La consolidación sigue siendo una tendencia muy viva en toda la industria financiera. Según el último informe de Cerulli Associates sobre este sector, titulado «Consolidación de gestores de patrimonios: analizando los factores detrás de un entorno de acuerdos de M&A», la búsqueda de escalas y el objetivo de estar presente en la mayor parte de la cadena de valor del asesoramiento están impulsando la actividad de fusiones y adquisiciones en toda la industria. La consultora considera que este tendencia generará un entorno más competitivo para las gestoras.
El imperativo de volverse más grande y más rentable ha gobernado gran parte de la actividad de M&A intensificada que ha estado en marcha en la industria de gestión de activos y patrimonios durante más de una década, resultando en un entorno dominado por actores clave. Según Cerulli, las cinco principales firmas de gestión patrimonial controlan el 57% de los activos bajo gestión de los corredores/dealers (B/D) y el 32% de los asesores de B/D, mientras que las 25 principales firmas de B/D y sus diversos afiliados controlan el 92% de los AUM y el 79% de los asesores.
Los gestores de patrimonios se centran cada vez más en proporcionar una gestión de patrimonios verdaderamente integral, persiguiendo M&A para fortalecer capacidades y capturar más de la cadena de valor. Aunque aumentar la participación en la cartera del cliente ha sido un objetivo esquivo de la industria durante décadas, Cerulli observa una considerable oportunidad de consolidación entre los inversores acaudalados. Según la investigación, el 57% de los hogares asesorados preferiría consolidar sus activos financieros en una sola institución; sin embargo, solo el 32% usa el mismo proveedor para servicios de gestión de efectivo e inversión.
“A raíz de una fusión o adquisición, las empresas rara vez emergen como máquinas bien engrasadas que ofrecen capacidades y ofertas de servicios de primera clase. La integración vertical de sistemas tecnológicos, la migración de cuentas de clientes y los cambios en la cultura laboral son todos puntos de dolor potenciales cuando una organización se reestructura. A medida que las firmas de gestión de patrimonios entran en nuevos segmentos a través de la adquisición, deben tener un plan para la transición de los clientes a modelos de servicio que satisfagan sus necesidades”, afirma Bing Waldert, Maning Director de Cerulli.
Según la firma, ahora más que nunca, la due diligencia es un paso que debe desarrollarse completamente. “Los acuerdos que tienen sentido en papel pueden resultar ser cuentos con moraleja cuando los adquirentes calculan mal el impacto de fusionar operaciones”, dice Waldert. “En un entorno de gestión de patrimonios donde los asesores y los activos están en movimiento más que nunca, existe un potencial incrementado de que un acuerdo pueda tener ramificaciones negativas para la retención de asesores”, concluye Waldert.
La consultora internacional Bain & Company ha publicado un estudio sobre el impacto que tiene la inteligencia artificial (IA) generativa en la industria de seguros, donde destacó que este tipo de tecnología podría aumentar los ingresos de las compañías hasta en un 20% y reducir sus costos hasta en un 15%, generando una oportunidad de más de 50.000 millones de dólares en beneficios económicos anuales.
En este sentido, según el informe, el uso temprano de la IA generativa en los seguros permitirá una transformación en la distribución, abarcando cuatro ámbitos. En primer lugar, su implementación ayudará a los agentes a producir contenido más rápido; reducirá interacciones de bajo valor y ofrecerá orientación para mejorar la relación con los clientes. Por otro lado, contar con un asistente virtual siempre activo ampliará la disponibilidad de los agentes y ayudará a los clientes con comparaciones de productos y compras digitales.
A ello se suma la posibilidad de generar una hiper personalización a gran escala lo que se verá reflejado en que las conversaciones, el contenido y las ofertas responderán mejor a las necesidades individuales de los clientes. Y, finalmente, tener una combinación de datos estructurados y no estructurados proporcionará nuevas ideas y ayudará en la identificación de riesgos. Para la consultora, la aplicación de la IA generativa permitirá aumentar de productividad, ajustar el tamaño de la fuerza laboral, incrementar las ventas mediante agentes más efectivos, reducción de comisiones.
En el caso de las aseguradoras individuales, la tecnología podría aumentar los ingresos en un 15% a 20% y reducir los costos en un 5% a 15%. No obstante, desde Bain concluyeron que todo cambio debe aplicarse con responsabilidad y recomendaron que las aseguradoras que implementen la utilización de esta herramienta digital deben tener un enfoque en la experimentación, el aprendizaje y la gestión de cambio.
En opinión de Rocío Jaureguizar, Senior Sales Manager especialista en inversión responsable de Pictet AM en España, en el Congreso de Oxford celebrado en septiembre de 2023 varios grupos de trabajo constituidos por profesionales de la inversión internacional, tanto gestores como propietarios de activos y autoridades de distintas nacionalidades, fueron conscientes de que no hay una sola manera de resolver los grandes retos sostenibles.
Según su experiencia, la sostenibilidad está en constante evolución, pero también que hay que dar pasos hacia una estandarización, así como ayudar a la comunidad inversora a comprender mejor las implicaciones de la integración de factores Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ESG). «Efectivamente, en un mundo globalizado, lo ideal es alinear las regulaciones, para lo que es imprescindible la cooperación internacional, así como la colaboración entre la industria de la inversión y los reguladores en un marco común de divulgación. Incluso sabemos que a mayor alineación regulatoria hay menor probabilidad de greenwashing o de arbitraje regulatorio», explica Jaureguizar.
En este sentido, la experta considera que la Unión Europea ha sido pionera en regulación sostenible y en los últimos años ha habido un gran progreso en abordar riesgos y oportunidades ESG, con mucha más visibilidad, gracias al momento político y regulatorio, la demanda de los inversores y un mayor interés de las empresas. Pero al mismo tiempo existe una crisis energética yuna elevada inflación, por lo que han surgido preguntas sobre la rapidez de la implementación y su coste/beneficio.
Uno de los grandes retos, en su opinión, es que la taxonomía de clasificación de actividades ASG está fragmentada globalmente. «Un marco común pasaría por principios que aseguren un estándar, aunque con distintos enfoques según la jurisdicción, al modo del acuerdo de capitales de Basilea sobre supervisión bancaria, según las necesidades de cada país», indica. Además, cree que el marco actual necesita aclarar conceptos clave y mejorar la integración del impacto medioambiental, así como el diálogo activo con los emisores. «También va a ser necesario adoptar criterios basados en la ciencia, aumentar la educación financiera del inversor final y clarificar qué hace y qué no un producto, para evitar diferencias con las expectativas del inversor», añade.
Según comenta Jaureguizar, hay que ser capaces de hacer más comprensible la información ESG para el inversor retail, lo que pasa por un etiquetado fiable de productos financieros. «Lo que sí es cierto es que a día de hoy se necesita más tiempo para alinear las carteras con la taxonomía verde», matiza. Además, añade que la taxonomía en la UE sólo ha desarrollado dos de seis objetivos medioambientales: mitigación y adaptación al cambio climático. «Están por desarrollar respecto a agua, biodiversidad, economía circular y polución, áreas en las que tenemos menos métricas disponibles actualmente», recuerda.
En concreto, la experta advierte de que los riesgos del cambio climático pueden ser físicos, como el clima extremo, con consecuencias económicas de gran alcance: menor producción, mayores costes, interrupción de la cadena de suministros o destrucción de activos; mientras que los riesgos de transición están asociados a cambios legales, tecnológicos, dinámicas de mercado o riesgos reputacionales. `
«Se han previsto varios escenarios de cómo podría ser la implementación de la transición. En una transición ordenada las políticas climáticas se introducen rápidamente con 67 % de probabilidades de limitar el calentamiento global por debajo de 2º C. En una transición desordenada las políticas se retrasan o implementan de manera divergente, con mayores costes y precios de las emisiones de carbono. En un escenario de transición diferida no se reducen las emisiones hasta 2030 y cuando se introducen son muy exigentes para limitar el calentamiento. El tercer escenario es el de “mundo invernadero” donde algunas políticas se implementan en algunas regiones pero los esfuerzos a nivel global son insuficientes, con graves riesgos físicos, algunos irreversibles, como la subida del nivel del mar», explica.
En cualquier caso, apunta que la transición a una economía baja en carbono es un fenómeno de largo plazo que requiere esfuerzos coordinados y constantesa lo largo de las próximas décadas, con impacto material en el crecimiento y la inflación, donde una transición desordenada puede empeorar los efectos. Pero el riesgo de no hacer nada sería peor, especialmente en cuanto a inflación, dados los costes generados por la dependencia de los combustibles fósiles, como se ha visto en la guerra en Ucrania. Por su parte, recuerda que la inversión masiva requerida puede generar mayor volatilidad de la inflación, incluso desequilibrios de oferta y demanda y riesgos geopolíticos. En su opinión, es el caso de los metales utilizados para turbinas de viento, vehículos eléctricos y otras tecnologías limpias -sólo la República Democrática del Congo supone 70 % del cobalto, clave para las baterías-.
