Pamela Hegarty (BNP Paribas AM): «Las nuevas tecnologías están impulsando un superciclo de los semiconductores»

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El sector tecnológico está inmerso en un rápido cambio estructural en el que la computación en la nube, las aplicaciones para la movilidad y el internet de las cosas están redefiniendo la forma en que se desarrolla la sociedad, considera Pamela Hegarty, gestora del BNP Paribas Disruptive Technology, quien defiende por tanto la importancia de la inversión en este segmento.

«Seguimos siendo muy optimistas respecto de las tendencias seculares a largo plazo, que están impulsando la transformación digital de toda la economía», señaló Hegarty en un reciente podcast de la serie Talking Heads de BNP Paribas AM, pese a la presencia de riesgos  geopolíticos relacionados con la invasión rusa en Ucrania -que incrementan las posibilidades de una recesión en Europa- y la política de endurecimiento prevista por los principales bancos centrales. 

Las subidas de tipos tienen un claro impacto en las acciones de las compañías tecnológicas de mayor crecimiento, porque podría afectar de manera desproporcionada a los futuros flujos de caja descontados. Sin embargo, «con la gran corrección que ha habido en valoraciones y en los precios de los activos, vemos muchas oportunidades», añadió Hegarty, al tiempo que destacó la importancia de analizar todos estos factores de riesgo acción por acción.

Otros importantes riesgos con los efectos que pueda seguir teniendo la COVID-19 y sus variantes en las cadenas de suministro y el consumo, sobre todo en China, donde además existe un proteccionismo nacionalista e intervenciones regulatorias. En general la industria enfrenta a nivel global un mayor escrutinio normativo en materia de privacidad y seguridad de datos y por el poder monopolístico que ostentan algunos de los mayores proveedores de plataformas.

En lo que respecta por ejemplo a la computación en la nube, la estimación para todo el mercado de servicios públicos de 2022 es hoy en datos de Gartner en torno a un 37% mayor que en sus perspectivas de noviembre de 2020. «Eso da una idea del ritmo al que se está adoptando la computación en la nube y cómo está cambiando la manera en que las empresas hacen negocios. Este tipo de software ayuda además a las empresas a bajar los costes, por lo que puede ser una forma de combatir la inflación», destacó la experta.

También constituyen tendencia la computación de alto rendimiento y la inteligencia artificial (IA), que se está convirtiendo en prevalente y una tecnología fundacional para muchas innovaciones. Un claro ejemplo es la industria de la de automoción, cada vez más automatizada y con una fuerte presencia del llamado edge computing o computación distribuida y local. «Si piensas en un vehículo autónomo, gran parte de los procesos tienen que hacerse en el propio coche de modo de que pueda circular con seguridad», explicó Hegarty. «Tienes que seguir centralizando datos, pero cada vez necesitas más edge computing».

En cuanto al comercio electrónico, si bien se ha moderado el crecimiento tras el impulso brindado por la pandemia, sigue avanzando, así como la demanda de software a la industria de la ciberseguridad.

En todos estos casos la cartera del BNP Paribas Disruptive Technology se mantiene fiel a su filosofía de apoyar a grandes empresas tecnológicas estables, en compañías que están liderando y sacando beneficios de estos cambios, ajustando al máximo el análisis de la valoración y con gran diversidad de sectores.

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Superciclo de los semiconductores

Entre los elementos que distinguen esta estrategia frente a algunas corrientes de opinión generalizadas, Hegarty defiende que la economía mundial se encuentra en un superciclo de los semiconductores: «Nos encontramos en una situación en la que claramente la demanda es mucho mayor que la oferta, pero ante la subida de tipos hay temores de que esta demanda caiga en ciertos segmentos por los efectos de estas medidas para combatir la inflación. Por ejemplo con una caída del consumo de ordenadores o incluso smartphones. Pero yo creo que estamos en un superciclo de los semiconductores y que los factores subyacentes de la demanda superarán a las dificultades cíclicas a corto plazo».

Incluso aunque se produjera una pequeña recesión, la demanda de semiconductores se mantendrá, impulsada precisamente por tendencias como los coches autónomos, el 5G o el internet de las cosas.

 «Los semiconductores son realmente la tecnología fundacional que permite el desarrollo de otras tecnologías, ya sea cloud, IA, automatización, internet de las cosas o edge computing. Y hemos visto cómo aumenta su presencia en los dispositivos, además de ser cada vez más grandes de tamaño. En 2013 el coche medio tenía algo más de 300 dólares de tecnología de semiconductores, en 2022 esta cifra es de 700 dólares», dijo la experta.

En su opinión, existe demasiada preocupación por las correcciones de inventario a corto plazo, porque si bien este riesgo existe, cree que se verá limitado a mercados finales muy específicos. Y como existe una gran diversidad en estos mercados y usos muy distintos en industrias en expansión, esto hace al sector menos volátil a lo largo del tiempo frente a otros.

Puede escuchar aquí el podcast Talking Heads en el que Hegarty habla con el estratega jefe de mercado Daniel Morris.

Mapfre lanza PIAS Horizonte Inversión, un seguro de ahorro adaptado al ciclo de vida del cliente

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Mapfre ha desarrollado PIAS Horizonte Inversión, un seguro de ahorro individual sistemático de tipo unit linkedsin vencimiento, que se adapta al perfil de riesgo de cada cliente y al horizonte temporal en el que desea mantener sus ahorros.

Se trata de un nuevo seguro de ahorro cuya principal característica reside en la gestión automatizada y sin coste adicional de las aportaciones del cliente. Mapfre realiza en todo momento una selección automática de los fondos de inversión que componen la cartera óptima para cada cliente, ajustando dicha selección en el tiempo. El cliente no tiene que ser un experto en inversión, ya que delega la gestión en Mapfre para velar por sus resultados.

Además, al tratarse de un Plan Individual de Ahorro Sistemático (PIAS), se incluyen ventajas fiscales si el cliente decide percibir la prestación en forma de renta vitalicia.

El seguro PIAS Horizonte Inversión, además de ser totalmente flexible en cuanto a la manera de realizar las aportaciones (primas únicas, periódicas o extraordinarias), permite recuperar el valor de la inversión de forma total o parcial en cualquier momento, lo que supone una tranquilidad para los clientes que pudieran necesitar disponer del capital.

