Pixabay CC0 Public Domain. El mercado inmobiliario español sigue al alza
La evolución del mercado inmobiliario español en 2019 sigue siendo positiva, según el índice Deutsche Hypo Reecox. De hecho, la ligera subida del 0,5% experimentada en el tercer trimestre de 2019 ha dejado el Reecox con 199,0 puntos. Se trata de una evolución favorable en comparación con los demás mercados europeos, teniendo en cuenta que el Euro-Score lleva ya dos trimestres consecutivos registrando un ligero retroceso y ha cerrado el tercer trimestre con 229,2 y una caída del 1,5% frente al trimestre anterior.
“El índice Reecox del tercer trimestre refleja muy bien la situación actual del mercado inmobiliario español, pues, aunque casi todos los indicadores económicos siguen siendo favorables, se mira al futuro con una cierta inquietud. Muchos actores del mercado se preguntan cuándo va a acabar este ciclo e intentan prepararse ya lo mejor posible para lo que pueda venir”, apunta María Teresa Linares Fernández, directora de la oficina de Representación de Deutsche Hypo en Madrid.
El índice Reecox refleja trimestralmente la evolución registrada en los mercados inmobiliarios de Alemania, Francia, Gran Bretaña, Polonia, España y Países Bajos. Para ello, calcula valores para cada uno de los seis países basados en cinco variables de entrada. En España, estas variables son el IBEX 35, el índice inmobiliario ES BCN 5 Property, el índice de clima económico “Economic Sentiment Indicator” (ESI) de la Comisión Europea para España, los tipos de interés del BCE y los tipos de interés de los bonos estatales españoles a diez años.
La ligera tendencia al alza registrada en el mercado inmobiliario español se debe principalmente a la dinámica positiva de las acciones del índice inmobiliario español ES BCN 5 Property, que ha cerrado el tercer trimestre con 1.186 puntos y una subida de aproximadamente 7,9%. Igual de positiva ha sido la evolución del índice español IBEX 35, que, en comparación con el trimestre anterior, ha registrado una subida del 0,5% llegando a los 9.244 puntos actuales. En cambio, el clima económico español que refleja el ESI ha sufrido una ligera caída del 0,6% y ha cerrado el trimestre con 104,2 puntos.
“La fase de intereses bajos está perdiendo su carácter transitorio y está adquiriendo carácter de continuidad. Esto es lo que diferencia a este ciclo de cualquier otro ciclo anterior –y esto es precisamente lo que provoca desconcierto-”, destacó Linares.
En su primer análisis de 2020, Consultatio considera que la bienvenida que le ha dado el mercado al nuevo gobierno argentino ha sido muy buena. Los retornos en dólares de las distintas clases de activos desde el 9 de diciembre son, en la mayoría de los casos, superiores a un dígito. La magnitud de esta corrección de mercado gatilla un cuestionamiento entendible sobre la sostenibilidad de la suba en el corto/mediano plazo.
José M. Echagüe, estratega, y los analistas Francisco Mattig, Federico Bruno y Erik Schachteranalizan en un nuevo reporte la perspectiva de los activos argentinos con un horizonte de seis meses.
“Creemos que hay argumentos para pensar que la buena a la performance reciente de los activos argentinos todavía le queda recorrido: tanto los fundamentos, como las valuaciones e incluso factores técnicos apuntan en esa dirección. Las acciones de bancos y energía son los instrumentos más atractivos, seguidos por los bonos en pesos de la parte corta. Creemos que los bonos soberanos en dólares no tienen un potencial tan elevado desde estos niveles, aunque preferimos los más cortos y bajo ley internacional”, señalan los especialistas de Consultatio.
La intención explícita del gobierno argentino de armar una curva en pesos y las nuevas licitaciones que se llevaron a cabo dieron un aire de optimismo a la deuda en pesos, que fueron la estrella de este período.
El Bopomo tuvo un retorno superior al 100% en dólares, por ejemplo. Los bonos Badlar, CER y Botes le siguieron, mientras que las Lecaps subieron “solo” 30% porque que ya se encontraban operando a una paridad mayor. Los bonos en dólares subieron poco menos de 15%, levemente por encima del movimiento de las acciones: el Merval en dólares subió 10%, liderado por los bancos (+18% en dólares). Lo que peor rindió fue el crédito provincial y corporativo, esperable dado que muchos bonos se encuentran operando a paridades muy superiores al soberano.
Los analistas señalan que la magnitud de esta corrección de mercado gatilla un cuestionamiento entendible sobre la sostenibilidad de la suba en el corto plazo/mediano. Las preguntas que surgen son variadas: ¿puede revertirse en el corto plazo la performance de diciembre?; en caso de continuar el rally, ¿hasta dónde puede llegar?; ¿de qué depende y cuáles son los riesgos?; ¿qué clases de activos son las más atractivas?
“Creemos que hay argumentos para pensar que a la buena performance reciente de los activos argentinos todavía le queda recorrido con una perspectiva de algunos meses: tanto los fundamentos, como las valuaciones e incluso factores técnicos apuntan en esa dirección. Las acciones de bancos y energía son los instrumentos más atractivos, seguidos por los bonos en pesos de la parte corta (vencimiento antes de abril/mayo 2020). Creemos que los bonos soberanos en dólares no tienen un potencial tan elevado desde estos niveles, aunque preferimos los más cortos y bajo ley internacional (la caída de la ley local de las últimas semanas todavía no justifica la preferencia por esta jurisdicción). Nos mantenemos neutrales en crédito provincial y corporativo (amén de algunas oportunidades puntuales en cada universo)”.
Desde Consultatio piensan que el principal riesgo es la ejecución de la renegociación de la deuda en un contexto donde el mayor precio de los bonos vuelve más exigente a los bonistas, y eso podría retrasar el acuerdo. Con la caída de esta última semana, este argumento pierde un poco de fuerza, pero sigue bastante vigente (recordar que, desde que asumió Fernández, los bonos subieron 15%). La tentación de impulsar el gasto público en un escenario donde la actividad económica no repunta también es un riesgo, ya que el ancla fiscal de Guzmán explica gran parte del reciente optimismo.