Según su visión, existen varias definiciones de inversión sostenible, por lo que se puede acabar con diferentes porcentajes de alineación de la inversión. «Hay metodologías propietarias y es un reto comparar. Según el Reglamento de Divulgación hay fondos clasificados como artículo 8 con compromisos muy diversos y artículo 9 (de impacto) con compromisos muy elevados. Además, de momento las métricas disponibles de impactos adversos solo cubren menos de la mitad del índice mundial MSCI AW. Por su parte, los ratings ASG son cada vez más populares entre los inversores para evaluar la materialidad. Por su parte, el desarrollo regulatorio ha generado métricas de impactos positivos y negativos», comenta.
Por último, los apunta que correspondientes conjuntos de datos permiten analizar el comportamiento ESG de las compañías basado en el concepto de doble materialidad, que captura riesgos y oportunidades generados por aspectos medioambientales y/o sociales que afectan al valor de los agentes económicos, además del impacto positivo o negativo en el medio ambiente y la sociedad de las actividades económicas. Las correspondientes dimensiones de materialidad están interconectadas. Así, una empresa emisora de gases de efecto invernadero tiene impacto negativo en el cambio climático y su valor económico puede deteriorarse por el aumento de tasas o impuestos al carbono y fenómenos meteorológicos adversos.
Como conclusión a su comentario, Jaureguizar añade que hay una amplia variedad de información para analizar y evaluar inversiones, pero hay ambigüedad de definiciones y falta de homogeneización. «Los ratings ESG pueden agregar múltiples indicadores en una sola puntuación respecto a cómo un emisor o compañía aborda estos riesgos y oportunidades, pero hay baja correlación entre ratings y a veces señales contradictorias entre ellos. Las limitaciones incluyen falta de transparencia de las metodologías», concluye.
Además, añade: «La calificación agregada puede ocultar información relevante para un perfil completo de una compañía o producto financiero y no reflejar la incorporación de criterios ASG enel proceso de inversión. A ello se añade que pueden darse sesgos de mercado (desarrollados frente a emergentes) y detamaño (grandes compañías frente a pequeñas). Adicionalmente, se da la circunstancia de que en los últimos años los grandes proveedores de datos han ido adquiriendo pequeñas firmas, lo que puede dar lugar a aumento de precios y falta de innovación, calidad o incluso conflictos de interés. Así que, aunque las métricas y rating ASG se han convertido en indispensables para los inversores que quieren considerar la sostenibilidad respecto a riesgos y oportunidades, incluyendo los impactos negativos en el medio ambiente y la sociedad, deben de utilizarse con precaución. Es imprescindible el análisis».
Con más de 440 fundaciones registradas y más de 600 entidades afiliadas a importantes empresas familiares y particulares, el Centro Financiero Internacional de Dubai (DIFC) ha registrado un aumento de los servicios de gestión del patrimonio familiar. Impulsado principalmente por el interés en las empresas prescritas, o empresas privadas que pueden ser establecidas por un solicitante cualificado o para un fin cualificado, El Centro registró en un año, desde 2023, un aumento del 81% en las oficinas familiares individuales, seguido de un aumento del 12% en las sociedades de cartera.
Para apoyar aún más este crecimiento, el DIFC también ha anunciado su nueva y exhaustiva guía “Prosperity Across Generations: Unlocking the Power of DIFC for Families” para facilitar a las familias el acceso a conocimientos y experiencia sobre estructuras, gobernanza, gestión del patrimonio, sucesión y planificación patrimonial en Dubai y el DIFC.
El DIFC, principal centro financiero mundial de la región de Oriente Medio, África y Asia Meridional (MEASA), es un centro global de confianza para muchas de las familias y personas más acaudaladas del mundo. Hogar de más de 120 de las familias y personas más ricas del mundo, con un patrimonio neto total superior a 1 billón de dólares, el DIFC ha contribuido a situar a Dubai como la ciudad número uno de MEASA y entre las 22 ciudades más ricas del mundo.
Según los datos publicados por World’s Wealthiest Cities Report 2023, la población de Dubai incluye más de 68.500 HNWIs, o individuos con al menos 1 millón de dólares en activos líquidos, 206 centimillonarios, o aquellos con un patrimonio neto de al menos 100 millones de dólares, y 15 multimillonarios.
El estatus del DIFC como centro financiero más profundo entre Londres y Singapur, con una plantilla de más de 41.500 empleados y más de 5.500 empresas registradas activas, se ve respaldado por 20 años de crecimiento constante y un año récord en 2023, que ha fomentado aún más los flujos de riqueza hacia el Centro y Dubai.
El año pasado, el DIFC puso en marcha el primer Centro de Patrimonio Familiar de su clase en el mundo para impulsar y hacer crecer su próspero ecosistema de patrimonio familiar global, y apoyar a las empresas familiares en sus ambiciones de crecimiento y planes de sucesión en Dubai y más allá.
“Los EAU han sido durante mucho tiempo el destino principal y preferido para los negocios y la inversión en el CCG y la región MENA. Del mismo modo, los EAU aspiran a convertirse en el centro regional de las empresas familiares”, declaró S.E. Abdulla bin Touq Al Marri, miembro del Gabinete y Ministro de Economía de los EAU.
“Dubai es un centro neurálgico para el patrimonio familiar, que ofrece oportunidades y recursos sin parangón para el crecimiento y la preservación. En tan solo un año, el DIFC Family Wealth Centre ha desempeñado un papel crucial en el desarrollo de este ecosistema. El rápido impacto del Centro, que reconoce la importancia de Dubai como centro mundial del patrimonio familiar, subraya su compromiso con el fomento de la prosperidad y la seguridad para las generaciones venideras”, añadió el ministro Al Marri.
Su Excelencia Essa Kazim, Gobernador del DIFC, ha señalado: “Dubai y el DIFC se han posicionado rápidamente como el principal destino para las empresas familiares de todo el mundo. El crecimiento exponencial y la experiencia de que ha sido testigo el Centro ponen de relieve su papel fundamental en la configuración del panorama del patrimonio familiar. Hoy marcamos otro hito importante, el primer aniversario del DIFC Family Wealth Centre, al tiempo que reflexionamos sobre el innovador viaje de 20 años del DIFC que nos ha llevado hasta aquí. Seguimos dedicados a proporcionar los mejores recursos a nuestros estimados miembros, alimentando legados duraderos y empoderando a las familias para las generaciones venideras, mientras juntos damos forma al futuro de las finanzas”.
Por último, Arif Amiri, Consejero Delegado de la Autoridad del DIFC, ha añadido: “El ascenso del DIFC como centro mundial del patrimonio familiar se debe a su compromiso de fomentar un ecosistema de crecimiento para el sector financiero en general. Gracias a su firme apuesta por la transparencia, la regulación y la creación de conocimiento, el DIFC se ha ganado la confianza de 230 bancos, entre ellos 27 de los 29 principales bancos sistémicos mundiales, y de más de 350 empresas de gestión de patrimonios y activos de gran reputación. Este impulso se ve alimentado por la afluencia de empresas familiares y entidades afines atraídas por la oferta de estilo de vida del DIFC y su Centro de Patrimonio Familiar del DIFC, de categoría mundial, concebido para la innovación, la planificación de la sucesión y la prosperidad futura.”
En consonancia con la visión de los EAU de ayudar a las empresas familiares a maximizar su contribución a la economía, el 31 de enero de 2023 se introdujo el Reglamento de Acuerdos Familiares del DIFC para sustituir o derogar el Reglamento de la Oficina Familiar Única (OFU). Entre las ventajas de la nueva normativa se incluye la opción de registro privado, que proporciona a las familias y a sus propietarios últimos beneficiarios (UBO) los más altos niveles de privacidad y confidencialidad. El mismo reglamento también prevé la certificación de las empresas familiares en el DIFC para apoyar los beneficios e incentivos previstos para las empresas familiares en los EAU en virtud de la Ley de Empresas Familiares de los EAU.
