«Buscamos cambiar la esclavitud moderna desde la inversión»

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Desde la esclavitud moderna hasta la representación femenina en la plantilla, las empresas se ven acosadas por una lista cada vez mayor de preocupaciones sociales. Estas cuestiones representan una proporción mayor de las controversias empresariales que las cuestiones medioambientales y de gobernanza. Sin embargo, los inversores centrados en ESG, que se han vuelto cada vez más sistemáticos y sofisticados en la incorporación de factores ambientales y de gobernanza en las decisiones de inversión, no tienen procesos igualmente sólidos para abordar los factores sociales.

Saskia Kort-Chick, Directora de Investigación y Compromiso ASG-Inversión Responsable en AllianceBernstein, responde al reto de la esclavitud moderna desde el punto de vista de la inversión, cuáles son los objetivos y desafíos por delante, y cómo cambiar el esquema.

¿En qué consiste la esclavitud moderna en una y qué oportunidades presenta a nivel de inversión?

No existe una definición internacionalmente aceptada de lo que es la esclavitud moderna. Pero la OIT se refiere a una serie de indicadores. Se incluyen conceptos como la explotación sexual, el matrimonio forzoso, o el trabajo forzoso, que es lo más relevante para nosotros como inversores. Para nosotros como inversores tiene especial interés la servidumbre por las deudas. Así, por ejemplo, pagas para tener un trabajo y después, una vez en el trabajo, tienes que pagar la vivienda, la comida, las facturas médicas, por lo que te ves atrapado con un gran endeudamiento grande con un salario demasiado pequeño. En este sentido, se incluye también conceptos como el trabajo infantil, que es probablemente una de las formas con las que la mayoría de la gente no está familiarizada. Ahora, las estimaciones son que, a nivel mundial, hay más de 50 millones de personas que son víctimas de prácticas de esclavitud moderna, lo cual representa un número enorme. La mayoría son mujeres y niños. Ocurre en los mercados emergentes. Pero también es muy importante saber que sucede en España y en los mercados desarrollados. Se puede pensar que esto se produce en industrias de alto riesgo, como la industria de la confección, la industria tecnológica, la minería, la construcción, pero también ocurre en la industria agrícola. Antes hablábamos de recoger fresas y tomates, o la industria de la limpieza. Por tanto, lo tenemos delante de nuestras narices en el día a día. Se trata de una red criminal que representa unos 150.000 millones de beneficios anuales, lo que la convierte en uno de los delitos más rentables del mundo.

¿Qué podríamos hacer en términos de inversión para cambiar la situación?

Hay que partir de por qué creemos que es importante y, a continuación, ver qué oportunidades creo que los inversores tienen ante sí. Pensamos que hay tres razones por las que esto es cada vez más importante fundamental para los inversores. La primera es que la legislación es cada vez más estricta en todo el mundo. Se pide a las empresas que informen sobre lo que están haciendo sobre la esclavitud moderna. Hay cada vez hay más leyes que prohíben que los productos entren en los países si se han fabricado con trabajo forzoso. Esto aumenta la importancia del problema, además de ser lo correcto.

Ahora bien, dado que la esclavitud moderna es un delito impulsado por la codicia y las ganancias financieras, el sector financiero desempeña un papel clave en la detección y el desmantelamiento de la esclavitud moderna. Para nosotros, como inversores, lo más importante son nuestras empresas de inversión. Consideramos que, en la mayoría de nuestras carteras gestionadas activamente, el riesgo de esclavitud moderna y la forma en que las compañías gestionan ese riesgo pueden ayudarnos a comprender mejor la forma en que las empresas gestionan su cadena de suministro y nos permiten entender mejor nuestra tesis de inversión. Por tanto, creemos que puede mejorar nuestro análisis de inversiones.

Además, en segunda instancia, los inversores desempeñan un papel clave en la detección y el bloqueo de estas prácticas. Hemos desarrollado un marco de mejores prácticas, que describe lo que creemos que las empresas pueden hacer para hacer frente a la esclavitud moderna. Y nosotros, como inversores activos, queremos aprovechar nuestro posicionamiento comprometiéndonos activamente con las compañías en este asunto, con el objetivo de desarrollar estrategias sostenibles a largo plazo, que en última instancia, pensamos que pueden conducir a mejores rentabilidades en términos de inversión.