Los analistas desarrollan cada uno de los argumentos que fundamentan nuestra visión constructiva sobre la perspectiva de los precios de activos argentinos para los próximos meses:
Argumento 1: el rally reciente de Argentina se enmarcó en una suba generalizada de los activos emergentes, por lo que el impacto positivo de los factores idiosincráticos todavía podría seguir jugando a favor en los próximos meses.
Si tomamos el caso de las acciones, los números son muy claros: el Merval en dólares subió 15% desde el último día de noviembre, el quinto mayor retorno mensual desde oct-15, lo que da una idea de la importante magnitud de la corrección. Sin embargo, es erróneo pensar que esa corrección se debe enteramente a factores propios de Argentina.
Si tenemos en cuenta el beta de 1,13x del Merval en dólares respecto del índice de acciones emergentes, dos tercios de la suba del Merval (10pp. de los 15pp) se pueden explicar a partir del buen desempeño de mercados emergentes. Esto es porque el índice de acciones emergentes subió 9% en diciembre, ayudado por flujos que se ubican en máximos del año. De esta manera, el retorno puramente explicado por factores locales fue entonces de +5%, que también es muy bueno, pero no extraordinario (hay otros 16 meses desde oct-15 con retornos en exceso mayores).
Esto podría sugerir que, dada las señales del nuevo gobierno y las valuaciones actuales (ver argumento #4), los factores idiosincráticos todavía podrían seguir jugando a favor en los próximos meses.
Argumento 2: el panorama internacional para este año prevé un escenario propicio para los activos emergentes, lo que permitiría que la buena performance de esta clase de activos diciembre pueda extenderse (aunque seguramente con menor intensidad) hacia todo 2020.
Tal como describimos en nuestro panorama global, los principales riesgos geopolíticos que acechaban a la economía global (guerra comercial y Brexit) se redujeron significativamente en diciembre, mientras que los principales bancos centrales del mundo desarrollado siguen llevando a cabo políticas monetarias muy laxas. Estos dos factores impactan de lleno en las economías emergentes, que suelen ser mucho más dependientes del comercio internacional, muy afectado por los shocks geopolíticos, y de las condiciones financieras globales. A esto se agrega la novedad de esta semana del principio de acuerdo de Trump con China previsto para el 15 de enero, aunque esto se vio empañado durante el día de ayer por el reavivamiento de las tensiónes entre EE.UU. e Irán.
Argumento 3: las medidas económicas anunciadas por el gobierno nos sorprendieron de manera positiva y en nuestro escenario base, la probabilidad una situación de desequilibrios macro extrema se redujo significativamente.
La velocidad de reacción del gobierno da cuenta de un reconocimiento explícito de la magnitud del problema macro al que se enfrenta y el hincapié de Guzmán en el poco espacio con el que se cuenta para el impulso fiscal y monetario también fue una buena señal, la cual luego se confirmó con la aprobación de la “Ley de Solidaridad”. El impacto fiscal positivo de dicha ley lo estimamos en 1,1% del PBI, lo cual llevaría al resultado primario del año que viene a un déficit de 0,5%, en línea con el de este año. Para más detalles, ver nuestro informe semanal anterior titulado “El gobierno puso primera”.
Argumento 4: la suba del mercado durante diciembre luce mucho menos significativa cuando se la mira desde una perspectiva más amplia, teniendo en cuenta la considerable destrucción de valor que hubo entre agosto y noviembre del año pasado; bajo esa perspectiva, la corrección de los activos locales todavía tiene recorrido.
Naturalmente este argumento solo es válido luego de descartar el escenario macro más negativo. Si bien existen riesgos (ver última sección del reporte), creemos que, desde estos niveles de valuaciones, todavía hay espacio para mejoras.
La reacción del Merval en dólares del último mes queda reducida a prácticamente nada cuando se la compara con otros episodios de crisis y corrección del mercado accionario. Si asumimos que el 10-dic- 19 constituye el piso del mercado, una suba de 15% en dólares durante el primer mes está en línea con los otros episodios de recuperación tras fuertes caídas del mercado. Lo más interesante es el potencial de suba para los meses subsiguientes: a un año del piso, los retornos van desde un rango de +75% y +300% en dólares dependiendo del episodio que se analice.
Para el caso de los bonos en dólares, el argumento pierde algo de fuerza ya que la restructuración de las condiciones le pone un techo a los retornos potenciales. De todos modos, como podemos ver, los precios teóricos de los bonos asumiendo condiciones de canje que están en línea con lo que proponía Guzmán antes de ser ministro, siguen encontrándose mas arriba de los precios de mercado actuales. Obviamente, falta delinear un programa económico consistente y con el aval del FMI de manera tal de que la “exit yield”, que fijamos en 10%, pueda justificarse con mayor convicción. Los bonos cortos son los que más potencial de suba tienen ya que el recorte de cupón impacta en el precio de los más largos, efecto que pesa más que la extensión de plazos.
En relación a los bonos en pesos, pensamos que hay dos apuestas posibles: (i) cash out de los vencimientos en la parte corta; y (ii) normalización de las curvas. En el primero, la apuesta consiste en esperar el cobro de los vencimientos en pesos hasta abril/mayo y hacer cash out. El gobierno podría hacer frente a estos vencimientos mediante un roll-over de los mismos en niveles superiores al 50%, de manera tal de que la emisión de pesos no sea desestabilizante para la macro. La apuesta de normalización tiene como condición necesaria el no default, es decir, la primera apuesta; pero además consiste en un escenario en el cual el pago de los vencimientos previos gatillan una normalización de las curvas de pesos.
Para testear qué apuesta es la mas atractiva, tomamos la curva de bonos CER y comparamos los rendimientos directos a abril, asumiendo el pago del A2M2 y TC20 y asumiendo una normalización de la curva en las “exit yield” del TC21 y el DICP. La principal conclusión es que la apuesta a la normalización está cara y, por lo tanto, lo más atractivo es hacer el cash out de los vencimientos a abril. Esta apuesta, además, elimina el riesgo de reestructuración post abril/mayo, que consideramos que no es negligible.
Argumento 5: el gobierno no envió señales tan negativas como se descontaban para el sector energético y hasta ahora prácticamente mantuvo al margen de la “solidaridad” al bancario, dos sectores importantes tanto en términos económicos como de mercado.