DIFC Family Wealth Centre
Además del marco normativo revisado para las empresas familiares, el lanzamiento y desarrollo del DIFC Family Wealth Centre en 2023 ha ayudado a las familias a preservar su patrimonio y legados para el futuro, a través de las mejores soluciones a medida, incluyendo la asignación de activos y la gestión de carteras, la gobernanza, la planificación de la sucesión, el cumplimiento de la sharia como opción, el registro de testamentos y la filantropía. El Centro se ve reforzado por su trabajo con el Centro de Innovación, que apoya a los propietarios de la próxima generación para que se mantengan a la vanguardia de los mecanismos y aplicaciones tecnológicas.
Al beneficiarse del sistema jurídico internacionalmente reconocido del DIFC, que se basa en el derecho consuetudinario inglés e incluye una variedad de estructuras y regímenes, las empresas familiares también obtienen acceso directo a asesores acreditados, oportunidades de establecer contactos, programas educativos y una amplia gama de eventos experienciales, todo ello dentro de la comunidad diversa y cosmopolita del Centro, que incluye algunos de los mejores restaurantes, locales, centros culturales y destinos de estilo de vida de la ciudad.
Recientemente, el DIFC Family Wealth Centre y STEP Arabia firmaron un memorando de entendimiento para fomentar los intereses comunes en relación con la orientación de las empresas familiares en su camino hacia el éxito multigeneracional, y mejorar los conocimientos técnicos de los asesores para lograr ese propósito.
Como mecanismo social de distribución de la riqueza, el Centro de Patrimonio Familiar del DIFC es también un triunfo para la economía local, ya que las empresas familiares son responsables del 60% del PIB de los EAU, del 80% de su mano de obra y del 90% de sus empresas privadas.
Los líderes empresariales están identificando diversas formas de beneficiarse del reequilibrio de las cadenas de suministro globales, al mismo tiempo que reconocen las amenazas que representa la falta de acción, lo cual, a su vez, podría crear oportunidades significativas para los inversores en mercados emergentes, según el informe «New anchors reshaping supply chains: Opportunities for investors», elaborado por PwC Singapur por encargo de Eastspring Investments.
Según este informe, para cuya elaboración se han entrevistado a 150 directivos de América del Norte, Europa y Asia, el actual entorno geopolítico está obligando a muchas compañías y países a reconsiderar las cadenas de suministro globales de las que dependen sus economías. «Esto significa que la necesidad de reequilibrar las cadenas de suministro es imperativa para las empresas y sectores, lo que conduce a oportunidades para inversores en mercados emergentes globales», concluye el informe.
En concreto, apunta que se espera que crezca la relevancia de India, el Sudeste Asiático, Europa emergente, México y mercados seleccionados de Sudamérica ante la futura diversificación de las cadenas de suministro. Los líderes empresariales ven especialmente a India como de significativa importancia futura debido al auge manufacturero en curso en el país. Según el informe, reequilibrar y aumentar la resiliencia de las cadenas de suministro se considera una prioridad empresarial clave para casi la mitad (47%) de los líderes empresariales.
Los encuestados también reconocen los riesgos de no reequilibrar las cadenas de suministro. El 75% de los encuestados cree que el potencial de ganancias en riesgo como resultado de no reequilibrar sus cadenas de suministro sería mayor que el costo de reequilibrar. Los líderes empresariales, según Eastspring, estiman que entre el 19-24% de las ganancias podrían estar en riesgo en los próximos diez años, dependiendo del sector, como resultado de no reequilibrar las cadenas de suministro. Más de un cuarto (29%) de los líderes empresariales encuestados ven oportunidades de beneficiarse del acceso a costos de factores más bajos como resultado del reequilibrio de las cadenas de suministro. Casi una quinta parte (17%) de los líderes empresariales ven el reequilibrio como una oportunidad para construir cadenas de suministro que sean menos intensivas en carbono y más sostenibles.
Los altos costes y la falta de capacidades se ven como los mayores obstáculos actuales para el reequilibrio de las cadenas de suministro. En este sentido, los encuestadosven las asociaciones estratégicas (79%) y las fusiones y adquisiciones (51%) como los medios preferidos para reequilibrar las cadenas de suministro.
A pesar de la expectativa de que mercados como India, México y Europa emergente crecerán en importancia dentro de las cadenas de suministro, estos mercados actualmente solo tienen pequeñas ponderaciones dentro de los índices de mercados de acciones globales y regionales. Estos índices también tienden a estar sesgados hacia acciones de capitalización grande más ampliamente tenidas, lo que potencialmente reduce las oportunidades de diversificación y retorno. Con el reequilibrio global de las cadenas de suministro creando una oportunidad significativa para los mercados emergentes con los recursos y la preparación necesarios, Eastspring Investments cree que los inversores pueden necesitar considerar un enfoque más enfocado en su exposición a mercados emergentes para beneficiarse de las oportunidades de retorno que surgen de estos cambios dinámicos.
Comentando sobre los hallazgos del documento técnico, Bill Maldonado, director ejecutivo y director de Inversiones Interino en Eastspring Investments, señala que «los inversores necesitarán cada vez más ser conscientes de las corrientes subyacentes en los mercados emergentes y sus posibles implicaciones a medida que las cadenas de suministro se reequilibren globalmente. Nuestros equipos de inversión tienen claro que este reequilibrio presenta una oportunidad única en una generación para los mercados emergentes que cuentan con los recursos y la preparación necesaria. Esto, por lo tanto, ofrece una oportunidad emocionante para que los inversores se beneficien de lo que podría convertirse en un período de alto crecimiento en valoraciones actualmente bajas».
En opinión de Sidharta Sircar, socio de PwC Singapur, «los líderes empresariales están claramente priorizando la necesidad de reequilibrar sus cadenas de suministro y hacer sus compañías más resistentes a las presiones externas, ya que no hacerlo puede impactar negativamente tanto los ingresos como la rentabilidad en el futuro. Esto también proporciona una oportunidad de crecimiento significativa para los mercados clave para capitalizar, atrayendo inversiones y aumentando su participación en las cadenas de valor globales».
Nueva York, el área de la Bahía de San Francisco y Tokio son las tres ciudades más ricas del mundo, según el último informe elaborado por Henley & Partners. «El documento ofrece una visión fascinante de la cambiante cara de la riqueza mundial, revelando un panorama en el que los programas de migración de inversiones han surgido como una poderosa herramienta para las personas de alto patrimonio neto que buscan aprovechar las ciudades más prometedoras del mundo», destaca Juerg Steffen, Chief Executive Officer de Henley & Partners.
El informe muestra el claro liderazgo de Estados Unidos, con 11 ciudades dentro del ranking de las 50 más ricas del mundo. La tabla la encabeza Nueva York, que cuenta con la asombrosa cifra de 349.500 millonarios, seguida de la zona de la bahía del norte de California (305.700) y Los Ángeles (212.100). «China también tiene una presencia notable, con cinco ciudades en China continental y siete ciudades si contamos Hong Kong (RAE de China) (143.400) y Taipei (30.200). Pekín (125.600 millonarios), Shanghai (123.400), Shenzhen (50.300), Guangzhou (24.500) y Hangzhou (31.600) han registrado aumentos significativos de su población millonaria en la última década», apunta Steffen. En su opinión, esta dinámica refleja cambios más amplios en la economía mundial, en la que Estados Unidos mantiene sus bastiones tradicionales, mientras que la rápida urbanización de China y su creciente destreza tecnológica desempeñan un papel cada vez más importante en la creación de riqueza.
Centrándonos en la tabla, Nueva York es el líder con 349.500 millonarios, 744 centimillonarios (con una riqueza invertible de más de 100 millones de dólares) y 60 multimillonarios que, en conjunto, superan los 3 billones de dólares, es decir, acumulan más que la riqueza total de la mayoría de los principales países del G20. Pisándole los talones, en segundo lugar, se encuentra el Área de la Bahía del Norte de California, que abarca la ciudad de San Francisco y Silicon Valley. «El Área de la Bahía ha disfrutado de una de las tasas de crecimiento de riqueza más altas del mundo, aumentando su población millonaria en un enorme 82% durante la última década, y ahora alberga a 305.700 millonarios, 675 centimillonarios y 68 multimillonarios», indica Steffen.
Respecto a Tokio, que ha encabezaba el grupo como la ciudad más rica del mundo durante una década, ha sufrido una disminución del 5% en su población residente de individuos de alto patrimonio neto (HNWI) en los últimos diez años, y ahora se ubica en tercer lugar con apenas 298.300 millonarios. Destaca que la ciudad-estado de Singapur ha subido dos puestos hasta el cuarto lugar en la clasificación mundial tras un impresionante aumento del 64% en millonarios en los últimos 10 años y parece que muy pronto desbancará a Tokio como la ciudad más rica de Asia. Ampliamente considerada como la ciudad más propicia para los negocios del mundo, Singapur es también uno de los principales destinos del mundo para los millonarios migratorios: aproximadamente 3.400 personas de alto patrimonio se mudaron allí solo en 2023 y la ciudad ahora cuenta con 244.800 residentes millonarios, 336 centimillonarios y 30 multimillonarios. .