También cuenta con las amplias garantías y coberturas que ofrece la gama de productos de vida-ahorro de Mapfre. Un ejemplo de ello es la garantía de inversión por fallecimiento, cobertura opcional que actúa en caso de una disminución del valor de las inversiones vinculadas al contrato que origine pérdidas respecto a las primas aportadas, compensando dichas pérdidas en caso de deceso del asegurado.

Otro de los atractivos de este producto es que, entre los fondos de inversión Mapfre que componen las carteras, se encuentran fondos que aplican criterios de Inversión Socialmente Responsable (ESG) que, aparte de buscar un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente, ofrecen rentabilidades muy interesantes.

Mapfre es la aseguradora de referencia en el mercado español, líder en el negocio de Automóviles, Hogar y Empresas, entre otros ramos, con más de 7 millones de clientes, cerca de 11.000 empleados en España y alrededor de 3.000 oficinas distribuidas por todo el territorio, en las que ofrece asesoramiento personalizado a sus clientes.

Adiós a los BRICs: quiénes son los futuros líderes de los mercados emergentes

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Las fortunas de los mercados emergentes han tenido altibajos desde que se registraron por primera vez en los radares de los inversores allá por la década de los 80. Entonces, ¿hacia dónde se dirige ahora el dinero inteligente?

Los mercados emergentes (EM) han estado dentro del espectro de la inversión óptima durante más de tres décadas, por lo que el concepto de invertir en acciones no occidentales ya no parece una idea tan audaz. La última década de estancamiento y reveses ha decepcionado a muchos inversores; con afirmaciones de que la oportunidad de inversión estas regiones han terminado. Estos mercados volátiles, poco profundos e inconsistentes, carecen de la solidez de comportamiento de otras oportunidades a nivel internacional.

Creemos que tal punto de vista es erróneo. Estos mercados han evolucionado y continúan creciendo en las últimas décadas y años. A medida que maduran, existen varias oportunidades interesantes para los inversores con conocimiento y experiencia.

Inversiones en mercados emergentes a lo largo de las décadas

La inversión internacional en mercados emergentes comenzó con la apertura de los primeros mercados asiáticos durante la década de 1980. Los flujos de inversión se recuperaron en los 90, particularmente en América Latina después de que Brady Bonds ayudara a abordar el exceso de apalancamiento y creara un mercado de deuda emergente más formal. Con la privatización de las empresas nacionales y las rápidas tasas de crecimiento entre la selección limitada de acciones disponibles, los mercados reducidos generaron rentabilidades fantásticas. Sin embargo, las crisis en Asia y Rusia a finales de los 90 paralizaron de golpe esa poderosa trayectoria ascendente.

Los flujos de capitales internacionales se repatriaron rápidamente a Estados Unidos, donde encontraron un hogar en la cantidad de empresas tecnológicas de alto crecimiento que cotizaban a medida que se inflaba la burbuja de las puntocom.

Inversores boomerang

Los mercados emergentes se hicieron realidad para los inversores allá por el 2000 después del pinchado de las puntocom. Los flujos de divisas se revirtieron, tras el rápido crecimiento impulsado por las materias primas en las cuatro naciones BRIC: Brasil, Rusia, India y China. Después de la crisis financiera del 2008, el enorme paquete de estímulo posterior del gobierno chino solo sirvió para reforzar esta tendencia. La construcción de ciudades y la compra de automóviles se tradujo en una mayor demanda de cobre, mineral de hierro y petróleo con los otros mercados emergentes mejor posicionados para ofrecer esas commodities. Los mercados emergentes superaron al S&P estadounidense en casi un 11% anual de media durante la primera década del Siglo XXI.

Sin embargo, allá por el 2010, el brillo ya empezaba a apagarse en las economías emergentes. La desaceleración gradual de la inversión de capital fijo y la correspondiente reducción de los precios de las materias primas, después de años de sobreinversión, dieron como resultado una desaceleración del crecimiento y una reducción de la calificación de las bolsas.

Los emergentes comenzaron la década no solo relativamente caros (en una etapa cotizando con a niveles altos frente a sus pares desarrollados), sino también dominados por industrias cíclicas que incluyen bancos, materiales y energía. Estados Unidos, por el contrario, salió de la gran recesión con valoraciones con grandes descuentos y un índice sesgado hacia sectores centrados en el crecimiento, como la tecnología y el consumo, que prosperaron en el nuevo entorno de tipo de interés cero. Como resultado, el país norteamericano logró tasas de crecimiento anuales compuestas del 15% frente al 2% de los mercados emergentes.

Hacia finales de la última década, la recuperación económica mundial y las medidas de la Reserva Federal estadounidense para ajustar los tipos al alza coincidieron con un repunte en el crecimiento de los mercados emergentes. Esa tendencia se vio respaldada por la creciente presencia de empresas de tecnología en las bolsas de estos países, lo que ayudó a impulsar el rendimiento a nivel agregado.

Eludir el enigma de China

Entonces, ¿dónde estamos ahora, después de una pandemia mundial que una vez más paralizó el crecimiento económico?

Es útil, en primer lugar, reconocer la importancia de los regímenes políticos dóciles y favorables al mercado. En este sentido, los mercados emergentes se han movido en general en la dirección correcta, pero ha habido algunas excepciones notables. China y Brasil han decepcionado en los últimos años, con cierta intromisión del mercado en el primero y la falta de implementación de las reformas esperadas en el segundo. De hecho, los mercados emergentes más atractivos y exitosos son aquellos en los que la volatilidad política ha estado en segundo plano: Polonia, Corea y Taiwán son los principales ejemplos.

La dirección económica de los emergentes ha sido positiva, con los banqueros centrales manejando crisis difíciles con una ortodoxia creciente. Los bancos centrales de los mercados emergentes están tomando decisiones prudentes en general: las subidas de tipos de 2021 frente a las presiones inflacionarias en América Latina son un excelente ejemplo. Los niveles de deuda han aumentado en los últimos años, pero generalmente se encuentran en niveles muy por debajo de sus pares desarrollados. Los formuladores de políticas han aprendido duras lecciones en décadas anteriores y están administrando sus monedas con más prudencia.