En la promulgación de la “Ley de Solidaridad”, las petroleras obtuvieron un doble beneficio: se les redujeron las retenciones de 12% a 8% y se les eximió de pagar regalías sobre la facturación total. Además, la semana pasada, el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, mantuvo un encuentro con el ministro Guzmán para “consensuar públicas para hacer realidad el potencial de Vaca Muerta”, lo cual se lee como una buena señal hacia el sector.
La ida y vuelta del gobierno en relación al aumento de las naftas por parte de YPF fue la peor señal, por partida doble: i) de parte del gobierno da cuenta de un proceso de decisión fragmentado e inestable donde conviven más objetivos que instrumentos para una política energética que todavía no adquiere forma, y ; ii) del lado de la compañía deslegitima a la nueva conducción, con los costos que esto implica tanto para el valor de sus acciones como el costo de financiamiento.
Respecto de los bancos, las declaraciones de Miguel Pesce, nuevo titular del BCRA, han sido relativamente razonables (“no hay que reperfilar el stock de Leliqs porque son la contracara de los depósitos”; “los ahorristas tienen que ver que sus ahorros no se deterioran con el tiempo”). Asimismo, el hecho de que la “Ley de Solidaridad” no haya incluido ninguna especie de tributo o regulación que afecte a los bancos de manera directa también fue visto como algo positivo. Dicho esto, la decisión de bajar la tasa de Leliq por segunda vez consecutiva, hasta niveles de 55% generó algo de ruido.
Argumento 6: los retornos del Merval durante el mes de enero suelen ser superiores al promedio, ayudados por factores técnicos típicos de esta parte del año.
Los casos de los últimos dos años, cuando el Merval subió 21% y 13% en dólares, son el mejor ejemplo. Desde el 2005, el retorno promedio del Merval en dólares fue +2,7%, 3 veces más que el promedio de todos los meses (+0,9%). Una explicación es que los inversores institucionales, luego de cerrar sus resultados anuales, se muestran mucho más dispuestos a tomar nuevamente riesgo en sus carteras.
En el caso de los bonos, este efecto es bastante menos claro. Algo que puede jugar en contra es el efecto de bienes personales en las carteras de banca privada, que luego de pasar fin de año con bonos soberanos (exentos) salen a descargarlos al mercado. Dicho efecto, de todos modos, tiene un impacto mucho más marcado en los títulos bajo ley local. Este punto, junto con nuestra idea de “canje en dos etapas” que venimos desarrollando hace un tiempo, nos lleva a preferir aun a estos niveles los bonos en dólares bajo legislación internacional.
Dos riesgos
El principal riesgo sigue siendo la ejecución de un canje de deuda exitoso: insistimos en nuestra idea de que la negociación de un canje de deuda se vuelve cada vez más difícil a medida que el mercado va corrigiendo al alza. Puntualmente, el riesgo es que la negociación se extienda en el tiempo y al Gobierno le cueste cada vez más mantenerse corriente en el pago de los servicios. Llegado este punto, mantenemos nuestra visión que el escenario más probable es que se decida reperfilar la deuda en dólares bajo legislación local, manteniéndose corriente con la deuda bajo legislación internacional (que no enfrenta vencimientos de capital este año): lo que en nuestras publicaciones denominamos “Canje en dos etapas”.
La cuestión fiscal es el otro riesgo importante para monitorear. A nuestro entender, el buen recibimiento del mercado frente a las medidas económicas del Gobierno se debe a una sorpresiva mesura en términos fiscales. Sin embargo, advertimos que si el nivel de actividad no logra repuntar en el primer trimestre del año, comenzarán a surgir las presiones para expandir el gasto público y, con ello, renunciar a cierto ancla fiscal que hoy por hoy es clave. De hecho, los anuncios del ejecutivo en relación con un aumento por decreto de las jubilaciones en el 1S20 es un riesgo respecto de nuestra proyección de déficit primario de 0,5% del PBI para el año que viene.
Pixabay CC0 Public Domain. Conferencia de inversión BNY Mellon 2021
EFPA España y Jupiter Asset Management alcanzan un acuerdo de colaboración en el que se comprometen a impulsar la formación de los profesionales del sector financiero y el desarrollo de iniciativas para fomentar la educación financiera de los clientes.
Así, ambas entidades colaborarán en la organización de cursos, conferencias y seminarios válidos para las recertificaciones European Investment Assistant (EIA), European Investment Practitioner (EIP), European Financial Advisor (EFA) y European Financial Planner (EFP) de EFPA España, todas adaptadas a los requerimientos que impone ESMA y la CNMV, tras la puesta en marcha de la directiva comunitaria MiFID II.
Mediante este acuerdo, Jupiter AM dará apoyo a la labor de formación continua de EFPA España para renovar la cualificación y las certificaciones profesionales de los asesores financieros, así como otras acciones organizadas por la asociación. Por su parte, EFPA España se compromete a colaborar en la difusión de las actividades que incentiven el conocimiento de las novedades en el ámbito de la gestión de carteras y la contratación de instrumentos financieros.
“Somos muy conscientes de la importancia de los asesores financieros en su papel para garantizar que los inversores comprendan mejor sus necesidades y objetivos. Al trabajar junto a EFPA, les ayudaremos a adquirir las habilidades y el conocimiento necesarios para que puedan trabajar con sus clientes y ofrecerles una mejor experiencia de inversión, especialmente desde el punto de vista emocional”, subrayaba Gonzalo Azcoitia, Responsable de Jupiter AM para Iberia.
Con esta son ya casi 80 las entidades colaboradoras con EFPA, entre las que se encuentran las principales entidades bancarias y gestoras de fondos nacionales y extranjeras. “Queremos seguir uniendo fuerzas con los mejores para potenciar juntos la cualificación de los profesionales y fomentar la formación continua, la única fórmula válida para mejorar el servicio que ofrecemos al cliente”, aseguraba Santiago Satrústegui, presidente de EFPA España.
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español.. pedrosanchez
Ayer se votó la investidura del presidente y del primer gobierno de coalición de España, con el PSOE y Unidas Podemos, y siguen las reacciones de los expertos financieros. En este contexto, las agencias de calificación crediticia miden posibles consecuencias y analizan cómo podrían influir las medidas tomadas por el nuevo gobierno en la calificación del rating crediticio del país.
