CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Shizhao. A Quick Look at Possible Implications of China’s Record Weakening of the Renminbi
El Banco Popular de China (PBOC) anunció ayer que introducirá modificaciones en el mecanismo de fijación del tipo de cambio diario del renminbi. Lo hará referenciando el cambio al valor de cierre del día anterior y teniendo en cuenta «las condiciones de oferta y demanda en los mercados de divisas», así como los movimientos del tipo de cambio de las principales divisas. Como resultado, el dólar/renminbi se fijó en un 1,9% más y representa un debilitamiento récord de la moneda china desde 1994.
El anuncio supone que el banco central del gigante asiático va a aumentar la flexibilidad del renminbi, haciendo que la fijación diaria sea mucho más dependiente del mercado. Como resultado, es poco probable que la divisa china siga manteniendo baja su volatilidad y podría continuar depreciándose a mediano plazo conforme las autoridades lidian con una desaceleración del crecimiento económico.
Éstas son para Anthony Doyle, director de inversiones del área de Renta Fija de M&G Investments, las implicaciones a medio plazo de la devaluación del renminbi:
Es probable que cualquier intento de depreciar el renminbi frente al dólar provoque un efecto ligeramente alcista para los bonos estadounidenses, lo que provocaría que los rendimientos fueran menores. Si el reminbi se deprecia en valor, China dispondrá de más dólares para invertir en bonos del Tesoro de Estados Unidos a través de las provisiones de reservas de divisas, lo que implica un fortalecimiento de la demanda. A menos que se vea una depreciación sostenida del renminbi en las próximas semanas, parece improbable que esta medida tenga un gran impacto en la demanda de bonos estadounidenses a corto plazo.
Esta decisión presionará a la baja las tasas de inflación de las economías desarrolladas, situada ya en niveles bajos. Es probable que los precios de las importaciones para estas economías caigan, lo que sugeriría precios a la producción y al consumo más bajos. Una cantidad sustancial de los productos manufacturados chinos que se consumen en el mundo desarrollado son ahora más baratos y se podrían abaratar aún más.
La caída de la divisa china significará un deterioro del poder adquisitivo de las empresas y los hogares chinos.
También encarecerá, para China, los precios de las materias primas, generalmente denominadas en dólares estadounidenses, lo que presionará a grandes economías como la de Brasil, Nueva Zelanda o Australia.
Un renminbi más débil sugiere una demanda menor de productos del exterior y podría desembocar en un menor crecimiento de las economías que exportan a China, así como de la región asiática.
Con todo, el experto explica que “cualquier movimiento para liberalizar el proceso que fija los tipos de cambio en China será bien visto por la economía global. Teniendo en cuenta el papel de China como fabricante clave de bienes y su enorme provisión de reservas extranjeras, no es sorprendente que la decisión sobre el tipo de cambio diario del renminbi pueda tener efectos secundarios significativos para otras economías y activos financieros”, explica el experto de M&G.
Foto: Luis Sandoval, Flickr, Creative Commons. El fondo español Global Allocation FI, el más rentable a tres años según Morningstar
El fondo de autor Global Allocation FI, bajo la gestión de Luis Bononato desde la plataforma de fondos de Auriga Asset Management, SGIIC, S.A. y gestionado por Renta 4, es actualmente el fondo más rentable a tres años según Morningtar, entidad que le otorgó el pasado junio las 5 estrellas.
“Este año estamos arrojando excelentes resultados en cuanto a la rentabilidad pero además el mercado nos está dando su confianza ya que hemos incrementado en un 70% el número de partícipes en estos casi siete primeros meses superando los 1.700 partícipes”, explica Luis Bononato.
La filosofía de Global Allocation FI se enfoca en la asignación de activos tratando de seleccionar aquellos con mejor ratio de rentabilidad-riesgo y de variar la exposición total de la cartera según las expectativas de los asesores. Es un producto pensado para inversores que busquen una rentabilidad mayor que la bolsa europea en el medio plazo.
“La estrategia del fondo se basa en un análisis global macro, con gran flexibilidad en lo que respecta a la selección de activos y los niveles de exposición al riesgo”, asegura Bononato.
El fondo invierte en los instrumentos más líquidos del mercado, mayoritariamente europeos, como podrían ser la renta variable, la renta fija soberana y corporativa y los derivados, especialmente sobre índices (Ibex 35, Euro Stoxx 50, futuros sobre bonos alemanes).
Bononato cuenta con más de 25 años de experiencia en trading y gestión de activos en prestigiosas instituciones financieras. En 2014, incorporó el fondo Global Allocation FI, que fundó y gestiona desde 2006, a través de la plataforma de fondos de Auriga AM.
