Álvaro Guzmán de Lázaro, director de Inversiones de AzValor.. AzValor ve un paralelismo con la burbuja de las puntocom en la diferencia de valoraciones que hay ahora en el mercado
La gestora española AzValor ha reducido en los últimos meses su exposición a materias primas -compañías que se han revalorizado- mientras ha invertido en nombres más castigados por el mercado, y llegado a incorporar a más de 15 nuevas empresas en su cartera internacional, según explica Álvaro Guzmán de Lázaro, director de Inversiones, en su última carta trimestral.
En cuanto a las commodities, la exposición se ha reducido aproximadamente a la mitad en la cartera internacional, lo que ha aumentado la liquidez de la misma. “Cuando el mercado reconoce el valor, aprovechamos para reducir posiciones, en algunos casos del todo”, dice la carta.
Además de vender la parte de la cartera que se ha comportado bien, se han reforzado posiciones en aquella parte en la que no se ha reconocido el valor, si no ha cambiado la tesis de inversión, explican desde la gestora: ejemplos de ello son nombres como Marie Brizzard o Financière de l’Odet. La entidad también explica que ha incorporado más de 15 compañías nuevas en su cartera internacional (nombres como Zodiac, Devon, Cabot oil&gas, Weir, Panalpina, Richemont, etc…). “Se trata en general de negocios buenos con balances sanos que por alguna razón (en nuestra opinión, pasajera) han sido castigados en bolsa”.
En la cartera ibérica, destaca la venta de Arcelor Mittal y la apuesta por algunas alternativas más atractivas como Técnicas Reunidas o Mapfre.
¿Nuevas burbujas en el mercado?
En la gestora ven paralelismos con la burbuja de las puntocom: “Entre el verano de 1998 y marzo del año 2000 había una parte del mercado (las “puntocom”) cotizando a múltiplos estratosféricos, mientras la mayoría de las empresas de la “vieja economía” languidecían, cotizando a múltiplos de un dígito. La mayoría de los que invirtieron en puntocoms lo perdieron todo en un par de años, mientras que el resto de la bolsa no lo hizo mal”, recuerdan.
Ahora, en la gestora ven burbujas en los bonos (que cotizan con rentabilidades negativas en muchos casos) y en todo aquello que sea un “sustituto” del bono (acciones estables, defensivas… que han tenido algo de presión compradora artificial desde que se lanzaron los QEs hace ya varios años) mientras ven valor en acciones baratas donde la infravaloración está injustificada: por ejemplo, las acciones preferentes de Hyundai.
“En esta dicotomía de valoraciones entre activos financieros es donde vemos el paralelismo con la época de la burbuja puntocom. Entonces, la mejor estrategia a posteriori hubiera sido huir de las acciones caras, refugiándose en las baratas”, dice Guzmán de Lázaro.
Kwok Chern-Yeh, Head of Investment Management at Aberdeen Asset Management in Japan.. "Do We Dare to Invest in Japan?" - Aberdeen
Kwok Chern-Yeh, director de Inversiones en Aberdeen Asset Management en Japón, se trasladó a Tokio en 2011 procedente de Singapur, donde estuvo trabajando en la gestora desde el año 2005. Actualmente Aberdeen cuenta con un equipo de seis personas dedicadas exclusivamente a la inversión en renta variable japonesa, apoyados por el equipo de Asia que consta de 38 profesionales repartidos en 10 oficinas por toda Asia y otros equipos alrededor del mundo. En esta entrevista con Funds Society, Kwok Chern-Yeh explica las oportunidades que hay en bolsa japonesa, recordando la importancia de diferenciar entre la situación macro y la salud de las compañías niponas.
¿Por qué invertir en Japón si las condiciones macroeconómicas son complicadas?
Japón es el segundo mercado individual a nivel mundial, después de Estados Unidos, en número de compañías cotizadas. Se trata de un mercado muy amplio con empresas de primer nivel, líderes globales en sus respectivas industrias y muy bien gestionadas. Si nos fijamos en mercado japonés vemos que tiene una gran profundidad. Está compuesto por 3.000 compañas, de las que 1.900 cotizan en su primera sección. Entre éstas, seleccionamos un número muy reducido de empresas bien gestionadas, con balances sanos y fuertes y que respeten al accionista. Manejamos portafolios muy concentrados. Tanto la estrategia de Large Caps como la de Small Caps tienen menos de 40 compañías.
El inversor debería diferenciar entre la situación de la economía de Japón en general y la situación de las empresas en particular. Por lo que se refiere a los datos macro, existen dos realidades que de momento no tienen expectativa de cambiar. En primer lugar, tenemos la sociedad que más rápidamente envejece del mundo, porque la esperanza de vida está subiendo, y el nivel de natalidad sigue muy bajo. Y en segundo lugar, nos enfrentamos a una elevada deuda gubernamental y el persistente problema de la deflación. Respecto a esta última cuestión, existen ciertas partes del mercado en las que evidentemente no hay presión en los precios, pero en otras, en las que existen jugadores con considerable cuota de mercado, la subida de los precios es posible.
Pero si analizamos los datos micro, las cosas son muchísimo más interesantes y diferentes. A diferencia del Gobierno, las compañías tienen partidas grandes de tesorería y además hoy en día su crecimiento no depende de la economía japonesa. Se trata de compañías multinacionales en las que menos de un 20% de su negocio está concentrado en Japón. Estas empresas llevan tiempo aumentando sus ingresos procedentes del exterior y esta circunstancia permite a las empresas beneficiarse del crecimiento en otras partes del mundo, especialmente en los mercados emergentes asiáticos de rápido crecimiento en los que la clase media está impulsando la demanda. Además, muchas de las mejores empresas han empezado a deslocalizar su producción hacia países de menor coste. El objetivo de Aberdeen es seleccionar las compañías que mejor lo pueden hacer dentro de una economía con dificultades.
¿Cómo afecta el efecto divisa en los resultados de las compañías que tiene en cartera?
Los valores de nuestras carteras tienen exposición internacional, pero no tienen por qué ser empresas exportadoras per se. Muchas de nuestras compañías externalizan la producción y la venta fuera de Japón, esto es importante desde el punto de vista de la divisa, puesto que esta parte del negocio no se ve afectada por la fortaleza del la divisa nipona puesto que los costes de producción no están en yenes. El único efecto divisa que podríamos encontrar en este caso, sería en el momento de transferir los beneficios a yenes. Sin embargo, la producción de alta gama suele estar localizada en Japón y esta parte del negocio sí que se ve afectada por el efecto divisa. Las empresas japonesas están cómodas con un tipo de cambio de 100-115 yenes vs dólar. Con un tipo de cambio por debajo de los 100 yenes por dólar, es más difícil que estas compañías puedan ganar dinero. Respecto al renmimbi, su devaluación tampoco tiene que ser un problema para las compañías que producen en China, que hoy en día son muchísimas.
