Foto: Pxhere CC0. Los inversionistas siguen apostando por las acciones estadounidenses
La encuesta a administradores de fondos de Bank of America Merrill Lynch de junio encontró que los inversionistas siguen apostando por las acciones estadounidenses. De hecho, el 64% de los encuestados respondieron que se encuentran positivos con las perspectivas de la región, un máximo de 17 años. Mientras tanto, las perspectivas de crecimiento global se mantienen estables en su mínimo nivel desde febrero de 2016, con tan sólo el 1% de los encuestados esperando que la economía mundial se fortalezca.
De acuerdo con Michael Hartnett, estratega de inversiones de la firma, «con perspectivas favorables para los beneficios empresariales, se está viendo un regreso a las acciones de los Estados Unidos». Sin embargo, las acciones del país liderado por Trump preocupan a los inversores, ya que dos de los tres principales riesgos tienen que ver con acciones del mismo. En primer lugar, el 31% de los encuestados ve una guerra comercial como amenaza al entorno actual, seguido de un error en política monetaria de la Fed o el Banco Central Europeo con el 26% y finalmente con el 23%, los encuestados identificaron como riesgo una crisis de la deuda europea o emergente.
En las decisiones de asignación de activos, vemos que el balance de efectivo sigue bajando a nivel mensual con un 4,8% en junio luego del 4,9% de mayo o el 5% de abril. Sin embargo se encuentra por debajo del 4,5% del promedio de diez años. Mientras tanto, la asignación a commodities ha alcanzado un máximo de ocho años, desde que el petróleo se encontraba en 105 dólares por barril. Sobre los sectores preferidos, la encuesta muestra que los inversores están abandonando sectores cíclicos como bancos, mercados emergentes y acciones de la eurozona para moverse a sectores defensivos y acciones estadounidenses. Las estrategias más usadas siguen siendo Largo en FAANG+BAT, así como Corto en treasuries estadounidenses y Largo en dólares.
Raymond Chan, CIO Equity, Asia Pacific. ¿Por qué es un error ignorar el mercado japonés? La respuesta está en la ESG y en las rentabilidades
Japón es la historia de inversión más difícil de toda Asia. Aunque algunos puedan argumentar que lo es China, debido a las dudas que genera entre los inversores y los sustos que los mercados se han llevado en algunos periodos en los últimos años, Raymond Chan, CIO de Renta Variable de Asia Pacífico en Allianz Global Investors, tiene muy claro que no es la respuesta correcta. “A veces hay noticias negativas que vienen de China, y es difícil convencer a los inversores para invertir en ese mercado, pero al menos hay un debate”, indica. Sin embargo, en el caso de Japón, ese debate a veces ni siquiera existe y resulta realmente complicado atraer el interés de los inversores, argumenta.
Pero su mensaje, en el marco de la 10ª Conferencia sobre Asia organizada por Allianz GI recientemente en Berlín con periodistas europeos, es precisamente la necesidad de no ignorar este mercado bursátil, por dos razones o historias interesantes que esconde el país del sol naciente: en primer lugar, el compromiso con la ESG, un gran tema en auge en Asia que lidera Japón; y en segundo término, porque el mercado ha ofrecido interesantes rentabilidades, no solo en términos de yenes sino también de euros. “El mercado bursátil ha obtenido rentabilidades tan buenas como otros mercados desarrollados, si no mejores. Y eso es algo a lo que muchos no han prestado atención”. Así las cosas, tanto por la capacidad de ganar dinero en este mercado como por su compromiso con la ESG, merece la consideración de los inversores.
El compromiso con la ESG
El experto explica cómo en Asia está mejorando el enfoque ESG en las inversiones, debido a varias fuerzas: las compañías, los reguladores, los inversores, la sociedad, los fondos de pensiones públicos… todos están más implicados en estos temas. “Aún hay muchos problemas en Asia en el ámbito medioambiental, social y de gobernanza pero también están ocurriendo cosas buenas”: por ejemplo, el fondo de pensiones nacional de Corea, con 123.000 millones de dólares, o lo que supone el 11% del mercado, adoptará un código de conducta en 2018, pues el país “ha mirado en la dirección de Japón”; además, Japón incluirá requisitos de diversidad por primera vez este año en el borrador de su código de gobierno corporativo; y Hong Kong conseguirá un regulador auditor independiente este año.
Incluso en mercados como China, defiende Chan, hay signos positivos que indican una mejora en la puntuación ESG y que impiden situarle por detrás de otros emergentes: “Hay algunas negativas percepciones sobre las compañías chinas”, pero el plan de reformas de las SOEs (empresas con una gran participación del estado) incluye, en las industrias estratégicas, el fortalecimiento a través de políticas de fusiones y adquisiciones y la mejora de la competitividad; y en industrias no estratégicas, la promoción de la competencia entre estas firmas y compañías privadas, entre otros temas.
En Japón, la gobernanza es un tema especialmente importante, con la mitad de las compañías cotizadas contando con liquidez neta en sus balances, y muchas con directores independientes en sus consejos, o con un gran reparto de dividendos (desde 2009, las compañías han hecho grandes reparticiones de dividendos entre sus accionistas, y recompras de acciones, una tendencia que Chan espera que continúe). Aunque aún queda mucho por hacer: por ejemplo, destaca, la proporción de empresas con gestoras femeninas es de solo el 13%.
La progresión en el país también es notable en los ámbitos medioambiental y social, añade.
Una rentabilidad atractiva
El segundo argumento para invertir en el país es su rentabilidad, pues, a pesar de sus problemas macroeconómicos, las diferencias con los mercados europeos han sido marginales.
“El mercado nipón ha estado ofreciendo interesantes rentabilidades, gracias al crecimiento de los beneficios empresariales y el reparto de dividendos”, dice Chan, descartando el re-rating frente a Europa y EE.UU. Como resultado, las valoraciones de este mercado se han mantenido casi intactas de 2012 a 2017, frente al encarecimiento de los otros dos mercados: “Toda la rentabilidad se ha debido a los beneficios y a los dividendos, de forma que Japón sigue cotizando con descuento frente a otros mercados desarrollados”, explica.
