados existentes que se reutilizarán en unos 20-25 centros de wealth management internacionales para servir a la base de clientes internacionales de alto patrimonio neto. Además, reducirán las ramas residuales, entre 35 y 40, no sujetas a venta ni reutilización.
“El anuncio de hoy es un paso importante para convertirnos en una organización más enfocada, más simple y rentable de manera sostenible. Un negocio estadounidense sólido y conectado internacionalmente es una parte importante de la propuesta de valor de HSBC, y estamos entusiasmados de centrar el negocio estadounidense en áreas de fortaleza competitiva. Al mismo tiempo, estoy muy contento de que hayamos podido ejecutar este reposicionamiento estratégico al ritmo. También era importante para nosotros encontrar compradores que fueran adecuados para nuestros clientes y empleados”, comentó Michael Roberts, director ejecutivo para EE.UU. y América.
A principios de este año la compañía que estaba explorando opciones estratégicas con respecto a su franquicia minorista estadounidense, incluidas opciones orgánicas e inorgánicas para mejorar la rentabilidad de su negocio retail estadounidense.
Se espera que las transacciones anunciadas se cierren para el primer trimestre de 2022, sujeto a las aprobaciones regulatorias. Se espera que HSBC no tenga movimientos ni de ganancias ni pérdidas significativas.
Los activos ponderados por riesgo asociados con las transacciones anunciadas ascendían a aproximadamente 1.800 millones de dólares al 31 de marzo de 2021 y no se espera un impacto material en el índice del Grupo CET1.
El negocio es parte de las operaciones de banca personal y patrimonial de EE.UU. había reportado una utilidad operativa neta para 2020 de 1.000 millones de dólares. Al 31 de marzo de 2021, tenía préstamos y anticipos a clientes por 23.800 millones de dólares, cuentas de clientes por 47.800 millones y activos ponderados por riesgo de 15.700 millones; el negocio que se cerrará representa aproximadamente el 13%, 21% y 11% de estos saldos respectivamente.
Los saldos restantes como operaciones continuas de banca y patrimonio en EE.UU. representan a los clientes Premier, Jade y Private Banking.
Foto cedidaÁlvaro Taladriz, nuevo managing director de Gestión Patrimonial de Credicorp Capital Chile. Álvaro Taladriz, nuevo managing director de Gestión Patrimonial de Credicorp Capital Chile
La operación chilena de la compañía señaló a través de un comunicado que el Álvaro Taladriz asumirá como el nuevo Managing Director del área de Gestión Patrimonial, en lo que describen como “un importante paso en su trayectoria dentro de Chile como en el extranjero, principalmente vinculado al mundo del Asset Management”.
Taladriz, ingeniero civil de la Universidad Católica de Chile, llegó a la compañía en 2015 y lideraba el área de Gestión de Activos desde 2018. Anteriormente, trabajó en Itaú Asset Management y en LarrainVial, consigna su perfil de LinkedIn.
“Estamos muy contentos con la llegada de Álvaro al liderazgo de Gestión Patrimonial. Sin duda, su experiencia y conocimientos nos permitirá continuar por la senda de crecimiento, entregando un servicio de excelencia a nuestros clientes”, señaló Hugo Horta, gerente general de Credicorp Capital Chile.
Por su parte, Taladriz destacó el esfuerzo y la inversión de la firma de matriz peruana en fortalecer el servicio y la plataforma de inversión para sus clientes, además de las transformaciones realizadas en las áreas de Gestión de Activos, Asset y Wealth Management.
“Hoy somos capaces de ofrecer una asesoría en 360 grados, desde alternativas de inversión y portafolios hasta una visión completa y consolidada del patrimonio de nuestros clientes tanto en plataforma local como en EE.UU. Hoy contamos con la convicción de que seguiremos liderando en este negocio”, aseguró el ejecutivo.
Por su parte, el nuevo capitán de la unidad de Gestión de Activos en Chile será el actual Executive Director de Distribución Institucional de Credicorp Capital, Felipe Sotomayor.
“Este nuevo rol en Asset Management implica nuevas responsabilidades, pero continuaremos con las iniciativas estratégicas que ya se venían abordando. Es importante destacar que hoy los equipos están siendo manejados por personas con mucha experiencia y conocimiento, lo que nos va a permitir que estas mismas continúen liderando esas iniciativas”, aseguró el ejecutivo.
Pese a su nuevo cargo, Sotomayor seguirá al mando del área de Distribución Institucional, junto con César del Castillo, Executive Director de la compañía que está basado en Lima.
Foto cedidaMike Riddell, director del equipo de Macro Unconstrained en Allianz GI.. Mike Riddell (Allianz GI): “Las valoraciones en la mayoría de los mercados de bonos soberanos desarrollados son actualmente justas”
El crecimiento mundial ha vuelto a tomar fuerza en los últimos meses, mientras que las tasas de inflación han subido de forma considerable, lo que coincide con lo que muchos gestores pensaban hace tiempo, entre ellos Mike Riddell, director del equipo de Macro Unconstrained en Allianz GI y gestor del fondo Allianz Strategic Bond.
