El código QR está presente en nuestro día a día, cada vez más desde la pandemia. QR viene de “quick response” (respuesta rápida), pero desde Columbia Threadneedle Investments se han propuesto darle un nuevo significado: Quant Redifined. Con esa etiqueta han presentado recientemente en Madrid su gama de ETFs activos CT QR Series, con formato UCITS.
De entre ellos destaca el CT QR Series US Equity Active UCITS ETF, la versión UCITS de su ETF activo más emblemático, el Columbia Research Enhanced Core ETF (ticker RECS), que cuenta con un track record de diez años, gestiona más de 4.000 millones de dólares en activos bajo gestión y ha batido al índice Russell 1000 desde su lanzamiento en un 2% anualizado. Tanto este producto como el CT QR Series European Equity Active UCITS ETF, que ofrece exposición a renta variable europea, ya están listados y cotizando en Deutsche Boerse; la firma planea listar próximamente otros dos ETFs activos de la gama, uno que ofrecerá acceso a renta variable emergente y otro a renta variable global con un sesgo growth.
¿En qué se diferencia de otros ETFs activos?
Christine Cantrell, responsable de distribución de ETFs Activos para EMEA de Columbia Threadneedle Investments, detallo que son principalmente cuatro las características que diferencian a estos vehículos de otros ETFs activos comparables. “Pensamos que la combinación de análisis cuantitativo y análisis fundamental puede aportar valor”, insistió en varios momentos de su presentación.
El primer punto diferencial atañe al riesgo: mientras que otras gestoras tienden a constreñir el tracking error en torno al 1% para sus ETFs activos, los de Columbia Threadneedle presentan un tracking error de entre el 2% y el 4%. “Tomamos más riesgo en comparación con el índice, pero, como resultado, los retornos ajustados al riesgo son superiores”, defendió la experta. La avala el hecho de que las carteras de la gama QR Series se sitúan en el primer cuartil de su categoría Morningstar a cinco años, según la ratio de información.
La segunda diferencia tiene que ver con las comisiones: son similares a la competencia (entre 20 y 30 puntos básicos), pero los QR series son capaces de generar más retorno gracias a la fuerte convicción del equipo en la selección de los valores que están dentro de cada estrategia.
En tercer lugar está la experiencia: no solo porque RECS, el ETF activo original, tenga un fuerte track record, sino porque el gestor al cargo de la estrategia, Chris Lo, lleva 27 años en la compañía y cuenta con un fuerte historial académico. Además, el modelo cuantitativo que se emplea como parte del proceso de construcción de estos ETFs activos lleva funcionando desde 2001.
La última diferencia que destaca la experta es la etiqueta UCITS, que va a permitir a la compañía acercar sus estrategias a inversores europeos y de otras jurisdicciones que quieran invertir bajo este paraguas.
Las tres R
Cabe aclarar que estos ETFs son transparentes: los datos están disponibles públicamente y la gestora ha puesto un gran énfasis en que todo el proceso de análisis esté basado en normas, “porque eso es lo que buscan los selectores de fondos: quieren entender cuál es la estrategia”, asevera Christine Cantrell.
Además, el proceso de análisis está diseñado para ser all-weather, es decir, soportar todas las condiciones del mercado, de ahí que el equipo haya decidido conscientemente no poner una capa de derivados, por ejemplo, ya que “el comportamiento podría ser muy diferente de lo que espera la gente, preferimos mantener un proceso muy coherente”, explica la experta.
Cantrell describe la estrategia de inversión como de las tres R: análisis (research), clasificación (rank) y reequilibrio (recalibrate).
En la parte de análisis, explica que el modelo cuantitativo es propietario y permite una customización para adaptar la estrategia de tal manera que en términos generales sigue al índice, pero al poner la lupa se ve que la construcción de la cartera es diferente (para el propósito de esta explicación vamos a centrarnos en el ETF activo sobre la bolsa americana, que toma como referencia al Russell 1000). La premisa es comparar manzanas con manzanas, es decir, que el modelo cuantitativo analiza todos los valores del índice, asigna una puntuación de 1 a 5 a cada uno, siendo 1 la máxima y 5 la más baja, y neutraliza los sesgos por estilo.
El análisis fundamental se incorpora como una manera de obtener insights adicionales para ayudar a determinar el grado de convicción que tiene el equipo en cada valor del índice: “A muchos clientes les gusta el análisis cuantitativo porque es muy objetivo. Pero un analista fundamental puede ir a hablar con el equipo directivo de la empresa. Son los que tienen conversaciones profundas con el CEO y otros directivos senior y los que comprenden el Outlook estratégico. Es algo que no puede ser capturado en un modelo cuantitativo”, reflexiona Cantrell.
Esto nos lleva al tercer paso, la clasificación: a partir del análisis fundamental y cuantitativo combinado, el equipo depura el índice para que darse solo con el 35% de acciones que considera que van a tener mejor comportamiento dentro de cada uno de los sectores que componen el índice, un acercamiento que la experta define como best-in-class. Una vez seleccionado ese 35% de mejores compañías, se equipondera la exposición para que todas tengan el mismo peso. Como resultado, el ETF sobre la bolsa estadounidense presenta una beta de 0,9 con un active share de entre el 30 y el 40%.
El peso de lo que no está
Dentro de este proceso, Cantrell enfatiza el peso de las convicciones: “Dentro de nuestro análisis cuantitativo, no tenemos preferencias por sector o país. Queremos imitar al índice a nivel macro. Pero si no nos gusta una compañía, la excluimos por completo”. Aquí está uno de los elementos diferenciales de este ETF: el repaso a las diez acciones más infraponderadas es revelador, pues frente al 6,2% en el índice, Microsoft no está presente en esta estrategia; ocurre lo mismo con otros valores de gran tamaño dentro del S&P 500, como Amazon, Broadcom o Tesla, con sendas ponderaciones del 3,4 %, el 2,5 % o el 2 %, frente al peso 0 en este vehículo de Columbia Threadneedle.
De igual modo, el top 10 de valores en la estrategia también refleja las altas convicciones del equipo: NVIDIA y Apple pesan sendos 9,5% (en el caso de la segunda, hasta un 3,5% más que el S&P 500). Otros valores que también aparecen sobreponderados respecto del índice son por ejemplo J.P. Morgan o Visa. “La rentabilidad viene del riesgo indiosincrático, que es puramente riesgo que emana de la selección de valores”, insiste Cantrell.
La experta añade que, si se produce un evento de mercado que cambie la tesis, se puede retirar un valor de la estrategia. “Revisamos nuestro análisis diariamente, nos aseguramos de que somos dinámicos y prestamos atención en particular a los riesgos a la baja”, resume. De lo contrario, esta se reequilibra dos veces al año, lo que explica que en realidad el porcentaje de rotación (turnover) es bajo, en torno al 40% anual.
En síntesis, la experta concluye que una manera de ver este ETF activo es como una estrategia que usa un universo de 1.000 valores para batir a 500 valores, aprovechando la alta correlación histórica entre el Russell 1.000 y el S&P 500. “El resultado de este ETF activo es el resultado del trabajo de nuestro equipo cuantitativo en los últimos 30 años”, concluye.