En cuanto a los beneficios empresariales, explica que han sido posibles gracias en parte al bajo yen, algo positivo para los exportadores. Y el retorno sobre el equity también ha crecido significativamente desde el 3% de 2012 al 9% actual: “El Gobierno estableció un código ético y además recortó impuestos, algo que supuso incentivos para las compañías e incrementó los retornos”, recuerda Chan.
Así pues, tras la burbuja de los 80 y la década perdida de los 90, se ha producido una vuelta a los fundamentales, en la que las rentabilidades vienen explicadas por los beneficios empresariales (el año pasado por los sectores de tecnología y materiales, y ahora esperan también un crecimiento de un dígito en los beneficios liderado por las compañías cíclicas domésticas).
El yen, el principal riesgo
Aunque Chan no excluye riesgos: el número 1 sería el yen, pues aunque el año pasado ya hubo un decoupling entre la divisa y el mercado, reconoce que con un yen demasiado fuerte podría haber problemas, porque Japón aún está muy orientado a las exportaciones. Pero, «si no hay un fuerte movimiento alcista de la divisa, el mercado debería hacerlo bien”, dice.
En resumen, la mejora de la tendencia ESG en Asia, liderada por Japón, junto con la buena marcha del mercado bursátil –a pesar de los problemas macro-, hacen que haya grandes oportunidades de stock picking en Japón, apostilla Chan. Y es que en Allianz GI es clave la selección de valores, y son inversores muy activos, con un active share mayor al 80%, y con los criterios ESG integrados en el proceso de inversión.
. El BCE compensa el fin del QE en diciembre con su decisión de no subir tipos hasta verano de 2019
El BCE ha puesto fecha, tal y como se esperaba, al fin del programa de compras de deuda pública y privada que ha sostenido a los mercados europeos tras la crisis financiera. El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo ha decidido que las compras continuarán siendo de 30.000 millones mensuales hasta septiembre, se reducirán a 15.000 millones a partir de entonces y concluirán a finales de diciembre de este año. Todo en línea con las previsiones.
La sorpresa ha estado en que también ha anunciado que prevé mantener los tipos de interés en sus niveles actuales al menos hasta el verano de 2019 y, en cualquier caso, tanto tiempo como sea necesario para asegurar que la evolución de la inflación «permanece en línea con las expectativas actuales de un sostenido ajuste» hacia su objetivo ligeramente inferior al 2%.
Los expertos coinciden en que sigue el tono acomodaticio del BCE, e incluso se ha profundizado, porque además reinvertirá la deuda que venza durante un periodo de tiempo tras el QE, de forma que la relajación cuantitativa seguirá, indirectamente, de esta forma. Pero sobre todo, por su decisión sobre los tipos, que sí ha sorprendido al mercado.
“La reunión del BCE celebrada el jueves se ha caracterizado por un tono bastante acomodaticio. Tal y como se esperaba, el BCE ha indicado cuándo pondrá fin a su programa de compra de activos. El anuncio se ve paliado por el hecho de que el volumen de compras no se verá reducido de forma drástica desde los actuales niveles de compra de 30.000 millones de euros mensuales hasta cero, sino que se reducirá primero a 15.000 millones de euros mensuales en el cuarto trimestre antes de que, en última instancia, se ponga punto final a las compras a finales de año. No obstante, cabe destacar que esta medida no supone el final de la relajación cuantitativa en Europa”, explica Wolfgang Bauer, gestor del fondo M&G (Lux) Absolute Return Bond. Y es queel BCE reinvertirá deuda en vencimiento durante un prolongado periodo de tiempo después de que terminen las compras de activos, “por lo que seguirá inyectando liquidez en los mercados europeos de renta fija durante el futuro inmediato, aunque a un ritmo muy inferior al de los últimos dos años”.
Sorpresas en los tipos
En el plano de los tipos, el BCE ha descartado de facto cualquier subida durante el primer semestre del próximo año. “Habida cuenta de que los datos económicos publicados recientemente son considerablemente más débiles que los del último semestre de 2017, las posibilidades de que tenga lugar una subida de tipos a principios de 2019 son ahora, en cualquier caso, exiguas, aunque el anuncio del BCE en la reunión de hoy ha eliminado todo rastro de ambigüedad”, comentan en M&G.
Azad Zangana, economista senior de Europa de Schroders, coincide en que “esto es más acomodaticio de lo que la gestora, y el mercado esperaban” y eso explica que, tras el anuncio, el euro haya caído frente al dólar, mientras las rentabildidades de la deuda pública también se están estrechando. Sin embargo, pone en duda la capacidad de mantener los tipos tan bajos tras el fin del QE: “Sospechamos que habrá crecientes tensiones en el BCE a finales de año, si la inflación sigue alta”, y podría revisarse la idea de mantener los tipos, advierte el economista.
“La sorpresa ha sido que Draghi se haya pre-comprometido a no subir los tipos de interés hasta septiembre de 2019 como muy pronto (manteniendo los tipos sin cambios ‘por lo menos durante el verano’). Esto es sorprendente por un par de razones. En primer lugar, el BCE pronostica ahora una inflación del 1,7% en todo 2018, 2019 y 2020. Para la mayoría, esto reuniría los requisitos para alcanzar su objetivo de ‘cerca de, pero por debajo del 2%’. En segundo lugar, extrapolando la caída constante del desempleo que la zona euro experimenta desde hace años, la tasa de desempleo volverá a los bajos niveles de 2007 para cuando el BCE suba tipos por primera vez en este ciclo”, dice Nick Peters, gestor de fondos multiactivo en Fidelity.
La respuesta instintiva de los mercados ha sido vender euros, lo cual puede ir a más, dice Peters. “La Eurozona no solo tiene que lidiar con una economía que ha llegado al máximo y tiene un desempeño inferior al de EE.UU., preocupaciones geopolíticas a medio plazo y precios más altos del crudo… ahora además puede que no llegue a tener tipos de interés positivos antes de la próxima recesión mundial, y entrar por tanto en esa recesión con muy poca munición”, dice, preocupado por la decisión sobre los tipos.
