Convertir las desventajas de los ETFs de renta fija en una oportunidad: la propuesta de Thede Rüst
| Por Fórmate a Fondo | 0 Comentarios

Los ETFs de renta fija son menos populares que los de renta variable, entre otros motivos, por la rotación en los índices subyacentes que hacen que sean muy difíciles y costosos de replicar al 100% y por tanto su rentabilidad comparada con el índice se vea mermada. Este efecto conocido como tracking error o replication error ha sido transformado por Nordea AM en una oportunidad a través de sus “Enhanced strategies” cuya filosofía nos cuenta en detalle, Thede Rüst Head de Emerging market debt the Nordea AM.
“Hemos identificado que la rotación en los índices limita la rentabilidad en la gestión pasiva, por lo tanto, lo que hacemos nosotros es aprovechar esta rotación de cartera para tomar posiciones activas y que no exista ese lastre de trading”. El objetivo de rentabilidad de las dos estrategias, en moneda fuerte y local, es de 50 pb sobre el índice de referencia. Algo que, según Rüst, está adecuado a su perfil de riesgo: “Básicamente tenemos una solución de bajo riesgo, pero eliminamos los inconvenientes de la solución pasiva y esa es nuestra filosofía”.
Los casos de Ruanda, Egipto y Argentina
Varias son las ideas y posiciones que se mantienen actualmente distintas del índice. Ruanda es un claro ejemplo de una de ellas: “Ruanda no forma parte del índice porque su bono tiene un tamaño de 400 millones de dólares y para ser parte del índice el tamaño mínimo es de 500 millones de dólares. Establecimos la correlación de Ruanda con otros activos subsaharianos que forman parte del índice y llegamos a la conclusión que Ruanda tiene un mejor perfil de retorno ajustado al riesgo. Entonces lo que hicimos fue reducir nuestra exposición en otros nombres subsaharianos e introdujimos Ruanda como una operación de valor relativo”, explica Rüst.
Egipto ha sido otro de sus recientes casos de éxito. “La administración egipcia está llevando a cabo el tipo de reformas que se nos gustaría ver en países como Brasil. Egipto es un nombre high yield, hemos invertido en letras egipcias en moneda local y ha sido una buena inversión”, afirma Rüst.
Otro ejemplo es Argentina donde actualmente mantienen una posición neutral mediante la inversión en la divisa y no directa en bonos por su elevado coste de negociación asociado. “Este es otro ejemplo de una operación que un ETF no haría. Estamos reemplazando los riesgos y es una forma de evitar los costes de transacción”, explica Rüst. Aclara además que mantienen una posición neutral en el país porque el resultado de las próximas elecciones es muy binario y prefieren alejarse de este tipo de situaciones.
La vertiente activa de la gestión pasiva
Por el lado contrario, esta vertiente activa de su gestión se traduce en reducir su exposición o eliminar nombres de su cartera por motivos de rentabilidad o criterios de ESG. Por ejemplo, están cortos en Venezuela por razones humanitarias, pero, además, no coinciden con la visión de muchos en el mercado que estiman que los bonos venezolanos podrían llegar a cotizar a 50 céntimos de dólar desde los 28-30 céntimos de dólar actuales.
“Esta expectativa se basa en la simple asunción de que es el segundo país del mundo con mayores reservas petrolíferas, pero lo están explotando tanto que pondría en duda esta afirmación. Creo que mucha gente es demasiado optimista con respecto a la tasa de recuperación de los bonos venezolanos”, concluye el gestor.
Turquía es otro país en el que han reducido su exposición recientemente debido a la excesiva relajación en su política monetaria forzada por Erdogan para impulsar la economía. “El banco central está manteniendo demasiado dinero en el sistema lo que da lugar a que los bancos turcos se apalanquen demasiado y tengan problemas cuando se deprecia la lira para hacer frente a su deuda en dólares de una forma fácil. Es una crisis que nos preocupa mucho”, explica Rüst.
Criterios ESG y Arabia Saudí
Desde el punto de vista de la aplicación de criterios ESG en sus decisiones de inversión su postura frente a Arabia Saudí es quizá el más representativo. “No nos vemos recompensados por los riesgos asumidos en Arabia Saudí como estado. Básicamente por la guerra en Yemen y el reciente asesinato de estado encubierto. No participamos en la emisión de Aramco, una operación de gran tamaño de un productor de petróleo propiedad del estado y que fue varias veces sobresuscrito, porque no vemos recompensado el riesgo a largo plazo asociado al comportamiento del país”, aclara Rüst.
Con respecto a la evolución reciente del mercado de deuda emergente, Rüst señala que después de un año 2018 con rendimientos negativos, el primer trimestre del año comenzó con una importante recuperación tras las declaraciones de la Fed de mantener los tipos de interés bajos por más tiempo. Esto se tradujo en un aumento en el apetitivo de activos con riesgo.
No obstante, el equipo de Nordea EMD se muestra ahora preocupado por el continente europeo y por cuáles van a ser las fuentes del crecimiento mundial en el futuro: “Observamos que China estaba, durante el final del año pasado y primer trimestre de este, empezando a estimular su economía y estaban haciendo lo correcto para impulsar la compra de activos de riesgo, pero entonces Trump entró en escena. La retórica de la guerra comercial ha vuelto a empezar y es algo de lo que preocuparse. Los spreads se han ampliado, pero no de forma agresiva. Hubiéramos esperado más, pero puede deberse a que el mercado está esperando, aunque sí hemos visto una reacción”, explica Rüst.
En lo que se refiere a su propia estrategia, desde que ha vuelto el ruido de la guerra comercial, su reacción ha sido cubrir sus carteras: “Hemos vendido divisas asiáticas y comprado dólares porque pensamos que están muy expuestas al conflicto comercial”, concluye Rüst.