La caída de Londres
Londres, la ciudad más rica del mundo durante muchos años, continúa cayendo en la clasificación y ahora ocupa el quinto lugar con sólo 227.000 millonarios, 370 centimillonarios y 35 multimillonarios, una disminución del 10% en la última década. Por el contrario, Los Ángeles, hogar de 212.100 millonarios, 496 centimillonarios y 43 multimillonarios, ha subido dos puestos durante el período de 10 años hasta el sexto lugar y ha disfrutado de un notable crecimiento del 45% en su población rica. París, la ciudad más rica de Europa continental, mantiene su séptimo lugar en el ranking con 165.000 residentes millonarios, mientras que Sydney asciende a la octava posición con 147.000 HNWI, después de experimentar un crecimiento de riqueza excepcionalmente fuerte en los últimos 20 años.
“La ganancia del 24% del S&P 500 el año pasado, junto con el aumento del 43% del Nasdaq y el asombroso repunte del 155% del Bitcoin, han impulsado las fortunas de los inversores ricos. Además, los rápidos avances en inteligencia artificial, robótica y tecnología blockchain han brindado nuevas oportunidades para la creación y acumulación de riqueza. Sin embargo, incluso cuando surgen nuevas oportunidades, persisten viejos riesgos. La guerra en Ucrania, que ha visto caer la población millonaria de Moscú en un 24% a 30.300, es un crudo recordatorio de la fragilidad de la riqueza en un mundo incierto e inestable”, añade Steffen , quien considera que un factor clave que impulsa el crecimiento en las ciudades más ricas del mundo ha sido el sólido desempeño de los mercados financieros en los últimos años.
El boom millonario de China
China ha establecido una presencia notable en el último ranking de las 50 ciudades más ricas del mundo , con 5 ciudades de China continental en la lista y 7 ciudades si se cuenta a Hong Kong (RAE de China) (con 143.400 millonarios) y Taipei (30.200). Beijing (125.600 millonarios) se ubica por primera vez en el Top 10 después de un crecimiento del 90% en su población millonaria durante la última década, y aunque Hong Kong ha caído cuatro lugares en el período de 10 años hasta el noveno lugar en el ranking, Shanghai (123.400), Shenzhen (50.300), Guangzhou (24.500) y Hangzhou (31.600) han registrado aumentos significativos en sus poblaciones millonarias.
Andrew Amolis , jefe de investigación de New World Wealth, explica que Shenzhen es la ciudad de más rápido crecimiento para los ricos del mundo, con una población millonaria que se ha disparado un 140% en los últimos diez años. “Hangzhou también ha experimentado un aumento masivo del 125% en su número de residentes de alto patrimonio neto y los millonarios de Guangzhou han crecido un 110% en la última década. Cuando se trata del potencial de crecimiento de la riqueza durante la próxima década, las ciudades a observar incluyen Bengaluru (India), Scottsdale (EE.UU.) y Ciudad Ho Chi Minh (Vietnam). Los tres han disfrutado de tasas de crecimiento excepcionales de más del 100% en sus poblaciones residentes millonarias durante los últimos diez años”.
En cuanto a Oriente Medio, Dubái se lleva fácilmente la corona como la ciudad más rica de la región, con un impresionante crecimiento del 78% en su población millonaria en los últimos 10 años. Actualmente clasificada como la ciudad número 21 más rica del mundo, es muy probable que el magnate de la riqueza ultramoderna entre en el Top 20 en los próximos años, y aunque Abu Dhabi, la capital de los Emiratos Árabes Unidos, rica en petróleo, aún no ha logrado un lugar en el ranking Top 50, tasas de crecimiento superiores al 75% lo convierten en un probable contendiente en el futuro.
Si bien ninguna ciudad africana o sudamericana figura entre las 50 ciudades más ricas del mundo , el informe identifica varias estrellas en ascenso que bien podrían unirse a las filas de los principales centros de riqueza mundial en un futuro no muy lejano. Nairobi, la bulliciosa capital de Kenia, tiene ahora 4.400 millonarios, un aumento del 25% respecto de la última década, impulsado por su próspero ecosistema tecnológico y su creciente clase media. Ciudad del Cabo, la impresionante joya costera de Sudáfrica, ha disfrutado de un aumento del 20% en el número de millonarios, lo que la convierte en su ciudad preferida y ahora alberga a 7.400 de ellos.
Ciudades más caras del mundo
Mónaco, posiblemente el principal refugio seguro del mundo para los superricos, donde la riqueza promedio supera los 20 millones de dólares, es también la ciudad mejor clasificada del mundo en términos de riqueza per cápita. Más del 40% de los residentes del principado mediterráneo son millonarios, la proporción más alta de cualquier ciudad a nivel mundial. También encabeza la lista de las ciudades más caras del mundo , con precios de apartamentos que regularmente superan los 35.000 dólares por metro cuadrados.
La ciudad de Nueva York ocupa el segundo lugar , con un precio medio de los inmuebles de primera calidad de 28.400 dólares por metro cuadrados, seguida de Londres (26.500 dólares por m 2 ), Hong Kong (25.800 dólares por m 2 ), Saint-Jean-Cap-Ferrat en Francia (25.000 dólares por m 2 ) y Sydney (22.700 dólares por m 2 ).
Dominic Volek, director del grupo de clientes privados de Henley & Partners, dice que 7 de las 10 ciudades más ricas del mundo se encuentran en países que albergan programas de migración de inversiones que fomentan activamente la inversión extranjera directa a cambio de derechos de residencia o ciudadanía. “Puede asegurarse el derecho a vivir, trabajar, estudiar e invertir en los principales centros patrimoniales internacionales como Nueva York , Singapur , Sídney , Viena y Dubái a través de la inversión. Poder reubicarse usted, su familia o su negocio en una ciudad más favorable o tener la opción de elegir entre varias ciudades diferentes en todo el mundo es un aspecto cada vez más importante de la planificación de patrimonio y legado internacional para clientes privados. Cuantas más jurisdicciones pueda acceder una familia, más diversificadas serán sus activos, menor será su exposición a riesgos regionales y específicos de cada país, y mayores serán las oportunidades que podrá disfrutar. Del mismo modo, las ciudades y los países pueden utilizar la migración de inversiones como un mecanismo de financiación innovador para atraer a los más ricos y talentosos del mundo a sus costas”, concluye Volek.
El mercado de trabajo en Estados Unidos, otra vez, ha desafiado la política monetaria restrictiva del banco central.
La semana pasada, el Departamento de Trabajo informó que 272.000 nuevos empleos no agrícolas fueron creados en mayo, más que los 175.000 creados en abril y arriba del promedio mensual de 247.000 del primer trimestre de este año.
Aun así, en mayo la tasa de desempleo siguió aumentando levemente, al llegar a 4%, la más alta de los últimos dos años, desde 3,8% en marzo y 3,9% en abril. Además, los salarios aumentaron 4,1 % desde el año pasado, encima de la tasa de inflación.
Por sectores la creación de empleo se concentró en la sanidad (83.500), el gobierno (43.000), el entretenimiento y la hospitalidad (41.200), y los servicios profesionales y comerciales (33.000).
Juntos estos sectores contribuyeron más de dos tercios a la creación de empleo registrada en mayo. A este desempeño vigoroso del mercado laboral contribuyó decisivamente la adición a la fuerza laboral de inmigrantes a quienes les fue otorgada protección temporal, incluyendo permisos para trabajar. Entre ellos, por ejemplo, el año pasado 715.000 inmigrantes de Venezuela recibieron protección temporal.
La pregunta es cómo las autoridades del banco central van a considerar este desempeño robusto, cuando se reúnan hoy y mañana en Washington. La respuesta se sabrá este miércoles 12 de junio en la tarde.
Emily Pollock, directora de Clientes, Soluciones de Schroders Capital, y Holly Turner, especialista en clima de Schroders Capital, abordan en esta entrevista la situación actual de las inversiones climáticas desde la perspectiva de la firma, destacando la división de su empresa en cuatro grandes temas de impacto climático: mitigación del cambio climático; adaptación al cambio climático; vulnerabilidades sociales; y capital natural y biodiversidad.
¿Qué tipos de inversores están creando asignaciones climáticas específicas y cómo las están desplegando?