Para la agencia de calificación Scope Ratings, algunas de sus potenciales medidas perjudicarán a variables como el déficit o el empleo, según su análisis tras la formación de gobierno. “Es poco probable que el Gobierno minoritario dirigido por el PSOE reduzca de forma significativa el déficit estructural y la deuda de España, mientras que la propuesta de derogación parcial de las anteriores reformas del mercado laboral y de las pensiones podría afectar negativamente al empleo y a la sostenibilidad del sistema de pensiones”, advierteAlvise Lennkh, responsable de análisis soberano de Scope Ratings.
No obstante, ambas partes han manifestado su compromiso de asegurar la estabilidad fiscal y reducir los niveles de déficit y deuda pública (esta última actualmente se sitúa en torno al 96% del PIB). Sin embargo, dice el experto, “no está claro hasta qué punto el nuevo Gobierno mejorará el déficit estructural de España, que sigue siendo el más alto de la zona euro, en torno al 3% del PIB”.
El experto habla también de inestabilidad política y cree que los presupuestos serán la primera clave a tener en cuenta a la hora de calificar la deuda del país: “Este acuerdo de gobierno no cuenta con una mayoría parlamentaria y, por lo tanto, depende del apoyo de otros partidos para sacar adelante cada ley, empezando por los próximos presupuestos generales, que serán cruciales para la calificación crediticia de España (actualmente en A-/Estable)”.
Sobre su programa, aventura que será una política de izquierdas, aunque faltan muchos datos: “Hasta el momento, el acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos, alcanzado antes de la votación parlamentaria del martes, promete seguir una agenda más de izquierdas, pero todavía faltan detalles importantes. Dada la aritmética parlamentaria, tampoco está claro cuánto y en qué medida podrán llevar a cabo el programa acordado”, explica.
“En general, es probable que la política se centre en el aumento de los impuestos y el gasto público, en la derogación parcial de elementos importantes de las anteriores reformas del mercado laboral y de las pensiones, así como en la búsqueda de una solución al conflicto no resuelto con Cataluña, que esta coalición clasifica ahora como un asunto político más que judicial”, añade.
Más impuestos para las rentas más altas
Aunque aún no se han dado a conocer todos los detalles, el acuerdo establece la intención de aumentar el impuesto sobre la renta para las personas que ganan más de 130.000 euros al año en dos puntos porcentuales, y en cuatro puntos porcentuales para aquellos que ganan más de 300.000 euros, por lo que afectaría aproximadamente al 1% de los contribuyentes.
Por otra parte, el impuesto sobre las ganancias de capital también se incrementará en cuatro puntos porcentuales para las rentas que superen los 140.000 euros, hasta el 27% frente al actual 23%, y el impuesto de sociedades tendrá un nuevo mínimo del 15%, mientras que los bancos y las empresas de energía tendrán que pagar el 18%.
Revocación de reformas
Además, analizan desde la agencia, el acuerdo promete revocar algunos aspectos de las reformas del mercado laboral del Gobierno anterior y volver a los acuerdos salariales con los sindicatos a nivel sectorial en lugar de a nivel de empresa. Tras un aumento del 22% del salario mínimo de 735 euros a 900 euros (pagados 14 veces al año) en enero de 2019, el acuerdo también prevé un nuevo aumento a unos 1.200 euros, lo que supondría aproximadamente el 60% del salario medio mensual.
“Si se aplican estas medidas, es probable que se produzca una mayor rigidez del mercado de trabajo”, advierte en Scope. “A corto plazo, un salario mínimo más alto puede dar lugar a un impulso de la demanda interna, a través de un mayor consumo. Sin embargo, existe el riesgo de que, a medio plazo, estos importantes incrementos del salario mínimo no sean proporcionales a las ganancias de productividad de los trabajadores. Como resultado de este desajuste, en algún momento, las empresas, al enfrentarse a costes laborales más elevados, podrían dejar de contratar personal, especialmente cuando la economía se está ralentizando”, explica.
Además, advierte, “no es necesariamente cierto que la limitación de la capacidad de las empresas para contratar trabajadores temporales, como se pretende en el acuerdo propuesto, se traduzca en un mayor número de contratos a tiempo completo. En cambio, existe el riesgo de que las empresas puedan limitar la contratación. En este contexto, tampoco está claro qué medidas activas del mercado laboral se aplicarán para abordar tanto el uso generalizado de los contratos temporales en España, que representan alrededor del 22% de todos los contratos en comparación con la media de la zona euro, que es del 14%, como la elevada tasa de desempleo juvenil, que es más del doble de la media de la eurozona”.
En su opinión, este aspecto del programa de gobierno es importante, ya que la tasa de desempleo se ha estabilizado en la tasa de desempleo estructural en torno al 14%, que es también la más alta de la zona euro.
Pensiones: el futuro
Por último, indica que Scope también realizará un seguimiento de lo que el nuevo Gobierno tiene previsto hacer en materia de pensiones, con el riesgo de que la sostenibilidad del sistema de pensiones se vea afectada negativamente. “En concreto, el acuerdo de coalición propone la eliminación de la actual fórmula que vincula las pensiones con la esperanza de vida y la evolución de la economía española, con derivaciones adversas potencialmente importantes para el gasto futuro en pensiones”, afirma.
“Los próximos presupuestos, las reformas del mercado laboral y de las pensiones, así como la evolución del diálogo con Cataluña, son los principales factores relevantes para la calificación crediticia de España (A-/Estable). Scope prevé revisar el rating de España en marzo”, apostilla.
Deutsche Bank ha nombrado a Michel Ahnine responsable de Corporate Cash Management Sales en España, un área que ofrece soluciones y asesoramiento a grandes empresas en la gestión de tesorería y productos transaccionales.
En su nuevo puesto, Ahnine reportará directamente a Thomas Eberle, responsable de Corporate Cash Management Sales para EMEA dentro de la división de Corporate Bank.
Javier Espurz, responsable de Corporate Bank en España, explica que, «dada su larga trayectoria en Deutsche Bank, Michel Ahnine tiene el perfil idóneo para asumir esta nueva responsabilidad. Su nombramiento contribuye a reforzar esta división en la que ejercemos una reconocida posición de liderazgo con las grandes empresas españolas, así como multinacionales con presencia en nuestro país”.