Foto: 59, Flickr, Creative Commons. La reducción del saldo del Fondo de Reserva durante los años de crisis no debería ser motivo de alarma
El Foro de Expertos del Instituto Aviva se ha reunido para analizar la evolución del Fondo de Reserva de la Seguridad Social en España, a raíz del eco que han tenido en diversos foros y medios de comunicación las decisiones del Gobierno de hacer disposiciones de efectivo en los últimos años. Como conclusiones principales de su reunión, el Foro de Expertos sostiene que el Fondo de Reserva está cumpliendo la función para la que fue diseñado y, por tanto, la reducción de su saldo durante la crisis actual no debería ser motivo de alarma, ni anuncia una inminente quiebra del sistema de la Seguridad Social en España.
Sin embargo, apunta que este fenómeno debe verse como un mensaje de alerta sobre la necesidad de mantenernos vigilantes sobre la sostenibilidad a largo plazo del sistema. Y es que, aunque la última reforma de las pensiones ayudará a reajustar los déficits del sistema, el Foro anima a que se considere una refundación del Pacto de Toledo en función del nuevo contexto actual.
El Foro de Expertos ha realizado el siguiente análisis de la situación actual. El Fondo de Reserva (FR) fue impulsado por el Pacto de Toledo y las reservas en el nivel contributivo del mismo están para atenuar los efectos de los ciclos económicos. El FR, por tanto, se diseña como un fondo de estabilización anticíclico que tiene como función la de complementar los ingresos del sistema durante períodos recesivos. Nunca se ha pretendido que el FR fuese un verdadero fondo de capitalización de los compromisos futuros de pensiones del sistema público español. Por otra parte, sí se esperaba que el FR ofreciese un cierto colchón para implementar de una forma suave las reformas necesarias para asegurar la sostenibilidad del sistema a largo plazo, dicen los expertos.
Y concluyen que el FR está sirviendo para la función para la que fue diseñado. «Está complementando unos ingresos por cotizaciones que se han visto afectados por la crisis mientras van entrando en vigor las dos últimas reformas del sistema», dicen. Advierten de que no debería confundirse de ninguna manera el posible agotamiento del FR con la quiebra del sistema de pensiones públicas: las pensiones no se pagan con el Fondo de Reserva sino con las cotizaciones corrientes, y si éstas fuesen puntualmente insuficientes en algún momento, existen mecanismos de financiación alternativos al Fondo de Reserva, incluyendo préstamos y aportaciones estatales.
La rápida reducción del saldo del FR durante los últimos años nos está dando un mensaje de alerta sobre la necesidad de mantenernos vigilantes en relación con la sostenibilidad a largo plazo del sistema de pensiones.
La reforma de 2013, centrada en la implantación del Índice de Revalorización del sistema de Pensiones y el Factor de Sostenibilidad, ayudará a que los déficits producidos por la transición demográfica debido a la longevidad de la población se vean reducidos. Sin embargo, no será hasta dentro de unos años cuando este ajuste demuestre su completa efectividad.
Según explica Guillermo de la Dehesa, presidente del Foro de Expertos del Instituto Aviva, “las últimas reformas de las pensiones han abierto en nuestro país un panorama propicio para la renovación del compromiso que dio lugar en su momento al Pacto de Toledo. En el vigésimo aniversario de este acuerdo, alentamos a que se considere su refundación sobre las nuevas bases ya que el contexto demográfico, social y económico actual es completamente diferente al de 1995”.
Foto: Dennis Jarvis. Subida de tipos en EE.UU: la hora de la verdad para los mercados emergentes y especialmente para LatAm
El informe “Pulling the punch bowl away from Emerging Makets” (título que hace referencia al dicho que asume que el trabajo de la Fed es llevarse la ponchera cuando la fiesta comienza a animarse), recientemente publicado por AXA Invesment Managers Research, habla de la capacidad de los mercados emergentes para soportar las presiones en sus divisas desde que el dólar se ha apreciado a la espera de que la Fed suba los tipos de interés.
Tras la gran crisis financiera del 2008, las políticas de estímulos monetarios por parte de los bancos centrales de las economías desarrolladas han aportado una significativa liquidez a la economía global. Los efectos secundarios fueron una caída de los tipos de interés a nivel global, y la búsqueda de mayores rentabilidades en los mercados emergentes por parte de los inversores internacionales. A raíz de que la Fed iniciara su programa de relajamiento cuantitativo, hubo un repunte muy significativo en los flujos de entradas a las carteras de mercados emergentes, y en las emisiones de deuda corporativa de esta región. Los mercados emergentes supieron aprovechar las condiciones de liquidez favorables y la fortaleza de sus divisas para emitir deuda en moneda extranjera a unos niveles sin precedentes.