Respecto a la composición de las carteras, ¿buscan los mismos sectores para las estrategias de smallcaps que para las estrategias de large caps?
No, realmente son distintas las oportunidades que podemos encontrar en ambas estrategias. Por ejemplo, en las estrategias de large caps existen buenas opciones en empresas de la automoción, mientras que en las estrategias de smallcaps, las compañías más interesantes son las que producen piezas automotrices. Otro ejemplo sería el de las compañías farmacéuticas, que resultan atractivas para las estrategias de mayor capitalización, mientras que en las estrategias de empresas más pequeñas nos centramos más en las empresas que producen los dispositivos y equipos médicos.
¿Se está produciendo alguna mejora en el gobierno corporativo de las empresas japonesas?
En general, estamos animados porque sí se están implementando nuevas medidas y mejoras en el gobierno corporativo, pero aún son insuficientes y el proceso es muy lento. Los principales problemas que afectan a los inversores extranjeros han sido y son la escasez y poca eficiencia de la información que se proporciona por parte de las compañías, el no prestar atención a la rentabilidad de los accionistas y no cuidar de ellos, así como el mantener unos niveles de efectivo demasiado elevados.
El nuevo código de gobierno corporativo basado en los Principios de Gobierno Corporativo de la OCDE que entró en vigor en junio, pretende dar solución a estos problemas. Respecto a la calidad de la información suministrada por las empresas, ésta sigue siendo insuficiente y debería ampliarse. Algo parecido pasa con la relación entre las compañías y los accionistas. Algunas empresas están adoptando medidas que favorecen esta buena interacción, incluso superando los estándares regulatorios dándose el caso de que después, la propia normativa se encarga de ajustar estas medidas. Por último, debe abordarse el problema del excesivo nivel de efectivo en las empresas. Esto es algo que viene de lejos, motivado por los acontecimientos económicos de estas últimas décadas. Tras la crisis bancaria, en los años 80, los bancos se esforzaron por no conceder crédito a las empresas, lo cual motivó que las compañías se acostumbraran a crecer sin deuda, y a disponer de un alto nivel de efectivo en sus balances. Las empresas creen necesitar este efectivo porque durante mucho tiempo les fue negado el crédito y no saben funcionar de otra manera. Está claro que deberían devolver estas reservas a los accionistas, pero esta práctica tardará mucho tiempo en hacerse efectiva.
¿Cuáles son las dificultades que puede encontrar un analista o inversor para invertir el mercado japonés?
Considero que no existe ninguna diferencia sustancial entre invertir en el mercado japonés o en cualquier otro mercado como el americano o el británico. Quizá la mayor dificultad que encontramos en el mercado japonés es, como ya he dicho anteriormente, que la información que ofrecen las compañías no es muy eficiente. La economía japonesa es la segunda más importante por capitalización de su mercado, sin embargo, el mercado bursátil japonés no ha sido suficientemente cubierto por los analistas: sólo un 14% de los activos invertidos en Japón corresponden a compañías con cobertura de analistas, frente a un 71% en Asia Pacífico ex Japón. Esta situación nos favorece, pues Aberdeen lleva analizando durante los últimos 30 años de primera mano las compañías japonesas y hemos podido encontrar muy buenas oportunidades.
Un ejemplo de estas buenas oportunidades en las que hemos invertido y estamos invirtiendo son empresas gran capitalización bursátil, en las que los dividendos han crecido sustancialmente en estos últimos años. Compañías con un ROE y un EBITDA estables, un fuerte balance contable y unos buenos fundamentales que no dependan de la evolución de la economía doméstica. Este es el tipo de compañías en las que invierte Aberdeen para sus estrategias japonesas: compañías de calidad, incluso a pesar de tener que pagar más en algunos casos por ellas, pues en el medio plazo los retornos superan al índice de referencia. Si comparamos el PER medio de nuestras estrategias con el del índice de referencia, veremos que el nuestro es más elevado. Pero esto no debe llevarnos a confusión, pues el índice de referencia está lastrado con PERs muy bajos provenientes de compañías bancarias y del sector automotriz, y puede parecer muy barato, pero en realidad no lo es puesto que estructuralmente estos sectores cotizan a ratios muy bajos.
¿Cuáles son los factores técnicos que van a condicionar el mercado japonés los próximos meses?
En julio tenemos elecciones en Japón para la Cámara Alta. Shinzo Abe está tratando de reformar la economía pero a largo plazo tiene otra intención, que es la reforma de la Constitución, y para ello necesita votos, tiempo y ganar popularidad presentando un paquete de medidas para estimular la economía antes de las elecciones, puesto que el plan Abenomics no ha funcionado como se pensó en un principio y la economía permanece débil.
¿Y por lo que se refiere a la reestructuración de los fondos de pensiones, se está estimulando la inversión en renta variable japonesa?
El GIPF, el mayor fondo de pensiones del mundo (que es el fondo de pensiones del Gobierno japonés), ya ha ajustado su asignación en renta variable japonesa subiéndola de un 12% a un 25%. Si los fondos de pensiones pequeños hicieran lo mismo, ello daría lugar a aumentar la inversión en compañías japonesas en el corto plazo. Esto aún está por ver, pero normalmente estos fondos de pensiones suelen actuar siguiendo los pasos del GIPF.
¿Cómo han estado actuando los inversores japoneses en estos últimos años?
La mentalidad del inversor doméstico japonés está cambiando poco a poco. Cuando los mercados suben, se animan a invertir en renta variable japonesa, pero la proporción de su patrimonio en estos activos es aún muy baja.
¿Y los inversores latinoamericanos y del mercado offshore de EE.UU.?
Japón ha sido ignorado por el inversor extranjero durante muchos años, se trata de un tema educacional. El inversor latinoamericano tiene actualmente en torno a un 5% de exposición en el mercado japonés, sin embargo el inversor del mercado offshore de Estados Unidos ha estado más receptivo durante estos dos últimos años, pero a pesar de ello su exposición en Japón no es superior al 10%.