Un segundo punto clave es que ya no es útil ver los cuatro constituyentes del BRIC como una agrupación coherente. Rusia logró el estatus de paria internacional como resultado de su belicismo, algo que puede tardar años en deshacerse. La bolsa China se ha más que duplicado en los últimos cinco años para convertirse en el segundo mercado más grande del mundo. Representa casi un tercio del índice MSCI EM. Por el contrario, Brasil fue un componente importante del selectivo en la década del 2000, pero se ha reducido a solo el 6%. Y la India, a pesar del fuerte crecimiento económico, todavía está infraepresentada sobre el 13%.

A diferencia de muchos inversores de mercados emergentes, creemos que es sensato excluir a China por completo de nuestro universo de inversión. El New Capital Emerging Markets Future Leaders Fund sigue un índice de referencia personalizado fuera de China. Hay varias razones para eludir a China de esta manera, además de la reciente interferencia del régimen en los mercados. Para empezar, facilita la diversificación a través de un espectro más amplio de mercados emergentes más pequeños en una etapa más temprana de su desarrollo, especialmente aquellos fuera del norte de Asia. Por ejemplo, Brasil, Sudáfrica, Chile, Perú, Indonesia, México y Arabia Saudí disfrutan de una ponderación desproporcionadamente alta.

¿Por qué ahora para estos mercados emergentes?

Estos mercados están operando en ciclos más idiosincrásicos: tienen menos exposición económica a Estados Unidos o China y sus bolsas han mostrado correlaciones mucho más bajas con los índices bursátiles desarrollados y asiáticos. Sus valoraciones relativamente bajas reflejan una falta de propiedad internacional y presentan una oportunidad contraria. Pero los impulsores estructurales atractivos siguen siendo los mismos: en términos de crecimiento del PIB, dividendos demográficos y oportunidades significativas de campo verde para el crecimiento en los sectores financiero, tecnológico y de consumo, especialmente para aquellas empresas habilitadas digitalmente, como el comercio electrónico y la tecnología financiera.

En general, creemos que el escenario está listo para volver a visitar esta oportunidad de inversión única.

Arnaud Demes (CPR AM): “Hay que escalar las inversiones en hidrógeno para descarbonizar la economía”

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El hidrógeno verde está considerado como uno de los combustibles más prometedores para la transición energética global, por lo que tras un proceso de investigación de más de dos años, CPR AM, filial de Amundi, decidió incluirlo en su gama de fondos temáticos con el lanzamiento en noviembre pasado del CPR Invest – Hydrogen.

El fondo de renta variable global temática de gestión activa está dedicado a toda la cadena de valor del hidrógeno, por lo que incluye compañías de distintos sectores, regiones y tamaños. Como fondo clasificado como Artículo 9 del Reglamento europeo de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR), integra criterios ESG y un proceso de mejora de los indicadores de impacto con el tiempo. En entrevista con Funds Society, Arnaud Demes, Investment Specialist Thematic Investment – Clima y Transición Energética de CPR AM, explica la filosofía de la estrategia y sus perspectivas de futuro.

El sector del hidrógeno ha hecho grandes avances pero aún es una energía en desarrollo con muchas cuestiones a resolver, como los costes o la propia producción no siempre verde. ¿Cómo ha sido el proceso que llevó al lanzamiento de este fondo?

Se trata de un proceso muy pensado de profunda investigación en términos de  construir el universo, sus dimensiones, y de las megatendencias que se están desarrollando. No estamos a favor de lo que está «a la moda» ni de las soluciones rápidas, sino de aquello que permanecerá en el tiempo. Y el hidrógeno definitivamente es una de las ideas a las que llegamos.  El fondo lleva seis meses de vida y ha alcanzado más de 600 millones de euros en activos bajo gestión. Hemos tenido además un gran apoyo de la base de clientes, porque es un tema que realmente resuena entre ellos.

Fue una solución que surgió de manera natural como una continuación a nuestras soluciones climáticas tras el lanzamiento hace tres años de nuestro fondo sobre cambio climático, CPR Invest Climate Action, que incluye compañías que están transformando su modelo de negocio para completar la transición a energías más verdes y que lanzamos junto con CDP (Carbon Disclosure Project). Así que este nuevo fondo de hidrógeno es un paso más para ayudar y acompañar a las empresas a encontrar estos modelos de negocio más limpios.

¿Cómo está configurado el universo de inversión?

El hidrógeno es una solución reconocida a nivel global como puente para conseguir los objetivos de descarbonización. En CPR invertimos con tres métricas clave: el riesgo, el beneficio, pero también el impacto. 

Estamos invirtiendo en cuatro dimensiones: un primer sector de generación de energía verde, en solares y eólicas, porque son las que ayudan a desarrollar el tránsito del hidrógeno que emite CO2 al hidrógeno verde. Luego tenemos el componente más industrial y de componentes técnicos, con compañías de electrólisis, de pilas de combustible, y aquellas que producen los materiales para desarrollar estas industrias. También invertimos en el área de producción, almacenamiento y distribución de hidrógeno, y finalmente el componente más pequeño de la cartera es el de los usuarios finales, como la industria siderúrgica o la de movilidad, que sigue estando poco desarrollado.

El proceso de inversión sigue unas directrices muy claras, a partir de las cuatro dimensiones se aplica un filtro de liquidez; exclusiones en materia ESG y criterios ligados a la temática del hidrógeno, análisis fundamental, gestión del riesgo y considerando KPIs  como la intensidad de carbono. Tenemos un universo suficientemente amplio que seguimos de cerca, ya que es muy dinámico. Solo invertimos en compañías cotizadas pero estamos en contacto con las empresas antes de que salgan a bolsa, y de esa forma cuando deciden hacerlo podemos ser de los primeros inversores.

¿Cuál ha sido el impacto sobre la temática de las actuales tensiones geopolíticas?

La crisis en Ucrania –que por supuesto es una mala noticia para el mundo- ha creado una oportunidad para invertir en las energías renovables. El alto precio del gas ha hecho que el precio del hidrógeno gris (obtenido a partir de combustibles fósiles) sea más caro que el del verde. Está claro que es algo que no va a durar, pero se trata de una situación que no habíamos previsto que sucediera tan rápido. Esto ha creado un momentum para el lanzamiento de muchos proyectos de hidrógeno verde, sobre todo en la Unión Europea.