Emily Pollock: Observamos interés en todos los segmentos de la base inversora asignaciones climáticas, y ese interés va en aumento. En Schroders Capital, segmentamos nuestros tipos de inversores en pensiones, seguros, propietarios de activos a largo plazo y patrimonio, y actualmente es el segmento de las pensiones el más activo. En él, estamos viendo compromisos específicos en materia de clima y descarbonización.
Estos inversores también están sujetos a las normativas más onerosas desde el punto de vista del reporting. A menudo vemos que el mercado institucional de pensiones lidera las tendencias de inversión, y también estamos observando un creciente interés por parte del mercado de contribución definida (CD). Los seguros son un segmento en crecimiento, mientras que los propietarios de activos a largo plazo, incluidos los family office, las fundaciones, las dotaciones y los fondos soberanos, también están asignando una parte de sus carteras a esta temática. En particular, las fundaciones y las dotaciones han sido históricamente grandes inversores en private equity (capital riesgo) y grandes defensoras de gestores emergentes, por lo que están bien posicionadas para comprometerse con los nuevos segmentos de la inversión climática.
Para el segmento wealth, en cambio, los activos privados son un mercado nuevo, pero en expansión. En lo que respecta al despliegue, los inversores acceden al mercado de diferentes maneras: algunos parten de una asignación básica y otros establecen compartimentos de impacto o asignaciones que se centran en determinados subtemas. Cada vez se reconoce más la necesidad de capital en los mercados emergentes y, por lo general, los inversores tienen compromisos en torno a la neutralidad o la descarbonización a largo plazo que fomentan la asignación de activos.
Holly Turner: Vemos dos motores reales de crecimiento a corto plazo. En primer lugar, hay muchas iniciativas del sector relacionadas con el clima que piden a los inversores que asuman compromisos específicos, centrándose en cuestiones como la descarbonización de la cartera, la propiedad activa o la asignación específica de una cantidad de capital a soluciones climáticas. En segundo lugar, está la regulación relacionada con el clima. Desde el punto de vista de los inversores, esto significa que cada vez se examinan con más detalle los riesgos y oportunidades relacionados con el clima, lo que fomenta una mayor consideración.
La crisis climática está dando lugar a estrategias que no encajan perfectamente en los distintos tipos de activos. ¿Qué observa en el desarrollo de fondos temáticos y multiactivos?
EP: El crecimiento de los mercados privados ha sido asombroso, con una proliferación de fondos especializados en diferentes industrias, geografías y tipos de inversión. Por ejemplo, el sector de las infraestructuras ha pasado de un puñado de gestores core/core-plus a un espectro completo de deuda y renta variable, junto con rentabilidades core hasta private equity. Durante el mismo período, observamos el auge de nuevas estructuras de fondos abiertos y alternativas semilíquidas que han aparecido gracias el crecimiento del mercado secundario, y la entrada de nuevos inversores procedentes del mercado de CD y minoristas, así como un aumento de las coinversiones y de los fondos secundarios dirigidos por GP (General Partners), lo que crea más puntos de acceso y opciones de riesgo-rentabilidad. En lo que respecta al clima, vemos más fondos temáticos, centrados en resultados más que en clases de activos. Sin embargo, la complejidad y la competencia hacen que la especialización sea clave. Este no es un mercado para generalistas.
Los cuatro grandes temas de impacto
En Schroders dividimos nuestros temas de impacto climático en cuatro grandes categorías: mitigación del cambio climático; adaptación al cambio climático; vulnerabilidades sociales; y capital natural y biodiversidad. A los inversores les interesa desde el punto de vista de los resultados y la accesibilidad, por lo que podrían buscar inversiones que ya sean bajas en carbono, invertir en empresas que incluyan la acción o la transición climática entre sus objetivos, o respaldar a compañías que ofrezcan productos o servicios que aporten soluciones climáticas, como herramientas de mitigación o adaptación al cambio climático. Esta última categoría de soluciones climáticas es actualmente objeto de gran atención en los mercados privados.
¿Qué estrategias de soluciones climáticas son más atractivas hoy en día?
EP: Identificamos las tres estrategias que ofrecen soluciones climáticas y que destacan sobre el resto: las energías renovables y una infraestructura de transición energética más amplia; la transición energética vinculada al transporte sostenible, que puede incluir tanto infraestructuras renovables como financiación de capital privado; y la gestión de recursos y la circularidad, que es principalmente una estrategia de Private Equity (PE).
¿Cómo encaran los inversores de mercados privados las soluciones climáticas?
Dadas las oportunidades que ya existen, los inversores privados pueden enfocar la inversión en soluciones climáticas de muchas maneras, a través del tema, la clase de activos, la rentabilidad, la geografía o el impacto. En las clases de activos privados, el private equity y las infraestructuras ocupan una posición dominante, pero el capital natural, que supone una asignación mucho menor, también tiene el potencial de crear un impacto significativo. Vemos mucho interés por parte de los inversores en centrarse en el hidrógeno frente a la energía renovable tradicional, y en la gestión de los recursos naturales.
Otra nueva vertiente que nos parece importante es la adaptación al clima, que ayuda a las comunidades a ser más resilientes al impacto del cambio climático y constituye en gran medida una oportunidad para los mercados emergentes. Es fundamental que los inversores adopten una estrategia donde exista un equilibrio entre las nuevas y prometedoras líneas de soluciones climáticas y el despliegue de tecnologías viables ya existentes, y que no se dejen atrapar por áreas nuevas y llamativas.
¿Qué avances están viendo en torno a las soluciones basadas en la naturaleza?
EP: El capital natural, por ejemplo, es un tema que los inversores institucionales exploran cada vez más como un pilar importante de la mitigación del cambio climático. Cuando pensamos en los inversores que quieren alcanzar el cero neto, la captura de carbono puede hacerse a través de soluciones basadas en la naturaleza o a través de la tecnología, pero la tecnología todavía tiene mucho camino por recorrer. Las soluciones basadas en la naturaleza son acciones que ayudan a proteger, restaurar o gestionar los activos naturales, es decir, proyectos de conservación, restauración y forestación que, desde la perspectiva del universo invertible, tienden a ampliar las categorías básicas del capital natural: silvicultura, agricultura y servicios ecosistémicos. La silvicultura y la agricultura han sido invertibles durante muchos años, evolucionando con el tiempo para considerar elementos como el carbono y la biodiversidad más allá del simple rendimiento del producto comercializado. Los servicios ecosistémicos incluyen conceptos nuevos, como los primeros mercados de créditos de carbono y compensaciones, que trabajan para incluir el impacto medioambiental a las nuevas fuentes de ingresos.
Los inversores muestran mucho interés por las oportunidades basadas en la naturaleza relacionadas con la resiliencia al cambio climático o la adaptación al mismo, junto con la mitigación del cambio climático, pero la accesibilidad para el capital institucional sigue siendo bastante complicada y nos encontramos en una fase de profunda exploración. Los avances en materia de track record, reporting y nuevos mecanismos podrían impulsar esta oportunidad, lo que podría tener un impacto significativo teniendo en cuenta la ubicación de muchos ecosistemas críticos en los mercados emergentes.
La medición en inversiones climáticas avanza
Muchos inversores eligen inversiones climáticas por sus características de riesgo-rentabilidad, pero cuando la asignación está vinculada a un compromiso u objetivo específico, la medición del impacto adquiere gran importancia.
Consideramos la cuantificación del impacto climático de las inversiones de dos maneras. Por un lado,tenemos en cuenta la medición del impacto en general, pero, por otro lado, también adoptamos métricas específicas relacionadas con el clima, como las emisiones evitadas, el carbono capturado o la biodiversidad. Aún queda mucho trabajo por hacer en todos estos aspectos, pero es alentador que cada vez haya más directrices y normativas sobre la divulgación de información. Ello no hará sino contribuir a que el Reporting y la medición relacionada con el clima que las instituciones financieras quieren presentar en el futuro.
Aunque algunas estrategias de renta variable sostenible atravesaron dificultades en 2023, los cambios en el sistema avanzaron a un ritmo acelerado. La regulación y la geopolítica siguen desempeñando un papel clave. Se espera que los bonos verdes sigan siendo respaldados en un contexto de caída de los rendimientos. La gestión activa de riesgos y una diversificación adecuada siguen siendo fundamentales en los mercados de acciones.
El sector de la gestión de patrimonios ha adoptado múltiples enfoques en materia de inversión sostenible. Estamos convencidos de que la transición hacia una economía sostenible está impulsando una transformación al menos de la misma magnitud que la revolución industrial, y se está desarrollando a la velocidad de la revolución digital. La política gubernamental, las innovaciones tecnológicas y los límites de nuestro entorno físico están impulsando cambios en el sistema a medida que la economía se desplaza hacia modelos empresariales más eficientes que ofrecen una funcionalidad y accesibilidad superiores a costes más bajos. Esto está reconfigurando profundamente las cadenas de valor y desplazando las fuentes de beneficios entre actividades económicas y geográficas. Como resultado, están surgiendo docenas de “puntos calientes” en ámbitos tan diversos como los materiales semiconductores, la agricultura de precisión y la sanidad digital.