¿Es posible para el inversor internacional cubrir las fluctuaciones del yen en el valor liquidativo de la estrategia?
Aunque estas estrategias están denominadas en yenes existe una clase denominada en dólares (hedged) en la que se cubre el efecto divisa, que es la más popular para inversores latinoamericanos y del mercado offshore estadounidense.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Ged Carroll. El posicionamiento de Investec en divisas: “El renminbi chino sigue siendo vulnerable a una nueva devaluación a largo plazo”
En su columna de la semana pasada, Philip Saunders, co-responsable de multiactivos y portfolio manager principal del Global Strategic Managed de Investec, explicaba cómo recientemente, la firma había decidido reasignar activos a deuda high yield antes de lo que había previsto originalmente. Esta semana, el gestor repasa el posicionamiento de la estrategia en divisas:
– Dólar estadounidense: En general, Investec está neutral en el dólar. En el lado positivo, la moneda sigue respaldada por una política monetaria divergente y una economía generalmente más fuerte en relación con otros mercados desarrollados. Sin embargo, las valoraciones parecen ligeramente bajo presión, pese a que la Fed ha mostrado una clara voluntad de retrasar los futuros aumentos de los tipos de interés en vista de las preocupaciones sobre el crecimiento global.
– Yen: La eficacia de las medidas del Banco de Japón para hacer caer al yen han sido sometida a un intenso escrutinio no sólo por el equipo de multiactivos de Investec sino por todo el mercado, sobre todo porque no está claro de qué herramientas dispone aún el banco central. Junto con las características defensivas del yen, para Saunders esto hace que sea una propuesta más atractiva. “Desde una perspectiva de valoración, el yen ya no está tan sobrevendido como lo estaba tras su repunte. Todavía se ve relativamente barato después de una caída de varios años”, explica el gestor.
– Asia, excluido Japón: Investec se posiciona relativamente bajista en este área de las divisas de mercados emergentes. “Hemos posicionado algunas divisas seleccionadas a corto, entre ellos el won coreano, el dólar de Taiwán y el dólar de Singapur, donde creemos que tanto los fundamentales como las valoraciones están atravesando dificultades”. El renminbi chino sigue siendo vulnerable a una nueva devaluación a largo plazo. El intento de las autoridades de estabilizar la economía con niveles más altos de deuda parece insostenible, opina Saunders.
– Euro: El euro repuntó significativamente durante el trimestre después que el presidente del BCE, Mario Draghi, revelara – como medida de estímulo- que habría menos énfasis en la reducción de los tipos de interés. En un contexto de debilidad de los datos económicos e incertidumbre conforme nos acercamos Brexit, la divisa europea parece ahora vulnerable, especialmente ahora que el BCE parece dispuesto a emplear a una mayor flexibilización monetaria.
– La libra: Las perspectivas para la libra esterlina siguen estando dominadas por la posibilidad del Brexit. De hecho el primer trimestre del año ha sido testigo de una tendencia a la baja y una alta volatilidad de la moneda. Esto además se ha acentuado por el déficit doble de Reino Unido. “Aunque mantenemos la cautela en torno a la divisa, las valoraciones parecen haber descontado al menos algunos de sus riesgos fundamentales”, apunta el co-responsable de multiactivos.
– Mercados emergentes: Al igual que otros activos, las divisas de los mercados emergentes han subido, y los mismos vientos a favor que nos hacen ser más constructivos en mantener la deuda de los emergentes sirven para las divisas: la estabilización de los precios de las materias primas y un menor ritmo de alzas de tipos de interés de la Fed. Eso sí, avisa Saunders, seleccionar con cuidado es ahora más crucial. “Nos centramos en aquellas posiciones en las que vemos tanto fundamentales sólidos como valoraciones atractivas”, y pone como ejemplo la rupia india.
Raphaël Chemla, responsable de high yield y deuda subordinada financiera de Edmond de Rothschild Asset Management (France). Foto cedida. “Hay valor en el mercado de high yield europeo y deuda subordinada financiera”
En un entorno de bajas rentabilidades y elevada volatilidad, que además parece que se va a mantener durante bastante tiempo, es difícil para los inversores obtener rendimientos, pero el mercado de high yield europeo ofrece ese potencial. “La búsqueda de rentabilidad es lo principal para los inversores. En el caso de la renta fija, si se analiza el entorno sin riesgos, los bonos soberanos apenas ofrecen rendimientos salvo en duraciones muy largas, por tanto si se busca rentabilidad hay que asumir algunos riesgos y decantarse por el crédito. Nosotros vemos valor en el mercado de high yield europeo y deuda subordinada financiera”, aseguraba durante su reciente visita a Madrid Raphaël Chemla, responsable de high yield y deuda subordinada financiera de Edmond de Rothschild Asset Management (France).
Chemla explica que la volatilidad procede de diversos frentes. Por un lado, los temores acerca del crecimiento de Estados Unidos y de la postura que adoptará la presidenta de la Fed, Jannete Yellen. También están las preocupaciones de la desaceleración de la economía china, que se encuentra en plena transición de su modelo económico, los problemas políticos a los que se enfrenta Europa, que abarcan desde el Brexit a la falta de Gobierno en España, y no hay que olvidar tampoco la evolución de los precios del petróleo y las materias primas, aunque no hay que centrarse exclusivamente en estos aspectos.
“Esta es la parte pesimista, pero en Europa, aunque es cierto que el crecimiento es bajo, tenemos aspectos muy positivos, como son los sólidos fundamentales de las compañías o la política acomodaticia que está llevando a cabo el Banco Central Europeo, que esperamos que favorezca a los bancos y al sistema financiero”, apunta el gestor de Edmond de Rothschild AM.
Por estas, entre otras, razones apuestan por el high yield europeo y consideran que una buena alternativa son los fondos buy & hold, como el que la gestora francesa acaba de lanzar al mercado, denominado Millesima 2021. Se trata de un fondo de bonos a vencimiento cuya cartera está invertida mayoritariamente en bonos high yield de mayor calificación crediticia, BB y B, teniendo limitada su exposición a CCC al 10% y que está diseñado para mantener las posiciones en cartera hasta su vencimiento en diciembre de 2021, pero con una gran diversificación tanto en términos de emisores como de sectores.