«El del BCE es un mensaje bastante cauteloso. Al decir que el Quantitave Easing terminará este año, pero sin señalar una cifra exacta de incremento de tipos al menos hasta el próximo verano, el señor Draghi está dando una mano y retirando la otra. En esta etapa, se ha comprometido a esperar, como poco, hasta la segunda mitad del año que viene para elevar tipos. Esto dará comodidad a los mercados pero tenemos que tener en cuenta que en este momento es solo una guía y no una garantía”, advierte Patrick O’Donnell, director de inversiones senior de Aberdeen Standard Investments.
Previsiones más negativas
Las razones para esta actitud cauta es que el BCE ha rebajado sus previsiones de crecimiento para este año, aunque cree que sigue siendo sólido, pero persisten “crecientes riesgos bajistas que emanan de la política global”, recuerda Zangana. También hay preocupaciones sobre si la recuperación en la inflación es sostenible.
“Draghi también ha sonado marcadamente negativo en los temas económicos, enfatizando los riesgos, la incertidumbre y la volatilidad del mercado financiero. Incluso ha dicho que las últimas previsiones del BCE, que muestran un crecimiento continuado por encima de la tendencia, se realizaron antes de recibir información negativa adicional. La ralentización en los datos de la Eurozona a comienzos de este año es clara, pero parece una reacción exagerada por parte de un banco central del que esperaríamos más firmeza en su perspectiva a medio plazo”, critican en Fidelity.
¿Menor credibilidad?
“La decisión del BCE fue un poco sorprendente y obviamente un compromiso bienorquestado. Los halcones tienen ya su fecha de finalización para el programa QE, aunque algo más tarde de lo esperado, diciembre de 2018. Las palomas tienen algo de dinero adicional del QE ya que el BCE reducirá a la mitad las compras mensuales de bonos a 15.000millones de euros de septiembre a diciembre, y ha garantizado que la primera subida de tipos está lejos, el BCE espera que los tipos de interés se mantengan sin cambios al menos hasta el verano de 2019. A diferencia de la Fed, que terminó ayer con sus anticipos informativos en un intento por crear más espacio para la flexibilidad, el BCE aún se mantiene en su rígido calendario. Cuanto más largo es el horizonte, menor es la credibilidad, por supuesto, especialmente a la luz del flujo de datos económicos bastante débil de la zona euro recientemente. Pero la ventaja desde la perspectiva del BCE es inmunizar sus decisiones de los acontecimientos políticos en, por ejemplo, Italia. Sus cartas están sobre la mesa, al menos hasta la primavera de 2019”, añade el economista jefe de Robeco, Léon Cornelissen.
Pixabay CC0 Public DomainStartupStockPhotos. El mercado de capital privado se activa, pero no está sobrecalentado
The Boston Consulting Group (BCG) considera que la industria de capital privado no ha alcanzado su punto máximo. Tradicionalmente, las empresas cotizadas han eclipsado a las empresas no cotizadas, pero eso no quita para que éstas hayan registrado un crecimiento continuo entre los inversores y hayan arrojado rendimientos muy competitivos.
“Los fundamentos del capital privado son fuertes, sin embargo, y creemos que la industria resistirá cualquier interrupción potencial y surgirá más fuerte que nunca», explican.
«Sin embargo, la empresa exitosa del futuro no tendrá el mismo aspecto que hoy en día. Los fondos deben replantearse cómo se organizan a sí mismos y encontrar el equilibrio adecuado entre la limitada experiencia en un sector o región determinada y los enfoques temáticos. También deben aplicar la tecnología digital a su propio modelo operativo y a las compañías en sus portafolios, y deben poner el talento adecuado en su lugar. Estas iniciativas requieren que las firmas inviertan en el futuro y se mantienen optimistas de que los mejores años de la industria están más avanzados que retrasados”, afirma el BCG.
Según la consultora, la industria continúa creciendo extremadamente rápido. “Los múltiplos de oferta promedio en Estados Unidos aumentaron drásticamente en 2017, a aproximadamente 12,5 veces el ebitda”, según PitchBook Data. Eso es más alto que los máximos históricos anteriores, que se alcanzaron antes de la crisis financiera. Las razones de apalancamiento, de cinco a seis veces el ebitda, también son preocupantes, ya que indican que hay un gran aumento en el número de inversores que buscan rendimientos.
“De hecho, los buenos retornos para la industria han atraído a nuevos participantes, que compiten por acuerdos y aumentan sus múltiplos, lo que hace que sea mucho más difícil mantener altos rendimientos en el futuro. A partir de enero de 2018, un récord de 2.296 fondos de capital privado se activaron en el mercado, buscando recaudar un total de 744.000 millones de dólares en capital, un aumento del 25% en comparación con enero de 2017. Al mismo tiempo, la cantidad de polvo seco entre las empresas de compra sigue en niveles récord: 628.000 millones de dólares a partir de finales de 2017”, afirman desde BCG.
A medida que continúe llegando dinero de los inversores institucionales, las empresas tendrán más dificultades para encontrar ofertas que cumplan con sus criterios de rendimiento. Muchos de ellos dependerán aún más de adquisiciones secundarias, lo que tiene el efecto de ralentizar el crecimiento de la penetración y hacer que la creación de valor sea aún más difícil.
Negocios innovadores
Lo que sí destacan desde BCG es que no cualquier tipo de empresa será capaz de atraer inversión privada, sino que este tipo de firmas tiene que reconsiderar sus modelos de negocio para acomodar su crecimiento a las nuevas tendencias de una economía global digitalizada y baja en carbono.
“Muchas empresas han realizado algunos cambios, pero la mayoría no han avanzado lo suficiente en la adaptación de sus modelos operativos internos. Esto está creando ineficiencias en su organización y tensiones entre sus rangos más altos. En cambio, las empresas deberán abordar tres aspectos del diseño de la organización: organizarse con el equilibrio adecuado, mejorar los procesos internos y adaptar los derechos de toma de decisiones y determinar las responsabilidades en toda la empresa”, señalan desde la consultora.