Nuestro enfoque de inversión sostenible
En renta variable, tratamos de identificar las empresas que lideran esta transformación económica. En renta fija, nos centramos en activos como los bonos etiquetados (bonos verdes, sociales o de sostenibilidad, cuyos ingresos tienen un claro impacto medioambiental o social), o la deuda emitida para financiar transformaciones específicas de los sistemas. El enfoque medioambiental, social y de gobernanza (ESG) u otros enfoques tradicionales de la inversión sostenible se centran en las prácticas de una empresa. En cambio, nuestro enfoque se centra en los rendimientos financieros impulsados por empresas dispuestas a proporcionar las soluciones para lograr esta transición.
Está claro que los cambios sistémicos hacia una economía sostenible son estructurales y a largo plazo. A veces se desarrollan de forma desordenada a lo largo de múltiples ciclos económicos. La brecha entre el creciente impulso de la transición energética en la economía real y los pésimos resultados de las tecnologías limpias en el mercado financiero en 2023 es un ejemplo de este fenómeno. Las perturbaciones creadas por nuestro fragmentado mundo geopolítico y el cambio de prioridades de los responsables políticos ante estos cambios ofrecen otro ejemplo.
Frente a las tensiones geopolíticas, una transición acelerada
Tras la pandemia de Covid y ante la rivalidad y los conflictos geopolíticos, los responsables políticos han acelerado el programa de transición. Han puesto en marcha políticas de deslocalización y deslocalización indirecta destinadas a controlar las cadenas de valor, promover la innovación nacional, crear empleos bien remunerados y reclamar una parte de los nuevos mercados. El apoyo político a la transición ha alcanzado un nivel sin precedentes. En esta década, entre la Unión Europea, Estados Unidos y China, se destinará cerca de un billón de dólares anuales de ayudas públicas a estimular la innovación, acelerar la adopción de tecnologías de transición y defender los intereses nacionales y supranacionales.
Este apoyo gubernamental sin precedentes está reduciendo el riesgo de las inversiones del sector privado. El capital privado busca ahora soluciones rápidas y a gran escala. En 2023, se invirtieron 1,77 billones de dólares en la transición energética, frente a 1 billón en los sectores del carbón, el petróleo y el gas. La inversión en transición energética fue un 17% superior a la del año anterior. Y lo que es más importante, y en un hecho que a veces se pasa por alto, China está asumiendo un papel de liderazgo en una serie de tecnologías de transición. China representó el 38% del total de esta transición, muy por delante de las inversiones en Europa y Estados Unidos, que fueron del 19% y el 17% respectivamente. Por primera vez, el transporte electrificado se convirtió en el mayor receptor de inversiones, por delante de las energías renovables, que crecieron a un modesto 8% interanual. Las ventas de vehículos eléctricos (VE) representan ya cerca de una quinta parte del mercado automovilístico, a medida que la transición energética sigue acelerándose. Para finales de esta década, esperamos que los VE representen casi dos tercios del mercado mundial de vehículos. A nivel mundial, en 2023 se añadió un 50% más de capacidad renovable que en 2022, la tasa de crecimiento más rápida en dos décadas. También en este caso, China se situó a la cabeza; el país puso en servicio tanta capacidad de paneles fotovoltaicos como todo el mundo un año antes.
En los próximos cinco años, el mundo va camino de añadir más capacidad renovable que en el siglo pasado. Por primera vez en la historia, la edición de 2023 de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) llegó a un acuerdo para abandonar los combustibles fósiles. Dado que las energías renovables ya superan a los combustibles fósiles en coste en la mayoría de las zonas geográficas, la Agencia Internacional de la Energía (AIE), un pronosticador tradicionalmente conservador, prevé que la demanda de combustibles fósiles alcance su punto máximo esta década.
La presión a favor de la transición a una economía neutra en carbono y respetuosa con la naturaleza sigue aumentando y se deja sentir más allá de la industria energética. Pero los beneficios de las inversiones exigen paciencia y un examen minucioso si se quiere disfrutar de los rendimientos financieros que acompañarán a la transición. El nivel de cambio en curso es profundo. Las nuevas iniciativas reguladoras hicieron que los precios europeos del carbono se acercaran a los 100 euros por tonelada en 2022 y 2023; a estos precios, el coste del cemento podría aumentar hasta una sexta parte, lo suficiente como para inclinar la economía de la construcción de edificios a favor de otros materiales, como la madera.
Además, el nuevo Reglamento de la UE sobre deforestación podría imponer a las empresas multas de hasta el 4% de su facturación europea si comercian con materias primas específicas sin la debida diligencia. Estas presiones normativas bastan para modificar las cadenas de valor, los precios y las combinaciones de productos, así como el posicionamiento estratégico de las empresas en sectores como la construcción o la cadena agroalimentaria.
Rentabilidad de las inversiones sostenibles
El rendimiento de los activos de renta fija sostenibles y de las inversiones en renta variable sostenibles fue muy diferente en 2023. El mercado de bonos corporativos etiquetados (bonos ecológicos, sociales, sostenibles y vinculados a la sostenibilidad) obtuvo unos resultados similares a los del mercado general de bonos en los nueve primeros meses de 2023. Estos bonos tienen duraciones, calidad crediticia y rendimientos comparables a los del mercado general. Su rendimiento fue superior en el cuarto trimestre, en gran parte debido a la compresión de los diferenciales observada en el sector de los servicios públicos, una gran parte del mercado de bonos verdes. Esta compresión se vio impulsada por una señal más clara de los bancos centrales de los mercados desarrollados de que se avecinaba una bajada de los tipos de interés, y persistió en el primer trimestre de 2024 hasta que unos datos de inflación en EE.UU. más resistentes de lo esperado frenaron temporalmente la tendencia.
En cuanto a la renta variable, 2023 y principios de 2024 se caracterizaron por unos resultados mucho mejores de lo previsto. El índice MSCI World subió un 21% en 2023, impulsado por un grupo muy reducido de sectores y valores. Los sectores de las tecnologías de la información y las comunicaciones fueron los principales impulsores del mercado estadounidense, creando un nivel histórico de concentración en el rendimiento de la renta variable. Los precios de las acciones de las “Siete Magníficas” (Tesla, Meta, Amazon, Alphabet, Microsoft, Nvidia y Apple) subieron más del 100% en 2023, frente al 26% del S&P 500 y el 17% del MSCI USA de igual ponderación.
Nuestra exposición a los cambios del sistema, incluida la electrificación y la energía con bajas emisiones de carbono, no se benefició plenamente de este repunte de la renta variable. En términos más generales, los índices de energía limpia, agua, madera y alimentos sostenibles se quedaron rezagados con respecto al sector estadounidense de TI y las megacapitales, en parte debido a su sobreexposición a pequeñas empresas europeas sensibles a los tipos de interés. Además, lo que ha quedado claro en 2023 es que, entre los factores idiosincrásicos que afectan al rendimiento de la tecnología limpia, China ha construido una posición dominante en la parte de hardware de la transición energética. Es muy difícil competir con la estructura de costes de los líderes chinos en este campo. Dominan la mayoría de las cadenas de valor y han creado un exceso de capacidad. En la actualidad, las empresas chinas representan más del 9% de los índices estándar de energías limpias. Por ello, las estrategias de inversión pasiva centradas en las empresas de energías limpias de los mercados desarrollados no sólo se han visto penalizadas por los efectos del aumento de los costes de capital en los dos últimos años, sino que también han acabado siendo el enfoque equivocado teniendo en cuenta los cambios del mercado a favor de los competidores chinos. De ahí la necesidad de un enfoque de inversión selectivo que trate de identificar no sólo el punto de inflexión de una innovación, sino también a los líderes tecnológicos capaces de mantener márgenes sólidos y defender cuotas de mercado a medida que se desarrolla la transición.
Además, la exposición a empresas tecnológicas en nuestros temas sostenibles (energía limpia, alimentos sostenibles, materiales) y en nuestras selecciones de valores sostenibles – “que llamamos nuestros “Líderes CLIC® “ – fue limitada. Durante los seis primeros meses tras su lanzamiento en junio de 2023, esta infraponderación en comunicaciones y tecnología lastró la rentabilidad de nuestros CLIC® Leaders. Sin embargo, desde principios de año, observamos una mayor discriminación por parte de los inversores y nuestra selección ha recuperado su retraso con respecto al MSCI World, al hilo de una temporada de resultados decente. A más largo plazo, cinco años, el panorama parece mucho más favorable. Seguimos convencidos del valor de nuestro marco, pero reconocemos que existe una mayor volatilidad y una divergencia potencial a corto plazo con respecto a los índices de referencia del mercado. Esto requiere un seguimiento en las carteras gestionadas activamente.