¿Cómo se seleccionan los activos para invertir en esta temática? ¿Cuál es la filosofía?

No utilizamos necesariamente un proceso independiente para seleccionar activos. Es parte de nuestro enfoque de la integración de ESG, que hacemos para muchas de nuestras carteras gestionadas activamente. De este modo, hemos desarrollado un proceso de tres pasos, uno es asignar una exposición al riesgo. Después, observar cómo gestiona la empresa esos riesgos, de modo que puede tener un riesgo elevado, pero gestionarlo muy bien. Y, por último, adoptar ese punto de vista e incorporarlo a la tesis de inversión.

¿Cómo se puede cambiar las malas prácticas del lado de la inversión con el enfoque de la esclavitud moderna?

Debido a que los riesgos entre algunas de estas industrias son muy altos, hay que saber diferenciarlos. Así, para la minería, la confección, la pesca, la tecnología y la banca, hemos desarrollado guías de mejores prácticas específicas para hacer frente a los riesgos en esas industrias. Permítanme darles un ejemplo: en la industria de la confección, las mujeres trabajan en fábricas. Por tanto, entre los riesgos se incluyen cosas como el acoso sexual, para las pruebas de embarazo, realmente cosas realmente relacionadas con el género femenino. Lo que se puede hacer para gestionar ese riesgo es realizar una auditoría social y visitar las fábricas. Si se compara con la pesca, a menudo se trata de trabajadores inmigrantes, hombres jóvenes que faenan en aguas internacionales. Por tanto, lo que son buenas prácticas para la industria pesquera es muy diferente de lo que lo son para la industria de la confección, y lo mismo ocurre con la industria del cacao en Costa de Marfil y Ghana, donde el problema se centra mucho más en el trabajo infantil. Así que, con los altos riesgos, queremos desarrollar marcos de buenas prácticas personalizados.

¿Cuál es la distribución geográfica de fondo, ya que no es igual la esclavitud moderna en los mercados emergentes que en los desarrollados?

Nos fijamos en los datos publicados por el índice global de la esclavitud. Son probablemente una de las fuentes de análisis más frecuentes cuando se trata de estadísticas sobre datos a nivel de país. Pero creo que lo que es realmente importante tener en cuenta que es una actividad criminal, está oculta. Y es realmente difícil definir las estadísticas reales, a menudo son estimaciones basadas en una serie de factores. Creo que una de las cosas clave que hemos aprendido es que también debemos seguir centrándonos en los mercados desarrollados, mucha gente se centra en los mercados emergentes, y son conscientes de los riesgos allí. Pero tienden a subestimar el riesgo en los mercados desarrollados. Por eso, cuando nos ponemos en contacto con las empresas hablamos de los riesgos, que existen en todo el mundo.

¿Cómo cree que podría cambiar la esclavitud moderna el próximo año al invertir en este tipo de temas en este tipo de empresas que están mejorando esos riesgos?

Hemos hablado con más de 100 empresas. Y ha habido una amplia gama de respuestas con algunas de ellas. Muchas tienen mucho por hacer, pero otras llevan una buena dinámica desde hace más de 30 años. Buscamos cambiar la esclavitud moderna desde la inversión. Lo que estamos buscando es la mejora continua. El problema existe desde hace siglos y requiere un enfoque multilateral. Por tanto, los inversores por sí solos no van a resolver este problema. Pero desempeñamos un papel clave a la hora de detectar y desbaratar la esclavitud moderna en nuestras carteras, y de mantener esas conversaciones con las empresas. Lo que buscamos es que, incluso si una empresa se encuentra en una fase muy temprana de su trayectoria y está progresando año tras año, y volviendo al marco de buenas prácticas, podamos ofrecer a la compañía una orientación muy específica sobre por dónde pensamos que puede empezar y cuáles podrían ser los siguientes pasos adecuados. Por ejemplo, había una empresa que se enfrentaba a acusaciones explotación infantil con uno de sus proveedores. Nos comprometimos con la empresa a enviarle los marcos de buenas prácticas y le enviamos una lista de recomendaciones mientras pensamos que pudieran adaptarse a esas buenas prácticas para iniciar su camino. Ese es el tipo de cosas que nos gustaría ver que las empresas mejoran.

¿Y tienen algún objetivo cuando invierten en este tema?