Los flujos de entradas a las carteras de mercados emergentes crecieron de 1,5 billones de dólares en 2008 a 3,6 billones en 2013, según el Fondo Monetario Internacional. Los flujos con origen en Estados Unidos fueron los que mayor crecimiento experimentaron, de 0,5 billones de dólares en 2008 a 1,2 billones en 2013. Mientras que los flujos de la Eurozona crecieron a un ritmo menor, de 0,40 billones de dólares a 0,9 billones.
Este fuerte flujo a mercados emergentes animó a las empresas a emitir nueva deudade manera exponencial. El total de emisiones de deuda corporativa en países emergentes en 2008 era de 25.000 millones de dólares, en 2013 creció a 290.000 millones, para caer a 69.000 millones en 2014. Esta caída fue presumiblemente propiciada por el comunicado de Fed en el que Ben Bernanke afirmó la posible retirada del estímulo monetario, el llamado “taper tantrum”, de mayo 2013. Las emisiones de deuda soberana también aumentaron, pero a un ritmo mucho menor que la deuda corporativa. Con el “taper tantrum”, se pudo observar una depreciación media del 15% en las monedas de países emergentes, siendo esta depreciación mayor en aquellos países con mayores déficits en cuenta corriente. Las presiones en divisas emergentes aumentan también al haber incrementado la cuota de deuda emitida en dólares, la emisión de deuda denominada en dólares creció del 50% en 2008 al 70% en 2013, y el resto de las emisiones en divisa extranjera disminuyó.
Siete años después del comienzo de la crisis, la Fed habla de iniciar su política de normalización monetaria. Todo el mercado está pendiente de una posible subida de tipos en 2015. El comienzo de ciclos de estrechamiento monetario ha sido históricamente asociado a crisis en mercados emergentes, especialmente durante el año previo y el año posterior a la primera subida de tipos. Pero el impacto que esta primera subida de tipos pueda tener depende fundamentalmente del desajuste cambiario o la diferencia entre activos y pasivos denominados en moneda extranjera en cada país, que puede acentuar o atenuar la presión en los mercados emergentes.
Si los pasivos denominados en moneda extranjera son mayores (menores) que los activos denominados en moneda extranjera, habrá un desajuste cambiario negativo (positivo).
En el momento que la Fed inicie su ciclo de estrechamiento monetario, las divisas de mercados emergentes se depreciarán en relación al dólar, ya que sus retornos se volverán menos atractivos en relación a las tasas en Estados Unidos para los inversores internacionales. Consecuentemente, el valor en moneda local del pasivo neto denominado en moneda extranjera aumentará para aquellos países que tengan un desajuste negativo cambiario. Estos países estarán en una situación precaria al carecer del flujo de divisas suficiente para hacer frente a sus obligaciones en divisa extranjera.
La presión a la baja en divisas de mercados emergentes se intensificará para aquellas economías con un desajuste cambiario negativo y con riesgo de mayores tasas de inflación, ya que su política monetaria debe contraerse para servir de soporte a la moneda local, pero medidas monetarias restrictivas hacen que su actividad económica se debilite. Las economías emergentes que tengan un desajuste cambiario positivo estarán mejor posicionadas, dado que el valor en moneda local de sus activos denominados en moneda extranjera crecerán con la depreciación de la moneda.
Asia, Europa del Este y Latinoamérica
El estudio de Axa Investment Managers Research utiliza las publicaciones de Morris Goldstein y Philip Turner para calcular el desajuste cambiario efectivo agregado de 16 mercados emergentes, que combina activos netos en moneda extranjera y la cuota de deuda extranjera sobre deuda total, teniendo en cuenta las exportaciones. Los países exportadores reciben flujos en moneda extranjera que pueden utilizar para repagar las deudas contraídas en moneda extranjera, como una cobertura natural contra el riesgo de tipo de cambio. El estudio agrupa 16 países emergentes en tres grandes regiones, Asia, Europa del Este y Latinoamérica. El análisis revela que Asia es la región mejor preparada, por tener un desajuste cambiario positivo, mientras que la región de Europa Emergente comienza a tener desajustes cambiarios menos positivos. Finalmente, Latinoamérica se presenta como la región que pudiera estar más expuesta a presiones en sus divisas, quedando su capacidad de pago de la deuda externa en peligro debido a sus desajustes cambiarios negativos.
El exceso de liquidez que se generó tras la crisis global financiera provocó cambios en la intermediación financiera, pasando de un sistema en el que predominaba la financiación a través de bancos, a un sistema dominado por el mercado de emisión de bonos. Las empresas no-financieras asumieron un protagonismo mayor, al incrementar significativamente su deuda externa a través de la emisión de bonos en el extranjero.