Y otra cuestión central que ha surgido es el reconocimiento de la necesidad de tener independencia energética. Los países europeos son más conscientes acerca de sus alianzas en mercados como el del gas y el petróleo, y eso abre la posibilidad de desarrollar proyectos de hidrógeno verde, por ejemplo en España y Portugal, mediante energías renovables, y que la energía se transporte luego a las áreas más industrializadas en Alemania. Vemos lo mismo en Asia, donde tenemos el caso de Australia, que produce hidrógeno verde mediante energía solar y eólica, y lo envía a Japón.

¿Cuál es el actual perfil de la cartera?

En este momento el mercado está muy volátil, por lo que nos mantenemos cautelosos y defensivos en la estrategia, es decir que preferimos compañías estables como las de servicios públicos e industriales.

Existen dos perfiles principales: las empresas por ejemplo de electrolizadores y pilas de combustible, que tienen una alta demanda, con problemas de suministro y que buscan reducir sus costes y escalar. Son compañías de crecimiento, alta valoración y expuestas a mucha volatilidad, así que tienes que seguirlas de cerca y analizar el riesgo. Y por otra parte grandes empresas de servicios públicos que producen y distribuyen energías renovables desde hace tiempo, que son más estables y con una valoración más atractiva. Tenemos exposición a ambos grupos, pero actualmente tenemos un sesgo hacia las segundas.

Por regiones, hay países que se están especializando en la producción, como Australia, Chile, España o Argelia, porque gracias a sus renovables pueden producir hidrógeno verde a un precio mucho más competitivo y luego vender el excedente. Japón y Corea del Sur lideran el desarrollo de esta industria en Asia, con China avanzando, y Alemania, Francia y España lo hacen en Europa. En Estados Unidos nos interesa mucho una iniciativa muy ambiciosa llamada Energy Earthshot, cuyo objetivo es que un kilo de hidrógeno cueste 1 dólar dentro de una década.

¿Cómo observa la evolución de la cadena de valor del hidrógeno de aquí a 2050?

Es difícil de decir, pero estamos en la actualidad aproximadamente en un 0,5 GW de capacidad de los electrolizadores, muy baja ante la estimación de los 270 GW que se calcula serán necesarios en 2030 para llegar al cero neto y mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los dos grados centígrados. Y para 2050 se prevé que serán necesarios 800 GW. Si se consigue este objetivo, entre el 10% y el 15% del mix energético será de hidrógeno verde.

Existe una gran demanda para sustituir los combustibles fósiles sobre todo en los sectores de transporte y procesos industriales, pero hay un problema de oferta. Por eso tenemos que escalar inversiones allí para incrementar la capacidad de electrolizadores. Estamos convencidos de que hay que invertir en este sector porque es uno de los más prometedores para poder sustituir los combustibles fósiles sobre todo en industrias de elevadas emisiones, como la siderúrgica. Si se quiere descarbonizar la economía, es fundamental descarbonizar estos sectores.

Unicaja finaliza la alianza para distribuir planes de pensiones y seguros de Mapfre a través de su red

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Unicaja Banco ha comunicado a Mapfre su decisión de terminar la alianza para la producción y distribución de seguros de vida y planes de pensiones a través de la red de Unicaja proveniente de Caja Castilla La Mancha.

Sin perjuicio de que Unicaja aún no ha comunicado formalmente el ejercicio de su derecho de opción de compra sobre el 50% propiedad de Mapfre de la sociedad a través de la que se articula dicha alianza, CCM Vida y Pensiones de Seguros y Reaseguros, S.A., informa a la CNMV de que la contraprestación a percibir por Mapfre como consecuencia de la venta de su participación ascenderá, aproximadamente, a 130 millones de euros.

Dicha operación generará un resultado neto de impuestos para Mapfre que asciende, aproximadamente, a 2 millones de euros, tomando en consideración los estados financieros cerrados a 31 de marzo 2022.

El cierre definitivo de la operación está sujeto a la obtención de las correspondientes autorizaciones administrativas.

El metaverso podría mover 2,5 billones de dólares a finales de esta década: ¿esperar o aprovechar?

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Un informe reciente de Bloomberg cifra en 500.000 millones de dólares el valor actual de la economía en el metaverso. Además, estima que para mediados de la década de 2020 pueda llegar a los 800.000 millones, y hasta los 2,5 billones antes de 2030. Pero ¿qué es exactamente este gigante que mueve billones?

Según explican desde Neuberger Berman, “el metaverso propiamente dicho describe cómo interactuamos activamente a través del mundo virtual de los contenidos, en lugar de experimentarlos de forma pasiva”. Es decir, representa la superposición de personas, espacios y activos del mundo en el que ya existimos en un mundo virtual, una especie de Internet 3.0.

Si bien el concepto “metaverso” lleva existiendo más de 30 años, durante los últimos meses ha experimentado un boom ocasionado por el aumento de la actividad en línea favorecido por la pandemia, los nuevos avances tecnológicos y la irrupción de la Generación Z, considerados nativos digitales. Asimismo, recientemente el metaverso ha contado con el apoyo de las grandes tecnológicas (Google, Microsoft, Apple y Amazon) interesadas por su oferta. Sin duda, los inversores vieron en el rebranding de Facebook a Meta, un claro indicador de que esto del metaverso es mucho más que una moda. 

“Microsoft ha anunciado planes para adquirir Activision Blizzard, creador de juegos como Candy Crush o Call of Duty, asegurando que jugará un papel fundamental en el desarrollo de plataformas metaverso. Incluso la National Football League en EE.UU. ha abierto una tienda virtual en Roblox, la plataforma de videojuegos en línea, donde los usuarios pueden crear sus propios mundos virtuales. Por su parte China lleva tiempo en el metaverso y empresas como Alibaba, Tencent (accionista de Epic Games, creadores de Fortnite), Netease y Baidu, están interesándose. Además, para el comercio el metaverso reproduce productos que parecen más reales, con imágenes que se pueden rotar, ampliar y con los que se puede experimentar interactivamente. Así que empresas como Adidas o Macy’s -cadena de tiendas de ropa y accesorios- forman parte de un número creciente de vendedores tradicionales que explora el potencial de los vestuarios virtuales. También McDonald´s ha mostrado interés por esta tendencia. De hecho, ha registrado sus patentes en el mundo virtual, para que nadie más pueda utilizar esa marca e incluso Metrovacesa hace poco comentó que quiere entrar en el metaverso con pisos en venta”, señala Lorenzo Coletti, Senior Sales Manager en Pictet Asset Management. En este sentido, el socio fundador y director de estrategia de Nextep Finance, Víctor Alvargonzález, afirma que la clave para rentabilizar la tendencia del metaverso será “encontrar esas empresas más pequeñas por las que los grandes jugadores pagarán millonadas para contar con su tecnología y el know-how de las que ellas carecen”.