Otro factor clave en el rendimiento de las estrategias sostenibles en 2023 fue el impacto de los movimientos de los rendimientos. El año pasado se caracterizó por el aumento de los costes de financiación y la elevada volatilidad de los tipos de interés. Esto último contribuyó a una dispersión de la rentabilidad mayor de lo habitual y a un porcentaje mucho menor de empresas que superaron al índice. Las empresas intensivas en gasto de capital, que suelen encontrarse en temas de transición climática, y los valores de pequeña capitalización con un sesgo de estilo de crecimiento, incluidos muchos proveedores de soluciones sostenibles, tienden a ser muy sensibles a las subidas de los tipos de interés y a la volatilidad. Esto resultó perjudicial en 2023. Además, con los tipos de interés en máximos de varios años, la preocupación por la evolución de las políticas gubernamentales desencadenó salidas de capitales, ya que los inversores cuestionaron la viabilidad económica de algunos proyectos de infraestructuras y soluciones de tecnología limpia. Al subir los rendimientos mundiales, estos valores experimentaron un descenso sustancial de sus valoraciones. Por el contrario, la caída de los rendimientos más adelante en 2024 puede convertirse en un viento de cola, como se ha visto en los dos últimos meses de 2023.
Perspectivas 2024: el apoyo normativo sigue siendo clave, los bancos centrales ofrecen cierto alivio
Seguimos esperando un apoyo estructural del capital dirigido a inversiones sostenibles en 2024. El año pasado, la AIE triplicó sus previsiones sobre la cantidad total de capacidad renovable que se desplegará en China para 2030. Esto convertiría a China en una de las pocas economías que alcanzaría sus objetivos de energía limpia con hasta cinco años de antelación.
La economía también es un buen augurio para la energía fotovoltaica y eólica terrestre; más del 90% de la electricidad producida con estas tecnologías es más barata que las alternativas de combustibles fósiles, según la AIE. Sin embargo, un apoyo político eficaz sigue siendo clave para minimizar los cuellos de botella y las ineficiencias al tiempo que se acelera su implantación. Esto es especialmente cierto en Europa, donde se necesitan nuevos permisos para proyectos e inversiones en redes y almacenamiento. Se espera que la Ley de Industria Neto Cero facilite los avances en este frente.
Las revisiones propuestas por la UE a su Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD) incluyen requisitos para la infraestructura de recarga de vehículos alrededor de edificios y viviendas. Es probable que las revisiones de la Directiva obliguen a evaluar la huella de emisiones de los edificios a lo largo de su ciclo de vida, lo que a su vez favorecerá la sustitución gradual de las estructuras que consumen mucha energía por alternativas más eficientes en carbono.
Los mercados del carbono también pueden dar un impulso. La UE ha estado a la vanguardia de la introducción y el comercio de derechos de emisión de carbono. Los derechos de emisión gratuitos para industrias como el cemento, el aluminio, los fertilizantes, la electricidad, el hidrógeno, el hierro y el acero se eliminarán progresivamente a partir de 2027 en el marco del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (RCDE). También se espera que China amplíe la cobertura de su propio mercado del carbono a cuatro de las industrias más contaminantes de aquí a 2025: acero, cemento, productos químicos y aluminio.
En cuanto a los riesgos, los créditos fiscales estadounidenses y los desembolsos disponibles en virtud de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) pueden verse amenazados a finales de este año si resulta elegida una segunda administración Trump. Esta es una razón para esperar que los sectores de las energías limpias experimenten cierta volatilidad a medida que se acercan las elecciones estadounidenses. En 2024 también habrá elecciones en Europa y en países como India, Indonesia y México. Por supuesto, es posible que se produzcan cambios políticos tras cualquier cambio de gobierno. Dado que la inflación ha mermado el poder adquisitivo de los hogares, las cuestiones de asequibilidad y autonomía energética, entre otras, han desencadenado protestas populares en varios países europeos. Esto puede adquirir importancia política si los ganadores de las elecciones cambian las prioridades reguladoras.
En este contexto, los menores costes de financiación ofrecerían un viento de cola bienvenido para las empresas estrechamente vinculadas a los sectores residencial, de la construcción y de los servicios públicos. La tendencia desinflacionista permitirá a los bancos centrales recortar los tipos de interés. El Banco Nacional Suizo (BNS) fue el primer banco central en hacerlo en marzo, enviando una poderosa señal a los mercados financieros de que ha comenzado un nuevo ciclo de tipos de interés. Esperamos que otros bancos centrales del G10, como la Reserva Federal (Fed), el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra (BoE), sigan su ejemplo este año. La Fed debería realizar recortes por un total de unos 75 puntos básicos (pb) este año, mientras que el BCE y el BoE recortarían 100 pb y el SNB otros 50 pb. Esto debería traducirse en un descenso generalizado de los rendimientos. Nuestras previsiones a finales de año para los rendimientos a 10 años en EE.UU., la zona euro, el Reino Unido y Suiza son del 4,0%, 2,0%, 4,0% y 0,75% respectivamente. Esto podría eliminar una fuente de divergencia de rentabilidad entre sectores de renta variable y regiones y dar paso a una menor dispersión.
Un contexto macroeconómico más constructivo, pero los riesgos persisten
Aunque los flujos mundiales de renta variable sostenible se ralentizaron en 2023, siguieron siendo positivos en términos netos, impulsados por Europa, con modestas salidas en Estados Unidos. Las valoraciones han vuelto a niveles más razonables tras la “burbuja verde” posterior a Covid, y se acercan más a las valoraciones de los índices convencionales. Un entorno de mercado más maduro, combinado con unos tipos más bajos, debería propiciar un año más normal para la selección de valores en 2024. También esperamos flujos de fondos más favorables. En general, somos positivos con respecto a la renta fija en 2024, incluidos los bonos verdes corporativos, en un contexto de descenso de los rendimientos. No obstante, el apoyo normativo sigue siendo un motor importante para determinados temas de inversión en sostenibilidad. Por lo tanto, habrá que vigilar atentamente cualquier cambio de política o de prioridades por parte de los gobiernos recién elegidos en un año electoral ajetreado y mitigar los riesgos en las carteras gestionadas activamente utilizando una diversificación adecuada.
En el actual contexto geopolítico fracturado, las estrategias de inversión requieren más que nunca selectividad y agilidad. Creemos que las inversiones sostenibles seguirán ganando importancia en la próxima década. Sin embargo, la geopolítica, el crecimiento económico y el empleo seguirán dominando la agenda política, y la seguridad nacional y energética tendrá a veces prioridad sobre un futuro más limpio a largo plazo. Para gestionar estos riesgos y catalizadores, los inversores deberán estar bien diversificados en los distintos sectores de los que depende la transición. Lo reflejaremos plenamente en nuestras selecciones de valores CLIC® Leader y en nuestras carteras.
Los ETFs ESG han experimentado un crecimiento extraordinario, alcanzando 550.000 millones de dólares en activos bajo gestión al finalizar 2023, según un informe publicado por State Street y JP Morgan AM en el que han recogido las principales tendencias de la industria de gestión pasiva. Uno de las principales conclusiones que revela este documento es que hay una gran polaridad entre la situación y evolución de los ETFs ESG a ambos lados del Atlántico.
El informe explica que los ETFs ESG han vivido un fuerte desarrollo durante esta última década. El aumento más pronunciado ocurrió durante los años de la pandemia, 2020 y 2021, cuando los activos bajo gestión crecieron en 335.000 millones de dólares, 275% más en comparación con los activos bajo gestión de 2019. «La pandemia del COVID-19 impulsó enormemente la inversión ESG, subrayando la importancia de abordar desafíos globales como las pandemias, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Este período enfatizó la necesidad de una estrategia de inversión más completa que integre el análisis financiero tradicional con la consideración del impacto social y ambiental más amplio de una empresa», explican.
Europa sigue reinando
El crecimiento y desarrollo de este segmento de la industria ha sido desigual a ambos lados del Atlántico. Según el informe, los inversores europeos han liderado consistentemente la adopción de los ETFs ESG, impulsados por marcos legislativos sólidos como, por ejemplo, el SFDR (Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles) y un énfasis cultural profundamente arraigado en la sostenibilidad.