Michel Ahnine se incorporó a Deutsche Bank en 2010 y en la entidad ha ocupado cargos de relevancia dentro de las áreas de Cash Management Products, Corporate Cash Management Sales y Cash Management Structuring. Respecto a su formación académica, Ahnine es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y máster en Bolsa y Mercados Financieros por el IEB (Instituto de Estudios Bursátiles).
El área de Cash Management de Deutsche Bank ofrece una amplia gama de soluciones y servicios, dirigidos a ayudar a las empresas a mejorar su gestión de liquidez y flujos de caja, así como optimizar su tesorería global y la gestión de pagos en Europa, Asia y América. Se trata de un equipo con un gran reconocimiento en el mercado, nombrado líder en Europa Occidental (por octavo año consecutivo) y en España (por segundo año consecutivo) según la encuesta Euromoney Cash Management en 2019.
Como parte de la transformación estratégica que está llevando a cabo Deutsche Bank desde julio, una de las decisiones más relevantes fue la creación la división de Corporate Bank, encargada de cubrir las necesidades operativas y transaccionales de las grandes empresas españolas, multinacionales extranjeras e instituciones financieras en España.
Pixabay CC0 Public Domain. La mayoría de los family offices chilenos reducirán sus inversiones locales en 2020
La mayoría de los family offices chilenos reducirán sus inversiones locales en 2020: esta es la principal conclusión que se extrae de la quinta encuesta Radiografía y Perspectivas de los family offices realizada por Ameris Capital y el diario El Mercurio entre 80 family offices chilenos.
Los family offices encuestados, que representan en su conjunto 35.000 millones de dólares bajo gestión, sin tener en cuenta su activo principal, muestran una especial preocupación por el estallido social que ha comenzado en Chile el pasado mes de octubre. Así, mientras que en la edición del 2019 un 3% de los encuestados tenía malas o muy malas expectativas sobre sus inversiones locales, en la versión 2020 el porcentaje asciende a 73,1%.
Para Cristian Moreno, socio y presidente de Ameris Capital la influencia de la crisis social sobre los resultados era esperable y lamenta que el impacto de la crisis social eclipse “otras tendencias y conclusiones de mediano y largo plazo.”
En consecuencia, el 63% de los encuestados afirma que van a reducir sus inversiones locales durante el año frente al 0% con intención de aumentar. Esta tendencia de menor exposición a activos locales ya ha empezado a observarse en la composición de las carteras actuales donde el porcentaje se ha reducido del 57% al 49% entre la versión actual y la del año anterior.
Para Moreno “esto se debe al triple impacto de la caída de precio relativo de los activos en Chile versus los extranjeros, la depreciación del peso chileno y la salida de capitales al exterior.”
La principal preocupación de los family offices es la incertidumbre que se va a generar en torno al debate constitucional, sobre el cual el 85,1% opina que tendrá un impacto negativo y solo un 4,1% positivo.
En cuanto al entorno exterior, el 40% opina que el desempeño mundial será bueno frente al 24% del año anterior. Un 72% considera que la guerra comercial entres Estados Unidos y China tendrá un impacto positivo este el año frente al 26% que piensa lo contrario.
GVC Gaesco Valores ha nombrado a Marisa Mazo como nueva subdirectora de Análisis con el objetivo de reforzar su equipo de analistas financieros, especialmente en la cobertura del sector bancario. La incorporación tiene como objetivo proseguir en la renovación estratégica emprendida por la compañía en marzo de 2019 con el nombramiento de Enrique García Palacio como nuevo CEO.
Mazo se integrará en el equipo de analistas liderado por Víctor Peiro, director general de Análisis de GVC Gaesco Valores.
En palabras del CEO de GVC Gaesco, Enrique García Palacio: “La incorporación de una gran profesional con más de 30 años de experiencia en el sector financiero y el talento de Marisa Mazo representa un motivo de orgullo para nuestra entidad. Su perfil y su destacada trayectoria servirán para reforzar de forma significativa el equipo de analistas de GVC Gaesco Valores”.
Por su lado, la nueva subdirectora de Análisis, Marisa Mazo, ha señalado sobre su incorporación: “Este nueva etapa profesional en GVC Gaesco Valores representa un ilusionante reto en mi carrera. Me incorporo a este reconocido grupo financiero con el objetivo de contribuir con mis conocimientos y experiencia al crecimiento futuro de la entidad”.
Marisa Mazo cuenta con una experiencia de más 30 años en el sector financiero y se ha incorporado a GVC Gaesco Valores procedente de Bankinter Securities, donde durante los últimos cuatro años ha ejercido como directora de Análisis y Estrategia y analista de bancos. Antes de ello, desempeñó durante más de 13 años varias posiciones de responsabilidad en Ahorro Corporación Financiera, donde llegó a ocupar los cargos de directora de Estrategia y Análisis y de directora del Equipo de Instituciones Financieras.
Previamente, también colaboró con entidades como Santander Central Hispano Bolsa, Fortis Bank, Robert Fleming y CPA Touche Ross.
La nueva subdirectora de Análisis de GVC Gaesco Valores es actualmente profesora del departamento de Gestión Financiera en ICADE, de la Universidad Pontifica Comillas. En esa misma institución se licenció en Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales, y posteriormente obtuvo un doctorado con la calificación de sobresaliente cum laude. También es MBA por IESE y Chartered Financial Analyst por el CFA Institute de Charlottesville (EE.UU.)
Un año más, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha jugado un papel clave en los rendimientos de los mercados financieros. La decisión del banco central estadounidense de finalizar el ciclo de subida de tasas a principios de 2019 ha sido crítica. Pero una bajada de tipos no necesariamente crea un fuerte incentivo para que los inversores salgan en busca de rentabilidades más altas en activos con más riesgo, ese tipo de movimientos también requiere una cierta confianza por parte de los inversores de que las perspectivas serán buenas.
En 2019, el crédito corporativo ha tenido un excelente año. Según indica Ken Orchard, gestor principal de carteras en la división de renta fija de T. Rowe Price, los niveles históricamente bajos de los tipos de interés han animado a muchas empresas a emitir una enorme cantidad de deuda, que unos inversores ávidos de rendimiento se han apresurado a suscribir.