Sectores que vigilar

Según recoge Pruksa Iamthongthongdirectora de Inversión senior de Renta Variable Asiática de abrdn, existen cinco “facilitadores” que los inversores interesados en esta tendencia deberán vigilar: el hardware, la infraestructura, las plataformas virtuales, China y Corea del Sur. Para Iamthongthong, la primera clave se corresponde con el hardware. Así, el acceso a las plataformas virtuales se aleja de los dispositivos móviles y los ordenadores portátiles y se acerca a los auriculares y a las gafas, a medida que los costes de estos auriculares de realidad virtual bajan y la calidad de la experiencia virtual mejora. Las empresas asiáticas desempeñarán un papel en la cadena de suministro y el montaje de estos dispositivos.

En segundo lugar, el soporte de infraestructuras. En concreto, la importancia de la latencia, junto con la calidad de la imagen y el renderizado en tiempo real, requerirá chips más potentes, más almacenamiento en la nube y “edge computing”. “Esto, a su vez, aumentará la demanda de chips semiconductores, el gasto de capital en la nube, los servidores, los componentes y los centros de datos (DC), en particular los de edge computing. Lo que debería ser positivo para empresas como Taiwan Semiconductor Manufacturing Co, así como para la cadena de suministro taiwanesa de servidores y redes”, indica la directora de Inversión.

En este sentido, Pictet AM incide en las redes 5G. “Podrían contribuir a multiplicar por diez la velocidad inalámbrica y reducir los retardos (latencia). Esta tecnología está diseñada teniendo presente la inteligencia artificial, siendo capaz de recopilar cantidades exponenciales de datos. Además, la creciente necesidad de simplificar procesos y gestión de la cadena de suministro impulsará el mercado blockchain, un registro inmutable distribuido, que puede actuar como depositario universal de transacciones. Las estimaciones predicen que aumente de 3.000 millones de dólares en 2020 a 60.000 millones para 2025 el sector blockchain”.

En tercer lugar, las plataformas virtuales. Desde abrdn esperan un crecimiento tanto de las plataformas centralizadas como de las descentralizadas1 entre los próximos cinco a diez años, ya que los principales actores de Internet, las marcas y las plataformas de juegos invierten para seguir siendo relevantes y estar conectados con los consumidores más jóvenes. También es probable que el dinero de la publicidad se extienda más hacia el espacio digital en términos de construcción de marca. Asimismo, habrá un aumento en el contenido para enriquecer las experiencias de los consumidores a través de eventos, como los conciertos virtuales. Esto debería favorecer a los propietarios de la propiedad intelectual (PI) de los juegos y del entretenimiento, como las películas y la música. La creación de contenidos es clave.

En cuarto lugar, China, ya que las empresas estadounidenses no son las únicas que quieren formar parte del metaverso. Es probable que China opere su propio ecosistema. Si el gobierno permite el dominio del mercado, (y según señalan desde Fidelity el gobierno parece, en general, favorable al metaverso) Tencent tiene la combinación adecuada de una plataforma social y de juegos, una infraestructura en la nube y múltiples propiedades intelectuales en muchas categorías, como la música, los juegos y el entretenimiento, lo que le podría convertir en un actor importante en este espacio.

Y finalmente, Corea del sur en donde más de 400 empresas coreanas (Samsung entre ellas) ya ha creado la Korea Metaverse Alliance Corea, una alianza en el metaverso. Esto indica como Corea es otro líder asiático, ya que Zepeto, de Naver, tiene unos 240 millones de usuarios. Naver es también una potencia en materia de propiedad intelectual y contenidos, con sus negocios de entretenimiento que incluyen K-pop, webtoons y juegos. Asimismo, grandes marcas establecidas (como Samsung y Hyundai) también están creando productos digitales y se anuncian en la plataforma Zepeto. Los niveles de actividad están aumentando en las empresas de juegos (por ejemplo, Com2uS, WeMade) e incluso en empresas como SK Telecom.

Por último, el CEO y cofundador de Heytrade, Ramiro Martínez-Pardo, pone el foco de atención en la industria del gaming, “que lleva años avanzando y se sitúa en la vanguardia”, y en los wallets de criptomonedas, una de las tecnologías “prometedoras” para alcanzar la interoperabilidad, tanto por su capacidad de autenticar la identidad de los usuarios como la de trasladar mis activos y monedero de una plataforma (o metaverso) a otra.

Downloading… metaverso

Todavía el metaverso se encuentra en una fase de experimentación y proliferación de alternativas sin haber convergido los usuarios en una solución única que sea accesible para la mayoría de la población. Llevará tiempo que la tecnología evolucione, los costes desciendan y el metaverso goce de una amplia aceptación. Además, surgen otros problemas como que el metaverso podría contribuir a reforzar el sistema en dos niveles que excluye a aquellos que carecen de acceso a Internet o que su naturaleza inmersiva podría ser aún más adictiva que las aplicaciones móviles en 2D; como señalan desde Fidelity.

A esto hay que añadir la desprotección legal a nivel mundial con la que cuenta el metaverso. Luis Noguera, Senior Manager del Área de Tributación Internacional de KPMG, pone el ejemplo de Over the reality, (una experiencia interactiva de realidad aumentada adaptada a la posición GPS en donde los usuarios pueden comprar hectáreas del mundo real).

En este caso, Noguera explica: “¿Si una persona no-residente fiscal en España, por ejemplo, propietaria de cientos de terrenos virtuales de ciudades como Madrid o Barcelona vende u obtiene rentas por alquilar dichas parcelas en el metaverso, deberá declarar o tributar por ellas ante la Administración tributaria? Hoy en día, con el redactado vigente del texto refundido de la Ley del Impuesto sobre la Renta de No Residentes y la gran mayoría de los convenios para evitar la doble imposición con España, si una persona o entidad no-residente fiscal en España vende o alquila un terreno real, físico, en España, dicha ganancia  está en la mayoría de los supuestos  sujeta a tributación en España. Por otro lado, si dicha persona o entidad obtiene una ganancia en un videojuego (llamémosle así), que además no ha sido desarrollado por ninguna sociedad española, el Estado español no tiene por ahora ninguna potestad para gravar la renta al no existir ningún vínculo con España”.