La meta global de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU es eliminar el trabajo forzoso para 2030 y el trabajo infantil para 2025. Si miras las estadísticas del índice global de esclavitud, eran alrededor de 40 más millones en 2017. Son más de 50 millones en las últimas cifras publicadas. Así que ha subido un 25%, en lugar de bajar. Y lo que realmente pone de relieve el tamaño y el desafío del problema al que nos enfrentamos es que la pandemia y el aumento de las desigualdades sociales están contribuyendo a que este problema crezca en este momento, en lugar de que se reduzca. Nuestro papel como inversores es a través de la participación activa con las empresas y siendo claros en cómo las empresas pueden mejorar.

¿Cuáles son los temas de innovación para 2023 y más allá?

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El éxito del mañana se basa en las decisiones de largo plazo del ahora. En un entorno en el que no dejan de aparecer ruidos tales como recesión, subida de tipos de interés, inflación y mucho más, poner el foco en las oportunidades que están por venir quizá sea la alternativa que pueden plantearse los inversores.

Es una de las conclusiones que se pueden extraer del evento celebrado en Miami de la presentación del informe de Global X, Temas de innovación para 2023 y más allá, presentada por Rodolfo García Calderoni, Director of Institutional Relationship Latam de la casa, y analizado en detalle por Pedro Palandrani, Director of Research.

A lo largo de la ponencia se destacó una serie de tendencias que, con el prisma de largo plazo, pueden resultar de interés para los inversores en términos de rentabilidad constante. Es decir, siempre bajo el paraguas de la filosofía de Global X que, desde hace más de una década, su misión ha sido facilitar a los inversores soluciones inteligentes e inexploradas, hasta llevar a los 44.000 millones de dólares de activos bajo gestión con más de 140 estrategias de ETFs.

Global X ETFs es una filial al 100% de Mirae Asset Financial Group, líder mundial del sector con 50 oficinas y más de 12.000 empleados en todo el mundo. Fundada en 1997 como una de las empresas de gestión de fondos pioneras de Asia, el grupo supervisa actualmente 482.000 millones de activos de clientes en una cartera que incluye bienes inmuebles, seguros, capital privado y capital riesgo.

¿Y ahora cuáles son esas temáticas que pueden ser más disruptivas pensando en el futuro? En la presentación, Palandrani se centró en las siguientes: movilidad, inteligencia artificial, big data y desarrollo de las infraestructuras estadounidenses.

La oportunidad en la movilidad

Palandrani concretó que la política gubernamental acomodaticia y las mejoras tecnológicas apoyan el rápido aumento de la adopción por parte de los consumidores de opciones de transporte electrificadas. “Este cambio estructural en curso en la movilidad también llama la atención sobre la importancia de las cadenas de suministro de materiales críticos, especialmente el litio”, aseguró.

En esta línea, la penetración de los vehículos eléctricos en el mercado podría seguir creciendo en 2023: la adopción de vehículos eléctricos ligeros y de pasajeros ha aumentado drásticamente en los últimos años. “A pesar del difícil contexto económico y de la interrupción de la cadena de suministro, se espera que las tasas de penetración de los vehículos eléctricos aumenten en la mayoría de los principales mercados”, afirmó sobre la oportunidad en este espacio.

Las ventas totales de vehículos eléctricos alcanzaron los 4,1 millones de unidades en el primer semestre de 2022, lo que supone un aumento del 57% respecto al periodo comparable de 2021. El aumento de las ventas de también se produce cuando se prevé que el mercado automovilístico en general disminuya un 4% interanual.

“Dado que el crecimiento de las ventas de VE supera al de los motores de combustión interna, los fabricantes tradicionales de equipos originales (OEM) están ofreciendo una gama más amplia de modelos de VE, invirtiendo miles de millones de dólares en la renovación de las fábricas y apuntando a porcentajes más altos de ventas de VE”, argumentó Palandrani.

El reto de la Inteligencia Artificial

La tecnología de inteligencia artificial en el ámbito del hardware y el software sigue avanzando a pasos agigantados. Es una tendencia que también Global X tiene en su punto de mira. El rendimiento de las unidades de procesamiento gráfico (GPU) es 10 veces superior al de hace 10 años, y tecnologías como el trazado de rayos en tiempo real están creando entornos cada vez más realistas. Mientras tanto, la comercialización de vehículos autónomos y la computación cuántica se acercan rápidamente, espoleadas por la inversión de los sectores público y privado.

