Tipos de interés, divisas y commodities: tres variables que explican el comportamiento de la deuda emergente en moneda local
| Por Beatriz Zúñiga | 0 Comentarios

La mayoría de los gestores reconocen que los inversores tienen un freno a la hora de plantearse su exposición a activos emergentes. Pese a que la mayoría reconoce que los fundamentales en estos países han mejorado, los inversores siguen interpretando estos mercados como un área con mucho más riesgo político y complejos de entender. Una tendencia que se acentúa cuando además hablamos de invertir en deuda en divisa local.
Esta misma opinión sostiene Federico García Zamora, managing director y responsable de deuda emergente de Mellon, parte de BNY Mellon IM, y gestor de BNY Mellon Emerging Markets Debt Local Currency Fund. Tras seis años en Mellon, García reconoce que el feedback que recibe cuando se reúne con clientes le hace pensar que, habitualmente, se interpreta que esta clase de activos está determinada por lo que pasa en los países en los que invierte más de lo que ocurre fuera.
“Creo que la inversión en activos emergentes tiene muchos mitos alrededor y que el inversor no termina de entender bien estos mercados. En realidad es a la inversa. Si miramos la historia de esta clase de activos, que son relativamente nuevos en el mercado, vemos cómo dos tercios de la volatilidad que han experimentado está explicada por motivos externos. Y me refiero a bonos locales en moneda local en países como Brasil, Chile, Polonia, Rusia, Argentina, Turquía, Colombia, Tailandia, India o Malasia”, sostiene.
Según explica García, en Mellon han desarrollado un modelo de evaluación para estimar cuál es el retorno de este tipo de activos y en el cual han introducido tres factores externos que, insiste, “explica dos tercios del comportamiento de esta clase de activos”. Estas tres variables son: las tasas de interés en países core como Estados Unidos, Japón y Europa, el precio de las commodities y el tipo de cambio del dólar frente al euro.
De acuerdo con el modelo de la gestora, en 2018, la deuda emergente en moneda local sufrió una mayor corrección de lo que los factores tradicionales podrían explicar, por lo que este experto considera que esta corrección se vio magnificada por el propio comportamiento de los inversores que estaban expuestos a este tipo de activo.
Reconoce que estos factores no lo son todo, pero sí “una parte significativa de toda la batalla” que los inversores y los gestores deben de tener en cuenta a la hora de valorar qué oportunidades pueden encontrar en su exposición al mercado de deuda emergente en moneda local. La firma ha materializado su visión y enfoque sobre esta clase de activos en el fondo BNY Mellon Emerging Markets Debt Local Currency.
“Para los gestores de “asset allocation” me parece mucho más útil tratar de entender estas tres variables, que acertar lo que va a hacer, por ejemplo, Erdogan en Turquía o Bolsonaro en Brasil. Capturar una buena parte del comportamiento de este activo, si logras entender estas variables. Nuestra especialidad como Mellon es entender esta clase de factores, entre otros”, afirma.
Perspectivas de mercado
Según la experiencia de su equipo, la perspectiva para estas tres variables es positiva. “El euro va a subir, las commodities van a subir y las tasas globales no se van a mover mucho, básicamente por el cambio de dirección que han mostrado los bancos centrales y por la ausencia de inflación. Todo esto va a ayudar a esta clase de activos que, aunque está categorizada dentro de la renta fija, muchas veces tiene retornos que son más parecidos a la renta variable debido al componente de la divisa. Creo que en el entorno actual, esta clase de activo puede ofrecer retornos superiores a cualquier otro activo de renta fija”, explica.
Una de las razones que García argumenta para defender que “soplará viento a favor” para esta clase de activos es porque espera una apreciación del euro. “Pese al caos político de Europa, las razones para esperar una apreciación del euro son dos: una es estructura y otra es cíclica. Respecto a lo estructural, hay que tener en cuenta que en el caso de las monedas desarrolladas revierten a la media por razones económicas, y más en un momento en el que el dólar está caro, los factores fundamentales se van a deteriorar y la gente está sobreexpuesta al dólar. En lo referido al motivo cíclico es sencillo: los factores cíclicos se están dando la vuelta”, explica.
En este sentido, García señala que las oportunidades que ve en el mercado de deuda emergente va muy en línea con la visión que tienen de las divisas. “Me gustan los países del este de Europa, como Polonia o República Checa que aunque no suenan muy sexy, con un euro apreciándose sus monedas van a tener mucha trayectoria. También países que dependen de la producción de petróleo, ya que consideramos que esta materia prima va a seguir subiendo por voluntad política, como Rusia, que es uno de los países más baratos ahora mismo, o Colombia”, concluye.