Por otra parte, Lorraine Hau, asociada en Inversión Responsable de BMO Global Asset Management, muestra su preocupación por el uso que se hacen de los datos de las personas en la red y, en concreto, por sus derechos digitales2. “Los retos, la complejidad y las prácticas que perjudican los derechos digitales han llevado a la evolución de los marcos legislativos. El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la UE en 2018 fue un hito para la protección de datos, que otorgó a los consumidores un mayor control de sus datos personales. Ahora han surgido leyes de privacidad de datos similares más allá de la UE. El bloque está allanando el camino con medidas reguladoras para frenar a las grandes tecnológicas con la reciente Ley de Servicios Digitales de la UE. Su objetivo es responsabilizar a las plataformas online de los contenidos ilegales y de los sistemas algorítmicos que amplifican la difusión de la desinformación”, apunta Hau.

Si bien aquellas empresas e inversores que sean capaces de imaginar e implementar nuevos modelos de negocio en esta nueva realidad se beneficiarán de una oportunidad única que hoy estamos simplemente empezando a vislumbrar, las firmas de gestión consideran que los inversores deberán ser cuidadosos con la evolución de esta nueva economía digital, así como con la legislación que le acompañe.

En los últimos años hemos visto cómo las compras de activos digitales, sobre todo en los más jóvenes, se ha convertido en algo casi tan habitual como la compra de bienes físicos. Si una mayor parte de nuestro tiempo lo invertimos en experiencias online, poseer ciertos bienes digitales tiene el mismo sentido que vestir determinada ropa como expresión de nuestra personalidad. Pero el sentido de exclusividad de poseer cierto bien digital viene dado por su escasez, y ello choca con una de las ventajas de los mundos virtuales y la web: el coste marginal de reproducir esa información es prácticamente nulo. Uno de los ejemplos más reciente son los terrenos del metaverso, donde estamos asistiendo en algunos casos a cierta fiebre del oro por adquirirlos. Sucede algo parecido con los NFT, donde no resulta claro qué exactamente se adquiere desde un punto de vista legal y sin embargo existen transacciones de cientos de miles y millones de euros. Esta escasez artificial puede tener sentido en determinados ámbitos e industrias, pero ¿por qué crear un terreno escaso en un espacio virtual donde no hay necesidad de limitarlo?”, se plantea el CEO y cofundador Heytrade.

 

1Dentro del metaverso existen dos formatos de software que resulta imprescindible saber para los inversores. Por un lado, el software centralizado, un sistema cerrado que es propiedad y está gobernado por una empresa (por ejemplo, Fortnite, Minecraft y Roblox). Y por el otro lado, el software descentralizado, una plataforma descentralizada abierta en la que los usuarios pueden incluso poseer activos digitales (por ejemplo, tokens no fungibles (NFT) apoyados en la tecnología blockchain) que tienen un valor real en monedas fiduciarias; como Descentraland o Sandbox que utilizan sus propias criptodivisas llamadas Mana y Sand, respectivamente.

2Los derechos digitales son una extensión de los derechos humanos fundamentales recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Algunos ejemplos de derechos humanos en el ámbito digital son el acceso universal a la información, la comunicación, la libertad de expresión, la privacidad y la protección de datos. A medida que se generan más datos, la cuestión de la protección y la privacidad se intensifica. En los últimos años, las vulneraciones de los derechos digitales han tenido un impacto generalizado, como el escándalo de Cambridge Analytica, o la incitación a la violencia en los disturbios del Capitolio de Estados Unidos. En países afectados por conflictos como Myanmar, las exigencias militares de apagones de Internet, vigilancia, censura e información personal vulneran directamente la libertad de información, expresión y anonimato.

Mayor demanda, mejor rentabilidad-riesgo y bajas comisiones: las claves del crecimiento de los fondos UCITS de bonos sostenibles

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Según la experiencia de la Asociación Europea de Fondos y Gestión de Activos (Efama, por sus siglas en inglés), cada vez más, los gestores usan los vehículos UCITS de bonos sostenibles para satisfacer la creciente demanda de los inversores de productos que ayuden a financiar proyectos respetuosos con el medio ambiente y la sociedad, aplicando algún tipo de criterio ESG en su proceso de selección de carteras. En su opinión, esto augura un futuro prometedor a este tipo de fondos.

Aunque numerosos estudios académicos y profesionales han analizado el mercado de los bonos sostenibles, desde esta organización profesional se considera que aún queda mucho por analizar y explorar en este universo. Según su último informe, titulado Sustainable UCITS Bond Funds for a Better Future, concluyen que los números demuestra que ese aumento de demanda por parte de los inversores es real: estos vehículos atrajeron 102.000 millones de euros de dinero nuevo neto en 2021, frente a los 69.000 millones de euros de los fondos UCITS de bonos tradicionales

“Los fondos de bonos sostenibles parecen muy adecuados para satisfacer las necesidades de los inversores que buscan un perfil de riesgo-rentabilidad favorable y soluciones de inversión sostenibles y rentables. De cara al futuro, esperamos poder analizar la composición de la cartera de este tipo de fondos y, en particular, la medida en que invierten en bonos verdes”, señala Vera Jotanovic, economista senior de Efama

Entre finales de 2011 y 2021, los activos netos de los fondos de bonos sostenibles han crecido un 291%, pasando de 159.000 millones de euros a 621.000 millones de euros. Según señalan desde Efama, “la proporción de los activos netos de los fondos de bonos sostenibles en el total de los activos netos de los fondos de bonos también ha aumentado, lo que confirma el cambio en la preferencia de los inversores hacia soluciones de inversión sostenibles”. 

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Mientras que a finales de 2011 la proporción de activos netos de los fondos de bonos sostenibles en el total de los fondos de bonos UCITS ascendía al 16,5%, esta proporción era del 20% en septiembre de 2021. Según la organización, igualmente revelador es el hecho de que el número de fondos de bonos sostenibles ascendía a 1.411 a finales de 2020, en comparación con 4.548 fondos de bonos tradicionales en la base de datos Morningstar Direct.