“Con la evolución de ChatGPT y otros LLM que pueden comunicarse en inglés, escribir y revisar texto y código, la IA se está volviendo más útil para una población más amplia de personas… Esto tiene enormes implicaciones: las personas pueden producir más trabajo, más rápido que nunca”, describió Palandrani.

Ligando con todo esto, los vehículos autónomos recogen y procesan constantemente miles de millones de puntos de datos procedentes de un conjunto de cámaras con sensores, radares y sistemas LiDAR. “Los AV utilizan estos datos para mejorar continuamente las habilidades de conducción de la red de AV y reducir los casos de eventos de desconexión de software y accidentes”, ejemplificó.

La importancia del Big Data

Asimismo, el crecimiento exponencial de los datos generados, almacenados y procesados no cesa. “Para que la economía digital prospere, es fundamental el desarrollo de un procesamiento centralizado a hiperescala, suministrado a través de centros de datos a gran escala”, relató Palandrani.

Las aplicaciones empresariales modernas se están construyendo de forma nativa en la nube. Las redes periféricas están trabajando con infraestructuras a hiperescala para permitir experiencias de baja latencia y ricas en medios. “Y para que la participación digital sea segura, la ciberseguridad sigue evolucionando con inversiones agresivas”, agregó el experto.

El resultado del crecimiento exponencial de dispositivos, aplicaciones y puntos finales es la creación de cantidades masivas de datos en sentido descendente. Se espera que una persona conectada de media registre más de 4.900 interacciones de datos al día en 2025.

Por otro lado, los retos de la ciberseguridad crecerán en sincronía con la economía digital. El trabajo a distancia y el amplio aumento de la actividad digital amplían la superficie defendible y crean nuevos puntos de entrada para los ciberdelincuentes. La piratería patrocinada por el Estado también presenta riesgos significativos. “En consecuencia, el gasto en ciberseguridad podría seguir acelerándose, y los gobiernos podrían ser especialmente agresivos”, dijo Palandrani.

El ecosistema de la ciberseguridad es complejo, con muchos sectores verticales. “Las empresas están pasando de proveedores especializados a soluciones integrales, lo que impulsará la actividad de fusiones y adquisiciones y acuerdos en todo el sector hasta 2022”, ahondó.

Los rápidos cambios en el panorama de las amenazas, el trabajo remoto y el riesgo de ataques de ransomware y pérdidas de datos son fuertes vientos de cola para el gasto en ciberseguridad. Las soluciones de software estandarizadas tienen un largo recorrido de crecimiento.

El desarrollo de las infraestructuras estadounidenses

Tras décadas de uso y abandono, las infraestructuras estadounidenses luchan por adaptarse a las necesidades actuales de la sociedad y no están suficientemente preparadas para la dinámica futura.

Sin embargo, se está volviendo a prestar atención a las infraestructuras tradicionales y de nueva generación. La aprobación de la Ley de Inversión en Infraestructuras y Empleo a finales de 2021 podría empezar a cerrar la brecha crónica en la financiación de las infraestructuras nacionales.

El Presidente Biden firmó la ley bipartidista IIJA el 15 de noviembre de 2021. El paquete de 1,2 billones de dólares incluye un gasto de 550.000 millones de dólares en una amplia gama de áreas de infraestructuras del Siglo XXI que podrían transformar Estados Unidos.

“La financiación de la IIJA ya está marcando la diferencia a nivel de proyectos preexistentes. Algunos proyectos paralizados hace tiempo están avanzando, mientras que otros podrían utilizar los fondos de la IIJA para avanzar según lo previsto”, analizó Palandrani.

Se espera que los principales proyectos de construcción se aceleren hacia 2025. Los recientes acontecimientos de cisne negro han llevado a las empresas estadounidenses a reconsiderar sus cadenas de suministro descentralizadas. “Muchos equipos directivos esperan aumentar la capacidad de fabricación nacional, lo que podría crear oportunidades en todo el espacio de infraestructuras estadounidense”, concluyó el experto de Global X.

El potencial del uranio para invertir

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La energía nuclear es una fuente de electricidad limpia, eficiente y esencial que se utiliza para satisfacer la creciente demanda mundial de energía. Puede producir electricidad a mayor escala y al mismo tiempo minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto ayuda a los países a expandir su red y uso de electricidad, al tiempo que limita la contaminación del aire.