Foto: Alberto Carrasco, Flickr, Creative Commons. Las gestoras de pensiones aumentan exposición a bolsa de la zona euro en medio de las turbulencias
La encuesta de asignación de activos e inversiones de las pensiones privadas en España, elaborada por Fondos Directo, correspondiente al cierre del primer trimestre de 2018, y que se completó por parte de las gestoras de pensiones mayoritariamente entre finales de abril y primeros de mayo, revela un incremento de la asignación a renta variable de más de 2 puntos porcentuales y una reducción en renta fija por debajo del nivel del 50%.
Así lo explica Juan Manuel Vicente Casadevall, socio de Fondos Directo. “Previsiblemente y como apuntamos en el informe del trimestre anterior la corrección sufrida por las bolsas desde finales de febrero hasta primeros de abril ha sido un factor que ha sido visto como una oportunidad de compra por un buen número de gestoras”, explica.
El aumento de la exposición a renta variable hasta el 41% sitúa a ésta en máximos desde el año 2015. El incremento se concentra como pudiera esperarse en bolsa de la zona euro, desde el 23,9% hasta el 26,6%, máximo de varios años ya que sigue viéndose por los panelistas como el mercado bursátil más atractivo desde un punto de vista de valoraciones relativas. La exposición en otros mercados se mantiene estable o se reduce ligeramente, con la relativamente sorprendente excepción de la bolsa estadounidense, donde aumenta un poco.
No obstante, la lectura de los resultados a varias preguntas en la encuesta indicaría una mejora del sentimiento hacia este activo tras la corrección de marzo y una buena temporada de beneficios corporativos. Japón pierde atractivo e inversiones y los mercados bursátiles emergentes se mantienen bastante estables, con una mejora para los latinoamericanos.
Por el lado de la renta fija, explica Vicente, la reducción de la exposición global desde el 50,2% hasta el 48,6% “enmascara que la deuda de referencia para las gestoras de pensiones españolas, bonos de la zona euro, disfruta de un aumento de la exposición media agregada hasta el 44,1%, eso sí, recuperando sólo parte del camino perdido en el trimestre anterior. Los grandes perdedores son los bonos de tesoro norteamericano así como la deuda emergente que ven reducir sus asignaciones de forma significativa, probablemente al calor del temor a las subidas de tipos de interés. Destaca también que la deuda española, como la estadounidense, registran aumentos del porcentaje de gestores que dicen situarse infra ponderados”.
En términos agregados la renta fija sigue perdiendo atractivo como pone de manifiesto que ningún gestor de pensiones del panel declara situarse ya sobreponderado.
Estabilidad en activos alternativos
Por su parte, el posicionamiento agregado en activos alternativos se mantiene bastante estable respecto a trimestres anteriores y se registra una ligera disminución en la exposición a liquidez hasta un 4,7%. Se anticipan pocos cambios en esta asignación de activos a corto plazo (próximos tres meses), según el autor del estudio.
Las preguntas del trimestre acerca del sentimiento de las gestoras sobre activos alternativos ponen de manifiesto que las deudas privadas y el capital privado/riesgo son las clases de activo favoritas en estos momentos por encima del inmobiliario o las infraestructuras. El sentimiento más favorable es hacia el private equity con una tercera parte del panel planeando aumentar su exposición adicionalmente a sus posiciones actuales. Los resultados también revelan una intención de aumentar la asignación al capital riesgo en los próximos seis meses. “La recuperación de los buenos resultados de esta clase de activo en el último año y las ajustadas valoraciones en la renta variable cotizada pueden estar detrás de estos movimientos”, explica Vicente.
En lo que respecta a otros activos alternativos como los fondos hedge las gestoras de pensiones españolas continúan e intensifican su desapego. «Prácticamente la totalidad del panel no mantiene ya posiciones en fondos hedge puros y fondos de fondos hedge. Los fondos alternativos regulados con formato UCITs siguen siendo usados por casi la mitad del panel pero las perspectivas a futuro no son halagüeñas, con un 94% de los gestores informando que no van a aumentar su asignación en los próximos doce meses», dice el autor.
Los productos estructurados también siguen sin despertar interés con muy pocos gestores invirtiendo en ellos (un pobre y estable 12%) y sin perspectivas de incrementar exposición.
La ISR: datos mixtos
El apartado de ISR de la encuesta pone de relieve ciertos cambios en lo que respecta a clases de activo. La adopción de criterios ISR en renta variable se ve reducida mientras que aumenta sensiblemente en los activos inmobiliarios y alternativos.
Sigue destacando la acusada influencia de las consultoras en la adopción de políticas de ISR por parte de las gestoras de pensiones españolas y dentro del grupo minoritario que todavía no las adoptan en alguna medida, la falta de recursos y las dudas sobre el impacto en las rentabilidades son las razones más aducidas.
Pixabay CC0 Public DomainSaeedkebriya
. ¿Anunciará hoy el BCE el esperado cese del QE?
El mercado, los expertos y las gestoras esperan que el Banco Central Europeo (BCE) comience a preparar el fin de su programa de expansión cuantitativa (QE), durante su reunión de hoy en Riga. Los riesgos geopolíticos, las cifras macroeconómicas, la evolución de la inflación y el valor del euro siguen siendo los elementos que más le pesan al BCE a la hora de tomar una decisión.
Hoy, la entidad presidida por Mario Draghi discutirá principalmente el futuro de las compras netas de activos. “Salvo sorpresas, el BCE dará a conocer la articulación de una menor generosidad monetaria mediante el desmantelamiento del QE, que pasará de un volumen de compras de 30.000 millones euros al mes en octubre, a cero en el arranque de 2019, a razón de una reducción mensual de 10.000 millones euros mes”, explican desde equipo de inversiones de Imdi Funds.
Por eso, según Paul Brain, director de renta fija de Newton Investment Management, parte de BNY Mellon IM, “si el BCE planea detener o disminuir su programa de expansión cuantitativa a fines de septiembre, la reunión de junio sería un momento perfecto para comenzar a hacer que los mercados se sientan más cómodos con la retórica”. Desde Columbia Threadneedle Investments, esperan que esta que esta reducción sea “corta y con el programa finalizado para diciembre de este año”.
De tomarse la decisión, el mercado contaría con un nuevo calendario. “El escenario más probable es que utilicen esta reunión para discutir el tapering de su programa y acabarlo a finales de año y realmente lo anuncien en la reunión de julio. Así que podríamos obtener muchos detalles esta semana y el anuncio real sería el próximo mes”, afirma Patrick O’Donnell, gestor de inversiones senior de Aberdeen Standard Investments.