Si los fondos obtenidos en el extranjero se utilizan para adquirir activos en el extranjero, los fondos permanecen fuera de las fronteras del país y no hay movimiento de capitales entre los dos países. En ese caso el flujo de pasivos en moneda extranjera coincide con el flujo de activos en moneda extranjera y el desajuste cambiario es limitado. De forma alternativa, si los fondos obtenidos en el extranjero son repatriados al país de origen de la compañía que emitió la deuda (bien para financiar un proyecto, o para proporcionar crédito a otra compañía, o bien para hacer un depósito en el banco); el país de origen experimenta un mayor riesgo de tipo de cambio y riesgo de incurrir en desajustes cambiarios negativos si los flujos de efectivo en moneda extranjera de la deuda no están soportados por los flujos de efectivo en moneda extranjera de los activos, en el momento que los fondos son repatriados.
Al haber sustituido lafinanciación bancaria por emisiones de bonos en el extranjero, las compañías de mercados emergentes se exponen a un mayor riesgo de desajuste cambiario y se arriesgan a tener mayores correcciones en sus divisas en el momento que la Fed normalice su política monetaria. Este tipo de riesgo está más pronunciado en la región de Europa del Este.
Diferenciales de crédito en países emergentes y los factores de riesgo
Por último, en su búsqueda de señales de riesgo relevantes para los mercados emergentes antes de la primera subida de tipos de la Fed, el estudio habla de la sensibilidad de la prima de riesgo a factores de riesgo en los mercados emergentes.
El estudio identifica cuatro factores de riesgo: i) los diferenciales de crédito como medida de la prima de riesgo de los mercados emergentes, ii) el índice VIX de volatilidad, como indicador de riesgo del mercado, iii) el tipo de cambio local con respecto al dólar, como factor de vulnerabilidad a desajustes cambiarios, y iv) el precio del barril de crudo Brent, como aproximación al impacto en el mercado de materias primas.
Como conclusiones el estudio destaca que el tipo de cambio local es factor de riesgo dominante para los diferenciales de la deuda, aunque en un nivel menor que durante el transcurso de la crisis financiera global, cuando la dislocación de los mercados llegó al extremo. El dominio de tipo de cambio local como factor de riesgo pone en relieve la importancia del desajuste cambiario. La sensibilidad al índice de volatilidad VIX ha disminuido, en consonancia con el hecho de que los inversores han estado tratando los mercados emergentes de forma individual, caso por caso, lo que ha derivado en un comportamiento exclusivo de la prima de riesgo de los mercados emergentes, con una correlación menor al riesgo global.
Por último, comenta que la sensibilidad al precio del crudo se convirtió en negativa a partir del cuarto trimestre del 2014 (los diferenciales se volvieron correlacionados, separándose de la anti-correlación habitual), mientras el diferencial de la deuda se estrechaba en el primer semestre de 2014, cuando el precio del crudo comenzó a bajar.
Foto: Ryan Bjorkquest. La rentabilidad de las AFPs chilenas sigue en positivo y ofrece retornos anuales del 9% en los últimos 13 años
La Asociación de AFP, en su Boletín Multifondos, evalúa el comportamiento de las rentabilidades obtenidas por las Administradoras de Fondos de Pensiones chilenas en el primer semestre del año. Para la tranquilidad de los afiliados, estas rentabilidades se han mantenido en terreno positivo.
A cierre de junio 2015, la rentabilidad promedia obtenida por los cinco tipos de fondos de pensiones llegó al 3,9%. Los Fondos Tipo A, fondos con perfil de inversión más agresivo, y un mayor porcentaje de inversión en renta variable, obtuvieron una rentabilidad del 5,7%; los Fondos Tipo C, o fondos con un perfil intermedio de riesgo, obtuvieron una rentabilidad del 3,8% y los Fondos Tipo E del 1,4%. En el primer trimestre de 2015, se observaron aumentos de precios en los mercados internacionales de renta variable, y en el segundo trimestre de este año la volatilidad de los mercados aumentó a raíz de la situación de pagos de Grecia.
Los fondos con perfiles más arriesgados, Fondos Tipo A y B, obtuvieron retornos positivos por el buen comportamiento de la renta variable internacional, la apreciación del dólar contra el peso chileno, que afectó positivamente a los instrumentos sin cobertura cambiaria y la leve aportación de la inversión en instrumentos de renta variable chilena. Como referencia, mencionar que el retorno del índice MSCI World fue de un 3,8% semestral, y el dólar tuvo una variación del 4,5% sobre el peso, y el IPSA varió sólo un 1,2%.