A finales de noviembre, el índice Bloomberg Barclays US Corporate Bond había generado una rentabilidad del 14,8%, lo que supone una espectacular recuperación desde su pérdida de 2018 del 2,5%. Ahora bien, cerca de dos tercios de esa fuerte rentabilidad se debieron al sustancial descenso de los rendimientos de los títulos de deuda pública, lo que deja a los bonos corporativos en una situación muy vulnerable si los rendimientos de la deuda pública revierten parte de sus caídas. Adicionalmente, los bonos corporativos con calificación crediticia de grado de inversión (Investment grade, IG) no están baratos: con los diferenciales en torno al percentil 20º de su rango histórico, hay temores de que el sector pueda verse gravemente afectado si empiezan a surgir dudas con respecto a la economía mundial.
En las estrategias Global Multi‑sector y Diversified Income Bond de T. Rowe Price, la gestora ha diversificado recientemente parte de su exposición a los bonos corporativos entre instrumentos de deuda titulizada, que agrupan deuda contractual como hipotecas residenciales, hipotecas comerciales, préstamos para compra de coches, préstamos estudiantiles y deuda de tarjetas de crédito.
El sector de deuda titulizada ha venido beneficiándose en estos últimos 10 años del desapalancamiento de los consumidores y de una estructuración más robusta y, por lo general, actualmente tiene calificaciones crediticias más altas que la deuda corporativa. Ofrece igualmente diferenciales atractivos y perfiles de duración corta, por lo que debería brindar cierta protección frente a una posible subida de los rendimientos de la deuda pública. Y lo que es todavía más importante, el sector de deuda titulizada ha exhibido históricamente una correlación moderada con la deuda corporativa y otros activos de riesgo, lo que convierte a esta clase de activos en una alternativa interesante para diversificar y reducir la volatilidad global de la cartera.
Los títulos respaldados por hipotecas residenciales (RMBS) no emitidos por agencias públicas parecen particularmente atractivos. La corrección que sufrió el mercado de vivienda de Estados Unidos en 2006–2007 fue una de las principales causas de la crisis financiera mundial; ahora bien, desde entonces, los hogares estadounidenses han llevado a cabo una enorme reducción de su nivel de endeudamiento.
La reconstrucción del sector RMBS es todavía incipiente, pero es probable que la combinación de factores tales como un apalancamiento relativamente bajo, protecciones reforzadas y una alta remuneración por unidad de riesgo crediticio atraiga gradualmente a más inversores que quieren diversificar su exposición a renta fija fuera de la deuda corporativa. En general, en T. Rowe Price prefieren los títulos RMBS no emitidos por agencias a los RMBS de agencias (que, al ser títulos garantizados por el Estado, no conllevan riesgo de crédito) por tener un menor riesgo de convexidad, lo que significa que sus precios tienden a fluctuar menos cuando cambian los tipos de interés.
En el segmento CMBS (títulos respaldados por hipotecas comerciales), a los gestores de T. Rowe Price les parecen especialmente interesantes los préstamos a un solo prestatario para un solo activo (SASB, por sus siglas en inglés). Las operaciones con SASB entrañan la titulización de un solo préstamo, que suele estar garantizado por una propiedad exclusiva muy grande o un pequeño grupo de propiedades. Estos préstamos tienden a tener un apalancamiento muy bajo y son generalmente de alta calidad y ofrecen operaciones muy sólidas, incluso en los niveles de calidad crediticia más bajos.
Obligaciones de préstamos con garantía (CLO)—carteras de préstamos apalancados que están titulizadas y se gestionan como fondos—han sido noticia con frecuencia recientemente. En los últimos meses, los rendimientos de los CLO con rating BBB y BB se han disparado, mientras que los de otros bonos corporativos con una calificación crediticia similar han caído, generando el mayor diferencial entre las dos clases de activos desde 2016.
Recientemente en las carteras de T. Rowe Price se añadió cierta exposición a CLO, pero no sin antes duplicar e incluso triplicar sus controles basados en el análisis fundamental. Se espera que los impagos de préstamos apalancados aumenten el año que viene, por lo que los CLO de menor rating podrían ser más vulnerables de lo que haría pensar su nivel de calificación crediticia. Los CLOS con rating máximo (vgr.: AAA), que deberían estar a salvo de la tormenta de los préstamos apalancados, son también interesantes, aunque gozan de menor liquidez que un bono corporativo típico.
Riesgos principales:
Los siguientes riesgos son especialmente relevantes para las estrategias destacadas en el presente documento:
Las transacciones con valores denominados en divisas pueden estar sujetas a fluctuaciones en los tipos de cambio, que pueden afectar al valor de una inversión. Los títulos de deuda podrían verse negativamente afectados por cambios adversos en la situación financiera debido a una rebaja de la calificación crediticia o a un impago, lo que podría perjudicar el valor de las inversiones. Las inversiones en high yield conllevan un mayor grado de riesgo.
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Pixabay CC0 Public Domain. Los activos refugio toman fuerza ante la volatilidad que Estados Unidos ha inyectado en Oriente Medio
El nuevo año ha arrancado con la palabra Estados Unidos y conflicto de nuevo en la misma frase. Si la mayoría de las gestoras acabaron 2019 destacando que los principales riesgos geopolíticos se habían suavizado, Donald Trump, presidente de EE.UU., ha iniciado 2020 avivándolos tras matar al comandante militar más poderoso de Irán y líder de las fuerzas de élite de Quds, el general Qasem Soleimani.
Como consecuencia de este inesperado evento político, el mercado del petróleo y el oro han subido. “Después de que la renta variable estadounidense haya registrado uno de sus mejores desempeños desde los máximos alcanzados en 2013, los inversores se han movido desde activos de riesgos a posiciones más seguras buscando cierto refugio, en concreto hacia el oro y hacia los bonos del tesoro norteamericanos. Además, los inversores han buscado sectores más estables y que paguen dividendos como el real estate o las utilities. El petróleo también ha ganado atractivo, y sus futuros aumentaron brevemente más del 3,5% en Nueva York y más del 4,5% en Londres. Este salto en los precios del crudo condujo a una venta masiva en industrias que son grandes consumidores de este combustible fósil con el índice S&P Airlines cayendo hasta un 3,3%”, explica el CIO de Deutsche Bank en su último informe.