En este sentido, Riddell considera que el aumento del crecimiento y la inflación es temporal y que algunos de los recientes vientos de cola cíclicos se convertirán en vientos en contra durante la segunda mitad de este año. “Resulta interesante que los rendimientos de los bonos soberanos a más largo plazo se mantengan prácticamente sin cambios con respecto a su situación a mediados de marzo, lo que ha hecho que algunos inversores se hayan desorientado”, apunta Riddell. Y sostiene que el motivo es sencillo: “Las valoraciones de los bonos a largo plazo ya no son caras”.
Según explica, tras la venta de bonos de la última mitad del año, y especialmente tras el movimiento de febrero de 2021, las valoraciones de los bonos a largo plazo se han quedado en un valor razonable. “Las valoraciones en la mayoría de los mercados de bonos soberanos desarrollados son actualmente justas, y en la mayor parte de los mercados emergentes, los mercados de tipos locales son francamente baratos, lo que sigue reflejándose en nuestras carteras, según los diferentes mandatos”, sostiene Riddell.
Esta reflexión sobre la inflación y los bonos sorprende a los inversores que consideran que ambos, tanto la tasa de inflación como el rendimiento de los bonos, seguirán subiendo, pero Riddell insiste en que son temporales ya que “el estímulo fiscal se revertirá, el estímulo monetario se invertirá lentamente, los cuellos de botella de la oferta se superarán y los precios de las materias primas no se triplicarán cada 12 meses”.
“Mientras tanto, estamos cada vez más seguros de que algunos de los enormes vientos de cola cíclicos recientes, como la cuarta gran burbuja crediticia que China diseñó en 2020, se convertirán en vientos en contra durante la segunda mitad de este año. De hecho, el propio aumento de los precios de las materias primas debería poner un freno al crecimiento también a finales de este año. Los motores a largo plazo del crecimiento mundial y, de hecho, de los rendimientos de la deuda soberana mundial -como el constante deterioro de la demografía y el fuerte aumento de los niveles de deuda- volverán a entrar en acción a partir del próximo año”, concluye.
Foto cedidaEste domingo se celebra la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Perú. Este domingo se celebra la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Perú
Después de pasar una buena porción del año pasado reduciendo su exposición a bonos soberanos locales, los fondos de pensión de Perú están empezando a volver al mercado, rotando parte de su portafolio a la clase de activos en los últimos meses.
Según un estudio de BBVA Corporate & Investment Banking, las AFP peruanas redujeron su exposición en toda la curva de deuda soberana entre febrero de 2020 y enero de 2021 –un período que captó los cambios de posicionamiento ligados a la pandemia, la contracción económica, los retiros de AFP y el deterioro del entorno político–, con la mayor venta concentrándose en los plazos a 28, 42 y 55 años.
Ese patrón cambió durante los primeros meses de 2021, señaló BBVA, en un período que captó el aumento de la incertidumbre de cara a las elecciones presidenciales, que enfrentan a los candidatos Pedro Castillo y Keiko Fujimori en una polarizada carrera. En este período, los fondos de pensión se han estado acercando a los bonos soberanos locales, con las mayores compras en los papeles entre 29 y 37 años.
“La tenencia de soberanos llegó a un mínimo de 15,7% del AUM en marzo y ha aumentado desde entonces. En general, los fondos de pensión han aprovechando los atractivos niveles de entrada en la curva de soberanos para rebalancear sus portafolios”, explicó BBVA en su informe.
Eso sí, este leve retorno no significa que las AFP estén entrando con fuerza a la clase de activos. Los datos del banco de capitales españoles muestran que los soberanos representan un 18,4% del AUM de las carteras previsionales, por debajo del 22,4% que promediaron entre 2016 y 2019.
Capitales extranjeros
Los inversionistas fuera de las fronteras de Perú han tenido un camino inverso a los grandes institucionales del país, destacó BBVA en su reporte. Mientras que las AFP se alejaban de la deuda soberana durante el año pasado, “los extranjeros se mantuvieron en el margen, sin ajustes fuertes a sus posiciones”, indicó.
En cambio, entre enero y abril de este año, los extranjeros han estado vendiendo papeles a lo largo de la curva, con las mayores desinversiones concentradas en los bonos de 26 y 31 años.
El peak del posicionamiento de inversionistas extranjeros llegó a un punto álgido de 53,7% del AUM en octubre de 2020. Al cierre de abril, la participación en la clase de activos había bajado a 46,1%.
“Como la reducción en la tenencia de soberanos por parte de inversionistas extranjeros se intensificó después de enero de 2021, es justo asumir que la incertidumbre electoral jugó un rol en esto”, indicó BBVA, considerando que el “ruido” de la carrera presidencial se intensificó en febrero.