“Este fondo es una buena solución para los inversores que quieren encontrar rendimientos, tenemos como objetivo obtener una rentabilidad del 5%. Además este tipo de fondos permiten controlar mejor la volatilidad, ya que desde el próximo mes de junio, estará cerrada la construcción de la cartera y no registrará suscripciones netas, aunque con liquidez diaria”, subraya Chemla, que especifica que por ese motivo su objetivo es construir una cartera bien diversificada y sobre todo evitar posibles impagos. No obstante, la tasa de impagos del mercado de deuda high yield europeo se sitúa alrededor del 3% a día de hoy frente al 6% de Estados Unidos.
En este sentido, Chemla asegura que el mercado de high yield europeo se ha desarrollado mucho en la última década y actualmente están presentes en él la mayor parte de los sectores y países. Ahora hay más de 300 emisores, cuatro veces el nivel visto hace cinco años y todo apunta a que en 2016 veremos cerca de 60.000 millones de euros en nuevas emisiones. Por si esto fuera poco, este segmento del mercado también es menos sensible a los movimientos de tipos de interés que pudieran producirse, concluye el gestor de Millesima 2021.
Foto: Enricarchivell, Flickr, Creative Commons. Trea Direct Lending Fund completa el primer cierre de su fondo para la financiación de pymes españolas con tres inversiones
Trea Direct Lending ha completado el primer cierre de su fondo, como vehículo de financiación de pequeñas y medianas empresas (pymes) españolas. El cierre definitivo del fondo está previsto para este verano con un tamaño final de 70 millones de euros. La gestora ha contado con el respaldo del ICO, que se ha comprometido a invertir 20 millones de euros a través de Fond-ICO. La propia gestora Trea, a su vez, ha comprometido 10 millones de euros al fondo.
Trea Direct Lending ya tiene acordadas tres operaciones de inversión que totalizan 21 millones de euros, cerca del 30% del patrimonio final del fondo. Los partícipes de este fondo, en este primer cierre, son family offices de referencia del tejido empresarial español, así como inversores institucionales y fondos de pensiones españoles.
«Las nuevas regulaciones bancarias, el proceso de desapalancamiento y la consolidación en el sistema bancario español, han reducido la financiación disponible para las pymes, lo que crea una oportunidad de financiación importante en España, que puede cubrir Trea Direct Lending, ayudando a acelerar el crecimiento de estas compañías”, ha asegurado Ignacio Diez, partner de Trea Direct Lending. «Las pequeñas y medianas empresas necesitan de instituciones que les provean de soluciones flexibles de financiación, que catapulten su crecimiento, la estabilización de sus cuentas o el alargamiento del vencimiento de sus préstamos”, ha señalado Ignacio Diez.
Trea Direct Lending provee soluciones de financiación a pymes que cuenten con un negocio estable. El fondo se dirige a empresas que carecen de acceso a los mercados de capitales, así como de acceso a la financiación institucional, donde Trea Direct Lending invierte en operaciones de entre cinco y 15 millones de euros, estructurando préstamos senior y/o convertibles en la compañías en las que participa.
Photo: KayGaensler, Flickr, Creative Commons. The Miami Selectors Event is Brought to a Close with Debates on Equities, Flexible Strategies, and High Yield
La segunda edición del Funds Selector Summit de Miami, organizada por Funds Society y Open Door Media, ofreció en su segundo y último día ideas de inversión centradas en la renta variable con diferentes perspectivas (bolsa europea con estrategias long-only y long-short, acciones estadounidenses de pequeña capitalización, bolsa europea y emergente con un enfoque value), high yield global y estrategias flexibles (en renta variable, renta fija y deuda emergente), de las gestoras Allianz Global Investors, Legg Mason Global AM, Schroders, Brandes, Edmond de Rothschild AM y Aberdeen AM.
La renta variable europea sigue de moda, tanto con estrategias long-only como long-short. En el primer ámbito, Matthias Born, senior portfolio manager de renta variable europea de Allianz Global Investors, presentó una estrategia de alta convicción centrada en nuevas ideas de crecimiento estructural a largo plazo (con características como crecimiento estructural, liderazgo en costes, liderazgo en tecnología o con un modelo de negocio superior). Una estrategia (con 70.000 millones de euros en activos actualmente) gestionada de forma muy activa y en la que el stock picking es clave porque, a largo plazo, el estilo growth no tiene por qué batir al mercado.
El Allianz Europe Equity Growth Select ha sido diseñado específicamente para aprovechar la principal fortaleza del equipo de inversión: la selección de valores con un enfoque bottom-up. El fondo tiene potencial para evolucionar bien tanto en los mercados alcistas como bajistas, donde muestra resistencia “gracias al stock picking y a las compañías que hay en cartera”, explica el gestor. Normalmente invierte en unos 30-35 nombres, con una posición máxima del 6% y un foco en el universo de large y midcaps europeas. Como ejemplos de inversión, Born habló de firmas como Infineon, Inditex, Reckitt Benckiser o Coloplast. Los nombres que más sobrepondera en su cartera son Infineon, Reckitt Benckiser, SAP, Hexagon, Prudential, Novo Nordisk, Ingenio, DSV, Legrand y Richemont; por sectores, apuesta por tecnologías de la información o industriales, mientras no tiene exposición a utilities o firmas de telecomunicaciones. Por países, Alemania, Dinamarca o Suecia están sobreponderados. El turn over del fondo suele estar por debajo del 20%.
El principal catalizador de la rentabilidad de la cartera es el crecimiento, pues es el que determina la evolución de las acciones a largo plazo, dice. “En Europa, que vivirá un entorno de bajo crecimiento e inflación durante años, es incluso más importante tener una estrategia como ésta a largo plazo”, dice. El peso individual de cada compañía se basa en el nivel de convicción que reflejan los criterios de crecimiento, calidad y valoración: “Buscamos altos beneficios y poder de fijación de precios”, dice el gestor, sin verse influenciados por el benchmark y siendo agnósticos con respecto a países y sectores. Y dando importancia también a los criterios ISR. Normalmente las compañías en cartera no pagan altos dividendos porque utilizan su capital para realizar nuevas inversiones.