En opinión de Yves Longchamp, jefe de análisis de Ethenea Independent Investors, este primer paso terminará con una década de condiciones monetarias acomodaticias sin precedentes. “Uno de los puntos de interés principales será si habrá una actualización de la declaración de política monetaria en relación a la potencial primera subida de los tipos de interés”, añade Longchamp.
Actualmente, la política señala que los tipo de interés principales del BCE se mantendrán en los niveles actuales durante un largo periodo de tiempo, y más allá del horizonte del programa de compra de activos. Según Longchamp, “asumimos que esta frase no cambiará, dado que el BCE no tiene prisa por subir los tipos. Sin embargo, podríamos ver un cambio significativo en la comunicación si eliminan el término más allá de la declaración”.
Aun así en el sector se escuchan voces disonantes, como la de Juan Ramón Casanovas, gestor de en España del Banco Degroof Petercam, quien considera que el BCE podría retrasar un mes más el esperado anuncio del cese del QE. El motivo que argumenta son los últimos indicadores adelantados. “Aunque los datos macroeconómicos siguen apuntando a un crecimiento relativamente sólido, el BCE podría anunciar este jueves una rebaja en las previsiones de crecimiento para 2018 hasta el 2,1% desde el 2,4% anterior. Por el contrario, el repunte del precio del petróleo podría hacer revisar al alza los datos de inflación hasta el 1,4%. Si a esto le unimos la incertidumbre en Italia, podemos pensar que el BCE retrasará hasta la reunión de julio el anuncio del fin del programa de compras cuantitativas”, explica Casanovas.
Los riesgos en Italia y los últimos datos moderados de crecimiento en Europa también hacen a Geraldine Sundstrom, gestora de carteras y directora general en PIMCO, hablar de cautela por parte del banco central, si bien solo en lo que a la subida de tipos se refiere, que en la gestora esperan para finales de 2019. Sin embargo, sus previsiones dicen que el fin del QE llegará pronto (en septiembre o, una reducción gradual para terminar con los estímulos a finales de año).
¿Riesgos políticos?
Lo cierto es que en los últimos meses, los riesgos a los que se enfrenta la Unión Europea se han acentuado como, por ejemplo, la ralentización del crecimiento, el aumento del proteccionismo estadounidense y la agitación en Italia; por lo tanto es lógico esperar que el BCE se muestre cautela.
“No solo es poco probable que el banco central detalle la estrategia de salida para su política monetaria extremadamente acomodaticia, sino que el QE puede incluso extenderse. Esperamos que el consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) adopte un tono más cauteloso en su próxima reunión. Los indicadores económicos recientes han confirmado que la desaceleración del crecimiento de la zona euro continuó en el segundo trimestre, periodo que se espera sea uno de los más débiles de los últimos dos años”, dice Franck Dixmier, director global de renta fija de Allianz Global Investors.
Datos macroeconómicos
Junto con los riesgos políticos, los datos macroeconómicos son un factor a tener en cuenta. Los últimos indicadores adelantados publicados anticipan que las perspectivas económicas son algo menos favorables que a principios de año.
“El BCE debería aumentar las previsiones de inflación para 2018 y 2019, teniendo en cuenta las sólidas cifras de mayo y el alza del precio de las materias primas. Respecto al crecimiento, las previsiones podrían descender marginalmente tras los decepcionantes datos de los últimos tres meses”, señala François Rimeu, responsible de multiactivo y estratega senior de La Française AM.
Uno de los aspectos que más continúa preocupando a los gestores de activos es cuál será el efecto de la retirada del QE en el mercado, en la valoración de los activos y en el crecimiento de la eurozona.
En este sentido Mark Holman, gestor de TwentyFour AM, boutique de Vontobel AM, apunta que “es importante añadir que el balance de la institución mantendrá su tamaño y que los bonos que lleguen a su vencimiento serán reinvertidos. En cualquier caso, no hay dudas de que esto tendrá un impacto en la deuda soberana de la eurozona y que no será positivo, y dadas las turbulencias sufridas en Italia la semana pasada el timing, desde el punto de vista de los bonos italianos, no es ideal para la deuda soberana de Italia ni para el nuevo gobierno”.
Comparado con la Fed, el BCE viaja a una velocidad muy diferente: se encuentra en una fase muy anterior del ciclo de política monetaria, todavía está desarrollando activamente su programa de relajación cuantitativa y no se espera una subida de tipos en mucho tiempo. “Se podría decir que la reunión de junio ya ha empezado después de las declaraciones de la semana pasada de Peter Praet, el economista jefe del BCE, quien mostró confianza en la recuperación europea y aseguró que está justificada una retirada parcial de los estímulos. Los inversores podrían tener más datos esta semana, o tal vez tengan que esperar hasta julio o más adelante, pero en cualquier caso la opinión general es que el programa cuantitativo terminará este año. Por lo tanto, los mercados deberían centrarse en los tipos y las previsiones del BCE”, destaca Andrea Iannelli, director de inversiones de renta fija de Fidelity International.
Wikimedia CommonsJenny Johnson, presidenta y COO de Franklin Templeton Investments . Franklin Templeton Prepares to Position its ETF Platform in all Distribution Channels in Mexico
En su última visita a México, Jennifer M. Johnson, presidenta y COO de Franklin Templeton Investments destacó la importancia del país para la firma, que, independientemente del resultado de las elecciones, “somos muy optimistas sobre las posibilidades del mercado local”.
Su más reciente apuesta, la entrada al mercado de ETFs, presenta en México una oportunidad sin parangón: “México es muy interesante ya que los ETFs son más grandes que los fondos mutuos, creo que es el único mercado donde eso pasa”, comentó Johnson, quien cuenta con una línea de ETFs que incluye estrategias pasivas y de Smart Beta. “México es una gran oportunidad para la plataforma de ETFs de Franklin. Son geniales para todos los mercados, los fondos de pensiones, los institucionales, el cliente retail y vamos a buscarlos en todos los canales de distribución” añadió.