Tal y como señalan los expertos de Global X, aproximadamente el 10,4% de la electricidad mundial se generó a partir de la energía nuclear en 2020, lo que representa “aproximadamente un tercio de la electricidad baja en carbono del mundo”. Hubo un aumento de 0,5 GW(e) en la capacidad instalada neta desde finales de 2019 con proyecciones anticipando aumentos del 17% sobre los niveles actuales a 456 GW(e) para 2035, y del 71,5% a 669 GW(e) para 2050.“El combustible de uranio permite que las plantas de energía nuclear generen electricidad. Una sola pastilla de uranio, un poco más grande que la goma de borrar de un lápiz, contiene la energía equivalente a una tonelada de carbón, tres barriles de petróleo o 17 000 pies cúbicos de gas natural”, exponen estos expertos.

La producción mundial de energía nuclear impulsa principalmente la demanda de este producto. A pesar del crecimiento esperado en la energía nuclear y un aumento correlativo en la demanda de uranio, obtener exposición a este producto a veces resulta difícil. El uranio se comercializa con escasa liquidez en las bolsas de futuros y existen restricciones de propiedad relacionadas con su uso en la producción de armas.

Generación de electricidad con uranio y sus ventajas sobre otras fuentes de combustible

La energía nuclear sigue siendo una de las pocas fuentes de electricidad que combina una producción de energía a gran escala y bajas emisiones de gases de efecto invernadero, con costos comparables a los de las centrales eléctricas tradicionales de combustibles fósiles.

Al igual que las centrales eléctricas de carbón o gas natural, los reactores nucleares generan electricidad al producir un calor inmenso. Este calor produce vapor, que impulsa una turbina conectada a un motor eléctrico. A medida que la turbina gira, el motor eléctrico produce electricidad. En las centrales nucleares, sin embargo, el calor generado se deriva de la división de átomos de uranio-235 en el proceso de fisión nuclear, a diferencia de la quema de combustibles fósiles.

La fisión nuclear produce miles de veces más energía que la liberada a través del proceso de quemar cantidades similares de combustibles fósiles, lo que convierte a la energía nuclear en un método muy eficiente para generar energía a gran escala. “Además, los costes continuos de combustible para las plantas de energía nuclear tienden a permanecer bastante bajo, debido a la mínima cantidad de material necesario para alimentar la planta”, dicen desde Global X.

Además de la ventaja de densidad de potencia del uranio, la energía nuclear también se encuentra entre los métodos más limpios para producir electricidad, según lo medido por las emisiones de gases de efecto invernadero. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos estima que el 35% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero provienen de la electricidad y la calefacción (25 %), así como de otras fuentes de energía (10%) de generación de electricidad junto con energía eólica, solar e hidroeléctrica.
“En términos de costos nivelados, la energía nuclear proporciona una alternativa más económica al carbón y la biomasa, al mismo tiempo que sigue siendo significativamente más competitiva en costos que la energía eólica marina”, destacan los expertos.

Perspectivas de la demanda de uranio

La energía nuclear aporta aproximadamente el 10,4 % del suministro total de energía del mundo y es una fuente importante de energía en los mercados desarrollados, como la Unión Europea (25%) y Estados Unidos (19%). A nivel mundial, 55 los reactores actualmente en construcción representan un aumento del 12,5% en la capacidad nuclear, con 54 reactores adicionales planeados.

Los reactores en la etapa de planificación representan la segunda fase después del diseño, mientras que la construcción marca la etapa final antes de estar en pleno funcionamiento. Los desarrollos de las primeras etapas destacan el creciente apetito por la energía nuclear en los últimos años.

La etapa de planificación representa un aumento potencial del 30 % en la capacidad nuclear actual, en gran parte liderada por economías emergentes como China, Corea del Sur e India.20 problemas de contaminación del aire, como India y China. Este último representa el mercado de uranio más grande del mundo y China planea expandir significativamente su capacidad de energía nuclear. En febrero de 2022, China mantenía 53 reactores operativos, que producían aproximadamente 51 gigavatios, 19 reactores en construcción y otros 34 planificados.