También se le puede sacar un gran partido a la bolsa europea con estrategias long-short. Mike Gibb, product specialist de Legg Mason Global Asset Management, habló de una forma para invertir con una estrategia long-short en el mercado europeo y mostró cómo el proceso de inversión del fondo Legg Mason Martin Currie European Absolute Alpha, gestionado por Michael Browne y Steve Frost, tiene la flexibilidad suficiente para capear este entorno de mercado, al tiempo que ofrece un atractivo perfil de riesgo-rentabilidad. Es una estrategia de alta convicción direccional (no es de mercado neutral), que pretende capturar dos tercios de las subidas del mercado y solo una parte de las caídas. La exposición neta puede oscilar entre el -30% y el 100% y suele invertir entre 40 y 70 compañías (unas 35 en la cartera larga -centrándose en firmas con grandes productos y balances, crecimiento de márgenes e innovación- y unas 35 en la corta –firmas con márgenes y cuota de mercado decrecientes, pobres balances, mala gestión, bajas barreras de entrada…-, todas ellas seleccionadas de un universo de 600 compañías), centrándose en el universo de mediana capitalización con un enfoque puramente bottom-up.
El proceso incluye análisis cuantitativo, cualitativo, visitas a compañías (unas 300 cada año) y evaluación de la oportunidad. “Los gestores tratan de identificar cambios a nivel de compañías y cómo éstos pueden afectar a su negocio y al precio de sus acciones”, explica el experto. También hacen un filtro del escenario macro, con un sistema de luces de semáforo. Actualmente, su visión del activo es neutral, sin ser demasiado optimistas ni pesimistas.
“En los mercados reina la volatilidad y tratamos de capturar los retornos pero controlando el riesgo y las potenciales caídas. El reto es captar el crecimiento de las compañías en la región: Europa es un lugar con grandes compañías pero también con firmas con problemas y presiones en márgenes… y por eso el concepto long-short funciona muy bien y ayuda a evitar problemas y proteger capital”. En su opinión, esta estrategia encaja muy bien en las carteras.
Estilo value…
Por su parte, Gerardo Zamorano, gestor de emergentes de Brandes Investment Partners, también ofreció sus perspectivas sobre la renta variable, gestionada en la entidad desde una perspectiva value y con estrategias tanto en bolsa global como emergente, europea o estadounidense. El proceso de inversión se compone de tres fases: análisis (por parte los equipos de inversión), valoraciones (los comités de inversiones toman las decisiones finales) y construcción de la cartera (también a cargo de los comités de inversiones). Con la convicción de que a largo plazo el value sobrepondera a los mercados y de que en este entorno –tras años de peor funcionamiento de este estilo por la crisis financiera- hay una gran oportunidad en este estilo de inversión.
En emergentes, las valoraciones están cercanas a los niveles de anteriores crisis en estos mercados pero, desde entonces, ha habido fuertes mejoras, en sus fundamentales. “La situación es mucho más sana que a finales de los 90”, dice el experto. El value ha funcionado mejor que el estilo growth pero recientemente, desde 2014, lo hizo peor. Por eso, los valores con este sesgo están más baratos que en el pasado. El Brandes Emerging Markets Value Fund invierte en firmas de todas las capitalizaciones, aprovecha la sobre reacción a factores macro y sentimiento negativo (por ejemplo, eventos políticos), aprovecha la falta de entendimiento o de cobertura de firmas individuales (“exploramos todos los corners del mercado”) y con convicción construyen carteras concentradas y gestionan el riesgo. También incluyen en el universo de inversión compañías de los mercados frontera y firmas de mercados desarrollados donde las características se parecen más a las emergentes. En total, suelen tener entre 60 y 80 nombres. Actualmente, algunas sobreponderaciones clave están en el sector de consumo discrecional, Brasil, Rusia o Hong Kong e infraponderaciones en Taiwán, Suráfrica, China o el sector de tecnologías de la información. También les gusta Panamá.
En Europa, Zamorano también destaca el atractivo de las valoraciones y la oportunidad en el fondo Brandes European Value. Sobrepondera el sector de petróleo y gas, alimentación, y países como Italia y Rusia, mientras infrapondera bancos, salud, y países como Suiza y Alemania. El fondo incluye la inversión en mercados europeos emergentes, que actualmente ronda el 10%. Compañías como GlaxoSmithKline, Engie, Sanofi, BP o ENI están entre sus 10 mayores posiciones.
Renta variable estadounidense
También en renta variable, pero estadounidense, hay oportunidades. Jason Kotik, senior investment manager de renta variable norteamericana en Aberdeen Asset Management, habló sobre la inversión en empresas de pequeña capitalización. “En general la economía estadounidense crece a ritmo lento, pero se pueden encontrar buenas compañías con calidad. Dos tercios de la economía es el consumo y está en buena forma”. Sin embargo la industria lo hace peor. Pero en general las firmas tienen buena salud financiera y las valoraciones no son demasiado agresivas, comenta el experto. “No apostamos por la economía sino por las compañías”, recuerda.
En cuanto a los flujos sobre la renta variable, los inversores se muestran cautos tras el rally vivido, pero en ese rally las small caps fueron a la zaga de las grandes. Por eso las valoraciones en las compañías de pequeña capitalización son ahora más atractivas. “Históricamente las small caps lo hacen mejor que las grandes, y además, normalmente se comportan bien incluso en escenarios de subidas de tipos”, destaca el gestor. La razón: cuando se suben tipos es por una mejora en la economía (por un mayor crecimiento e inflación) y normalmente las small caps tienen una mayor exposición a la economía doméstica estadounidense. Además, pueden ser protagonistas de procesos de M&A, normalmente con importantes primas, y tienen menor cobertura por parte de los analistas, lo que otorga ventaja a los gestores activos.
En la entidad creen que los fundamentales corporativos apoyan esta inversión, hablan de un escenario macro positivo aunque modesto y las valoraciones son justas. En un escenario más volátil, la dispersión también ha aumentado y hace más importancia la selección de valores. Para el experto, los mercados seguirán volátiles dadas las próximas elecciones en EE.UU., la incertidumbre sobre la política monetaria y las dudas macro, algo que puede llevar a alguna corrección pero también beneficiar a gestores activos como Aberdeen. “Nos gustan nombres aburridos por los que otros no se interesan”, dice el experto, que espera retornos en la parte media de un dígito. Con su estrategia (Aberdeen Global-North American Smaller Companies Fund, que también invierte una pequeña parte en Canadá) son capaces de ofrecer una mejor rentabilidad que el mercado, explica, tanto en mercados alcistas como bajistas. Actualmente sobrepondera sectores como materiales, consumo básico, industriales y servicios de comunicaciones y tiene una fuerte infraponderación en financieras y utilities.