Por su parte, Hugo Petricioli, director de la firma para México y Centroamérica, mencionó que en todos los canales de sus clientes ha visto un fuerte apetito por los ETFs.
Respecto al cambio reciente en regulación, que permitirá a las afores invertir en fondos mutuos internacionales, Johnson comentó: “Tenemos la creencia de que la arquitectura abierta es lo mejor para el cliente y la progresión natural es invertir primero en el mercado local y luego voltear a ver al extranjero, además entre mayor incertidumbre dentro de un país [como la generada ante las elecciones presidenciales y la renegociación del NAFTA], a los inversores les gusta cubrirse con otras geografías”, añadiendo que cuentan con grandes portfolio managers tanto en la parte local como en el extranjero, así que ven a esta apertura como una oportunidad interesante.
En cuanto a la renegociación del Tratado del Libre Comercio de América del Norte, Johnson comentó que es posible que se tarde un poco más en llegar a su culminación pero que en general , “al presidente Trump le gusta usar las redes sociales e incitar en ellas, pero a la hora de ejecutar, es práctico y consideramos que al final será algo que tenga sentido y no será muy disruptivo”.
A pesar de esto, según Luis Gonzali, CFA, portfolio manager, el equipo de Franklin Templeton se encuentra cauteloso en su posicionamiento, buscando cubrirse frente a un alza global de inflación. Además y de acuerdo a Ramsé Gutiérrez, CFA, vicepresidente del equipo de renta fija en México, también se está buscando, siempre que el mandato lo permita, el reducir la duración de los portafolios de deuda, “ya que la prima por tiempo es casi nula actualmente”.
Aitor Jauregui, courtesy photo. Aitor Jauregui (BlackRock): "Growing Demand in Europe and Sustainable Investment will Make the ETF Market Grow Over the Next Few Years"
El negocio de ETFs sigue en aumento tras haber pasado tres años registrando cifras récord de crecimiento. Para Aitor Jauregui, responsable de negocio de BlackRock en Iberia, las perspectivas son mucho mejores aún a largo plazo: “Con un crecimiento medio anual durante los últimos años del 19%, desde BlackRock esperamos que en 2023 la industria de ETFs alcance 12 billones de dólares y 25 billones de dólares en 2030”.
Estas previsiones tan positivas también lo son para el mercado de ETFs en Europa que, en opinión de Jauregui, será “uno de los principales motores del negocio de fondos de inversión durante los próximos años”. Según explica el directivo y como muestra la encuesta Greenwich Associates European ETF Study –encargada por BlackRock–, los inversores institucionales europeos tendrán un papel destacado en este crecimiento ya que la media de su asignación a fondos cotizados aumentó un 10,3% de sus activos totales en 2017, desde el 7,7% de 2016.
“Los inversores institucionales europeos están ajustando sus carteras a un entorno más volátil, dada la vuelta de la volatilidad al mercado y el fin de estímulos de los bancos centrales. En este contexto, los inversores institucionales europeos han encontrado en los ETFs un vehículo de inversión que se adapta a sus necesidades”, señala Jauregui antes de profundizar en los datos que arroja esta encuesta y que se elabora a partir de las respuestas de 125 inversores –principalmente fondos de pensiones, gestoras y compañías aseguradoras–.
La encuesta muestra las tendencias que hacen que el negocio de ETFs marque una tendencia positiva en Europa. En primer lugar, se ha registrado un aumento en el uso de los ETFs smart beta que, actualmente, reconoce usar el 50% de los encuestados. En segundo lugar, existe una mayor demanda de ETFs por parte de los fondos multiactivo; de hecho, el 79% de los gestores reconoce usarlos, así como su intención de aumentar su uso durante el próximo año.
Por último, la encuesta arroja dos tendencias más: el uso de ETFs de renta fija es una fuente de crecimiento del universo ETFs y existe un efecto impulsor para este negocio por parte de la inversión socialmente responsable (ISR). Sobre esto último, destaca que el 50% de los encuestados reconoce haber invertido parte de su patrimonio siguiendo criterios de inversión sostenible.
(Gráfico expectativas de cambio pág 5)
Lo atractivo de los ETFs
Estás cuatro tendencias son, para Jauregui, “fuentes del crecimiento del mercado de ETFs a futuro”. Y serán un motor porque los inversores institucionales europeos aprecian el valor que aporta este vehículo en su cartera. Por ejemplo, según acredita la citada encuesta, los ETFs se usan para sustituir inversiones directas, como bonos, acciones o derivados. La encuesta apunta que el 50% de los encuestado afirma utilizar ETFs para sustituir derivados frente al 30% que así lo reconocía el año pasado.
En este sentido Jauregui destaca que, con independencia de cuál sea el entorno económico, los inversores valoran positivamente las características que ofrecen. “En Europa, en particular, creo que la implementación de MiFID II hace que los inversores institucionales aprecien más la transparencia, el coste y la sencillez operativa que tienen. Esto también va a ser un argumento que va a sostener su crecimiento en los próximos años”, matiza.
Si hablamos en términos de estrategias, los ETFs que más interés despiertan entre los inversores institucionales europeos son los de mínima volatilidad, los de dividendos, los de factores y, por último, las estrategias multifactorales.
Por último, si este mismo ejercicio de análisis se realiza por asignación de activos, la encuesta muestra que la renta fija es el tipo de activo donde más margen de crecimiento van a tener los ETFs. “En el caso de los ETFs de renta variable, el 86% de los encuestados reconoce usarlos y el 43% espera incrementar su uso a lo largo de 2018. En renta fija, el 65% espera invertir en este tipo de ETFs frente al 48% que registró la última encuesta. De nuevo, los principales criterios de los inversores institucionales europeos a la hora de decantarse por su uso son: su liquidez, su coste, su desempeño y, por último, la elección y composición del índice al que sigue.
Los debates del sector
En mitad del fuerte desarrollo que está viviendo este mercado, el sector se enfrenta a dos debates: un posible sobrecalentamiento en el mercado de ETFs y la discusión entre gestión activa y gestión pasiva. En ambos casos Jauregui tiene una sólida posición que defiende con coherencia. “Está claro que el peso de los ETFs en el conjunto del mercado y de los activos que hay supone una parte muy pequeña como para que su comportamiento afecte a la marcha de los mercados subyacentes”, señala en relación al primer debate.