El Fondo Tipo C se vio favorecido por la rentabilidad de las inversiones en renta variable chilena e internacional y por las inversiones en renta fija extranjera. Por último, los fondos más conservadores, Fondos Tipo D y E, se vieron influenciados por el rendimiento de las inversiones en renta fija chilena, que a pesar de tener un resultado peor en los últimos cuatro meses del semestre, no ha sido suficiente para borrar el buen desempeño de los meses de enero y febrero.
Si se excluyen los aportes mensuales por cotizaciones y los rendimientos de los mismos, la rentabilidad obtenida en el primer semestre en términos absolutos es de 6.080 millones de dólares o 3.857.968 millones de pesos chilenos.
A largo plazo…
Con todo, los fondos de pensiones tienen como objetivo la inversión a largo plazo, con periodos de ahorro de 35 o 40 años, por lo que es más relevante evaluar la rentabilidad de los fondos en periodos de largo plazo que estar pendiente de los movimientos del mercado en el corto plazo. Así, a cierre del primer trimestre de 2015, las AFPs muestran que han cumplido con su tarea de transformar el ahorro previsional en fondos disponibles para financiar a los jubilados: si analizamos el caso de un afiliado que ingresó en 1981 al sistema de pensiones, sólo un 26% del ahorro corresponde a su aporte por cotizaciones, y el 74% corresponde a la rentabilidad obtenida.
El sistema de pensiones gestiona activos por 166.412 millones de dólares (o unos 105.601.718 millones de pesos chilenos), y cuenta con 9,8 millones de afiliados. Desde septiembre 2002, fecha que marca el inicio de los multifondos, el sistema ha logrado una rentabilidad promedio anual del 9% nominal.
La rentabilidad obtenida adquiere mayor relevancia si se analiza en el contexto económico y financiero, tanto a nivel nacional como a nivel global. La economía chilena desempeñó un crecimiento moderado de sólo el 0,8% en mayo, y la inflación permaneció alta. La situación internacional estuvo fundamentalmente marcada por las largas negociaciones de la deuda griega con la Eurozona, la caída de la actividad económica, y el mercado accionario de China, y las expectativas de subida de tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos.
Foto: Giuseppe Mito. Principal Global Investors lanza una versión UCITS de su estrategia Global Credit Alpha
Principal Global Investors, gestora con base en Estados Unidos, ha lanzado un nuevo fondo con estrategia de crédito global y domicilio en Dublín. El objetivo de este fondo es explotar las oportunidades en renta fija global mientras que se protege el capital de los inversores de eventos extremos en los mercados.
Según revela Citywire Americas, el fondo se llamará Global Credit Alpha y será manejado por un equipo de seis gestores del equipo de renta fija de Principal Global: Mark Denkinger, Darrin Smith y Joshua Rank, que son especialistas en high yield y préstamos apalancados; Darryl Trunnel, experto en mercados emergentes y oportunidades en crédito; William Armstrong, especialista en bonos corporativos, bonos hipotecarios, deuda soberana y deuda de agencias; y Christina Paris, experta en deuda de larga y corta duración.
El fondo invertirá en un rango diversificado de sectores de renta fija, incluyendo bonos y préstamos high yield, deuda hipotecaria y securitizada, deuda corporativa de grado de inversión, y deuda en países emergentes.
El equipo se enfocará en tres elementos a la hora de gestionar el fondo: distribución dinámica de los activos, selección de inversiones de alta convicción y líneas múltiples de defensa del riesgo.
Nick Lyster, ejecutivo jefe de Principal Global en Europa, comentó: “Mientras los inversores buscan retornos en este entorno de bajos rendimientos, con la perspectiva de subida de tipos a la vuelta de la esquina, ha aumentado el interés por estrategias de crédito sin restricciones y oportunistas que sean capaces de generar alfa y entregar retornos más altos, a la vez que preserven el capital”.
El fondo Global Credit Alpha Fund fue lanzando originalmente el 10 de julio de 2013, dentro de la serie QIAIF de Principal Global Opportunities, una serie que cumple con la regulación de hedge funds; la estructura UCITS se ha lanzado el 23 de junio de este año.
El fondo Global Credit Alpha formará parte de los fondos domiciliados en Dublín, y estará registrado para su distribución en Alemania, Bélgica, Finlandia, Francia, Reino Unido, Guernesey, Hong Kong, Irlanda, Italia, Jersey, Países Bajos, Suecia y Singapur.