De hecho el lunes el precio del lingote de oro se disparó hasta alcanzar los máximos de 2013, acercándose a los 1.600 dólares y registrando el mayor avance anual desde 2010, impulsado también por un dólar débil, un horizonte de tipos más bajos y por el impacto que la guerra comercial entre Estados Unidos y China ha dejado en el crecimiento mundial. En este sentido, la previsión de que la Reserva Federal de EE.UU. no suba los tipos de interés también está respaldando el valor del oro. Para el petróleo la semana comenzó de forma similar y registró una subida del 5%, llevando al barril de brent a superar los 70 dólares.
Las principales divisas del mercado también se movieron tras el ataque de Estados Unidos. Según explican los analistas de Monex Europe, el mercado reaccionó de “forma típica” con “un repunte del yen, mientras que otras monedas más importantes como el euro o la libra se debilitaron”. En su opinión, este asesinato ha creado el riesgo de “generarse una grave escalada entre Estados Unidos e Irán”.
Según su último análisis, como consecuencia la cautela ha vuelto al mercado. “Las tensiones geopolíticas continúan dominando el sentimiento de los mercados financieros y parecen estar retrocediendo moderadamente de la fuerte reacción inicial al brote de las tensiones. La marca brent del petróleo se ha suavizado después de haber alcanzado los 70 dólares de barril el lunes, mientras que el oro rebotó ligeramente de su récord de seis años y los bonos del Tesoro y el dólar cayeron desde los máximos del día. No obstante, los movimientos de riesgo continúan dominando el sentimiento de los inversores”, ha señalado en su informe de ayer.
Norbert Rücker, Head of Economics & Next Generation Research de Julius Baer, sostiene que este tipo de evento geopolítico tiene una influencia a solo a corto plazo en los precios y descarta una escalada en el precio del petróleo, aún así se muestra prudente. “Dados los riesgos de suministro en Irak y el ánimo alcista del mercado petrolero, creemos que los precios del petróleo siguen siendo algo elevados en comparación con los niveles de fines del año pasado y elevamos nuestro pronóstico brent de tres meses en consecuencia a 65 dólares por barril. A muy corto plazo, aún hay más ventajas, ya que la incertidumbre alimenta los temores de suministro. Los precios de hoy brindan un bienvenido respiro al maltratado negocio de esquisto de EE.UU., el aumento de los suministros de Canadá al Mar del Norte y a una demanda que deberían mantener el mercado del petróleo en equilibrio y con los precios bajo control”, argumenta.
Entender el conflicto
“La reacción de los mercados fue al pie de la letra considerando la incertidumbre que emana de los eventos en Medio Oriente-petróleo, oro y rally del yen, además de la venta masiva de acciones. El dilema ahora es si dicho rally será temporal o si los activos refugio seguirán elevados. Los operadores de la bolsa recuerdan bien la caída de mediados de septiembre cuando el rally del petróleo se desvaneció – casi de la noche a la mañana- seguido de dos semanas después de los ataques a las instalaciones de producción sauditas. En los mercados bursátiles, el asesinato de Soleimami se percibe como una conveniente excusa para obtener ganancias en una clase de activo que ha registrado un excelente desempeño, pero que pocos aprecian a las valoraciones más recientes”, explica Dave Lafferty, estratega en jefe de mercados de Natixis IM.
Según recuerda Lafferty no se trata de la primera acción de este tipo, ya en septiembre se registraron ataques a instalaciones sauditas ante los cuales la dinámica de la oferta reaccionó rápidamente. En aquella ocasiones los daños fueron menores y éstas volvieron a estar operativas rápidas, pero en esta ocasión las implicaciones sean mayores. Según matia Lafferty, “es probable que la reacción de Irán y la potencial represalia sean cuidadosamente calculadas y podrían influir durante un periodo de tiempo mucho más prolongado”.
En su opinión, esto deberá mantener la prima de riesgo geopolítica a niveles elevados en los mercados petroleros en las próximas semanas. “Dicho riesgo podría exacerbarse porque la administración de Trump, que hasta este ataque había dudado en responder, ha aumentado sus riesgos. El riesgo de un enfrentamiento directo entre EE.UU. e Irán podría ser menor, pero va en aumento. Al menos, los riesgos de una represalia de Irán conllevan el riesgo de desencadenar una dinámica de ojo por ojo en toda la región. Como siempre, el verdadero comodín en las noticias de Medio Oriente es quien puede sufrir un efecto potencial”, añade Lafferty.
Según el análisis que hace Michel Salden, gestor senior de carteras de Vontobel AM, las tensiones entre Estados Unidos e Irán han ido en aumento desde que Washington se retiró del acuerdo nuclear con Teherán en mayo de 2018 y comenzó a imponer de nuevo sanciones dirigidas directamente a la economía iraní (con éxito desde que la economía iraní se contrajo más de un 5% en 2018 y un 9% en 2019). Ahora, para Salden, habrá que estar atento a la reacción de Irán: “El país tiene muchas maneras y medios impredecibles para devolver el golpe en las diversas guerras de poder en las que está involucrado con los EE.UU. y sus aliados: como un ataque a Israel, el desencadenamiento de una guerra civil entre suníes y chiítas en Irak, los ataques a las instalaciones petroleras y la logística en el Oriente Medio. Obviamente todos ellos introducen más alzas en los precios del petróleo”.
«Las tensiones en Oriente Próximo están regresando, con la posibilidad de una escalada mayor entre EE.UU. e Irán. Esto es tristemente familiar y nos obliga a vigilarlo de cerca. Ya a lo largo de 2019 destacamos varias veces que un aumento importante en los precios del petróleo, derivado de un eventual bloqueo del Estrecho de Ormuz, podría ser la gota que colmara el vaso de un ciclo global ya mediocre de por sí. Sin embargo, el consumo ha demostrado su resistencia en casi todas las áreas geográficas, compensando en parte de la debilidad de la inversión. Por eso, lo último que necesitamos en este momento es un shock negativo para el poder adquisitivo de los consumidores», añade Gilles Moëc, Group Chief Economist en AXA Invesment Managers.