Respecto al segundo debate, Jauregui argumenta que el planteamiento de dos tipos de gestión enfrentada no tiene ningún sentido. “Creo que toda decisión de inversión es una decisión activa, incluso cuando un gestor opta por usar un vehículo indexado en su cartera. Desde BlackRock consideramos que hemos de pensar en la gestión indexada como un elemento más a la hora de gestionar el capital de nuestros clientes y de ofrecer soluciones de inversión”, destaca.
Y mientras el sector está con estos debates abiertos, BlackRock ha tomado ventaja sobre todos sus competidores y se ha convertido en el proveedor líder del mercado europeo en cuanto a ETFs. Según muestra la encuesta, el 91% señala a iShares su principal proveedor.
(Gráfico de proveedores pág15)
En este sentido, la gestora considera que va por buen camino. “Seguiremos trabajando en nuevos lanzamientos, pero siendo siempre muy selectivos sobre las soluciones que ponemos en el mercado y apostando por los índices sin apalancamiento y sin usar derivados. Igualmente, nos centraremos en los ETFs smart beta y de factores. El interés es muy generalizado por parte de los inversores, pero creemos que los gestores de estrategias multiactivo son inversores potenciales muy interesantes. A largo plazo, también nos centraremos en las tendencias que observamos, como los ETFs de renta fija y la inversión socialmente responsable”, concluye Jauregui.
Foto: DanNguyen, Flickr, Creative Commons. El optimismo lleva a la Fed a acelerar el ritmo de subidas de tipos en 2018: ¿un enfoque demasiado agresivo?
La Fed se adaptó ayer al guión esperado y no defraudó con su decisión de subir los tipos de nuevo en un cuarto de punto, hasta dejar el precio del dinero en EE.UU. en una banda de entre el 1,75% y el 2%. Es su séptima subida desde 2015 y no será la última de este año: frente a las previsiones de tres subidas en 2018 –lo que, tras las dos ya efectuadas, dejaría margen para un alza más-, la Reserva Federal indicó que realizará dos subidas más hasta finales de año (posiblemente una en septiembre y otra en diciembre), debido a la aceleración que ve en la economía. Y mantiene las previsiones de tres subidas adicionales en 2019 y una en 2020 hasta llegar a un nivel de tipos en el 3,25%-3,5%.
“Esto se enmarca en un cuadro macro que la Fed ha revisado al alza para 2018, tanto en términos de crecimiento como de inflación: un crecimiento del PIB en 2018 del 2,8% (1 décima más de lo esperado), y en 2019-2020 con crecimientos del 2,4% y 2%, respectivamente. Además, espera que la tasa de paro se reduzca hasta el 3,6% en 2018 (cuando la anterior estimación era del 3,8%) y que baje al 3,5% en 2019 y 2020. En cuanto a las previsiones de inflación, las revisa al alza hasta el 2,1% en los tres años 2018-2020 frente a las previsiones anteriores de 1,9%, 2% y 2,1%”, explican desde Renta 4. También destacan que Jerome Powell ha decidido realizar cuatro conferencias de prensa anuales (en lugar de dos), con el fin de estar más cerca del mercado a lo largo del proceso de normalización monetaria.
La decisión de acelerar la subida de tipos está agitando ligeramente los mercados, aunque el guión se mantiene. “La subida de tipos no ha sido una sorpresa para nadie, pero las variaciones que ha hecho la Fed en el forward guidance han provocado más agitación en el mercado. El Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) está señalando dos subidas de tipos más este año y ha eliminado su ya histórica señal a los mercados de que los tipos se mantendrán durante un tiempo por debajo de los niveles que se esperan para el largo plazo. Esto refleja el robusto contexto de crecimiento doméstico, que está siendo fermentado por los estímulos fiscales en esta fase tardía del ciclo”, añade James McCann, economista Global de Aberdeen Standard Investments.
“A pesar de las fricciones comerciales, tanto nosotros como la Fed esperamos que el crecimiento persista por encima de la tendencia al menos este año, que el desempleo caiga un poco por debajo de su ratio natural de largo plazo y que la inflación llegue el próximo año al objetivo de la Fed. En este contexto, la Fed sigue anticipando que logrando y sosteniendo su objetivo dual (la estabilidad de los precios y el logro del máximo empleo) posiblemente tendrá que reducir más su política acomodaticia, y en último término eliminarla”, dice Stefan Kreuzkamp, CIO de DWS. Con esa base, en la gestora esperan más subidas de tipos graduales en los tipos y reducciones en el balance del banco central estadounidense. “Todavía queda por ver si esto será suficiente para mantener controlada la inflación, con la necesidad de un proceso de subidas más aceleradas también en 2019. En cualquier caso, el presidente de la Fed, Powell, también intentará mantener el entusiasmo de los mercados”, explica.
Tim Foster, gestor de renta fija de Fidelity, también señala que la Fed se ha escudadoen la fortaleza de la economía estadounidense, con una inflación próxima al objetivo, y a la buena salud del mercado laboral. “No queda rastro de aquella postura de cautela por la que se consideraba que los tipos de los fondos de la Fed estaban por debajo de su nivel de equilibrio a largo plazo. Las previsiones están ahora más equilibradas, la atención sigue centrada claramente en los datos publicados y éstos justifican tipos más altos, como señaló Powell durante la rueda de prensa, que fue alcista en todos los frentes”. El experto destaca que la estrategia de comunicación de la Fed también está cambiando: “La declaración fue mucho más breve y simple que en los últimos tiempos, tal vez en respuesta al estilo más directo de Powell comparado con el de Yellen. A partir de enero, la Fed celebrará una rueda de prensa después de cada reunión mensual, frente al calendario trimestral que maneja en estos momentos. El hecho de celebrar ruedas de prensa mensuales da a la Fed más flexibilidad para alterar su política como considere oportuno, pero también podría hacer que el mercado “viviera” todas y cada una de las reuniones, lo que aumentaría la volatilidad de los tipos”, añade.