De izquierda a derecha, Pierre Nebout, gestor de renta variable, y Alexis Foret, gestor de renta fija del fondo Edmond de Rothschild Fund-Income Europe. Foto cedida. EDRAM: “Los inversores compran dividendos sin mirar los precios y, en algunos casos, los dividendos se pagan con deuda”
La búsqueda de income es un tema que sigue de plena actualidad en los mercados. Edmond de Rothschild AM está impulsando una estrategia multiactivo que invierte en Europa y que tiene como objetivo lograr una rentabilidad anual del 5% en cada ciclo de mercado (ya sea en clase de acumulación o distribución). Pero Edmond de Rothschild Fund-Income Europe no es un fondo de asset allocation tradicional: solo invierte en empresas, ya sea en su deuda o acciones, y pretende obtener sus objetivos gracias a sus dividendos, cupones y la apreciación del capital.
“En deuda pública no es posible obtener un retorno del 5% al año y además ahora entraña el riesgo de tipos de interés”, explican de la entidad. Por eso, el fondo se diseñó para encontrar ese retorno invirtiendo solo en empresas, a través de su deuda o acciones. Siempre, con una baja volatilidad, pues el fondo tiene una perspectiva patrimonialista y evita perder capital.
De hecho, la idea es tener una cartera diferenciada dependiendo del ciclo económico, para poder alcanzar ese objetivo de rentabilidad: por ejemplo, en momentos de recesión, habrá más inversión en la parte de crédito de las empresas, porque éstas estarán más orientadas a sanear su capital y pagar sus deudas, mientras la inversión para un accionista merecerá menos la pena. El fondo se lanzó a finales de 2013, con la convicción de que en cada etapa del ciclo tendría sentido un tipo u otro de inversión. Ahora, la cartera está formada en un 75% aproximadamente por deuda de empresas, y en un 25% por acciones (con datos de la entidad a finales de junio).
Pierre Nebout, gesor de renta variable, explicaba en una presentación en Madrid cómo puede ir variando la exposición en bolsa, que se decide en una reunión con el CIO cada seis meses y puede estar comprendida en tres rangos: del 0% al 20%; del 15% al 35% y del 30% al 50%. Actualmente está en el intermedio –con unas 39 posiciones a finales de junio- y la posición es más defensiva que en el pasado, cuidando mucho la exposición a sectores y nombres con altos dividendos. “El año pasado estábamos muy expuestos a utilities y telecos, y lo hicieron muy bien, pero después las valoraciones han subido mucho, puesto que los inversores compran dividendo sin mirar los precios”, explica el gestor. Por eso decidieron rebajar su exposición y ser más defensivos: “En algunos casos, los dividendos se pagan con deuda”, dice.
Su aproximación es muy sectorial, y cuando les gusta un sector, tratan de distribuir su apuesta en muchos nombres, ya sea en la parte de renta variable o fija, la que pueda funcionar mejor en cada caso. Porque la estrategia no trata de hacer arbitraje en la estructura de capital de las empresas, sino que invirte en la deuda de unas empesas y en las acciones de otras, aunque sea dentro de un mismo sector.
Nebout, además de las acciones de dividendos que están caras, también evita sectores como el financiero o el automovilístico y aquellos donde ve valoraciones altas, y alta sensibilidad a los tipos. Porque no quiere acciones que se comporten como si fueran bonos, para no asumir riesgo de tipos de interés.
En la parte de renta fija, el gestor Alexis Foret tampoco está dispuesto a asumir ese riesgo. La cartera tiene en torno a un 75% de exposición en renta fija (porque la idea es que el fondo esté totalmente invertido) y gran parte de esa exposición está en bonos high yield precisamente porque el gestor se siente más cómodo con el riesgo de crédito que con el de tipos de interés: “La calidad media de la cartera es BB- y, aunque puede cambiar, me siento cómodo con el riesgo de crédito en lugar de asumir el de tipos de interés”, dice Foret. “Hay varios factores que apoyan el high yield: los bajos tipos de interés, las bajas ratios de deault, el hecho de que el crecimiento empieza a remontar y es más resistente al ciclo de subida de tipos –que cambiará en unos años-”, añade.
Otra idea apoya la inversión: la gran actividad de las emisiones de deuda debido a la desintermediación bancaria: “Antes las firmas se financiaban con bancos pero ahora eso está cambiando y cada vez más acuden a los mercados y eso es una gran oportunidad para los próximos años”. Y recuerda que en Europa, un tercio de la financiación de las empresas está en los mercados mientras en EE.UU. al menos dos tercios.
La exposición se centra en nombres de tamaño mediano y pequeño, con fuerte cuota de mercado, y con deuda denominada en euros, sobre todo empresas europeas pero también alguna estadounidense que emite deuda en euros porque tiene parte de su negocio en el Viejo Continente.