Por último, Charles de Quinsonas, gestor adjunto del M&G (Lux) Emerging Markets Bond Fund, destaca que “las manifestaciones a favor de Irán frente a la embajada de Estados Unidos en Bagdad hace un par de días, seguida por el asesinato de un general iraní en Irak el pasado 2 de enero, está aquí para recordarnos que es poco probable que las tensiones entre Estados Unidos e Irán desaparezcan en 2020”.
En esta misma línea se refiere Saurabh Lele, analista senior de commodities de Loomis Sayles (gestora afiliada de Natixis IM): “La muerte del general Qassem Soleimani marca una elevación significativa en la escalada de tensiones entre EE.UU. e Irán, que es parte de un ciclo de represalias entre ambas partes llevado a cabo en las últimas semanas. Se espera que Irán responda, si no inmediatamente, después de un breve periodo de calma. Si bien no anticipamos inicialmente una confrontación directa con EE.UU., ya que el objetivo principal de Irán es continuar hostigando a las tropas estadounidenses y presionando para que se vayan fuera de la región, mientras mantienen el escenario del conflicto fuera de su país para preservar así sus escasos recursos militares”.
Para Salden, mientras que los acontecimientos anteriores (ataque saudí y petroleros) no afectaron de forma estructural a los precios, el ataque estadounidense no es un acontecimiento aislado. Y advierte que hay otra crisis más que se avecina: una escalada en Libia. “Turquía ha dicho que enviaría tropas a Libia después de que el gobierno de Trípoli solicitara apoyo. El gobierno libio está en una lucha de poder con el comandante rebelde Haftar, cuyas tropas atacaron Trípoli y las instalaciones petroleras en el oeste. La presencia de botas turcas en el terreno (hasta ahora Turquía solo actuó en la guerra de aviones no tripulados) podría llevar a una mayor escalada de la guerra de poder con Qatar y Turquía por un lado y los Emiratos, Egipto y Rusia por el otro (apoyando a Haftar). La producción de petróleo de Libia ha aumentado constantemente y ha superado la cotización de la OPEP en los últimos 24 meses, pero el riesgo para la producción es inminente”, explica.
¿Y China?
Mientras Estados Unidos tiene ahora mismo el foco en este conflicto en Oriente Medio, las gestoras advierten que no se puede dejar de lado cómo evolucionan las relaciones con China. Es más, desde AXA IM advierten que “guerra fría» económica entre China y EE.UU. será otro de los elementos que añada volatilidad al mercado este año.
“Los desempeños registrados por los distintos mercados en 2019 representan un cambio significativo sobre los resultados de 2018, donde se sufrieron frecuentes episodios de volatilidad en el mercado. Pero los inversores no deberían dar por garantizada la pervivencia de esta relativa calma. A medida que entramos en la nueva década, no hay escasez de asuntos con los que lidiar. Después de todo, tanto el Brexit como la guerra comercial aún tienen que resolverse del todo y en 2020 afrontamos unas elecciones presidenciales en Estados Unidos. Sin embargo, creemos que una política monetaria acomodaticia y cierta relajación en la incertidumbre económica global puede potencialmente extender un poco más este ya de por sí prolongado ciclo expansivo. Por eso no creemos que, en principio, vaya a haber un entorno de mercado negativo para los activos de riesgo en los próximos 12 meses. Al mismo tiempo, será muy difícil repetir los impresionantes retornos alcanzados en 2019, puesto las valoraciones de la renta variable ya están en un territorio elevado y la rentabilidad de los bonos ha caído por debajo de los niveles en los que comenzó 2019”, Serge Pizem, responsable global de inversiones multiactivo de AXA Investments Managers.
Al analizar 2020 y tomar en consideración todos los indicadores económicos, desde AXA IM consideran que es necesario ser cauteloso para no quedar atrapado en las incertidumbres de mercado. “Hay mucho en juego en la guerra comercial entre China y EE.UU. y existe el peligro de que este enfrentamiento se transforme en una guerra fría económica. En el caso de que ocurra, esto jugará indudablemente un papel determinante en la trayectoria de la economía global a medio plazo. El presidente Trump podría buscar una tregua temporal, incluso haciendo concesiones, ante la inminencia de las elecciones. Pero no estamos cerca de una verdadera resolución y esperamos un periodo de incertidumbre que potencialmente impactará negativamente en el crecimiento de EE.UU., China y el resto del mundo”, concluye Pizem.
Pixabay CC0 Public Domain. Los factores ESG cada vez más influyentes en los ratings de gestores de activos
Los factores ambientales, sociales y de buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés) atraen, cada vez más, el interés de los inversores y reguladores, lo que hace que las gestoras de fondos presten más atención a su impacto, según concluye un informe publicado por Moody’s Investors Service.
“Los factores ESG han ganado importancia gracias a las nuevas regulaciones, al cambio climático, a las tendencias demográficas y a las expectativas cambiantes tanto del consumidor como del inversor. Esto crea la oportunidad para las gestoras de aplicar estrictos criterios ESG y así diferenciarse en el mercado. Por el contrario, aquellas firmas que no lo hagan podrán sufrir pérdidas financieras o ver dañada su reputación”, apunta Marina Cremonese, vicepresidente senior de análisis de Moody’s.
En este sentido, la agencia de calificación tiene en consideración los factores ESG a la hora de analizar la solvencia de las gestoras, incluso cuando éstos no están recogidos explícitamente en su informe de calificación o no pueden ser cuantificados. Normalmente, el factor de buen gobierno es el que más impacto tiene en la evaluación de solvencia de Moody’s, ya que la compañía considera que una mala gobernanza puede reducir la rentabilidad mediante reembolsos o multas.
El factor social también puede perjudicar a la rentabilidad. Por ejemplo, la falta de diversidad en la organización o de equidad en los salarios según el género puede conllevar sanciones o provocar que los clientes se marchen, llevándose su dinero.
Los factores ambientales suelen tener el menor impacto en la clasificación de las gestoras para la agencia de calificación. Sin embargo, algunas gestoras que sólo invierten en combustibles fósiles u otros activos dañinos para el medio ambiente pueden enfrentarse a mayores riesgos financieros como resultado de su propia actividad, según Moody’s.