El gobierno chino tiene la intención de invertir 440.000 millones de dólares en reactores nucleares durante los próximos 15 años, con el objetivo de producir 200 gigavatios de energía nuclear para 2035. El monumental proyecto implica la construcción de más de 150 reactores en China continental, parte del objetivo del presidente Xi Jinping de neutralidad de carbono para 2060 y emisiones máximas para 2030.

El plan de China proyecta reducir las emisiones de carbono en 1.500 millones de toneladas, más de lo que producen actualmente el Reino Unido, España, Francia y Alemania, combinados. La Agencia Internacional de Energía predice que China triplicará su capacidad de energía nuclear en los próximos 20 años, pronosticando que China superará a la Unión Europea y a los Estados Unidos para convertirse en el mayor productor de energía nuclear en 2030.

Perspectivas para la industria del uranio

Los precios del uranio se vieron afectados tras el desastre nuclear de Fukushima de 2011, que provocó el cierre de varias plantas de energía nuclear en Japón durante varios años. “En los últimos ocho años, la industria nuclear mundial ha recuperado la producción de energía nuclear por encima de los niveles anteriores a Fukushima. Japón puso especialmente un esfuerzo concertado en restaurar sus capacidades nucleares, operando un total de 33 reactores nucleares hasta la fecha”, dicen desde Global X.

Los recortes de producción a principios de 2019 respaldaron los precios del uranio, pero el caso de inversión se ha vuelto aún más positivo en el lado de la demanda desde el entorno previo a la pandemia. Las iniciativas, incluida la reciente aprobación del programa de crédito nuclear civil de 6.000 millones descrito en la disposición de energía nuclear del proyecto de ley de infraestructura de Estados Unidos y, por lo tanto, influyen en la demanda de uranio. “Los pasos recientes tomados por los responsables políticos para validar la energía nuclear demuestran el respaldo a los precios del uranio y se prevé que despierten aún más el interés de los inversores… Creemos que los cambios de política, así como el déficit de oferta que provoca las nuevas fuentes de demanda, respaldan una sólida perspectiva de crecimiento para el uranio”, argumentan desde Global X.

Las posiciones enérgicas adoptadas por los gobiernos de todo el mundo también están impulsando la industria del uranio en general. “Los grandes productores de uranio, como Cameco y Kazatomprom, así como los mineros de pequeña capitalización, como Denison Mines, se están beneficiando del cambio al uranio”, destacan.

En lo que va de 2022, la mayoría de las empresas mineras de uranio están funcionando bien, pero la mayor parte de los mineros de uranio aún cotizan a niveles reducidos en comparación con el período anterior a Fukushima. “El enfoque en mantener los márgenes operativos altos y los costos reducidos debería mitigar los grandes picos en suministro, ya que los mineros aumentan lentamente la producción en función de la demanda de servicios públicos contratada”, ahondan.

Invertir en uranio

Los matices de obtener exposición al uranio aumentan en comparación con la negociación de otros productos básicos que se comercializan con mayor frecuencia, como el petróleo o el oro: las soluciones comunes implican la compra de acciones de minería de uranio o fondos cotizados en bolsa (ETF) que poseen una canasta de acciones de minería de uranio.

“Otro implica obtener acceso a futuros de uranio, que cotizan con una liquidez relativamente baja”, exponen desde Global X. “Sin embargo, los mineros de uranio individuales potencialmente tienen altos riesgos idiosincrásicos, pero acceder a la industria a través de una amplia canasta de acciones de minería de uranio a nivel mundial podría ayudar a mitigar algunos de estos riesgos”, matizan.

Si bien los futuros de uranio ofrecen exposición al precio al contado del uranio, pueden estar sujetos a rendimientos negativos asociados con el contango, que ocurre cuando el precio al contado de una materia prima cotiza por debajo de su precio futuro, junto con la escasa liquidez.

“Las acciones individuales también ofrecen potencialmente una especie de juego apalancado en el precio de la materia prima subyacente, dados los altos costos fijos asociados con la minería. Las acciones mineras de uranio mantienen un riesgo asistemático relativamente alto, debido a la naturaleza esotérica de la industria”, analizan. “Por esta razón, creemos que invertir en ETF de uranio puede proporcionar un método eficiente y rentable para acceder a una canasta diversa de empresas involucradas en actividades de extracción de uranio en todo el mundo”, concluyen.