El mercado global de crédito privado seguirá creciendo en escala y complejidad en 2026, tras haberse diversificado y ampliado considerablemente durante la última década, con una evolución hacia nuevas estructuras, sectores y productos, según una nota de Fitch Ratings.
Las estructuras de crédito privado y las clases de activos seguirán evolucionando más allá de los fondos de inversión cerrados y las empresas de desarrollo de negocios, que se espera que alcancen los 2,3 billones de dólares en activos bajo gestión a finales de 2025, según Preqin.
Se prevé que el papel del crédito privado en la financiación basada en activos, incluyendo infraestructuras y situaciones especiales, aumente, junto con el crecimiento continuo de las estructuras semilíquidas y perpetuas. Los gestores de crédito privado también participan regularmente en préstamos corporativos y estructurados con grado de inversión, impulsados por su mayor vinculación con aseguradoras.
Riesgo y burbuja especulativa
Los analistas de Fitch consideran que actualmente los riesgos asociados al crédito privado no son sistémicos, a pesar de varios atributos similares a una burbuja, como el rápido crecimiento, los diferenciales ajustados, el aumento de la competencia y la creciente participación minorista. Los riesgos de transformación de liquidez son limitados, ya que el crédito privado suele otorgarse mediante vehículos de capital permanente o fondos de inversión cerrados, mientras que las tasas de reembolso en fondos semilíquidos deberían mantenerse por debajo de los límites.
No obstante, en caso de una crisis económica generalizada, el crédito privado podría ser un canal de transmisión de riesgos significativo entre diversos sectores del sistema financiero, dada su creciente conexión con los mercados de capitales y las entidades crediticias tradicionales. Las aseguradoras han aumentado su exposición al crédito privado mediante alianzas con gestores de inversiones alternativas, y los bancos ofrecen diversas formas de apalancamiento al sector crediticio privado, incluyendo líneas de depósito, líneas de crédito revolventes y facilidades de financiación de fondos.
El rendimiento del crédito privado sigue siendo un objetivo clave para Fitch en 2026. Los recortes de las tasas de interés reforzarán la solvencia de los prestatarios al proporcionar alivio de liquidez gracias a la mejora del flujo de caja libre. Esto debería reducir los impagos, dada la sensibilidad de los prestatarios a los altos tipos de interés derivados de estructuras de capital con tipos mayoritariamente flotantes y el uso limitado de coberturas de tipos de interés.