El equipo
La estrategia está gestionada por cuatro profesionales (Pierre Nebout, Julien de Saussure, François Breton y Alexis Foret) pero cuenta con el apoyo de nueve personas que forman el equipo de renta variable (al que pertenece Nebout) y 13 del de crédito (al que pertenece Foret).
Foto: Trevor Butcher
. Buffett deja atrás el modelo de fondo de inversión y apuesta por ser uno de los grandes industriales del siglo XXI
La adquisición de Precision Castparts por parte de Berkshire Hathaway, tras comprometer 37.200 millones de dólares en una operación anunciada oficialmente ayer lunes, convierte a Warren Buffett –el segundo hombre más rico de Estados Unidos- en propietario de un gran conglomerado industrial, persiguiendo objetivos a largo plazo y dejando las entradas y salidas en acciones diversas y el mundo del seguro y reaseguro -que han sido durante medio siglo el motor de su crecimiento- en un claro segundo plano.
Según el análisis de Bloomberg, Buffett está dando una nueva forma a Berkshire Hathaway, pasando de un modelo más típico de los fondos de inversión y basado en el stock picking hacia uno de inversión en grandes conglomerados y subsidiarias industriales, basado sobre todo en la industria pesada.
Los expertos explican que el Berkshire actual, propietario de firmas como la compañía del ferrocarril Burlington Northern Santa Fe –en 2009 pagó 26.000 millones de dólares por la parte que aún no le pertenecía-, Iscar Metalworking –con la que se hizo en 2006-, la empresa química Lubrizol –que sumó en 2011- o Marmon –proveedor de cables y partes del motor de vehículos-, además de firmas energéticas, es muy distinto al de hace 25 años, cuando las acciones de firmas de medios de comunicación o negocios de zapatos destacaban en su cartera y la compañía se consideraba un fondo de inversión por sus inversiones en renta variable.
Según los expertos consultados por Bloomberg, Buffett se está moviendo a una segunda fase, y además de invertir en estos grandes conglomerados industriales, está recortando su cartera de acciones, algunas de las cuales tuvo durante años, como Procter & Gamble, cuyas posiciones ha rebajado. En su conferencia anual de mayo, también afirmó que el mundo del raseguro está cambiando a peor, debido a que los hedge funds y otros inversores buscan en la industria ingresos extra para sus carteras.
La compra de Precision Castparts
La operación ha sido aprobada por unanimidad por ambas juntas y supondrá el pago de 235 dólares por acción en efectivo, según anunció la compañía en nota de prensa, lo que -incluyendo la deuda- eleva la cifra total de la operación hasta los 37.200 millones citados. El grupo de Buffett suma en una sola operación, la más grande realizada por el magnate hasta ahora, unos ingresos de 10.000 millones anuales y 30.000 empleados.
La compañía -cuya capitalización estimaban el viernes los expertos en 26.000 millones de dólares- no es nueva para Buffett, pues ya contaba con una participación del 3% adquirida en 2012. Precision Castparts es una firma de ingeniería de Portland (Oregón) que fabrica componente metálicos industriales para la industria aeroespacial –en concreto, para los motores de las aeronaves- y plantas energéticas, además de tuberías para el transporte de petróleo y gas. Entre sus clientes se encuentran General Electric, Boeing y el grupo Airbus.
Warren E. Buffett, que cumplirá 85 años este mes de agosto, declaró haber admirado la evolución de esta compañía durante mucho años, “por algo es el proveedor elegido por la industria aeroespacial de todo el mundo y uno de los mayores exportadores de Norteamérica. El consejo de Berkshire está orgulloso de que PCC se una a la firma”.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Jason Wesley Upton
. La devaluación del yuan pone contra las cuerdas a los emergentes
El banco central de China decidió este martes devaluar su divisa casi un 2% sorprendiendo por completo a los mercados, más habituados al férreo control que mantiene el organismo sobre su moneda. Hasta ahora el PBOC establecía diariamente un precio medio del tipo de cambio del yuan con el dólar y permitía su fluctuación al alza o a la baja hasta un máximo de un 2%.
Es evidente que las autoridades del país se encuentran desde hace unos meses en una posición poco cómoda, casi desconocida. El crecimiento se ralentiza, la bolsa se desploma y en casi todas las áreas de la economía aparecen desafíos a los que no parece afectar la batería de medidas adoptadas. La segunda potencia mundial muestra claros signos de debilidad.
La devaluación, que ha provocado la mayor caída diaria del yuan en dos décadas, responde esta vez a un intento de frenar la desaceleración que sufren las exportaciones del país. Los datos publicados el pasado sábado revelaron una caída interanual del 8,3% en las ventas al exterior y un 8,1% en las importaciones.