Sin embargo, la incertidumbre política no es el único motor tras esta reducción de exposición, dado que se dio después de un “marcado empeoramiento” de la situación política –especialmente en la segunda mitad del año– y una serie de propuestas como los retiros de fondos previsionales, “lo que afectó las perspectivas fiscales y de mercado de Perú”, agregó la firma.
Tiempos de incertidumbre
La visión de BBVA con respecto a la clase de activos es “neutra”, mientras esperan los resultados de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, que se llevará a cabo el 6 de junio.
“Las encuestas siguen mostrando una carrera muy estrecha, y las posibilidades para ambos candidatos probablemente estarán bastante parejas en el día de las elecciones”, indicó la firma.
Sobre lo que viene después, una vez que las papeletas estén contadas y se defina el próximo presidente del país andino, el banco anticipa que habrá dos fuerzas guiando el mercado de bonos soberanos. Una crisis política que se anticipa que siga, por el lado negativo, y un potencial impulso al crecimiento por los altos precios de los metales, por el positivo.
“De todos modos, independiente del resultado de las elecciones, no descartamos que haya un mayor ajuste a la baja en el posicionamiento de extranjeros en el mercado loca, dado el claro deterioro en las perspectivas políticas y sus consecuencias negativas en la calidad de la política económica futura”, advirtió BBVA.
. El talento, la gestión financiera y la ciberseguridad: las tres áreas que priorizarán las gestoras para emerger más fuertes del COVID-19. Análisis de Deloitte
La pandemia ha puesto a prueba a la industria de gestión de activos, un desafío del que estas empresas están dispuestas a emerger con más fuerza. Su fórmula para levantarse en la era poscoronavirus consiste en priorizar tres aspectos básicos: el bienestar de sus empleados, realizar ajustes en sus presupuestos y estrategia financiera y el incremento del gasto en tecnologías relativas a la ciberseguridad y la protección de datos. Sin embargo, la recuperación no está exenta de retos. ¿Cómo los afrontará la industria?
Puede acceder al artículo completo, publicado en la revista de Funds Society, a través de este enlace.
Foto cedidaDe izquierda a derecha, Gaurav Saroliya y Joe Pak, nuevos gestores de fondos en el equipo de renta fija macro de Allianz GI. . Gaurav Saroliya y Joe Pak se unen al equipo de renta fija macro de Allianz GI
Allianz Global Investors ha ampliado el equipo de Macro Unconstrained Fixed Income, que actualmente gestiona activos por valor de 8.700 millones de euros en cuatro estrategias, con la incorporación de dos nuevos gestores, Gaurav Saroliya y Joe Pak.
Según explican desde la gestora, estas nuevas contrataciones, que serán efectivas en julio y agosto respectivamente, ayudarán a reforzar el equipo. Estarán ubicados en Londres, junto con Mike Riddell, director del equipo, y los gestores de cartera asociados Jack Norris y Daniel Schmidt. Además, Allianz GI ha adelantado que el equipo Macro Unconstrained de Allianz GI anunciará la contratación adicional de un experimentado gestor macro en las próximas semanas.
“Con la incorporación de Gaurav y Joe al equipo nos encaminamos a una senda de mayor crecimiento. Ambos aportan una amplia experiencia en inversión con sesgo macro y complementan el amplio y diverso conjunto de habilidades de nuestro equipo”, ha destacado Mike Riddell, director del equipo de Macro Unconstrained en Allianz GI.
Ambos gestores cuentan con una dilatada experiencia en la industria de gestión de activos. En el caso de Gaurav Saroliya, ha sido director de estrategia macro en Oxford Economics y estratega en Lombard Street Research. Anteriormente fue estratega macro sell side y, al comienzo de su carrera, pasó cinco años en el equipo gestor de un fondo de renta fija de retorno absoluto en UBP. Gaurav tiene un doctorado en Economía de la Universidad de York.
Respecto a Joe Pak, el gestor procede de Rothesay Life, la firma de planes de pensiones más importante del Reino Unido, donde fue el gestor principal de una cartera de bonos periféricos europeos de 2.000 millones de euros y de la cartera de retorno absoluto macro de la firma, que lanzó en 2019. Tiene una gran experiencia en el trading de una amplia gama de derivados, tanto en Rothesay como en su cargo anterior como trader en la mesa de opciones de tipos de RBS en EE. UU. Desde la gestora destacan que su experiencia “encaja particularmente bien con el fondo Allianz Fixed Income Macro, donde será nombrado co-gestor principal de cartera”. También será nombrado co-gestor adjunto del fondo Allianz Strategic Bond y, dada su experiencia en tipos, gestor adjunto de Allianz Gilt Yield. Se graduó en Economía y Sociología por la Universidad de Duke.