En renta fija…
En renta fija, Wes Sparks, responsable de las estrategias de Crédito y de Renta fija de Schroders en Estados Unidos, explicó la oportunidad que supone actualmente el crédito tanto con grado de inversión como el high yield, a nivel global. “Somos constructivos en IG y HY pero hay que ser conscientes de que ha habido un gran rally en un periodo muy corto de tiempo: el high yield global ha subido más del 12% desde febrero”, recuerda. Por esta razón, en la gestora siguen siendo constructivos en el activo en cuanto a lo que a fundamentales y factores técnicos se refiere, pero se muestran algo preocupados por las valoraciones. “Los fundamentales y factores técnicos del high yield son más positivos que en la deuda con grado de inversión pero las valoraciones son menos atractivas que en febrero. Es una recuperación más rápida incluso que el sell-off y normalmente eso no funciona así”, dice Sparks; de ahí su cautela en el activo. “No está caro pero no hay margen de seguridad”, añade.
Pero insiste en que los fundamentales son positivos: “El riesgo de default no es una amenaza extendida”. En Estados Unidos, habla de muchos ángeles caídos en el primer trimestre que ve como oportunidades muy atractivas. En cuanto a flujos, en la gestora utilizan los flujos extremos en fondos como un indicador contrario: si hay salidas, coincide con fuertes ventas y caídas en precio, que vienen seguidas de recuperación. Y hay apoyo por parte de inversores a largop lazo: “En un entorno de bajos tipos, los inversores siguen buscando rentabilidad y el high yield es uno de los activos con más potencial en renta fija. Estamos viendo demanda de inversores a largo plazo, como fondos de pensiones”, añade.
El gestor rechaza que pueda haber un fuerte sell-off de ahora en adelante en high yield pero cree que la deuda con grado de inversión, al presentar mejores valoraciones, puede ser un mejor lugar en el que estar a medio plazo, ya que no ha vivido un rally tan fuerte en los últimos meses. “Las valoraciones son más positivas, el activo cuenta con una base de compradores más diversificada y que apoya al mercado”, dice, si bien matiza que confía en que el high yield bata al IG en un periodo de doce meses. “Confiamos en los dos activos, a doce meses los retornos serán positivos”, añade.
En su fondo de HY global (Schroder ISF Global High Yield), apuesta por firmas con caja, buenos márgenes y beneficios, poder de fijación de precios y un apalancamiento manejable, y habla, en EE.UU., de sectores defensivos orientados al mercado doméstico (no impactados por el dólar y las materias primas en niveles bajos) como el de salud o juego, o compañías que se benefician del bajo precio del gas (restaurantes, sector automovilístico….). El fondo infrapondera sectores relacionados con las materias primas (energía, industrias básicas…) y ve más valor en otros sectores como el de comunicaciones.
Sobre los bancos centrales, Sparks cree que la Fed no será muy agresiva en su subida de tipos, debido a que tendrá en cuenta los problemas internacionales, mientras los bancos centrales de Japón y Europa seguirán siendo acomodaticios. Los bonos del Tesoro subirán en los próximos meses, pero no demasiado, dice. Sobre los riesgos, reconoce que el de tipos de interés es mayor en IG que en HY, rechaza un ciclo de defaults extendido (solo se reducirá a sectores de metales, minas y energía, opina) y habla del próximo ciclo de defaults en dos años, en 2018. Sobre la iliquidez, dice que los mercados deben compensar por la misma.
Estrategias flexibles…
Kevin Thozet, especialista de producto del equipo de asignación de activos y deuda soberana de Edmond de Rothschild Asset Management, compartió el posicionamiento de los fondos flexibles y dinámicos de la entidad, en renta fija global, renta fija emergente y renta variable europea. “La flexibilidad es parte de nuestro ADN y lo definimos como gestión activa e inversiones sin restricciones. Buscamos las oportunidades donde quiera que estén y somos flexibles para invertir en distintos segmentos del mercado y vehículos”. Desde la entidad creen que con la vuelta de la volatilidad, la escasez de liquidez y los mayores movimientos del mercado, esta filosofía es más necesaria que nunca para generar valor. Porque, independientemente de la visión sobre los mercados, la clave es tener capacidad de adaptarse a lo que pase con rapidez, dicen desde la entidad.
Su fondo de renta fija global trata de batir a los mercados y obtener retornos absolutos, y para ello puede invertir en todo el universo de renta fija. Como algunos ejemplos de esa actividad y cómo intentan capturar las oportunidades, explica que, cuando empezó el tapering en 2013, apostaron por activos que sufrieron como la deuda emergente, porque tenían convicción; en la crisis china del año pasado, construyeron posiciones en convertibles para beneficiarse del rebote en noviembre de 2015; este año con la fuerte volatilidad y la ampliación de diferenciales en la deuda pública de Grecia y Portugal, lo vieron como una oportunidad e incrementaron exposición a Portugal. En lo referente a la rentabilidad, de forma anualizada el crédito y la deuda pública han sido los mayores contribuidores, pero también la deuda emergente y los bonos convertibles.
En cuanto a la estrategia de mercados emergentes de la entidad –en formato UCITS y domiciliada en Luxemburgo-, en la gestora tienen un enfoque contrarian y oportunista y sin restricciones, agnóstica con respecto al benchmarck y capaz de invertir también en todo el universo (deuda pública y privada). La mayor posición hoy en la cartera es Ucrania (sobre todo, ven oportunidades en el segmento corporativo). Otra convicción de la cartera es Venezuela (con posiciones tanto en deuda pública como privada): no es una apuesta por su economía pero sí ofrece un perfil muy asimétrico entre riesgo y rentabilidad, dice el gestor. También, una cobertura oportunista, aunque son positivos en deuda emergente, es la inversión en CDS en China. En 2013, los emergentes sufrieron fuertes caídas pero el fondo obtuvo retornos positivos.
El gestor también habló de la estrategia flexible de la entidad en bolsa europea, que cuenta con una parte core, un 60%, concentrada en renta variable con convicción, y por encima de la misma, una cobertura con derivados para generar rentabilidad y reducir la volatilidad y proteger a los mercados en caso de caídas.
Foto: ElanasPantry, Flickr, Creative Commons. Imantia Capital reestructura su oferta de fondos con un refuerzo de los perfilados, una fusión en renta fija y un lanzamiento en gestión pasiva
Dentro del proceso de definición de la nueva estrategia corporativa, Imantia Capital, una de las principales gestoras de instituciones de inversión colectiva de España, reestructura su oferta de fondos, fusionando productos, reconvirtiendo existentes y lanzando nuevos instrumentos.
