El jueves, el Banco Central de Inglaterra bajó su tasa de referencia hasta el 0,25% desde el 0,50% y dejó la puerta abierta para una bajada adicional a cerca de cero antes de que termine el año. Además, complementaron la medida con aumentos a su programa de compra de bonos gubernamentales e introdujeron compras de bonos corporativos. A pesar de las medidas instrumentadas, el BoE espera que en el horizonte de tres años, el crecimiento acumulado del PIB sea un 2,5% menor a lo que esperaban en mayo pasado antes de Brexit. Por su parte, el sesgo del Banco Central Europeo es hacia tasas de referencia más negativas y esperan que se queden igual o sean menores inclusive después de marzo de 2017 cuando termina el programa de compra de activos.
La semana pasada, el Banco Central de Japón aumentó su programa de compra de ETFs, e instrumentará mejoras cualitativas para aplanar la curva de rendimiento, mientras mantiene una tasa de referencia negativa frente a la desaceleración de las economías emergentes y los impactos de Brexit. El mundo desarrollado continúa revisando a la baja sus estimados de crecimiento económico y sus bancos centrales actúan en consecuencia mientras que, en Estados Unidos, la Fed mantiene el sesgo de subir las tasas. Dicho sesgo ha ocasionado una apreciación generalizada del dólar americano con impactos negativos en el sector exportador de Estados Unidos y deflacionarios haciendo inútil el alza de tasas.
Esta ha sido la historia de los últimos dos años. El riesgo es que de continuar la Fed con dicho sesgo, la economía americana finalmente entre en una desaceleración mayor; esto, además de la incertidumbre que está generando el proceso electoral de ese país, está retrasando los proyectos de inversión. Por lo pronto, los datos de crecimiento del PIB del segundo trimestre sorprendieron a la baja y los del primero los revisaron en la misma dirección. En este contexto, es previsible que la Fed no pueda subir tasas este año ni el que sigue, como se ve el panorama, y entre más rápido deje el sesgo de alza será mejor.
Columna de FINAMEX escrita por Guillermo Aboumrad