“Las ventas netas de los fondos de bonos sostenibles alcanzaron un récord de 102.000 millones de euros en 2021, lo que superó por primera vez las ventas netas de los fondos de bonos tradicionales. Este resultado pone de manifiesto el creciente interés por las soluciones de inversión sostenible. Del mismo modo, la proporción de las ventas netas en los activos netos de los fondos de bonos sostenibles ha visto su récord en 2021, ascendiendo al 20%”, indican desde Efama.  

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Para Efama uno de las conclusiones clave que explican el éxito de estos fondos entre los inversores tiene que ver con que verdaderamente pueden demostrar que son sostenibles. Así, según las conclusiones de su informe, es relevante que los fondos de bonos sostenibles también pueden clasificarse como fondos del artículo 8 y 9 del SFDR. “Entre el grupo de fondos de este estudio, el 84% son fondos del artículo 8, mientras que el 11% representan fondos del artículo 9, y el 5% restante no están clasificados”, señalan.

En opinión de Tanguy van de Werve, director general de Efama, “la adopción de la norma europea de bonos verdes y las iniciativas pertinentes impulsadas por el mercado impulsen la oferta y la demanda de bonos sostenibles y tengan un impacto positivo en el desarrollo de los fondos de bonos del artículo 9 en el futuro. Esto reforzaría el liderazgo de la UE en el espacio de las finanzas sostenibles».

¿Cómo son estos vehículos de inversión?

Según las conclusiones de Efama, estos fondos han demostrado una mayor rentabilidad ajustada al riesgo. “Los fondos UCITS de bonos sostenibles han registrado sistemáticamente una mayor rentabilidad ajustada al riesgo que los fondos de bonos tradicionales durante los últimos 5 años, gracias a un mejor perfil de riesgo-rentabilidad”, apuntan. 

Los fondos de bonos sostenibles mostraron, por término medio, una rentabilidad anual ligeramente inferior a la de los fondos de bonos tradicionales (4,0%, frente al 4,7%). “Curiosamente, los fondos de bonos sostenibles superaron a los fondos de bonos tradicionales en 2020, cuando la pandemia del COVID-19 provocó la angustia del mercado. Puede haber varias razones posibles por las que los fondos de bonos sostenibles obtuvieron un rendimiento superior durante el periodo de riesgo reducido provocado por la pandemia. Una de las razones, probablemente la más importante, es que los fondos de bonos sostenibles están menos expuestos a los sectores energéticos tradicionales, que fueron los que más sufrieron la desaceleración económica inducida por la pandemia”, argumenta el informe en sus conclusiones.

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Por último, el estudio desvela que estos vehículos soportan comisiones más bajas. En concreto, el coste medio de los fondos UCITS de bonos sostenibles ha disminuido constantemente desde 2017 hasta alcanzar el 0,59% en 2021, frente al 0,76% de los fondos de bonos OICVM tradicionales.

Según explican, “la diferencia en las comisiones de los fondos de bonos sostenibles y tradicionales puede explicarse por la creciente competencia en el mercado de fondos en los últimos años, durante los cuales se han lanzado la mayoría de los fondos de bonos sostenibles, así como por el hecho de que los gestores de fondos ofrecen comisiones más competitivas para popularizar los fondos sostenibles entre sus clientes tradicionales”. 

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Por último, las conclusiones indican que otro factor que explica las menores comisiones de los fondos de bonos sostenibles podría estar relacionado con la necesidad de compensar a los inversores por el hecho de que estos fondos suelen ofrecer menores rendimientos a los inversores debido a su menor exposición al riesgo de crédito.

La guerra en Europa y la inflación frenaron los flujos hacia los ETFs de renta variable en abril

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En lo que va de año, los ETFs globales sumaron 281.000 millones de euros durante los cuatro primeros meses. Sin embargo, en abril, estas estrategias captaron cerca de 23.000 millones de euros, aproximadamente una quinta parte de los 109.000 millones de euros del mes anterior, según los datos de Amundi. En opinión de la gestora, estos datos siguen reflejando la preocupación por el impacto de la guerra en Ucrania, el aumento de la inflación y la crisis del coste de la vida. 

Si hacemos un balance hasta abril, se observa que los ETFs de renta variable siguen siendo los más relevantes, ganaron 206.000 millones de euros, aunque la asignación a esta clase de activos se redujo drásticamente en abril, cuando solo sumaron 4.500 millones de euros. Según los expertos, como respuesta a la volatilidad de los mercados y la preocupación por la guerra que Rusia desarrolla en Ucrania. 

“En estas cuatro semanas se produjeron salidas netas de 12.400 millones de euros en EE.UU., mientras que las entradas en los ETFs UCITS europeos siguieron siendo positivas en este mes, añadiendo 9.500 millones de euros”, señalan desde Amundi.

Respecto a la renta fija, hasta abril, los ETFs de renta fija global atrajeron 52.400 millones de euros, siendo la deuda pública la estrategia más popular, con 42.300 millones de euros. De hecho, en abril, las asignaciones a renta fija superaron a las de la renta variable, añadiendo 15.900 millones de euros.

Flujos europeos

En el caso de los flujos europeos, Amundi destaca que los ETFs UCITS de renta variable regional europeos captaron 37.900 millones de euros en el primer cuatrimestre, añadiendo casi 9.000 millones de euros en abril. Según sus datos, los índices globales siguieron siendo los más populares, con 21.700 millones de euros, y las estrategias norteamericanas sumaron 12.600 millones de euros. Por el contrario, los inversores retiraron 2.800 millones de euros y 2.300 millones de euros de la renta variable de la zona euro y de Japón, respectivamente. 

En abril, sin embargo, los inversores añadieron 7.000 millones de euros a los índices globales y sólo 706 millones de euros a las estrategias norteamericanas, mientras que retiraron 1.000 millones de euros de los índices de la zona euro. “Aunque la tendencia general de marzo y abril fue positiva, hubo cierta volatilidad, con flujos que estabilizaron y luego se invirtieron a principios de marzo, como reflejo de la preocupación por la guerra en Ucrania. Sin embargo, posteriormente, los flujos de entrada retomaron un ritmo similar al de principios de año”, apuntan en su informe mensual.

En lo que va de año, las estrategias sectoriales sumaron 7.600 millones de euros, siendo la climática la más popular, con 2.600 millones de euros, y la energía la segunda más demandada, con 1.900 millones de euros. La otra cara de la moneda fue el sector de consumo discrecional, donde los inversores retiraron 718 millones de euros. “Estas tendencias reflejan el impacto del aumento de los costes de la energía en el gasto de los consumidores”, matizan desde la gestora. 