La finalidad de la reestructuración es ajustar el abanico de producto a las necesidades de los clientes en consonancia con el entorno actual de mercado, de forma que se cubran los diferentes perfiles de riesgo, así como los estilos de gestión (activa y pasiva), según explica la firma en un comunicado.
En primer lugar, uno de los mayores cambios de esta reestructuración es el redimensionamiento de la oferta de productos perfilados. Compuesta en la actualidad por dos fondos de fondos (Imantia Global Conservador e Imantia Global Moderado), será reforzada en la parte alta de la escala rentabilidad/riesgo con dos productos: Imantia Decidido e Imantia Flexible.
Imantia Decidido, reconversión de Ahorrofondo, se convertirá en un fondo de fondos de renta variable mixta internacional, que podrá invertir entre el 30% y el 75% en renta variable nacional e internacional, incluyendo países emergentes y compañías de cualquier capitalización, sector económico o temática.
Imantia Flexible, resultado de la fusión por absorción de Imantia Inversión Selectiva Flexible por Imantia Inversión Selectiva, será un fondo de fondos global con posibilidad de invertir entre un 0% y un 100% en renta variable, ajustando sus exposiciones en función de las perspectivas del equipo gestor.
Además de la fusión de Imantia Inversión Selectiva Flexible, Imantia Capital fusiona otro de sus fondos más reconocidos: Imantia Bonos Financieros. Este producto, que nació en 2009 para aprovechar la oportunidad surgida en el mercado de renta fija financiera, se ha convertido durante varios ejercicios en uno de los fondos de renta fija más rentables del panorama nacional.
El contexto actual de mercado, sin embargo, ha cerrado esta brecha de rentabilidad, de forma que los partícipes serán dirigidos a Imantia Renta Fija Flexible, un producto que puede acceder a un universo global de activos de renta fija, lo que le confiere un mayor atractivo y potencial de rentabilidad en este entorno.
Gestión pasiva
De la misma manera, Imantia Capital inicia una nueva serie de fondos de gestión pasiva con el lanzamiento de Imantia Ibex-35. El objetivo de este fondo será replicar el comportamiento del selectivo español, aplicando una comisión de gestión notablemente inferior a la media de mercado, del 0,35%. De esta forma, Imantia Capital inicia una línea de productos en la que apuesta por una gestión sencilla, de fácil seguimiento y bajas comisiones.
CC-BY-SA-2.0, Flickr. Las razones de Bill Gross para instaurar una renta básica universal
La sustitución de la mano de obra en el mercado laboral por robots ha alcanzado un punto de inflexión para Bill Gross, ex co-fundador de PIMCO y desde hace un año parte del equipo de Janus Capital Group. En su última columna mensual avisa de que esta tendencia se va a traducir tarde o temprano, en que los gobiernos se verán obligados a implantar una renta básica universal que atenúe los efectos de la falta de trabajo para el conjunto de la sociedad.
Como ejemplo de esta tendencia imparable en la que cada vez más asistimos a la robotización de muchos puestos de trabajo, Gross explica que si en el año 2000, trabajaban el 82% de las personas de entre 25 y 54 años, en 2016 lo hacen solo el 78%. “La diferencia parece pequeña, pero es realmente enorme. Estamos hablando de 6 millones menos de puestos de trabajo. ¿Cree que se debe a que a los Millenials solo les gusta vivir con sus padres y jugar a videojuegos todo el día? Yo creo que no. La tecnología y robotización están cambiando el mundo para mejor, pero esas tendencias no están creando muchos puestos de trabajo de calidad. Nuestra nueva era económica -en especial la de los países desarrollados- hace que gradualmente cada vez haya más personas sin trabajo”, razona el gestor.
¿Cuál debería ser la respuesta de los gobiernos? Para el ex co-fundador de PIMCO la educación universitaria puede preparar mejor a las nuevas generaciones, pero “dudo que esto vaya a crear más crecimiento”, dice. “Debemos gastar nuestro dinero donde más se necesita: en el colapso de nuestras infraestructuras, por ejemplo, en la atención sanitaria para la generación que envejece y tal vez en una nueva y revolucionaria idea llamada renta básica universal”, añade.
“Si cada vez más trabajadores van a ser desplazados por los robots, entonces necesitarán dinero para vivir, ¿no?”, se pregunta, “y si eso le parece una forma de socialismo, le sugeriría que nos acostumbremos a ella”. De hecho, recuerda, ya existen medidas similares en Estados Unidos y pone como ejemplo los “cupones de comida” que ayudan a las familias más desfavorecidas.
Pero lo más relevante para Gross no es el concepto en sí –la puesta en marcha de esta medida le parece inevitable- sino cuánto y cómo debe pagarse. Y aunque la solución más obvia venga de parte de un incremento de los impuestos, el gestor propone de forma metafórica «lanzar dinero desde helicópteros». Aunque esta idea suena más ficción que el muro de 15 pies de Trump, «realmente no lo es», defiende.
Gross argumenta que Milton Friedman, Ben Bernanke y ahora una corriente de respetados, incluyendo a la revista de corte conservador The Economist, están introduciendo la idea. «Estos defensores realmente no tienen la intención de tirar el dinero desde el cielo. En términos más generales, abogan por estímulos fiscales que no sean pagados con deuda privada ni impuestos», dice.
La estafa piramidal de los bancos centrales
“En cambio, el dinero puede ser imprimido por los bancos centrales, como lo han hecho recientemente.Es un concepto difícil de entender y es por eso que los políticos nunca lo discuten y tampoco lo hacen la mayoría de los bancos centrales, que quieren preservar la santidad de sus ‘balances’ y la independencia de sus instituciones. Imprimir dinero a través de los programas de compras de activos (QE) es en efecto una nueva herramienta de política monetaria y política fiscal”, escribe.
“La Fed, el BCE, el BoJ y el BoE han comprado bonos a sus respectivos Tesoros desde hace seis años, para permitirles gastar dinero y respaldar sus débiles economías. Compran bonos mediante la impresión de dinero o, figuradamente, lanzándolo desde helicópteros, expandiendo sus balances en el proceso. Después, remiten cualquier interés neto de sus billones de dólares o yenes de compras de bonos de nuevo a sus Tesoros. El dinero en esencia está libre de gasto y libre de amortización, conforme el proceso avanza de manera ininterrumpida. Técnicamente, los bancos centrales dirán que no es así, porque venden sus bonos en el mercado”, apunta Gross, pero en la práctica los bancos centrales están extiendo los vencimientos a un interés del 0% hasta que el mercado privado lo absorbe.
