La cumbre del Foro Económico Mundial (WEF) en Davos, Suiza, es un marco ideal para reflexionar sobre esas tendencias, porque congrega a líderes de negocios, gobierno, organizaciones internacionales, academia y sociedad civil, que dialogan acerca de las principales transformaciones que configuran el mundo actualmente. De entre la gran diversidad de temas que se abordarán en las conversaciones este año, señalamos tres que definirán el rumbo de los negocios en 2016.
- Digitalización y movilidad – Hoy se generan inmensos volúmenes de información digital a través de sitios fijos o de dispositivos y experiencias móviles; puede ser información estructurada o no estructurada, como la proveniente de redes sociales; además, es previsible que el flujo de información se incremente con el llamado “internet de las cosas” (IoT, por sus siglas en inglés), que permite recolectar información emitida por artículos portables y tecnologías de reciente creación. Es previsible que el comercio electrónico y el relacionamiento de las personas con sus dispositivos móviles se incrementen considerablemente, tanto para el trabajo como para el entretenimiento. En este sentido 52% de los directores generales de todo el mundo señalan que la lealtad de los clientes es un tema que los preocupa, de acuerdo con el estudio Perspectivas globales del CEO 2015 de KPMG. Por ello, es necesario asumir las implicaciones de esta tendencia global a medida que se desarrolla, actuando de manera rápida y con un enfoque de cambio, siendo innovadores y proactivos.
- La seguridad informática a escala global – ¿Cómo pueden prepararse los líderes del sector privado para un contexto en el que las tecnologías emergentes juegan un papel clave, generando riesgos como los ciberataques que vulneran la seguridad informática del negocio? Hasta ahora, las empresas afectadas han sobrevivido al robo o exposición de datos personales con repercusiones controladas; sin embargo, su capacidad de innovación y adaptabilidad ante estos nuevos riesgos debe incrementarse, porque los grupos de interés esperan que las compañías actúen proactivamente ante las amenazas. Aunque se considere que la organización está preparada para un ciberataque, porque se ha invertido en detección y prevención, parte de la solución radica asimismo en el análisis permanente de las necesidades informáticas de la empresa, para llevar a cabo acciones que velen por el buen manejo de la información.
- Sector energético: recalibración y adaptación – En los últimos 18 meses, el Sector Energético a nivel global ha experimentado cambios sustanciales. Una coyuntura de bajos precios en las materias primas, la necesidad de capital y la exigencia de transparentar los precios, son factores que han erosionado los márgenes, afectando a todos los actores de este escenario tan competido. Por otro lado, las estrictas medidas regulatorias han provocado mayores costos y un endurecimiento para los mecanismos de financiamiento.
En este contexto, destacan cinco avances que configuran la industria actualmente y que permitirán a las organizaciones más innovadoras atravesar una época desafiante:
- Aprovechar las oportunidades que ofrece el sector en México (geográficas y regulatorias)
- Generar valor a partir de la cadena de suministro
- Considerar los vehículos de inversión aplicables
- Gestionar adecuadamente los riesgos
- Llevar a cabo movimientos estratégicos durante la recesión
Como respuesta a las dinámicas que prevalecen en el mercado, las organizaciones del sector han de adaptar su modelo de negocio, los patrones comerciales habituales y sus medidas de gestión de riesgos, con base en los cinco puntos mencionados, buscando convertir los desafíos en oportunidades.
Es imperativo tomar decisiones en beneficio del negocio ya que, en el pasado, retos como los que señalamos se han podido convertir en oportunidades; vale la pena replantear los modelos de negocio para conjugar experiencia con ideas disruptivas, que nos ayuden a afrontar los desafíos actuales.
En este sentido, las conclusiones que se desprendan de Davos serán de gran utilidad para generar programas efectivos en un ambiente operativo que cambia con rapidez. A partir de las propuestas que surgen de cumbres globales como esta, las organizaciones deben examinar sus propias competencias y habilidades, para construir un camino de excelencia, sostenible a largo plazo.
Columna de opinión de Guillermo García-Naranjo, socio director general de KPMG en México