A la hora de hablar de “los más populares”, los datos muestran que se asignaron 5.500 millones de euros a estrategias de smart beta, siendo el value la más aclamada, con captaciones de 3.800 millones de euros en los primeros cuatro meses del año. “En abril, sin embargo, los inversores retiraron 200 millones de euros de esta estrategia, aproximadamente la mitad de lo retirado en marzo”, señala Amundi en su documento. 

Por último, aunque los flujos de entrada en las estrategias ESG de renta variable continuaron, el impulso se redujo. “Las entradas en lo que va de año fueron de 10.400 millones de euros, pero en abril los flujos fueron de 1.400 millones de euros, lo que supone una ligera desaceleración respecto a los 1.500 millones de euros de marzo”, afirma la gestora. Según la región, se observa que los índices globales ESG sumaron 3.900 millones de euros en los cuatro primeros meses del año, mientras que los ESG de Norteamérica añadieron 4.000 millones de euros. No obstante, en abril, los índices globales ESG captaron 933 millones de euros, frente a sólo 202 millones de euros de los índices ESG norteamericanos, lo que refleja el reciente descenso de la popularidad de esta región.

Vehículos europeos de renta fija

Respecto a la renta fija, en lo que va de año, los inversores asignaron 6.300 millones de euros a ETFs UCITs de deuda pública europea, siendo la exposición a la deuda pública estadounidense la clase de activos más popular. Por áreas geográficas, las exposiciones a deuda de EE.UU. a medio, largo y broad captaron 4.000 millones de euros, 856 millones de euros y 797 millones de euros, respectivamente.

Una tendencia curiosa fue que las asignaciones a renta fija soberana se aceleraron en abril, y los inversores añadieron 2.000 millones de euros, frente a los 1.300 millones del mes anterior, lo que refleja un alejamiento de los activos de mayor riesgo. Entre los datos que destacan desde Amundi apunta que los inversores han retirado 2.900 millones de euros de la deuda pública china, de los que 1.900 millones se reembolsaron en el mes de abril, como consecuencia de la preocupación por el impacto continuado del COVID-19 en la nación. 

En deuda corporativa, se sumaron 3.000 millones de euros en lo que va de año. “Los inversores asignaron 3.300 millones de euros a deuda corporativa estadounidense y retiraron 1.200 millones de euros y 935 millones de euros de la deuda high yield e investment grade de la zona euro, respectivamente. Los floting rates captaron 1.400 millones de euros, ya que los inversores buscaron beneficiarse del entorno de tipos al alza. En abril, los inversores asignaron algo menos de 1.300 millones de euros a bonos corporativos. Por último, en lo que va de año, las estrategias ESG de renta fija sumaron 6.000 millones de euros, con 2.000 millones de euros asignados a deuda corporativa de EE.UU. y 1.000 a renta fija corporativa de la zona euro”, concluye el informe de Amundi.

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ODDO BHF AM obtiene la certificación «Towards Sustainability» para seis de sus fondos

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ODDO BHF Asset Management ha logrado la certificación «Towards Sustainability» para seis de sus fondos, avanzando con ello en su estrategia de visibilización de la calidad ESG de su amplia variedad de clases de activos. Según explica la gestora, esta certificación impone estrictos requisitos a los fondos que la solicitan. Además, el riguroso proceso de concesión de esta certificación trata de mejorar la confianza de los inversores sobre el carácter sostenible de la gestión de cada fondo certificado.

«Ante los rápidos cambios del marco reglamentario en materia de sostenibilidad, nuestros clientes buscan criterios objetivos que les ayuden a entender la calidad ESG de un fondo. Estamos encantados de que ODDO BHF AM haya obtenido esta certificación reconocida por su exigencia, ya que supone para nuestros clientes una garantía de calidad del enfoque ESG y la transparencia de nuestros fondos», afirma Rachida Mourahib, responsable global de análisis ESG en ODDO BHF AM.

La gestora indica que los seis fondos que han logrado esta certificación son: ODDO BHF Green Planet; ODDO BHF Active Small Cap; ODDO BHF Polaris Flexible; ODDO BHF Sustainable Credit Opportunities; ODDO BHF Euro Credit Short Duration; y el ODDO BHF Green Bond. En este sentido, el enfoque sostenible de ODDO BHF AM se basa en tres pilares: exclusiones, integración ESG y propiedad activa. Por lo que respecta a las exclusiones, hemos definido una base común de exclusiones que se aplica a todos los fondos de capital variable, centradas en siete aspectos, como la biodiversidad o el petróleo y gas no convencionales. Además de la base común de exclusiones, pueden aplicarse exclusiones sectoriales específicas adicionales.

Por su parte, Nicolas Chaput, consejero delegado (CEO) de ODDO BHF AM, ha añadido: «Estamos felices de haber logrado esta certificación para seis de nuestros fondos. Esta certificación garantiza a nuestros clientes y socios de distribución una mayor transparencia sobre el carácter sostenible de todos nuestros fondos. Además, constituye la confirmación del compromiso de ODDO BHF en materia de inversión sostenible».

Brainvest ficha a Nicholas Baron para su oficina de Miami

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El multi-family office, Brainvest, contrató a Nicholas Baron para su oficina de Miami procededente de J.P. Morgan.

¡Estoy feliz de compartir que estoy comenzando una nueva posición como Investment Specialist Senior en Brainvest! ¡Estoy muy emocionado de comenzar este nuevo capítulo en mi carrera y continuar construyendo sobre lo que el increíble equipo de Brainvest ha comenzado!, publicó Baron en su cuenta de LinkedIn.

El advisor trabaja con familias ultra-high-net-worth para “crear, gestionar, invertir y preservar su riqueza para ellos y sus futuras generaciones”, dice su perfil de la red social.

Su experiencia se centra en las inversiones, pero también en las soluciones de préstamo y crédito, en las necesidades bancarias tradicionales y no tradicionales y en las iniciativas filantrópicas, agrega la descripción.

En J.P. Morgan cumplió los roles de Investment Professional y Associate Investment Specialist entre 2016 y 2022.

Previamente, trabajó durante un año (2013-2014) en ING Financial Partners como Investment Adviser Representative.