“He sostenido durante mucho tiempo que este es un esquema Ponzi, una estafa piramidal, y sin embargo, nos acercamos a un punto de no retorno en lo que respecta a los tipos de interés negativos y las compras de acciones y bonos. Sospecho que los bancos centrales seguirán imprimiendo dinero desde el helicóptero vía QE y aceptarán su dependencia de la política fiscal”, escribe Gross.
“Las implicaciones en el plano de la inversión son que hay que estar preparados para más QE de parte de la Fed. Los tipos de interés permanecerán bajos más tiempo, los precios de los activos seguirán artificialmente altos. En algún momento, la política monetaria creará inflación y los mercados estarán en riesgo. Aunque todavía no, tengan cuidado mientras tanto. Estén contentos con retornos de un sólo dígito”, concluye.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: tetedelart1855
. Por qué he comprado bonos del gobierno japonés por primera vez en siete años
El equipo de Paul Brain, responsable de renta fija de Newton -firma que forma parte de BNY Mellon-, ha decidido invertir en bonos del gobierno japonés por primera vez desde que éste se hiciera cargo del equipo, hace siete año. ¿Por qué ahora?
Desde la crisis financiera, los bonos del gobierno japonés (JGB) a diez años no han ofrecido más valor que los bonos de otros gobiernos mundiales, y el equipo opina que se situaban en niveles mínimos, por lo que no anticipaba nuevas caídas de tires. Por eso, en distintos momentos entre 2008 y principios de este año, la firma prefirió invertir en treasuries estadounidenses o en bunds alemanes, pues ofrecían una prima con respecto a los JGB y mostraban más margen para una potencial caída de las tires (y, por lo tanto, para un aumento del precio).
Además –dice Brain-, los JGB añadían un mayor riesgo de crédito a sus carteras de bonos soberanos, que sólo pueden invertir en deuda con grado de inversión, ya que la menor calidad crediticia de los bonos japoneses los hace más vulnerables a caer por debajo de ese umbral y debían estar preparados para asumir ese riesgo adicional a la hora de plantearse los distintos escenarios de inversión. Por otro lado, tanto la deuda sobre PIB como el déficit presupuestario de Japón superan con creces a los de otros países y la firma considera que el mercado se ha visto distorsionado por el programa de compras del Banco de Japón, dificultando la valoración de los activos.
“Por estas y otras razones, no habíamos invertido en la clase de activo desde que fui nombrado responsable de renta fija de Newton. Sin embargo, la situación cambió a finales de enero de este año, cuando encontramos un motivo para volver a interesarnos por los JGB: el tipo de interés del bono alemán a diez años confluyó con el del JGB a diez años e, incluso, llegó a caer por debajo en un momento dado”, dice el responsable de renta fija de la firma. “Este movimiento devolvió a los bonos del gobierno japonés a nuestro radar de valoración: habían dejado de ser una opción marginal”.
Más o menos por esa época -recuerda el experto-, el Banco de Japón adoptó una política de tipos de interés negativos y anunció que planeaba seguir comprando JGB, pero con una diferencia crucial: abarcaría más tramos de la curva de tipos. En vez de limitarse a comprar bonos con un vencimiento máximo de diez años, la autoridad monetaria nipona compraría también bonos a más largo plazo. “En aquel momento, evaluamos la situación y llegamos a la conclusión de que la política de tipos negativos no sería algo temporal, sino que se mantendría a largo plazo e iría reduciendo progresivamente las tires en toda la curva de tipos. No nos equivocamos”.
En las semanas posteriores al anuncio, los tipos de interés de la curva de JGB cayeron (y, por lo tanto, los precios aumentaron). La firma había comprado bonos a treinta años y el tramo largo de la curva registró una caída mucho más acusada que el tramo corto: el tipo de interés pasó del 1,26% al 0,41%, lo que supone un estrechamiento de más de 85 puntos básicos desde principios de año. En comparación, los JGB a cinco años cedieron unos 23 puntos básicos y los títulos a diez años, unos 31. Así que el equipo se benefició tanto del acusado estrechamiento de diferenciales que experimentaron los bonos japoneses a más largo plazo como del significativo aplanamiento de la curva de tipos, que respondió principalmente a las caídas de tires en el tramo más largo.
Su decisión de invertir en el tramo largo de la curva se basó en el hecho de que aún ofrecía una rentabilidad del 1-1,5%, por lo que presentaba más margen de caída que los bonos con vencimientos inferiores a diez años, cuyas rentabilidades ya se situaban cerca del 0% o, incluso, en terreno negativo.
En sus carteras de bonos soberanos siguen infraponderados en JGB frente a los respectivos índices de referencia porque opinan que las medidas de estímulo puestas en marcha por el primer ministro Shinzo Abe (las famosas Abenomics) no han logrado acabar con el entorno deflacionario y las difíciles condiciones económicas que afectan al país. No obstante, aunque su visión estratégica para la clase de activo no sea positiva, nada les impide aprovechar tácticamente las oportunidades idiosincrásicas que puedan surgir, como en este caso.
Foto: Carlesc79, Flickr, Creative Commons. Wee-Tsen Lee y Pryesh Emrith se incorporan como selectores de fondos al equipo de Martínez-Sanjuán en Santander AM
Wee-Tsen Lee y Pryesh Emrith se han unido recientemente al equipo de selectores de fondos de Santander AM, liderado por José María Martínez Sanjuán desde Londres. El equipo mueve cerca de 50.000 millones de euros en activos entre Europa y Norteamérica, según ha podido confirmar Funds Society.
Estos profesionales, que estarán también en Londres, serán responsables de unos 6.000 millones de euros en fondos de terceros.
Wee-Tsen Lee se unió a la entidad en abril desde Barclays Wealth y sustituye a Daniel Piquet, responsable de selección de fondos de renta variable de EE.UU. y global. En Barclays Wealth, era gestor del equipo de bolsa de EE.UU. y controlaba la selección de gestores en el activo; previamente, trabajó durante ocho años en el equipo de multiestrategia de Russell Investment.
Pryesh Emrith entra como selector de fondos de renta fija estadounidense y global y fondos multiactivo, tras ser ascendido en la entidad. Sustituye a Saroosh Mansoor. Empezó su carrera profesional en 1998 en el equipo de rating de Extel perteneciente a Société Générale y recientemente, llevó el análisis de activos alternativos de un family office basado en Londres, según explica Citywire.