A partir de 2023, la región mantiene una ventaja dominante, representando casi las tres cuartas partes del mercado global de ETFs ESG, con activos que ascienden a 402.000 millones de dólares. Aunque América del Norte ha quedado ligeramente rezagada respecto a Europa en el crecimiento de los activos de ETFs ESG, aún ha logrado mantener una fuerte presencia, con activos totales actualmente en 131 mil millones de dólares, apenas 10 mil millones menos que su máximo alcanzado en 2021. Según indica en informe en sus conclusiones, la tendencia fue apoyada por un aumento en las corporaciones estadounidenses adoptando estándares ESG y cambios favorables en las políticas del gobierno de EE.UU., haciendo que los fondos ESG sean más atractivos para los planes de jubilación.
Por su parte, la región Asia-Pacífico, aunque considerablemente menor en escala comparada con Europa y América del Norte, ha mostrado un crecimiento notable. Desde un comienzo modesto con 385 millones de dólares en activos de ETFs ESG en 2014, la región ha expandido su portafolio a 15 mil millones de dólares para 2023.
Según los datos del informe, desde 2014 hasta 2023, el número de ETFs ESG a nivel global se disparó de 148 a 1.826, destacando un cambio hacia la inversión sostenible. «La región de EMEA lideró este crecimiento, con los ETFs ESG expandiéndose de 107 a 1.281, demostrando un fuerte compromiso con los principios ESG. Los ETFs ESG de América del Norte crecieron de 34 a 430, reflejando un interés creciente en la inversión sostenible, aunque a un ritmo más lento que en EMEA. La región de APAC, partiendo de una base más pequeña, vio un aumento constante de 7 a 115 ETFs ESG. La tendencia reciente en los lanzamientos de ETFs ESG, especialmente en América del Norte, es bastante distintiva. A pesar de una desaceleración general en las nuevas introducciones de ETFs ESG en 2023, la marcada disminución en América del Norte es particularmente notable», añasde
Tras un período de robusto crecimiento que culminó con 115 nuevos fondos en 2021, América del Norte experimentó una caída precipitada a solo 13 nuevos lanzamientos en 2023. Esta caída contrasta marcadamente con la tendencia previamente boyante y refleja cambios más amplios en las prioridades de inversión.
Los flujos cuentan la historia completa
La postura completa de los inversores de América (región NORAM) sobre ESG, según muestra el estudio, se ilustra claramente a través de las tendencias de flujo de ETFs, destacando un marcado alejamiento de las inversiones ESG en la región. «En 2020, los flujos netos globales hacia los ETFs ESG se dispararon a 93.000 millones de dólares, alcanzando un cenit de 165.000 millones en 2021. Durante este pico, la región EMEA contribuyó con impresionantes 109 mil millones en flujos netos, representando el 65% del total, mientras que NORAM también experimentó un aumento significativo con aproximadamente 51.000″, indican los datos del informe», indica el documento.
Sin embargo, esta trayectoria ascendente en América cambió notablemente en los años siguientes. Para 2023, los flujos netos en esta región no solo disminuyeron sino que también cayeron en territorio negativo. El informe explica que esto contrasta fuertemente con el crecimiento constante en EMEA, que registró cerca de 50 mil millones de dólares en flujos netos durante el mismo período. «Este cambio desmiente la suposición anterior de que América del Norte estaba escalando rápidamente y estaba lista para superar a Europa en el espacio de ETFs ESG. Las tendencias actuales, según el informe, apuntan a una reevaluación de las estrategias de los inversores de NORAM hacia las inversiones ESG, particularmente en los Estados Unidos», indica el documento.
Una conclusión relevante es que la caída en la inversión ESG, especialmente en los EE.UU. en los últimos años, se puede atribuir a varios factores, siendo uno clave el aumento en la legislación anti-ESG impulsada principalmente por cambios políticos. Esta tendencia comenzó a ganar impulso en el año 2021 y alcanzó nuevos niveles en 2023, con más de 150 proyectos de ley y resoluciones anti-ESG presentados en 37 estados. Aunque muchas de estas propuestas fueron rechazadas o detenidas, para diciembre de 2023, al menos 40 leyes anti-ESG habían sido aprobadas en 18 estados, según la Escuela de Derecho de Harvard. Las facciones conservadoras también han iniciado boicots contra marcas que consideran excesivamente progresistas. Esto ha resultado en una considerable oposición a dichas marcas y a las iniciativas ESG que las respaldan.
Además, el descontento de los inversores es un factor importante en el decreciente interés en las iniciativas ESG. Hay una preferencia creciente por estrategias que enfatizan los retornos financieros y un enfoque centrado en el lucro, llevando a un menor enfoque en causas sociales que no producen beneficios económicos inmediatos.
Según el informe, como resultado de estas dinámicas, las compañías, incluidos los emisores de ETFs, han comenzado a reducir las conversaciones sobre ESG, llevando a una disminución en la promoción de productos relacionados y un subsiguiente declive en los flujos netos hacia los ETFs ESG en comparación con años anteriores. Esta divergencia en la filosofía de inversión permitió a los emisores de ETFs introducir fondos Anti-ESG, los cuales han visto un aumento en el interés durante el último año. Estos fondos Anti-ESG enfatizan un enfoque más tradicional centrado en el lucro, atrayendo a inversores que priorizan los retornos financieros sobre los objetivos ESG más amplios.
Mientras que Europa, según el informe, exhibe un enfoque menos polarizado hacia la inversión ESG y ha establecido en gran medida un ejemplo global en la adopción de ESG, los últimos años han presenciado una ligera desaceleración comparada con el impulso de 2020 y 2021. A pesar de los significativos flujos de inversión en 2022 y 2023, el interés europeo en ESG se ha atenuado algo debido a incertidumbres económicas, tasas de interés altas, inflación y tensiones geopolíticas, que podrían haber inclinado a los inversores hacia otras inversiones.
Además, el rendimiento inferior de ciertas estrategias ESG, particularmente en áreas temáticas como la energía renovable, que han sido afectadas por el aumento de los costos de financiamiento, la inflación de materiales y las interrupciones de la cadena de suministro, entre otros factores, ha jugado un papel en fomentar este sentimiento cauteloso. Preocupaciones adicionales sobre el lavado verde y las regulaciones en evolución, que abarcan temas como la reclasificación de fondos y la implementación del SFDR, han creado incertidumbre para los inversores ESG, potencialmente llevándolos a pausar temporalmente las inversiones hasta que surja mayor claridad.
El enfoque activo
El análisis de los flujos netos negativos de NORAM en 2023 revela un patrón distintivo: 6.6 mil millones de dólares en salidas provenían predominantemente de fondos pasivos, mientras que los ETFs ESG activos estaban en demanda, atrayendo 5.3 mil millones de dólares en nuevo capital. Este cambio indica una preferencia creciente por la gestión activa en la inversión ESG. Los inversores, según el estudio, parecen estar moviéndose hacia estrategias que ofrecen mayor flexibilidad y alineación con sus objetivos de inversión específicos, divergiendo de las restricciones que a menudo se asocian con los fondos pasivos. Para algunos inversores, la inversión ESG activa podría ofrecer un enfoque más dinámico, permitiendo a los inversores tener un impacto social potencialmente mayor y una influencia más directa sobre el comportamiento corporativo a través del activismo.
Según el informe, involucra un análisis profundo y un compromiso con las empresas en forma de activismo, aunque típicamente conlleva tarifas más altas que las estrategias pasivas. Para finales de 2023, la proporción de ETFs gestionados activamente dentro del total de AUM de ETFs ESG en NORAM aumentó significativamente al 13%, comparado con solo el 3% en 2018. Este notable crecimiento subraya un cambio sustancial en la preferencia de los inversores hacia la gestión activa en el espacio ESG durante los últimos cinco años.
En Europa, los ETFs ESG pasivos siguen siendo la elección predominante para los inversores, manteniendo una significativa participación del 94% del total de activos de ETFs ESG. También mantienen una posición dominante en términos de flujos netos anuales. Esta tendencia persiste a pesar de una disminución general en los flujos de entrada hacia los ETFs ESG en el continente líder en ESG.
El acrónimo ESG significa gobernanza ambiental, social y corporativa, introducido por las Naciones Unidas en el documento de 2004 titulado «Who Cares Wins» (Quién se preocupa, gana). Este documento marcó un momento crucial, abogando por la integración de estos factores críticos en el análisis financiero y la toma de decisiones. A lo largo de los 19 años subsiguientes, ESG se ha transformado de un concepto de nicho en un elemento central de la estrategia empresarial, impregnando cada sector de la industria, incluyendo instrumentos financieros como los ETFs.