“No obstante, el aumento de la incertidumbre en los planos macroeconómico y político y la paulatina retirada de la liquidez a escala global plantean numerosos retos de gran complejidad para los responsables políticos en relación con la trayectoria a largo plazo de la política monetaria”, comenta Rick Rieder, director de inversiones de renta fija global y cogestor del fondo BlackRock Fixed Income Global Opportunities (FIGO), que también destaca el mensaje “con un tono ligeramente restrictivo” de la Fed. “Desde el prisma de la inversión, creemos que los tipos de interés pueden subir ligeramente desde el nivel actual, con un mayor deterioro de los precios en los productos centrados en los tipos de interés a más largo plazo”, añade.
¿Demasiado agresiva?
“El lenguaje en la nota de prensa es decididamente más hawkish que en marzo”, apunta Nitesh Shah, analista de Wisdom Tree, que habla de la apreciación en dólar y del oro, ante la amenaza de una mayor inflación. “Después de todo, la Fed está simplemente ajustándose al mercado en la trayectoria de tipos”, apunta.
Además, algunos expertos critican lo que ven como una mayor agresividad de la Fed, que debería ampliar sus objetivos de inflación: “A pesar de los testimonios frecuentes que destacan el objetivo de inflación simétrica durante el ciclo, el FOMC continúa tratando la inflación del 2% como un techo más que un objetivo. En este punto del ciclo, creo que no solo es aceptable, sino que de hecho es deseable, sobrepasar significativamente el objetivo de inflación del 2%. En este contexto, creo que el enfoque de la Fed hasta la fecha es probablemente demasiado agresivo a pesar del toque aparentemente suave”, dice Ron Temple, director de Renta Variable de EE.UU. de Lazard Asset Management.
En Schroders creen que la Fed acabará siendo menos agresiva de lo que dice en los próximos años. Así, el economista jefe de Schroders, Keith Wade, considera que las perspectivas de subir tres veces los tipos en 2019 y una en 2020 son más hawkish de lo esperado (ellos esperan dos el año próximo, y que la Fed pare una vez los tipos alcancen el 3%). “El efecto conjunto de unos tipos más altos y unos menores estímulos fiscales deberían bastar para hacer que la Fed pause su ciclo de subidas. Esperamos que la economía se desacelere en la segunda mitad de 2019, de forma que el 3% sería el pico. Ahora, los mercados han de absorber unas mayores restricciones monetarias a corto plazo, mientras la Fed da un paso más cerca de la normalización”, señala.
Reacción de los mercados
Los mercados reaccionaron rápidamente al tono alcista de la declaración y la rueda de prensa: los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. subieron entre 3 y 4 puntos básicos y la curva se aplanó. “De ahora en adelante, el camino más fácil sigue siendo la subida de los rendimientos, sobre todo en el extremo corto de la curva, siempre y cuando los datos estadounidenses sigan respondiendo”, dicen en Fidelity.
Desde Newton IM, son más cautos con los datos y explican que el mercado de renta fija no es tan optimista como la Fed en sus previsiones económicas. “Aunque la vez subió tipos como se esperaba, los mercados se han asustado por las indicaciones de un mayor ritmo de subidas al previsto. La renta variable cayó en EE.UU. y Asia. Sin embargo, el aplanamiento de la curva sugiere una expectativa de que la economía se ralentizará”, comenta Paul Flood, gestor de Multi-Asset Income en Newton Investment Management, parte de BNY Mellon Investment Management. “El mercado de bonos parece estar en desacuerdo con la visión de la Fed de que todo es fantástico, con el mercado de futuros indicando un menor ritmo de subidas de tasas”.
En este contexto, Witold Bahrke, responsable senior de estrategia macroeconómica de Nordea Asset Management, se plantea si es buen momento para comprar deuda pública estadounidense, después de que los bonos del Tesoro estadounidense a diez años cruzaran el importante umbral psicológico del 3% en el segundo trimestre: su nivel más elevado en cuatro años. ¿Plantea esta situación una oportunidad de compra o una situación de riesgo?, se pregunta. “Habida cuenta de estos niveles críticos y del repunte de la inflación en EE.UU., no es de extrañar que los inversores se muestren preocupados por una subida vertiginosa de los tipos. Sin embargo, el reciente aumento de los rendimientos se debe principalmente a factores cíclicos. El contexto macroeconómico estructural no ha cambiado demasiado. El argumento de inversión a largo plazo a favor de unos rendimientos en niveles reducidos permanece intacto. Incluso en términos cíclicos, el respaldo para el aumento de los rendimientos está perdiendo fuerza, dado que el dinamismo económico a escala mundial se encuentra en proceso de tocar techo. Si bien es considerablemente difícil determinar cuándo han alcanzado los rendimientos su punto álgido, el contexto actual nos hace pensar que gran parte de las fluctuaciones en los tipos ya han tenido lugar. Al mismo tiempo, el potencial de las valoraciones y la rentabilidad ha mejorado ostensiblemente”, comenta.
Tras la Fed, las próximas citas están en Euroa y Japón, que podrían sorprender a los mercados si deciden retirar sus programas de QE. “Una Fed confiada que ha subido tipos y promete hacerlo más de lo esperado y un cauto BCE que deje los tipos en cero justificarán más debilidad del euro frente al dólar en los próximos meses”, añade David Kohl, economista jefe de Divisas de Julius Baer.
El Consejo de Administración de Cecabank ha nombrado a Manuel Azuaga presidente de la entidad.
Tras la renuncia de Antonio Massanell el pasado diciembre, Azuaga asumió como vicepresidente las funciones de la presidencia. Ahora, una vez culminados los trámites de idoneidad previstos en la normativa vigente aplicable a las entidades de crédito, el Consejo ha formalizado su nombramiento como presidente.
Manuel Azuaga es miembro del Consejo de Administración de Cecabank desde el año 2013.
Cecabank es un banco mayorista que presta servicios financieros y tecnológicos a otras entidades financieras y corporaciones. Este año ha recibido, por segundo año consecutivo, el premio Best Custodian Bank, otorgado por la revista Global Banking and Finance Review, por su liderazgo en la actividad de depositaría de instituciones de inversión colectiva y fondos de pensiones.