Craig Botham, economista de mercados emergentes de Schroders, considera que «los movimientos realizados por el Banco Popular de China (PBOC) no apuntan al inicio de una devaluación considerable del yuan puesto que la estabilidad financiera y social siguen siendo las principales preocupaciones de los responsables políticos». A esto hay que sumar el afán de las autoridades por hacer del yuan una divisa internacional. Para lograr esto, China no puede permitirse que el tipo de cambio sea demasiado volátil y todo parece indicar que, con este movimiento, las autoridades sólo pretenden adecuar la cotización a los fundamentos de la economía.
Si el banco central de China deja que la negociación de la moneda en la sesión previa establezca la fijación diaria de aquí en adelante, tal y como ha anunciado, el valor del yuan podría bajar rápidamente, explica Tao Wang, economista jefa para China de UBS. «Sin embargo, vemos improbable que el Gobierno chino deje que sólo el impulso del mercado mueva el tipo de cambio del yuan de aquí en adelante, ya que eso puede ser bastante desestabilizador».
Divisas, materias primas y bolsas a la baja
Por su parte, Bill McQuaker, co-responsable de Multi-Activos de Henderson Global Investors, ofrece su visión sobre lo que puede implicar de cara al futuro esta caída récord del yuan desde 1994. “Aunque en un principio la reacción de los mercados ha sido casi inapreciable, a esta hora las divisas de los mercados emergentes y de los países dependientes del precio de las materias primas se han debilitado. También lo hacen las divisas asiáticas”. Las bolsas europeas han cerrado con caídas y las de Estados Unidos siguen la misma estela.
Como si se tratase de un juego de suma cero, lo que es bueno para China es malo para el resto. En lo que respecta a la inflación mundial, McQuaker afirma que es probable que la depreciación tenga efectos negativos en los precios de bienes manufacturados y en los precios de las materias. Eso sugiere otro golpe negativo para los mercados emergentes aunque el analista de Henderson recuerda que los bonos del gobierno deberían beneficiarse. “Además va a complicar la política monetaria de Estados Unidos”.
De cara a los próximos meses, Oscar Leung, gestor del China Opportunities Fund de Fidelity, cree que las autoridades chinas probablemente intensifiquen las medidas para estimular la economía real. “Algunos de los próximos movimientos podrían ser un desembolso económico mayor y más rápido para las inversiones en infraestructuras. También se esperan recortes más contundentes de los tipos de interés de referencia y nuevos descensos de la ratio de reservas obligatorias para impulsar la liquidez y sostener el mercado inmobiliario”, apunta.
Foto: Johnathan Nightingale
. China gastará más de 300.000 millones de dólares para contener la sangría bursátil, según Goldman Sachs
China parece dispuesta a todo para reactivar su economía y sus mercados de valores. Para el primer objetivo, acaba de devaluar el renminbi casi un 2%, llevando su divisa al punto más bajo en casi tres años. Pero además, el gobierno podría haber gastado hasta 900.000 millones de yuanes -lo que equivaldría a 145.000 millones de dólares– en los dos últimos meses para sujetar los precios de su mercado de valores, según estimaciones de Goldman Sachs. Y todavía dispone de más de 1 billón de yuanes –alrededor de 160.000 millones de dólares- adicionales por si fuera necesario realizar nuevas intervenciones, según los estrategas.
“Estos fondos son suficientes para suavizar la caída del mercado de renta variable cuando se acerquen las últimas etapas del desapalancamiento del consumo”, decía el equipo de estrategia de la firma liderado por Chenjie Liu en un informe publicado el pasado 5 de agosto, y recogido por Bloomberg.
La inyección de capital de estos últimos 60 días representa aproximadamente el 2,2% de la capitalización bursátil disponible para negociación, indica Liu en su escrito. En menos de dos meses, la capitalización de la bolsa de valores china ha perdido 3.400 billones de dólares y el índice Shanghai Composite ha caído un 30% en medio de una huida generalizada de inversores y la preocupación de que las valoraciones hubieran alcanzado precios excesivos, después de un larguísimo periodo de tiempo –que ha supuesto un récord- de mercado alcista. La respuesta del legislador fue la de poner en marcha de una serie de medidas de apoyo sin precedentes, incluyendo adquisición directa de acciones por parte de agencias estatales y compañías públicas.
Según los estrategas de Goldman, el Shanghai Composite podría oscilar entre los 3.000 y los 4.500 puntos en el corto plazo, sujeto por las órdenes gubernamentales y capado por las ventas de otros inversores.